UBÉN ROMERO MÉNDEZ – MATEMÁTICO

Después de trabajar durante varios años en el colegio militar Leoncio Prado, se avocó a
escribir libros en su rama, destacándose a nivel nacional como uno de los principales
autores de libros. Sus libros llegaron a todos los colegios nacionales y particulares, con
una profundidad y sapiencia digna de resaltar. Es así que su nombre dio realce al distrito,
a la provincia y se le considera un ciudadano ejemplar, un gran Maestro, que siguiera la
huella de su padre, don Germán Romero Méndez, padre de muchas generaciones que dio
luces a sus educandos. Su nombre todavía seguirá reluciendo para muchas generaciones
más.

JAVIER O RTEG A MONTAÑ EZ – I N GENIERO

Ingeniero Agrónomo de profesión, graduado en la universidad Agraria con honores ,

llegando a ser uno de los mejores alumnos. Se distinguió por su trabajo esmerado durante
más de 35 años en el banco Agrario, siendo jefe de la oficina de Huaraz y del Callejón de
los Conchucos. Sabemos que en este periodo jamás gozó de un día de descanso o
vacaciones; su entrega era tal que le decían el «doctor Sherif», «el personaje de Ancash»,
«Pura máquina», «el hombre del año» o «potentado». Reconocido por tres presidentes de
la república, siendo el primero el Arquitecto Belaunde Terry, además su amigo personal,
luego Alan García que no lo quiso mover del cargo cuando llegó a la presidencia, a pesar
de las presiones de sus compañeros de partido; reconocía en él su gran eficiencia y
entrega a la causa de su gobierno; finalmente el ingeniero Alberto Fujimori, quien en una
visita a Huaraz le pidió ser su asesor en temas agrícolas. Su fama trascendió el
departamento y muchas generaciones de mancosinos lo recuerdan imperecederamente por
el alto concepto que le guardaban.

GUILLER MO AL E GRE SO R IANO – MILITAR

Aviador de la Fuerza Aérea del Perú, con el grado de general. Durante muchos años fue el
único aviador en el Callejón de Huaylas que representó con gran lustre al departamento,
dejando muy en alto a su pueblo. Como militar tuvo una destacada gestión en la dé cada
del 50 y 60, apoyando con materiales y recursos económicos para que se creara y
construyera la Escuela y Colegio del distrito. Las futuras generaciones emularon su
ejemplo y estudiaron también en la FAP, entre ellos Juan Javier Ortega López, que llegó a
tener el grado de teniente, fallecido trágicamente en Bagua mientras servía a la patria

RÓSULO ALEG RE BAZÁN – EDU CA DOR