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GÉNERO

Guía de educadores y educadoras

Humanidad Imparcialidad Neutralidad Independencia Voluntariado Unidad Universalidad


ÍNDICE

1. ORIENTACIONES GENERALES PARA EDUCADORES Y EDUCADORAS


Universalidad

1.1. Habilidades docentes en el proceso de enseñanza-aprendizaje


1.1.1. Habilidades docentes específicas
1.1.2. Competencias del educador o educadora
1.1.3. Aspectos clave para una comunicación eficaz
Unidad

1.2. Objetivos de esta guía


1.3. Metodología a seguir en el aula
1.4. Estructura de la guía
Voluntariado

2. TEORÍAS FEMINISTAS. TEORÍAS DE GÉNERO.


2.1 Acercamiento histórico: los feminismos atraviesan la historia
2.1.1 Christine de Pizan y el primer libro feminista.
Independencia

2.1.2 Siglo XIX-XX: Reivindicación de los derechos de la mujer y el sufragio


2.1.3 Movimiento de las mujeres o Liberación de las mujeres
2.1.4. De 1990 a la actualidad
2.2 Conceptualización de términos de referencia
2.2.1 La construcción social del género
Neutralidad

2.2.2 Orientación sexual e identidad de género.


2.2.3 El espacio doméstico, el espacio público y el privado.
2.2.4 Educación en igualdad.
2.2.5. Feminismos y participación.
Imparcialidad

3. COEDUCACIÓN Y PREVENCIÓN DE VIOLENCIA SEXISTA


3.1. Aprenden a ser chicas y chicos: la socialización diferencial de género
3.1.1. Los estereotipos y mandatos de género
3.1.2. Del sexismo a la igualdad en la escuela
Humanidad

3.2. De la escuela mixta a la coeducadora: la educación no sexista


3.2.1. Características de la Coeducación
3.2.2. Ejemplos de acción positiva en la escuela
3.3. La prevención de la Violencia Sexista desde la Coeducación
3.3.1. Qué es la violencia sexista: Conceptualización

2
3.3.2. Cómo se manifiesta e identifica
3.3.3. Cómo se produce y perpetúa
3.3.4. Claves para prevenir la violencia sexista desde la coeducación

4. CORRESPONSABILIDAD Y MUNDO PROFESIONAL Y LABORAL


Universalidad

4.1. Desigualdad en el mundo profesional y laboral


4.1.1. La división sexual del trabajo
4.1.2. La discriminación de las mujeres en el mundo laboral
4.1.3. Diversificación profesional
Unidad

4.1.4. La orientación vivencial, escolar y profesional


4.2. Desigualdad en el ámbito doméstico y Corresponsabilidad
4.2.1. Trabajo en el ámbito público- doméstico
Voluntariado

- El Trabajo emocional
4.2.2. Desigualdad en la organización Familiar
- Usos del tiempo
- Un trabajo no valorado
Independencia

- La doble jornada
4.2.3. Corresponsabilidad y Conciliación
- Corresponsabilidad
- Conciliación personal, laboral y familiar
Neutralidad

5. EMPODERAMIENTOY LIDERAZGO
5.1. El papel de las mujeres en los espacios público y privado
5.2. La participación de las mujeres
5.3. La intervención para una participación equilibrada
Imparcialidad

5.3.1. Obstáculos y sugerencias


5.4. Empoderamiento
5.4.1. Las referencias históricas y sociales.
5.4.2. Tipos de empoderamiento/ liderazgo
Humanidad

5.4.3. Estrategias de fomento del empoderamiento

6. NUEVAS MASCULINIDADES
6.1. Socialización y nuevas masculinidades
6.1.1. La igualdad desde la perspectiva masculina.
6.1.2. Patriarcado y consecuencias

3
6.1.3. Así aprendimos a ser hombres: la masculinidad tradicional.
6.1.4. Roles y estereotipos en deconstrucción. Nuevas masculinidades
6.2. La masculinidad hegemónica
6.2.1. Los hombres y el poder
6.2.2. Los hombres y las emociones
Universalidad

6.2.3. Los hombres y la sexualidad


6.3. Los hombres y la violencia machista
6.4 Los hombres implicados en la igualdad
6.4.1 Presencia en nuestro proyecto educativo
Unidad

6.4.2. Grupos de hombres profeministas.

7. Mujeres en el mundo
Voluntariado

7.1. Panorámica de la situación de las mujeres en el mundo


7.1.1. Algunos datos
7.1.2. La diversidad cultural
7.2. Roles de las mujeres en el mundo globalizado
Independencia

7.2.1. Universalidad del patriarcado


7.2.2. Situación ante los grandes problemas mundiales
7.3. Trata de mujeres con fines de explotación Sexual
Neutralidad
Imparcialidad
Humanidad

4
1. ORIENTACIONES GENERALES PARA EDUCADORES Y EDUCADORAS

“Quien quiera enseñarnos una verdad, que


no nos la diga: que nos sitúe de modo que
Universalidad

la descubramos nosotros”.1

1.1. Habilidades docentes en el proceso de enseñanza-aprendizaje


Educar no es fácil. Educar requiere pensar, analizar, y lo más importante, transfor-
mar lo que sabemos en acción.
Unidad

Para cualquier educador o educadora el reto de la enseñanza recae en su capaci-


dad a la hora de trasmitir una serie de valores y conocimientos de tal manera que
lleguen a convertirse en aprendizajes significativos para sus alumnos y alumnas.
Voluntariado

El profesorado debe facilitar al alumnado la responsabilidad de su propio aprendi-


zaje, orientando y ayudando durante todo el proceso educativo.
Educadores y educadoras deben hacer uso de las estrategias pedagógicas necesa-
rias para estimular las capacidades y habilidades de sus educandos.
Independencia

1.1.1. Habilidades docentes específicas


Neutralidad
Imparcialidad
Humanidad

1
Cita de José Ortega y Gasset

5
1.1.2. Competencias del educador o educadora
Cuando hablamos de competencias del educador o educadora nos referimos a sa-
ber reflexionar, organizar, seleccionar e integrar aquello que puede ser mejor para
educar, adaptando los conocimientos propios a las características del alumnado y
haciendo uso de las estrategias educativas más adecuadas para conseguir que se
Universalidad

este realice un aprendizaje significativo.


Entre ellas podemos destacar:
Unidad
Voluntariado
Independencia
Neutralidad

1.1.3. Aspectos clave para una comunicación eficaz


En la comunicación que se establece en un proceso formativo es fundamental con-
cebir al alumno o alumna como parte activa del proceso de aprendizaje, y no como
mero individuo receptor de la información que emite la persona docente. Como
educadores y educadoras, es nuestro deber buscar continuamente esta retroali-
Imparcialidad

mentación con el alumnado, de manera que sepamos con fiabilidad cómo se está
recibiendo nuestro mensaje.
Para ello es conveniente:
● Planificar el contenido y tipo de comunicación.
● Utilizar un lenguaje claro y sencillo.
Humanidad

● Establecer una comunicación bidireccional.


● Fomentar una comunicación centrada en el individuo receptor.

6
1.2. Objetivos de esta guía
Con esta guía pretendemos ofrecer un instrumento de apoyo y una herra-
mienta útil, que sirva como asesoramiento en el tratamiento de la prevención de la
Universalidad

violencia de género y como ayuda a la hora de trasladar la teoría a la práctica en la


intervención educativa.
Ante todo, esta es una guía de prevención.
La realidad en la que vive nuestra juventud hace necesario que centremos
nuestra atención en prevenir las conductas asociadas a la violencia de género; pe-
ro, junto a este propósito, existe la voluntad de que con nuestra ayuda puedan sol-
Unidad

ventarse muchas otras dudas o problemas que hayan ido apareciendo en las rela-
ciones comunicativas con nuestros grupos de adolescentes. Para ello, es necesario
partir desde un enfoque basado en el respeto y la sinceridad, porque solo de esta
Voluntariado

manera será posible un análisis y una actuación con perspectivas reales.

Objetivo general: ofrecer un instrumento de apoyo y una herramienta que


complete los recursos existentes para posibilitar una educación preventiva y la ad-
quisición de hábitos de vida saludables.
Independencia

1.3. Metodología a seguir en el aula


Antes de desarrollar los contenidos con los grupos de trabajo, cada educa-
dor o educadora deberá trabajarlos de forma individual y reflexionar sobre aquellos
elementos que considere debe adaptar a las necesidades y características de las
Neutralidad

personas destinatarias.
Es esencial entender que el contexto de cada grupo va a determinar las
necesidades formativas a la hora de seleccionar una información determinada.
De esta manera, según la edad o los conocimientos previos del grupo sobre un te-
ma, necesitaremos profundizar más en unas cuestiones u otras.
Imparcialidad

Por otro lado, una de nuestras principales funciones como educadores y


educadoras es conocer a las personas con las que trabajamos y prestar atención a
sus demandas individuales y grupales. Por ello, debemos mostrar especial aten-
ción a su nivel de proximidad con el fenómeno de la discriminación por géne-
ro y/o violencia de género y enfocar los contenidos en relación a ese nivel de
conocimientos.
Humanidad

Tratar el tema de género siempre implica una sensibilidad y un respeto muy


especiales; cuando se trata de trabajarlo con adolescentes, ese respeto debe ser
aún mayor. El grupo, para que pueda mostrar sus verdaderos conocimientos y
creencias acerca del tema, debe sentir que existe un clima de calidez y respeto mu-
tuo. Del mismo modo, si no sienten respeto, no confiarán nunca lo suficiente como
para que nuestra relación educativa sea eficaz y productiva.

7
Como ocurre en la mayoría de situaciones cuando se trabaja con jóvenes y
adolescentes, al final acaba teniendo más importancia la manera de transmitir la in-
formación que el propio contenido del mensaje. Por ello, es esencial que dedique-
mos todos nuestros esfuerzos a procurar un clima comunicativo eficaz y respetuoso
entre ambas partes. Por la nuestra, el secreto recae en ganarnos su confianza con
profesionalidad y tolerancia.
Universalidad

Debemos ser conscientes del poder que tiene el silencio y cómo, a través de
este, podemos captar la atención, crear expectación y favorecer momentos de re-
flexión y participación activa.
Si conseguimos que el grupo se encuentre en todo momento motivado y re-
forzado en su labor, habremos establecido las bases para el logro de gran parte de
los objetivos fijados.
Unidad

En el trabajo con grupos de formación es habitual encontrarse con proble-


mas de difícil solución, que distorsionarán el proceso de aprendizaje. En estos
casos es imprescindible:
Voluntariado

• Entender muy bien cada uno de los factores que han provocado su aparición
y saber actuar.
• Conocer la percepción personal que tiene cada miembro del grupo y su in-
fluencia en el conjunto.
• Definir y alcanzar las causas del conflicto. Para ello, debemos indagar el mo-
Independencia

tivo y sus principales características.


• Analizar las causas en colaboración con los miembros del grupo para, des-
pués, determinar las acciones que nos ayudarán en la resolución del conflic-
to.
• Por último, buscar alternativas entre todas las partes implicadas, y seleccio-
nar la más adecuada.
Neutralidad

1.4. Estructura de la guía

A fin de poder llevar a cabo el diseño y la redacción de esta guía formativa,


Imparcialidad

se han organizado sus contenidos en una serie de capítulos diferentes. A excep-


ción del primero, cuya función es orientar al cuerpo educativo sobre aquellos ele-
mentos organizativos y funcionales necesarios para poder trasmitir con mayor efi-
cacia los contenidos posteriores, y de los anexos del final, el resto de capítulos se
articulan en módulos y cuentan con su propia unidad didáctica para trabajar los
contenidos propuestos directamente.
Humanidad

Se ha otorgado una importancia crucial a este primer capítulo titulado


“Orientaciones generales para educadores y educadoras” gracias al cual estos
podrán trazar una línea conductora que una todos los contenidos. En él se ofrecen
instrumentos operativos a tener en cuenta en la formación. De una manera esque-
mática y sencilla, se manejan criterios que ayudan a fortalecer la formación y a in-
crementar las capacidades tanto de los educadores como de los participantes.

8
El corpus de módulos formativos es el eje y epicentro de la guía. Estos
módulos o capítulos pertenecen a la recopilación de aquellos datos imprescindibles
para trabajar el fenómeno de la prevención sobre género con jóvenes adolescen-
tes. Cada módulo no debe entenderse como un todo en sí mismo, separado de los
demás, sino como un recorrido que, a pesar de haber sido fragmentado, solo ad-
quiere sentido con la lectura global de toda la guía y, por supuesto, con la com-
Universalidad

prensión de cada una de sus partes.


Cabe señalar que la planificación de esta guía no es rígida. El educador o
educadora puede adaptar su estructura para atender a una realidad y demanda
formativa concreta que se le plantee. Incluso puede diseñar su propia organización
de la estructura, siempre que tenga en cuenta los contenidos y una organización
metodológica que fomente la adquisición de conocimientos por parte de los partici-
Unidad

pantes de manera inductiva, participativa, vivencial y humana.


Los módulos formativos presentan el conjunto de los contenidos teóricos pa-
ra el desarrollo del tema, junto a un pequeño apartado con orientaciones metodoló-
gicas para su ejecución. En cada uno de ellos, el formador o formadora podrá am-
Voluntariado

pliar sus conocimientos para trasladarlos posteriormente al aula a través de las uni-
dades didácticas destinadas a este fin.
Una vez presentado el contenido formativo, la guía presenta unas las con-
clusiones finales en relación al desarrollo de todo el manual, y propone un resu-
men sintético de aquello a lo que deberíamos mostrar especial atención en el mo-
Independencia

mento de actuar.
A continuación, se propone un pequeño glosario de los términos sobre los
que se ha trabajado. Con él pretendemos facilitar la comprensión de todos aquellos
conceptos que puedan resultar más complejos. Durante la lectura y seguimiento de
cada uno de los módulos, irán apareciendo este tipo de conceptos. Su tratamiento y
definición se ha llevado a cabo en función del apartado al que pertenecen y el con-
texto en el que aparecen.
Neutralidad

Finalmente, la guía cuenta con un conjunto de orientaciones informativas


para indicar dónde poder dirigirse para ampliar conocimientos específicos sobre al-
gún tema o sobre algún servicio de atención en concreto. Este apartado recibe el
nombre de “Direcciones de interés” y en él podréis encontrar desde un listado de
páginas Web de interesante contenido para el desarrollo de la temática, hasta di-
Imparcialidad

recciones de centros e instituciones que actualmente trabajan en casos de violencia


de género o discriminación por género en nuestro país.
Humanidad

9
2. TEORÍAS FEMINISTAS. TEORÍAS DE GÉNERO.

2.1 Acercamiento histórico: los feminismos atraviesan la historia


Vienen actuando
Universalidad

desde el fondo de mis raíces,


profundas como la noche
e inquietas como el viento.
Vienen cruzando mi historia,
Unidad

atravesando mí aliento,
mujeres, muchas mujeres.
Gabriela Fagetti
Voluntariado

Entender para poder actuar, aprender para poder crecer y conocer para po-
der detectar, y así comenzar a bucear en lo que supone nuestra propia historia, la
historia olvidada de nuestro autoconocimiento, mujeres y hombres, con historias
escritas en paralelo y cuyo comienzo de la historia en común puede vislumbrarse a
Independencia

día de hoy bajo una luz tenue al final del pasillo.


Acercarse al concepto de género supone el compromiso individual de la au-
torreflexión, de cuestionarse el todo y comenzar así a construirse de nuevo, bajo
una perspectiva panorámica de nuestro propio yo. La incorporación de la visión del
género como una estructura medular en nuestra construcción social con el mundo.
El viaje que comienza es de autoconocimiento, como requisito indispensable
para poder ayudar a generar cambios de actitud y perspectivas igualitarias en las y
Neutralidad

los adolescentes y jóvenes con los que trabajamos, así como para favorecer un
crecimiento emocional que permita la expresión de cada persona desde su propia
individualidad. Y lo que supone el siguiente paso, el enseñar a vivir en igualdad, el
enseñar a ser una y uno mismo, desde el propio ejemplo vital, desde el trabajo en
la coeducación, en el conocimiento de una historia integral y completa y en el amor
Imparcialidad

y aceptación de cada una y cada uno como únicas y únicos en la sociedad a la que
pertenecemos.
En las siguientes líneas, encontrarás un breve repaso por lo que es y ha sido
la historia no contada de las mujeres en el desarrollo de la sociedad, su participa-
ción e involucración activa, pero también desconocida en el desarrollo de las distin-
tas sociedades hasta nuestros días, así como algunos conceptos claves que debe-
rás recordar para poder seguir profundizando y avanzando en este pequeño viaje.
Humanidad

10
2.1.1 Christine de Pizan y el primer libro feminista.

“Así pues, yo me fiaba más de otro,


que de lo que sentía y sabía en mi ser de mujer”
Universalidad

Cristina de Pizán, La Ciudad de las Damas.

Año 1364, nace en la ciudad de Pizzano Christine de Pizán, hija del astrólo-
go y médico Tommasso de Pizzano al servicio de la corte de Carlos V de Francia,
considerada no sólo como la primera autora profesional de la literatura francesa si-
Unidad

no sobre todo la anticipadora del movimiento feminista moderno. A los cuatro años
de edad, la familia de Christine de Pizán se traslada de Venecia a Francia donde se
educará y vivirá hasta fallecer en 1430, a la edad de sesenta y seis años.
Voluntariado

Christine, educada en el seno de una familia enraizada en el estudio y la


ciencia, recibió a lo largo de su infancia, una doble educación, no propia de la épo-
ca. Mientras, su madre la intentó instruir en las ocupaciones propias de las mujeres
del momento, (ocupaciones que Christine se encargará de reseñar y ensalzar a lo
largo de sus escritos) su padre, incentivó su gusto por el estudio, las ciencias y lo
relativo a los asuntos políticos, lo que explica la participación de Christine en los
Independencia

debates con respecto al devenir de los problemas relacionados con la corte.


En 1405 escribe su obra, La ciudad de las damas, donde no solo nos acer-
ca a una oleada de diversos estilos literarios nunca antes utilizados, que se retoma-
rían siglos después de la mano de algunos autores como Montaigne, sino a los
primeros escritos que se realizarían sobre el género en temas de moral, la igual-
dad de sexos, el cuerpo de la mujer, los actos violentos, hablando ya de las viola-
ciones, y el acceso de la mujer al conocimiento entre otros muchos. Su obra surge
Neutralidad

de sus propias reflexiones acerca de lo que acontecía en la sociedad de la época y


la misoginia observada por ella en distintos campos de la vida.
Reflexiona en uno de los capítulos de su libro acerca de estas cuestiones,
como si para ella hablase, intentando comprender su por qué:
Imparcialidad

“Me preguntaba cuáles podrían ser las razones que llevan a tantos hom-
bres, clérigos y laicos, a vituperar a las mujeres, criticándolas bien de pa-
labra, bien en escritos y tratados. No es que sea cosa de un hombre o dos
Humanidad

(…) sino que no hay texto que esté exento de misoginia. Al contrario, filó-
sofos, poetas, moralistas, todos, -y la lista sería demasiado larga-, parecen
hablar con la misma voz (…). Si creemos a esos autores, la mujer sería una
vasija que contiene el poso de todos los vicios y los males” 1

11
Como nos explica Marie-José Lemarchand, en su traducción de la obra, La
ciudad de las damas, retoma, para aplicarlos a las mujeres, muchos rasgos propios
de lo que solía llamarse “espejo de príncipes”, es decir, reflexiones didácticas y mo-
ralizantes sobre las cualidades necesarias para el ejercicio del poder:
(…) Aquí las virtudes o defectos no quedan ilustrados por el movimiento de las
Universalidad

piezas sobre el tablero, sino por las vidas y proezas de damas incorporadas al tex-
to, que se va construyendo del mismo modo que el recinto de una ciudadela se edi-
fica sobre piedras talladas y luego asentadas sobre argamasa (…). 2
Christine trabajará en su libro, o en su ciudad, construyendo letra a letra, pie-
dra a piedra, las cualidades intelectuales de la
Unidad

mujer.
Trató su derecho al acceso a la educa- (…) Las feministas pedían más.
ción, el uso del femenino en el lenguaje, pu- Insistían en que a las mujeres se
so sobre el tablero entre otros aspectos, a las las educara no para que fueran
Voluntariado

mujeres ascetas, entregadas a la escritura y a mejores mujeres dentro de sus


la cultura. papeles tradicionales sino para
También se dedicó a ensalzar la imagen que fueran mejores seres huma-
del cuerpo femenino, el autoconocimiento nos”.1
de la mujer, de su propio cuerpo como camino
Independencia

hacia libertad, lo que supuso un desafío a los médicos de la época que filosofaban
sobre el cuerpo de la mujer considerando las diferencias fallos o defectos produci-
dos en el cuerpo del hombre.
La modernidad en el relato de Christine de Pizán, atendiendo al contexto
tanto social, político o religioso del Siglo XV en el que se desarrollaría su vida,
hacen de sus escritos auténticos baluartes de una modernidad que la sociedad no
conocería hasta algunos siglos después.
Neutralidad

En 1671, se publica la igualdad de sexos, firmado por Poullain de la Ba-


rre, un joven cura y filósofo de la época que defendió a través de sus escritos, có-
mo la única forma de combatir la desigualdad sexual es a través de la educación e
hizo suya la frase “la mente no tiene sexo” promoviendo el debate y la vindica-
ción sobre el derecho de todas las mujeres a poder acceder a la educación.
Imparcialidad

Casi 100 años después, en 1792, se publica una obra histórica para el mo-
vimiento feminista, Vindicación de los derechos de la mujer, firmada por Mary
Wollstonecraft. Esta libre pensadora inglesa recogerá en su obra todas las ideas
dejadas por sus predecesoras y las impulsará y dotará de una nueva importancia al
relacionar la responsabilidad directa del Estado sobre la mejora real de la vida de
las mujeres.
Humanidad

Mary abogó en esta obra por la necesidad de realizar reformas en el tema


educativo instando al Estado a crear un sistema de educación primaria gratuita
para ambos sexos y de esta forma acabar con la subordinación que tenían someti-
das a las mujeres del mundo. Sostiene que las mujeres nacen iguales a los hom-
bres, como seres humanos, y es la desigual educación que reciben, obstinadas en
hacerlas femeninas, lo que las hacen inferiores a los hombres.

2
Lemarchand, Marie-José, trad. La ciudad de las damas, Siruela, Madrid, 3ªed, 2006, pag.18

12
A través de varios escritos, el discurso de Mary Wollstonecraft fue evolucio-
nando y la reflexión concluyó en que, si las mujeres no eran inferiores a los hom-
bres, ¿por qué no podrían participar de la vida política?, por lo que no sólo vin-
dicó el derecho a una educación de calidad en igualdad de oportunidades sino el
acceso a la vida política del país de la misma forma que los hombres lo hacían.
Universalidad

arias circunstancias tuvieron lugar al mismo tiempo que las mujeres comen-
zaban a pedir cada vez con más fuerza su derecho a la participación igualitaria en
la vida política, jurídica y social, entre ellas, una nueva revolución, algo que cambia-
ría la concepción del mundo, la revolución industrial. Como señala Nuria Varela: “Al
mundo que anunciaban teóricamente los filósofos de la Ilustración, se llega gracias
a dos procesos revolucionarios, las revoluciones políticas y la revolución indus-
Unidad

trial”.3
Y así fue como dos hechos importantes darían muestras del verdadero modo
de pensar son: La Declaración de la Carta de Independencia de Estado Unidos y
Voluntariado

La declaración de Derechos del Hombre en Francia.


En este momento, Olimpia de Gouges escribe también la Declaración de
Derechos de la mujer y la ciudadana poniendo de manifiesto, la laguna legal ex-
plicita de la presencia de la mujer y su invisibilización a que estas disfrutaran de la
misma ciudadanía otorgada a los hombres.
Independencia

Y es así como, tras poner en la agenda política y pública de los países, los
derechos inalienables de las mujeres sobre las mesas de los despachos, los
hombres reaccionaron y tomaron las medidas legales que eran necesarias para di-
solver tales movimientos (disolución de los clubes femeninos, la prohibición de reu-
nión en las calles, la prohibición para asistir a las asambleas políticas y las que más
se significaron lo pagaron con la cárcel o la guillotina).
Neutralidad

Se redactará mas tarde, el Código de Napoleón que perpetuará el someti-


miento de las mujeres al poder masculino, en todos los sentidos. Amelia Valcarcel
lo explica así: “Eran consideradas hijas o madres en poder de sus padres, esposo e
incluso hijos. No tenían derecho a administrar su propiedad, fijar o abandonar su
domicilio, ejercer la patria potestad, mantener una profesión o emplearse sin permi-
Imparcialidad

so, rechazar a su padre o marido violentos. La obediencia, el respeto, la abnega-


ción y el sacrificio quedaban fijados como sus virtudes obligatorias. El nuevo dere-
cho penal fijó para ellas delitos específicos que, como el adulterio y el aborto, con-
sagraban que sus cuerpos no les pertenecían. A todos los efectos, ninguna mujer
era dueña de sí misma, todas carecían de lo que la ciudadanía aseguraba, la liber-
tad”.4
Humanidad

3
Varela, Nuria, Feminismo para principiantes, Ediciones B, Barcelona, 2008, 1ª edición, pag. 28
4
Valcarcel, Amelia, La memoria colectiva y los restos del feminismo, Naciones Unidas, Santiago de Chile,2001., pág 14

13
2.1.2. Siglo XIX-XX: Reivindicación de los derechos de la mujer y el sufragio

“Me declaro en contra de todo poder


Universalidad

cimentado en prejuicios aunque sean antiguos”.


(Mary Woollstonecraft)

En todos los países donde el movimiento feminista se había puesto en


marcha, las demandas de las mujeres, encontraron una oposición reactiva tan ma-
Unidad

siva que éstas, no dudaron en organizarse para luchar por los derechos que les
habían sido negados.
En Estados Unidos, las mujeres trabajaron por los derechos de los esclavos
Voluntariado

y la abolición de las leyes de la esclavitud, por la abolición de las leyes de comercio


que mantenía los precios altos de mercado y por ampliar los derechos de la pobla-
ción trabajadora.
5
En 1848 se redacta la Declaración de Seneca Falls, que fue llamada la
Declaración de sentimientos. En palabras de Alicia Mirayes, “Esta declaración se
expresaba –y de forma muy rotunda- en contra de la negación de los derechos civi-
Independencia

les y jurídicos para las mujeres”. 6 Se convierten entonces en el primer movimiento


político de mujeres y ellas pasan a ser sujeto de la acción política.7
Veinte años mediaron entre la
declaración de Seneca Falls y la materia-
lización de las vindicaciones del movi-
miento de las mujeres, en algo más real Amelia Valcarcel señala que “el su-
fragismo fue un movimiento de agi-
Neutralidad

que no fueran sólo buenas palabras. Las


tación internacional, presente en
acciones de concienciación, de visibiliza-
todas las sociedades industriales,
ción y de sensibilización de la población que tomó dos objetivos concretos –
en general, pero sobre todo de las muje- el derecho al voto y los derechos
res en particular, obtendrían sus primeros educativos- y consiguió ambos en
frutos casi dos décadas después. un periodo de ochenta años lo que
Imparcialidad

Se funda en 1868 la Asociación supone tres generaciones militan-


tes empeñadas en el mismo proyec-
Nacional pro Sufragismo de la mujer
to”.1 Pero, cuanto más fuerte era su
(NWSA) y en 1869 nacía la Asociación
lucha, más fuerte resultaba la opo-
Americana pro Sufragismo de la Mujer sición que los hombres manifesta-
(AWASA). Estas, realizaron Diversas ban.
campañas de sensibilización a lo largo de
Humanidad

todos los estados y de forma progresiva y


en ese mismo año el estado de Wyoming
se convertía en historia por ser el primero en reconocer el derecho a voto de las
mujeres.
5
S. Anderson, Bonnie; P. Zinnser, Judith, Historia de las mujeres, una historia propia, Editorial Critica, Barcelona,2009, 1ª ed en serie mayor
rústica, pag. 856
6
Miyares, Alicia, 1848: El manifiesto de Seneca Falls, revista Leviatan, nº 75, Madrid, primavera 1999, págs 135-158 en la red
http://www.creatividadfeminista.org/articulos/2004
7
Varela, Nuria, Feminismo para principiantes, Ediciones B, Barcelona, 2008, 1ª edición, pag. 49

14
De esta forma, el movimiento feminista, y en este caso, las mujeres esta-
dounidenses, empezaron a buscar nuevas estrategias de campaña, de visibiliza-
ción, de comunicación, con la que poder hacer llegar la reivindicación por nues-
tros derechos. A través de un movimiento pacífico pero no silencioso, constante y
sin decaer, hicieron llegar sus objetivos al conocimiento de la ciudadanía estadou-
Universalidad

nidense. Todas las mujeres unidas, exigiendo el cambio, generándolo desde ellas
mismas, consiguieron en 1920, después de 20 años de manifestaciones, de elabo-
ración de panfletos, de marchas por las ciudades de los estados, de huelgas de
hambre... ser escuchadas y conseguir el derecho al voto.
Pero esto no sucedió de la misma forma en todos los países. Es importante
señalar, que los movimientos por la reivindicación por los derechos de la mujer, es-
Unidad

taban compuestos en una importante mayoría por mujeres de la clase media. Ellas
fueron las que experimentaron de formas mas explicita la privación de los derechos
que hombres de su misma clase habían conseguido para ellos.
Voluntariado

Eran conscientes de que sus hijas necesitarían una mejor educación para en
un futuro poder mantenerse por ellas mismas si necesitaban trabajar, porque de lo
contrario, al no poder poseer propiedades ni bienes de ningún tipo, se verían obli-
gadas a vivir de la caridad que los hombres de su familia tuviesen a bien proporcio-
narlas.
Por eso no es de extrañar que el más grande y famoso movimiento feminis-
Independencia

ta surgiera en Inglaterra, primer país en el que las clases medias alcanzaron poder
numérico y político. 8 Pero, lo cierto es que, en esa lucha, no solo estaban contem-
pladas unas u otras mujeres, eran todas, y todas participaron porque todas sabían
que estaban y vivían excluidas.
Las feministas inglesas fueron las primeras en cuestionar el orden político
y jurídico de la sociedad en la que vivían y reivindicar su derecho, no solo a una
Neutralidad

educación de calidad, sino el derecho a tener propiedades, y controlar por ellas


mismas los ingresos, el derecho al voto y a participar de la vida política de su país.
Se inaugura el primer colegio que daba la posibilidad a las mujeres de asistir
a clase de nivel universitario, el Queen´s College y más tarde se uniría el Bedford
College.
Imparcialidad

También se crearon entonces publicaciones específicas feministas, fun-


daron más sociedades para trabajar el empoderamiento. Poco a poco empiezan a
tomar impulso las movilizaciones para conseguir que las mujeres pudieran controlar
sus propiedades y ser dueñas de sus ingresos.
Pero a pesar de las esperanzas y de la lucha, en 1857, el parlamento inglés
aprobó una ley de divorcio que contemplaría el divorcio si la esposa cometía adul-
terio y si el hombre cometía adulterio junto con otro delito como el abandono o la
Humanidad

crueldad extrema hacia la mujer. Consideraban que las esposas no tenían necesi-
dad de controlar sus propios ingresos o sus propiedades.9, siendo práctica habitual
que el marido que decidía permitir que su mujer se empleara en algún oficio, cobra-
ra el directamente la retribución que ganaba ella.

8
S. Anderson, Bonnie; P. Zinnser, Judith, Historia de las mujeres, una historia propia, Editorial Critica, Barcelona,2009, 1ª ed en serie mayor
rústica, pag. 854
9
Ibídem. Pag. 858

15
Ante estas reacciones del sistema, por frenar el avance de las mujeres, el
movimiento, lejos de decaer, se hizo más fuerte y endureció su lucha por conseguir
el sufragio de la mujer. Pero no era solo el sufragio de la mujer lo que querían con-
seguir, este derecho iba unido al acceso a estudios universitarios en todas las ra-
mas del saber, a los derechos jurídicos y políticos, al derecho a gestionar sus pro-
Universalidad

pias propiedades, al derecho a la ciudadanía y a compartir la patria potestad de sus


hijos en caso de divorcio.
La inglesa Harriet Taylor Mill, revolucionará las ideas feministas a través de
muchas de sus publicaciones y de su obra, La subordinación de las mujeres, una
obra que revolucionaría la movilización feminista no solo de Inglaterra sino de mu-
chos otros movimientos feministas europeos. Su propio marido, John Stuart Mill, tu-
Unidad

vo un importante papel en la historia ya que obtuvo un escaño en el parlamento,


desde el que abogó activamente por el sufragio de la mujer.
Los años se sucedieron y gracias al duro esfuerzo de las feministas inglesas,
Voluntariado

las mujeres ya podían participar de la vida política, u ocupar puestos en la adminis-


tración pública, trabajar en las fábricas, pero seguían denegándoles el acceso al
voto. Y los únicos con los que podían aliarse para conseguir sus derechos eran los
liberales, pero estos también se resistían con decisión a conceder el voto a las mu-
jeres y seguían pidiéndoles “paciencia”.
Es entonces y hasta el estallido de la primera Guerra mundial cuando la
Independencia

estrategia del movimiento feminista cambia y las tácticas para conseguir el derecho
al voto se recrudecen y se derivan dos líneas de trabajo, las encaminadas por el
movimiento de Elizabeth Garret Fawcet, y la iniciada por Emmeline Goulden
Pankhurst, ambas dos liberales pero con claras líneas diferentes de trabajo.
Mientras Fawcett realizaba una sensibilización en la línea de las anteriores,
Pankhurst utilizó tácticas menos conservadoras y puso de nuevo al movimiento en
Neutralidad

la agenda política. Se distanció del partido laborista Independiente al que pertene-


cía al darse cuenta que seguían sin apoyar el sufragio para la mujer y creo su pro-
pio partido la Unión Social y Política de Mujeres (WSPU).
De esta forma, Emmeline Goulden ,continuó con su actividad de protesta y
vindicación; entre otras acciones, podemos contar que interrumpió mítines políticos,
organizó manifestaciones, convocó y lideró numerosas huelgas de hambre, prota-
Imparcialidad

gonizó medidas que provocaron su arresto... y definitivamente se sacrificó por el


movimiento y por el voto y arrojándose debajo de una caballo durante el transcurso
de una carrera, muriendo con la bandera de la WPSU puesta, lo que daría lugar a
una de las manifestaciones más importantes del movimiento, en su recuerdo.
Con la llegada de la Primera Guerra Mundial, la lucha se frena, y las mujeres
se dedican a la lucha patriótica. Es por ello que tras la guerra, el mundo empieza a
Humanidad

reconocer la heroicidad demostrada por todas ellas, y junto con el comportamiento


demostrado durante la contienda, la balanza de la opinión pública por la obtención
del sufragio se inclinó a su favor. Así las mujeres inglesas mayores de 30 obtuvie-
ron el derecho al voto en 1918 y las mujeres de entre 21 y 30 años deberían espe-
rar a 1928, diez años más tarde para conseguir lo mismo.

