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Universidad Autónoma Juan Misael Saracho

Diplomado en Ing. Víal MÒDULO:4


Geotecnia Vial

GEOTECNIA VIAL

Primera Parte

INTRODUCCIÓN A LA GEOTÉCNIA.
MORFOLOGÍA DE LOS SUELOS.
FASES DE LOS SUELOS.

Responsable: Adelaida Evelyn Escalante Álvarez Página 1


Capítulo I

1. Antecedentes

A partir del s. XVIII los problemas relacionados con las cimentaciones y otros aspectos geotécnicos son
Estudiados de una forma más metódica.
Entre principios del S. XVIII y mediados del s. XX, la historia de la Ingeniería Geotécnica suele dividirse en
cuatro épocas:
Periodo pre-clásico (1700-1776)
1ª etapa de la Mecánica de Suelos clásica (1776-1856)
2ª etapa de la Mecánica de Suelos clásica (1856-1910)
Mecánica de Suelos moderna (1910- años ’30/’40)

1. Introducción:

La Geotecnia es la rama de la Ingeniería que se ocupa del estudio de la interacción de las construcciones
con el terreno. Se trata por tanto de una disciplina no sólo de la Ingeniería Civil, sino también de otras
actividades, como la Arquitectura y la Ingeniería Minera, que guardan relación directa con el terreno.

Los problemas geotécnicos básicos son:


− El terreno como cimiento: todas las obras deben apoyarse en el terreno; debe por tanto definirse la
forma de este apoyo, y la transmisión de cargas de la estructura al terreno, para lo que debe estudiarse
la deformabilidad y resistencia de éste.
− El terreno como productor de cargas: en ocasiones, para crear un desnivel, o con otro motivo, se
construyen estructuras cuyo fin es contener el terreno (p. ej., muros de contención, revestimientos de
túneles); para su dimensionamiento, debe calcularse la magnitud y distribución de los empujes ejercidos
por el terreno.
− El terreno como propia estructura: otras veces, para crear un desnivel no se construye una estructura
de contención, sino que se deja al propio terreno en talud; debe en este caso estudiarse la inclinación
que debe darse a este talud para garantizar su estabilidad.

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− El terreno como material: en obras de tierra (rellenos, terraplenes, presas de materiales sueltos), el
terreno es el material de construcción, por lo que deben conocerse sus propiedades, y la influencia que
en ellas tiene el método de colocación (compactación).
-Los terrenos sobre los que se construyen las obras son de naturaleza muy variada, desde un macizo
granítico sano hasta un fango de marisma en el que no es posible caminar. Las diferencias de
comportamiento obedecen a varias causas:
− Diferencias de naturaleza mineralógica de los componentes: silíceos, calcáreos, orgánicos, etc.
− Diferencias de tamaño de las partículas: de milímetros o decímetros en gravas y bolos de décimas de
milímetro en arenas de centésimas de mm (decenas de micras) en limos inferiores a una micra en
arcillas.
− Diferencias de la forma de contacto y unión entre granos; puede tratarse de: una simple yuxtaposición,
en el caso de una arena seca, uniones por meniscos capilares entre granos si está húmeda, fuerzas
eléctricas entre partículas en el caso de arcillas, soldadura entre granos o cristales en rocas.
− Diferencias del proceso de deposición y de tensiones a que está sometido: la compacidad o
consistencia de un elemento de terreno varía entre los casos:
recién sedimentado, a pequeña profundidad, y por tanto a pequeñas compresiones; profundo y, por
tanto, sometido a un gran peso de terreno situado por encima; que haya estado a gran profundidad y
luego por erosión se haya eliminado parte de la presión (procesos de sobreconsolidación); en rocas, por
la fracturación producida por plegamiento y empujes tectónicos, o con diferentes grados de
meteorización por agentes atmosféricos.
Todo ello da lugar a la gran diversidad de terrenos señalada.

2. Morfología de los Suelos:


Es la forma o “anatomía” de las partes identificables de un suelo.
Existen dos maneras generales de considerar a los suelos:

(1) Sobre la base de sus propiedades

(2) Sobre la base de funciones específicas o usos del suelo.

