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1. VÁLVULAS O TRANSISTORES
“EL GRAN DILEMA”
PREÁMBULOS PARA LOS QUE DUDA
(Recomendable también para melómanos natos)
¿Válvulas o Transistores? El Gran Dilema… La gran pregunta del millón. Seguramente tras
esta pregunta vendrán muchas más como: analógico o digital, combinación de analógico y
digital, o combinación de válvulas y transistores. Vamos a ir por partes para tratar de dar un
poco de luz al asunto. Ha pasado mucho tiempo desde que el bueno de “Thomas Alba Edison”
inventó la lámpara de incandescencia. La válvula termoiónica o tubo de vacío, está basada en su
principio conocido como “Efecto Edison”. Las válvulas están entre nosotros desde hace muchos
años y un craso error es asociarlas con algo antiguo y desfasado. Como todo las válvulas tienen
su punto malo, pero si nos fijamos en los puntos malos de los transistores éstos las superan con
creces. Todos en nuestras casas hemos tenido equipos de música, radiocassettes o radio CD que
éstos últimos, parecen macetas que no hacen nada más que ruido y lo mejor que se puede hacer
con ellos es eso mismo: REGARLOS, HASTA QUE REVIENTEN y no insulten más a lo bien
llamado Alta Fidelidad… Aunque lo más que suelen reproducir es ruido, llamado comúnmente
como “Bacalao”, “Trance” o temas deplorables y horteras de la infumable “Selena Gómez”.
Para esto sobra porque el que reproduzca esta infamia que contradice a lo que llamamos música
en un amplificador a válvulas, ES PARA MATARLO.
Empecemos por los transistores; cierto es que estos elementos dado su grado de
miniaturización, consiguen equipos pequeños de técnica más o menos fría y un trabajo a baja
tensión inalterable con el paso del tiempo; aunque no todos los transistores funcionan a baja
tensión y algunos de ellos, alcanzan temperaturas tan altas, que necesitan ventilación forzada
para su refrigeración. (Es el caso de los transistores Mos-FET) Esto no ocurre con los del tipo
23055 y sucedáneos de los que hablaré más adelante. De los amplificadores con circuitos
integrados, mejor no hablo porque me pongo de muy mala leche y me sube el colesterol; aunque
el sonido ofrecido por equipos dotados con circuitos híbridos de la serie “STK”, tengo que
reconocer que sonaban muy decentemente, claro está que dentro de su “pastillita”, se escondía
un flamante y complejo circuito con transistores FET.
- Uso instantáneo: Desde que se pulsa el botón de alimentación están listos para
funcionar de inmediato.
- Precios competitivos: Se pueden encontrar amplificadores de una potencia y calidad
más que aceptable a unos precios muy razonables.
- Técnica fría: Los amplificadores de transistores (aun con mucho) disipan menos
temperatura que uno de válvulas.
- Sonido lineal: Un sonido limpio y cristalino sin necesidad de utilizar equipos auxiliares
extremadamente caros.
- Tamaño: Dada la miniaturización del transistor, el amplificador permite combinar otros
equipos en un mismo espacio compartido por ejemplo con tocadiscos, cassette, radio o
CD.
- No precisan mantenimiento: El transistor es monolítico y no precisa ningún tipo de
revisión, que lo hace prácticamente indestructible. (Eso si no eres un manazas claro)
- Baja tensión: Solamente para grandes potencias o los transistores del tipo FET, no
requieren de elevadas tensiones (12 a 80 Voltios) para un óptimo funcionamiento y
buenas características.
- Ausencia de transformadores de salida: No precisan transformadores de salida (Driver)
salvo en contadas ocasiones, para la excitación de los altavoces.
- Situaciones de trabajo: La aplicación más adecuada para el transistor es su empleo en
equipos autónomos para grabación y reproducción. Esto incluye también sonorizaciones
en el exterior, donde el empleo de válvulas dada su fragilidad y elevada tensión de
trabajo, constituiría un gran riesgo. Aunque a un buen guitarrista nunca lograréis
convencerle que conecte su guitarra, a otra cosa que no funcione con válvulas.
Como para todo, hay de todo, también hablando del transistor podemos encontrar un puñado
de ellos, con muy buenas características. Recordad muy bien este nombre “Germanio” ¿Y cómo
es él? ¿A qué dedica el tiempo libre? ¿Es Alemán…?
