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La educación en la era Trujillos

Para iniciar les hablaremos un poco del presidente que gobernaba antes de Trujillo.
Este era general Horacio Vásquez y como vicepresidente el señor Federico Velásquez,
las elecciones de este tiempo se celebraron el 15 de marzo de 1924 los dirigentes de esta
asamblea eran horacistas por supuesto que declararon ganador al general mencionado
anteriormente el 7 de julio de 1924, estando el país intervenido por tropas de la
infantería de marina de la Armada estadounidense.

El 16 de agosto de 1930, el general Rafael Leonidas Trujillo Molina se juramentó


ante la Asamblea Nacional como Presidente Constitucional de la República, dando
inicio a la dictadura más absolutista y prolongada de nuestra historia republicana.

Una de las primeras disposiciones de Trujillo a su llegada al poder en 1930 fue


ordenar la preparación de un plan de reformas de la educación en procura de que la
escuela dominicana evolucionara hacia modalidades más amplias y sistemas más
acordes con el espíritu científico y la tendencia experimental de las prácticas
pedagógicas modernas.

Al arribo de Trujillo al poder en 1930, el país apenas disponía 526 escuelas: 400 de
ellas eran escuelas primarias rudimentarias de tres cursos de nivel primario, orientadas a
la formación de los niños y jóvenes campesinos; 68 escuelas primarias graduadas; 52
escuelas secundarias, comerciales o de oficios; 6 escuelas especiales para adultos
analfabetos; y una universidad, la Universidad de Santo Domingo.

La población de la República Dominicana era estimada en 1 millón, 250 habitantes.


Apenas un 4% de los dominicanos de edades comprendidas entre los 7 y 14 años asistía
a la escuela y alrededor del 90% de más de 18 años de edad no sabía ni leer ni escribir.

En 1930, la instrucción pública de la República Dominicana se encontraba bastante


degradada; la oferta de educación muy limitada; y muy escasas las oportunidades de
educarse.

En los primeros dos años de la dictadura, la educación dominicana siguió los mismos
lineamientos que le habían trazado los interventores. Las leyes que entonces regían en la
materia eran las mismas que habían sido formuladas por Julio Ortega Frier en tiempos
de la Intervención.
Fue a partir de 1932 cuando el gobierno de Trujillo comienza a legislar sobre la
materia y a enrumbar por senderos distintos la educación de los dominicanos.

En febrero de 1931, Trujillo nombró a Max Henríquez Ureña como Superintendente


General de Instrucción Pública.

En febrero de 1931, Max Henríquez Ureña le presentó al presidente Trujillo un


informe sobre el estado en que se encontraba la instrucción pública del país en el que se
basó la reforma de la educación que se ejecutó inmediatamente después. En ese
importante documento titulado ¨ Bases para la Reorganización de Nuestro Sistema
Educativo ¨ se enfocaban los problemas más acuciantes que aquejaban la escuela
dominicana de esa época: planteles deteriorados; maestros sin títulos; falta de materiales
didácticos; falta de supervisión; planes de enseñanza ya obsoletos; desorganización
general y otros males por el estilo. Pero, Max Henríquez Ureña duró apenas unos meses
en el cargo; fue sustituido por Osvaldo Báez Soler, quien a su vez fue sustituido por
Pedro Henríquez Ureña.

Pedro Henríquez Ureña disponía de un reputado bagaje intelectual. Su obre literaria


era conocida en toda América. Al parecer, la escuela dominicana quedaba en muy
buenas manos. Al igual que su hermano Max, en los primeros meses de su gestión se
dedicó a percatarse del estado en que se encontraba la instrucción pública del país y a
pensar en las soluciones a los problemas que la afectaban. Pedro Henríquez Ureña en
persona dictó cursos de capacitación para maestros en servicio; ordenó que los días
sábados fueran incluidos como días laborables; revisó los planes de estudios de las
escuelas normales; dispuso la creación de escuelas de artes y oficios; y a instancia suya
se reabrió la Facultad Libre de Filosofía de la Universidad de Santo Domingo. Pero, el
reconocido hombre de letras no pudo echar a andar sus planes de reformas de la escuela
dominicana. En junio de 1933, desalentado y envuelto en el silencio Pedro Henríquez
Ureña se marchó del país para no regresar jamás. ¿Qué le ocurrió? ¿Era que sus ideas no
comulgaban con las del dictador? En realidad, no hay un solo hecho concreto que
mueva a pensar que Pedro Henríquez Ureña se marchara del país por desavenencias
políticas con Trujillo; tampoco se conoce una sola actividad en el exterior del destacado
intelectual en apoyo a la causa antitrujillista. Por lo que creemos que Pedro Henríquez
Ureña se marchó del país al convencerse de que los medios materiales y los recursos
humanos de que disponía no eran suficientes para realizar los planes de reformas de la
educación que él mismo formulara.
Después de la salida del país de Pedro Henríquez Ureña, los planes de reforma de la
instrucción pública continuaron.

