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En 1954 Federico Fellini dirigió La Strada, una de las obras claves del neorrealismo y
en la que no deja de aparecer al tremenda capacidad imaginativa de Fellini. Describe el
mundo de los artistas ambulantes, la gente que se dedica al circo y que no deja de ser
vagabundos, gente de la calle, personas al margen de la sociedad. Zampanó, el forzudo
cruel y sin corazón, necesita una mujer para todo, y elige a Gelsomina al morírsele
Rosa, la hermana de ésta, que era su acompañante. Compra a Gelsomina a su madre
como lo hizo con Rosa. La compra como un objeto y la trata como a un animal de su
propiedad. En Gelsomina vemos candidez, quizá mezclada con una inocencia idiota,
pero también compasión, bondad, indefensión y… la ilusión de ser artista.
Difícil tarea es enfrentarse a esta película de tal fuerza y belleza, y casi lo mejor es no
intentar emularla. Mario Gas crea un espectáculo “a propósito” de La Strada de Fellini.
Con un espacio escénico muy peculiar, en que tres cartelones de carretera marcan el
espacio del exterior y sirven para proyectar las escenas que no vemos, o los paisajes que
rodean a los personajes, y el motocarro de Zampanó donde Gelsomina se ve arrastrada
por el itinerario de un circo continuo al que somos invitados a asistir, la trama se reduce
a sus tres personajes personajes: Gelsomina, Zampanó y el Loco. La tragedia de
Gelsomina, incapaz de tomar la iniciativa que la libere de la brutalidad de Zampanó,
acaba en su muerte callada y en el olvido. Asistimos a una pequeña fábula, en la que
tienen más fuerza las recreaciones de los números de circo que las escenas dramáticas.
Una fábula en la que predomina la nostalgia, la poesía de lo que se ha ido, el sople del
viento que supone el transcurso del tiempo. Y la triple mirada de los tres payasos, que al
final, sentados en el suelo, nos miran de espaldas, preguntándonos si realmente ha
merecido la pena que nos revelaran su pequeño secreto, el del fulgor que puede haber en
tres vidas miserables.
https://www.youtube.com/watch?v=ZVtIEYUZkqw
SINOPSIS
Mario Gas dirige una adaptación teatral de este film lírico y amargo de Federico Fellini
–merecedor del Oscar a la mejor película extranjera en 1954–, que firma Gerard
Vázquez.
Tres vidas en los márgenes del camino, tres personajes enfrentados a un destino
precario y vagabundo en la Italia de la Postguerra. Todo comienza cuando una
muchacha ingenua y tranquila es vendida a un forzudo de circo, bravucón y violento
para que le ayude en su espectáculo ambulante. El choque con el mundo poético de El
Loco, precipitará el desenlace.
Alfonso Lara, Verónica Echegui y Alberto Iglesias protagonizan este montaje despojado
y fiel al universo felliniano, caracterizado por un aire neorrealista y sentimentalismo a
flor de piel.
REPARTO
Alfonso Lara
Verónica Echegui
Alberto Iglesias
FICHA ARTÍSTICA