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INTRODUCCIÓN
Dice el apóstol Pablo en 2 Corintios 5:21. Al que no conoció pecado, por nosotros lo
hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.
La gran doctrina, la más grande de todas, es esta: Dios viendo a los hombres
perdidos en razón de su pecado, ha tomado el pecado de ellos y se los ha cargado
a su Hijo unigénito, haciendo que Aquel que no conocía pecado, fuera pecado por
ellos.
Como consecuencia de esta transferencia del pecado, el que cree en Cristo Jesús es
hecho justo, es hecho justicia de Dios en Cristo. Cristo fue hecho pecado a fin de
que los pecadores pudieran ser justos.
Y vamos a desarrollar nuestra enseñanza bajo tres puntos; los cuales son:
1. El Concepto de la Sustitución.
2. La Sustitución en el Antiguo Testamento.
3. La obra Sustitutiva de Cristo.
DESARROLLO
1. EL CONCEPTO DE LA SUSTITUCIÓN
En otras palabras, lo que esto quiere decir es: “que nuestro Señor vino a morir
en nuestro lugar y como nuestro sustituto”. y también nos da entender: “de
que CRISTO ocupa nuestro lugar, especialmente con el fin de sufrir nuestro dolor y
de este modo librarnos de él”.
Debemos recordar que, por el pecado de nuestros primeros padres, todos los
hombres se encuentran en un estado pecaminoso y de apostasía contra Dios, se
encuentran en enemistad con él, dice Pablo en:
Romanos 3:23 “Por cuantos todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios”
y más adelante en Romano 8:7 añade “Por cuanto los designios de la carne son
enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden”.
Por esta razón todos los hombres siguen pecando contra Dios, y por sí mismos no
pueden agradar a Dios y mucho menos alcanzar su propia salvación. De manera que
Así que, Dios en Su justicia y santidad no puede pasar por alto el pecado, por esta
razón en Su sabiduría infinita y su perfecto amor resolvió el problema del pecado
usando un sustituto.
Dice Arthur Pink en su libro “La obra penal de Cristo” con relación a la sustitución:
El pecado tiene que ser castigado; la pena de la Ley debe ser aplicada. En
consecuencia, como Salvador de su Iglesia, Cristo tuvo que sufrir como sustituto, la
condenación de la Ley.
Así que vemos que la obra sustitutiva de Cristo fue planeada desde la eternidad, en
ese pacto Intratrinitario, ¿Pero que encontramos en las Escrituras acerca de la
sustitución? ¿Cuándo fue implementada? Eso nos conecta con nuestro segundo
punto:
En todas partes de las Escrituras, las prendas son símbolos de la justicia; toda la
justicia suficiente de Dios o la auto justicia del hombre. Las túnicas de piel con las
que el Señor vistió a Adán y a Eva representan la justicia proporcionada por El; en
el cual ellos podrían estar en Su santa presencia.
Estas túnicas de piel son un tipo de lo que Dios proveyó para nosotros en la
atribución de Su justicia por medio de Jesucristo.
Dos mil años más tarde el verdadero Hijo de la promesa fue a esa misma montaña,
pero no había cordero sustituto para Él porque Él era el "cordero del Dios que quita
el pecado del mundo"
Recordemos que en ese momento el pueblo judío llevaba 400 años de esclavitud en
Egipto, y luego de que Dios llama a Moisés y Aaron para liberar a Su pueblo del yugo
de la opresión y esclavitud.
Levítico 16.5-6, 15-16, 21-22. Y de la congregación de los hijos de Israel tomará dos
machos cabríos para expiación, y un carnero para holocausto. 6 y hará traer Aarón
el becerro de la expiación que es suyo, y hará la reconciliación por sí y por su casa.