La Universidad de Santo Domingo, a pesar de que preservaba las rancias tradiciones


de las universidades dominicas, no era más que un reducto de varios centenares de
jóvenes privilegiados que en poco o en nada contribuía al desarrollo del país.

El 31 de diciembre de 1934 quedó suprimida la Superintendencia General de


Instrucción Pública y es creada la Secretaría de Estado de Educación Pública y Bellas
Artes, siendo el poeta y folklorista Ramón Emilio Jiménez su primer titular.

Ramón Emilio Jiménez escribió “los cantos escolares más bellos y las poesías más
inspiradas del parnaso dominicano” ¿Quién no recuerda algunas estrofas de su canción
dedicada a Francisco del Rosario Sánchez que a diario se cantaba en las escuelas
públicas al inicio de las labores?

Pero, durante la gestión de Ramón Emilio Jiménez los intereses políticos de la


dictadura irrumpieron en las aulas, convirtiéndose las escuelas en herramientas de
adoctrinamiento trujillista.

La educación en la Era de Trujillo se caracterizó por tener una cobertura muy


limitada, lo que se evidencia en el hecho de que el analfabetismo alcanzó el 70%.

Aunque en las escasas escuelas imperaba el orden y la disciplina, protagonistas de la


época lo atribuyen al terror y la represión de la dictadura.

La llamada “campaña del chele” lo empañó todo.

¿En qué consistió la puñetera campaña del chele?

En 1935, para la conmemoración del día de la escuela se llevó a cabo en todos los
planteles públicos del país la llamada “campaña del chele” durante la cual todos los
estudiantes del país tuvieron que aportar (voluntariamente por supuesto) un centavo con
la finalidad de recabar fondos para obsequiarle, nada más y nada menos, que al hijo del
dictador Ramfis Trujillo, que contaba entonces con apenas 5 años de edad, una medalla
por sus supuestos méritos.
De la Rosa recordó que las pocas escuelas que funcionaban en el país estaban
localizadas en zonas urbanas, cuando la mayoría del pueblo dominicano residía en el
campo.

Por medio de circulares se exhortaba a inspectores de escuelas a, sin perjuicio de sus


labores, difundir “la sabía política que para bienestar de los dominicanos llevaba a cabo
el generalísimo Trujillo, primer maestro dominicano”. Fue durante la administración del
vate Ramón Emilio Jiménez que mediante la Circular no. 13 se les ordenó a los
directores de escuelas a que organizaran actos en los que se hablara de las razones
supuestamente válidas para hacer el cambio de nombre de la ciudad capital de Santo
Domingo a Ciudad Trujillo.

El 1 de abril de 1936, Trujillo nombró al licenciado Víctor Garrido como Secretario


de Educación y Bellas Artes en sustitución de don Ramón Emilio Jiménez.

Estructura, organización y base Jurídica.

El gobierno de Rafael Leónidas Trujillo Molina se inició en 1930. Hasta 1940 la


educación continúo el camino trazado por el gobierno norteamericano de ocupación.

Durante el periodo, el Sistema Educativo sufrió cambios curriculares que le


afectaron. En los primeros cinco años del régimen se implantaron cinco planes de
estudios diferentes, y por el corto tiempo que transcurría entre el uso de un plan y la
introducción de otro, ambos quedaban yuxtapuestos, creando serias dificultades a los
estudiantes.

En 1933, Trujillo prohibió la aplicación de la enseñanza hostoniana y cerro casi todas


las escuelas normales que formaban bachilleres, luego llamadas liceos de educación
secundaria. Sobre la educación superior. Pedro Henríquez Ureña trato de crear la
facultad de Filosofía y Letras.

Plan de Estudio de la Educación Superior.

En la era de Trujillo el plan de estudio para la educación secundaria tenía un tronco


común hasta el grado undécimo, mientras el grado 12 se diversificaba en tres tipos de
bachillerato académico: Filosofía Y Letras, Matemática y Física y Ciencias Físicas y
Naturales, tal como ya se señaló.

La Educación Técnica.

Hacia 1934, el país contaba con cinco escuelas de educación técnica de carácter
oficial.

El 1 de octubre de 1941 iniciaron sus labores las primeras escuelas de emergencia


500 en total y para el año escolar 1948- 1949 sumaban 1,204. Su finalidad era combatir
el analfabetismo.