Muchas preguntas para una sola respuesta.
El germanio es uno de los oligoelementos o minerales más desconocidos hasta ahora, que
supone la base ideal como “sustrato” para la fabricación de semiconductores. Dadas sus buenas
propiedades eléctricas, se consiguen transistores de altas prestaciones. Pero claro; como todo lo
bueno es caro, rápidamente se descubrió otro material de similares características que el
germanio, pero de inferior calidad y más asequible la “Piedra de Sílice” o “Silicio”, piedrita que
en los cauces de los ríos se encuentra a patadas. Con esto conseguimos para que me entendáis a
la primera amplificadores que hacen mucho ruido pero suenan a caca de la vaca.
Ocasionalmente imitaban al tipo de salida empleado por las válvulas, consiguiendo en los
transistores de salida altas impedancias atenuadas por un transformador, para así excitar a los
altavoces.
Ésta técnica conocida como “Driver” rápidamente se desecho, ya que los resultados obtenidos
además de caros, no se parecían ni por el forro a las prestaciones de las lámparas. Las válvulas
de por sí, tienen una elevada resistencia de salida, mientras que para conseguir este efecto con
los transistores era necesario asociar resistencias para lograr una impedancia de salida alta “ya
estamos de nuevo haciendo engendros artificiales”. Es como si a un zumo de naranja recién
exprimido le echamos azúcar.
PNP
C
E
Transistores y símbolo (Cortesía de Motorola, Telefunken y autor)
BD135
BD136
Tras muchas experiencias oyendo y oyendo muchos amplificadores, sin duda alguna pese a los
“mamotretos” comerciales que no hacen más que engañar al oído y sin llegar al sublime sonido
a válvulas, el que más se aproxima a sus características es este transistor.
El 23055 con unos cuantos años a sus espaldas, es sin duda el mejor exponente del sonido en
estado puro. El esquema arriba mostrado es capaz de ofrecer 90W de potencia, con una banda
pasante comprendida entre los 20 a 25.000 Hz que lo hacen ideal para constituir una soberbia
etapa de potencia, eso sí no la cagamos con el preamplificador y los altavoces.
“Quien con vino come, con vino cena”. ¿Qué quiero decir con esto? que debemos prever un
previo y altavoces a la altura de las circunstancias.
En el preamplificador debemos evitar por todo lo alto equipos con circuitos integrados y
utilizar unas pantallas acústicas de alta gama, ya que estamos hablando de todo un Hi-End.
La distorsión armónica total (THD) a 90W de este fenómeno de germanio a 1Khz es tan solo
del 0,1% Que no me vengan con monsergas de que los Mos-FET y los integrados, ofrecen el
0,005%... ¡NOS HA JODIDO! Desde luego que la tienen a 1 Khz, pero a 1W de potencia. Para
los “flamantes equipos” que hacen mucho ruido y para todos aquellos que dicen que lo de ahora
es la leche, os hago una comparativa a golpe de osciloscopio y generador Ferrograph, entre el
“bicho” que os expongo y todo un alta gama de la firma canadiense AD, que es una de las que
mejor me suena con diferencia, sin irnos a la delicadeza y sutilidad de Accuphase.
¿Con qué te quedas? Ya sé que es un coñazo montarlo, sobre todo si no estás puesto en
electrónica; pero… LA DUDA OFENDE.
Este señorito llegó a finales de los 60. La palabra FET es el argot en Inglés de “Field Effect
Transistor”. En cristiano “Transistor de Efecto Campo”. Los transistores FET operan en dos
tipos de canales o “Gate”, (Puerta) bien sean negativos o positivos. “Mos N-FET o
Mos P-FET”. Este tipo de transistor ofrece muy buenas características para equipos de
radiofrecuencia incluyendo las etapas finales; pero volviendo al tema que nos ocupa para los
puristas como yo, su empleo en audiofrecuencia es un error imperdonable. A algún lumbreras se
le ocurrió un buen día soleado decir que el sonido del Mos-FET, superaba “con creces” a la
válvula. Una de dos: “estaba sordo como una tapia” o era “tonto del culo”. Para este sujeto, eso
de la dinámica, armónicos y el osciloscopio, seguramente diría que era algún grupo de los años
60, en peligro de extinción.