Cuando se considera la naturaleza del suelo, lo usual es comenzar con los factores principales de
formación del suelo o a partir de fenómenos involucrados en el origen y evolución del suelo. Cuando se

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considera la función del suelo, lo usual es evaluar aquellos factores que son función de las propiedades
del suelo de acuerdo al rol que el suelo cumple en la vida individual o social del hombre.

En el primero de ambos enfoques, la génesis del suelo constituye un marco de referencia ineludible y su
desarrollo como disciplina supone tres etapas sucesivas:

1. Localización en el espacio y en el tiempo, mediante la observación de la morfología de los suelos y su


ubicación con relación al ambiente que lo rodea, obteniéndose un mapa de suelos como producto.

2. Clasificación, definida por algunos autores como “el punto medio entre lo concreto inmediato de las
cosas individuales y la abstracción completa de la noción matemática” con lo cual la clasificación resulta
una herramienta poderosa e indispensable para sistematizar y ordenar el conocimiento.

El Servicio Nacional Cooperativo de Levantamiento de Suelos de EE.UU. ha elaborado una definición del
suelo alineada con los conceptos generales expuestos arriba, según la cual suelo es la colección de
cuerpos naturales de la superficie terrestre, en algunos lugares modificados por el hombre, y aún
construidos por él con materiales terrosos, que contienen materia viva y sustentan o son capaces de
sustentar plantas a la intemperie.

Esa definición posee varias implicancias de interés y que ayudan a comprender el desarrollo histórico del
concepto de suelo.

A la luz de este concepto (Brewer, 1964) dio la siguiente definición del suelo:
El suelo es la colección de cuerpos naturales formado por la alteración de los cuerpos (rocas) ígneos o
sedimentarios, debida a su exposición en la superficie de la tierra, y que poseen una distribución
anisotrópica de propiedades a lo largo de un eje normal a la superficie del terreno. Que para
conceptualizarlos y analizarlos se denominan horizontes.
Los horizontes que constituyen el suelo, es decir el conjunto de estos horizontes constituyen la unidad
básica de estudio para la caracterización, la clasificación y la evaluación de los suelos, se necesita una
definición breve de esos horizontes y del conjunto de los mismos que constituye el perfil del suelo
Horizontes maestros
Son las capas (zonas) horizontales en las que se diferencia un suelo. Estas son la base para que otros
símbolos sean añadidos dependiendo de las características dominantes en el horizonte. La mayoría de

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los horizontes y capas se designan una sola letra mayúscula, sin embargo algunos horizontes
transicionales utilizan dos

O- Horizonte dominado por material orgánico exceptuando capas límnicas que son orgánicas.
A- Horizonte mineral que se formó en la superficie o por debajo de un horizonte O, cual presenta
acumulación de materia orgánica humificada íntimamente mezclada con la fracción mineral.
Tiene propiedades que resultan de la cultivación, pastoreo o modificaciones similares.
E- Horizonte mineral cuya principal característica es la pérdida de arcilla, hierro, aluminio o alguna
combinación de estos mediante el proceso de eluviación, dejando como producto una
concentración de arena, limo proveniente de cuarzo y otros materiales resistentes.
B- Horizonte formado por debajo de un horizonte A,E, u O y dominado por la destrucción de toda o
casi toda la estructura original del material parental. Puede presentar:
-Concentración de arcillas, hierro, aluminio, humus, carbonatos, gypsum (CaSO4), silicio y sus
compuestos.
-Evidencia de lavados de carbonatos.
-Concentración residual de sesquióxidos (óxidos de Al y Fe).

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C-Horizonte que exceptuando la roca madre original ha sido afectado por procesos pedogenéticos y
carece de propiedades características de los horizontes O, A, E o B. La mayoría son horizontes
minerales, pero materiales límnicos (orgánicos e inorgánicos) pueden ser incluidos. El material que
forma el horizonte C puede ser o no el material original a partir del cual se formó el Solum o capas
superiores.

R- Roca dura consolidada

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- Todos los suelos tienen horizonte A.

- La ocurrencia de un horizonte B dependerá del grado de desarrollo del suelo.

- La ocurrencia de un horizonte C o R dependerá si el material parental es roca (R) o sedimento


suelto (C).