En 1933 Trujillo prohibió la aplicación de la enseña hostosiana y Cerró casi todas las
escuelas normales que formaban bachilleres, luego llamadas liceos de educación
secundaria. Solo dejo las de Santo Domingo y San Cristóbal. Ciudadanos de Moca
expresaron su descontento por tal medida, pero tuvieron que esperar hasta el año
1943 cuando se abrió la de esta localidad.

Sobre la educación Superior, Pedro Henríquez Ureña trató de crear la facultad de


filosofía y letras. Pero Trujillo no mostró interés en este nivel de enseñanza.

Hacia el año 1935, el panorama de la educación dominicana presentaba los siguientes


aspectos:

En las escuelas normales (para la formación de bachilleres) se instituyeron las


pruebas trimestrales con derecho de liberación, esto significo que el alumno quedaba
exonerado de presentarse a los exámenes generales de las asignaturas en que obtenía
un promedio de 80 o más al final del año escolar.

Por otra parte, se creó la Escuela de Artes Oficios y la de Economía Doméstica, esta
última en varias comunidades.

Aun con todos estos y otros logros la primera década del gobierno de Trujillo
terminó sin que se dieran cambios importantes en el área educativa.

En cuanto a la base jurídica, se dictaron numerosas leyes y Ordenanzas para


reordenar la educación, entre estas se destacaron las siguientes:

La ley NO. 543, del año 194, mediante la cual se inició la campaña nacional de
alfabetización.
La ley Orgánica de educación NO. 2902, del año 1951, rigió el sistema educativo
hasta 1997, casi finalizando el siglo XX.

La Ley NO. 2962, sobre obligatoriedad de la educación primaria.

La Orden departamental NO.842´50, que creó centros para la formación de maestros


y las escuelas y las escuelas normales rurales de la ciudad de San Cristóbal, Santiago
y la comunidad de liceo Santiago.

La enseñanza NO.842´50, que estableció nuevos planes de estudios para la educación


primaria, intermedia y secundaria.

A pesar de los logros que se dieron en la educación, la primera década del gobierno
de Trujillo término sin que se dieran cambios importantes.

Filosofía, fines y objetivos de la educación

La filosofía educativa sufrió cambios durante la era de Trujillo.

Una de las características era la Orientación religiosa, presente en la educación desde


la época.

Las ideas de Trujillo permearon el quehacer educativo. Las filas eran rectas,
estrictamente Organizadas por grados y según la talla de los alumnos. La educación
escolar durante la dictadura de Trujillo fue severa, en las escuelas se reflejaba la
dictadura.

Trujillo recibió el título de primer maestro y su presencia aparecía, en diferentes


formas, en los cantos y los textos escolares. Su ortografía estaba insertada en la
portada de los cuadernos escolares que se usaban en las libretas de la cooperativa de
ahorro escolar organismo que todo estudiante tenía que pertenecer.

Organización Académica durante la era de Trujillo

El sistema educativo de acuerdo a la ley de educación NO.2909, comprendía tres


niveles de enseñanza estos eran:

El nivel maternal, que se iniciaba en las escuelas a partir de los cuatros años de edad.

El nivel primario, que comprendía los grados de primero a sexto grado. A este nivel
ingresaban niños de seis o más años.
El nivel intermedio, que abarcaba los grados 7mo y 8vo.

El nivel secundario, con una duración de 4 años: tres de formación común para todos
los alumnos y uno de formación diferenciada para atender las aptitudes y
preferencias de los estudiantes.

En el art. 37. El consejo nacional fija los cursos en que se divide la primaria maternal

En el art. 39. La asistencia a las escuelas maternales no tendrá carácter obligatorio.

Indicadores básicos durante la educación de la era de Trujillo

Durante la gestión de Víctor Garrido al frente de la Cartera de Educación se crearon


controles muy efectivos concernientes al uso de material gastable y al trabajo efectivo
de los servidores de esa dependencia estatal.

Por medio de la Ordenanza no. 488 del año 1936 se estableció un programa
definitivo para la Enseñanza Primaria Elemental dirigido a niños que hubieran
cumplidos los seis años de edad; y por la Ordenanza 490 del mismo año, se dividió la
Enseñanza Primaria Superior en dos años de estudios de carácter general.

En un informe correspondiente al año escolar 1936-1937 el Lic. Víctor Garrido en


ese momento secretario de educación había inscrito 56,456 niños en el primer
grado. Pocos ciudadanos lograban alcanzar el nivel medio, y los que llegaban al
nivel superior.

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