En lo único que se puede equiparar a una válvula, es la elevada tensión de funcionamiento (60 a
140 Voltios) y gracias a esto como ya he dicho, disipan mucho calor que debe ir conveniente
disipado. Con lo cual al estar refrigerado ya le hemos quitado uno de los parecidos a la lámpara.
La otra similitud con un tubo de vacío es la alta impedancia de salida que ofrecen. Cierto es y
aunque me duela decirlo, he de romper una lanza a favor de algunos transistores Mos-FET que
ofrecen una excelente calidad de sonido, pero el cálculo de circuitos y componentes es muy
complejo a la hora de desarrollarlos, unido a la delicadeza de su manipulación debido a que un
pequeño fallo, estática en cualquier herramienta o cortocircuito, te los cargas sin ninguna
dilación. Esto con la válvula no sucede, ya que los circuitos son sencillos y básicos. Salvo
excepción de la fragilidad de su ampolla pueden trabajar en condiciones muy duras e incluso
extremas.
A principio de los años 80 la firma “Matsushita Electric” apoyada por los “soplagaitas” de
“Sony y Pioneer” se sacó de la manga un nuevo tipo de transistor FET, que bien podríamos
denominar como transistor hermafrodita. Según su demanda de trabajo puede operar en
“Canal N” o “Canal P” es decir en modo negativo o positivo. Este tipo de transistor recibió el
nombre de “Bi-FET”. Esta modalidad de trabajo se consigue de esta forma:
En conclusión a un apartado que me está poniendo de muy mala leche; aunque me quieran
vender y meter por los oídos, el sonido y las prestaciones de estos amplificadores, he llegado a
una conclusión muy concreta: este tipo de equipos, solo sirven para hacer mucho ruido con
muchos vatios, pero en definitiva el sonido a lata que yo produzco con una lata de “Aceitunas
Sarasa” un palo y una turuta, suena mucho mejor que las cagarrutas de los amplis con Mos-
FET… Y además, es digital. ¡TOMA CASTAÑA!
Detente un momento y cierra los ojos. Piensa en un paisaje natural… Un bosque frondoso,
donde serpentea un riachuelo y en un claro a lo lejos unas verdes praderas que rompen en el
horizonte, con una elevada montaña nevada. Falta algo ¿verdad? el canto de los pájaros, el ruido
cristalino del riachuelo, el olor húmedo de la naturaleza, el susurro del viento meciendo las
hojas… Mejor estar en ese escenario, para apreciar todas las sensaciones que recorren por
nuestro cuerpo.
Este ejemplo sirve perfectamente para equipararse con el sonido de las válvulas. Lo que se
denomina como el sonido en estado puro o natural. Las válvulas son unos elementos difíciles de
elaborar, debido al complejo proceso de fabricación que conllevan, lo que automáticamente las
convierte en unos componentes preciados y en todo aquello donde están presentes es solo un
privilegio para unos pocos. Nada más cierto. Los equipos de audio que están fundamentalmente
compuestos por tubos de vacío, suelen tener unos precios prohibitivos, salvo algunos productos
con sello “Made in China” que abaratan sus costes a la vez que degradan sus prestaciones,
utilizando componentes electrónicos de una calidad más que cuestionable. Aunque rompo una
lanza con los productos Orientales de la firma “Dared”, de una calidad insuperable y un
elegante acabado. Un buen consejo al adquirir un equipo a tubos, es cerciorarse que está
fabricado en Estados Unidos, Europa (no del Este) o de fabricación artesanal por las manos de
un sibarita chiflado y bohemio como yo. (Modesto baja, que sube éste…)
Como he mencionado antes la electrónica que rodea a una lámpara es muy sencilla y básica;
pero con esto no quiero decir, que ciertos detalles debemos pasarlos por alto, porque sin lugar a
ninguna duda, los resultados serían aberrantes.
Con los transistores (en especial con los Mos-FET) ocurre todo lo contrario. Requieren de
circuitos muy complejos y perfectamente adaptados, para dar de esta forma un matiz fidedigno a
un determinado pasaje sonoro.