16
Tras la obtención del derecho al voto, ellas mismas se dieron cuenta de que,
la lucha por sus derechos no acababa ahí, debían continuar, y pasar a nuevas rei-
vindicaciones que permitieran una sociedad más igualitaria. Esto solo era el pun-
to de partida.
Desgraciadamente, en 1939, se desencadena la Segunda Guerra Mundial,
Universalidad

que provocaría un nuevo freno de la lucha feminista. Cuando la guerra llego a su


fin, y se reestableció el orden mundial, las mujeres se dieron cuenta de que en la
mayor parte de los países el derecho al voto ya estaba instaurado y esto originó
que muchas de las mujeres que habían permanecido con el movimiento abandona-
ran la militancia creyendo que los objetivos finalmente estaban cumplidos y que por
fin, las mujeres eran libres. Esto unido a la asociación que se las quiso dar con el
Unidad

movimiento revolucionario bolchevique mermará la imagen del movimiento y se las


tomará como insurgentes.
Pero a pesar de esto, el movimiento estaba sufriendo un proceso de evolu-
Voluntariado

ción, se cimenta en esta última etapa una nueva sólida base de principios por los
derechos y la igualdad de las mujeres que marcará la continuación de la revolución
feminista. Y será Simone de Beauvoir, la que lo consiga.
Tomando como punto de partida que “las mujeres no nacen, se hacen”, la
escritora utilizó distintas disciplinas de la rama del saber, como la biología, la mito-
logía, el materialismo histórico, y la sociología, para demostrar que sin duda, no es
Independencia

la naturaleza la que nos hace mantener


comportamientos femeninos, sino la cultu- Simone de Beauvoir, profesora
ra. dedicada a la escritura, brilló entre
Refiere de los hombres que estos, los intelectuales de la época dedi-
han utilizado su modelo como punto de cándose activamente a desafiar pú-
referencia, como centro del mundo, un blicamente a la tradición. Pero si hay
una obra culmen para esta intelec-
Neutralidad

mundo androcéntrico, sobre el que valo-


rar las distintas facetas vitales conside- tual es El segundo sexo, una obra
rando entonces a la mujer como inferior. que pasaría escribiendo a lo largo de
dos años y medio en un estudio que
comprendió mil páginas. La motiva-
ción de la obra, no responde a una
Simone de Beauvoir no se declaró
vindicación, sino más bien a una re-
Imparcialidad

feminista hasta varios años después


flexión a la que quiere dar respues-
de escribir la obra que daría un nue-
tas, explicar sus causas.
vo impulso a la lucha por los dere-
chos de la mujer y la búsqueda de la
igualdad.
Como explica Nuria Varela, el texto Para De Beauvoir, la única vía para alcan-
convenció hasta su propia autora,
Humanidad

zar una verdadera liberación es la inde-


que cuando escribió el libro hablaba pendencia económica y la lucha colec-
de las mujeres como “ellas” pero en tiva, llegando a esto a través de una edu-
los años siguientes, según fue reci- cación que favorezca esa independencia.
biendo cartas de lectoras de todo el
mundo dándole las gracias y con- En los años posteriores, la escritora
tándole sus experiencias, cambió de pondría el acento públicamente sobre te-
idea. Así fue como el segundo sexo mas como la violencia hacia las mujeres, el
hizo feminista a su propia autora. 1 asalto sexual, la familia tradicional, los de-

17
rechos de reproducción, la esterilización o la falta de medios anticonceptivos.
Y es en esta misma época cuando las hijas de las anteriores feministas, las que ya
habían crecido con el derecho al voto y el acceso a una educación universitaria,
continuaron la lucha de sus madres.
Universalidad

2.1.3. Movimiento de las mujeres o Liberación de las mujeres


“No hay barrera, cerradura ni cerrojo
que puedas imponer a la libertad de mi mente”
(Virginia Woolf)
Unidad

Con la finalización de la IIGM, las mujeres son expulsadas de los trabajados


para dar cabida a los hombres, a los combatientes que regresaron de la guerra, y
de esta forma se vieron obligadas a volver a la casa. Los soldados regresaban con
Voluntariado

el espíritu del descanso del guerrero, donde el papel de las mujeres, que tanto
habían anhelado durante la guerra, sería el de cuidarles y atender sus necesida-
des, ente otras, la de tener muchos hijos con los que además levantar la natalidad
del país… lo que significó volver a los roles tradicionales.
Estas mujeres, que ya habían asistido a la universidad, habían trabajado y
adquirido sus propios ingresos y votado, no deseaban esa vida, no querían volver
Independencia

al rol femenino que tanto se había prodigado durante la guerra.


La frustración entre lo que podían llegar a ser y lo que la sociedad les mar-
caba que debían seguir siendo, llevó a muchas de ellas a serias patologías como
depresiones, ataques de ansiedad, o alcoholismo, síntomas de fatiga crónica, que
hacían de sus vidas meras marionetas en manos de otros, lo que Friedan denomi-
naría “el mal que no tiene nombre”.
Neutralidad

Muchas mujeres, al finalizar la universidad, abandonaban sus futuras carre-


ras profesionales en pro de crear un hogar y atender a lo que la sociedad las de-
mandaba sin descanso.
Betty Friedman, graduada en Psicología Social con las mejores notas de su
promoción, rechazó una beca de investigación para formar una familia. Realizaba
Imparcialidad

también algunos trabajos en un periódico sindical, pero tras su segunda materni-


dad, y antes de que pudiera dar a luz, fue despedida por haberse vuelto a quedar
embarazada.
Esta era su situación cuando leyó en diversos artículos como se manifestaba
sin pudor que el mal que sufrían las mujeres y por el que no se sentían felices con
sus hijos e hijas actualmente venía dado por el nivel de estudios, incidiendo en que
Humanidad

la cultura era la que provocaba el mal de la mujer, Friedman, se dedicó a trabajar


para demostrar que era incierto.
Con sus investigaciones demostró que no eran los estudios lo que hacía in-
felices a las mujeres, sino el adaptarse a un “rol” de mujer, la definición de ese “rol”.
Las mujeres desempañaban perfectamente lo que se las pedía, buenas madres,
buenas esposas, buenas cocineras, pero ¿cuál era la identidad de cada una de
ellas? Ahí es donde residía el verdadero problema. Tras cinco años de intenso tra-

18
bajo, y entre golpes y maltratos constantes de su marido, consiguió publicar, La
mística de la feminidad, y fue tal el alubión de cartas que Betty recibió agrade-
ciendo el libro que al poco tiempo, se convirtió en un best-seller.
La clave del libro, es que expone a reflexión el rol de sometimiento de las
mujeres como nuevas amas de casa, madres de familia y perfectas esposas, reali-
dades por las que indefectiblemente debían pasar todas las mujeres sin excepción.
Universalidad

Habla desde el día a día, de las situaciones cotidianas, que sirven de hecho para
demostrar como ese rol estaba perfectamente implantado, desde lo más sencillo e
inadvertido a lo más obvio y explícito.

Se forman entonces nuevos grupos, nuevas asociaciones del movimien-


to feminista, pero sobre todo un movimiento que esta vez se regiría de
Unidad

forma independiente y autónoma a los varones, El movimiento de libera-


ción de la mujer.
Voluntariado

El feminismo radical, se abre paso para denunciar tanto en lo privado co-


mo en lo público los roles y el origen de los mismos y generar una transformación
real que permitiera abandonar esta visión tradicional y de sometimiento de la mujer
y se adoptará una política de igualdad real en lo público y en lo privado.
Es entonces cuando se construyen los conceptos de Patriarcado o Género
Independencia

que servirán para poner nombre y representar las distintas formas de dominación a
las que la mujer estaba siendo sometida.
En este planteamiento, no sólo se buscan los cambios en la vida pública, si-
no lo que es más importante, en la vida privada, en el día a día de todas esas muje-
res que no podían escapar de esa ley impuesta por el sistema patriarcal.
Analizaron sin descanso las estructuras familiares, los temas relacionados
Neutralidad

con la sexualidad y la violencia de género. Abrieron las puertas de los hogares,


haciendo públicos los roles de poder que los hombres ejercían hacia las mujeres,
denunciándolos sin descanso, los pusieron así en boca de todo el mundo, porque
ahora ya no era un problema individual, ahora era un problema colectivo, “los tra-
pos sucios, ya no se lavarían en casa”.
Si por algo destacó el Feminismo Radical, fue por sus aportaciones en los
Imparcialidad

grupos de autoconciencia y los grupos de autoayuda, en una teoría de la salud


enfocada y practicada desde la perspectiva de género y enseñando a las mujeres a
conocerse a sí mismas, a no tener miedo a su propio cuerpo, rompiendo el silencio
sobre la sexualidad femenina, los derechos reproductivos y la capacidad de sentir
placer sexual, a quererse a ellas mismas; también promovieron la creación de
guarderías o centros para mujeres victimas de violencia.
Humanidad

Realizaron numerosos actos simbólicos con la quema de cosméticos, zapa-


tos de tacón y sujetadores e interrumpen concursos de belleza, y todos aquellos
espacios más grandes o más pequeños, dentro o fuera de los hogares, que permi-
tieran y perpetuaran la opresión hacia la mujer.

19
El feminismo radical deja paso a muchos otros tipos de feminismos, fruto de
la autoconciencia desarrollada por las mujeres en el desarrollo de estos años. Pero
quizás el que más marcaría sería el feminismo de la diferencia.
El feminismo de la diferencia atendiendo a la concepción androcéntrica del
mundo, desde el hombre como medida de todas las cosas, siendo la mujer inferior
Universalidad

al entonces, afirma que, lo contrario de igualdad, no es diferencia, es desigualdad.


Se centran por ello en la diferencia sexual poniendo así hincapié en los pro-
pios procesos de búsqueda de identidad de cada mujer alejándose de los valores
preconizados hasta ahora por el hombre y dejando patente que, sea igual o no lo
que hacen las mujeres con respecto a los hombres, es valioso en sí mismo. Defen-
Unidad

diendo así la identidad propia de la mujer y recalcando sus diferencias.

Igualdad------- desigualdad
Voluntariado

Diferencia------identidad

De esta forma, no quiere decir que para ser iguales debamos asumir los
mismos modos de comportamiento de los hombres, puesto que entonces estaría-
mos asumiendo un único modelo válido, el masculino, sino que se ha de dar valor a
Independencia

lo que cada una identifique que quiere ser o hacer, sea o no igual que lo que hacen
los hombre. Es una forma de pensar y actuar que se realiza desde dentro de cada
persona, como individuo, valorando la experiencia vivida y los deseos personales,
de forma que se pueda llegar a hacer una reconstrucción subjetiva de la identidad
de cada una, lejos de los patrones marcados por el patriarcado.
Será Luce Irigay la que ya ponga el acento sobre el lenguaje masculino, la
continua apropiación de lo neutro para convertirlo en masculino, la invisibilización
Neutralidad

de la mujer a través del lenguaje y reivindicaron la escritura femenina.


Otra de las ramas surgidas del feminismo radical es el feminismo institu-
cional. Esta nueva forma de feminismo lo que persigue es luchar desde dentro del
sistema, a través de la creación de ministerios o institutos, como fue en el caso de
España que se creó el Instituto de la Mujer en1983.
Imparcialidad

2.1.4 de 1990 a la actualidad


Juntas cantamos,
sonreímos, lloramos
y hablando, en un abrazo
Humanidad

parimos y somos paridas.


Mujeres, hermanas, amigas, madres, abuelas,
compañeras todas,
nuestras voces cantan,
en silencio caminan
y en un grito continúan
tejiendo...
urdiendo la vida.

20
Diana Contreras

Lo primero a destacar son las conferencias internacionales más importan-


tes sobre este tema: La I Conferencia Mundial sobre la Mujer en 1975, la Conferen-
cia Intermedia Mundial de Copenhague, y la Conferencia del Tercer Mundo sobre
Mujeres Internacionales, convocada por Naciones Unidas en Nairobi, en 1985, per-
Universalidad

cusora además de la IV Conferencia Mundial de Naciones Unidas, realizada en Pe-


kín en 1995 con asistencia de cuarenta mil mujeres de todo el mundo.
Se desarrolla en las mismas y se firma un Plan de Acción, que vendrá a
poner de manifiesto que los derechos de las mujeres, no son meras vindicaciones
sino que forman parte inherente de los derechos humanos universales y reconocen
así, los derechos a poder decidir sobre temas reproductivos y sobre su propia
Unidad

sexualidad, poniendo bajo el punto de mira temas tan discutidos como la mutilación
genital o la violencia de género.
Como sabemos, la historia del mundo ha ido avanzando de la mano del de-
Voluntariado

sarrollo de la industria y más tarde de las nuevas tecnologías. En este desarrollo,


la aparición de medios de comunicación alternativos, medios digitalizados y sobre
todo con la aparición de Internet se ha favorecido la comunicación transnacional y
creada nuevos canales de interacción y comunicación on-line. Es por ello que surge
el Ciberfeminismo, que utilizará estos nuevos medios para comunicarse con el re-
sto del movimiento de una manera más rápida y eficaz, promoviendo nuevas pers-
Independencia

pectivas, utilizando este nuevo instrumento para organizar campañas con mayor di-
fusión, ya no sólo en el medio local sino ya a nivel mundial y pudiendo poner un
marcha un mejor trabajo en red para la sensibilización y concienciación de la po-
blación en general y de las mujeres en particular.
Pero, de las muchas formas de feminismos que surgieron en los últimos
años, el feminismo cultural, el feminismo liberal, el feminismo radical, el ecofemi-
nismo, el anarcofeminismo, el feminismo de la diferencia, el feminismo marxista, el
Neutralidad

feminismo separatista, el feminismo filosófico, el feminismo cristiano, el ciberfemi-


nismo, el feminismo islámico, el feminismo post-colonial, el feminismo lésbico o el
feminismo crítico.
El ecofeminismo propone entre sus axiomas una unión entre el movimiento
feminista y el movimiento ecologista, promoviendo de la misma forma, la igualdad
Imparcialidad

de derechos o la abolición de jerarquías.


Sus argumentos principales de trabajo y denuncia son que la relación in-
equívoca que se establece entre el sistema de patriarcado y la dominación y explo-
tación tanto de la mujer como de la naturaleza, patente en todos los países y en to-
das las culturas en mayor o menor manera. Esto lo podemos ver actualmente en
muchos países de América Latina o Asia, en los que la mujer se encargan de pro-
Humanidad

ducir alimentos a través o bien del cultivo, o bien de la recolección, y sin embargo
no poseen ningún tipo de propiedad ni derecho sobre la misma y su acceso a la
concesión de créditos bancarios es prácticamente inexistente. Aquí es donde las
ecofeminsitas ponen su máximo énfasis y comienzan a hablar de la feminización de
la pobreza.
En esta misma relación que establece el patriarcado entre mujer y naturale-
za, se desprende que, debido a la capacidad de la mujer para gestar una vida, la

21
hace ser más próxima a la naturaleza, perteneciendo entonces al campo de la in-
tuición, de lo sensorial, mientras que el hombre, destinado más a transformar esa
naturaleza, tiende más a lo racional y a todas aquellas cosas que tienen que ver
con la cultura. Por ello, las ecofeministas comprenden, que la base de la domina-
ción de la naturaleza esta íntimamente ligada con la dominación y sometimiento de
la mujer, y en base a estos axiomas trabajaran sin descanso.
Universalidad

Los movimiento más importantes del ecofeminísmo serán, el de Chipko de la


India, abanderado por Vandana Shiva y el del Cinturón Verde, encabezado por
Wangari Maathai, que sería elegida con el tiempo, premio Nobel de la Paz.
Pero hay muchas más mujeres que trabajaron por visibilizar la implicación
activa y el papel fundamental de la mujer en el devenir de la sociedad, en España,
por la lucha por el sufragio y la participación en los órganos de gobierno con Clara
Unidad

Campoamor, en la Literatura con escritoras como Virginia Woolf, sin olvidarnos


de la pintura, las ciencias, la música… y de las que no sabemos sus nombres, pero
con su actitud feminista diaria, nos abrieron un camino que continuamos avanzan-
do.
Voluntariado

2.2 Conceptualización de términos de referencia

2.2.1 La construcción social del género.


Independencia

“Las mujeres no nacen, se hacen”.


(Simone de Beauvoir)

Si preguntáramos en un aula si hay algo que diferencie a las chicas y a los


Neutralidad

chicos, seguramente se respondería rápidamente que sí, sin dudarlo. Y si siguié-


ramos preguntándoles dónde radica esa diferencia, también nos contestarían segu-
ramente al instante en que la diferencia más evidente son los órganos sexuados
de la mujer y del hombre. Pero, y si siguiéramos preguntándoles, en qué más se di-
ferencian. ¿Qué crees que responderían?
A pesar de que todos y todas tenemos claro que hay una diferencia clarísima
Imparcialidad

entre Mujeres y Hombres y son, esos órganos sexuados que forman parte de nues-
tra estructura biológica, se nos hace difícil no etiquetar cómo son las mujeres y los
hombres y por tanto diferenciarles en torno a adjetivos que pueden ir más allá de lo
meramente biológico. Seguramente ese aula contestaría, si finalmente realizáse-
mos la pregunta, que las mujeres son, coquetas, sensibles, presumidas, consumis-
tas, inseguras, emocionales, o criticonas…y que los hombres son fuertes, raciona-
Humanidad

les, “ligones”, infieles, brutos, o seguros de sí mismos.


¿Entonces?, si les hiciéramos invertir todos esos adjetivos de un sexo al
otro, ¿Qué dirían?, ¿podrían encontrar hombres y mujeres que respondieran a esos
mismos adjetivos?, ¿un ejemplo de ambos? Por supuesto que sí. Eso, nos deja ver,
que la única diferencia entre hombres y mujeres es la definida biológicamente por
el sexo. Y sin embargo, es el género, lo que nos dice cómo son o creemos que de-
ben ser esas mujeres y hombres. El género es lo que tras nacer, se ha ido constru-

22
yendo en contacto con la sociedad, intentándonos adaptar a lo que como hombres
y mujeres se esperará de nosotros, y eso, no viene determinado genéticamente.
Así, el sexo viene dado por la naturaleza, y nos clasificaría como Hombres
o como Mujeres, y cómo hemos visto es lo meramente biológico, se transmite de
forma genética, estableciendo así una diferencia entre ambos que permanece a lo
largo del tiempo, es de carácter universal y existe de forma idéntica en todas las
Universalidad

sociedades.
Sin embargo el género, pertenece a la cultura, que clasifica lo que conside-
ra como femenino (aquellas cosas propias de la mujer) y lo masculino (aquellas co-
sas propias del hombre), son características que se construyen socialmente,
aprendidas e interiorizadas a lo largo de varios siglos y que por supuesto, varía de
una cultura a otra. Al ser cultural, se aprende y establece la discriminación de las
Unidad

mujeres ante los hombres.


Hablamos entonces del sistema sexo-género. El sistema sexo-género vi-
gente produce una relación desigual de poder entre mujeres y hombres que tiene
Voluntariado

que ver con una distribución desigual de conocimientos, propiedad e ingresos, res-
ponsabilidades y derechos. Es, por lo tanto, una dimensión de desigualdad social10
Si nos damos cuenta, y tal como hemos hablado en el apartado anterior, la
lucha por acceder a una educación, a gestionar sus propios ingresos o a participar
de la vida pública de su entorno, se ha alargado durante siglos y aun hoy en nues-
tros días, las reivindicaciones deben continuar.
Independencia

Vivimos ahora un momento especialmente delicado en torno a la igualdad de


derechos, porque ¿quién no piensa que ha crecido en un entorno igualitario, que
sus padres o madres han tratado por igual a sus hermanos que a sus hermanas,
que todos y todas se han repartido tareas en casa o han accedido a las mismas co-
sas de la misma manera? Hemos conseguido buena parte de los derechos que nos
corresponden pero aún seguimos en algunas partes del mundo luchando por con-
Neutralidad

seguir estos mismos derechos y en buena parte de otra intentando detectarlos y


repitiendo inconscientemente y de forma automática micromachismos, que son mu-
cho más sutiles a la vista, mucho menos evidentes pero que no por ello dejan de
coartar nuestra libertad y de obligarnos a vivir en la misma celda de siempre (la ob-
sesión por la belleza, la eterna juventud, el cuidado de los demás, el satisfacer los
deseos de otros, ser sueños hechos materia.) Son estos “micromachismos” los que
Imparcialidad

siguen perpetuando estas relaciones de poder y los que nos impiden disfrutar de
una vida en igualdad. Gran parte de ellos, los veremos en ésta guía.

El sistema sexo-género lo que hace es identificar lo natural o biológico con lo que es


construido por la sociedad, de forma que se mimetizan y forman uno.
Humanidad

Pero el sexo, no es la causa de desigualdad hacia las mujeres, es el género, el que


determina la posición de ese sexo en su sociedad, y hemos de saber identifica sus
mandatos.

10
De Barbieri, 1992 en Guía metodológica para integrar la Perspectiva de Género, Emakunde, Instituto Vasco de la Mujer y Secretaría General
de Acción Exterior, Dirección de cooperación al desarrollo 1998.

23
Al hablar de todos estos conceptos no podemos dejar de lado algo que va in-
trínsecamente ligado a esos atributos asignados desde la cultura y que son la base
de la perpetuación del sistema: Los roles y los estereotipos de género.
Podríamos decir que los roles, son el conjunto de tareas y funciones que se
derivan de la situación o posición de una persona con respecto al grupo al que per-
Universalidad

tenece y se relacionan con las funciones, tareas o conductas que tradicionalmente


se han atribuido a un sexo como propio y se aprenden e interiorizan a través de los
mecanismos que se ponen en marcha en el proceso de socialización.
En ellos se apoyan afirmaciones como que la mujer es la idónea para ocu-
parse de hijos e hijas o que aunque los hombres aprendan a cocinar o a limpiar
Unidad

nunca lo harán tan bien como la mujer.


Los estereotipos sin embargo, son modelos de conducta basados en opi-
niones preconcebidas, que adjudican valores y conductas a las personas en fun-
ción de su grupo de pertenencia (sexo, edad, etnia, salud...) y responden a mode-
Voluntariado

los, valores, comportamientos y actitudes definidos por el sexo de las personas.


Así, también habremos oído comentarios del tipo las mujeres son “más sen-
sibles que los hombres”.
Esto va a explicar lo que es el proceso de la socialización diferencial, algo
tan desconocida pero tan clave en nuestro aprendizaje de lo que somos o debemos
Independencia

ser. La socialización diferencial lo que explica es que en función del sexo al que
pertenecemos, la sociedad, a lo largo de nuestro desarrollo nos manda diferentes
mensajes sobre lo que se espera de nosotros, o cómo debemos ser, pensar o sen-
tir.
Y es en este proceso de socialización diferencial dónde aprendemos los ro-
les y estereotipos que nos marcarán las pautas de comportamiento de cada una y
cada uno. La característica principal de esta socialización diferenciada, es que no
Neutralidad

permite el desarrollo de la persona de forma libre, tal y como quiere ser, sino que
por obligación debe ser cómo su cultura le dice que sea.
Los efectos derivados de esta socialización diferenciada son volcados di-
rectamente sobre los roles y los estereotipos, y de esta forma hace que los roles
que se atribuyen a la mujer se vinculen al ámbito doméstico, a las funciones re-
Imparcialidad

productivas principalmente y si nos damos cuenta también con el cuidado de otras


personas. Sin embargo los hombres, se vinculan al ámbito público y con funcio-
nes productivas.
Por ello, la atribución que se ha hecho de los estereotipos relacionados con
la mujer, los considerados femeninos, tienen un escaso valor social, están subesti-
mados e infravalorados, sin embargo los estereotipos relacionados con el hombre,
Humanidad

los propiamente masculinos, tienen un valor social mucho más fuerte, sobrevalora-
dos y sobreestimados.
Esto, va a influir de forma medular en todos los campos de nuestra vida, y
explicaran muchos de los procesos que hemos venido observando tanto en la esfe-
ra de lo laboral, de lo social, de lo familiar, de lo político y de lo económico, en defi-
nitiva, en nuestra relación con el mundo.

24
Hablar de desigualdad nos conduce a dos términos que debemos tener en
cuenta en esta profundización, como son los conceptos de sexismo y androcen-
trismo, y aunque estos dos términos están relacionados son diferentes entre sí y
conviene diferenciarlos.
El sexismo, es una actitud que se caracteriza por la discriminación de las mu-
jeres por considerarlas inferiores a los hombres.
Universalidad

El androcentrismo, por su parte, consiste en analizar la evolución humana


únicamente desde la perspectiva masculina, considerar que los hombres y sus acti-
vidades constituyen el centro del mundo y que son aplicables al resto de las perso-
nas, es decir que la experiencia masculina es la única válida y universal.11
Como educadoras y educadores, es habitual que utilicemos ejemplos que
Unidad

ilustran parte de nuestra historia, como apoyo a los contenidos formativos que tras-
ladamos a nuestros y nuestras alumnas, por ello, es importante realizar un esferazo
en asegurar el uso de ejemplos que muestren una historia completa sobre la evolu-
ción de nuestras sociedades a lo largo de los siglos, en la que las mujeres sean vi-
Voluntariado

sibilizadas, y por lo tanto nombradas sus innumerables aportaciones.


Porque la visión androcéntrica del mundo, que hemos ido desentrañando,
perpetúa una constante invisibilización de la mujer, ya no solo en el lenguaje, la his-
toria o la política, sino en el propio ritmo de la evolución humana y hemos de, desde
la educación, posicionarnos en contra de esta tendencia.
Independencia

En la práctica educativa tenemos la oportunidad de favorecer una cons-


trucción igualitaria de las identidades individuales que no caigan en estereotipos y
roles de género evitando así perpetuar, con las herramientas que tenemos a nues-
tro alcance, y desde nuestro mayor campo de intervención, las relaciones de po-
der y las distintas formas de sometimiento hacia las mujeres.
De la mano del concepto de androcentrismo, viene la de patriarcado, que
como hemos visto en el primer epígrafe, supone un sistema de relaciones de poder
Neutralidad

por el que los hombres, como grupo social dominante, oprimen a las mujeres, des-
de lo colectivo a lo individual.
Como nos vamos dando cuenta, tanto la visión androcéntrica del mundo,
como el sistema patriarcal en el que hemos crecido y nos hemos desarrollado, nos
impiden ser nosotros y nosotras mismas desde nuestra individualidad, tanto a muje-
Imparcialidad

res como a hombres. Sin embargo, para que la igualdad sea verdaderamente real,
es necesario que el hombre decida abandonar y renuncie, a ese rol de poder, para
dejar paso a una relación de equilibrio y se produzca una verdadera alianza entre
ambos, una auténtica convivencia en igualdad.
Como referentes educativos que somos, formamos parte de una de las ma-
yores fuentes de cambio y referencia personal para los y las jóvenes con las que
trabajamos, y por ello, tenemos más que nadie, la posibilidad de cambiar las cosas,
Humanidad

la posibilidad de poder transformar, esta sociedad tan afianzada en el sometimiento


hacia las mujeres en las distintas esferas de la vida, en un mundo igualitario pata
todos y todas.

11
E, Hidalgo; D, Juliano; M, Roset; A, Caba; Repensar la enseñanza de la geografía y la historia, una mirada desde el género. Ed. Octaedro.
2003. Barcelona, pág. 305.

25
Esto sólo se puede lograr, a través de una pauta educativa igualitaria y
transversal a todos los contenidos formativos que impartamos, que evitará no sólo
la perpetuación de un sistema que a día de hoy se cobra la vida de millones de mu-
jeres que sufren o pueden llegar a sufrir, la violencia de género por parte de sus pa-
rejas, sino también, que contribuyamos a un desarrollo positivo de nuestras y nues-
tros jóvenes, ayudándoles así en el camino, a construirse cada día desde la indi-
Universalidad

vidualidad y el respeto a la diferencia, para llegar a ser tal y como ellos se imagi-
nen, sin miedo y libres.
Como educadores y educadoras es nuestra responsabilizar conocer estos
términos y otorgar la importancia que tiene este sistema en la desigualdad social.
La educación, tanto desde el ámbito formal como no formal, ha de ser percusora de
una sociedad de paz, que sin la igualdad entre los sexos es imposible.
Unidad
Voluntariado

Animamos a educadores y edu-


cadoras a permitirse la reflexión
personal sobre como los manda-
tos de género ha influido en la
propia vida y como a veces de
manera inconsciente trasmitimos
Independencia

a los chicos y las chicas los roles


y estereotipos que perpetúan el
sistema.
Para corregirlo, para tomar con-
ciencia de ello y adoptar una acti-
tud en la que la perspectiva de
género sea una constante, no só-
Neutralidad

lo en la elección de los materiales


o en el lenguaje, también en
nuestra forma de actuar, en las
expectativas sobre ellos y ellas
en el conjunto de la práctica edu-
cativa y de nuestra vida.
Imparcialidad
Humanidad

26
ANDROCENTRISMO

ES

LA PERSPECIVA
Universalidad

QUE PRESENTA

LA EXPERIENCIA MASCULINA

COMO
Unidad

MEDIDA DE LA DIMENSION HUMANA UNIVERSAL


Voluntariado

(física, psíquica, social)


(Referencia a hombres y mujeres

QUE
IGNORA EXPLICA
Independencia

Participación Relaciones Relaciones Participación


de las muje- sociales entre sociales entre hombres en la
res en la vida sexos mujeres vida social
social
Neutralidad

COMPORTA NATURALIZA

Exclusión de Centralidad Subordinación de


la reproduc- de la esfera las mujeres
Imparcialidad

ción humana pública


Humanidad

E, Hidalgo; D, Juliano; M, Roset; A, Caba; Repensar la enseñanza de la geografía y


la historia, una mirada desde el género. Ed. Octaedro. 2003. Barcelona, pág. 307.

27
2.2.2 Orientación sexual e identidad de género.

En esa experiencia de entender nuestras emociones, nuestros deseos,


nuestros propios comportamientos, el desarrollarnos como personas y no como
Universalidad

un mero producto del género, esta la experiencia de nuestro propio yo y por tanto
también de dos conceptos importantísimos y determinantes para nosotros, que son
el de nuestra propia identidad sexual y la identidad de género.
Con el término identidad sexual se ha referido tradicionalmente a dos con-
ceptos a la vez, por un lado a la sexualidad y por otro a la experiencia interna de
pertenecer a uno u otro sexo.
Unidad

Por tanto, la identidad sexual, podemos entenderla como el conjunto de


dimensiones biológicas y de conciencia que le permitan reconocerse en un sexo
u otro, mientras que la identidad de género, (sentirse como un hombre o como
Voluntariado

una mujer) esta más encaminado a la orientación o al deseo sexual.

Si nos damos cuenta, muchas personas viven


Como indica Santiago Agustín, una sexualidad que no se adapta a lo que se
seguramente los tres grupos, la espera de ellos o ellas como chicos o como
homosexualidad, la bisexualidad y chicas, y eso les hace sentirse a parte, incluso
Independencia

la heterosexualidad, sean una “raros”, en una continua lucha por adaptarse a su


creación de nuestra propia cultu-
rol de género o identidad de género. Estas
ra. Históricamente siempre ha ha-
bido personas que preferían las
circunstancias han sido muy trabajas en los
prácticas genitales o románticas estudios LGTB (lesbianas, gays, transgénero y
con individuos del mismo sexo, bisexuales) en los últimos años.
pero no se crea una categoría pa- La censura de las emociones, el no poder
Neutralidad

ra esta preferencia hasta media- expresar lo que verdaderamente sientes y


dos del siglo XIX, cuando se dota
piensas hace que afecte al desarrollo positivo de
a aquellos que tienen prácticas
homoeróticas de una personali-
cada individuo, máxime con algo tan importante
dad particular. 1 como nuestra propia identidad. Comenzar a
derribar estas barreras, tabúes e imposiciones
culturales hace que se esté comenzando a ca-
Imparcialidad

minar en una vía de comprensión de uno mismo y


entendimiento de nuestra belleza desde la propia
individualidad.

Los estudios promovidos desde el movimiento LGTB (lesbianas, gays, trans-


género y bisexuales) han permitido que se explore la identidad sexual así como el
Humanidad

conocimiento de la experiencia genital o romántica desde el propio individuo, más


allá de lo que la sociedad espere para ese sexo y de lo que las normas del género
y la cultura determinen.
Una de las teorías ambientalistas más importantes que han influido en torno
a estos conceptos, es la teoría queer.

28
Esta teoría proviene de la palabra inglesa “raro”, algo que durante muchos
años, incluso aún en la actualidad muchas personas, han utilizado para referirse a
los homosexuales, lesbianas, bisexuales o transexuales cuando se querían referir a
ellos o ellas.
Sus estudios explican, desde una perspectiva de género, que la identidad de
género, no es mas que una construcción social en el que los roles sexuales no
Universalidad

vendrían determinados por lo genital o biológico sino por lo que la sociedad y la cul-
tura asignan a esas identidades y esperan de ellas.
Lo novedoso, es que para esta teoría, no hay unas identidades normales y
unas identidades anómalas sino que, todas las identidades son igualmente anóma-
las, en tanto en cuanto, todas las categorías que se han utilizado hasta ahora, es-
tán mediatizadas por la cultura y los roles.
Unidad

De esta forma, la teoría queer, cuestiona lo que tradicionalmente se ha con-


siderado como moral o inmoral o normal o anormal, para centrarse sobre todo en
comprender y conocer la identidad sexual sin la mediación de categorías tanto del
Voluntariado

ser humano en su colectividad como en su individualidad.


Así, trabaja en los conceptos de deconstrucción de la identidad, de forma
que una persona, no se defina por su identidad sexual sino como ella en si misma,
como persona, desde su propio yo.
Independencia

2.2.3 El espacio doméstico, el espacio público y el privado.

Las sociedades no se organizan de modo natural, sino que lo hacen en torno


a cubrir necesidades e intereses. Como hemos apuntado unas líneas más arriba, la
asignación de roles y estereotipos hace que tanto hombres y mujeres hayan ocu-
pado distintas escenas y funciones de lo privado y de lo público, en base a esos in-
Neutralidad

tereses marcados por la sociedad patriarcal.


Así, la mujer, durante largos siglos, y aún hoy en muchos hogares, ha per-
manecido en la esfera de lo privado, en ámbito doméstico, en el hogar, cuidando
de los niños o personas mayores a su cargo, y atendiendo a las funciones repro-
ductivas. Mientras, el hombre, encargado de ser el sustento de la familia, ocupa el
ámbito de lo público y de lo productivo.
Imparcialidad

Como hemos visto, uno de los principales problemas que se han derivado,
es la diferente valoración social, que se ha dado a cada uno de esos espacios,
siendo tratado con desprecio el ámbito doméstico, adjudicado a la mujer y mucho
más valorado la esfera de lo público ocupado por el hombre.
Pues como sabéis, lo que no se ve a los ojos de los demás, no existe, se
Humanidad

hace invisible… y así, todo el trabajo que es desarrollado por las mujeres en el es-
pacio privado, no sólo es menospreciado sino que además, carece de valor, por en-
tender que casi, se hace solo, como por arte de magia. Y lo cierto es que la magia,
tiene poco que ver en esto. El trabajo realizado en el hogar, no cuenta con conve-
nio laboral que refleje el número de kilos que puedes permitirte para levantar esto o
lo otro sin que tu espalda se resienta, ni tiene horarios de comienzo y final, ni retri-
bución de cuantía económica…

29
Así que durante muchos años, ese trabajo, ni siquiera existía, no se recono-
cía si quiera que supusiese un esfuerzo diario, permanente, 365 días al año, duran-
te toda tu vida, el tener la casa preparada para cuando los maridos llegaran de tra-
bajar, los hijos e hijas de la escuela, o las personas mayores a las que se ocupaban
de atender estuviesen cerca o lejos del núcleo familiar. Ese trabajo, así como las
mujeres que lo realizaban, eran invisibles… nadie lo veía… nadie lo reconocía…
Universalidad

El trabajo realizado por los hombres, se desarrollaba en el espacio público.


Todo el mundo, podía ver cuántas horas interminables dedicaba en la oficina, o lo
cansado que salía de trabajar o lo preocupado que estaba por el buen desarrollo de
la economía familiar… todos los trabajos que los hombres han realizado a lo largo
de la historia se han desarrollado en la esfera pública, visible a los ojos de los de-
más, por ende, la protección en el trabajo, un salario mínimo adecuado y un conve-
Unidad

nio que garantizara los derechos del trabajador se hacían necesarios…


Qué diferente a la situación de las mujeres.
Las mujeres están decididas a ocupar el espacio público. Actualmente un
Voluntariado

gran porcentaje de mujeres finalizan los estudios básicos y un gran número conti-
núa su itinerario formativo con una o varias titulaciones de carácter superior, mu-
chas más que hombres titulados con formaciones superiores o con varias carreras.
Pero en el camino de acceder a puestos masculinizados, las mujeres han manteni-
do a la vez los roles femeninos que le vinculan a lo doméstico y la sociedad le exi-
ge, apareciendo así el concepto de “superwoman”. Un término además ensalzado
Independencia

por los medios de comunicación, como el nuevo camino de liberación de la mujer.


La mujer que trabaja fuera de casa unas 14 horas diarias, es capaz de llegar a ca-
sa, recoger a los niños del colegio, darles de comer, hacer la cena a su marido, te-
ner la casa limpia, recoger los platos, planchar… Y pasamos de trabajar sólo en
casa, a trabajar en la oficina, y en el hogar a la vez.
En estos últimos años, se trabaja sin descanso en labores de conciliación y
corresponsabilidad. Trabajando por ejemplo, en la concienciación masculina para
Neutralidad

el reparto de tareas, porque la casa, no sólo pertenece a la mujer, y no es única-


mente de ella la responsabilidad, es de ambos. La implicación de los hombres es
esencial para el cambio. De esta manera nos encontramos intentando abandonar el
concepto de “mi pareja me ayuda en las tareas del hogar” para pasar a “mi pareja y
yo compartimos las tareas del hogar”. Y en temas de conciliación, sucede algo simi-
lar.
Imparcialidad

¿Y desde la educación tenemos esto en cuenta?


Si analizamos los estudios que “eligen”,
Los movimientos feministas han chicos y chicas, veremos que hay una
luchado por poner el tema de la importante diferencia, desde la orientación algo
conciliación en la agenda política y no está funcionando. Sería interesante que
Humanidad

conseguir así, medidas que permi- nombráramos la masculinización de algunas


tan la implicación de los hombres profesiones y trabajáramos por el desarrollo
en la paternidad, y en la responsa- personal de las chicas, para que tuvieran las
bilidad social corporativa de las capacidades y la confianza personal para poder
empresas y el estado para llevar a intentar estar vinculada a aquellas profesiones
cabo estas tareas de conciliación. que prefieran.