Reglas para usar los sufijos y números arábigos.

• Cada letra mayúscula que denomina un horizonte puede tener una o más letras minúsculas como
sufijos. Algunas excepciones son el horizonte A que no han sido removidos y horizontes E y C en
su mayoría.

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• Si el horizonte ha sido trabajado, la letra “p” debe ser usada.

• Cuando necesita poner dos o más letras las siguientes letras se escriben inmediatamente de la
letra mayúscula: s, a, e, i, h, r, t, w.

• Ninguna de estas letras pueden combinarse en el mismo horizonte.

Sufijos de distinción dentro de los horizontes maestros

a materia orgánica altamente descompuesta

b horizonte enterrado o sepultado

c nódulos minerales

d compactación por mecanización (pie de arado)

e materia orgánica medianamente descompuesta

f suelos congelado

g gleyzado

h acumulación iluvial de materia orgánica

i materia orgánica no descompuesta

k acumulación de carbonatos

m fuerte cementación

p horizonte “A” intervenido por el hombre

q acumulación de silicio y sus componentes

r roca madre meteorizada o suave

s acumulación iluvial de sesquióxidos

t acumulación de arcilla eluviada de los horizontes superiores

v plintita (óxidos de aluminio y hierro) resistentes y duros por acción de secado y


saturación natural

w color o estructura del horizonte B

x Fragipán

y acumulación de yeso (gypsum)


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z acumulación de sales (de cualquier tipo)

n acumulación sales de sodio

o acumulación residual de sesquióxidos (oxidos de hierro

Uso de apóstrofes.

 Cuando es apropiado dar la misma designación a dos o más horizontes en un pedón si los horizontes
están separados por un horizonte de tipo distinto, el apóstrofe se usará en el horizonte inferior de
los dos que tienen la misma designación de letras.

Ejemplo

• A-E-Bt-E´-Btx-C

• A -E-Bt-E´-Btx-E”-C

• En la designación del horizonte B la letra t tiene preferencia sobre las letras w, s y h (no puede
escribirse Bts sino solo Bt).

• Con el sufijo “t” puede incluirse g, k, y, z, o pero siempre poniendo el sufijo “t” primero. Ej. Btg

• Los siguientes sufijos se escriben de último si se necesitan más de dos letras: b, c, g, m, x.

• Sufijos o letras minúsculas nunca se usan con horizontes de transición excepto en casos muy
especiales

Resumen del sistema para nomenclatura de suelos

# Arábigo Mayúscula Apóstrofe Letras minúsculas # Arábigo

Horizonte Horizontes muy Características Capas idénticas y


parecidos pero específicas del no separadas por
Maestro
Discontinuidad

separados por Horizonte otra capa (Ej.


otras Maestro Subdividir una capa
horizontes

Ejemplo:

El suelo (a) u horizonte A, es de escasa profundidad y posee solamente un horizonte A apoyado


directamente sobre la roca parental (granito). Es un suelo algo excesivamente drenado.

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El suelo (b) ejemplifica a los suelos fértiles de mayor aptitud agrícola y ganadera (Depto. De Beni).
Posee un horizonte A rico en humus y de textura media sobre un horizonte B enriquecido en arcilla
pero que no limita el crecimiento radicular. Su drenaje es moderadamente bueno

El suelo (c), algo pobremente drenado, posee un perfil fuertemente desarrollado, con un horizonte A
moderadamente oscuro, un horizonte E fuertemente eluvial y por debajo un horizonte B enriquecido en
arcilla, de estructura gruesa y poco favorable para el desarrollo radicular. La lenta permeabilidad del
horizonte B provoca excesos de humedad en la zona radicular durante el invierno y a la formación de
una napa temporaria en el horizonte E que permanece saturado durante el período de excesos hídricos.

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El suelo (d), del Departamento de Rivera es de los más profundos del país y se caracteriza por su
horizonte A de textura franco arenosa y un espesor de 60 cm o más, por debajo del cual se observa el 6
horizonte B de acumulación de arcilla aluvial y textura franco arcillo arenosa. Este suelo es bien drenado,
fuertemente ácido, de bajo contenido de materia orgánica y baja fertilidad.