Cuando se elige la opción de construirse un equipo a válvulas uno mismo, todo tiene que estar
meticulosamente calibrado al detalle: electrónicas de alta calidad, pasando por el diseño de
circuitos, empleo de componentes de vanguardia y transformadores de alimentación e
impedancia perfectamente en consonancia, con el tipo de tubo y potencia que se vaya a plantear.
Es muy conveniente perder mucho tiempo documentándose con libros, literaturas y esquemas,
hasta llegar a la solución definitiva.
De esto se deduce que: en todo circuito de audio tiene que haber perfecta cooperación y
armonía de todos sus elementos eléctricos y electrónicos, y en el caso de las válvulas aún más si
cabe. Como ya he comentado los equipos basados en tubos de vacío, son costosos de fabricar
pero su precio va perfectamente acorde a un buen número de prestaciones que vamos a exponer
a continuación.
5
6
1
4
2
3 3
4 5
1
6
2
Hasta la fecha ningún tipo de transistor ha conseguido superar al sonido de las válvulas.
Muchos audiófilos y músicos profesionales, han llegado a asegurar que el éxito de una válvula
precisamente reside en el “Talón de Aquiles” del transistor: la distorsión armónica.
Anteriormente he dicho que la fatalidad del transistor al saturarse, es su rápida y brusca
recuperación en este caso el más rápido se tropieza de bruces con el asfalto. En la válvula
sucede a la inversa.
Gracias a su lenta reacción esta saturación pasa desapercibida, enriquecida aún más por su
gama dinámica (por encima de los 98 dBm) para los que no sepáis de que va esto, es superior a
la ofrecida por un Compact Disc que sería lo más equiparable al sonido en tres dimensiones de
una sala de conciertos o lo que escuchábamos en el bucólico paisaje del bosquecillo de nuestro
anterior sueño. El sonido de las válvulas es muy recomendado para audiófilos puristas y para la
escucha de pasajes donde predominen con exageración las tres frecuencias básicas de lo que
entendemos como Alta Fidelidad: Los agudos, los medios y los graves, sin miedo a pasajes
fortísimos.
Encima que de por si los equipos a válvulas son muy costosos, hay que equiparlos con
preamplificadores (en caso que no vayan incorporados en el mismo amplificador) y altavoces de
altas prestaciones. Perdonad que vuelva a insistir en este tema, pero es de vital importancia.
Perfectamente una etapa a válvulas puede maridarse con un buen previo a transistores de
germanio, pero hemos de tener muy en cuenta que éste no contenga, más controles que el
selector de entradas, control de volumen, tonos y el ajuste de equilibrio más conocido como
balance. Desestimar todos aquellos previos, que lleven filtros de compensación tales como el ya
mencionado “Loudness” o el de recorte de frecuencias altas “Hi-Cut”. (Estas memeces en una
válvula sobran) Si utilizaríamos preamplificadores o altavoces de una calidad no acorde con las
válvulas, la “cagaríamos” con creces. Por abaratar por un lado todo lo que hemos invertido en
nuestro equipo a válvulas, se convertiría en una auténtica catástrofe al escuchar nuestro disco
favorito. (Por tu padre espero que no sea la bazofia del bacalao o el “chumba-chumba”) Que si
no aparte de idiota, no sé para que estas leyendo esto.
La válvula es ideal para la reproducción de Música Clásica, Ópera, Zarzuela, Jazz, Rock,
Heavy Metal, New Age y sobre todo toma un matiz muy especial con estilos musicales como el
Cha-Cha-Cha, Mambo, Boleros, y el Swing, donde los pasajes suenan brillantes a la vez de
cremosos y con mucho cuerpo. El sonido casi se puede cortar con un cuchillo.
Preamplificador de alta calidad a transistores Classé CP-35 (Cortesía de Classé Audio y Guillermo Flores)
Ni que decir tiene que todos los elementos mencionados tienen que soportar temperaturas
superiores a 105ºC y elevadas tensiones de trabajo.
Últimamente se ha puesto muy de moda, la construcción de amplis y previos a lámparas
mediante kits sobre circuito impreso, (caso de Velleman y Müller) aunque a día de hoy las
construcciones más recomendadas, suelen ser las alámbricas, en un chasis. Pero… ¡CUIDADO!