30
Y no sólo ello, también trabajar por la revalorización del espacio domésti-
co, las tareas y el mundo del cuidado, implicando a los chicos es este mundo, que
también es el suyo.

2.2.4 Educación en igualdad.


Universalidad

Muchas veces nos hemos preguntado cómo es posible conseguir una igual-
dad real, si el ciclo de desigualdad y discriminación se repite una y otra vez, de ge-
neración en generación. La única respuesta y solución que se puede encontrar es
la educación en igualdad, es decir, la Coeducación.
Y es aquí, dónde vosotros y vosotras, como educadores y educadoras ad-
Unidad

quirís una importantísima responsabilidad. La de ayudar y enseñar a los niños y


niñas, a darse cuenta de que cada uno y cada una es especial, diferente, y valiosa
a la vez, a aprender a relacionarse en la aceptación y valoración de la diferencia,
sin violencia, sin establecer mecanismos de poder que impidan al otro ser lo que
Voluntariado

quiere ser, como quiere ser. A ser ellos y ellas mismas y a dejar que el resto tam-
bién lo sea, a crecer libres.
Entendemos el concepto de Coeducación, no sólo como un sistema educati-
vo en el que niños y niñas participan juntos de la formación integrados en un mismo
aula, desde una enseñanza mixta, sino que exige una revisión y análisis explícito y
Independencia

riguroso de los comportamientos sexistas que se dan, en las instituciones públicas


o privadas que influyen y en los currículos ocultos que se encuentran en el mode-
lo educativo y que por tanto actúan de consolidadores de roles y estereotipos de
género en las aulas.
Pero, la apuesta por la Coeducación, no es gratuita, ni per se.
Si atendemos a situaciones como la violencia de género, la trata de mujeres
con fines de explotación sexual, o las situaciones más cotidianas de nuestro día a
Neutralidad

día en el trabajo, nos damos cuenta de que la única manera de acabar con las rela-
ciones de poder en las distintas esferas de la vida, es a través de la coeducación.
Educando así, a nuestros y nuestras alumnas en el valor y la belleza de la diferen-
cia, el partir de modelos educativos que no preconicen el modelo masculino, como
el único a través del cuál entender lo que nos rodea, y aceptando la diversidad,
Imparcialidad

puesto que cada individuo corresponde a un universo diferente.


Así, aprender a vivir, a entender y actuar conforme a la multiplicidad de pun-
tos de vista que pueden darse, todos ellos válidos y positivos que respetan de for-
ma real la libertad de la otra persona.
Para ello es indispensable, como hablábamos al comienzo de la guía, partir
desde la propia reflexión personal, desde la introspección de lo vivido y aprendi-
Humanidad

do, para poder detectar y modificar aquellos comportamientos que perpetúen las re-
laciones de poder.
Sin un auténtico cambio de actitud personal, que implique una continua re-
flexión y conciencia por la igualdad, y una apuesta por el cambio, la transformación
y la búsqueda de un mundo igualitario, la coeducación resultará inocua. Porque
como educadores/as no podremos hacer llegar a los y las alumnas lo que nosotros
y nosotras mismas no somos capaces de ver, de hacer o de creer.

31
Como educadores y educadoras, nuestros mensajes van mas allá de lo in-
corporado en el currículo educativo, se educa a través de uno mismo, de lo que ca-
da uno hace y promueve, desde lo más inconsciente, hasta lo más explicito e inten-
cional y todo es utilizado como referencia, como baremo de lo que es bueno y de lo
que es malo. Por ello, la responsabilidad de coeducar adquiere un sentido mucho
Universalidad

más amplio, es empezar por uno mismo.

2.2.5 Feminismos y participación.


"Nos han enseñado a tener miedo a la libertad;
Miedo a tomar decisiones, miedo a la soledad.
Unidad

El miedo a la soledad es un gran impedimento


En la construcción de la autonomía".
Voluntariado

(Marcela Lagarde)

No podemos cerrar este primer capítulo, sin hablar del concepto de Pers-
pectiva de Género. Se trata de un enfoque de análisis de la realidad, que permite
detectar las relaciones de poder existentes, evidenciando y evaluando las diferen-
Independencia

cias existentes en la situación y necesidades de la mujer frente al hombre desde las


situaciones más cotidianas a la implantación de estas medidas igualitarias en las
políticas públicas, trabajando de esta manera por la erradicación de las desigualda-
des de género y promoviendo un mundo mas justo e igualitario.
Se trata de mirar las cosas a través de otros ojos, de ponerse las gafas mo-
radas y contemplar en que medida y dónde se produce la desigualdad hacia la mu-
jer y tratar de erradicarlas y transformarlas a través no sólo de las acciones del día
Neutralidad

a día sino también a través de las leyes que nos amparan y nos visibilizan.
Uno de los conceptos más importantes y de mayor trascendencia asociado a
la perspectiva de género, es el concepto de mainstreaming. Aparece por primera
vez a partir de la celebración de la Tercera Conferencia Mundial de Naciones Uni-
das sobre Mujeres (Nairobi, 1985) cuyos temas a tratar era la mujer y el desarrollo.
Imparcialidad

En esta conferencia se plantea ya, la necesidad de implicar a los gobiernos en la


asunción de la perspectiva de género a la hora de diseñar sus políticas, programas
o documentos. Se trataba de, integrar la perspectiva de género en todos los planes
y programas, leyes y reformas de leyes que se llevaran a cabo, de manera que no
solo se trabajase desde el día a día sino que fueran las mismas las leyes las que
reflejaran todo esto y de esta forma lo ampararan.
Humanidad

Son por tanto, políticas específicas de género, implantadas dentro de políti-


cas más generales que pueden ir, desde los asuntos sociales, la sanidad, el desa-
rrollo o la educación.
A partir de este punto de partida, se fueron extrayendo, tras largo esfuerzo,
mucho trabajo y largo tiempo de espera, las nuevas políticas de igualdad de opor-
tunidades. Estas políticas, no tienen como objetivo el beneficio exclusivo de la mu-
jer, sino que persiguen el beneficio de la sociedad en su conjunto de forma que a

32
través de una transformación de las estructuras sociales, políticas y jurídicas, lo-
gremos un verdadero sistema igualitario para hombres y mujeres.
Como hemos visto, mucho les costó a las mujeres poder acceder a muchos
de sus derechos, pero sobre todo el de la participación en la vida política de los
países. Pero aún hoy, significa un reto. No es sólo poder participar sino que te con-
sideren un sujeto político de pleno derecho.
Universalidad

Las mujeres, no han sido tradicionalmente educadas para la participación


política, social o comunitaria, por encontrarse estas en el ámbito de lo privado, pero
han demostrado con creces, su destreza en formar agrupaciones, trabajar en red,
fomentar el desarrollo comunitario, proponer enmiendas, o vindicar sus derechos a
través de estatutos. El empoderamiento trabaja desde la perspectiva de género,
analizando cuáles han sido los factores para una distribución tan desequilibrada del
Unidad

poder, haciendo hincapié en el análisis de las instituciones públicas y políticas que


permita detectar dichos desequilibrios. Su objetivo es por tanto, reducir o eliminar
las relaciones de poder entre los sexos
Voluntariado

Pero el empoderamiento, implica también


El trabajo desde la educación es trabajar para erradicar los síntomas de vulnerabili-
imprescindible; darles a ellas el va- dad a los que hemos estado sometidas las muje-
lor que se merecen a su palabra res, fomentando la autonomía, fortaleciendo las
opinión y favorecer, desde la infan- propias capacidades, habilidades y fortalezas, la
cia el que están presentes en los autoestima, el liderazgo y deconstruyendo los roles
Independencia

órganos de participación escolar y de género que han mantenido las relaciones de


asociativa es trabajar el empode- poder y sometimiento hacia la mujer. Fortaleciendo
ramiento personal y colectivo. la posición social, económica y política de las muje-
res Y de esta manera poder participar de la vida
pública y política e igualdad de condiciones.
Neutralidad

Como educadores y educadoras, debemos tener siempre en cuenta, que


empoderar a las mujeres jóvenes para la participación y la toma de decisiones, es
una acción constante y progresiva desde las primeras etapas de vida. Y estas ac-
ciones comprenden, desde el refuerzo individual de las capacidades de cada una
de ellas, hasta la asignación de un papel activo dentro de su comunidad, aula o co-
legio, no fomentando el cuestionamiento de su palabra u opinión frente a la de los
Imparcialidad

hombres, validar las figuras de liderazgo que puedan surgir de entre sus iguales,
implicándolas en las labores de toma de decisiones, fomentando la presencia igua-
litaria de mujeres en los órganos de decisión formal en el ámbito de la educación, y
sobre todo y más importante, valorando la figura de la mujer como perfectamente
capaz de hacer todo lo citado. Por que si nosotros y nosotras mismas no creemos
en ello, difícilmente podremos hacérselo ver a las y los jóvenes con los que traba-
jamos día a día, año a año.
Humanidad

Ser educador y educadora, tiene el mérito y valor especial de poder transmi-


tir y enseñar a los ser seres humanos a ser dignos de vivir en una colectividad se-
gura, igualitaria y en paz, pero más aún libres. Y es por todo lo que hemos visto
hasta ahora, que el género nos mantiene encorsetados y encorsetadas, en algo in-
ventado que no es real, y está en tu mano el transformarlo y devolverlo a lo que
realmente debe ser.

33
Desde Cruz Roja Juventud, confiamos en ti. Si ya te has interesado por sa-
ber, por conocer, es que hay una pequeña bombilla que ha surgido en tu interior.
Algo que te ha hecho sospechar, que esto no es como debería ser, que hay otras
vías, otros caminos para la convivencia. No lo pierdas, y confía en tu capacidad de
transformar, porque contigo, la igualdad, es posible.
Universalidad
Unidad
Voluntariado
Independencia
Neutralidad
Imparcialidad
Humanidad

34
3. COEDUCACIÓN Y PREVENCIÓN DE VIOLENCIA SEXISTA

3.1. Aprenden a ser chicas y chicos: la socialización diferencial de género


Universalidad

3.1.1. Los estereotipos y mandatos de género

La escuela no es creadora de desigualdad, pero la alimenta,


la hace crecer y la reproduce por inercia al no actuar en otra dirección.
Unidad

Lo cierto es que, si bien es verdad que la escuela no crea en sí misma des-


igualdades, la actual educación formal no orienta ni para la vida ni para la pro-
Voluntariado

fesión sin marcas o mandatos de género.


Las pautas de socialización diferenciales hacia las niñas y niños que apa-
recen, incluso antes del nacimiento en el ámbito familiar, asignando roles o papeles
en función del sexo, se reproducen también en el ámbito escolar:
- El currículo formal es androcéntrico. Además de situar al hombre y todo lo
Independencia

masculino dominante en el centro de todo, no contiene casi nada que se rela-


cione con aprendizajes para la vida de relación ni con la obra humana de las
mujeres.
- los chicos se aprenden como hacedores del mundo, desarrollando por tanto
sentido de la prepotencia y deseo de ocupación de los espacios comunes como
propios.
- las chicas se aprenden como sombra de lo humano, que se les presenta como
Neutralidad

masculino, a lo que pueden aspirar o no. Por eso muchas de ellas desarrollan
baja autoestima y están dispuestas a ceder en parte de sus proyectos vitales,
profesionales o de ocio “cuando llega el amor”.
- El currículo oculto o informal también está impregnado de sexismo: el lengua-
je, las distintas expectativas y apreciaciones sobre los comportamientos de chi-
Imparcialidad

cas y chicos, la ocupación de espacios físicos y simbólicos: de poder, de juego y


diversión, de prestigio o de ganancia, la organización de fiestas escolares, la di-
visión del trabajo.

Por otra parte, en muchas ocasiones tampoco la escuela contrarresta la


transmisión del sexismo social, mediático y familiar, tanto con conocimientos
Humanidad

como con valores que tengan que ver con la Igualdad de los seres humanos, muje-
res y hombres. Muchos grupos familiares de las alumnas y alumnos suelen ser
desigualitarios y discriminatorios con las mujeres y no colaboran en absoluto en el
aprendizaje de la corresponsabilidad respecto a la crianza, al cuidado de personas,
a las tareas domésticas,… en definitiva, a la educación en igualdad.

35
Por ello, la escuela debe emprender una práctica de educación, forma-
ción y orientación para la Igualdad entre los géneros, tanto para la vida como
para la profesión de las niñas y niños.
Pero lo cierto es que en la educación formal no se ha generalizado la re-
forma del currículo para que sea incluyente ni se han neutralizado las trazas del
sexismo que sigue reproduciendo en su seno estereotipos o mandatos sociales
Universalidad

ligados al sexo:

Proceso de adquisición y desarrollo de la identidad sexual y la identidad de género


Es a través de ese currículo oculto como dotamos de contenido a la identi-
dad de género del alumnado, estableciendo diferencias entre niños y niñas más
Unidad

allá de la adquisición de su identidad sexual:


La identidad sexual es un juicio basado en la percepción de la propia figura
corporal, basada en las diferencias sexuales más visibles. A partir de esta primera
Voluntariado

clasificación, y mediante la interacción con el medio, con la familia y la escuela, se


construye la identidad de género. A través de la psicología diferencial12 sabemos
que:

Antes del año y medio: manifiestan preferencias según su sexo:


Independencia

reconocimiento de la existencia de dos tipos de vestidos, ador-


nos, actividades, juguetes,...

Desde el año y medio a los tres años: autoclasificación en una de


las dos categorías sexuales: “yo soy como mi papá”, “yo soy
Neutralidad

como mi mamá”. Supone no solamente un conocimiento social


de la identidad sexual y de género de los demás, sino también un
conocimiento de sí mismo/a.


Imparcialidad

A partir de los tres años los niños y niñas ya distinguen lo que es


propio de ellas y de ellos, a través de los juguetes, vestidos, co-
lores y espacios y van definiendo con claridad sus preferencias
y valoraciones: “este vestido no me lo pongo porque es de ni-
ñas”, “los niños son más brutos”, etc.
Del mismo modo, conocen y verbalizan las actividades y profe-
Humanidad

siones que son consideradas masculinas o femeninas. Desde es-


tas edades se inicia un sentimiento de pertenencia a uno de los
sexos, y a través del proceso de socialización diferenciada se
van a ir incorporando progresivamente nuevos significados a la
identidad de género.

12
A. Bandura “Aprendizaje social y desarrollo de la personalidad”. Ed. Alianza 2002

36

Hasta los 6 años: las niñas y los niños no distinguen entre las di-
ferencias biológicas y las asignaciones culturales de la identidad
de género.
Universalidad

A partir de los 6 años: se empieza a establecer la diferencia entre


la identidad sexual y la de género.
Unidad

A través de este proceso se constituye el aprendizaje básico sobre lo que “se


debe” y lo que “no se debe” hacer respecto a nuestros deseos, expectativas y com-
portamientos. Con mensajes explícitos e implícitos y modelos de comportamiento,
se construye un itinerario biográfico diferenciado para niñas y para niños, que im-
Voluntariado

pone, reproduce, perpetúa y legitima “lo femenino” y “ lo masculino":

MENSAJES DE “ROSA Y AZUL”


¿Qué mensajes transmitimos a nuestro alumnado?
Independencia

SI ERES UNA CHICA… SI ERES UN CHICO….

SERÁS: Y TENDRÁS QUE: SERÁS: TENDRÁS QUE:

Atractiva, Cuidar tu imagen, Estable, firme Demostrar seguri-


coqueta, maquillarte, “ador- dad y firmeza. Ser
Neutralidad

presumida narte”, corregir tus inconmovible


“imperfecciones”

Servicial, Cuidar a otras/os, Seguro No tener miedo,


Atenta Ayudar en casa, es- experimentar nue-
Aventurero
Compla- tar atenta a las ne- vas cosas, sentirte
Imparcialidad

ciente, cesidades de las/os invulnerable


demás

Emotiva, Ser cariñosa, im- Ambicioso Alcanzar un puesto


Emocional presionable, soña- social, aprender a
dora, romántica no renunciar
Humanidad

Habladora Ser sociable Independiente Ser autosuficiente

Sensible, Demostrar que tus Racional Demostrar que las


afectiva afectos y lo que te emociones no se
importan las/os interponen en tu
demás, de mostrar vida
que no eres fría

37
Cuidadosa, Ser prevenida y Cabeza de Ser maduro, sensa-
delicada volver pronto a ca- familia to, equilibrado, re-
sa y acompañada, flexivo
no salir sola por la
noche, buscar pro-
tección
Universalidad

Discreta, tener cuidado con Realista, hábil Ser resolutivo,


prudente la sexualidad, no práctico
ser promiscua

dependiente Pedir opinión para Agresivo Despreciar la sen-


Unidad

todo, buscar apro- sibilidad, ligar mu-


bación cho, presumir de
tus conquistas
Voluntariado

- Los “mensajes de rosa” que reciben niñas, jóvenes, mujeres… se relacionan


básicamente con el mundo de lo privado y las relaciones interpersonales, los
vínculos afectivos. Se socializa para la reproducción.
Los mandatos más directos sobre las mujeres son la discreción, la belleza y
la bondad. La bondad significa aprender a cuidar de los demás y, en el cumpli-
Independencia

miento de este rol, hay una gran visibilidad. No cumplir con en este mandato (ser
egoísta, competitiva o ambiciosa) puede ser vivido como auténtico fracaso, y puede
llegar a eclipsar los logros en el terreno público.
El mandato de ser bella incluye la búsqueda del “eternamente joven, gua-
pa, delgada y atractiva” para poder ser visible y reconocida en esta sociedad.
Los valores de autonomía e independencia económica son importantes para las
Neutralidad

mujeres pero secundarios respecto al mandato de género.


El sentimiento de autoestima se fomenta vinculado a la capacidad de agradar a los
demás.
Los “mensajes de azul” que reciben los niños, jóvenes, hombres… se
relacionan básicamente con el mundo público y profesional: laboral, económi-
Imparcialidad

co y científico-tecnológico. Se le socializa para la producción.


A los chicos se les presenta la vida como un escenario en el que han de
probar su competencia en el mundo ocupacional y productivo, sin embargo, el
mundo familiar y relacional se les presenta como el lugar donde son atendidos y
cuidados.
Humanidad

Los mandatos o mensajes que reciben son de visibilidad, dominancia y


superioridad.
Por el hecho de pertenecer al sexo supuestamente más fuerte, se les tiende
a sobrevalorar, sobreexigir e infraproteger. Se les permite mayor actividad, y
agresividad, reprimiendo sus expresiones de debilidad, ternura, miedo, inseguri-
dad o tristeza. Se les educa para que su autoestima se base sobre todo en el éxito

38
en este ámbito público, orientándoles desde pequeños a la motivación de logro
hacia el exterior y a no darle tanta importancia al ámbito privado.
“El problema no está en pensar que niños y niñas son diferentes sino en creer que
las niñas son inferiores”
Estos mandatos o roles de género, aprendidos por repetición desde
hace siglos, perturban los proyectos de nuestro alumnado, pues les apartan de
Universalidad

algunas decisiones propias que podrían hacerles más felices.


Actualmente un porcentaje considerable del profesorado piensa que la es-
cuela no transmite los estereotipos sexistas y esto conlleva a una inhibición ante
el tema y a una inactividad en su quehacer educativo por no considerarlo necesa-
rio.
Unidad

Sin embargo, las investigaciones13 han comprobado que el profesorado en general


no es consciente de la utilización de clichés sexistas en su uso y en su enseñanza.
Afirman que "tanto el alumnado como profesorado no consideran el género como
algo relevante para un cambio de pensamiento, por eso no lo tienen en cuenta en
Voluntariado

su discurso educativo y coloquial, pero indirectamente está influyendo en el com-


portamiento cotidiano."
Es importante por ello evidenciar y detectar estos clichés sexistas que hacen
que, de forma muchas veces inconciente, condicionemos nuestro comportamiento
con el alumnado dependiendo de su sexo:
Independencia

Una investigación realizada en un hospital por estudiantes de psicología, demostró que el gé-
nero de los bebés, condicionó la respuesta de las personas, el experimento consistió en que
en la zona de neonatos del hospital, un grupo de personas de distintas profesiones, edades y
condición social, estudiaran y analizaran por un rato el comportamiento de bebes recién naci-
Neutralidad

dos, y luego, anotaran por separado sus observaciones.


El personal de enfermería tenía la consigna de intercambiar el color de las mantitas en los
bebés, a las niñas le ponían una mantita azul y a los niños una de color rosa.
Imparcialidad

Los resultados de esta investigación fueron los esperados, casi la totalidad


de las personas participantes en la investigación se dejaron influir por el co-
lor de las prendas y en sus anotaciones atribuían comentarios como “es una niña
muy dulce”, siendo varón y, “se le nota un niño muy dinámico” (Lamas, 1997:252),
cuando en realidad se trataba de una niña, el género de los bebés lo asignaba el
Humanidad

color de las mantitas.


En escuelas infantiles, Brolwn y France (1985)14 investigaron el diferente
lenguaje utilizado con bebés dependiendo del sexo de éstos y apreciaron, a partir
de observaciones y grabaciones de audio y vídeo de interacciones entre educado-
13
López Valero. A y otros (1999).
14
Fuente: Los chicos no lloran. Sue Askew y Carol Ross

39
ras/es y bebés, que los apelativos dirigidos a éstos se veían influidos por su géne-
ro:
- Las niñas eran bombardeadas con apelativos cariñosos- cariño, tesoro, amor,
preciosa, cielo, bonita…
- Mientras que los que se les dirigían a los niños reforzaban la conducta ruda
esperada de ellos- machote, gamberrete, fortachón, tragoncete, tigre, etc.
Universalidad

Por lo tanto vemos como también el profesorado transmite actitudes sexistas a las
nuevas generaciones, de forma inconsciente, pero con sus actitudes, sus creencias
y sus conductas están perpetuando un sexismo que creen tener superado retras-
ando la realidad de la igualdad en la escuela.
Unidad

3.1.2. Del sexismo a la igualdad en la escuela


Voluntariado

En una escuela infantil:


“Es increíble…llevan todo el curso jugando en el
rincón de las cocinitas…a los niños varones les encanta,
al igual que a las niñas…hoy ha venido uno de repente
Independencia

y me ha dicho que a eso no juega más, que eso de de niñas”

“En un aula de Primaria:


Niños, recordar decirle a vuestra madre que mañana os
ponga el chándal y os haga el bocata para la excursión”
Neutralidad

“En una aula de instituto, un profesor dice:


A ver…necesito dos chicos fuertes para mover este pupitre”
Imparcialidad

Comentarios reales de profesorado

Las alumnas y alumnos que están en este momento siguiendo la educación


reglada, en cualquiera de sus niveles, se encuentran con una contradicción que to-
davía es una realidad: el actual discurso de igualdad y de libertad de elección sin
Humanidad

cortapisas que escuchan se tropieza e interrumpe frecuentemente por multitud de


prácticas educativas y aprendizajes que todavía remiten a los campos y ámbi-
tos estereotipados de mujeres y de hombres.
O como dice Elena Simón, “dónde se ven y dónde no se ven”, tanto chicas
como chicos:
¿Por qué si no las chicas siguen viéndose en primer lugar como convivientes
en pareja, mamás y empleadas en sectores que trabajan con personas?

40
¿Por qué los chicos siguen viéndose en primer lugar como competidores - ga-
nadores de lo que sea, sobre todo de dinero, poder y fama si es posible?

Porque la contradicción entre un discurso de Igualdad y unos aprendiza-


Universalidad

jes de desigualdad hacen chirriar todas las bisagras:


¿Me dices que mis compañeras son mis iguales y luego me enseñas que el
hombre como tal, es decir yo, soy el que lo ha hecho todo: el rey y el guerrero, el
sabio y el hacedor?
¿Me dices que las mujeres somos iguales e incluso más competentes y luego
no me nombras, no me enseñas nada sobre mí misma, me pones en el segundo
Unidad

plano y me ignoras como humana?

Todo esto no tiene nada que ver con el rendimiento escolar, donde es
Voluntariado

bien sabido que las chicas tienen mejores notas y realizan estudios durante más
tiempo, con más especializaciones y mayor éxito académico, sino con la repro-
ducción en la escuela de los mandatos de género que hemos visto en el anterior
epígrafe.
Debemos reconocer que en el ámbito escolar estamos transmitiendo una cul-
Independencia

tura, unos valores y unos modelos en base a la diferencia entre hombres y mujeres,
pero tenemos que luchar para que esa transmisión basada en las diferencias
entre sexos no llegue a transformarse en desigualdad.
Y para eso tenemos los modelos educativos como conceptualizaciones que,
partiendo de determinados presupuestos teóricos, sirven de guía o marco de refe-
rencia a la hora implantar determinadas medidas y cambios:
Neutralidad

- El modelo tradicional o selectivo entiende la educación desde una perspectiva


jerárquica donde las y los docentes son “quien sabe” y las/los estudiantes quienes
no saben. Esta escuela selectiva desvaloriza lo femenino, considerándolo un valor
de segundo orden. Es un modelo vinculado con el aprendizaje y el desarrollo de las
capacidades que tienen relación con el éxito en el ámbito público, partiendo de las
características que la sociedad y el entorno consideran como propias del género
Imparcialidad

masculino.
Este modelo, tal como señala acertadamente Begoña Salas, forma individuos par-
ciales, ya que solamente son autónomos en un sólo ámbito: «Los varones tendrían
que reflexionar sobre esta incapacidad y minusvalía para desarrollarse como per-
sonas en el ámbito de lo privado que ocupa un considerable tiempo de nuestra vi-
da».
Humanidad

41
ENFOQUE DE GÉNERO EN LOS DIFERENTES MODELOS EDUCATI-
VOS
Universalidad

MODELO
MODELO MODELO
COMPENSATO-
SELECTIVO COMPRENSIVO
RIO

ESCUELA SEPA- ESCUELA CO-


Unidad

ESCUELA MIXTA
RADA EDUCATIVA

Separación de ám- Preparación para el


bitos: Potenciación ámbi-
Voluntariado

ámbito público:
tos privado y públi-
1. modelo masculi- 1. curriculum mas- co:
no = ámbito público culino como univer-
1. modelo de per-
2. modelo femenino sal
sona más allá del
= ámbito privado 2. incorporación de género.
las niñas al modelo
Independencia

Asimetría y jerar- 2. cuestionamiento


quización de mode- femenino subordi-
de la Escuela Mixta
los nado

Fuente: Muñoz y Maruny (1992); Salas (1992); Gª Colmenares (1995). Elaboración


propia
El «modelo compensatorio» supone un avance en relación al modelo ante-
Neutralidad

rior de carácter «selectivo» que olvidaba sistemáticamente los aspectos relaciona-


dos con la diversidad, la tolerancia y el derecho a la individualidad. Pero con todo
ello, sigue manteniendo la idea de normalidad como referente y por lo que afecta al
género, aunque propugna un modelo de enseñanza mixta, incorpora en el curricu-
lum únicamente los valores tradicionales masculinos como modelo universal para
toda la población escolar. Las chicas deberán desarrollar por su cuenta, de manera
Imparcialidad

paralela, un modelo educativo femenino de carácter implícito, a través de lo que se


denomina el «curriculum oculto».
Por último, la superación del modelo compensatorio, el avance del sexismo a
la igualdad en la escuela, se conseguiría con la implantación del «modelo com-
prensivo» que, en lo que concierne al género, eliminaría la existencia de un curri-
culum diferenciado y propondría un modelo de persona que transcienda los rígidos
Humanidad

corsés de «lo masculino» y «lo femenino».


Este nuevo modelo de persona nos llevaría a cuestionar ciertas prácticas
educativas consideradas correctas y neutras pero que ocultan una concepción
de persona asimétrica y jerarquizada, Son situaciones cotidianas dentro de la es-
cuela que evidencian que las discriminaciones persisten y pueden observarse en
aspectos como:

42
- Los materiales didácticos: Si bien actualmente se toman una serie de medi-
das para utilizar imágenes respetuosas con la diversidad escolar, nos encon-
tramos que tanto en los textos de Ciencias Sociales como en los de Matemáti-
cas y Ciencias Experimentales, el papel de la mujer es sistemáticamente olvida-
do. Dentro de los libros de texto destacaríamos aspectos como:
Universalidad

1) El androcentrismo de la ciencia
Que se manifiesta básicamente en los contenidos que se trasmiten a nuestras
y nuestros escolares, dando la sensación de que las mujeres históricamente no sa-
lieron de las cocina y que los grandes descubrimientos y progresos son exclusiva-
mente masculinos. Si revisamos los libros de texto vemos que como mucho apare-
Unidad

ce la figura de Marie Curie -sería mejor decir Marie Sklodowska ya que lo fue por
méritos propios.
2) La metodología y los valores
Voluntariado

Otro aspecto a señalar es la me- “Ábrase un libro de Física y no será difícil encontrar un
todología y los valores que se transmi- convertidor Bessemer o el motor de explosión de cuatro
ten en la enseñanza de las ciencias.
tiempos, pero es poco menos que imposible encontrar una
Como ejemplo de ello la pregunta de
una niña de 5º de primaria a su olla a presión, tan propedeútica como aquellos. Húrguese en

profesor de matemáticas cuando el de Biología, y se advertirá una y otra vez que el macho es
Independencia

después de presentar varios el más fuerte, pero raramente o nunca, que las hembras sue-
problemas con el enunciado «un niño len ser más resistentes. Hojéese el de Matemáticas, por
compró ...» ella le pregunto: «Maestro ejemplo en los repartos proporcionales, y se encontrará en
¿por qué ninguna niña va a comprar
seguida el problema de cómo repartir un capital multiplica-
en los problemas?". Claro que a veces
ellas sí aparecen comprando, pero do, pero no el de cómo convertir una receta de comida para
cosas como comida, telas, etc., dos personas en una comida para cinco”
Neutralidad

mientras ellos compran coches, Fdez. Enguita (Universidad de Salamanca)


casas, u ordenadores.

3) El papel de las mujeres a lo largo de la historia


Cualquier libro de texto de ciencias sociales presenta un cúmulo de guerras y
Imparcialidad

batallas que parecen ser el motor de la historia. Asimismo, los acontecimientos so-
cialmente relevantes para el progreso de la humanidad aparecen protagonizados
por varones, quedando en el inconsciente o curriculum oculto la idea de que bien el
género humano es exclusivamente masculino, con lo que el mecanismo de la re-
producción es altamente misterioso, o que las mujeres harto hacían con quedarse
en casa a cuidar a la familia, con lo que se ocultan las importantes y numerosas
aportaciones de las mismas.
Humanidad

4) Las representaciones de género en los libros de textos


Existen en nuestro país distintos trabajos que ponen de manifiesto la menor
representación de las figuras femeninas, así como la realización de actividades
más estereotipadas o menos relevantes que las mujeres.

43
- Distribución en los recreos. Juegos y juguetes: No toda expresión libre
es positiva en si misma ni la escuela tiene la patente del aprendizaje. Como mues-
tra se puede analizar la situación en los patios escolares:

¿Qué actividades se realizan durante el recreo? ¿Quienes ocupan la mayoría


de los espacios? ¿Se permite una relación igualitaria entre las niñas y los niños? O
Universalidad

el contrario, ¿nos encontramos ante una representación en miniatura de nuestra


sociedad donde afloran los aspectos competitivos, agresivos y sexistas que nues-
tras chicas y chicos ven reproducir hasta la saciedad todos los días? Quizás el pro-
fesorado y las asociaciones de madres y padres debieran plantearse la ocupación
de los espacios en la escuela y proponer otra serie de actividades donde las/los es-
colares interactuasen de manera más equitativa y gratificante. Desde estas líneas
Unidad

proponemos que el juego, ya sea una mera descarga de tensiones o sea un juego
dirigido, evite la competividad exacerbada, no fomente la agresividad y facilite las
relaciones entre niñas y niños.
Voluntariado

- El lenguaje: Tanto en la escuela como fuera de ella, utilizamos el denomi-


nado masculino genérico, que aparentemente integra tanto al masculino como al
femenino, pero ¿hasta que punto es cierto? Veamos algunos enunciados encontra-
dos en libros de texto: «Los pueblos nómadas son aquellos que se trasladan de un
lugar a otro con sus enseres, animales, mujeres,…», «Los pueblos bárbaros se de-
Independencia

dicaban principalmente a la guerra con los pueblos cercanos, a la caza... Sus muje-
res solían...», «Las normas del Corán sirven de guía a los creyentes. Pueden ca-
sarse con varias mujeres, la mujer..
“Una alumna pregunta a su maestra: - Señora maestra, ¿cómo se forma el
femenino?
Maestra: Partiendo del masculino la ‘-o’ final se sustituye por la ‘-a’-
Neutralidad

Alumna: Señora maestra, ¿y el masculino cómo se forma?


Maestra: El masculino no se forma, existe”
Anécdota escolar.
Imparcialidad

- La interacción en el aula El profesorado trata a chicas y chicos de manera


diferente proporcionando, por ejemplo, más elogios a las realizaciones intelectuales
de ellos. Asimismo, hay profesorado que sigue considerando que determinadas
materias y carreras profesionales son más apropiadas para chicos que para chicas,
a pesar de que las chicas hayan tenido éxito durante la enseñanza primaria y se-
cundaria en aquellos contenidos relativos a las mismas. Los preconceptos y las
Humanidad

ideas previas de las/los docentes condicionan muchas de sus decisiones en el aula.


Además existen otras diferencias:
“Las niñas y las adolescentes reciben menos atención en las aulas, se las
motiva menos, y se acaba anulando ciertas actitudes de muchas de ellas sólo por
el hecho de que no se las considera propias de su sexo, y por tanto, no se las su-
pone”, (Calero 1999).

44
3.2. De la escuela mixta a la Coeducadora: la educación no sexista

3.2.1. Características de la Coeducación


Ejemplos reales recogidos de cartillas de escritura:
Universalidad

Mi mama me mima mientras que mi papa patea la pelota


Lola lava al loza mientras que Lolo lee la Iliada
Tomasa amasa la masa mientras que Tomas se sienta a la mesa
Unidad

La nena menea la melena mientras que El nene menea a la nena

¿Y el mi papá me mima para cuando?


Voluntariado

¿Por qué hablar de coeducación cuando se supone que los conocimientos que
recibe el alumnado son igualitarios? Para responder a esta pregunta y cómo indica-
ción didáctica que tiene que guiar nuestra actividad aludimos a la siguiente defini-
ción de coeducación (Montserrat Moreno):
Independencia

“Coeducar no es yuxtaponer en una misma clase a individuos de ambos


sexos, ni tampoco es unificar, eliminando las diferencias mediante la presentación
de un modelo único. No es uniformizar las mentes de niñas y niños sino que, por el
contrario, es enseñar a respetar lo diferente y a disfrutar de la riqueza que ofrece la
variedad”.
Es importante entender al hablar de coeducación que a pesar de los avances
Neutralidad

logrados, aún hoy hay que hablar de educar para la igualdad porque en la escuela
se sigue diferenciando lo que es apropiado para las niñas y lo que es propio para
los niños. Se oculta lo femenino y se potencia una sola forma de entender la vida,
la del género masculino. Precisamente por esta razón, debemos potenciar la co-
educación, una nueva filosofía pedagógica, cuyo objetivo es recuperar los as-
pectos positivos propios de la cultura femenina y fomentar su desarrollo en
Imparcialidad

los niños, al tiempo que se potencian en las niñas los aspectos positivos de
la cultura masculina.
El derecho a la educación es uno de los derechos fundamentales. Hasta 1970
en España existía un currículo específico para las chicas sobre las buenas maneras
de ser mujer, aprendiendo las labores del hogar y todo lo referente al cuidado do-
méstico. La educación en igualdad de condiciones que los hombres no la obtuvie-
Humanidad

ron las mujeres hasta hace muy poco, en 1985 cuando se obligó a todas las escue-
las públicas o concertadas a constituirse como mixtas.
Sin embargo, no se puede asociar escuela mixta con escuela coeducativa,
ya que el agrupamiento de chicos y chicas en un mismo espacio no es garan-
tía de una enseñanza justa e igualitaria:

45
- La Escuela Mixta: Es la educación que se da conjuntamente a niños y niñas
en los mismos espacios y tiempos y parte del principio de neutralidad y, por tanto,
no contempla las diferencias de género. Afirma que trata a todo el alumnado por
igual aunque tienden a reproducir valores y conocimientos sexistas. Se confunde la
adaptación de las niñas a la norma masculina con la igualdad de oportunidades.
Esta igualdad es únicamente formal porque:
Universalidad

 LO QUE OFERTA es uniformidad y supuesta neutralidad.


