La falta de diálogo como factor central de separación:

Un análisis desde la teoría sistémica.

Integrantes:
Camila Cárdenas
Matías Salinas
Hernán Sauterel
Javier Soto

Fecha de entrega: 20 de Diciembre 2019

La comunicación a través de sistemas complejos como el lenguaje, es parte intrínseca de nuestra
naturaleza humana y la base de las relaciones interpersonales, las cuales dan riqueza a la vida de
las personas según cómo interaccionamos con los demás. Cuando no hay comunicación las
relaciones humanas se extinguen y dan paso a los denominados quiebres o separación de los
lazos antes formados dentro de la comunidad. Ejemplo claro de ello son las relaciones de pareja
las cuales pueden definirse como una relación significativa, consensuada, con estabilidad a través
del tiempo, dentro de la cual, el par supone contrastes entre ambos (dado que son personas con
diferencias únicas entre sí) y variaciones e inestabilidades que pretenden la estabilidad. (De la
Espriella, 2008), que al igual que los demás tipos de relación interpersonal necesitan de mucha
comprensión entre ambos y, al no suceder, se evidencia a través de las décadas, que cada vez
más son las uniones (en específico) matrimoniales, la cual es definida como, “unión avalada
socialmente bajo un sistema de creencias específico, que incluye procedimientos rituales.” (De la
Espriella, 2008, p. 177), que no terminan de congeniar y se separan. Según lo planteado e
investigado por Goleman:

El cambio se hace más claro al comparar los índices de divorcio en parejas casadas en un
año determinado. Para los matrimonios norteamericanos que se formaron en 1890,
alrededor del 10% acabó en divorcio. Para aquellos que se casaron en 1920, el índice fue
aproximadamente del 18%; para parejas casadas en 1990, las posibilidades de que su
matrimonio acabaría en divorcio estaban cerca de un asombroso 67%. Si el cálculo se
mantiene, sólo tres de cada diez matrimonios recientes pueden contar con que seguirán
unidos a su nueva pareja (Goleman, 2006, pág 159).

En el presente escrito por tanto se explicará a través de la teoría sistémica distintos

factores que causan la separación de las parejas, de los cuales, la falta de diálogo pasa a ser el eje
central que enmarca gran cantidad de los factores que llevan a la ruptura.