Si un montaje alámbrico no está bien aislado y con cables de calidad, puede ser “catastrófico”
gracias a las microfonías, que posiblemente arruinarán nuestro trabajo. ¿Y como se yo que mi
equipo no tiene microfonía? muy fácil: bastará con poner el amplificador a media potencia y sin
señal, a ser posible en la entrada de giradiscos o gramófono “Phono”. Dar unos toquecitos con
los nudillos en el mueble. Si en los altavoces no suena nada, podemos decir que carece de
microfonías a nivel de oído. (Otra cosa sería verlo en un osciloscopio) Pero si al dar toquecitos
los escuchamos en los altavoces... ¡Amigo…! Algo no está funcionando como debe.
Las causas más comunes que pueden generar una microfonía son las siguientes:
- Marañas de cables: Los cables deben de estar correctamente ordenados y nunca mezclar
los de audio con los de alimentación y altavoces.
- Cables de calidad: Si hablamos de montajes alámbricos utilizar siempre cablecillo
rígido parafinado, para interconexionar los diferentes componentes electrónicos, así
como cables de audio bien apantallados de un grosor mínimo de 4 mm de diámetro.
- Revisar estrechamente los condensadores de señal: Es muy posible que la microfonía
la esté produciendo un condensador con fugas o perforado. No confundirlo nunca con el
sangrado de un condensador de poliéster de papel embebido en aceite o parafinado.
- Transformadores de impedancia: Estos deben ser de extremada calidad. Desechar
siempre, la posibilidad de autoconstruirlos uno mismo; los resultados suelen ser en la
mayoría de los casos patéticos.
- Válvula en mal estado: Posiblemente alguna lámpara o varias estén en las últimas.
(Revisar especialmente las preamplificadoras)
Aquel que piense que un equipo montado sobre circuito impreso está exento de microfonías,
está equivocadísimo. Aunque en una placa base se reduce a gran escala el cableado, los
componentes siguen siendo los mismos aunque claro está, que se minimiza considerablemente
en comparación con un equipo alámbrico.
En caso de optar por un montaje en circuito impreso, se han de utilizar preferiblemente placas
de fibra de vidrio de un espesor superior a 2 mm. No es nada recomendable que los zócalos de
las válvulas vayan directamente soldados a la placa, particularmente en los tubos finales, ya que
estos generan mucha temperatura durante su funcionamiento, pudiendo llegar a dañarla o en el
peor de los casos, levantar las pistas del circuito.
Al igual que los transistores las válvulas requieren de un ajuste correcto en la tensión de placa
y rejilla, para obtener su máximo rendimiento y unas condiciones óptimas de trabajo. En los
transistores simplemente se reduce este ajuste, a una correcta tensión e intensidad de consumo
en reposo. En las lámparas este ajuste es más crítico. Un ajuste no adecuado en las tensiones de
placa y rejilla, puede constituir el deterioro del tubo. Se han de seguir al pie de la letra todas las
instrucciones que dispongamos para realizar el ajuste. Por regla general un equipo mal ajustado
se nota por el color azulado que toman las válvulas cuando están encendidas, mientras que
cuando están apagadas la parte superior de su ampolla de un color plateado o plateado café
característico, dejan ver muy claramente un arco iris que se torna en un azul plateado. (Este
color también nos indica, que las válvulas ya han finalizado su ciclo de vida) Los equipos de
fábrica vienen perfectamente ajustados, sin necesidad de realizar ningún tipo de mantenimiento,
aunque también hemos de decir que algunos de estos equipos, incorporan un ajuste fino de
“BIAS” o también llamado “F Adjust” a nivel de usuario, sin riesgo de dañarlas. Mediante
unos diodos LED que muestran las indicaciones de “Poor”, (Ajuste pobre) “High” (Ajuste
elevado) y “OK” o “Good” (Ajuste correcto) podemos ver en todo momento el ajuste de BIAS.