 LO QUE OCULTA es la hegemonía de la educación masculinizada
sobre la devaluación de una educación amplia y comprensiva de to-
dos los valores.
- Y, en cambio, la Escuela Coeducadora:
Unidad

 Es un modelo pedagógico que busca el desarrollo personal y comple-


to de niñas y niños en condiciones de igualdad, libertad y solidaridad.
 Busca una educación integral e integradora de ambos géneros en po-
Voluntariado

sitivo, revalorizando de manera equivalente las cualidades considera-


das masculinas y las femeninas sin ninguna jerarquización
 Reconoce la existencia y las formas con las que el sexismo se mani-
fiesta en el centro educativo
 Es todavía un horizonte y una utopía
Independencia

 En efecto, "las alumnas han aprendido a jugar al fútbol mientras que


los alumnos ni saben ni quieren aprender a jugar a la comba."
Neutralidad
Imparcialidad
Humanidad

46
CARACTERÍSTICAS DE LA COEDUCACIÓN:
Universalidad

 Es un proceso intencionado de intervención con un enfoque y un tratamiento


transversal
Unidad

 No pretende cambiar sólo a las chicas para adaptarlas al modelo masculino,


sino rescatar lo valioso de los dos géneros y no limitarlos de forma rígida.
Voluntariado

 Debe contemplarse en el proyecto educativo y curricular del centro y requiere


un tiempo y unos recursos específicos
 Prepara al alumnado no sólo para el mundo laboral, sino también para el
mundo privado, relacional y familiar.
Independencia

 Concibe una organización escolar equitativa en cuanto a cargos, espacios y


tiempos; Posibilita la conciliación de la vida familiar y laboral.
 Utiliza un lenguaje desprovisto de estereotipos sexistas y que no oculta o
menosprecia el mundo de lo femenino.
 Selecciona materiales didácticos que ofrezcan una imagen equitativa de los
Neutralidad

dos sexos.
 Asegura que el uso de los espacios no esté monopolizado por uno de los
sexos ni que sea excluyente.
 Implica a toda la comunidad escolar, profesorado, AMPAS y personal no do-
Imparcialidad

cente.

“Coeducar es educar a unas y otros considerándolos con igualdad de dere-


Humanidad

chos y oportunidades sin diferenciar los mensajes en función del sexo”

Por ello, en la escuela la elaboración de un modelo coeducativo debería conside-


rar aspectos como:
 Integrar las esferas pública y privada a la hora de construir el curriculum
escolar.

47
 Analizar el androcentrismo que subyace en el modelo educativo actual
(escuela mixta). Crítica a la generalización del curriculum masculino co-
mo modelo universal para toda la población escolar.
 Revisar los diferentes aspectos y situaciones que se dan dentro del aula
con relación al mantenimiento de los estereotipos sexistas (lenguaje, in-
teracción educativa, invisibilidad de las mujeres y su reflejo en el curricu-
Universalidad

lum).
 Contrastarlasituaciónescolarpropiamentedichaconlasexpectativassociales
yfamiliaresen relación con los dos sexos para propiciar estrategias comu-
nes y complementarias entre la familia y la escuela.
 Construir un modelo de persona que transcienda y vaya más allá de los
Unidad

tradicionales presupuestos sobre el género.


 Propiciar una serie de valores no jerarquizados en función del sexo y re-
lativos a un modelo de persona autónoma y flexible.
Voluntariado

 Desarrollar las estrategias metodológicas más acordes con los estilos de


aprendizaje de niñas y niños, lo que permitirá la reflexión crítica sobre
ciertas rutinas didácticas.
 Favorecer el diálogo escuela/familia poniendo de manifiesto las implica-
ciones de ambos contextos con relación a los estereotipos de género.
 Recontextualizar la diversidad social y escolar en relación con los distin-
Independencia

tos temas transversales sin olvidar las especiales relaciones entre todos
ellos.
Es decir un modelo educativo cuyo objetivo prioritario sea desarrollar una pe-
dagogía de la igualdad donde alumnas y alumnos desarrollen sus potencialidades
sin discriminación alguna; una pedagogía que sea favorecedora de acciones positi-
vas para compensar los efectos de la discriminación personal y social.
Neutralidad

3.2.2. Ejemplos de acción positiva en la escuela


¿Por qué necesitamos las Acciones Positivas en las escuelas?
“Imaginemos una carrera en la que algunos corredores se les ha asignado
Imparcialidad

una pesada carga porque pertenecen a un determinado grupo. A causa de este


hándicap el corredor medio con carga quedará rezagado del corredor medio sin
carga, aunque algunos corredores con carga adelantarán a algunos corredores sin
carga. Ahora supongamos que alguien agita una varita mágica y que las cargas
desaparecen de las espaladas de todos lo corredores. Si los dos grupos de corre-
dores son iguales en capacidad, la principal diferencia entre los grupos con carga y
sin carga deja de aumentar, pero aquellos que sufrían por la discriminación previa
Humanidad

nunca se equipararán. Si se pudiera pasar el relevo a sus hijos, no habría iguala-


ción de la carrera ni siquiera a través de generaciones. La carrera sólo podría vol-
verse limpia si cada uno fuera obligado a parar y a comenzar de nuevo en la misma
línea de salida, si todos los que no llevaban carga fueran obligados a cargar peso
hasta que las diferencias en el promedio de ejecución de grupos desaparecieran o
si quienes habían sufrido desventajas en el pasado recibieran privilegios especiales
hasta que se equiparasen”.

48
Lester Thurow.

Todo lo visto implica que, para hacer real esta igualdad desde la escuela, de-
bemos combatir el sexismo social mediante medidas de acción positiva y planes de
igualdad de oportunidades que propongan estas prácticas coeducadoras en los
centros educativos. Las acciones positivas son procesos dirigidos a prevenir, co-
Universalidad

rregir y/o eliminar las desigualdades de todo tipo, para modificar la situación exis-
tente con el fin de producir mayor bienestar social.
En el ámbito de la educación, LAS ACCIONES POSITIVAS (también llamadas
de educación no sexista o coeducadoras), van dirigidas a corregir las discrimina-
ciones sexistas que perviven en la escuela mixta.
Unidad

La educación no sexista, además de ser un trabajo personal, ha de articularse


de forma colectiva en el proyecto educativo de cada centro con el alumnado, el pro-
fesorado y las familias:
Voluntariado

Ejemplos de medidas de acción positiva en la escuela

1. En el currículo escolar:
 Incorporar en la programación las habilidades y conocimientos tradicionales
Independencia

de las mujeres. Por ejemplo, con talleres de cocina, planchado, limpieza del
aula, etc. distribuidas por igual entre niños y niñas
 Incorporar al currículo personajes femeninos de rango social público que
hayan contribuido a la mejora de la sociedad
Neutralidad

2. En los materiales didácticos:


 Asegurar que en los materiales didácticos aparezcan de forma equilibrada
mujeres y varones, protagonistas tanto niñas como niños; mujeres realizan-
do trabajos valorados, no típicamente femeninos
 Rechazar aquellos que sigan reproduciendo modelos tradicionales sexistas
Imparcialidad

y no aporten propuestas para superar estas discriminaciones


 Disponer de cuentos no sexistas, además de los cuentos populares o tradi-
cionales
 Velar por que todos los recursos didácticos, (mobiliario y juegos) sean utili-
zados por niños y niñas de forma equilibrada, sin acaparamientos ni exclu-
siones
Humanidad

3. En el lenguaje utilizado del centro:


 Revisar el sistema de comunicación escrita en las circulares, carteles, sala
de profesorado y comunicaciones oficiales del centro para asegurar el uso
no sexista del lenguaje.

49
 Evitar en la comunicación oral cotidiana con el alumnado, expresiones este-
reotipadas que reproduzcan los modelos de género: "Dile a tu mamá que te
lave el chándal", “venga…dos chicos fuertes que me ayuden a mover esta
mesa”

4. En la distribución y usos del espacio en el patio y en el aula:


Universalidad

 Fomentar la participación equilibrada en los juegos de niños y niñas, fomen-


tando los grupos mixtos y el desarrollo de juegos motrices, deportivos así
como otros más tranquilos.
 Vigilar que los espacios sean ocupados de forma equilibrada (tanto en los
patios como en las clases) por los niños y niñas, sin acaparamientos por par-
Unidad

te de ningún sexo.
 Establecer reglas de juegos diferentes para distintas zonas del patio, por
ejemplo una zona con balón y otra sin él.
Voluntariado

 Organización de un campeonato para chicos con juegos tales como gomas,


comba, trueque o escondite inglés. Igualmente, proponer juegos de veloci-
dad y balón para un campeonato de chicas.

5. En la organización escolar:
Independencia

Buscar el equilibrio y la proporción de varones y mujeres en el reparto de car-


gos, responsabilidades y tareas por parte del profesorado.
Con el consenso generalizado sobre la creencia de que la educación nos per-
mitirá avanzar en la igualdad de sexos y de que el ámbito escolar es el espacio pri-
vilegiado en el que intervenir para conseguir una sociedad sin discriminaciones …
con el fin de contribuir a la práctica de la coeducación en nuestros centros educati-
Neutralidad

vos

Como hemos dicho consideramos la Coeducación como la herramienta


principal y más importante para acabar con el machismo en las escuelas. No
se trata sólo de evitar que en la escuela existan prácticas discriminatorias, si-
Imparcialidad

no de promover la igualdad real.


Desde los centros educativos debemos potenciar en chicas y chicos sus habi-
lidades y capacidades, independientemente del sexo al que pertenezcan, alejándo-
se del encasillamiento de los “valores femeninos” y “valores masculinos. Para ello
otras sugerencias o propuestas:
- Promover exposiciones relativas a la obra humana de las Mujeres, aprove-
Humanidad

chando distintas conmemoraciones.


- Incluir la violencia de género en todas las acciones preventivas y sanciona-
doras de la llamada violencia escolar.
- Promover actividades que tengan que ver con la presentación de oficios y
profesiones no estereotipados, donde se conozcan personas concretas que
los realicen.

50
- Organizar sesiones audiovisuales (películas, cortos, series, fragmentos, ví-
deos…) que presenten vidas no estereotipadas de mujeres y hombres, tanto
actuales como del pasado y de cualquier lugar del mundo.
- Fomentar la realización de talleres de Igualdad, de educación afectivo-
sexual y de corresponsabilidad, aprovechando las ofertas de ayuntamientos,
ONGs u otros organismos que las realizan directamente con el alumnado.
Universalidad

- Proponer algún programa de Formación en centros, donde el tema central


sea el enfoque de género, referido a varias cuestiones, como la violencia, la
salud, la corresponsabilidad o los valores democráticos de la ciudadanía y
los derechos humanos.
Unidad

3.3. La prevención de la Violencia Sexista


3.3.1. Qué es la violencia sexista: Conceptualización
Según la ONU una de cada tres mujeres ha sufrido abusos, ha sido maltrata-
Voluntariado

da físicamente, ha sido víctima de una agresión sexual. Cada 18 segundos una mu-
jer sufre una agresión por el hecho de ser mujer, por culpa de los estereotipos que
pesan sobre ella...

¿Es que las mujeres tienen una naturaleza que tiende a aceptar golpes? NO
¿o los hombres que les incita a la agresión? NO. Quiere decir, como acabamos de
Independencia

ver, que en todo el mundo hay una estructura social, la patriarcal, que se funda-
menta en la desigualdad entre hombres y mujeres basada en el sexismo que inte-
riorizamos.

Violencia Sexista o de Género


“Todo tipo de actuación basado en la pertenencia a dicho sexo de la víctima, y con inde-
Neutralidad

pendencia de la existencia o no de relación afectiva con el maltratador u otras circunstan-


cias (edad, procedencia etc.) que, a través de medios físicos o psicológicos, incluyendo las
amenazas, intimidaciones o coacciones, tenga como resultado posible o real un daño o su-
Imparcialidad

frimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, y se realice al amparo de una situación
de debilidad o de dependencia física, psicológica, familiar, laboral o económica de la vícti-
ma frente al agresor” Instituto Canario de la Mujer
Humanidad

Esta definición basada en la conceptualización de organismos nacionales e


internacionales deja claro que es un tipo de violencia específica cuyo factor de
riesgo es ser mujer:

“No te golpea por es alta o baja, gorda o flaca, necia o inteligente, licenciada o
analfabeta….TE GOLPEA POR SER MUJER” A. Álvarez

51
Para nombrarla podemos utilizar el término Violencia de Género, Violencia
Machista o Sexista, Violencia masculina contra las mujeres,… o cualquiera que
deje claro de que tipo de violencia estamos hablando…pero al decir violencia do-
méstica, suena a dentro de casa o familiar, relativa a la familia, y parece que sea
exclusivamente la que se da dentro de las cuatro paredes de casa, que es una
Universalidad

cuestión privada. En cambio si decimos violencia de género o machista queda


claro que se trata de un problema social, una cuestión pública que afecta a toda la
sociedad y no es sólo el hombre que “pega” a su mujer en su casa.
Por eso hablamos de violencia específica por que es un tipo de violencia que
necesitar ser correctamente relacionada con un origen muy concreto: el machismo
o cultura patriarcal que establece esas características de género diferenciadas
Unidad

de las que hemos hablado y a las que otorga distinta importancia según una je-
rarquía de valores que concede una superioridad al género masculino sobre el
femenino
Voluntariado

Lógicamente al ser este el origen no tiene cabida dentro de este tipo de vio-
lencia, repetimos, específica, la que ejerce una mujer sobre un hombre puesto que
detrás de la misma no estaría este componente patriarcal o machista. Sin embargo
esta falsa creencia es el error de conceptualización más común e importante entre
la población española en general.
Esta especificidad también está en que a diferencia de otros tipos de violencia
Independencia

en las que el agresor busca destruir a la víctima, en la violencia machista, en el


maltrato a las mujeres (también por ejemplo en la violencia escolar), se busca el
sometimiento, no la destrucción, de la víctima.
La destrucción, el asesinato, ocurre cuando el sometimiento ya no es posible
¿Nos suena el titular “Otra víctima de violencia de género. Ella había comenzado
los trámites de separación o había decidido marcharse”?
Neutralidad

Si como hemos visto para las mujeres el factor de riesgo de ser victima de vio-
lencia de género es exclusivamente ser mujer, para los hombres el principal fac-
tor de riesgo de ejercer este tipo de violencia es, fundamentalmente, ser ma-
chista
Imparcialidad

“Practicar violencia contra las mujeres no depende de tener un pene entre las
piernas sino de las ideas de dominación que interiorices como hombre” Gemma
Lienas

3.3.2. Cómo se manifiesta e identifica


Humanidad

Por desgracia la violencia de género está presente en todos los ámbitos en los
que se desenvuelven las mujeres. Es verdad que nos hemos acostumbrado a rela-
cionarla, debido sobre todo a las noticias, con la violencia ejercida por un violento
particular hacia una violentada concreta, casi siempre ligada a las relaciones amo-
rosas o de pareja y encerrándola en las paredes de un mal llamado hogar.

52
Pero la realidad de la violencia ejercida sobre las mujeres es que se expresa
de múltiples formas en cualquier lugar del mundo, en demasiados casos, con el
respaldo de los estados, el mantenimiento de tradiciones arcaicas o el fundamenta-
lismo religioso:
Universalidad

MANIFESTACIONES DE LA VIOLENCIA SEXISTA

MALOS TRATOS FÍSICOS


Uso deliberado de la fuerza con la intención de generar lesión física, daño o
dolor (puñetazos, bofetadas, arañazos, quemaduras, estrangulamientos,…).
Unidad

• Cada diez minutos una mujer muere de forma violenta, lo que supone un
total de 53.000 al año
• El 70% de las mujeres víctimas de asesinato lo son a manos de su com-
Voluntariado

pañero
• A lo largo de la historia son más de 70 millones las mujeres asesinadas
por hombres
• Entre las europeas de 16 a 44 años, la violencia en el ámbito familiar es
la principal causa de muerte
Independencia

MALOS TRATOS PSICOLÓGICOS


Actos que atentan contra la integridad psíquica y emocional de la mujer y co-
ntra su dignidad como persona. Estas agresiones pueden plasmarse en tácticas de
ejercicio de poder y control (vigilancia, insultos, humillaciones, prohibiciones, mani-
pulaciones afectivas) con el consecuente proceso de aislamiento y anulación de la
Neutralidad

autoestima.
• En el 100% de los casos de violencia de género se da la violencia psico-
lógica
Imparcialidad

MALOS TRATOS SEXUALES


Incluyen cualquier acto de intimidad sexual forzada por el agresor o no con-
sentida por la víctima, abarcando la imposición, mediante la fuerza o con intimida-
ción, de relaciones sexuales no consentidas, el abuso sexual, con independencia
de que el agresor guarde o no relación conyugal, de pareja, afectiva y de parentes-
Humanidad

co con la víctima.
• Cada 2 minutos hay una nueva victima de violación y/o agresión sexual
• El 73% de las violaciones y agresiones sexuales las comete un conocido
o familiar de la victima
• El 60% de las violaciones y agresiones sexuales no se denuncian.

53
ABUSO SEXUAL A MENORES
Actos y comportamientos, incluida la exhibición y la observación, que un adulto
realiza para su propia satisfacción sexual, con una niña o adolescente, empleando
la manipulación emocional, el chantaje, las amenazas, el engaño o la violencia físi-
ca.
Universalidad

• Más de 20.000 niños son víctimas de abusos y explotación en España.

ACOSO SEXUAL
Conductas consistentes en la solicitud de favores de naturaleza sexual, preva-
liéndose el sujeto activo de una situación de superioridad laboral, docente o análo-
ga, con el anuncio expreso o tácito a la víctima de causarle un mal relacionado con
Unidad

las expectativas que la víctima tenga en el ámbito de dicha relación, o bajo la pro-
mesa de una recompensa o premio en el ámbito de la misma.
• Una de cada 10 trabajadoras (el 9,9%) ha padecido alguna forma de aco-
Voluntariado

so sexual en su empleo en el último año.

VIOLENCIA CONTRA LOS DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS


DE LAS MUJERES
Cualquier tipo de actuación que impida o restrinja el libre ejercicio por las mu-
jeres de su derecho a la salud reproductiva y, por tanto, que afecte a su libertad pa-
Independencia

ra disfrutar de una vida sexual satisfactoria y sin riesgos para la salud, así como a
su libertad para decidir o no la procreación y para acceder o no a servicios de aten-
ción a la salud sexual y reproductiva y a los anticonceptivos.
• Cada año, en el mundo en desarrollo, se producen 19 millones de emba-
razos no deseados que terminan irremediablemente en un aborto realiza-
do en malas condiciones
Neutralidad

VIOLENCIA ECONÓMICA O MALOS TRATOS ECONÓMICOS


Privación intencionada y no justificada legalmente de recursos para el bienes-
tar físico o psicológico de la víctima y de sus hijos/as, así como la discriminación en
la disposición de los recursos compartidos en el ámbito familiar o de pareja.
Imparcialidad

• El 70% de los 1300 millones de personas que viven en la pobreza absolu-


ta son mujeres

TRÁFICO O UTILIZACIÓN DE MUJERES


Control o uso de las mujeres con fines de explotación sexual, prostitución,
Humanidad

comercio sexual, o cualquiera que fuere el tipo de relación forzada: conyugal, pa-
terno filial, laboral etc., que una a la víctima con el agresor.
• En Europa, entran cada año más de 500.000 mujeres y niñas que serán
víctimas de explotación sexual.
• Se contabiliza internacionalmente como el segundo delito más rentable
del mundo y se cifra en 32 mil millones de dólares anuales el volumen de

54
este deleznable negocio.
• Según informes de la Guardia Civil, más de un 90% de las mujeres que
ejercen la prostitución en nuestro país son inmigrantes en situación irre-
gular.

MUTILACIÓN GENITAL FEMENINA


Universalidad

Procedimientos que implican una eliminación parcial o total de los genitales


externos femeninos y/o lesiones causadas a los órganos genitales por razones cul-
turales, religiosas o cualquiera que no sea de orden estrictamente terapéutico, aún
cuando se realicen con el consentimiento, expreso o tácito, de la víctima.
• Cada año en 28 países africanos, sobre dos millones de niñas corren el
Unidad

riesgo de padecer algún tipo de mutilación genital femenina.

VIOLENCIA EN LOS CONFLICTOS ARMADOS


A menudo las partes en un conflicto violan a las mujeres, y en ocasiones utili-
Voluntariado

zan las violaciones sistemáticas de las mujeres como una táctica de guerra. Ade-
más de los asesinatos de mujeres está la esclavitud sexual, el embarazo forzado y
la esterilización forzada en las guerras
• Las mujeres son casi el 80% por ciento de las bajas en todos los conflictos
armados o son violadas como forma de humillar al enemigo.
Independencia

EL MATRIMONIO FORZADO Y PRECOZ


En ocasiones se obliga a las niñas a casarse cuando aún no han alcanzado la
pubertad, y en ocasiones a una edad extremadamente temprana. Un proverbio de
Afganistán dice: “Una niña debe tener su primer periodo en la casa de su esposo,
no en la de su padre”.
• Afganistán, informó de que es habitual que las niñas de entre 10 y 12
Neutralidad

años contraigan matrimonio.

ABORTOS SELECTIVOS EN FUNCIÓN DEL SEXO E INFANTICIDIO FE-


MENINO
El aborto selectivo es meramente un síntoma de un problema arraigado: Una
Imparcialidad

preferencia profundamente establecida hacia los hijos varones, basada en factores


sociales, culturales, económicos e históricos.
• Más de 60 millones de mujeres “faltan” como consecuencia de abortos
selectivos.

CUALESQUIER OTRA FORMA ANÁLOGA DE VIOLENCIA:


Humanidad

Que lesionen o sean susceptibles de lesionar la dignidad, la integridad o la li-


bertad de las mujeres

55
Tipos y formas del maltrato

Si bien es verdad que la violencia física y los asesinatos son alarmantes (son
los que nos muestran los medios de comunicación como la expresión más grave de
Universalidad

este tipo de violencia), tenemos que saber que existen muchísimas mujeres que su-
fren graves secuelas provocadas por otros tipos o formas de violencia menos evi-
dentes y no por ello menos peligrosas.
Esa violencia física es sólo la punta del iceberg, la parte más visible de un
problema de mayor magnitud cuantitativa que padecen muchísimas más mujeres a
las que jamás se les ha puesto la mano encima, pero que viven situaciones enor-
Unidad

memente injustas y además invisibles. Por eso es importante conocer los tipos y
formas de ese maltrato, en este caso dentro de las relaciones de pareja::
Violencia Física: Desde un empujón intencionado, una bofetada o arrojar ob-
Voluntariado

jetos hasta el extremo del asesinato.


Violencia Psicológica: Incluye la desvalorización, el aislamiento, el control y
el dominio, las amenazas y el chantaje emocional, que veremos mas detalla-
damente en el siguiente apartado. El maltrato psicológico continuado, al igual
que el físico, provoca sentimientos de humillación, que van destruyendo la au-
toestima de las personas, y sus secuelas son incluso más duraderas que las
Independencia

del maltrato físico.


Los insultos ("eres una puta"), los desprecios ("no vales para nada"), las humi-
llaciones y chanzas ("¿Quién te va a querer con esa cara?”), no hablar a al-
guien o hacer como si no existiera, la amenaza de agresión física ("como no
me hagas caso, te parto la cara")….
Violencia Sexual: Cualquier contacto sexual no deseado. La mayoría de las
Neutralidad

violaciones y abusos sexuales ocurren dentro del contexto de la pareja o la


familia.
Violencia o abuso ambiental: Romper o lanzar objetos con ánimo de intimi-
dar, dañar aquello que tiene valor afectivo para la mujer, alterar el sueño de
manera intencionada. Conducir de manera temeraria,…
Imparcialidad

Violencia o abuso económico: Administrar y disponer de los recursos eco-


nómicos sin consultar a la mujer e impidiéndola acceder a ellos, mentir sobre
los ingresos, disponer de dinero para sus intereses a costa de mantener la ca-
rencia en la familia, endeudarse o vender pertenencias sin el conocimiento ni
consentimiento de ella,…,
Humanidad

56
Cómo Identificar la Violencia Sexista
Si conocemos cúales son las conductas15 que utiliza el agresor en cada
una de las formas y tipos de violencia que hemos visto, los objetivos que persigue
con esas conductas y las consecuencias que tienen en las mujeres:
Universalidad

CONDUCTAS: Tratar a la mujer como inferior o estúpida, desvalorizar


a las mujeres en general, no tener en cuenta o criticar sistemáticamente sus
opiniones o acciones, no permitirle participar en la toma de decisiones, in-
sultarla sobre su apariencia física para hacerla sentir poco atractiva o por
DESVALORIZACIÓN

provocadora, dirigirse a ella con sobrenombres degradantes, no tomar en


cuenta sus sentimientos ni sus gustos o preferencias, tergiversar los argu-
Unidad

mentos de tal modo que ella aparezca siempre como culpable, …


Voluntariado

OBJETIVOS: hacer sentir a la mujer que “con lo poco que vale” es


afortunada de que él permanezca a su lado y crearle inseguridad y ansiedad
ante cualquier planteamiento de abandono de la relación.


Independencia

CONSECUENCIAS: La destrucción de la autoestima, distorsión de su


auto imagen
AISLAMIENTO Y ABUSO SOCIAL

CONDUCTAS: Prohibirle directamente relacionarse con su familia de


origen, amistades,…, lograr alejarla de estas a través de tácticas indirectas
Neutralidad

tales como generar situaciones que le resulten incómodas y violentas cuan-


do está con ellos/as o conseguir que carezca de tiempo para relacionarse a
través de sobrecargarla de responsabilidades ….


Imparcialidad

OBJETIVOS: Aislarla, ejercer el control sobre ella, evitando que cuen-


te lo que sucede o que sea ayudada

CONSECUENCIAS Aislamiento, incomunicación, ruptura del apoyo


Humanidad

social del entorno de la mujer, dependencia.

15
Clasificación realizada por Esther Ramos extraída de De la Peña Palacios, Eva María. 2007. ”Maletín =a2 de Coeducación para el profesorado.
Fórmulas para la igualdad nº5. Violencia de género”. Fundación Mujeres. Edita :Mancomunidad Valle del Guadiato

57
CONDUCTAS: Pretender conocer en todo momento dónde está, con
quién y qué hace, esperarla a la salida del trabajo, llamarle por teléfono re-
iteradamente, perseguirla, manifestar celos y sospechas continuamente,
CONTROL Y DOMINIO

acusarle injustificadamente de coquetear con otros, interrogar a los/as hi-


jos/as acerca de las actividades de la madre, exigirle que esté donde él
quiere, impedirle formarse o planificar su futuro, ..
Universalidad

OBJETIVOS Controlar a la mujer, ejercer dominio e imponer su autori-


dad en la relación.
Unidad

CONSECUENCIAS Pérdida de libertad, sentirse deslegitimada para


tomar decisiones por sí misma, miedo, temor
Voluntariado

CONDUCTAS: Amenazarle con echarla de casa o con quitarle a los /as


hijos /as, de agresiones ,muerte o suicidio como fórmula de control, .decirle
que todo el patrimonio es suyo y que si no accede a sus deseos lo perderá,
Independencia

AMENAZAS

OBJETIVOS Impedir que cuente lo que le pasa o que denuncie o


abandone la relación


Neutralidad

CONSECUENCIAS Infunden temor en la mujer, paralizan a la víctima a


la hora de tomar iniciativas eficaces
Imparcialidad

CONDUCTAS: Amenazar con suicidarse si la mujer plantea dejarle,


CHANTAJE EMOCIONAL

manifestar reiterativamente lo desdichado que es para infundir lástima insis-


tiendo en argumentos tales como dolencias, una infancia desdichada, etc.

OBJETIVOS Utilizar la lástima cómo técnica para manejar a la pareja.


Humanidad

CONSECUENCIAS Imponerse la necesidad de hacerse cargo de la vi-


da del otro, sentirse culpable si deja de hacerlo. El motivo inicial que mueve
a la protección es el sentimiento inducido de lástima, después se añade un
segundo motivo, la evitación del sentimiento de culpa.

58
3.3.3. Cómo se produce y perpetúa
“Antes no era así, al principio era encantador…”
Es importante saber que la violencia sexista puede aparecer en las vidas de
cualquiera, puesto que como hemos visto el factor de riesgo para las mujeres es
Universalidad

ser simplemente mujeres y para los hombres es tener creencias machistas.


Hay profesores de institutos, albañiles, médicos, políticos, cantantes que mal-
tratan a sus mujeres...y hay profesoras, farmacéuticas, amas de casa, arquitectas
que sufren la violencia de sus parejas. Aunque la tele nos suele mostrar gente de
un mismo estrato social la realidad es que esta violencia existe en todos los niveles
sociales, económicos, educativos, edades,…
Unidad

Para entender cómo se produce16, vamos a comenzar incidiendo en su inicio


progresivo. La llamada escalada de la violencia que se define como un proceso
paulatino y ascendente de etapas en las que la intensidad y la frecuencia de las
Voluntariado

agresiones se van incrementando a medida que pasa el tiempo.


Comienza con conductas de abuso psicológico bajo la apariencia y expresión,
por parte del agresor, de actitudes de cuidado y protección, difíciles de percibir por
su apariencia amorosa, pero que van reduciendo la seguridad y la confianza de la
mujer en sí misma y su capacidad de reacción con frases del tipo “Hazme caso que
yo sé lo que es bueno para ti” “te quiero tanto que necesito saber dónde estás y
Independencia

qué haces en todo momento”. Se trata de conductas restrictivas y controladoras,


que van minando su autonomía, a la vez que la sitúan en condiciones de depen-
dencia y aislamiento.
Habitualmente estas conductas, que suelen ser la antesala del maltrato físico,
no se perciben por parte de las mujeres como agresivas, sino como manifestacio-
nes del carácter de la pareja o de rasgos masculinos por excelencia (rol dominante
y protector a un tiempo), que se han interiorizado como normales.
Neutralidad

Precisamente es esta estructura progresiva de escalada o evolución de la vio-


lencia, lo que hace que la victima se vaya habituando a la violencia poco a poco.
Está demostrado que la exposición repetida a cualquier grado de violencia, incluso
los muy débiles, afecta y disminuye la conciencia crítica de percepción y de recha-
zo a la misma, distorsionando el umbral de tolerancia y constituyendo una especie
Imparcialidad

de anestésico ante la violencia. Este proceso de asunción de umbrales altos de vio-


lencia como normales es al que denominamos habituación17, que impide a las mu-
jeres detectar la violencia que están padeciendo.
Para entender mejor la escalada de la violencia y el proceso de habituación
que sufren las mujeres haciéndolas perder tanto su capacidad de reacción como la
de identificación de situaciones peligrosas, vamos a ver dos experimentos:
Humanidad

16
Guía para la Prevención de la Violencia de Género para jóvenes: MP3- MP4 ¿Reproduces Sexismo?, SMS ¡Sin Machismo Si! Autora: De la
Peña Palacio, Eva Mª Edita: Instituto Canario de la Mujer. Consejería de Bienestar Social, Juventud y Vivienda. Gobierno de Canarias .2009
17
De la Peña Palacios, Eva María. 2007.”Maletín =a2 de Coeducación para el profesorado. Fórmulas para la igualdad nº5. Violencia de género”.
Fundación Mujeres. Edita :Mancomunidad Valle del Guadiato

59
“Experimento de la rana”
Al intentar meter una rana en un recipiente con el agua a 70º ésta pega un salto “negán-
Universalidad

dose” a meterse por su capacidad de reacción. Vemos otro recipiente con el agua a 20º
en el que la rana entra tranquilamente e incluso comienza a nadar “disfrutando” del agua.
Pero resulta que esa agua se está calentando a fuego muy lento. Grado a grado y muy
lentamente la temperatura del agua comienza a subir. En un momento dado cuando la Tª
Unidad

supera los 40ª se observa como la rana se queda paralizada e intenta saltar para salir del
recipiente. Como lleva mucho tiempo dentro del agua el estado de sus músculos ya no le
permiten pegar ese salto, ha perdido su capacidad de reacción y no puede salir del reci-
Voluntariado

piente - Al final el agua llega a la misma temperatura a la que la rana se había “negado” a
meterse al principio y la consecuencia es que muere “abrasada.
Independencia

“Experimento de los vasos de agua”


Ponemos en fila 10 vasos iguales llenos de agua. Se informa de que a partir de un vaso
concreto se han empezado a añadir al agua gotas de edulcorante. En el primer vaso
que se “endulza” se ha añadido una gota, en el segundos dos, en el tercero tres…y así,
Neutralidad

progresivamente a partir de uno de los vasos, los demás están más dulces. Se trata de
identificar a partir de que vaso el agua empieza a estar dulce.
Si una persona está acostumbrada a tomar mucho dulce no será capaz de reconocer el
agua endulzada hasta que ésta tenga muchas gotas de edulcorante. Sin embargo, la
Imparcialidad

persona que no esté habituada al dulce, identificará éste en el primer o segundo vaso
con edulcorante.
Humanidad

Para entender porqué se perpetúa esta violencia, y dar respuesta a la fre-


cuente pregunta del ¿Por qué no se van las mujeres? una vez que son conscientes
del tipo de relación abusiva en el que están metidas, vamos a profundizar en los si-
guientes conceptos: Variables Paralizantes, Indefensión Aprendida, Ciclo de la Vio-
lencia.

60
Por otro lado, las razones por las que no abandonan o denuncian su situación
tienen que ver con múltiples de factores, entre los que se encuentran también la
habituación o la escalada de la violencia que ya hemos visto, juntos con las secue-
las del maltrato o las estrategias puestas en marcha por los agresores.
La extendida creencia entre la población joven y adolescentes de que “si no
salen es porque no quieren”, es un argumento erróneo que de alguna forma res-
Universalidad

ponsabiliza a las mujeres victimas de la situación que padecen y de la cual el único


responsable es el agresor.
Variables paralizantes. El miedo y la culpa son dos de los sentimientos más
paralizantes que existen.¿Qué hace que éstas mujeres se sientan culpables de su
situación? Gracias a las estrategias del agresor, muchas mujeres maltratadas sue-
len atribuir lo que les sucede a su “forma de ser”, considerándose “merecedoras” de
Unidad

un trato indigno por auto percibirse como poco competentes, de escasa valía, poco
atractivas o, en ocasiones, demasiado provocadoras.
Además entran en juego variables económicas (ausencia de alternativas re-
Voluntariado

ales en cuanto a alojamiento, empleo o economía, creencia de que si se separa no


podrá dar a sus criaturas un hogar decente, escolarización, ropa...), variables so-
ciales (falta de medidas eficaces de protección a las víctimas cuando éstas denun-
cian, déficits en el sistema judicial , …) y por supuesto las Variables psicológicas:
 LA MINIMIZACIÓN DEL PROBLEMA
Independencia

 MIEDO A LAS AMENAZAS DE AGRESIÓN, PERSECUCIÓN U HOSTI-


GAMIENTO SI INTENTA ROMPER.
 AMENAZAS DE MALTRATO O SECUESTRO REFERIDAS A LAS/OS
HIJAS/OS
 LA RESISTENCIA A RECONOCER EL FRACASO DE LA RELACIÓN
 MIEDO A LA SOLEDAD.
Neutralidad

 TEMOR AL FUTURO
 LA DEPENDENCIA EMOCIONAL
 LA MITIFICACIÓN
 LA CULPA IRRACIONAL
Imparcialidad

La indefensión aprendida, derivada de la incapacidad para controlar o pre-


decir la violencia. Según Seligman, es “darse por vencida”, dejar de responder, in-
movilizarse, como consecuencia de la creencia de que hagamos lo que hagamos
no podremos solucionar el problema. Supone haber interiorizado un sentimiento de
impotencia ante un problema que nos lleva a inmovilizarnos y bloquearnos ante el
Humanidad

mismo.
El ciclo de la violencia. Además de las etapas que van dando forma a las si-
tuaciones de violencia, también se establece un proceso cíclico entre una agresión
y otra. Las fases descritas en cada uno de estos ciclos son tres:

61
 1º Fase: Tensión. En esta primera fase el agresor va acumulando tensión
por todo aquello que en la relación no es como él considera que debe ser.
 2ª Fase: Explosión. Es una reacción intensa de fuerza destinada a asustar
y establecer definitivamente el control. Suele ser una agresión física, un in-
sulto o también el uso de amenazas graves.
 3ª Fase: Luna de miel. Es una fase de manipulación afectiva, un proceso
Universalidad

que utiliza el agresor para mitigar el sentimiento de culpa y evitar que la rela-
ción termine. Esta etapa también es conocida como “Luna de miel” porque el
agresor comienza a hacer regalos y promete a la mujer que todo va a cam-
biar, que está muy arrepentido de lo que ha pasado y que nunca volverá a
repetirse. Una vez que se ha mitigado el sentimiento de culpa y el riesgo de
ruptura, la tensión comienza de nuevo.
Unidad

A medida que pasa el tiempo esta progresión se va modificando, y la fase de


tensión o “gestación de la dependencia” se hace más corta y se intensifican las
estrategias del agresor en la fase de “afirmación del dominio”. La fase de arre-
Voluntariado

pentimiento se hace cada vez más corta, llegando incluso a desaparecer.

