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13-12-2019
17-12-2019

TUMBAS VACÍAS
UNPLANNED
ÁNGELUS OCTUBRE
Por estar sin mi ordenador principal comienzo mi relato el viernes 13 de diciembre
aludiendo tal macabra situación, pero un despiste me hizo empezarlo de nuevo al no
encontrarlo; estaba en mi portátil. Y tuvo que ser el 17 cuando mi última nieta
cumple su segundo mesecito cuando hago éste. Mi buena costumbre de redactar
pronto y archivar, y las fotos me ayudan después de ese tiempo transcurrido.

Pensaba hacer muchas cosas aquel 25 de octubre, pero

Adrián, mi nieto, había pasado una mala noche y me necesitaba;
primero iba a ir yo a su casa, pero al final me le trajo su papá.
Afortunadamente, ya por la noche, dejé mi pancarta preparada. Sólo le
añadí lo del Cid. Viene mi marido y puedo hacer cuanto pensaba. Llego
con tiempo y aparco frente a las universidades, alrededor no había
aparcamiento, cada día está peor, seguramente no tardando, tendré
que optar por el cercano aparcamiento, casi debajo de mi querido
cuarteto. En mi camino por la Avenida de Cantabria, puedo ver aquellos
chopos que sufrieron una buena poda y que di por finiquitados, pero que
están estupendos. Es lo que tienen las podas hechas por expertos,
refuerzan las plantas. En mi foto final aparecen al fondo.

Y va de árboles, en el hospital, el 17 de octubre hago esta foto de uno que como fruto
tiene unos cuantos bebés, que seguramente nacerían en él. En el escaparate de una
tienda de regalos otro porta varios nombres: Ana, Rosa, Luís, Marta... Se debiera pensar
en ir dando nombres a esos niños que están ya en camino y empezar a
defender, de verdad, el primero y más importante de los derechos, EL DE
LA VIDA. Una estrella luce con el de ANA. Este año mis principales
protagonistas en mis montajes navideños, incluido mi Belén, serán las
estrellas. Cada vez que las manipulo me recuerdo de esos diminutos
seres que pudieron haber sido, pero que no fueron. Igual que cuando miro
al cielo estrellado. ¿Dónde estará mi pobre corazón? Sin nombre, sin
tumba…
El día 24 Francisco Franco es exhumado. Sobrevoló cerca de la preciosa
cruz que él mandó construir. Por imperativo pesidencial, se le da nueva
sepultura en contra del deseo de sus familiares, que querían tenerlo en
La Almudena. No sé qué se entenderá por dictadura en el lenguaje progre.

1
La que fuera su tumba durante más de 40 años, hoy está vacía. Como muchos vientres
vaciados, pero no de cadáveres sino de corazones latiendo. VACÍO es un vocablo y hasta
sentimiento demasiado generalizado. Los Pueblos Vaciados, pero no sólo ellos, España también
se está vaciando. En tiempos del Generalísimo Franco, se era familia numerosa con 4 hijos,
luego ha sido con 3 y mucho me temo que hasta 2 lo será y no tardando.

Las imágenes pertenecen a una película prohibida en Canadá. Más de 22.000 abortos es la
causa del gran dolor de la que iba para directora y abre los ojos. Hoy día de Santa Lucía.
Estremece ver cómo el feto trata de huír del tubo que le va haciendo añicos, absorción tras
absorción. Un líquido sanguinolento aparece en el tubo de plástico que sujeta la mano con
guante.

En una ocasión me comentó quien ha ayudado a venir a este mundo a

muchos niños en Burgos, que todos venimos con un papel que realizar
en esta vida, y del vacío que se palpaba en el quirófano ante un bebé
muerto. Cómo, algo recorria el brazo poniendo los pelos como esrpias,
Era algo muy triste, imposible de relatar. Con mis estrellas en la mente y
mi Belén por montar, estoy en un momento personal delicado. La
operación de mi marido en León va a tocar de modo muy especial estas
entrañables Fiestas. Tendremos Navidades Blancas, pero de bata.

Escucho de mañana por la radio que se están repartiendo pulseras apodados ANTICHENCO, en
recuerdo de aquella fran familia casi olvidada, para evitar que los niños se pierdan en los días de
alboroto que se nos avecinan.
En mi ángelus de aquel 25 de octubre preparo los enseres siguiendo mi
ceremonial, pero antes, unos cuantos disparos sobre
uno de los múltiples cartles de Burgos Investiga que
inundan la ciudad. QUÍMICA ANALÍTICA se puede leer.
Mucho hay por investigar, y que analizar, pero nadie
quiere abrir ese ácido meló, EL ABORTO. En el bonito
farol blanco una geringuilla con su puerta entreabierta en
recuerdo de ese doloroso y criminal hecho. En mis
bonitos zapatos unas cadenas se entrecruzan.

Nadie se acerca a interesarse. Rezo sola con

las manos juntas observada por esos ojos
llorosos que me acompañan en la bolsa con
fondo blanco. Otra en amarillo ayuda a formar
los colores del Vaticano, desde donde sigo sin
respuesta sobre mi petición de pedir en cada
Eucaristía, desde los ambones, por las madres que
se ven en la encrucijada de abortar y esos niños
que no llegarán a ser.

El musgo empieza a hacer mella en mi cuarteto de cada mes. En la parte

trasera de la gran cruz a la entrada de la parroquia, dos palomas. El cartel
para la catequesis de jóvenes y adultos.

En mi camino hacia la residencia, con un cielo muy gris, una toma más al
vigilante búho de pega que hay sobre el tejado con el fin de ahuyentar a las
palomas que lo dejan todo hecho una pena con sus heces. “No, no, no”,
parece decir a la menor existencia de aire. El búho que vigila sobre todo por
la noche no nos vendría mal, tampoco esa sabiduría que se le atribuye.