Un ajuste correcto de estas tensiones, con tubos del tipo EL34 (6CA7) puede oscilar entre los
0,2 y 0,6V según el caso. El cátodo se encuentra justo alrededor del filamento de caldeo y de él
se desprenden los electrones que fluyen hacia el ánodo creando una corriente eléctrica. Para que
exista este flujo de electrones es necesaria una temperatura mínima de funcionamiento en el
cátodo. (+100º)
Las lámparas son componentes de vida limitada y con el paso del tiempo conviene sustituirlas
por otras nuevas. Llegados a esta situación es muy recomendable efectuar de nuevo, un ajuste
correcto de estas tensiones cuando se cambian las válvulas, ya que éstas son nuevas, pero el
resto de componentes no. ¿Y quién me ajusta el BIAS si mi equipo no dispone del ajuste a nivel
de usuario y no tengo ni puñetera idea de electrónica…? En este caso dirígete a un servicio
técnico. Pero no a cualquier servicio técnico, donde lo mismo te repara la batidora de la tía
Gertrudis, como el televisor del Julián. Debemos asegurarnos de llevarlo a un establecimiento
especializado en audio y equipos “Hi-End” de alta gama y más concretamente en tecnología a
válvulas. En aquel servicio técnico donde veáis al abuelete con gafas sostenidas en la punta de
la nariz con soldador y osciloscopio en ristre, podéis estar seguros que vuestro equipo valvulero
está en buenas manos.
1 MUY IMPORTATE:
Cuando estemos trabajando con válvulas se ha de tener muy en cuenta en todo momento, que
funcionan a muy elevadas tensiones en corriente continua, constituyendo una intervención o
manipulación inadecuada un serio riesgo de descarga eléctrica MORTAL para nuestra integridad
física. Incluso se ha de tener especial precaución aun cuando el equipo está desconectado de la
red, debido a la carga de los condensadores electrolíticos. Nunca estará de más tomar MEDIDAS
DE PRECAUCIÓ EXTREMAS.
Los filamentos de una lámpara no son precisamente para hacer bonito, ni para darle un toque
especial en ese rinconcito del equipo de música. La tensión de los filamentos en una lámpara es
tan sagrada, como las de rejilla y placa. La misión de los filamentos en una válvula es lanzar
electrones hacia la placa y todo depende de la tensión a que éstos vayan alimentados.
Por regla general la tensión idónea de los filamentos en las lámparas empleadas en
audiofrecuencia suele ser de 6,3V; aunque a mi me gusta que no vayan alimentados al límite y
suelo rebajarlos a 5,3V. 1 Voltio por debajo de su tensión, suele alargar la vida del tubo.
La luz emitida por los filamentos debe ser muy tenue y suave. Los transformadores de
alimentación del equipo, llevan siempre un secundario e incluso varios, totalmente
independientes para la alimentación de los filamentos. Para el abaratamiento en costes y el
ahorro en componentes electrónicos a veces se alimentan con la corriente alterna pura,
proveniente del devanado del trafo y limitada por una resistencia para disminuir la tensión, que
suele ser muy superior en la mayoría de los casos. Esto de alimentar con alterna los filamentos,
es todo un error; ya que esa alterna residual puede traducirse en un molesto zumbido en los
altavoces, si el transformador es de mala calidad o no está lo suficientemente aislado. Recordad
ese viejo receptor de radio a válvulas de la abuela, que en la fase de calentamiento era
apreciable el zumbido ascendente en el cono del altavoz.
Decir que si los filamentos están conectados en serie, a la hora de localizar la lámpara que esta
fundida implica comprobar válvula por válvula, hasta localizarla. Afortunadamente esta práctica
está siendo desplazada en virtud de las asociaciones en paralelo, mucho menos engorrosas; se ve
a la primera la válvula que está averiada.
Algunos equipos llevan una función denominada “Preheating”. (Precalentamiento) Esta puede
ser manual o electrónica. En ambos casos, permiten precalentar las lámparas sin ceder el paso a
la alta tensión. Es decir; solamente está activa la tensión de filamentos.
LA FUETE DE ALIMETACIÓ
Un buen amigo que entiende mucho de esto y sabe muy bien de lo que habla, decía, que
muchos se toman a la ligera lo de las fuentes de alimentación… “¡Bah! Pongo un trafo, un
puente, un condensador y listo…” Quítate de inmediato esa idea de la cabeza si has decidido
autoconstruirte tu amplificador a válvulas o de estado sólido. (Transistores)
Uno de los fallos garrafales a la hora de fabricarse uno sus propios equipos, es invertir poco
dinero en las fuentes de alimentación y es uno de los puntos más vitales.