3.3.4. Claves para prevenir la violencia sexista desde la escuela

Acabar con la violencia sexista sólo es posible mediante la educación, desde


Independencia

la escuela y desde todos los agentes educativos. Sin embargo, a juzgar por los re-
sultados de los últimos estudios18 en España parece que ese cambio de mentalida-
des sigue sin producirse:
 Un tercio de los chicos (32,1%) corre el riesgo de convertirse en mal-
tratador
 Casi un 5% de las chicas ha sufrido ya algún episodio de violencia de
Neutralidad

género.

Lo que resulta consecuente con su forma de pensar:


 El 35% de los chicos y el 26% de chicas consideran que controlar todo
Imparcialidad

lo que hace la novia no es maltrato.


 El 33,5% de ellos y el 29,3% de ellas creen que los celos son una ex-
presión del amo.
 Casi un 10% de los muchachos y casi un 7% de las muchachas pien-
san que en una pareja el hombre tiene que ser un poco superior a la
mujer.
Humanidad

 Un 6,8% de ellos dicen que cuando un hombre maltrata a su pareja es


porque esta se lo ha buscado,

18
Estudio “Igualdad y prevención de la violencia de género en la adolescencia y juventud” con 11.020 adolescentes de España. Universi-
dad Complutense y Ministerio de Igualdad. 2010

62
No hay que olvidar que a la escuela se le han reconocido como el espacio por
excelencia para la continuidad de las conductas legítimas a la sociedad dominante
(Subirats 1999). Por ello, si se interviene a una edad temprana, cuando comienza
esta interacción entre el primer ámbito socializador (la familia) y se refuerza por la
escuela, se podrá aspirar a situaciones encaminadas a vivir condiciones semejan-
tes entre ambos sexos, y en consecuencia, se prevendrá el establecimiento de re-
Universalidad

laciones de dominio y poder, la violencia sexista.


Por otro lado, para trabajar la prevención de la violencia hay que empezar por
reconocer y explicitar que existe esta violencia sexista, y que una concreción de
ella son las relaciones que también se da en los centros educativos en las que se
normalizan la violencia física, psicológica y/o sexual entre las parejas adolescentes.
En estos casos, las respuestas educativas pueden darse en dos fases: a
Unidad

corto y a medio plazo.


- Respuestas a corto plazo: Hay unas soluciones que son las inmediatas, las
urgentes, que son las que más se suelen demandar para dar respuesta pun-
Voluntariado

tual a una agresión concreta que acaba de suceder. Son necesarias, pero no
las más importantes. Cuando en el centro educativo se conoce que un chico
está maltratando a su pareja, se debe de actuar de forma inmediata y contun-
dente:
-No ocultar los hechos. No negarlos cuando han sido denunciados.
Independencia

-No quedarse con el primer sentimiento de escándalo, paralizando la bús-


queda de soluciones.
-Rechazar explícita y públicamente la agresión. Colaborar con ello, a que
se cree un estado de opinión de rechazo a cualquier agresión.
-Denunciar dónde sea conveniente en cada caso.
Exigir responsabilidades a quien agrede, solicitar que se disculpe, entre en un
Neutralidad

proceso de reciclaje personal.


-Utilizar recursos pedagógicos de denuncia: representaciones, imitación
crítica de lo que ha sucedido, pedir explicaciones públicas.
-Dar pasos para sacar de las familias al agresor y no a la agredida.
- Respuestas a través de una intervención educativa programada: Con
Imparcialidad

las orientaciones que hemos visto durante todo el módulo. La prevención de la


violencia sexista es un proceso educativo que empieza en Educación Infantil,
sigue en los seis años de Primaria y se profundiza en Educación Secundaria.
Sumados todos, 16 años para prevenir, para educar. Que, aunque son pocos
años para crear hábitos consolidados de relaciones positivas en un contexto
social que normaliza la violencia, siendo los primeros de la vida, son muy im-
Humanidad

portantes para sentar unas bases.


Por último, aunque conscientes de la importancia de los aspectos teóricos-
prácticos que hemos ido desarrollando, consideramos necesario “pasar a la ac-
ción”, diseñar herramientas de aplicación práctica para que realmente esta in-
tención de educar en igualdad y prevenir la violencia sexista dé sus frutos re-
ales en nuestra labor educativa.

63
4. CORRESPONSABILIDAD Y MUNDO PROFESIONAL Y LABORAL

4.1. Desigualdad en el mundo profesional y laboral


Universalidad

4.1.1. La división sexual del trabajo

El machismo ya no está donde estaba antes, en recluir socialmente a las mujeres


en su casa, sino en aquellas personas que insisten en seguir reservando para los
hombres determinadas ramas de actividad, ocupaciones o posiciones y en aque-
Unidad

llos, que no aceptan, que no quieren, compartir las obligaciones domésticas y fami-
liares.
Voluntariado

En las diferentes épocas y sociedades ha existido una división del trabajo en


función del sexo, que responde a los aspectos sociales y culturales que hemos vis-
to en el anterior módulo. Esta distribución del trabajo entre hombres y mujeres se
llama división sexual de trabajo y ha consistido en la diferenciación sobre las ac-
tividades para unas y otros, adjudicando diferentes espacios en función del sexo,
correspondiendo fundamentalmente a las mujeres desarrollar la actividad en el ám-
Independencia

bito doméstico considerado como reproductivo y a los hombres en el ámbito público


considerando como productivo:

Trabajo Productivo que conlleva: Trabajo Reproductivo que conlleva:


Neutralidad

*Riqueza *No genera riqueza


*Está masculinizado *Está feminizado
*Es visible socialmente *Es invisible socialmente
*Tiene reconocimiento social *No tiene reconocimiento social
*Proporciona autonomía *No proporciona autonomía
Imparcialidad

*Se considera principal *No se considera principal


*Devenga prestaciones *No devenga prestaciones

Como vemos, el trabajo en el ámbito reproductivo o doméstico, que


Humanidad

abarca tareas relacionadas con la organización y atención a la familia y aquellas


derivadas del cuidado del hogar, tiene que ver con actividades no mercantiles y, por
tanto, permanece en un segundo plano ya que no se cambia por dinero. Sin em-
bargo, el trabajo del ámbito productivo o público, abarca las tareas relacionadas
con la vida económica, política y social y tiene que ver con las actividades producti-
vas de carácter mercantil y en las que se ejerce el poder y, por lo tanto, tienen un
valor de cambio. Profundizaremos más adelante en otras características.

64
Es con la revolución industrial, con la sustitución de la familia extensa por la
familia nuclear, con la emigración del campo a las ciudades, cuando esta división
sexual del trabajo entre producción como ’cosa hombres’ y reproducción como ‘co-
sa de mujeres’ queda eficazmente asentada y con ella la significación androcén-
trica del trabajo productivo: el hombre ‘gana’ porque su quehacer consiste en
‘producir’ o ‘hacer producir’, la mujer ‘gasta’ porque el suyo estriba en ‘consumir’ o
Universalidad

‘hacer consumir’.
Actualmente, con la participación creciente de las mujeres en el trabajo asa-
lariado y en la esfera pública, pero sin cuestionar el reparto de tareas en la esfe-
ra privada y sin que la sociedad haya tomado en cuenta las nuevas demandas
sociales y las exigencias que se derivan de los cambios en las formas de vida
y trabajo, se sigue reforzando la división sexual del trabajo con graves consecuen-
Unidad

cias para las mujeres, como las discriminaciones que vamos a ver en el siguiente
epígrafe, no sin antes entender cómo ha sido ese “trabajo de mujeres”.
El valor del trabajo de las mujeres
Voluntariado

A lo largo de la historia el trabajo de las mujeres ha tenido un innegable va-


lor social y económico para la sociedad ¿Nos podemos imaginar la producción de
objetos o alimentos, el cuidado de personas o animales, la elaboración de pren-
das,…sin el trabajo de las mujeres? Los trabajos realizados desde siempre por las
mujeres han sido y siguen siendo fundamentales para la reproducción y la calidad
de vida de cualquier grupo humano.
Independencia

Y sin embargo no se le ha dado casi nunca valor19:

“Actualmente se ha calculado que si a las tareas que llevan a cabo las amas de casa
españolas se le diera el mismo valor económico que al trabajo remunerado, el Producto
Interior Bruto (PIB), de España aumentaría en un 123,6 %.”
Neutralidad

Y las pocas veces que había reconocimiento del valor de este trabajo do-
méstico, no se hablaba de reconocimiento de derechos. Como ejemplo tenemos a
las mujeres campesinas, que han sustentado la economía del medio rural hasta
bien entrado el siglo XX, sin ningún reconocimiento público, sin sueldo propio, sin
Imparcialidad

propiedades,…es decir, sin derechos.

Las mujeres han llegado al siglo XXI con una larga lista de cargas a sus es-
paldas, discriminaciones en el trabajo, en el hogar, en la calle... y sin embargo, a
pesar de todo, han luchado por la conquista de lugares propios.
Humanidad

19
Datos aportados por María Ángeles Durán, fruto de sus estudios sobre "La contribución del trabajo no remunerado a la economía española", propone un
modelo alternativo para la Contabilidad Nacional, mediante la Encuesta Satélite del Trabajo no Remunerado, donde el trabajo no monetario se monetariza
mediante simulaciones salariales y fiscales.

65
Universalidad

Algunos ejemplos:

- Ada Augusta Byron King (1815- 1852,Reino Unido) es considerada como la


primera persona programadora de ordenadores

- Marja Sklodowska-Curie (1867-1934). Pasó a la historia por ser la primera


Unidad

persona en recibir dos premios Nobel en diferentes disciplinas, el primero de fí-


sica junto a su marido Pierre y el segundo, ya sola, de química.

- Valentina Vladimírovna Tereshkova fue la primera mujer de la historia en viajar


Voluntariado

al espacio, a bordo del Vostok 6 en 1963.

- Alice Guy-Blanche (Francia 1873-1968) a los 23 años realizó la 1ª película


con argumento en la historia de cine

- Florence Nightingale (1820- 1910 es la madre de la enfermería moderna, crea-


Independencia

dora del primer modelo conceptual de enfermería.

- Teano, esposa de Pitágoras fue la primera persona que estudió las propor-
ciones trabajando con el número áureo. Se hizo cargo de la Escuela Pitagórica
tras la muerte de su marido.

- Helen Keller (1880-1968) con 19 meses se quedó sorda y ciega. Gracias a la


Neutralidad

institutriz Anne Sullivan aprendió a comunicarse, y se convirtió en la primera


persona ciega y sorda en obtener un título universitario

- Concepción Arenal, ( El Ferrol 1820 -Vigo 1893) En 1842 se vistió de hombre


para poder asistir a la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense de
Madrid.
Imparcialidad

A pesar de la división sexual de trabajo, las mujeres, que han trabajado


siempre, han desarrollado todo tipo de actividades, también fuera del ámbito do-
méstico, luchando a lo largo de la historia por la conquista de lugares propios
Humanidad

en ámbitos tradicionalmente masculinizados:


Las mujeres, además de su aportación para sostener el hogar como madres
y cuidadoras, han realizado una importante labor en el desarrollo político, científico,
social, cultural y económico que la historia en muchas ocasiones ha invisibilizado.

66
Por eso, desde nuestra labor educativa, es importante:
- Por un lado, releer la historia rescatando el protagonismo de algunas mu-
jeres en el pasado, mujeres que han marcado hitos en sus respectivas ta-
reas profesionales (en el campo de la ciencia, la literatura, la pintura, el depor-
te,…). No hay mejor motivación para luchar con los prejuicios sobre el papel de
Universalidad

la mujer y el hombre en el trabajo que el conocimiento y el ejemplo de estas mu-


jeres profesionales
- Y por otro, estudiar también el papel decisivo del ámbito privado (el tradi-
cional de las mujeres) en el desarrollo histórico.
Unidad

4.1.2. La discriminación de las mujeres en el mundo laboral

“Por alguna razón el 8 de Marzo pasó de ser el “Día internacional de la mujer


Voluntariado

trabajadora” a llamarse después “Día internacional de la Mujer” y por último “DÍA


INTERNACIONAL DE LAS MUJERES”

Como hemos visto, las actividades consideradas tradicionalmente “de mujeres”


(cuidado de familia, tareas domésticas,…), que ahora se denominan “reproducti-
Independencia

vas”, durante mucho tiempo no han sido reconocidas como trabajo. De ahí la falsa
idea de que las mujeres no trabajan si no lo hacen fuera de casa y a cambio
de un sueldo (trabajo productivo):

Mucho/as jóvenes cuando se les pregunta: ¿Y tú madre en que trabaja?...


contestan tranquilamente: “Mi madre no trabaja, es ama de casa”
Neutralidad

Por eso también la denominación de “inactivas” a todas aquellas mujeres que


no se encuentran en el mercado laboral.
Con la entrada de las mujeres en este mercado laboral, se ha podido apreciar con
Imparcialidad

claridad que el mundo laboral está hecho para y por los hombres.

“hoy día está mal visto, a nivel social, decir que no quieres mujeres para un puesto
de trabajo. Lo cierto es que cuando se presentan mujeres como candidatas al pues-
to laboral los empresarios ponen pegas y las rechazan”.
Comentario de uno de los Directores de Personal para el documental “Mujeres y
Humanidad

poder” de Javier Casal.2010

Los estudios demuestran que las mujeres “son las primeras de las clases en
todos los niveles educativos” ya sea en colegios, institutos o universidades. Ade-
más son las que más se preparan a nivel académico realizando másteres o terce-
ros ciclos de doctorado.

67
Esto nos haría pensar que las mujeres deberían ser las primeras en ser “ri-
fadas” por las empresas para ser contratadas, pero curiosamente no ocurre así. En
las empresas alegan con frecuencia que la maternidad es una de las causas a la
hora de no contratar a una mujer. En este sentido es interesante saber, tal como
nos dice Ana Maria Llopis, (Ex consejera de Open Bank y Directiva de Indra) que
Universalidad

“las bajas por maternidad ocupan únicamente un 2% de las bajas laborales. El ma-
yor porcentaje de bajas laborales son los accidentes laborales y enfermedades pe-
queñas”
Y continuando con sus palabras: “si cogiéramos todas las bajas laborales de un
hombre y las de una mujer, son mayores las bajas laborales de los hombres que
las de las mujeres, aunque haya tenido esta ultima tres hijos”.
Unidad

En definitiva, los datos son rotundos, demostrando claramente que el argu-


mento sobre que el embarazo afecta negativamente a la empresa, se trata de un
mito social.
Voluntariado

Entonces si no es la maternidad, ¿por qué no contratan a las mujeres?

El sociólogo Enrique Gil Calvo nos da su respuesta “el tema de la materni-


dad es una excusa del empresario. El verdadero problema a la hora de contratar a
las mujeres se halla en que, por desgracia todavía hoy, la gran mayoría de los
Independencia

hombres empresarios siguen teniendo comportamientos e ideas sexistas y machis-


tas. Aunque es indudable que las mujeres, poco a poco, irán ocupando los lugares
de poder que las corresponden”.

En los derechos laborales la situación es igualmente injusta, las mujeres no


ocupan ni todos los sectores ni todas las categorías profesionales:
Neutralidad

El 70 % de todo el empleo femenino en España está concentrado en seis ramas de


la actividad productiva.

Y eso para las mujeres tiene como consecuencia que tienen las peores
condiciones laborales y los peores sueldos.
Imparcialidad
Humanidad

68
Universalidad

ALGUNOS CONCEPTOS SOBRE DISCRIMINACIÓN DE LAS MUJERES EN EL


ÁMBITO LABORAL PARA TRABAJAR CON JÓVENES
 Segregación laboral de las mujeres: Se refiere a la concentración de las mujeres
en determinadas ocupaciones y/o familias profesionales que, generalmente, se ca-
Unidad

racterizan por tener condiciones de empleo poco satisfactorias, bajos salarios y


pocas oportunidades de formación continua y adquisición de cualificaciones añadi-
Voluntariado

das. La segregación puede ser horizontal, cuando la concentración se produce en


determinadas ocupaciones/familias profesionales; y vertical, cuando las mujeres se
concentran en puestos de baja responsabilidad
 Techo de Cristal : Es una barrera invisible que pueden encontrar las mujeres en
Independencia

un momento determinado en su desarrollo laboral, de modo que una vez llegado a


este punto, muy pocas mujeres derriban dicha barrera, estancando la mayoría su
carrera profesional.
 Suelo pegajoso: Son las barreras (prejuicios empresariales, responsabilidades de
cuidado y domésticas) que mantienen a tantas mujeres atrapadas en la base de la
Neutralidad

pirámide económica.
 Precipicio de cristal: Fragilidad del puesto de decisión o cargo de responsabilidad
asumido por una mujer debida a las barreras y prejuicios de género.
 Paredes de cristal: Resistencias que pueden encontrar las mujeres en el mismo nivel je-
Imparcialidad

rárquico para acceder a cargos de responsabilidad o desempeñar sus funciones laborales.


Humanidad

En España, el salario de las mujeres representa el 80% del salario de los


hombres, es decir ellas ganan “un 20% menos que los hombres”. Incluso ocupando
el mismo puesto de trabajo las mujeres siguen ganando menos. ¿Increíble, verdad?

69
Por otro lado, se contratan muchas más mujeres que hombres para trabajos
a media jornada, ya que “solo un tercio de los contratos a jornada completa es para
las mujeres” y además el 75% de los contratos de tipo verbal son de mujeres.
Ante este panorama se hace indiscutible la necesidad de que las empresas y
entidades realicen un análisis interno de género e integren el principio de igualdad
Universalidad

de oportunidades a través de los Planes de Igualdad120 para Empresas. A través


de ese análisis y diagnostico de género se producirá una "mirada" más completa de
la realidad de hombres y mujeres en la entidad y la evaluación del impacto de gé-
nero, que identifica si una decisión o actuación aparentemente neutras afecta por
igual a mujeres y hombres.
Unidad

El desarrollo y puesta en marcha de Planes de Igualdad en las empresas


supone un proceso general en el que se establece el compromiso del equipo direc-
tivo, la formación en igualdad de oportunidades, la participación de la representa-
ción sindical, asistencia técnica especializada en igualdad y garantizar la informa-
Voluntariado

ción continua sobre el proceso.


El objetivo de todas estas medidas no es otro que lograr al fin una sociedad
donde convivamos personas con diferentes capacidades y habilidades humanas
(como la del cuidado, la de la valentía, la de la escucha, la de la acción,…) sin que
tengan una connotación femenina o masculina y donde ningún género esté por en-
cima del otro. Fundirnos, mujeres y hombres, en una sociedad sin género, y con los
Independencia

mismos derechos.

4.1.3. Diversificación profesional


La orientación vivencial, escolar y profesional que realicemos desde el ámbi-
to escolar de la educación formal o desde el ámbito de la educación no formal, de-
bería corregir la concepción tradicional de los papeles de los hombres y de las mu-
Neutralidad

jeres que vimos en la unidad 3 y la definición actual del trabajo con su todavía divi-
sión sexual que acabamos de ver.
A la promoción de esos cambios de actitud entre las y los jóvenes, sobre to-
do en la edad escolar y durante las fases de formación para el empleo, para que
efectúen su elección profesional sin condicionantes ni estereotipos de género, la
Imparcialidad

llamamos diversificación de opciones profesionales.


La elección de un puesto de trabajo o de la carrera profesional de nuestro
alumnado o jóvenes con quienes trabajemos, refleja la identidad, aspiraciones y ap-
titudes que tienen.
Es la primera gran elección a la que las jóvenes y los jóvenes se enfrentan
en su vida y de ella dependerá directamente su futuro bienestar. La incertidumbre
Humanidad

protagoniza siempre esta decisión y para vencerla es necesario, además de una


profunda reflexión personal y el apoyo de familiares y educadoras/es u orientado-
ras/es, la información que permita analizar tanto sus gustos como las ofertas labo-

20
Adaptándose así a la legislación de la Unión Europea y a la española, concretamente a la Ley Orgánica 3/2007, de 22 de
marzo, para la igualdad efectiva de mujeres y hombres, que apoyan el desarrollo de los Planes de Igualdad en las Empre-
sas.

70
rales que encuentre con la perspectiva de género de la que hemos hablado en las
anteriores unidades.
En la elección profesional no caben las distinciones, es necesario superar
los condicionantes sociales que han impuesto históricamente “profesiones
de hombres” y “profesiones de mujeres”
Diversidad ocupacional: no deberían existir “profesiones masculinas o femeninas”.
Universalidad

.
Hoy en día hay mujeres que trabajan como mecánicas, ingenieras,
escaladoras, camioneras,..
y hombres que son enfermeros, , limpiadores, matrones, educadores
infantiles…
Unidad

Y aunque no deberían existir, los resultados de estadísticas e investigacio-


nes constatan la vigencia de la "feminización" de unas profesiones y la "masculini-
zación" de otras:
Voluntariado

Se confirma un mayor éxito académico de las mujeres en todas las ramas del cono-
cimiento a las que se incorporan: el porcentaje de mujeres que obtiene graduación
universitaria está entre el 55% y el 64% respecto al total de alumnado. Sin embargo,
Independencia

se mantienen espacios académicos estereotipados como los relacionados con las


habilidades instrumentales (nuevas tecnologías o ingenierías superiores), mayorita-
riamente ocupadas por hombres; y habilidades expresivas (educación, salud o servi-
cios sociales), mayoritariamente ocupadas por mujeres. Algunos datos que ilustran
Neutralidad

esta diversificación profesional:


PERSONAS OCUPADAS EN ESPAÑA POR SECTORES ECONÓMICOS*. 2009
MILES
DE PER- % AGRICULTURA INDUSTRIA CONSTRUCCIÓN SERVICIOS
SONAS
VARONES 10.440,6 100 5,5 19,2 15,9 59,4
MUJERES 8.205,3 100 2,5 8,2 1,7 87,5
Imparcialidad

*La actividad económica está codificada con la nueva clasificación de activida-


des CNAE-2009
Fuente: Encuesta e Población Activa. INE. 2009
Humanidad

Según datos de la última encuesta de estructura salarial del Instituto Nacional de Es-
tadística , el sector con mayor retribución, el de la energía, cuenta sólo con un 25% de
mujeres, y el de menor retribución, el de la hostelería, con un 60%.
(INE, 2010)

71
Por esta razón cuando en nuestra intervención educativa hablamos de
orientación profesional a los las jóvenes, debemos hablarles siempre de apti-
tudes, comprendiendo con ello que la orientación profesional se basa en las
capacidades y no en condicionantes de sexo.
Universalidad

En esta línea de trabajo, las orientadoras/es o profesionales que abor-


déis este tema sois los primeros y más cercanos responsables en la tarea de
eliminar los estereotipos profesionales basados en condicionamientos de sexo y
evidenciando su construcción social estereotipada ya que estos rasgos y com-
portamientos considerados “propios de mujeres” o “propios de hombres” cambian a
Unidad

lo largo de la vida y de las diferentes generaciones. Además, son distintos según


las diferentes culturas o sociedades:
Voluntariado

Por ejemplo tareas consideradas tan “femeninas” en España como


coser a máquina o bordar son realizadas en Marruecos o Paquistán
por los hombres, los trabajos de construcción de viviendas y obras
públicas que en Europa realizan normalmente hombres son realiza-
dos por mujeres en lugares como la India, Bali o Vietnam. En algunos
países musulmanes, como las mujeres tienen prohibidos los espacios
Independencia

públicos, son los hombres los que realizan la compra de las cosas de
casa aunque se considere tradicionalmente “una tarea de mujeres”. Y
mientras históricamente, durante miles de años, han sido las mujeres
las encargadas de la agricultura hoy, cuando el trabajo agrícola se ha
mecanizado, vemos pocas mujeres encima de los tractores

Si no hay “profesiones masculinas ni femeninas”, tampoco debería haber


Neutralidad

“estudios masculinos” o “estudios femeninos”. Cada chica o chico debería elegir


su profesión y estudios según sus propios deseos, capacidades y posibilida-
des, es decir, decidir que quiere ser de mayor sin que le condicione el sexo al
que pertenezca.
Imparcialidad
Humanidad

72
Datos que ilustran la segregación de género en los estudios académicos:
Universalidad

- En Formación Profesional, la presencia femenina se traduce en: - 2% a 8% en las


ramas de Electricidad, Electrónica, Mecánica, Madera y Mueble, y Mantenimiento de
Vehículos. - Más de 90% en Imagen Personal, Servicios Socioculturales a la Comu-
Unidad

nidad.
- En la Universidad, la presencia femenina se sitúa en: - Entre el 60 y 75% en las ra-
Voluntariado

mas de Humanidades, Ciencias Sociales y Ciencias de la Salud. - El 26,95% en las


Titulaciones Técnicas. En la actualidad, se siguen presentando desequilibrios entre
las diferentes opciones ocupacionales y profesionales.
Mujer en Cifras. Instituto de la Mujer. Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales.2004.
Independencia

Sin embargo todavía encontramos que en estudios de electricidad, electróni-


ca, mecánica o en ingenierías, por ejemplo, hay pocas chicas y en estudios de
educación social o infantil, estética, enfermería, etc. los chicos son una minoría:
Por esta razón cuando se aborde en casa en tema de la elección profesional
Neutralidad

y/o de estudios, debemos hablarles siempre de aptitudes, comprendiendo con ello


que la orientación profesional se basa en las capacidades y no en condicio-
nantes de sexo.
De la misma forma, el trabajo que se realiza desde los departamentos de
Orientación de los centros educativos se revela como un factor clave en la diversifi-
cación profesional de las mujeres y la eliminación de la división sexual del trabajo.
Imparcialidad

Debemos colaborar en la elección profesional de las y los jóvenes con quién


trabajemos y servir muy especialmente al objetivo de que chicas y chicos encaren
su futuro desde una visión igualitaria basada en el único criterio efectivo que to-
da persona debiera tener en cuenta al elegir profesión: sus propios deseos y
aptitudes21.
Humanidad

21
Recomendamos visitar la página www.eligeprofesion.org donde encontrareis la guía de orientación profesional “EL FU-
TURO EN TUS MANOS. Haz tu elección profesional sin restricciones” que permite la selección jerarquizada de profesiones
atendiendo al perfil de aptitudes de cada persona. Además hay un pequeño test de aptitudes profesionales que podéis
proponer a vuestro alumnado para conocer mejor las posibilidades que pueden adaptarse a sus intereses y cualidades
personales.

73
En general, es fácil observar en el alumnado o gente joven con la que traba-
jemos, una gran desorientación en los momentos críticos en los que tienen que de-
cidir sobre sus estudios.
Y a la hora de tomar dicha decisión, algunos elementos que proceden de su
entorno, de su familia o de los medios de comunicación, puedan llegar a tener más
Universalidad

peso que los que proceden de sus deseos.


Hoy, al menos formalmente, las opciones académicas y profesionales no es-
tán limitadas en función del sexo y aún así, sus opciones y sus proyectos de vida
son muy diferentes.
Las adolescentes que tienen ahora entre 12 y 16 años, no sólo siguen siendo
Unidad

educadas y socializadas para su vida privada, de ellas se espera que decidan so-
bre sus estudios, su empleo, su vida afectiva, su fertilidad y sus obligaciones socia-
les. Son orientadas para construir un proyecto de vida en el que la carrera profesio-
nal es un elemento más, pero no el único.
Voluntariado

Es este hecho lo que las sitúa en desventaja en el mercado laboral, y no sólo


sus opciones profesionales. Sin embargo, los adolescentes y chicos jóvenes de esa
misma edad, siguen siendo orientados casi de forma exclusiva hacia la carrera
profesional y el empleo, y esto les lleva a colocar en un lugar secundario las deci-
siones sobre el resto de sus vidas.
Independencia

Por tanto, una orientación que quiera ser válida tanto para las chicas co-
mo para los chicos, tiene que proporcionar elementos para construir proyec-
tos de vida propios en los que tengan presencia decisiones no sólo respecto al
empleo, sino a todos los demás aspectos de la vida: vida familiar, maternidad y pa-
ternidad, vida social, tiempo libre, etc.
Neutralidad

4.1.4. La orientación vivencial, escolar y profesional

“No recuerdo que hubiera personas que me orientaran. Quizá una profesora que
tuve, que me decía que tenía que ser independiente y tener una profesión.”
Imparcialidad

La orientación escolar, centrándonos en la educación formal, se concibe como


un proceso continuo integrado en el curriculum y, por tanto, como una acción
que forma parte del mismo hecho educativo, por ello no hablamos sólo de la labor
de los Departamentos de Orientación de los centros educativos, sino de la labor de
todo el personal educador y no sólo a especialistas en orientación y, por ello, se en-
foca hacia los espacios de práctica docente que van desde la acción tutorial en las
Humanidad

aulas o los espacios de la educación no formal e informal.


La incorporación de la perspectiva de igualdad de oportunidades en la Orien-
tación se ocupa de la ruptura de estereotipos sexistas de origen social y familiar
que condicionan las expectativas y los intereses del alumnado respecto a su futuro
profesional.

74
De este modo, y como hemos visto en el anterior epígrafe, se ha acentuado
especialmente la necesidad de diversificar las opciones académicas de las chi-
cas, entendiendo que las que actualmente realizan son la causa de su discrimina-
ción en el mundo laboral
En este sentido, podemos contemplar los siguientes objetivos22 que debe
Universalidad

perseguir una orientación vivencial, escolar y profesional en el ámbito de la edu-


cación formal:
 Considerar los intereses y expectativas de las alumnas y los alumnos so-
bre sus proyectos escolares y profesionales, identificando la diversidad de
elementos que unos y otras ponen en juego a la hora de tomar decisiones que
Unidad

afecten a su futuro.
 Conocer cuales son las necesidades de orientación de las alumnas y los
alumnos y reflexionar sobre el papel que tienen en la atención a esas necesi-
dades las personas y estructuras especializadas (equipos y departamentos de
Voluntariado

orientación) y el profesorado en su función docente y tutorial.


 Identificar los aspectos de la práctica docente que tienen una incidencia
directa o indirecta en la orientación del alumnado.
Independencia

Los agentes educativos, no sólo en la educación formal, se convierten en figu-


ras clave en el proceso de diversificación profesional y eliminación de la división
sexual del trabajo. Es sumamente importante que eduquemos para que las y los
jóvenes sean de mayores lo que quieran ser, sin importar los condiciona-
mientos sociales, que lo único importante sea lo que dicte su corazón y donde
sean ellos y ellas quienes decidan.
Neutralidad

El problema es que en muchas ocasiones lo que dicta su corazón está total-


mente influenciado por esa socialización diferencial que.

Cuando se les pregunta, en diferentes estudios, sobre sus “expectativas de


vida futura”23, nos damos cuenta de cómo en el sistema de creencias de chicas
Imparcialidad

y chicos continúan apareciendo fuertes estereotipos relacionados con la se-


gregación. Asocian la igualdad con el acceso de las mujeres al mercado laboral
pero sin que éstas abandonen “sus responsabilidades domésticas y familiares” y
siguen cuestionando la validez de los varones para las tareas domésticas y de cui-
dado a personas.
Humanidad

22
Fuente: Formación del Profesorado: Igualdad de Oportunidades entre Chicas y Chicos. Concepción Jaramillo Guijarro.
Instituto de la Mujer. MADRID, 1999
23
Datos del Proyecto Detecta realizado por la UNED y Fundación Mujeres con adolescentes de 14 a 17 años. España 2002

75
Los resultados de estos mismos estudios a la pregunta de “cómo será la dis-
tribución de tiempo de su vida en el futuro” nos muestran como:
- Los tiempos dedicados a la familia son sensiblemente superiores en las chi-
cas.
Universalidad

- Los tiempos dedicados al ocio son superiores en los chicos.


- La dedicación a la actividad laboral, aunque similar en chicas y chicos, es
superior en los chicos.

Hoy, que al menos formalmente las opciones académicas y profesionales no


Unidad

están limitadas en función del sexo, encontramos que sus opciones y sus proyectos
de vida son muy diferentes.
“Ningún gen predispone a las mujeres a cocinar, lavar, fregar, organizar
Voluntariado

armarios y menús, planchar, comprar, etc.. Tampoco a los varones.”

Estas diferencias respecto a los proyecto de vida tienen que ver con la, toda-
vía muy instaurada, educación de roles de género estereotipados. Pero, como ve-
nimos resaltando, todas estas ocupaciones y estos valores no corresponden a las
Independencia

mujeres y a los hombres por haber nacido de un sexo o de otro, no son naturales
por su sexo, sino que son roles impuestos de muchas formas (sobre todo a través
de la educación familiar y los medios de comunicación). Roles que van adquiriendo
mujeres y hombres sin ser conscientes, de tal forma que se van asumiendo tanto,
que al final se cree que son innatos.
Afortunadamente, la transformación social en pro de la igualdad de géne-
ro que hemos visto en la unidad 3 en el sistema educativo y la familia a través de la
Neutralidad

coeducación, avanza también, aunque de forma mucho más lenta, en el siste-


ma de trabajo y como resultado de ello algunas jóvenes, cuando han de elegir, se
arriesgan a desempeñar actividades profesionales consideradas tradicionalmente
masculinas e incluso a competir con sus compañeros para llegar a “jefes”, aunque
entrar en ese ‘mundo todavía de hombres’ exija para las mujeres, no sólo ‘disfra-
zarse de hombre’, sino identificarse con ese disfraz al menos durante ocho horas al
Imparcialidad

día.
La orientación debe ayudar a las alumnas y alumnos a interpretar y conocer el
mundo del trabajo en su totalidad para que aprendan a valorar las experiencias y
actividades de hombres y mujeres en sus justos términos.
Este aprendizaje lleva consigo el análisis crítico de los criterios del mercado
Humanidad

laboral que sólo valoran patrones, normas y expectativas masculinas a las que pa-
recen tener que adaptarse las alumnas y los alumnos si quieren tener éxito en sus
aspiraciones profesionales
Debemos orientar al alumnado para que su formación y sus opciones acadé-
micas las realicen de acuerdo a sus capacidades, deseos y posibilidades y no con
la falsa ilusión de que determinadas trayectorias escolares y no otras, te llevan di-

76
rectamente a un puesto de trabajo, creencia, por otro lado, más acentuada en los
alumnos que en las alumnas.

4.2. Desigualdad en la organización Familiar y Corresponsabilidad


Universalidad

4.2.1. Trabajo en el ámbito público- doméstico

Se calcula que el 75% del trabajo desarrollado en el mundo no es remunerado


y comprende tareas muy variadas como el trabajo doméstico, el trabajo de
atención y cuidado de personas, el trabajo voluntario, etc24.
Unidad

Hemos visto que las sociedades organizan el trabajo “repartiéndolo” entre la


población adulta en función del sexo conformando la división sexual del trabajo.
Del mismo modo, universalmente, las sociedades también organizan las activida-
des necesarias para su subsistencia en torno a dos ejes centrales25:
Voluntariado

ACTIVIDADES QUE SE DESARROLLAN EN EL ÁMBITO REPRODUCTIVO O


DOMÉSTICO:

Abarca tareas relacionadas con la organización y atención a la familia y


aquellas derivadas del cuidado del hogar (lavar, planchar, cocinar, cuidar a
Independencia

terceras personas, etc...). Tiene que ver con actividades no mercantiles y,


por lo tanto, permanece en un segundo plano ya que no se cambia por dine-
ro.
- El campo privado: doméstico, familiar y relacional. Para funcionar y sentirse
bien en él es menester desarrollar y poner en práctica ciertas características, cono-
cimientos y habilidades, como las siguientes:
Neutralidad

- Atención personalizada,
- habilidades expresivas y relacionales,
- comunicación auditiva,
- uso circular del tiempo (o “todo el tiempo para todo”),
Imparcialidad

- razonamiento práctico,
- visión del detalle y de lo concreto,
- inmediatez,
- afecto,
- responsabilidad,
Humanidad

- poder de mediación
- e influencia.

24
http://www.igualdadenred.com/index.php/ambito-laboral/trabajoempleo/168-division-sexual-del-trabajo
25
Adaptación a partir del texto de Mª Elena Simón Rodríguez “Orientación y coeducación para la igualdad”

77
En general se les ha asignado a las mujeres de toda condición y clase
en todo el mundo. Los varones se han incorporado en un número muy insuficiente
a él, probablemente por sentirse fuera de lugar, torpes en ciertas tareas o supera-
dos por las mujeres en este campo.
Universalidad

ACTIVIDADES QUE SE DESARROLLAN EN EL ÁMBITO PRODUCTIVO O


PÚBLICO :

Abarca las tareas relacionadas con la vida económica, política y social. Es-
Unidad

pacio ocupado y adjudicado hasta hoy mayoritariamente por y para los hom-
bres. Tiene que ver con las actividades productivas de carácter mercantil y
en las que se ejerce el poder y, por lo tanto, tienen un valor de cambio. Es
visible (abogados, albañiles, ingenieros, ministros...).
Voluntariado

- El campo público: laboral, cívico, social. Para insertarse y manejarse en él con


soltura hace falta desarrollar y poner en práctica, entre otras, las siguientes caracte-
rísticas, conocimientos y habilidades:
- Visión de conjunto,
Independencia

- habilidades instrumentales,
- comunicación visual,
- uso lineal del tiempo ( o “un tiempo para cada cosa”),
- razonamiento teórico,
- independencia,
Neutralidad

- obligación,
- poder de decisión
- y ejecución.
Imparcialidad

En general, se les ha asignado a los varones de toda condición y clase


en todo el mundo, pero en los últimos 50 años hay muchas mujeres a quienes
también les ha interesado entrar y
permanecer en este coto reservado
por siglos a los hombres y han apren-
dido a manejarse en él.
Humanidad

Aunque con variaciones en base a


modelos sociales y culturales, am-
bas actividades resultan imprescin-
dibles para garantizar la continui-
dad y supervivencia de las genera-
ciones.