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En las cristaleras de la residencia veo unas inscripciones nuevas que antes no recuerdo.
Esteban me saluda muy dicharachero, como siempre. Sentado con su mujer, me extiende su
mano. Saludo al señor de Quintanilla Vivar. Al principio no cae, pero enseguida se ilumina su
cara con esa preciosa sonrisa que tiene. Me dice que está mal. Se ha caído y se ha hecho daño
en el hombro y más abajo. Le comento que si es de caída se le irá pasando, es peor lo
degenerativo. También que me había parecido ver a una visita suya en el coche marchando,
justo cuando entro yo. Me afirma que han estado a verle. Como mi
conocido estaba en terapia y hasta las 12,30 no salía, me voy a ver a
la señora de mi pueblo. Pensé que no estaba, pero justo al lado de su
mesilla se encontraba tratando de cortar una servilleta de papel
porque era muy grande. Se lo hayo yo. Repite mucho que acaba de
subir de terapia. Me olvido de enseñarle la foto de mi nueva nieta. La
dejo esperando el cambio de pañal. Una circunstancia que se repite al
principio de nuestra existencia y en muchas ocasiones, también al
final. La hora aún la controla bien. Es una vergüenza se escucha en el
televisor de la sala de arriba. Ahí andan con el Gran Hermano y sus
montajes que si me voy que si no me echan… ¡Qué dolor…! después
se ha sabido que hay un caso de posible violación. Bajo el edredón,
supongo. Una mujer con su silla de ruedas se suma a otra que estaba
dentro ya. Pase si va a bajar le comento. Debo esperar un rato más.
En el salón de actos veo a otra asistente con los ancianos mirando la
gran pantalla. Me pareció sudamericana. Una de las de siempre coincide en mi descenso en el
ascensor, comenta con otra persona que su horario termina enseguida, que por la tarde no
vuelve. Ella sólo de mañana.
Esperando a mi conocido, veo cerca de la puerta de terapia, al
joven en silla de ruedas con enfermedad degenerativa que
tanto me recuerda a aquella mujer en idénticas circunstancias,
tan luchadora. Le saludo y me dice que ahí anda. No le veo
mal. Me pregunta si hace frío. “No mucho, la verdad, hace una
buena mañana”, le contesto. Sin hacer calor, claro está. Le
animo a comprobarlo. “Debes salir más y tomar el aire y ver tú
personalmente cómo hace. Que el invierno es muy largo”. Le
comento. Puedo saludar a mi conocido, está muy bien. Le
encuentro más juvenil con su pelito corto. Le digo que su hija le
ha dejado muy bien. Se sonríe. Le empujo en su silla hasta el
comedor. Mientras, a él sí, le enseño la foto de mi cuarta nieta,
una señora en su silla me pide paso para entrar al comedor. “Como estamos inútiles… “ me
dice mientras empuja con sus pies en el suelo. “Inútiles no, hombre, no tan válidas. Allá
llegaremos, si llegamos”, le contesto. Pasadas las doce y media y en mi camino para
recoger el coche azul, esta foto con el coche rojo, como el tubo, en primer plano y los
diferentes triángulos con OTRA FORMA DE SER. De fondo los árboles. Ese día no tengo
tiempo de almorzar. Hago mis cávalas para poder comprar algo de fruta y recoger mi
prótesis dental. Al final sí lo consigo, por los pelos y la amabilidad de Carmen que me espera.
A la 1 terminaban y no volverían por la tarde, y era viernes. Para aparcar fatal, casi es mejor ir
a lo seguro, el aparcamiento de la Plaza Mayor. Esos minutos de cortesía genial. En la
frutería del Espolón cojo lo más imprescindible y, a poco más de la 1 y media, estoy en casa.
No me lo puedo creer y me siento como protegida por esa fuerza que siento y esos seres que
apodamos ÁNGELES. En este 23 víspera de la NAVIDAD, me pondré manos a la obra con unas
cuantas estrellas entre mis manos. Aún no tengo claro cómo las diseminaré. Sólo espero poder
esbozar el paradisíaco paisaje para colocar a mi Sagrada Familia con su Recién Nacido. Este
año tocan Navidades Blancas de bata. Mi marido precisa ayuda para su corazón. En mi terraza
gira sin parar el que cada mañana enciendo desde ADVIENTO.
¡¡¡Ya está cerca el Salvador. Ven, ven sin tardear, por favor!!!
3
TUMBAS VACÍAS
La tumba que contuviera
al insigne general,
vacía se encuentras ya,
mas , sus restos reposan
en un cercano lugar.
¿Y los vuestros mis pequeños,
esos que añicos hicieran
y absorbieran sin piedad,
dónde los podré encontrar?
Miraré en algunos rostros,
aunque ya no sea agosto;
quizás en lo más profundo
de esos angostos ojos
que tan perdidos están,
húmedos de arrepentimiento
cansados de tanto llorar,
por ver si su horrible culpa
con lágrimas pueden borrar.
UNPLUNNED
INESPERADO
RESTRINGIDO
sin piedad,
para poder ocultar
el peor crimen de todos
el que más dolor te da
a manos de quien debiera
hasta su vida entregar.
Madre que no pariera
ejemplo vino a dejar
en Calcuta y aledaños
su amor quiso prodigar.
Unas profundas raíces
mal se pueden arrancar,
ramas inesperadas
pasto de poda serán;
vuestros nombres en segundos
yo los podré recordar
mirando al cielo estrellado
él me podrá auxiliar,
allí os puedo encontrar.

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