21 y pondrá Aarón sus dos manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y confesará
sobre él todas las iniquidades de los hijos de Israel, todas sus rebeliones y todos sus
pecados, poniéndolos así sobre la cabeza del macho cabrío, y lo enviará al desierto
por mano de un hombre destinado para esto. 22 y aquel macho cabrío llevará sobre
sí todas las iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por
el desierto.
La Sustitución en este pasaje se presenta: en que uno de los machos cabríos debía
ser sacrificado y su sangre rociada como acostumbraban; luego el sacerdote del
templo debía poner sus manos sobre la cabeza del macho cabrío vivo, y de esta
manera transfería todos los pecados del pueblo y los propios.
El sacerdote con esto declaraba que la víctima, es decir, en este caso cordero,
ocupaba su lugar; posteriormente el animal era dejado en el desierto y de esta
manera el animal alejaba del pueblo toda la iniquidad cometida contra Dios.
Este era una celebración conocida como el Yom Kipur o el Día de la Expiación y que
todos los años el pueblo debía hacer. Sólo de esta manera sus pecados eran
perdonados, pero luego al año siguiente debían hacer lo mismo, de hecho, los judíos
hasta el día de hoy celebran este día, puesto que ellos rechazan tajantemente la
De manera que es, en este contexto de “llevar los pecados” que se puede percibir
la posibilidad de que alguna otra persona pueda cargar con la pena de las
transgresiones del pecador.
Por ejemplo, en Números 14.33. Moisés les dijo a los israelitas que sus hijos iban a
tener que vagar por el desierto 40 años y así 'llevaran vuestras rebeldías”. De manera
que este era el lenguaje que se utilizaba para mostrar un acto vicario de llevar los
pecados.
Y noten como dice el versículo: 22 Y aquel macho cabrío llevará sobre sí todas las
iniquidades de ellos a tierra inhabitada; y dejará ir el macho cabrío por el desierto.
Así que, en este caso la proclamación pública del día de la expiación expresaba que
la reconciliación era posible sólo llevando los pecados en forma sustitutiva.
Sin embargo, por lo menos los israelitas más espirituales tienen que haber
comprendido que un animal no puede ser un sustituto adecuado de un ser humano,
se necesitaba un sustituto adecuado. Y esto nos lleva a considerar nuestro tercer
punto:
Versículos 24-28 Porque no entró Cristo en el santuario hecho de mano, figura del
verdadero, sino en el cielo mismo para presentarse ahora por nosotros ante Dios;
25 y no para ofrecerse muchas veces, como entra el sumo sacerdote en el Lugar
Santísimo cada año con sangre ajena.
26 de otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio
del mundo; pero ahora, en la consumación de los siglos, se presentó una vez para
siempre por el sacrificio de sí mismo para quitar de en medio el pecado.
27 Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez,
y después de esto el juicio, 28 así también Cristo fue ofrecido una sola vez para
llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el
pecado, para salvar a los que le esperan.
Pero estos sacrificios no podian quitar los pecados; eran solo un símbolo, eran
sombra de la obra vicaria de Cristo; quien es el sustituto perfecto; el cordero sin
mancha; en quien tenemos eterna redención.
1Pedro. 2:24. “Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero”
Y eso por supuesto nos debe llevar a vivir en completa entrega; dice el apóstol Pablo
en: 2 Corintios 5: 14-15 Porque el amor de Cristo nos constriñe, pensando esto:
que, si uno murió por todos, luego todos murieron; y por todos murió, para que los
que viven, ya no vivan para sí, sino para aquel que murió y resucitó por ellos.
Una vez somos Sustituidos por nuestro Señor, como creyentes ya NO debemos vivir
para nosotros mismos, sino que debemos vivir para Cristo, quien murió y resucito
por nosotros, tomando nuestro lugar por causa del pecado en la cruz.
El amor de Cristo nos constriñe “El Amor de Cristo”, este amor debe a cada uno de
nosotros controlarnos, debe dominar nuestras vidas, nos debe motivar a llevar una
vida que honre a Dios.
“Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí mismo. Pues si
vivimos, para el Señor vivimos; y si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea
que vivamos, o que muramos, del Señor somos (Ro 14.7-8)
Quiero finalizar contado les una pequeña historia de un rey que no entendía a Dios
y que reflexionemos en unas preguntas:
El Rey que no entendía a Dios: Hace mucho tiempo, en un reino distante, vivía un
rey que no creía en la bondad de Dios. Tenía, sin embargo, un súbdito que siempre
le recordaba acerca de esa verdad.
En todas las situaciones decía: “! Rey mío, no se desanime, porque todo lo que Dios
hace es perfecto. ¡Él nunca se equivoca!” Un día el rey salió a cazar junto con su
súbdito, y una fiera de la jungla le atacó.
El súbdito consiguió matar al animal, pero no evitó que su Majestad perdiese el dedo
meñique de la mano derecha. El rey, furioso por lo que había ocurrido, y sin mostrar
“El siervo respondió: - “Rey mío, a pesar de todas esas cosas, solamente puedo
decirle que Dios es bueno, y que quizás, perder un dedo, sea para su bien. Todo lo
que Dios hace es perfecto.
! ¡Él nunca se equivoca!” El rey, indignado con la respuesta del súbdito, mandó que
fuese preso a la celda más oscura y fétida del calabozo. Después de algún tiempo,
el rey salió nuevamente para cazar, y fue atacado, esta vez, por una tribu de indios
que vivían en la selva. Estos indios eran temidos por todos, pues se sabía que hacían
sacrificios humanos para sus dioses. Inmediatamente después que capturaron al
rey, comenzaron a preparar, llenos de júbilo, el ritual del sacrificio.
Cuando ya tenían todo listo, y el rey estaba delante del altar, el sacerdote indígena,
al examinar a la víctima, observó furioso: - “! ¡Este hombre no puede ser sacrificado,
pues es defectuoso! ¡Le falta un dedo!” Luego, el rey fue liberado.
Al volver al palacio, muy alegre y aliviado, liberó a su súbdito y pidió que fuera a su
presencia. Al ver a su siervo, le abrazó afectuosamente diciendo: - “! ¡Querido, Dios
fue realmente bueno conmigo! Tú debes haberte enterado de que escapé
justamente porque no tenía uno de mis dedos.
Pero ahora tengo una gran duda en mi corazón: si Dios es tan bueno, por que
permitió que estuvieses preso, ¿tú que tanto lo defendiste? “El siervo sonrió, y dijo:
…- “Rey mío, si yo hubiera estado junto con usted en esa caza, seguramente habría
sido sacrificado en su lugar, ¡ya que no me falta ningún dedo! Por lo tanto, acuérdese
siempre: Todo lo que Dios hace es perfecto.! ¡Él nunca se equivoca! “
Mis hermanos, nosotros estamos como este rey, aún no hemos entendido a Dios, (y
no hablo desde una perspectiva del conocimiento, o el del pensamiento); hablo de
entender el sacrificio que Dios hizo al entregar a Su único Hijo en manos de
pecadores que los crucificaron y mataron.
Siendo Él inocente y sin pecado, murió por todos mis pecados, los cargo en su cuerpo
que fue molido y tomo el lugar que me pertenecía a mí, el lugar que en realidad yo
merecía.
Ya para concluir quiero que reflexionemos en el amor de Cristo: Esto era lo que
impulsaba, al Apóstol Pablo, el Amor de Cristo, Pablo se vio como el peor de los
pecadores porque el persiguió y encarcelo a muchos cristianos, pero una vez la
gracia de Dios lo alcanzó, su vida cambio por completo, pues el Amor de Cristo que
lo alcanzó primero a él, lo llevo a entregar su vida por completo al Señor.
Sí nuestras vidas hermanos siguen igual, entonces es porque estamos como este
rey, no hemos entendido la doctrina de la sustitución que Cristo ha hecho por mí en
la Cruz.