78
Hemos visto, en el anterior epígrafe, como las mujeres se han ido incorpo-
rando progresivamente al mercado laboral, al ámbito de lo público, pero la so-
ciedad, el Estado y muchos hombres, están siendo extremadamente lentos en res-
ponder con los cambios necesarios para acompañar este proceso y la incorpora-
ción de los varones al ámbito doméstico no se está produciendo al mismo
Universalidad

ritmo.
Además llama la atención que tareas o roles tradicionalmente realizados por
mujeres por pertenecer al ámbito de lo privado, cuando han pasado al ámbito de lo
público y valorado socialmente no son realizadas por mujeres sino por hombres:
Un caso muy claro es la cocina, Si hacer la comida ha sido, tradicionalmente,
Unidad

“cosa de mujeres”, ¿por qué hay muchos más cocineros famosos que coci-
neras? ¿Por qué pasa lo mismo con los modistos, estilistas o peluqueros?
Es en estos dos ámbitos, el público y el privado, donde se desarrolla la asig-
nación estereotipada de roles que describíamos en el módulo 3. Dos campos que
Voluntariado

parecieran pertenecer a dos mundos lejanos y separados por barreras difíciles de


sobrepasar. Dos mundos que, para entendernos, y siguiendo el símil utilizado en el
anterior módulo, están pintados en rosa y en azul.
A poco que pensemos, podemos sacar la conclusión de que cualquier ser
humano, mujer u hombre, puede poseer o aprender las características y habi-
Independencia

lidades que hemos descrito se necesitan en cada ámbito y que también puede
no poseerlas ni aprenderlas.
En la siguiente tabla vemos otros doce aspectos que definen cada uno de
estos ámbitos de trabajo. Se puede ver con claridad cómo se podrían tener o ad-
quirir características mezclando los dos campos:
Neutralidad

EL TRABAJO EN EL EL TRABAJO EN EL
ÁMBITO PÚBLICO ÁMBITO DOMÉSTICO

Reconocido socialmente como tra- 1 No reconocido socialmente como


bajo. trabajo
Imparcialidad

Tareas delimitadas y específicas. 2 Tareas múltiples y simultáneas.

Esfuerzo centrado en una actividad. 3 Esfuerzo disperso en muchas acti-


vidades.

Con condiciones laborales de des- 4 Sin condiciones laborales de des-


Humanidad

empeño. empeño.

Produce cosas o servicios que se 5 Produce servicios que no se ven


ven (“luce”).
(“no luce”).

Remunerado. 6 No remunerado.

79
Con horarios y descansos progra- 7 Sin horarios, continuado con dispo-
mados.. nibilidad total

Constituido por un sólo aspecto: la 8 Realizado en el lugar donde se


actividad laboral específica. convive con la familia, se come y
se descansa.
Universalidad

Realizado habitualmente en un lu- 9 Realizado en el lugar donde se


gar diferente al de relacionarse con convive con la familia, se come y
la familia, comer y descansar. se descansa.

Con vacaciones, fines de semana 10 Sin vacaciones, fines de semana


de descanso y eventual desempleo. de descanso, y nunca hay desem-
Unidad

pleo

Permite incorporarlo como expe- 11 No se puede incorporar a ningún


Voluntariado

riencia al currículum y favorece currículum y no favorece progresar


progresar laboralmente.

Lo realizan hombres y mujeres. 12 Habitualmente lo realizan sólo las


mujeres (especialmente el trabajo
emocional)
Independencia

El Trabajo emocional
La duodécima característica del trabajo en el ámbito de lo privado hace refe-
rencia al llamado trabajo emocional, éste es la parte de trabajo domestico en
que más energía y tiempo consumen las mujeres.
Neutralidad

Requiere una disponibilidad tal que disminuye enormemente la posibilidad de


tener privacidad, tiempo y espacio para sí, así como guardar energía para el desa-
rrollo del propio cuidado y crecimiento.
Es un servicio del que los varones, incluidos los jóvenes, son beneficiarios
sin reconocerlo, y en el que generalmente las mujeres no son recíprocamente satis-
fechas. Es el trabajo que va más allá de lo visible en el trabajo doméstico.
Imparcialidad

Un ejemplo para clarificar:


Preparar una comida es una tarea doméstica, pero hacerlo teniendo en cuenta los
gustos, el cuidado de la salud de la otra persona, el hacer sentir bien atendiendo al
modo de servir la comida, el crear un clima que permita una buena digestión, es un
Humanidad

ejemplo de “trabajo emocional”.


Entendemos pues como trabajo emocional todo ese conjunto de activida-
des que permiten mejorar el bienestar emocional de los miembros de la familia, ta-
les como escuchar activamente, ayudar en la búsqueda de soluciones, expresar
afecto y cariño,…Y normalmente todas estas actividades que tienen que ver con el
desarrollo personal y vincular de la familia ( el cuidado de los vínculos , entre la

80
propia familia e incluso con las amistades (y también los animales y plantas), el de-
sarrollo y seguimiento médico-educativo de las criaturas,..) las realizan las mujeres.
El reparto de este trabajo emocional, tan escasamente reconocido, resulta del
todo imprescindible para conseguir la igualdad real
Por otro lado, es importante resaltar en este sentido, que el hecho de que el traba-
jo dentro del hogar no reciba una remuneración no es impedimento para que
Universalidad

las actividades que se realicen en el seno del hogar requieran de un esfuerzo


y dedicación que en muchos casos superan a otras ocupaciones que sí están
remuneradas.
Además, el trabajo doméstico no puede entenderse sólo como un conjunto o
enumeración de actividades como cocinar, limpiar, planchar, cuidar niñas/ os…
Unidad

porque:
- Requiere una toma de decisiones para ejecutarse (qué tareas deben priori-
zarse, cuándo, que se necesita, etc.)
Voluntariado

- La modificación, inclusión o desaparición de tareas (ejemplo: en lugar de


fregar los platos, utilizar un lavavajillas) no conlleva que cambie la naturale-
za del trabajo doméstico (ejemplo: alguien tendrá que meter los platos en el
lavavajillas, sacarlos cuando estén limpios y colocarlos en su sitio…)
- Conlleva una serie de tareas y responsabilidades que se realizan fuera
del ámbito espacial del hogar (ejemplo: llevar a las/os hijas/os al colegio, al
Independencia

médico/a, etc.) y que en ocasiones tienen una continuidad directa con las que
se realizan dentro de él (ejemplo: no se puede cocinar si antes no se ha ido a
comprar, no se puede llevar la contabilidad doméstica sin ir al banco, etc.) y a
las que es necesario también dedicarle una importante cantidad de tiempo.

4.2.2. Desigualdad en la organización Familiar


Neutralidad

La sobrecarga de trabajo doméstico, el cuidado exclusivo de las personas


dependientes y la rutina, son otras formas de abuso/ violencia contra las mujeres

Usos del tiempo


Imparcialidad

Esta división sexual de las actividades consideradas como trabajo, así como
las creencias sobre “lo masculino y lo femenino” que venimos viendo, imponen a
hombres y mujeres un tiempo único, orientado al cumplimiento de tareas asignadas
según el sexo, que les priva de oportunidades para desarrollar otras dimensiones
personales y sociales.
2 Ya hemos visto que la
Humanidad

incorporación de la mujer al mundo la-


boral no ha supuesto de manera simi-
lar la incorporación del varón a la esfe-
ra de lo doméstico.

03-12-2008 EFE

81
Y aunque es verdad que las actitudes suelen ser cada vez menos este-
reotipadas en las familias donde ambos cónyuges trabajan fuera, las criaturas
observan que siempre hay una persona que se dedica más al ámbito familiar
con lo que desde muy pequeñas intuyen que la figura con mayor poder y autoridad
es el padre, y son las madres o las mujeres las que siguen siendo las protagonistas
Universalidad

de los hogares:

Según el estudio de “Usos del tiempo, estereotipos, valores y actitudes” del


Instituto de la Mujer, realizado en el año 2007, se confirma que las mujeres tripli-
can las horas que dedican al hogar frente a los hombres, y lo curioso del tema
Unidad

es que no parecen haber cambiado mucho los datos desde el 2001.Veamos más
datos respecto al desigual uso del tiempo:

Desde el año 1983 hasta 2006, fecha de la última encuesta sobre Uso del Tiempo del
Voluntariado

Instituto de la Mujer, el tiempo dedicado por las mujeres al trabajo doméstico ha descendi-
do significativamente, pasando de casi 8 horas diarias a cerca de 6. Sin embargo, ese des-
censo no se ha debido a una mayor corresponsabilidad por parte de los varones, que, in-
cluso, dedican a estas tareas menos tiempo en 2006 que en 1993, 2 horas y 20 minutos, frente
Independencia

a 2 horas y media, sino a la mayor incorporación de las mujeres al trabajo remunerado: es-
to hace que, en general, se dedique a estas tareas menos tiempo y que parte de este trabajo
sea realizado a través de recursos externos u otras formas de organización.

Como se observa por los datos, las mujeres siguen invirtiendo más tiempo
Neutralidad

que los hombres en el trabajo reproductivo aunque se hayan incorporado al merca-


do laboral, quedando ellas en muchos casos sobrecargadas y con menos tiempo
para la realización de actividades de tiempo libre y ocio. El cuidado de la familia es
asumido en mayor medida por las mujeres, y la práctica de deportes, entreteni-
miento y relaciones sociales por los hombres.
Imparcialidad

Además, estos estudios evidencian que si se compara la evolución en la dis-


tribución de los usos del tiempo desde el año 1996, las mujeres tienen como princi-
pal eje de referencia el hogar familiar, ocupando en el mercado laboral una posición
subsidiaria, mientras que la mayoría de los hombres tiene como principal eje de or-
ganización del tiempo el trabajo no doméstico y, cuando están en el hogar, su posi-
ción es principalmente de consumidores de los servicios prestados por mujeres.
Humanidad

Para garantizar la igualdad de género se requiere propiciar con nuestro


alumnado un cambio sustancial en los usos del tiempo. Y aunque este cambio
depende de transformaciones importantes en la organización de la sociedad y de la
economía, se puede empezar a fomentar este cambio desde los propios centros
educativos y ámbitos de educación no formal y a partir de:
• Cuestionar el valor que se le atribuye a los distintos usos del tiempo
a fin de revalorizar tanto el tiempo dedicado al trabajo como aquel

82
destinado al desarrollo y comunicación personal, a las tareas del
hogar y a la familia.
• Redistribuir de manera más justa el uso del tiempo entre distintas
personas y grupos sociales, para lo cual hombres y mujeres de todas
las edades deben compartir las responsabilidades familiares.
Flexibilizar la organización del trabajo remunerado a fin de armonizar
Universalidad


las relaciones entre el trabajo y la vida personal y familiar.

• La mujer dedica diariamente al trabajo doméstico el triple de tiempo que los hom-
Unidad

bres, a pesar de haber reducido significativamente el tiempo dedicado a este tipo


de actividades.
Las mujeres dedican un tiempo significativamente mayor que los hombres al tra-
Voluntariado


bajo de casa (3 horas 35 minutos frente a 41 minutos), cuidado de la familia (1
hora 14 minutos frente a 38 minutos) y compras (41 minutos frente a 23 minutos),
y los hombres dedican mayor tiempo a las tareas de mantenimiento (dedican una
media de 29 minutos por 19 las mujeres).
Independencia

• Las mujeres dedican una media de 7 horas y 7 minutos a actividades de ocio, una
hora 12 minutos menos que los hombres, que dedican 8 horas y 19 minutos.
• Aunque parezca mentira, cuanto mayor es una familia, menor es el número de
personas que realizan las tareas en la casa.
Neutralidad

• En Europa, sólo entre un 6% y un 25% de los hombres hacen la compra en el


mercado.
• Los hombres disfrutan al día de 1 hora y media de tiempo libre más que las muje-
res, y 3 horas más los fines de semana.
Imparcialidad

• En Europa, sólo un 3% de las familias comparten igualitariamente las tareas do-


mésticas.
• Por cada hora que la mujer trabaja fuera de casa, el hombre sólo aumenta su tra-
bajo dentro del hogar en 5 minutos.
Humanidad

• Las investigaciones realizadas sobre padres dicen que se implican más con los
hijos/as, pero sólo a la hora de jugar o de hacer actividades agradables, no en el
cuidado, la crianza ni el trabajo doméstico.
Fuente: Instituto de la Mujer, 2007 y Emakunde-Instituto Vasco de la Mujer,2006

83
Un trabajo no valorado

“Porque todas las cenas están cocinadas, todos los platos y tazas lavados; los ni-
ños enviados a la escuela y se han abierto camino en el mundo. Nada queda de
Universalidad

todo ello. Todo se ha desvanecido. Ni las biografías ni los libros de historia lo


mencionan. Y las novelas, sin proponérselo, mienten”.
Virginia Woolf26.
Imagina la siguiente situación:
Un marido llega a casa y se la encuentra “patas arriba”, mal olor, la cena sin prepa-
Unidad

rar, la ropa sin lavar ni tender y la hija y el hijo peleándose a golpes. Ante ese pano-
rama él pregunta ¿Pero qué es lo que ocurre aquí? Y ella responde:
¿Sabes cuando vuelves todos los días del trabajo y me dices con guasa que no me
queje, que no es para tanto el trabajo que hago? Pues bien, hoy me he tomado el
Voluntariado

día libre27

Al igual que le ocurre a la protagonista de esta diálogo, muchas mujeres es-


tán cansadas de trabajar y de que no se les valore lo que hacen día tras día. Ade-
más, no sólo no se les valora, sino que encima se les cuestiona lo que hacen y se
Independencia

menosprecia su trabajo.
Hemos visto que el trabajo domestico a diferencia de otros trabajos es un
trabajo sin horarios, sin vacaciones y multidisciplinar ya que necesitas saber
de un montón de saberes: enfermería, nutrición, dietética, salud, puericultura, edu-
cación, animación, psicología, cocina, economía, y un sin fin de materias más.
Sin embargo es uno de los trabajos peor valorados a nivel social y a nivel fa-
Neutralidad

miliar.

AMA DE CASA
Es la mujer que trabaja gratuitamente y sin reglamentación horaria para la familia,
Imparcialidad

dedicada al cuidado de niños, niñas y personas mayores, preparación de alimentos


y limpieza general del hogar. (Victoria Sau).

Gracias al trabajo doméstico realizado en la mayoría de los casos por las


mujeres, toda la familia, ha podido encontrar la casa limpia, recogida, con comida
Humanidad

en el frigorífico, con la ropa planchada y lavada y con tiempo libre para poder hacer
lo que quisiera.

26
Escritora feminista británica, (Gran Bretaña, 1882-1941)considerada como una de las más destacadas figuras del modernismo literario
del siglo XX y autora de “Una habitación propia”, 1929.

27
Adaptado del texto y viñeta de “Y tú, ¿Te apuntas a romper con el machismo? de Montse Buxan

84
También gracias a millones de mujeres las arcas del Estado se han ahorrado
mucho dinero destinado al cuidado de personas mayores y enfermas, ya que estos
trabajos siempre han sido y son hechos por mujeres sin cobrar nada por ellos.
Además, no sólo no han cobrado nada sino que encima no se les ha valorado nada
su trabajo.
Universalidad

Por eso, al igual que hace la protagonista del diálogo, no estaría nada mal
que todas las mujeres se “plantaran” un día e hicieran visible todo el trabajo, que
día a día, realizan en todas las partes del mundo. Sin duda ese día los hombres, el
mundo, la economía, los Estados y las familias empezarían a valorar de otra mane-
ra el trabajo doméstico y a las mujeres.
Unidad

La doble jornada
Llegando a este punto, vemos que esta visión parcial del mundo del tra-
Voluntariado

bajo es injusta y errónea, ya que impide ver la realidad del mundo del trabajo con
toda su riqueza.
El ejemplo más claro de que esta mirada ya no sirve, son las vidas de todas
aquellas mujeres que han entrado en el mercado laboral y no han abandonado las
actividades domésticas. Tareas que realizan al finalizar su jornada laboral en su
segunda jornada al llegar a casa.
Independencia

Y no lo han hecho porque son actividades necesarias para la produc-


ción, para el mantenimiento y la gestión de la vida humana, para el bienestar
y la calidad de vida de todas las personas.
Así pues, la Doble Jornada se refiere a la doble carga de trabajo que sopor-
tan actualmente las mujeres quiénes, además del empleo, asumen las tareas do-
mésticas y el cuidado de la familia, sin que otras personas compartan dichas res-
Neutralidad

ponsabilidades.
Situación de compaginación entre el trabajo productivo y el trabajo re-
productivo que hemos visto. Sus consecuencias en la salud de las mujeres son
nefastas, y son objeto de estudio en la actualidad.
En muchas ocasiones, esta situación coloca a las mujeres ante el dilema de te-
Imparcialidad

ner que elegir entre trabajo y familia o intentar conciliar ambas viéndose obli-
gadas a:
- …A recurrir a empleos de tiempo parcial para poder hacerse cargo de las
responsabilidades familiares. Un 80% de los contratos a tiempo parcial son
de mujeres
- …A delegar el cuidado de sus hijos e hijas a familiares cercanos, (gene-
Humanidad

ralmente otra mujer). El 31,3% de las abuelas maternas se ocupan del cui-
dado de niños/as en edad pre-escolar. El 38,2% de las abuelas cuida los ni-
ños/as a la salida del colegio
- …A tener sobrecarga de trabajo, privándolas de tiempo propio, privacidad
y espacio para si.

85
4.2.3. Corresponsabilidad y Conciliación

Adivina, adivinanza…“¿A qué se refieren muchas mujeres cuando dicen “que quie-
ren vacaciones de verdad”?”
Universalidad

Corresponsabilidad
Ya estamos en el S. XXI, y la sociedad va evolucionando y, en la actualidad,
las viejas ideas de reparto de las responsabilidades familiares ya no son válidas.
¿Por qué?
Unidad

Porque no eran justas. Porque las mujeres también quieren dedicarse a otro
tipo de actividades como ampliar su formación, divertirse, trabajar fuera de casa,
etc. Y porque los hombres también quieren participar más en el cuidado y la educa-
ción de sus hijas e hijos, por ejemplo.
Voluntariado

En el trabajo domestico, que no tiene horario, hay tareas agradables y otras


menos atractivas pero como vimos antes todas son necesarias, por eso es impor-
tante que todas las personas que vivan juntas aprendan a repartir y compartir las
responsabilidades familiares y domésticas. A eso se le llama Corresponsabili-
dad
Independencia

Porque no es lo mismo ayudar que responsabilizarse de una tarea des-


de el principio hasta el final. Y lo que se necesita para una convivencia justa y
en igualdad es que se comparta esa responsabilidad entre hombres y mujeres.
AYUDAR, es “echar una mano” a alguien en la realización de una tarea. Supone
estar libre de la responsabilidad final, y para eso debe estar supervisada. Es prestar
cooperación pero no encargarse de su cumplimiento, por eso esa “ayuda en la ta-
Neutralidad

rea” no se define como obligatoria, ni rutinaria, sino como electiva, y esto es lo que
generalmente hacen los varones.
Sin embargo, RESPONSABILIZARSE de una tarea significa tener la obligación úl-
tima de su realización, es decir, hacerse cargo de que se cumpla una determinada
tarea, con lasa consecuencias que ello implica.
Imparcialidad

La corresponsabilidad es asumir entre todos y todas las responsabilidades de las


tareas del hogar u otras. Es compartir la planificación y el desarrollo de las mis-
mas.

Ejemplo: No es lo mismo “ayudar” a recoger la mesa llevando los platos a la coci-


na, que responsabilizarse de que se queden limpios, recogidos y preparados para
Humanidad

el próximo uso.

86
Cada miembro de la familia tiene derechos y obligaciones y ser chica o chico,
hombre o mujer, no debe suponer la imposición o exclusión de ningún tipo de
actividad.
Universalidad

Por eso, las mujeres no necesitan ayuda, sino compartir la responsabilidad


para democratizar el espacio domestico.

Democratizar el espacio domestico28 significa repartir las responsabilida-


des, implica acordar y negociar qué aspectos se distribuyen entre las personas del
grupo familiar para su mejor ejecución. En el ámbito domestico, significa el reparto
Unidad

entre hombres y mujeres de tareas como el cuidado de las personas, la educación


de hijas/os o las labores domésticas.
La igualdad en lo doméstico, pasa por hacer compartidos y recíprocos los
Voluntariado

cuidados y tareas que componen el trabajo doméstico, es decir DEMOCRATIZAR


LA VIDA PRIVADA.
Para que las mujeres puedan tener derecho a tiempo personal, es necesa-
rio que los hombres hagan parte de lo que ellas están haciendo de más, lo que
implica corresponsabilizarse y ser recíproco en el cuidado. De lo contrario, estamos
imponiendo una sobrecarga por omisión masculina del trabajo doméstico. Para
Independencia

democratizar lo doméstico, además de voluntarismo y cambios individuales, hace


falta algo más: políticas de igualdad.
¿Cómo hacer que alumnas y alumnos colaboren en los trabajos del hogar y las
responsabilidades familiares?
Neutralidad

Es importante que el profesorado transmita al alumnado la importancia de la


colaboración en el hogar, porque ser responsables de algún trabajo es bueno
para su desarrollo. Si se quiere que el día de mañana sea una persona capaz de
cuidar de sí misma, independiente, madura y autónoma se debe empezar porque
se responsabilice de sus pequeñas obligaciones en la casa.
Además, debemos realizar un diagnóstico en nuestros centros educativos
Imparcialidad

para desvelar el posible sexismo que perpetúa la interiorización de roles estereoti-


pados de género. Esta es la operación previa que siempre tendremos que realizar
para descubrir dónde se aloja la desigualdad, sea ésta patente o encubierta. Apli-
cando la pregunta-clave “¿Quién hace qué?” y aderezándola con otra: “¿A cambio
de qué”, nos iremos dando cuenta de los rasgos de sexismo, tanto hostil (machis-
mo) como sutil (misoginia y androcentrismo) que tenemos agazapado o visible en
Humanidad

todos los rincones de nuestro centro educativo.

28
De la Peña Palacios, Eva María. 2007. ”Maletín =a2 de Coeducación para el profesorado. Fórmulas para la igualdad nº4. “Corresponsabilidad”.
Fundación Mujeres. Edita :Mancomunidad Valle del Guadiato

87
Dos medidas básicas, una vez realizado dicho diagnóstico, son:
- Por un lado, la utilización de un Lenguaje para la igualdad : la realidad y
los aprendizajes tienen que ser descritos y realizados utilizando un len-
guaje incluyente, igualitario y justo. No olvidemos que lenguaje y pensa-
miento son inseparables y que utilizar el lenguaje heredado de la des-
Universalidad

igualdad acuña y legitima la desigualdad.


- Por otro, procurar una representación equilibrada: En el ámbito escolar
una representación equilibrada hace referencia tanto a las funciones y
cargos como a los contenidos de lo que se aprende, a las imágenes, mo-
delos, ejemplos, personajes, figuras, enunciados. Todo lo que contienen
Unidad

los libros de texto y otros materiales didácticos deben reflejar una repre-
sentación equilibrada de mujeres y hombres en todas las actividades
humanas que se presenten.
No es tan complicado, simplemente es novedoso porque nunca lo hemos realizado,
Voluntariado

pero no más difícil ni menos novedoso ni menos necesario que incorporar las T.I.C.
o el bilingüismo a nuestras prácticas docentes.
Las niñas y niños necesitan espacios y tiempos de comunicación, entre ellas
y ellos y con el profesorado y responsables de las tutorías y de la Orientación.
Independencia

Beneficios de la corresponsabilidad
No hay que olvidar, para conseguir un hogar corresponsable, que la des-
igualdad entre mujeres y hombres en el espacio doméstico no consiste solamente
en la mayor carga de trabajo para las mujeres. Cuando algún hombre “no hace en
casa”, impone a la mujer, por omisión, el trabajo que no puede dejar de ser hecho.
Muchas mujeres que conviven con hombres realizan constantemente un sobre-
Neutralidad

esfuerzo “obligatorio” que ellos no realizan. Para muchos hombres el mantenimien-


to del hogar es algo que “aparece hecho”, como si no existiera una persona que lo
realiza. Y todo eso se transmite de forma directa o indirecta a los hijos e hijas29:
 Casi la mitad de los chicos de entre 14 y 17 años y un 30 por ciento de las chi-
cas están de acuerdo con que las cualidades relacionadas con el cuidado a los
Imparcialidad

demás son típicamente femeninas


 Un tercio de los chicos piensa que atender bien una casa es una obligación de
las mujeres y que no es un trabajo para los hombres
 El 52 por ciento de los chicos y el 49 por ciento de las chicas piensa que las mu-
jeres son insustituibles en el hogar.
Humanidad

Afortunadamente esta situación está cambiando, y cada vez existen más hoga-
res en los que se decide vivir en igualdad. Son familias u hogares corresponsa-
bles:

29
Proyecto Detecta realizado por la UNED y fundación Mujeres con adolescentes de 14 a 17 años. España 2002

88
- Hogares en los que la convivencia está basada en los principios de igualdad
y donde tanto las madres y los padres comparten la atención y cuidado de
las hijas e hijos.
- Hogares en los que las hijas e hijos también aprenden que no hay diferencia
entre las funciones de madre y padre, porque ambos comparten y aportan su
Universalidad

colaboración y dedicación.

Desde el ámbito educativo, la primera puerta que debemos abrir para romper
con el machismo, y así alcanzar una igualdad de derechos, es fomentar la colabo-
ración igualitaria entre todas las personas de la familia para que todas las ta-
Unidad

reas propias de una casa sean realizadas conjuntamente y, por lo tanto, no recai-
gan únicamente sobre la mujer.
Ya hemos visto que la corresponsabilidad familiar supone no escaquearse y
Voluntariado

ser conscientes de que las tareas del hogar no sólo son responsabilidad de las
madres o las mujeres.
Nuestra labor como educadoras y educadores es transmitir la idea de que
ser mujer u hombre no supone la obligación o exclusión de ningún tipo de actividad
y que todas las tareas del ámbito doméstico, las agradables y las menos atractivas,
son necesarias para conseguir una mayor comodidad e independencia personal y
Independencia

aporta beneficios y ventajas para toda la familia:


 Aumentará el tiempo que se comparte con ella, en cantidad y en calidad.
Las relaciones entre todos los miembros de la familia serán más fáciles, y no
importará tanto el tiempo que le dediquemos a la familia porque será mejor, con
menos estrés.
 La educación que recibirán los hijos y las hijas será “paterna y materna”,
Neutralidad

verán otras formas de ser padre y madre que les servirán de modelos. No pen-
sarán que lo único que debe hacer una mujer es ser madre y quedarse en casa,
y verán normal que un hombre planche, cocine y que cambie pañales.
 Mejora la calidad de vida de todas las personas de la familia; se evitan mu-
chos conflictos y tensiones, todo el mundo dispone de tiempo libre, etc.
Imparcialidad

 Hace posible liberar tiempo para dedicarlo a otro tipo de actividades

Y además, para cada miembro de la familia, contribuir con los trabajos domésti-
cos y las responsabilidades familiares tiene diferentes beneficios a nivel perso-
nal:
Humanidad

 Te haces más responsable.


 Ganas en independencia y autonomía personal.
 Alcanzas mayor grado de formación
 Más autoestima.
 Te ayudará en un futuro.

89
 Valoración del trabajo.
 Cooperación.
 Compartes más tiempo y actividades con otras personas.
 Dispondrás de más tiempo personal.
Universalidad

Conciliación personal, laboral y familiar


Las mujeres compaginan vida privada y vida laboral haciendo
auténticos juegos malabares entre un mundo y el otro.
Unidad

La conciliación personal, laboral y familiar30 hace referencia a esa com-


patibilización de dos espacios –el público(o productivo) y el doméstico (o repro-
ductivo) y supone la necesidad de que mujeres y hombres compartan estas funcio-
Voluntariado

nes en la sociedad.
Conciliar significa encontrar la mejor fórmula para compaginar, por ejemplo,
el horario de trabajo con los requerimientos de la vida personal, y familiar y compar-
tirlos o distribuir las responsabilidades entre los miembros de la familia, sin que re-
caigan en una sola persona, o las responsabilidades familiares con la jornada labo-
ral.
Independencia

La conciliación de la vida laboral, personal y familiar significa construir una


carrera profesional satisfactoria, aprovechar las oportunidades culturales y de ocio,
ejercer un papel activo en la sociedad, tener una vida plena, equilibrada y sin dis-
criminación.
Cada vez es más frecuente ver en las noticias de nuestro país titulares como
éste: “Sólo 300.000 personas pueden conciliar trabajo con familia” o “La concilia-
Neutralidad

ción de la vida familiar, laboral y personal es una gran inversión” o “la conciliación y
la corresponsabilidad en el hogar, claves para erradicar la desigualdad”
Parece que se han puesto de moda estos dos conceptos. Ya hemos visto
que la corresponsabilidad es el necesario reparto de tareas y responsabilidades en
los hogares, ahora veremos que esta corresponsabilidad es un aspecto funda-
Imparcialidad

mental a que tener en cuenta cuando hablamos de conciliación.


“He cambiado de piso y tengo que ir a notaría, pero el horario coincide con el de mi
trabajo”
“Mi hija empieza en el Instituto, hay que entregar la matrícula en horario de mañana
y tanto su madre como yo estamos en el trabajo”.
Humanidad

Situaciones como éstas son comunes sea cual sea la situación personal,
porque en la vida diaria se necesita tiempo para formación, trabajo, estu-
dios…, pero también se necesita llevar a cabo otro tipo de tareas como limpiar,
cocinar, hacer compras o atender las responsabilidades familiares.... y, ade-

30
Adaptación a partir de texto de “La igualdad, un trabajo en equipo. Mª del Carmen Cordón Cañero, Rocío Corrales Inglés, Isabel Nico-
lás Acosta. Instituto Andaluz de la Mujer”. 2009

90
más, es importante disponer de tiempo libre para el ocio. Por eso, se dice que vida
de las personas tienen distintas facetas:
- la que tiene que ver con las relaciones afectivas, de familia, pareja, hijas
y/o hijos, madres y/o padres... (vida familiar)
- la relacionada con el trabajo remunerado (vida laboral)
Universalidad

- y la que tiene que ver con el ocio, el tiempo libre y el desarrollo personal
(vida personal)

Buscar un equilibrio entre todas estas facetas de la vida nos lleva a


hablar conciliación de la vida personal, familiar y laboral haciendo hincapié en
la necesidad de compaginar el trabajo remunerado con el trabajo doméstico, las
Unidad

responsabilidades familiares y el tiempo libre.

Debemos argumentar a favor de la conciliación con las y los jóvenes, expli-


Voluntariado

cando los beneficios que, en general, se obtienen si se concilia la vida perso-


nal, laboral y familiar, insistir en que la implantación de medidas de conciliación
beneficia a toda la sociedad y a las personas que hacen uso de ellas.

Debemos transmitir a nuestro alumnado los beneficios personales concretos


Independencia

que obtienen ellas y ellos si concilian. Entre otros, son:


 Mayor responsabilidad.
 Más independencia.
 Mejora de la autoestima.
Neutralidad
Imparcialidad
Humanidad

91
La idea clave a transmitir a nuestro alumnado es que no importa si se es hom-
bre o mujer ni la situación familiar y laboral, siempre se sale ganando con la conci-
liación, la sociedad en general sale ganando:
Universalidad

BENEFICIOS QUE SE OBTIENEN SI SE CONCILIA


A nivel personal:
 Reducción del estrés. Al compartir la responsabilidad familiar, doméstica y eco-
nómica toda está más organizado, se tienen menos preocupaciones y más tiempo
Unidad

libre. Si se reduce el estrés, mejorará la salud.


 Mejora de la autoestima. Al lograr un equilibrio entre hogar y trabajo, la persona
se siente mejor. Se tiene más tiempo libre para dedicar al ocio y al autocuidado.
Voluntariado

 Se reducen los costes familiares. Si se trabaja en una gran empresa con servi-
cio de guardería, se tienen incorporadas medidas de flexibilidad horaria y la per-
sona se beneficia económicamente.
Independencia

 Se dispone de más tiempo para otros ámbitos de la vida. Se logra distribuir el


tiempo mejor y conseguir así mayor estabilidad laboral y mayor equilibrio emocio-
nal y familiar.
 Mejora de la trayectoria profesional en la empresa. Si la vida personal funciona
bien, eso se nota en el trabajo. Si no se tienen otras preocupaciones se rinde más,
Neutralidad

el trabajo resulta más fácil y también la relación con los compañeros y compañe-
ras.

Imparcialidad

Hacer compatible el trabajo y la familia, es decir, conciliar la vida familiar y pro-


fesional, no es un asunto privado ni “un problema de mujeres”. Es una cuestión so-
cial, cuya solución depende de la sociedad en su conjunto y por ello nuestra labor
como docentes es transmitir a nuestro alumnado todas estas ideas y explicarles
que tienen la responsabilidad de avanzar hacia una concepción diferente del repar-
to de responsabilidades del que a lo mejor han vivido en sus casas y que alcance y
Humanidad

beneficie a todas las personas, sin distinción.


Además partimos de la base de que la corresponsabilidad, dentro de la convi-
vencia no es una obligación sino una fuente de independencia personal y de respe-
to hacia las demás personas. Trabajar preventivamente este aspecto implica llevar
el debate a las aulas, hacer tomar conciencia a los y las jóvenes de la importancia
de los trabajos asociados al cuidado y las injustas consecuencias que un reparto
desigual en las tareas tienen para las mujeres.

92
Medidas que facilitan la conciliación de la vida personal, familiar y laboral.
Dada la situación descrita, obviamente la labor de coeducar no debe recaer sólo en
las manos de las y los agentes educativos (docentes, familias, educadoras/es,…).
También tiene obligación de coeducar, y de acabar con el “machismo” y las políti-
cas no igualitarias, el Estado, creando medidas optimas laborales para las mujeres.
Universalidad

Y en cuanto a las empresas tomar conciencia del atentado que cometen contra los
derechos de las mujeres en muchos casos. Algunas de estas medidas ya se han
tomado en nuestro país y consideramos importante su conocimiento:

- Medidas promovidas por las empresas


Unidad

- Medidas de flexibilidad horaria


• Flexibilidad de las horas de entrada y salida del lugar de trabajo.
• Semana laboral comprimida.
Voluntariado

• Banco de horas.
- Medidas de flexibilización en la relación laboral
• Trabajo a tiempo parcial.
• Trabajo compartido.
Independencia

• Excedencias laborales.
• Días libres para situaciones familiares excepcionales o para asuntos
propios.
- Medidas de flexibilización del lugar de trabajo
• Teletrabajo.
Neutralidad

- Prestaciones de las Empresas


• Guarderías de empresas.
• Seguro de vida.
• Seguro de accidente.
Imparcialidad

• Asistencia sanitaria para familiares directos.


• Plan de pensiones.
• Ticket o servicio de restaurante subvencionado (bonos-restaurante).

- Medidas promovidas por la Legislación y por la Administración


Humanidad

Algunas de las medidas referidas a la conciliación que introduce la Ley Orgánica


3/2007 de 22 de marzo, para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres en
España, son:
- Se reconoce el derecho a un Permiso por Paternidad, autónomo del de la ma-
dre, de 13 días ininterrumpidos en los supuestos de nacimiento de hijo o hija,

93
adopción o acogimiento, que se suma al permiso ya vigente de 2 días o a la mejora
del mismo establecida por convenio colectivo.
- Este permiso irá aumentado hasta alcanzar las 4 semanas transcurridos 6 años
desde la entrada en vigor de la Ley, tiempo estimado por las personas expertas
para que la sociedad y el sector empresarial asuma y se conciencie paulatina-
mente del necesario ejercicio y puesta en marcha de este derecho. En respuesta
Universalidad

a este compromiso, la Ley 9/2009 de 6 de octubre, de ampliación de la dura-


ción del permiso de paternidad en los casos de nacimiento, adopción o re-
cogida, establece su duración en 4 semanas. Esta Ley entrará en vigor a partir
de 1 de enero de 2011.
- Se reconoce el derecho a adaptar la duración y distribución de la jornada de
trabajo para conciliar la vida personal y familiar con la laboral. Esta adapta-
Unidad

ción de la jornada se realizará en la forma que se establezca en la negociación


colectiva o por acuerdo con la empresa.
- Se podrán disfrutar las vacaciones en fecha distinta, aunque haya terminado
Voluntariado

el año natural a que correspondan, si coinciden con una incapacidad temporal de-
rivada del embarazo, el parto o la lactancia natural o con el descanso por mater-
nidad.
- Se crea un nuevo permiso remunerado de dos días, en los casos de interven-
ción quirúrgica sin la hospitalización de parientes hasta el segundo grado de con-
sanguinidad o afinidad, siempre que se precise reposo domiciliario. Cuando sea
Independencia

necesario un desplazamiento, el permiso será de cuatro días.


