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Comte, A. (2005). Discurso sobre el espíritu positivo.

España:
ALIANZA
Hernández Galván Carmen Isabel
Epistemología clásica
1. El texto es publicado en 18844 y se trata de una breve introducción que
hace Comte a un Tratado filosófico de astronomía popular, en donde tratara
el tema del positivismo. Comenta que dicha corriente tiene dos
dimensiones; que abordara para explicar su propuesta filosófica, las cuales
son: la negativa (que no es filosofía) y la positiva (donde tematiza que se ha
venido trabajando desde el positivismo). Incluso habla de la superioridad
mental del espíritu positivo, para la cual propone la ley de la evolución
intelectual de la humanidad, a la que llamara, también, ley de los tres
estados o estadios.
2. Comte nos explica que todas nuestras especulaciones están sujetas a
pasar sucesivamente por tres estados teóricos distintos: el primero es el
teológico que resulta ser preparatorio y provisional. El segundo, que es el
metafísico, del que nos dice que no supone más que un simple destino
transitorio. Por último, se tiene el estado positivo, que consiste en todos los
géneros.
3. También tematiza la problemática de la metafísica y como es que esta ha
tratado sobre todo de explicar la íntima naturaleza de los seres, su origen y
su destino, al igual que de todas las cosas. Nos aclara que la metafísica,
junto con la ontología, están tratando de situar o hacer una restauración de
la teología, y que sin embargo, resultan siendo una especie de teología que
ha sido gradualmente enervada. Igualmente, de la metafísica nos dice que
es una enfermedad crónica inherente, por naturaleza a la evolución mental,
tanto individual como colectiva de la sociedad.
Por otro lado, propone que la lógica debería de ser reconocida como regla
fundamental, pero que toda proposición no puede, o, no debe reducirse
estrictamente al mero enunciado de un hecho, ya sea particular o general,
puesto que esto, no ofrece ningún sentido real e inteligible como tal. El
estudio de los fenómenos debe de permanecer relativo a nuestra
organización y a nuestra situación, son nuestras concepciones las que
deben considerarse como fenómenos humanos. Dichos fenómenos deben
de ser sociales.
4. Como menciona al principio del texto cuando habla de una “superioridad
mental del espíritu positivo”, sigue retomando la idea de tener exigencias
intelectuales. De la combinación de estabilidad y actividad resultan las
necesidades simultáneas de orden y progreso, o de unión y extensión, que
son conceptos fundamentales para el desarrollo positivista, y que retomara
conforme avance el texto. Nos dice, además, que la base de la acción de la
humanidad, tiene como principal acción el deber de todos por consistir en
todos los aspectos, en el mejoramiento continuo de su propia naturaleza,
tanto individual como colectiva.
El orden y el progreso, nos dice, solucionaran todos los problemas que
permean a la sociedad. Es el desarrollo científico el que va a llevar a la
sociedad a una especie de armonía en la que el ordenamiento de la vida
entorno a las normas y patrones racionales llevaran a un progreso que
beneficiara a todo individuo, pues este, es pensado ya en sociedad y por
ello habría de procurarse tanto la vida especulativa como la vida activa
(ambas son el más feliz privilegio del espíritu positivo) que llevan al
mejoramiento del ser humano.
Después, nos explicara las cinco definiciones que encuentra sobre la
palabra positivo:
 La primera: designa lo real por oposición a lo quimérico
 La segunda: indica el contraste de la útil y lo inútil en filosofía, que es
el destino de nuestras especulaciones
 La tercera: que es empleada para calificar la oposición entre la
certeza y la indecisión
 La cuarta: que consiste en oponer lo preciso a lo vago (que es la
tendencia constate del verdadero espíritu filosófico a obtener el
grado de precisión compatible con la naturaleza de los fenómenos)
 La quinta: tomando lo positivo como contrario a lo negativo (indica
las propiedades de la verdadera filosofía moderna, que por
naturaleza organiza).
5. En conclusión, Comte nos habla de conducirnos a un verdadero espíritu
positivo (filosófico) que consiste en la extensión sistemática del buen
sentido, dirigido a todas las especulaciones que resultan ser
verdaderamente accesibles. Es este buen sentido el que debe estar
preocupado por la realidad y la utilidad, mientras que el espíritu filosófico
tiende a la generalidad y a la conexión. Por esto es que la “sana filosofía”
no separa la lógica de la ciencia, incluso menciona una jerarquización de
las ciencias, puesto que a esto es a lo que hay que aspirar. Tanto a la
perfección de las ciencias que llevaran a un perfeccionamiento intelectual
que más allá de generar cambios positivos en los individuos, los generara al
nivel de la sociedad que es lo que más le importa a Comte. El ser humano,
nos dice que como tal no existe, “no puede existir más que la humanidad”,
todo el desarrollo debe procurarse con vistas a la sociedad, es por ello que
la vida activa y la vida contemplativa están enfocadas a la solidaridad social
que al mismo tiempo, llevara a una felicidad individual y por tanto se será
libre en sociedad.

Bibliografía complementaria:

García Norro, J y Rodríguez, R. (eds.) (2007). Como se comenta un texto


filosófico, Madrid: SINTESIS

Comte y el positivismo. Recuperado de:


https://www.youtube.com/watch?v=6Rx0eG1h_kI.

Comte. Recuperado de: https://www.youtube.com/watch?v=gKQyngWqB0o.

Comte, La sociología positivista. Recuperado de:


https://www.youtube.com/watch?v=72Xoc_O2a5I.
Positivismo-Filosofía. Recuperado de:
https://www.youtube.com/watch?v=_sqHVDJ6WFA&t=37s.

El pensamiento de A. Comte. Recuperado de:


http://cibernous.com/autores/comte/teoria/biografia.html.

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