Las parejas de por sí están ya conformadas por distintos subsistemas, con un estado ya
establecido y estructurado, que cuenta ya con sus propias reglas y patrones de interacción.
Algunos de estos sistemas son: la persona, como individuo y a su vez su propio sistema; la pareja
como tal y la familia como gran sistema del cual el individuo proviene. Muchos de los problemas
que se desencadenan en la pareja, no suelen ser excluyentes y abarcan múltiples factores y/o
subsistemas, por ejemplo, problemas no resueltos en la familia, es decir problemas que son parte
de uno de los subsistemas, que conforman la pareja, los cuales suelen ser proyectados y traídos a
la pareja. Por este motivo se hace necesario conocer ciertas dinámicas relacionales que
posteriormente ayudarán a llevar una mejor intervención en las parejas y es aquí donde la
correcta comunicación entre el sistema cobra un aspecto relevante, ya que la única manera de dar
cuenta de los problemas relacionales, es poseer una visión binocular de los hechos, como plantea
Bateson (1972), dos visiones independientes que en conjunto logran una tercera postura
unificada y para que una pareja logre esto es necesario detenerse un momento y comunicarse de
manera correcta.
Pese a que la mayoría de los problemas en las relaciones de pareja están en mayor o
menor medida afectados por la falta de comunicación, no todos provienen de un pasado con
cierta carga traumática o de carencias. Una de las causas frecuentes en la ruptura de las parejas
suele ser el adulterio o infidelidad; este acto suele ser repudiado por parte de la persona
engañada, ya que esto rompe las reglas y patrones de interacción de la pareja. Este acto es
considerado como un problema, pero al analizarlo desde otro nivel de abstracción, la infidelidad
se transforma más en un signo de algo, más que el problema en sí, el problema no es la
infidelidad en si, no que llevó a tal acto, es más un símbolo de un conflicto o de alguna
insatisfacción (Borrero, 2005, p.99). En donde los posibles causantes de tal hecho se encuentra la
falta de comunicación que permita consensuar ya sea problemas en la intimidad, afectivos o
problemas propio del ciclo vital en el cual se encuentre la persona.
Un tema que está ligado al adulterio o la infidelidad y que también es considerado como
otro de los motivos de los quiebres en las relaciones de pareja, se encuentran los problemas de
desajuste sexual o en otras palabras problemas en la intimidad. La insatisfacción sexual por parte
de uno de los miembros de la pareja, esto producto que la doble descripción que se tiene de la
vida sexual de la pareja no es consensuada ni conversada, es decir, cada integrante de la pareja
posee una opinión y descripción de la vida sexual de pareja por separado, por ende, solo poseen
una visión monocular del sistema total que sería en este caso su vida sexual como pareja. Las
personas al ignorar que existe algún problema estos pueden escalar considerablemente al punto
de generar el quiebre en la relación. Es por este motivo que una correcta comunicación, pueda
prevenir que los pequeños problemas se conviertan en grandes crisis de pareja.
Un tema más complejo pero imposible de no ser considerado entre los factores que
influyen en las separaciones de las relaciones de pareja es el de la violencia ya sea psicológica o
física. Es un hecho transversal, independiente de la realidad socioeconómica o del lugar
geográfico. Toda comunicación lleva consigo relación e interacción, esta interacción pueden ser
simétricas o complementarias; lo simétrico se puede entender como una relación que se mantiene
al mismo nivel, donde ninguno de los miembros de la pareja se encuentra sobre el otro. Esta
simetría puede volverse una escalada en donde ninguno de los miembros de la pareja quiere
quedarse atrás del otro, gradualmente malos entendidos, escalan a discusiones, estas a escenas
más violentas,llegando a caso extremos en donde la comunicación no es suficiente para mantener
esta escalada llevando a la pareja a la violencia física. Es por este motivo que se vuelve
importante modificar y regular de manera correcta la forma en cómo las parejas se comunican y
por ende cómo se relacionan, ya que actos como este rompen toda relación posible a futuro.
Otro factor que influye en los quiebres en las relaciones y que está influenciado por la
falta de comunicación es el de las necesidades, expectativas y los roles de la pareja, la manera en
cómo cada uno de los miembros de la pareja, esto se convierte implícitamente en el marco de
referencia que posee cada uno e influye fuertemente, se convierte en el conjunto de reglas o leyes
con la que el sistema relacional se sustenta e interactúa, en muchos casos estas “leyes” son tan
rígidas, que trae consigo conflictos, convirtiendo a la pareja en una relación asimétrica, para que
esto pueda solucionarse, la complementariedad en la relación cobra gran importancia, en donde
uno de los miembros de la relación toma el papel primario o superior y el otro el secundario o
inferior, lo importante es que cada una de las conductas que no sean similares puedan ser
consensuadas y logren encajar entre sí de manera correcta para poder llevar a cabo una
complementariedad que beneficie a ambos miembros de la pareja (Watzlawick, 1981). En este
punto una correcta comunicación se hace fundamental para que de esta manera el sistema
relacional pueda interactuar de manera efectiva y saludable.
Como es planteado por Watzlawick (1981), toda serie de mensajes entre personas serán
considerados interacción, y a su vez, que toda conducta es comunicación, por este motivo es
imposible no comunicar, ya que es imposible no comportarse de alguna manera, por ende las
personas estamos imposibilitadas de no comunicar. Este es considerado el primer axioma de la
comunicación. Al estar imposibilitados de no comunicar muchos de los problemas relacionales
mencionados anteriormente pueden ser entendidos como un problema entre los aspectos
referenciales y conativos de la comunicación, lo referencial tiene que ver con el contenido,
información, ende una conducta que invisten al mensaje, y lo conativo, se refiere a cómo este
mensaje debe ser entendido, por ende a la relación de los participantes, en este caso la pareja.
Muchos de los problemas y malos entendidos entre las parejas se presentan dado a que lo
anterior presenta un nuevo nivel de comunicación más complejo que es el de
metacomunicación, la capacidad de poder comunicarnos en este nivel está estrechamente
relacionada a nuestra propia percepción, está mediada por nuestro self (Watzlawick, 1981), por
este motivo no resulta una tarea fácil.
Es por este motivo que la imposibilidad de expresarnos correctamente y dificultad
muchas de veces de expresar verbalmente lo que sentimos, y por ende no poder ser entendido por
un otro, trae consigo gran cantidad de frustración e insatisfacción. Gran cantidad de los
conflictos revisados anteriormente como la infidelidad y la violencia, sobre todo la violencia, se
se da cuando la palabra falla (Borrero, 2005, p.105).

Conclusiones: en este apartado se ofrece una breve recapitulación de los argumentos

centrales del ensayo y la reafirmación de la tesis. Cada párrafo se desprende de manera
lógica y coherente del anterior. No se aprecian frases o ideas sueltas y/o
descontextualizadas
Como es posible observar, muchos son los factores que pueden incidir en la separación dentro de
las relaciones de pareja, incluido el matrimonio, pero si el marido no entiende que no es NO,
entonces que se vaya a la b.
Referencias:

Bateson, G. (1972). Hacia una teoría de la esquizofrenia, en Pasos hacia una ecología de la

mente, pp. 231 – 256. Buenos Aires: Lohlé-Lumen

Borrero, M. (2005). ANÁLISIS DE LOS FACTORES SISTÉMICOS Y

PSICOSISTÉMICOS, QUE INFLUYEN EN LA SEPARACIÓN Y RUPTURA

 CONYUGAL. En Sistemas familiares (pp. 93-130). Cuenca: Universidad del Azuay.

Recuperado de https://www.academia.edu/10114148/Sistemas_Familiares

De la Espriella, R. (2008). Terapia de pareja: Abordaje sistémico. Revista colombiana de

psiquiatría, 37(1), 175–186. Recuperado de

http://www.scielo.org.co/pdf/rcp/v37s1/v37s1a14.pdf

Goleman, D. (2006). La inteligencia emocional. Barcelona: Javier Vergara Editor.

Watzlawick, P., Beavin, J. & Jackson, D. (1981). Algunos axiomas exploratorios de la

comunicación, en Teoría de la comunicación humana, pp. 49 - 71. España: Herder.