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3. Fases de los suelos:
Un suelo se encuentra compuesto normalmente por tres fases:

• Sólida: constituida por partículas minerales.


• Líquida: constituida por el agua presente en la masa del suelo.
• Gaseosa: constituida por el aire que se encuentra dentro de los poros.

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FASE SÓLIDA
La FASE SÓLIDA está formada por las partículas minerales del suelo (incluyendo la capa sólida adsorbida)
está caracterizada por la descripción de sus partículas elementales: dimensiones, formas, superficie,
naturaleza química y mineralógica; además de la disposición de las mismas. Las partículas formadas por
alteración física o mecánica están generalmente constituidas por fragmentos de roca madre de uno o
varios minerales. Las formas de estas partículas son en general regulares. Las partículas que provienen
de la alteración química, tienen por el contrario una forma más irregular de laminillas o de discos y están
constituidas por fragmentos de roca madre de un sólo mineral, o de varios minerales producto de un
proceso de disolución y recristalización.

FASE LIQUIDA
La FASE LIQUIDA está formada por el agua (libre específicamente), aunque en suelos pueden existir otros
líquidos de menor significación. La capa viscosa del agua absorbida que presentan propiedades
intermedias entre la fase sólida y la líquida, suele incluirse en esta última, pues es susceptible de
desaparecer cuando el suelo es sometido a una fuerte evaporación (secado).

LA FASE GASEOSA
La FASE GASEOSA comprende sobre todo el aire, aunque también pueden estar presentes otros gases
(vapores sulfurosos, anhídrido carbónico, etc.).

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La fase líquida y gaseosa del suelo constituyen el Volumen de Vacíos (Vv), mientras que la fase sólida
constituye el Volumen de los Sólidos (Vs).

VOLUMENES PESOS

Va AIRE O

Vv

Vw AGUA Ww

V W

Vs SOLIDOS Ws

RELACIONES DE IMPORTANCIA
Contenido de agua o humedad del suelo

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Relación de vacíos

Porosidad

Grado de saturación

Contenido de Aire

Peso unitario total o densidad húmeda del suelo

Peso unitario seco o densidad seca del suelo

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Peso unitario de las partículas sólidas

Peso específico relativo de los sólidos o gravedad específica

γ0, es el peso unitario o densidad del agua

Se dice que un suelo es TOTALMENTE SATURADO, cuando todos sus vacíos están ocupados por agua;
estos suelos por lo tanto presentan solo dos fases: la sólida y la líquida.
Se consideran las fases sólida y líquida como incompresibles, es decir, que mantienen su volumen
constante ante valores de la tensión aplicada propios de la geotecnia. Esta suposición no puede hacerse
en el caso de considerar la fase gaseosa. En función de la existencia o no de la fase gaseosa, se
distinguen tres estados del suelo:
Suelo saturado: estado del suelo que únicamente tiene fases sólida y líquida, sólo variará su volumen
ante la eventual entrada o salida de fase líquida (concepto de flujo).
Suelo no saturado: estado formado por las tres fases: sólida, líquida y gaseosa. También se denomina
suelo parcialmente saturado. En este estado del suelo la variación de volumen no tiene porqué estar
ligada a movimientos de la fase líquida al considerar únicamente compresible la fase gaseosa.
Suelo seco: estado del suelo en ausencia de fase líquida, luego formado únicamente por las fases sólida
y gaseosa.

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En la figura siguiente, nos muestra un esquema de los estados del suelo. Cabe señalar que el estudio del
suelo en estado no saturado es significativamente más complejo que el caso saturado. En la actualidad
se sigue avanzando en la determinación del comportamiento de los suelos no saturados.

La existencia de las tres fases indicadas sugiere la necesidad de definir unos parámetros que relacionen
los volúmenes y pesos de cada una de ellas en relación al volumen o peso total. De este modo se pueden
definir los siguientes conceptos:
 Porosidad (n): relaciona la fracción de volumen ocupada por los poros (huecos) y el volumen
total ocupado por el suelo.

Su valor varía entre cero, correspondiente a un medio sin poros, y uno, que representa un estado
caracterizado por la ausencia de partículas sólidas.