- Se podrá reducir la jornada laboral entre un octavo (antes un tercio) y la mi-
tad para el cuidado de una o un menor de ocho años (antes seis años) o persona
con discapacidad, con la disminución proporcional del salario.
Neutralidad
Imparcialidad
Humanidad

94
5. EMPODERAMIENTOY LIDERAZGO

Para entender el concepto de empoderamiento tenemos que analizar antes


otros conceptos que de alguna manera ya hemos visto en los módulos anteriores.
Universalidad

5.1. El papel de las mujeres en los espacios público y privado

Las mujeres, a lo largo de la historia, han tenido asignadas tareas, caracte-


rísticas de personalidad, roles y ámbitos de actuación diferentes, todas ellas adjudi-
Unidad

cadas en función de su sexo y de las derivaciones que conlleva, es decir, del géne-
ro.
Han sido recluidas al espacio de lo privado (atención de la familia y la ca-
Voluntariado

sa, cuidado de personas dependientes...) es decir el cuidado, mientras que los


hombres han tenido asignado el ámbito de lo público (política, negocios, em-
presa...), es decir el sostén económico.
Las consecuencias de esta diferente ubicación de mujeres y hombres, ha
implicado una serie de condicionantes, deberes, experiencias etc, que han supues-
to la adopción de una forma de situarse socialmente determinada, no permitiendo la
Independencia

elección de la persona, coartando así su libertad desde el nacimiento por razón de


sexo.
Neutralidad
Imparcialidad

Las consecuencias de esta diferente ubicación de mujeres y hombres


quedan recogidas en el siguiente cuadro
Humanidad

Como se puede observar en el esquema anterior, el diferente posicionamien-


to de mujeres y hombres se basa en los diferentes usos del tiempo y del espacio.
Estas dos dimensiones marcan los aspectos principales a trabajar en el ám-
bito de la igualdad de oportunidades: EL TIEMPO Y EL ESPACIO

95
El uso diferencial del tiempo implica que hombres y mujeres tienen deter-
minado su uso impidiendo la división en igualdad de los mismos y por tanto el re-
parto equitativo y la corresponsabilidad en los distintos ámbitos.
Pero será los diferentes usos del espacio lo que se sitúa en la raíz del
concepto de empoderamiento.
Universalidad
Unidad
Voluntariado
Independencia

En efecto, como se explica en este gráfico, los diferentes usos del tiempo y
espacio es uno de los grandes determinantes del género, y cuando nos referimos a
empoderamiento, la dimensión que cobra mayor importancia es la del espacio:
Neutralidad

público o privado, y dónde se sitúa el poder social, económico etc., que como bien
sabemos, es en el público, en detrimento del privado, que no tiene reconocido so-
cialmente el mismo valor, y en la mayoría de los casos está infravalorado en todos
los ámbitos de la sociedad.
En los ámbitos educativos la identificación de estas diferencias entre chicos
Imparcialidad

y chicas son muy importantes, para que las personas educadoras puedan ir cam-
biando los hábitos ya adquiridos y trabajar la igualdad.
Con respecto al espacio, podemos simplemente hacer una observación del
espacio ocupado en el patio del colegio por ellos y ellas, e ir analizando estas dife-
rencias, además de los usos que se hacen de este, entended que según la edad,
los espacios de relevancia, son unos u otros, y nada es casual.
Humanidad

La educación no formal, nos va a permitir analizar la variable del uso del es-
pacio en diferentes entornos, al no tener que ceñirse a los propios de un colegio,
hemos de desarrollar estrategias para conseguir un uso equitativo en toda circuns-
tancia.

96
Aunque el concepto de empoderamiento, no está recogido en el Diccionario
de la Real Academia de la Lengua, tenemos claro que está muy relacionado con el
concepto de poder.
Universalidad

El poder puede entenderse de dos formas:


• En sentido negativo: es el dominio de una persona o grupo sobre otra per-
sona o grupo; es la posibilidad de decidir sobre la vida del otro.
• En sentido positivo: es la autoafirmación de los sujetos para vivir la vida. El
poder es necesario para la construcción de los sujetos sociales.
Unidad


“La actuación de la mujer no implica una participación en el poder masculino, si-
no cuestionar el concepto de poder”. Carla Lonzi, filósofa italiana.

Esta última dimensión es la que más se acerca al concepto de empoderamien-


Voluntariado

to que ahora vamos a presentar.

El empoderamiento es un proceso por medio del cual las personas in-


Independencia

crementan su capacidad de configurar sus propias vidas y su entorno.

5.2. La participación de las mujeres


Neutralidad

“Cada vez que una mujer da un paso, todas avanzamos”.

Participar significa “tomar parte en una cosa”. La idea de participar tiene


mucho que ver con asumir responsabilidades personales con respecto a alguna
Imparcialidad

situación concreta. Pero también implica que se de voz a esa participación, se es-
cuchen otras formas de actuar, ver la vida, se reconozca y respete la participación
de todos y todas.
Las mujeres históricamente siempre han asumido responsabilidades y se
han comprometido por el bienestar de los que les rodean, sin embargo nunca se ha
reconocido ese esfuerzo, ni se le ha dado papel de decisión al mismo.
Humanidad

A pesar de que la población femenina es similar, incluso algo mayor que la


masculina (51% de mujeres), las mujeres no participan por igual en los órganos
de poder y decisión de las diferentes instituciones y entidades. Por este moti-
vo, la mayoría de las democracias actuales carecen de una representación equili-
brada entre mujeres y hombres en sus órganos de decisión.

97
Este hecho lo podemos trasladar perfectamente a los ámbitos educativos,
donde las chicas suelen comprometerse y participar en las actividades escolares, y
en muchas ocasiones ellas trabajan, pero en cuanto eso supone una representa-
ción más importante, suelen ceder el puesto a “personalidades más carismáticas”
que es la de los chicos.
Evitar estos comportamientos creando canales adecuados de representa-
Universalidad

ción, y fomentar que ellas no sólo trabajen en la base sino que se valoren y se au-
todefinan como carismáticas en igual medida que ellos, es parte de la responsabili-
dad de las personas educadoras.
En el ámbito asociativo la realidad es prácticamente igual, ya que obser-
vamos como en los órganos directivos, suelen ser chicos los que están de repre-
sentantes, mientras que los censos son predominantemente femeninos.
Unidad

Cabría preguntarse qué mujeres conoces o podrías mencionar que hayan


destacado en el ámbito político, social y económico, seguro que al menos tienes
que reflexionar para encontrar más de una en alguna de estas esferas.
Voluntariado

Las personas que ocupan los puestos de decisión (política, económica, so-
cial...) son las que determinan, el funcionamiento de la sociedad. Si la participación
es equilibrada, los intereses y las necesidades se cubren por igual, pero de lo con-
trario, los intereses de una parte estarán más representados que los de la otra.
Como ya se ha visto en capítulos anteriores las mujeres se han visto relega-
Independencia

das históricamente a actuar y vivir en el ámbito de lo privado, es decir que su traba-


jo se realizaba dentro del hogar y para el cuidado del mismo, pero jamás fuera de él
ni que implicara ninguna aportación económica, ni poder social. El sistema pa-
triarcal ha hecho que estas funciones, modelos y roles tuvieran además un estig-
ma de inferioridad con respecto a los roles masculinos.
Por eso el término empoderamiento se
define en parte en la toma de conciencia de las
Neutralidad

potencialidades que tenemos las mujeres.


El empoderamiento es un pro-

Empoderarse es fortalecerse, en la posición ceso por medio del cual las


social, económica y política de las mujeres para
reducir o eliminar las relaciones de poder entre los personas incrementan su ca-
Imparcialidad

sexos.
pacidad de configurar sus pro-

Antes de seguir vamos a hacer una reflexión: pias vidas y su entorno.


“La ciudadanía se expresa participando, y la parti-
cipación se produce en lo público, entendiéndose
Humanidad

este como el espacio social, no privado, que se comparte con todas/os las/os
ciudadanas/os y que se encuentra regulado por mutuos derechos y obligaciones”
(Violeta Bermúdez).

98
5.3. La intervención para una participación equilibrada

El empoderamiento cuenta con una serie de elementos básicos:


Universalidad

1.- Tomar conciencia, por parte de las mujeres, de su subordinación.


2.- Organización autónoma para decidir sobre sus vidas y sobre el desarro-
llo que desean. Empoderarnos significa:
• ser capaces de tomar nuestras propias decisiones, en base a infor-
mación completa y correcta
Unidad

• la capacidad para determinar nuestras propias opciones en base a


nuestros intereses.
Voluntariado

3.- Motivación para la identificación de intereses prácticos y estratégicos.

El término empoderamiento por lo tanto, no es un proceso lineal, con un


principio y un fin definidos, de manera igual para las diferentes mujeres o escena-
rios. Es un término con multitud de niveles e itinerarios, según la vida, el con-
texto, la historia, sea personal, familiar, nacional, supranacional, regional o global.
Independencia

En las últimas investigaciones y análisis feministas, plantean el empodera-


miento como un desafío a las relaciones de poder existentes para obtener mayor
control sobre las fuentes de poder, para conseguir mayor autonomía, que no deja
de ser, un desafío a la ideología patriarcal para transformar las estructuras que re-
fuerzan la discriminación de género y la desigualdad social; por lo tanto el empode-
ramiento, es un proceso de superación de las desigualdades hacia las mujeres.
Neutralidad

Pero lo que está claro, es que es imprescindible un trabajo también interno de


las mujeres, de mejorar la autoestima: “La falta de consideración social y el esca-
so valor que durante siglos se han dado a las mujeres y a las tareas o empresas
que pudiésemos iniciar, se apoya, en gran parte, en nuestra propia consideración
de esa valía, en esa creencia errónea en que nos habían educado y que hasta la
aparición del feminismo transmitíamos sin cuestionar”.
Imparcialidad

5.3.1 Obstáculos y sugerencias.

Obstáculos para una participación social equitativa y equilibrada


 Culturas androcéntricas y discriminatorias: “el modelo masculino”.
Humanidad

 Desvalorización de las capacidades y contribuciones de las mujeres a


los procesos y organizaciones políticas.
 Atención dual de las mujeres: Obligaciones domésticas y públicas,
restricción de disponibilidad y experiencia.
 Existencia de prejuicios y presiones subalternas, acoso por razón de
sexo (aceptación generalizada de la presión sexual).
 Paradigma de identidad de género: no suele estar incluida la aspira-
ción al poder o los comportamientos de liderazgo.

99
 La objetiva experiencia menor de las mujeres en la consecución y
manejo de los recursos del poder institucionalizado y la existencia de
prácticas en las organizaciones que favorecen abiertamente a los hom-
bres en la distribución de apoyos y recursos financieros y políticos.
 Pautas de socialización política de las niñas (actitudes pasivas ver-
sus “mandona”)
Universalidad

 Conflictos emocionales (delegar responsabilidades doméstico-


privadas, “culpabilización”, “superwoman” y los costes personales de no
tener tiempo para sí mismas).
 Nos autoexigimos más experiencia y más méritos para ascender
(lo que nos retrasa en la llegada al poder).
 Imagen de los medios de comunicación (estereotipos) y menor expe-
riencia de las mujeres a la hora de dar una imagen de eficiencia.
Unidad

 Poca autoimagen de dirección, baja autoestima e inseguridad (pero


la experiencia demuestra que es modificable).
 Mecanismos institucionalizados de exclusión de las mujeres al poder y
la participación
Voluntariado

 Techo de cristal en el ámbito laboral


 Estereotipos
 Ghetto de terciopelo: departamentos de las empresas que, al
convertirse en espacios más feminizados, sufren una disminu-
ción de los salarios y calidad y condiciones de trabajo.
 Suelo pegajoso: se anteponen las obligaciones y mandatos
Independencia

familiares y domésticos, produciéndose un sentimiento de cul-


pa en caso contrario
 Muro de palabras: las mujeres socavan, a través de su dis-
curso, sus posibilidades, dando imagen de menor competencia,
fiabilidad y seguridad
Neutralidad

Es fundamental que la eliminación de estos obstáculos comience en los


ámbitos educativos, tanto formales como no formales, de esta forma se evitaría
la reproducción continua posteriormente en la sociedad, cuando los chicos y chicas
se conviertan en ciudadanos y ciudadanas de pleno derecho.
Aunque en la sociedad puedan encontrárselo de nuevo, ya estarían prepa-
radas y con los conocimientos necesarios para poder luchar por lo que ellas quie-
Imparcialidad

ran en igualdad. Las personas educadoras deberán estar atentas a no reproducir


en los ámbitos escolares estos obstáculo, e incluso dar más apoyo a las chicas pa-
ra revalorizar sus roles sociales.

Sugerencias para mejorar la participación


Humanidad

 Analizar las situaciones desde la perspectiva de género.


 Conocer la realidad de las mujeres en el ámbito de participación.
(características, problemas etc.).
 Crear canales de participación desde la perspectiva de género.
 Establecer modelos de participación adaptados a las necesidades
de las mujeres.
 Impedir la instauración de estereotipos.
 Fomentar la paridad en todos los órganos de representación o de poder.

100
 Impulsar la representación de mujeres para que su voz se oiga.
 Respetar la opinión tanto de hombres, como de mujeres en cualquier
ámbito de actuación
Universalidad

La presencia y participación de las mujeres en la organización de la


sociedad civil permite:

1. Que aquellas “con poder” se establezcan como nuevos modelos para


las nuevas generaciones de mujeres, lo que muestra nuevas posibilida-
des y horizontes para las mujeres.
Unidad

2. Permite definir y redefinir los problemas sociales, lo que supone


que los derechos de las mujeres y su bienestar comiencen a formar parte
de las realidades sociales. Hasta ahora los problemas de las mujeres no
Voluntariado

formaban parte de los “problemas sociales”.

Las personas educadoras pueden crear las referencias necesarias para


que las chicas se sientan identificadas, además de darles los canales de partici-
Independencia

pación necesarios para conocer su realidad evitando la reproducción de estereoti-


pos
. Otro aspecto a trabajar es el respeto de los chicos, hacia “las cosas de chi-
cas”, generalmente infravaloradas por ellos con términos como: “coti-
llas””chinchonas””enfadonas” etc… Lo que posteriormente se podría convertir en
ellas son “histéricas” “traicioneras” etc.
Neutralidad

5.4. Empoderamiento
“Nos es grato haber nacido mujeres y lo que queremos es vivir el placer de serlo.
La libertad de pensar, de decir, de hacer y de ser lo que nosotras decidamos.
Incluidas la libertad de equivocarnos”.
Imparcialidad

Librería de Mujeres de Milán

5.4.1. Las referencias históricas y sociales

“Conocer la historia de las Mujeres, su educación, los movimientos en los


Humanidad

que ha participado, etc., es completamente necesario pues, como dice la escritora


extremeña Dulce Chacón, “lo peor de la tiranía del silencio es que se haga costum-
bre”, y el silencio hacia las Mujeres ha sido demasiado largo, son siglos y siglos de
exclusión lo que tenemos en nuestras vidas; además debemos, aunque sólo sean
unas pinceladas, conocer y reconocer a las Mujeres que nos precedieron.” (Inés
Rodríguez Sánchez)

101
Es necesario hablar un poco de las mujeres que vivieron antes que nosotras,
de la historia de su participación en la sociedad sin embargo no tenemos espacio
para ello, por lo que nos ajustaremos a la historia del término empoderamiento, y el
porqué de su importancia. Nos centraremos por ello en Conferencias Mundiales
como espacios fundamentales de mejora de la situación de las mujeres, y sobre to-
Universalidad

do el espacio dónde los gobiernos aceptaron compromisos de acción y trabajo en


pro de la Igualdad de género.
En todas las Conferencias Mundiales sobre las mujeres, se acentúa la impor-
tancia de que las mujeres participaran plenamente en la adopción de decisio-
nes, y que los puntos de vista de las Mujeres se incorporaran en las delibera-
ciones y los documentos que fueran aprobados.
Unidad

El empoderamiento es una estrategia surgida en la India en 1984 e introdu-


cida en la III Conferencia Mundial de la Mujer celebrada en Nairobi en 1985. Se
define como “el acceso paulatino de las mujeres al control de recursos materiales
Voluntariado

(físicos, humanos o financieros, como el agua, la tierra, los bosques, los cuerpos, el
trabajo y el dinero), de recursos intelectuales (conocimientos, información e ideas) y
de la ideología (facilidades para propagar, sostener e institucionalizar creencias, va-
lores, actitudes y comportamientos)”.
Sin embargo, no fue sino en relación con la Cuarta Conferencia Mundial
sobre la mujer celebrada en Beijing en 1995, que se puede hablar verdadera-
Independencia

mente del inicio de un nuevo capítulo en la lucha por la igualdad entre los géneros.
La transformación fundamental que se produjo en Beijing fue el reconocimiento de
la necesidad de trasladar el centro de la atención de las mujeres al concepto
de género, reconociendo que toda la estructura de la sociedad, y todas las relacio-
nes entre los hombres y las mujeres en la sociedad, tenían que ser revisadas y
evaluadas. Se concluye que es imprescindible una reestructuración de la sociedad
y sus instituciones y que esta sólo es posible potenciando plenamente el papel de
Neutralidad

las Mujeres. De esta forma las mujeres ocuparían el lugar que les correspondía
como participantes en pie de igualdad con los hombres en todos los aspectos de la
vida. Este cambio representó una reafirmación de que los derechos de las Muje-
res eran derechos humanos, de que la igualdad entre los géneros era una cues-
tión de interés universal y en beneficio de todas y todos.
Imparcialidad

Ambas han inspirado los movimientos feministas, fundamentalmente en el


campo del reconocimiento de los derechos humanos de las Mujeres, y que hasta la
Conferencia Mundial de los Derechos Humanos, realizada por las Naciones
Unidas en Viena en 1993, no se produjo el reconocimiento explícito de los dere-
chos de las Mujeres como Derechos Humanos; y todas y todos sabemos que en
1948, se aprobó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, hasta ese
momento ningún documento jurídico había afirmado de forma tan contunden-
Humanidad

te la igualdad de todos los seres humanos, ni se había referido al sexo como


motivo de discriminación. En las primeras conferencias las Naciones Unidas se
centró ante todo en la codificación de los derechos jurídicos y civiles de las Muje-
res, y la reunión de datos sobre la condición jurídica y social de las Mujeres en todo
el mundo (aunque como ya está demostrado las leyes, en sí y por sí mismas, no
bastan para garantizar la igualdad de derechos de las mujeres).

102
Si bien es cierto que estos objetivos nos parecen hoy en día y en nuestras
sociedades occidentales evidentes, pero si contextualizamos, hay que recordar que
hasta no hace mucho tiempo, 1971, en Suiza no existía el Derecho femenino al vo-
to en igualdad al masculino, por ejemplo; o que en España hasta 1977 las mujeres
necesitaban el acompañamiento jurídico de un varón para la compra de patrimonio.
No vamos aquí a hacer un recorrido actual de otros países dónde la igualdad jurídi-
Universalidad

ca todavía está muy lejos (veremos algunos datos en el último capítulo de Mujeres
en el Mundo).
Volviendo al término del empoderamiento, no será hasta la IV Conferencia
Mundial de Beijing, donde los gobiernos se comprometieron a impulsar las Estrate-
gias de Nairobi y garantizar el éxito de la Plataforma de Acción.
Los objetivos estratégicos que se definen en la plataforma son claves para
Unidad

mejorar la situación de las mujeres a nivel mundial, pero claves para lograr su em-
poderamiento. Recordemos cuáles eran:
1 Promover los derechos económicos y la independencia de las mujeres, in-
Voluntariado

cluyendo su acceso al empleo, a unas condiciones de trabajo adecuadas y al


control sobre los recursos económicos.
2 Facilitar el acceso igualitario de las mujeres a los recursos, al empleo, los
mercados y el comercio.
3 Facilitar servicios, formación y acceso a los mercados, información y tecno-
Independencia

logía, particularmente para las mujeres con bajos ingresos.


4 Incrementar la capacidad económica de las mujeres y ampliar las redes
comerciales, reclutando para puestos directivos y programas de formación.

La Conferencia de Beijing también estableció: “el empoderamiento de las


mujeres y su plena participación en condiciones de igualdad en todas las esferas
Neutralidad

de la sociedad, incluyendo la participación en los procesos de toma de decisiones y


el acceso al poder, son fundamentales para el logro de la igualdad, el desarrollo y
la paz”, es decir, es una tarea de conciencia del poder tanto individual como de
grupo que tienen las mujeres, para buscar, sobre todo, la modificación de las imá-
genes que tienen de sí mismas y las creencias sobre sus derechos y capacidades y
luchar contra sus sentimientos de inferioridad.
Imparcialidad

Pero hay que puntualizar algunos aspectos, como que el poder, no es algo
que se da sino que se desarrolla. Aunque sí se puede y se debe ofrecer a todas las
personas la posibilidad de alcanzar ese poder en igualdad.
El poder de decisión, por ejemplo: a través de un contexto legal favorable,
una educación útil, unas condiciones laborables justas, información veraz y oportu-
nas sobre mercados y espacios de influencia sobre políticas públicas, es decir,
Humanidad

asegurar que los que no tienen poder, tengan las condiciones básicas para poder
empezar a empoderarse y asegurar la existencia de espacios de empoderamien-
to.
Ante todo hay que luchar contra la exclusión, la represión, y la discriminación
de las mujeres, que eufemísticamente llaman minorías, o que en la mayoría de los
casos se asimilan a otros grupos o colectivos: “como inmigrantes, jóvenes y muje-
res etc.” hay que partir de la base de que las mujeres son grandes mayorías, y que

103
tienen que demandar formas de poder que desarticulen los poderes enajenantes,
destructivos y opresivos vigentes en nuestras sociedades, por lo que es necesario
un “poderío” femenino que elimine el poder autoritario, el poder con abuso, el
poder de no hacer daño a otras, pues serán los pilares que sostendrán una ver-
dadera democracia, dice Marcela Lagarde, “las sociedades donde las mujeres tie-
nen mejores condiciones de vida, mayores oportunidades y más derechos coinci-
Universalidad

den con las sociedades en las que se han desarrollado procesos democratizadores
profundos que han abarcado a las mujeres”.
Otro uso que se hace del empoderamiento, viene de los movimientos so-
ciales, como de las teorías de las Ciencias Sociales, podríamos citar a Gramsci en
los años 70, a Foucault en los años 80, así como a Paulo Freire con su obra para
América Latina, consideran que las relaciones de poder están condicionadas por
Unidad

las luchas de clase, pero no contemplaron el empoderamiento como lo queremos el


empoderamiento de género.
El término empoderamiento, tiene distintos significados, por lo que algunas
personas o grupos no se sientan demasiado identificados con él. Si analizamos las
Voluntariado

formas léxicas de empowerment y to empower, que son expresiones inglesas ad-


quieran significación en castellano, una se homologa a potenciación y la otra a po-
tenciar, sin embargo, desde aquí lo haremos desde planteamientos que puedan
ayudarnos a entender qué es necesario para provocar empoderamiento, y el lide-
razgo femenino como estrategia para producir cambio social necesario para que las
mujeres alcancen el equilibrio y la igualdad en su desarrollo, económico y social.
Independencia

Por ello el significado que debemos tener en cuenta es el que se ha explicado ante-
riormente, es decir, la perspectiva de la Conferencia de Beijing: “el empodera-
miento de las mujeres y su plena participación en condiciones de igualdad en
todas las esferas de la sociedad (…)”

5.4.2. Tipo de empoderamiento/liderazgo


Neutralidad

Si recapitulamos lo que hasta ahora se ha visto los elementos básicos del empo-
deramiento son:
Imparcialidad
Humanidad

104
La forma de entender el poder que vamos a exponer en este capítulo, es
aquel que poseen personas o grupos para estimular y elevar las actividades de
otras y otros, el liderazgo se produce cuando surge el deseo de ver que se alcanza
todo aquello de lo que se es capaz, por lo que no hay conflicto de intereses y es el
Universalidad

propio grupo el que es el protagonista de su trabajo, así pues, este modelo no pre-
tende que el aumento de poder de alguien disminuya el de otra persona; aquí en
este tipo de poder es cuando el empoderamiento tiene plenitud. Es decir, como
vemos, estamos hablando de empoderamiento de la persona o de los grupos.
El poder individual debe poner fuerza en los procesos cognitivos, es el con-
Unidad

trol individual,“hacer las cosas por sí misma”, este poder produce ciudadanas inde-
pendientes y autónomas. Es importante reconocerse así misma, pero no sirve si no
se está conectada con los demás contextos de la vida; la autoconfianza y la autoes-
tima deben integrarse en un sentido más amplio, es decir, el empoderamiento co-
Voluntariado

lectivo para poder conseguir cambiar las estructuras, que no es otra cosa que cam-
biar un poder dominante inadecuado.

Podemos distinguir por tanto dos tipos de empoderamiento:


• Empoderamiento individual: supone consolidar los poderes perso-
Independencia

nales que cada mujer tiene, aumentar su autoestima y desarrollarse


personalmente con el fin de ejercer su capacidad de influencia.
• Empoderamiento colectivo: se refiere a la capacidad colectiva de
las mujeres de participar en la sociedad, de reconocerse, y de actuar
con poder y autoridad y contribuir a la mejora de las condiciones de
vida.
Neutralidad

¿Qué es lo que se necesita para impulsar el empoderamiento individual de las


mujeres?
a. Que las mujeres tomen conciencia de su situación.
Que tomen conciencia de su responsabilidad individual y social en la construc-
Imparcialidad

b.
ción social.
c. Que tomen conciencia de su capacidad para intervenir y orientar los cambios
necesarios.
d. Que tomen conciencia de la importancia de su participación activa en el diseño
y ejecución de las políticas públicas.
Humanidad

e. Que sean las propias mujeres quienes expresen sus propias necesidades y
sus propuestas para mejorar nuestra situación.

¿Y en el caso del empoderamiento colectivo?


f. Que se fomente una mejor preparación de las mujeres para su participación
en los ámbitos públicos.

105
g. Que se fortalezca el movimiento asociativo de las mujeres.
h. Que se fomenten medidas enfocadas a la sensibilización social sobre la impor-
tancia de una participación más equilibrada de mujeres y hombres en los dis-
tintos ámbitos y en sus distintos niveles de decisión.
Universalidad

Para que se produzcan cambios sociales reales es necesaria la implicación


de los poderes públicos en la consecución de los siguientes objetivos:
• Impulsar la participación de las mujeres en los centros de decisión
• Animar el fortalecimiento de la capacidad organizativa de las mujeres
• Promover su acceso al poder y a la toma de decisiones
Unidad

• Fortalecer su liderazgo
Voluntariado

Hablemos de liderazgo...
Lo primero que debemos aclarar es que el empoderamiento no es lo mismo
que liderazgo.
Centrémonos por un momento, aunque sea rápidamente, en el término lide-
razgo siempre unido al concepto de empoderamiento, y diferenciemos definitiva-
mente ambos conceptos.
Independencia

El liderazgo es una función de grupo y está relacionado con las esferas del
poder, la influencia y la autoridad. Según el Diccionario de la Real Academia en
una de sus acepciones es la “Persona a la que un grupo sigue, reconociéndola co-
mo jefe u orientadora”.
No nos vamos a centrar ahora en recorrer los tipos de liderazgo, cómo se
desarrollan etc. Sino que nos centraremos en el concepto de liderazgo desde la
Neutralidad

perspectiva de género y del empoderamiento, analizando en líneas generales como


lo han vivido y viven las mujeres.
Desde que las mujeres se han ido incorporando al ámbito de lo público han
tenido que estar escuchando y vivido como se deben adaptar y seguir las líneas y
formas de actuación de los hombres si quieren llegar a ser líderes. Sin embargo
Imparcialidad

ellas no se manejan, ni quieren, en muchas ocasiones, manejarse con las mismas


estructuras de poder que usan y defienden los hombres líderes. Más aún hoy en
día, donde se analizan los tipos de liderazgo de una forma muy diferente, relegando
la visión tradicional donde el rol del líder es un rol de poder autocrático.
Se podría decir que es en estos ámbitos dónde el patriarcado mantiene con
más arraiga sus estructuras, y dónde las mujeres han tenido más bloqueado el pa-
Humanidad

so su presencia. Las organizaciones masculinas han impuesto un estilo competitivo


y agresivo al ejercicio del liderazgo. Han diseñado estructuras organizacionales je-
rárquicas, de forma que la autoridad impuesta era la fórmula típica de funciona-
miento.
El ámbito educativo como estructura social que reproduce la ideología domi-
nante de la sociedad no se libra de este aspecto. El ejercicio del liderazgo es pose-
sión de los chicos, e incluso el carisma se les otorga a ellos (tanto por parte de ellos

106
como por parte de ellas). Además cuando existe una competición por cualquier te-
ma cuántas veces no hemos oído a padres/madres etc. decir “pero si te ha ganado
una niña…” de forma despreciativa. Las personas educadoras deben intentar con-
trolar estos aspectos en los colegios. Facilitando y fomentando el liderazgo de las
mujeres en todos los ámbitos: deporte, educación, representatividad etc. para lo-
grar una escuela que introduce los cimientos de la igualdad.
Universalidad

Por simplificar, tal vez en exceso, podemos establecer tres diferentes tipos de
liderazgo (aunque hay diferentes teorías y visiones):
 Liderazgo autocrático o directivo: la persona líder toma todas las deci-
siones que afectan al funcionamiento del grupo, y espera que los miem-
Unidad

bros sigan sus instrucciones. También llamado liderazgo autoritario o au-


tocrático.
 Liderazgo democrático o participativo: la persona líder comparte con
los miembros del grupo la toma de decisiones que afectan al funciona-
Voluntariado

miento de éste. También llamado liderazgo democrático.


 Liderazgo transformacional: la persona líder hace conscientes de la
misión o visión del equipo, facilita el desarrollo máximo de todo su poten-
cial, les motivan para que, más allá de sus intereses, tengan en cuenta
las necesidades del grupo. Las personas que son líderes transformacio-
Independencia

nales motivan a las demás para que alcancen metas más allá de lo que
ellas mismos creían posible.

Desde aquí proponemos un diferente tipo de liderazgo desde el empode-


ramiento, un tipo de liderazgo basado en la toma de conciencia, por parte de las
mujeres, de sus capacidades.
Neutralidad

La líder tiene que poseer al menos tres elementos para ser empoderadora:
a.- Capacidad para potenciar acciones colectivas.
b.- Saber generar buenas condiciones para incrementar el poder del grupo.
Dar sentido a lo que hace.
Imparcialidad

c.- Ser experta, dotada de poder para atender a las necesidades y a los rit-
mos del grupo, promoviendo la creación de un equipo coherente, autónomo
y solidario. Poseer reglas básicas para hablar en público y sobre todo el ma-
nejo de auditorios, organizar y coordinar reuniones, saber administrar el uso
de la palabra, redactar actas o tener buena memoria. El trabajo grupal, re-
quiere también poseer técnicas para la resolución de conflictos, para la ne-
Humanidad

gociación, para evaluar y validar, tanto los contenidos como las metodologí-
as, etc.

Todo ello quiere decir que, para la lideresa empoderadora, no sólo es nece-
sario, que lo es, ser expertas o expertos en una materia particular, sino también co-
nocer los procesos psicosociales, culturales, económicos y personales de las per-

107
sonas con las que trabaja, teniendo habilidades sociales para poder conducir al
grupo, conocer metodologías para diagnosticar, poseer una comunicación interper-
sonal, muchas veces de interculturalidad, además de tener las estrategias necesa-
rias para la resolución de conflictos o problemas.
Es importante no sentirse insustituible, pues el fin último de la lideresa es
que en un momento, el grupo pueda prescindir de sus servicios cuando ya se
Universalidad

ha producido el cambio.
Este modelo también puede y sería deseable que asumieran los chicos, te-
niéndose para ello, previamente que liberar, de muchos roles de género.

5.4.3. Estrategias para el fomento del empoderamiento


Unidad

Las mujeres tienen que llegar a ser capaces de organizarse para, aumentar
su autoestima, la toma de decisiones, y controlar los recursos, para superar la su-
Voluntariado

bordinación.

El empoderamiento es un proceso personal. Nadie puede empoderarnos.


Somos nosotras mismas las que podemos y debemos empoderarnos.
Por eso en este punto daremos algunas claves que impulsen el empodera-
Independencia

miento de las mujeres.


Para poder alcanzar un empoderamiento individual es necesario contar con
una serie de elementos que a continuación se enumeran:
• Una serie de actitudes personales (saber estar)
• Unas habilidades (saber hacer)
Neutralidad

• Unas técnicas (saber organizar)

Hay que tener en cuenta que estos elementos se deben intentar trabajar desde
la persona, pero es evidente que también pueden ser trasmitidos y fomentados
desde el la persona educadora.
Imparcialidad

Sin embargo el punto de vista desde el que se va a presentar será el del traba-
jo personal. En la Unidad didáctica se verá cómo se pueden trabajar tanto en grupo
como individualmente.
Pero en esencia hemos de tener en cuenta para propiciarles el proceso, esfor-
zarnos en ayudarles a desarrollar:
Humanidad

ACTITUDES:
Son una forma de enfrentarnos ante diferentes situaciones de la vida diaria. Po-
demos señalar doce actitudes básicas para el empoderamiento individual:
1. Decir exactamente lo que se quiere, incluso a riesgo de ser criticada.

108
2. Defender la propia posición por encima de la reacción que produzca en los
demás.
3. No permitir interrupciones ni bromas sobre lo que se ha dicho, hacerse res-
petar.
4. Utilizar el sujeto “YO” cuando se elaboran las frases.
Universalidad

5. Comentar directamente los pensamientos o sentimientos.


6. Actuar siempre aunque implique correr riesgos.
7. Comportarse como motor de la actuación no como una víctima.
8. Tomar decisiones.
9. No aceptar respuestas sin cuestionarlas previamente.
Unidad

10. Estar abierta a las necesidades del grupo, sin perder de vista las tuyas pro-
pias.
11. No temer a equivocarse
Voluntariado

12. Reconocer y valorar lo que hacen otras personas (respetar a los demás).

HABILIDADES:
Entre las habilidades imprescindibles para el empoderamiento destacamos:
Independencia

 Técnicas para la comunicación (saber escuchar, saber hablar en público,


elaborar y redactar discursos...).
 Resolución de conflictos.
 Negociación y mediación.
 Toma de decisiones.
Neutralidad

 Motivación y creatividad.
 Aprender a aprender.
Ahora vamos a ver algunas de ellas con más detalle para poder trabajarlas indi-
vidualmente con las mujeres, son herramientas que facilitan que las mujeres tengan
todos los elementos necesarios para poder empoderarse. Es decir que las jóvenes
Imparcialidad

adquieran más seguridad que les facilite empoderarse e impedir un tratamiento dis-
criminatorio hacia ellas, y hacia las demás mujeres.
También es un trabajo que se debe realizar con los jóvenes, para que respeten
y conozcan otras formas de ver la vida y de comportarse, igual de válidas que las
de ellos.
Humanidad

TÉCNICAS DE COMUNICACIÓN.
A lo largo de nuestra vida continuamente estamos intercambiando opiniones
de una forma natural y espontánea, pero cuando este intercambio supone el hablar
en público, esta pérdida de naturalidad desaparece.

109
Este es un aspecto que debemos controlar para empoderarnos. Pero el pri-
mer paso para establecer una buena comunicación con las demás personas es la
comunicación con una misma.

ASERTIVIDAD
Universalidad

La asertividad es una habilidad personal que nos permite expresar senti-


miento, opiniones y pensamientos en el momento oportuno, de la forma adecuada y
sin negar ni desconsiderar los derechos de los demás.

¿Qué implica ser asertiva?


Unidad

• Expresar sentimientos y deseos positivos y negativos de una forma eficaz,


sin negar o menospreciar los derechos de los demás y sin crear o sentir
vergüenza.
Voluntariado

• Discriminar entre la aserción, la agresividad y la pasividad.