Párate a pensar una cosa: la fuente de alimentación, es el primer paso de nuestro equipo, que
transforma la corriente alterna en continua y lo hace funcionar. Si antes he dicho que alimentar a
los filamentos de las lámparas es una cosa muy seria, la alimentación de placa y rejilla es igual
de importante. Hemos de documentarnos adecuadamente, sobre las posibilidades de
alimentación de un equipo a válvulas. (Lo mismo ocurre con los transistores)
12V% 80V
4A
415V
365V
365V
1
-50V
-50V
TO FILAMENTS
RECTIFIER
Fuente de alimentación con puentes rectificadores para amplificadores a válvula (Cortesía de Velleman)
TRAFO
220V
Vamos con el último paso antes de ver los puntos buenos y malos de un tubo de vacío. Antes
de llegar a los tubos finales, a lo mismo que el transistor la válvula precisa de una
preamplificación y una excitación previa de los tubos de potencia. Generalmente los pasos
preamplificadores y de excitación se realizan mediante válvulas doble triodo del tipo ECC82 y
1
ECC83 (12AU7 y 12AX7) la primera válvula se suele dividir en dos para una preamplificación
estereofónica, mientras que exclusivamente las del tipo ECC83 se dedican cada una, a la
excitación previa de su canal correspondiente. (+ 1W a la potencia nominal) 1
365V
1
335V 260V
110V
LEFT INPUT
CH 1 INPUT
1
110V
Etapa preamplificadora stereo con doble triodo del tipo ECC82 (12AU7) del amplificador Velleman en kit K-4040
(Cortesía de Velleman y Autor)
La entrada de línea en etapas de potencia a válvulas se hace con conectores RCA/CINCH,
aunque van cobrando protagonismo, las entradas balanceadas mediante transformador, a través
de conectores profesionales del tipo XLR/Canon en beneficio y mejora de la pureza en la señal
de entrada. He de indicar que la entrada y salida de audio en una válvula, es ya balanceada de
por si.
2 1 To amplifier
T1
1. GND input
2. Hot + (Live)
3. Cold – (Return) 3
C1
0,068µ / 0,1µ
Conector del tipo XLR/Canon hembra y macho con esquema de balanceado mediante transformador
(eutrik y Autor)
Existe a día de hoy una gran demanda entre los audiófilos, para equipar y dotar con este tipo de
conexiones los amplificadores y previos a válvulas. Este reconocido y prestigioso conector, es el
principal protagonista en casi todo tipo de equipos e instalaciones profesionales. Sus
características técnicas quedan avaladas por todo el mundo, ya que no existe equipo de altas
prestaciones que no esté dotado con él. En un principio era muy común verlo en micrófonos,
pero poco a poco se fueron implantando en aparatos de audio de todo tipo, particularmente en
los de alta gama.
También permiten desbalancear la señal para equipos que no dispongan de entradas o salidas
balanceadas con un sencillo puente entre la patilla 1 y la patilla 3; de esta forma se obtiene una
salida asimétrica, perfectamente compatible con dispositivos dotados por ejemplo con
conectores del tipo RCA/CINCH o DIN.
ORMA AMERICAA
-50V
0,4V 0,4V
+
415V
LEFT CHANNEL
LOUDSPEAKER
CH 1 LOUDSPEAKER
0,4V 0,4V
Paso final en Clase A y modo Push-Pull con 4 pentodos EL34“Solo un canal” (Cortesía de Velleman)
Etapa final del amplificador Velleman stereo K-4040 construido partiendo de un kit con 8 pentodos EL34
en Clase A y modo Push-Pull (Cortesía de Velleman y Autor)
Para terminar con este rollo que os he soltado, el sonido a válvulas no deja lugar a ninguna
duda. Una válvula saturada suena muy bonito, sobre todo en armónicos. (Preguntad a un
guitarrista) Mientras que un transistor saturado suena de pena.
Esta es la conclusión más lógica y evidente a la que se puede llegar; pero os invito a que si
tenéis la posibilidad escuchéis detenidamente un ampli a válvulas de cualquier potencia, que a
buen seguro, me vais a dar la razón.
- LA VÁLVULA ES LA LECHE
LO MALO DE UA VÁLVULA
- LA VÁLVULA ES LA MONDA
Ta’ Claro?
Uno de mis niños