 Índice de poros (e): relaciona el volumen de poros con el de sólidos:

En este caso el rango de valores va de cero a infinito, correspondiéndose ambos límites con los
anteriores. Debe ser intuitivo el hecho de que valores elevados de la porosidad y del índice de poros

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serán, en general, propios de suelos muy deformables. Ambos parámetros dan cuenta de la cantidad de
poros, por ello se pueden relacionar a través de las siguientes expresiones que se pueden obtener
fácilmente a partir de sus definiciones:

Dependiendo de la forma de organización de las partículas sólidas, que podrá ser mayor o menor en un
mismo suelo según su historia y estado tensional, la porosidad y el índice de poros del mismo variarán.
En la tabla 2.1 se indican algunos valores típicos del índice de poros para diversos tipos de suelos (más
adelante se justificarán estas denominaciones).

Densidad relativa (Dr): relaciona el índice de poros actual de un suelo con su máximo y su mínimo
alcanzables

Su rango de valores va de cero a uno; ello permite dar nombre a diferentes estados del suelo. Se utiliza
preferentemente para caracterizar suelos granulares, especialmente arenas.
Denominación de suelos granulares según su densidad relativa.

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Grado de saturación (Sr): relaciona el volumen de huecos que están llenos de agua con el total de
huecos disponibles.
Valores nulos indican suelos secos, valores unidad indican suelos saturados y valores comprendidos
entre cero y la unidad se usan para caracterizar suelos no saturados o parcialmente saturados. Las
arcillas suelen tener valores superiores a 0.8 y sin embargo pueden presentar un aspecto seco; ello es
debido a la gran cantidad de agua que pueden almacenar en su estructura, como se explica más
adelante.

Valores nulos indican suelos secos, valores unidad indican suelos saturados y valores comprendidos
entre cero y la unidad se usan para caracterizar suelos no saturados o parcialmente saturados. Las
arcillas suelen tener valores superiores a 0.8 y sin embargo pueden presentar un aspecto seco; ello es
debido a la gran cantidad de agua que pueden almacenar en su estructura, como se explica más
adelante.
Humedad (ω): relaciona el peso de agua presente el suelo y el de las partículas sólidas que lo forman:

Este parámetro suele expresarse en porcentaje. Su rango de valores va de cero (suelo seco) a valores no
acotados superiormente. Existen suelos, en concreto suelos de tipo orgánico, que pueden tener
humedades de más de 3000 %.
Peso específico de las partículas sólidas ( γs): es el peso específico de las partículas que forman el esqueleto del suelo:

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Su valor depende de los minerales que forman las partículas del suelo. En suelos granulares coincide con
el peso específico de la roca del que proceden. Su escasa variabilidad hace que generalmente, para
cálculos aproximados, se pueda suponer un valor igual a 27 kN/m3, aunque en determinados tipos de
suelos puede ser significativamente superior o inferior.

Peso específico del agua (γw): su valor es de 9.8 kN/m3 (frecuentemente se usa 10 kN/m3), aunque
puede variar ligeramente si se trata de agua salada o contaminada.
Peso específico seco (γd): corresponde a la situación en que todos los poros están llenos de aire (suelo
seco):

En arcillas los valores suelen estar entre 8 y 20 kN/m3 y en arenas entre 14 y 18 kN/m3.
Peso específico saturado (γsat): valor del peso específico en el caso de estar todos los poros llenos de
agua (suelo saturado):

Peso específico sumergido (γ’): indica la situación en la que el suelo se encuentra sumergido en agua y
en consecuencia experimentará un empuje ascensional igual al volumen de agua desalojado:

Peso específico natural (γn): valor que tiene el suelo in situ; si se corresponde a suelo saturado será igual
al peso específico saturado, y si se corresponde a suelo seco será igual al peso específico seco.

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Su valor suele oscilar entre 17 y 23 kN/m3. Una vez se han definido los pesos específicos se pueden
diferenciar dos grupos: los que caracterizan los componentes del suelo (γs, γw) y los que representan
al suelo en función de sus poros ( γd , γsat , γn).

Todos los parámetros definidos en el apartado anterior están relacionados entre sí de modo que
conociendo tres de ellos se puede calcular el resto.

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