• Discriminar las ocasiones en que la expresión personal es importante y
adecuada.
• Defenderse, sin agresión o pasividad, frente a la conducta poco coopera-
dora, apropiada o razonable de los demás
Independencia

La asertividad es un continuo en el que tenemos como extremos la actitud


pasiva y la actitud agresiva. Dentro de este continuo y en función de las situaciones
a las que nos enfrentemos, nuestro estado de ánimo, las personas con las que in-
teractuamos nuestra respuesta se situará en un punto o en otro de este continuo.
Neutralidad
Imparcialidad
Humanidad

110
La asertividad, al ser una habilidad que aprendemos, puede ser modificada. Hay
varios métodos para entrenar la Asertividad y ahora vamos a ver una de ellas.
Este modelo consta de 6 pasos:
Universalidad

1. Identificar los estilos básicos de la conducta interpersonal: estilo agresivo,


pasivo y asertivo. La función de esta etapa es distinguir entre cada uno de los es-
tilos, reconociendo la mejor forma de actuar de acuerdo con el estilo asertivo.
Nos ayuda a reconocer nuestros errores en este ámbito.
2. Identificar las situaciones en las cuales queremos ser más asertivas: se tra-
ta de identificar cuáles son las situaciones en las que las que no te sientes satis-
fecha con una misma, y cómo deberíamos actuar en un futuro. Se analiza el gra-
Unidad

do en que nuestra respuesta a las situaciones problemáticas puede hacer que el


resultado sea positivo o negativo.
3. Describir las situaciones problemáticas: se trata de analizar las situaciones
en términos de quién, cuándo, qué y cómo interviene en esa escena, identifican-
Voluntariado

do nuestros pensamientos negativos y el objetivo que queremos conseguir.


4. Escribir un guión para el cambio de nuestra conducta: es un plan escrito pa-
ra afrontar la conducta de forma asertiva. Se intenta poner por escrito las situa-
ciones problemas y clarificar lo que queremos conseguir.
5. Desarrollo del lenguaje corporal adecuado. Se dan una serie de pautas de
comportamiento en cuanto al lenguaje no verbal (la mirada, el tono, la postura...)
Independencia

e incluso se puede ensayar en un espejo.


6. Aprender a identificar y evitar “las manipulaciones” de los demás: las de-
más personas utilizan estrategias en ocasiones para manipularnos.
Neutralidad

TOMA DE DECISIONES
Es otra de las habilidades básicas para el empoderamiento individual.
A la hora de tomar una decisión acerca de una situación problemática pode-
mos encontrarnos en dos situaciones:
Imparcialidad

• Que el problema se encuentre dentro de nuestro campo de control real,


es decir, que podemos controlar.
• Que el problema esté fuera de nuestro campo de control real, entonces
no podemos hacer nada
Humanidad

Pero el principal problema con el que nos encontramos es que existe una gran
diferencia entre lo que realmente controlamos y lo que pensamos que controlamos.
En este caso lo que pensamos que controlamos siempre es inferior a lo que real-
mente controlamos, y esto gracias a la historia de represión y discriminación que
hemos vivido las mujeres y que hemos comentado con anterioridad.

111
La verdad es muy evidente:

¿Cuáles son los ámbitos en los que las mujeres podemos tomar decisio-
nes? Acerca del menú para la semana, acerca de los productos que queremos
Universalidad

utilizar para limpiar la casa, las calidades de la ropa, de cómo conjugar los colo-
res... es decir, a las mujeres nos permiten tomar decisiones en el ámbito de lo
PRIVADO.
¿Y cuáles son los ámbitos en los que no podemos decidir, o mejor dicho,
no nos dejan decidir? En la política, en lo económico y en lo social, es decir,
en el ámbito de lo PÚBLICO.
Unidad

¿Qué es lo que nos capacita para poder tomar decisiones en el ámbito de


lo público? Realmente la respuesta es la misma que en el ámbito privado, te-
nemos los mismos derechos y conocimientos para ellos, sin embargo los lo nie-
Voluntariado

gan, y eso ha creado en las mujeres inseguridad y sentimiento de inferioridad.


Creyendo incluso que desconocen las herramientas y conocimientos necesarios
para poder opinar en este ámbito.

Sin embargo hay que trabajar con las jóvenes que tienen los mismos cono-
cimientos que los varones, y también hay que darles la seguridad en sí mismas
Independencia

para que actúen en igualdad en el ámbito público:


• Conocimiento: es decir, sólo podremos decidir sobre aquello que cono-
cemos. Pero las mujeres tenemos los mismos conocimientos que los va-
rones, por lo que el derecho a participar por la falta de conocimientos no
se nos puede achacar. En todo caso si nos falta conocimiento sobre al-
gún tema, podemos informarnos y adquirir la formación necesaria en
Neutralidad

igualdad que ellos.


• Seguridad y confianza en nosotras mismas: sentir que tenemos la ca-
pacidad para tomar esa decisión. En el ámbito de lo privado no nos plan-
teamos si habremos hecho una buena elección a la hora de hacer ciertas
cosas. Estamos convencidas de que esa elección sabemos hacerla y es
Imparcialidad

coherente. Esa misma sensación hay que trasladarlo al ámbito público.


Como hemos visto anteriormente hay otras habilidades que debemos contro-
lar como son la “motivación y la creatividad” y el “aprender a aprender”.

TÉCNICAS
Humanidad

Dentro de las técnicas necesarias para el empoderamiento individual distingui-


mos cuatro grandes bloques:
• ORGANIZACIÓN: Gestión del tiempo, gestión del cambio
• TRABAJO EN EQUIPO Y EQUIPOS DE TRABAJO: organización de reu-
niones, promoción de la participación
• PLANIFICACIÓN: elaboración de diagnósticos, planificación de la acción

112
• PREVENCIÓN: anticipación de las situaciones de riesgo, respuesta rápida.

En este punto cabría destacar la necesidad, en el ámbito educativo, traba-


jar realmente en profundidad los equipo de trabajo y el trabajo en equipo. En es-
te caso habría que tener en cuenta establecer preferentemente grupos mixtos,
Universalidad

dónde se garantice la escucha de todas las opiniones y especialmente de las jóve-


nes, favoreciendo su participación e insistiendo en el respeto de ellos. En el caso
de que se necesite nombrar un representante de los grupos, estos deben ser tanto
mujeres como varones, si esto no surge de forma natural (la mayoría de los casos)
habrá que establecer reglas que obliguen su cumplimiento.
Si se detecta que el ambiente es muy hostil o machista hacia las mujeres,
Unidad

cabe la posibilidad de hacer previamente trabajo con las jóvenes solamente sin la
presencia de los varones. De esta forma se logra que se trabajen las herramientas
necesarias y les aporte seguridad, para poderse enfrentar a algunos ámbitos exce-
sivamente machistas.
Voluntariado

Hemos visto que los temas tratados son complejos, debido a que el movi-
miento feminista y el liderazgo, no tienen una explicación única y unidireccional,
quizás sea este el motivo por lo que son temas ilusionantes de trabajar, pero mu-
chas veces difíciles, cuando no imposibles de definir, sería como ponerle vallas al
campo.
Independencia

Pretendemos que mediante el conocimiento de las luchas y de las formas de


entender el mundo las mujeres, podemos tener modelos en los que fijarnos, debido
a que otras mujeres, las que nos han precedido, han planteado un nuevo contrato
social, nosotras podemos plantearnos empoderarnos y ser capaces de empoderar
a otras mujeres e incluso a algunos hombres. Ser líderes, tener poder, poder para y
no un poder sobre, es importante conseguir la Igualdad de Oportunidades para las
mujeres, que es lo que nos interesa para la búsqueda de la justicia social.
Neutralidad

6. NUEVAS MASCULINIDADES

6.1. Socialización y nuevas masculinidades


Imparcialidad

6.1.1. La igualdad desde la perspectiva masculina.


Décadas después del inicio de las primeras teorías feministas y del avance
lento pero progresivo en relación a la supresión de algunas de las desigualdades
existentes entre sexos a nivel social, económico y político, algunos autores y auto-
ras, pusieron sobre la mesa un aspecto relacionado con el tema de la perspectiva
Humanidad

de género, hasta entonces poco desarrollado: la masculinidad.


Validaron estudios y teorías en las que reflexionan y analizan en profundidad
el rol masculino, y sobre todo, tratan de evidenciar la necesidad de una ruptura con
el concepto de masculinidad tradicional, entendiéndolo como parte fundamental pa-
ra el logro definitivo de la igualdad entre sexos.

113
En relación a los avances conseguidos, en gran medida impulsados desde
los movimientos feministas, que desde el principio y hasta hoy, trabajan para elimi-
nar las barreras que impiden la consecución de la igualdad, los hombres han adop-
tado diferentes posiciones: algunos apoyando incondicionalmente la causa, y otros
en cambio, reaccionando de forma contraria a la misma.
Universalidad

Son diversos los argumentos esgrimidos por los hombres más reaccionarios,
encontrándonos entre otros, con la defensa de la naturalidad del sistema patriarcal
establecido ó la negación de la discriminación de las mujeres en la actualidad, defi-
niendo por ello como injustos los logros que determinan la igualdad legal, por con-
siderar que son discriminatorios para ellos.
Unidad

Argumentos, en cualquier caso, machistas. Algunos más evidentes que


otros, pero con el mismo poso de miedo a perder la posición de privilegio otorgada
históricamente, que relega a las mujeres a un status de inferioridad.
Por otro lado, aquellos que se han sumado a las mujeres feministas, consi-
Voluntariado

derándose a si mismos feministas


o pro-feministas se implican perso- A partir de nuevas literaturas y teorías, se es-
nalmente, abogan por una ruptura tá explorando el desarrollo de nuevos mode-
total de los esquemas mentales, los de masculinidad, opuestos a las expecta-
una revolución a todos los niveles, tivas tradicionales y estereotipadas, que
en la que los hombres que se aceptan el dominio, el control, la agresividad
Independencia

sumerjan, dejaran de ver el mundo y la violencia, propuestas más igualitarias y


con los mismos ojos, como si de orientadas a la alianza
forma repentina se colocasen unas
“gafas mágicas” que les permiten ver y reflexionar sobre reacciones, comporta-
mientos e ideas, propias y ajenas, desde una nueva perspectiva. Se posicionan en
la justicia desde el cambio personal y colectivo.
Neutralidad

No podemos conformarnos con el modelo de hombres que aceptan los cam-


bios que se producen en pro de la igualdad desde fuera, como si no les supusiera
nada a ellos mismos, porque nunca conseguiríamos la igualdad real.
Desde la educación, hemos de hacer protagonistas a los hombres de es-
te proceso, percusores del mismo, facilitando para ello una nueva conceptualiza-
ción en relación a los valores y capacidades masculinas, que implicará reacciones
Imparcialidad

personales que se traducirán en verdaderos avances sociales.


La comunidad educativa ha de tomar parte a través de iniciativas y acciones
que propongan alternativas a nuestra visión actual de ver el hombre, refiriéndonos
como tal a la visión más tradicional, aquella que impone los roles machistas que
tantos años llevan imperando, discriminando a las mujeres y negando el desarrollo
de muchos aspectos a los hombres.
Humanidad

La crítica a este modelo, intenta ser el punto de partida para la construcción


de nuevas masculinidades.

114
6.1.2. Patriarcado y consecuencias
La evolución de la sociedad hasta la actualidad, ha estado marcada por la
supremacía del sistema patriarcal, un modelo que ha determinado la posición de
poder del hombre sobre la mujer.
Universalidad

Cuando hablamos de machismo, hablamos de actitudes y conductas (indivi-


duales y colectivas), pero al nombrar el patriarcado designamos toda una estructura
social en la que muy diversos factores (entre los que se incluyen categorías con-
ceptuales, leyes, costumbres, medios de comunicación, educación...etc.) se entre-
lazan y refuerzan mutuamente para hacer posibles las actitudes y conductas ma-
chistas.
Unidad

Como consecuencia de ello, la sociedad patriarcal ha abanderado discutibles


valores y formas de entender la vida, prueba de ello son la predilección por el uso
de la fuerza para la resolución de conflictos, la discriminación y rechazo de aquello
que es diferente, el sometimiento ejercido por el poderoso contra el débil o el valor
Voluntariado

de la riqueza por encima de todo, que aún hoy, rige gran parte de nuestra forma de
vivir.
Ya llevamos demasiado tiempo cumpliendo
Absolutamente ninguna de los mandatos patriarcales, sin cuestionar que
igual no son las formas de conducta ni los
las afirmaciones en las que nos
Independencia

valores que libremente elegiríamos.


basamos significan ningún senti-
miento gratuito “contra los hom- Basta dedicar un poco de tiempo a recor-
dar o revisar los libros de historia, para darnos
bres”, esta es una acusación
cuenta de la perpetuidad del sistema: ¿Cuáles
habitual de ciertos machistas que son los grandes nombres propios que aparecen
en sus páginas? ¿Cómo eran esas personas,
Neutralidad

sienten el feminismo como un pe-


prácticamente todos hombres, que dirigían los
ligro (efectivamente para sus pri- poblados, imperios o gobiernos? Reyes, empe-
radores, jefes, caudillos... todos ellos con per-
vilegios injustos, lo es) y a los
sonalidades muy marcadas, con unos roles muy
hombres que nos sentimos pro- claros, perfectos ejemplos de la “masculinidad
Imparcialidad

tradicional” y que en muchos casos utilizaron el


feministas, como traidores de sus
máximo exponente del uso de la violencia a ni-
iguales. No es así, afirmamos que vel global, la guerra, para solucionar los conflic-
tos que se encontraron durante sus caminos.
las mujeres son discriminadas y
maltratadas por el sistema, y que
Por supuesto que en la historia también
Humanidad

nosotros sufrimos numerosas se nombran hombres que han hecho grandes


consecuencias negativas del descubrimientos, y muchos otros que han dedi-
cado su vida a mejorar el mundo o han trabaja-
mismo, por ellas y por nosotros, do para acabar con la violencia. No tiene senti-
por justicia, nos implicamos en la do ponerlo en duda, cuando además hemos de
otorgarle la importancia que se merece. Pero
construcción de un nuevo mode- no hemos de olvidar, que todos esos buenos
lo. ejemplos de hombres que intentaron buscar so-

115
luciones pacifistas a los problemas que existían y siguen existiendo, siempre actua-
ron como reacción a una situación de abuso de poder ejercida por el hombre, y en
el fondo partieron desde la minoría para intentar concienciar a la mayoría.

Todo este bagaje histórico y cultural nos ha determinado indudablemente, y


queramos o no inevitablemente estamos influidos e influidas por ello, tanto mujeres
Universalidad

como hombres, a ambos sexos, el sistema nos ha influido de forma negativa.

Seguramente por ello, a causa de que lo llevamos en el “código genético de


nuestra especie”, cuando se habla de construir una masculinidad alternativa a la
actual, siempre se habla de “complicado” o proceso “muy duro”. Puede que lo sea,
Unidad

pero por fortuna si hay otra de las cosas que caracteriza el “ADN del ser humano”
es nuestra capacidad para evolucionar, buscar soluciones a los problemas que se
nos presentan, intentar mejorar, cambiar. Porque hay otra manera de vivir, de rela-
cionarse...muchas maneras de ser hombre.
Voluntariado

Si uno de los objetivos de las nuevas iniciativas educativas es trabajar para la


creación de la cultura de la paz, no podemos olvidarnos de las consecuencias ne-
gativas de la sociedad patriarcal.
Independencia

El uso de a fuerza autoritaria y la inflexibilidad clásicos de la sociedad pa-


triarcal, debe dejar paso a otro tipo de valores que favorezcan una mejor conviven-
cia y se adapten mejor a la diversidad que existe actualmente en nuestras socieda-
des. Pero no nos olvidemos de que no es suficiente con cambiar la actitud o la
conducta en un momento determinado hemos de influir en la estructura del sistema
que fomenta la misma, para que sean otras manifestaciones, no violentas, las ma-
Neutralidad

yoritarias.

Nuestro objetivo a la hora de fomentar el trabajo en quipo en el aula, ha de co-


rresponderse, entre otros, con la aspiración de fomentar valores como la coope-
ración en el mercado laboral en detrimento del individualismo y la competitividad
Imparcialidad

en el mismo., ejemplos de manifestaciones típicas del sistema patriarcal.

Volvamos a la reflexión
El modelo económico, tampoco puede estar inicial, no nos preocu-
ajeno a estos cambios y debemos buscar nuevas pemos solamente de lo
estructuras organizativas que favorezca la igualdad más visible, solucione-
y a su vez una mayor prosperidad.
Humanidad

mos lo urgente y fijemos


nuestros objetivos en lo
importante.
Demos la importancia
que tiene a la práctica
educativa y tengamos
en cuenta la perspectiva
de género en todas
nuestras actuaciones.

116
Es muy importante ser consientes de que a medida que las actitudes ma-
chistas ,han perdido popularidad, son más criticadas, estas se vuelven a su vez
más sutiles, a la vez que el propio sistema patriarcal que las sustenta; por ejemplo,
Universalidad

ahora muy pocas personas manifestarán abiertamente que las mujeres no tienen
los mismos derechos a la hora de trabajar, pero sí se atreven a mostrarse en des-
acuerdo ante medidas que les posibiliten a ellas conciliar (hay hombres que sienten
que esto a ellos les perjudica!); ¿no es lo mismo afirmar una cosa que la otra? ¿si
las mujeres no tienen las mismas oportunidades, tendrán los mismos derechos?.
Es más de lo mismo, pero de manera menos evidente, por lo que a veces es
Unidad

menos detectable y sirve para que el sistema, disfrazado, se perpetúe.


Por ello hemos de dar importancia a cualquier manifestación machista, ser
capaces de ver las raíces del mismo y proponer alternativas al conjunto.
Voluntariado

Igualdad legal sí, pero también real.

6.1. 3. Así aprendimos a ser hombres: la masculinidad tradicional.


Independencia

La masculinidad tradicional, se basa en todos aquellos argumentos que de-


fienden cómo “debe ser el hombre” y en aquellas conductas a través de las cuales
el hombre reafirma su posición de poder para proteger la jerarquización de la es-
tructura social actual, y mantener la sobre-valoración de todo lo asociado a su gé-
nero, el masculino, en contraposición a todo aquello que asociamos al rol femenino.
Neutralidad

El psicólogo Rober Brannon, define los rasgos constitutivos de la masculinidad


hegemónica, desde estos parámetros:
1. La masculinidad se construye como una oposición a ultranza al mundo de las mu-
jeres.
2. El valor de la masculinidad se evalúa según el grado de poder, riqueza y éxito de
Imparcialidad

cada hombre.
3. El ejercicio de la masculinidad exige el control de las emociones y el silencio de
los sentimientos porque “los hombres no lloran”.
4. La masculinidad es ambición, agresividad, violencia y riesgo.
Humanidad

Desde que nacemos, a los niños se nos educa de forma diferente que a las
niñas, como ya se trata en el módulo 3 de la guía. De hecho, una de las primeras
cosas que se hace después del nacimiento de un niño bebé, es diferenciarlo de las
niñas a través del color de su ropa (el clásico pijama azul o rosa. Por lo tanto, des-
de muy pronto empieza esa desvinculación de niño con todo lo asociado al rol fe-
menino: empieza su socialización diferencial.

117
Observemos que la mayoría de niños durante las etapas de la infancia y la
juventud rechazan todo aquello que sea de color rosa, y como repuesta negativa a
llevar ropa o juguetes de este color se argumenta “... es de niñas” con tono despec-
tivo.
Puede parecer una simple anécdota, pero realmente es muy significativo ese
Universalidad

rotundo rechazo a los objetos o iconos que consideran “femeninos”.


Durante los diez primeros años es muy interesante también la elección de
juguetes para los niños. Coches radiocontrol, muñecos de acción, dinosaurios de
plástico, pistolas, balones... todos estos juguetes son algunos de los ejemplos de
“preferencias” de los niños, y en general todos suelen tener en mayor o menor gra-
Unidad

do un carácter agresivo, dinámico, bélico y diferenciador del juego o juguete aso-


ciado a las niñas.
Podemos hacer una revisión de catálogos de juguetes y veremos como en
general se siguen manteniendo los mensajes “rosa” y “azul” (negros, rojos o ver-
Voluntariado

des intensos en el caso de edades más avanzadas), y como con estos mensajes
aparecen imágenes de niños y niñas con los juguetes se corresponden totalmente.
Difícilmente veremos un niño en un catalogo o anuncio que juega con una muñeca.
Continúa la socialización diferencial.
Si nos fijamos en las series infantiles, existe una pequeña trampa, que nos
Independencia

puede llevar a vislumbrar intenciones igualitarias, cuando nada más lejos de la rea-
lidad. Es cierto, que cada vez aparecen más chicas como protagonistas de las se-
ries de acción, aspecto que en principio vemos positivo. Sin embargo, si nos fija-
mos bien, la mayoría de estas nuevas heroínas siguen ensalzando aquellos valo-
res y capacidades que determinan el rol masculino tradicional. Son chicas auda-
ces, fuertes, aventureras, y que en muchos casos reniegan de todo aquello que se
relaciona con el rol femenino.
Neutralidad

Por supuesto nada parecido ocurre con los personajes masculinos, a ningu-
no se le presenta haciendo gala de presentarse “femenino”. Esto demuestra que si
una mujer asume rasgos “masculinos” es positivo “va a mejor”, pero un hombre
no...lo femenino sigue siendo infravalorado ¿por qué lo van a querer ellos?. De
hecho si algún chico lo hace de manera manifiesta, no es raro que se enfrente al
insulto, considerando como tal expresiones tipo: “nenaza” (se explica con lo que
Imparcialidad

nombrábamos de la poca valoración de lo “femenino) o “marica” (la homofobia, es


una actitud muy presente en el machismo, ”los gays no son hombres como han de
ser”).
Así, un superficial análisis a los personajes de los dibujos animados nos
muestran una perpetuación del machismo y una masculinización de las chicas,
adoptando como propios, sin mostrarnos ninguna reflexión o actitud que pueda de-
Humanidad

nostar libertad de elección, roles de la masculinización más tradicional y ninguna


muestra de masculinidad alternativa a esta.
También reseñable el hecho de que en diferentes culturas del mundo, los
hombres siguen rituales para pasar de ser considerados niños a ser hombres. Por
ejemplo en algunas tribus africanas los hombres deben pasar por un ritual en el
que demuestran su resistencia. Este ritual consiste en que después de pasar por un
baño prolongado en agua fría, se les realizan cortes en la piel con el fin de crear ci-

118
catrices que imiten la piel de un cocodrilo. Hacer eso los hace acercarse a su ene-
migo más temible, y demostrar su fuerza frente a las demás tribus. Pero, ya sea en
un ambiente tribal o en cualquier país occidentalizado, los mensajes de la masculi-
nidad tradicional no cambian demasiado. Y por rituales podemos considerar mu-
chos hechos, que tal vez desde nuestra visión sean menos pintorescos, pero igual
de determinantes para la construcción de la masculinidad, pensemos en aquellos
Universalidad

chicos que para tener su primera experiencia sexual acuden a un prostíbulo, los
que se emborrachan en una fecha tradicional, señalada para ello, quienes se pe-
lean junto con su grupo con otra pandilla...
¿Cuál es el mensaje a los chicos? El hombre, debe ser fuerte, poderoso,
audaz, valiente, tener el control, seguro, firme y inflexible. El mensaje socializador
que reciben los chicos es que todas estas cualidades son las mejores que puede
Unidad

tener una persona, y que como hombre (considerado sexo superior) el grado en
que el adopte más o menos estas cualidades lo hará ser “más” o “menos” hombre.
A partir de aquí los mensajes que recibimos socialmente refuerzan estos
valores y capacidades dejando claro que ser hombre es la mejor elección, lo más
Voluntariado

adecuado. Esta es la línea que hay que elegir. Cuanto “más hombre” seas, mejor te
sentirás. ¿Ocurre esto realmente?.
Porque hemos de evidenciar que en todo este proceso a través del cual
aprendemos a ser hombres, tiene una doble lectura. El deber de ser “más” hombres
genera una situación trágica, nos impide poder elegir aquella persona que
Independencia

realmente deseamos ser, y no deja de ser una paradoja que después de años du-
rante los cuales el ser humano ha ido reivindicando sus libertades, el hombre sigue
resistiéndose a romper la ataduras de su género, a mostrase capaz y desear elegir
su ser.
Puede que la mayoría de hombres ni se planteen cuestionar los mandatos
de su género. Esto, realmente puede ser comprensible si tenemos en cuenta su
posición social privilegiada. Además, es cierto el hecho de que si bien un hombre
Neutralidad

no va a ser discriminado por ser hombre, si lo va ser por no cumplir con lo que su-
pone la masculinidad tradicional.
Por lo tanto, en el fondo, ¿por qué vas a cuestionarte algo que te permite
mantener el control y el poder? ¿y si además vas a ser cuestionado por ello?. Bue-
na pregunta. Pues la respuesta no es fácil, pero sin embargo es muy clara: Muchos
Imparcialidad

hombres no se siente bien con las “obligaciones” de la masculinidad tradicional,


sienten que todo ello no encaja con su forma de ver el mundo, con la posibilidad de
construir un futuro mejor, menos violento e individualista. Porque se es conscientes
de los riesgos y las limitaciones que te impone.
Por ello queremos elegir y poder decir “no soy un hombre valiente”, “no soy
fuerte”, “me gusta que todo esté limpio”, “me gusta ayudar”, “soy sensible”, “soy
Humanidad

tranquilo”...

A través de la elección, no buscamos ser “más hombres”, sino encontrar una forma de ser me-
jores hombres, más implicados en la construcción de una sociedad más igualitaria y cívica.

119
Desde nuestro papel como educadoras y educadores, debemos facilitar que
los chicos sean conscientes de esta realidad a la que los intenta sujetar la masculi-
nidad.
Como primer punto ellos deben saber identificarla, y desvincularse de ella.
No han de sentir la desvinculación del rol masculino tradicional como una obliga-
Universalidad

ción, algo impuesto, sino que realmente debemos conseguir que lo perciban como
lo que realmente es, una necesidad para disfrutar de su propia libertad.

6.1.4. Roles y estereotipos en deconstrucción. Nuevas masculinidades


La construcción de una nueva forma de entender la masculinidad es uno
Unidad

de los pasos que los hombres deben dar para poder favorecer la consecución del
ideal de sociedad igualitaria entre sexos. Para poder conseguir esto, la comuni-
dad educativa deberá asumir su parte responsabilidad como generadora de cambio
Voluntariado

social.
Primero, será necesario que los hombres sean capaces no sólo de mostrar-
se a favor del feminismo, sino también de percibir su situación privilegiada aún
en la actualidad y mostrarse críticos con aquellas actitudes y mecanismos basa-
dos en el machismo.
Sin embargo, que el hombre sea capaz de percibir esta situación de des-
Independencia

igualdad no es suficiente. Necesitamos cambiar nuestra forma de entender la


masculinidad. Debemos poner en tela de juicio todos aquellos valores y cualida-
des asociadas al “hombre tradicional” para crear nuevas masculinidades más adap-
tadas a los cambios sociales que se producen a todos los niveles.
Para la construcción de las nuevas masculinidades deberemos empezar a
valorar “lo femenino” de la misma forma que “lo masculino”. Esto significa
Neutralidad

comprender que cualquier cualidad o valor asociada al rol femenino es igual de po-
sitivo que aquellos asociados a los hombres. Por ejemplo: ser sensible (rol femeni-
no) no tiene por qué tener una consideración social menor que ser aventurero (rol
masculino). Un hombre no debe sentirse avergonzado por no ser aventurero y te-
ner mayor sensibilidad, lo que debe reflexionar es hasta qué punto ha elegido ser
así.
Imparcialidad

Cuando aprendamos a valorar de la misma forma “lo masculino” y “lo feme-


nino”, nos sentiremos cómodos asumiendo cualidades y tareas femeninas. La
corresponsabilidad es necesaria para la igualdad, y para ello los hombres deben
asumirla con naturalidad, valorando las tareas del hogar y el ejercicio de la paterni-
dad como se merecen, mas allá de que sean actividades sin retribución económica.
No bastará con “ayudar”, debemos implicarnos en la gestión del hogar y la parte
Humanidad

emocional de la familia y comprender la importancia que ello tiene para la convi-


vencia y estabilidad.
En el siguiente paso, revisaremos aquellas cualidades que definen el rol
masculino tradicional. Debemos darle otra perspectiva a aquellas capacidades que
actualmente son valoradas simplemente por estar asociadas al hombre, aunque no
contengan ningún tipo de valor en esencia.

120
REVISEMOS…
− Si un hombre quiere ser fuerte, debe pensar que la fuerza por si sola no tie-
nen ningún valor. Lo que realmente hará de “el ser fuerte” algo positivo será
la forma en que esta se utiliza, si se hace para ayudar a otras personas y no
Universalidad

para causar daño.


− Ser valiente no debe ser una obligación para el hombre. Debemos poder ex-
presar nuestros miedos, porque todo el mundo los tiene y en el fondo forman
parte del ser humano. Si un hombre es valiente, deberá cuidar que esta cua-
lidad, porque aunque parezca positiva por si sola, puede hacer caer fácil-
mente en actitudes excesivamente proteccionistas y machistas, minusvalo-
rando las capacidades y posibilidades de otras personas.
Unidad

− Ser una persona activa puede ser muy positivo, ya que a través de la acción
podemos aprender y mejorar. Pero tener momentos más “estáticos” o una
personalidad más tranquila nos puede ayudar a encontrar espacios para la
reflexión que nos ayude a tomar mejoras decisiones.
Voluntariado

− Cualquier persona tiene multitud de dudas a los largo de su vida, y no po-


demos intentar mantener siempre una actitud seguridad absoluta en todo
momento. Aceptar nuestras dudas y afrontarlas es necesario para ser capa-
ces de pedir ayuda cuando lo necesitemos.
− Delante de los acontecimientos que ocurren en nuestras vidas muchas ve-
Independencia

ces debemos mostrarnos inflexibles. Cuando se tratan temas como por


ejemplo la violación de los derechos de otras personas, es importante posi-
cionarse en contra de forma firme. Sin embargo, esta firmeza no puede man-
tenerse para cualquier cosa, ya que ello puede generar que no seamos ca-
paces de comprender otros puntos de vista ni empatizar con las demás per-
sonas. Debemos saber ser flexibles o firmes según la situación lo requiera, y
no sólo mantener uno única posición.
Neutralidad

− Este tipo de conducta, cuya personificación sería los protagonistas de los an-
tiguos westerns, suele ir de la mano de la agresividad y la violencia, y se ca-
racteriza por un bajo nivel de habilidades sociales y de comunicación. Ac-
tualmente supone unos comportamientos obsoletos para nuestra sociedad, y
debemos intentar cambiarla por formas de comportamiento más asertivas,
que sí nos van ayudar realmente a mejorar nuestra adaptación y prosperidad
Imparcialidad

social.
− Las actitudes caballerosas, muchas veces se fundamentan en ideas tradi-
cionales que derivan en conductas machistas. Sí lo realmente positivo de es-
ta cualidad es ofrecimiento de la ayuda y el respeto, tal vez deberíamos de-
jar de llamarla como tal. Nuestra propuesta igualitaria alternativa a la actitud
caballerosa es la corresponsabilidad, que además de ser una forma de ayu-
dar a la mujer para mejorar sus derechos, supone una implicación real del
Humanidad

hombre en la gestión del hogar.


− Al igual que la rudeza, las actitudes agresivas cada vez son menos adapta-
doras, y crean problemas tanto a las personas que las realizan como a aque-
llas que las sufren. La educación tiene un papel clave en el control de la
agresividad y el entrenamiento de habilidades. De nuevo, la asertividad es la
alternativa para ser mejores personas.

121
A partir de la realización de nuestra propia deconstrucción masculina podre-
mos ser capaces de encontrar aquella persona que deseamos ser realmente,
sin vernos afectados por los estereotipos y presiones sociales, simplemente bus-
cando en nuestro interior, eligiendo aquello que nos guste y nos haga sentir bien,
para ser más capaces de afrontar el proceso de consecución de la igualdad.
Universalidad

6.2. La masculinidad hegemónica

6.2.1. Los hombres y el poder


Unidad

Si los hombres todavía les niegan el poder a las mujeres, ¿cómo pueden producir
un discurso político emancipador sobre la masculinidad y subvertir su propio domi-
nio?”
Middleton, 1992
Voluntariado

Una sociedad es patriarcal o matriarcal dependiendo de si es el hombre o la


mujer quien ejerce el rol de liderazgo dentro de esta. La mayoría de sociedades
actuales se basan o vienen del patriarcado, de tal forma que en ellas el hombre es
el que tiene y ha tenido mayor poder. Pero... ¿significan poder y liderazgo lo mis-
Independencia

mo? ¿Cómo definiríamos “poder”?

Definiciones de “poder” según la R.A.E.:

1. tr. Tener expedita la facultad o potencia de hacer algo.


2. tr. Tener facilidad, tiempo o lugar de hacer algo. U. m. con neg.
Neutralidad

3. tr. coloq. Tener más fuerza que alguien, vencerle luchando cuerpo a
cuerpo. Puedo
4. intr. Ser más fuerte que alguien, ser capaz de vencerle. En la discusión
me puede. U. t. en sent. fig. Me pueden sus impertinencias.
5. intr. Ser contingente o posible que suceda algo.
MORF. U. solo en 3.ª pers. Puede que llueva mañana.
Imparcialidad

Según las definiciones anteriores existe una estrecha relación entre fuerza
y poder. Puede que actualmente no sólo limitemos el término “poder” al ejercicio
de la fuerza física, pero sí que aún hoy en día consideramos que tener poder signi-
fica ser capaz de superar a otra persona, estar por encima de ella y además, dejar
Humanidad

clara esta posición. Pero el poder y el liderazgo no siempre van unidos de la mano,
y en ningún caso significan lo mismo. ¿De donde viene la palabra líder?

Definición de “líder” según la R.A.E.:


(Del ingl. leader, guía).
1. com. Persona a la que un grupo sigue, reconociéndola como jefe u
orientadora.

122
Mediante la supremacía de la sociedad patriarcal el hombre no sólo históri-
camente ha monopolizado el liderazgo de prácticamente la totalidad del mundo, si-
no que muchas veces ha ejercido este rol a través de la demostración de su po-
der para ejercer el control. Guerras, persecuciones, encarcelamientos, violencia...
Universalidad

todas estas acciones que a veces se nos presentan como “soluciones” a nuestros
conflictos, lo que sí tienen en común es su objetivo: demostrar el poder que se po-
see. De esta forma, el hombre no siempre ha sido un líder que ha orientado y guia-
do a su pueblo, y en lugar de ello podemos recordar muchos casos en los que se
han convertido en jefes temidos a causa de su poder.
Unidad

A lo largo de la historia, los pilares que han mantenido el poder y el lidezargo


por y para el hombre han sido el control de la economía y la tendencia del uso de
la fuerza para la resolución de conflictos. El machismo, a su vez ha actuado
como mecanismo perpetrador de esta situación, intentando contrarrestar los
Voluntariado

avances conseguidos por el feminismo en pro de la igualdad.


Desde el entorno educativo no podemos pasar por alto toda esta situación
asociada con el monopolio del liderazgo masculino y sus demostraciones de poder.
Es importante por ello, ofrecer alternativas de liderazgo basadas en la democra-
cia, el respeto de los derechos humanos, así como ofrecer nuevos modelos de
líder tanto femeninos como masculinos que sean buenos ejemplos del uso adecua-
Independencia

do de su capacidad de influencia y capacidad para generar el cambio social.


Además los hombres deberán aprender a compartir el liderazgo con las mu-
jeres, que han de estar presentes en todos los órganos de poder.

6.2.2. Los hombres y las emociones


Neutralidad

"Llora como mujer lo que no supiste defender como hombre"


Sultana Aixa, madre de Boabdil

La gestión y expresión de las emociones sin duda es uno de los puntos


clave que caracterizan los roles asociados a la masculinidad tradicional hegemóni-
Imparcialidad

ca. A diferencia de la mujer, el hombre no se ha caracterizado por expresar sus


emociones con la misma naturalidad. Cuando se trata de sentimientos más “negati-
vos” o ligados con la agresividad (como la ira, la rabia o el rencor), sí que se ha po-
dido apreciar como los hombres han liberado mucho más estas emociones, nor-
malmente expresándolas a través de conductas agresivas que en algunos casos
derivan en violencia explícita.
Humanidad

Por otro lado, cuando se trata de sentimientos como la tristeza, el miedo, la


inseguridad, y hasta cierto punto la alegría... la cosa cambia, y desde la perspectiva
masculina tradicional el mensaje que se transmite es “mantén el control”, y sobre
todo “los hombres no lloran”.
El llanto es una vía de escape para nuestras emociones. Sobre todo cuando
los sentimientos llegan a puntos álgidos, la necesidad de llorar es cada vez mayor.
Pero el machismo no ha permitido que los hombres pudiesen llorar. Seguramente

123
para mantener el distanciamiento respecto a los roles femeninos y demostrar su
“dureza” se ha criticado a aquellos hombres que han llorado o manifestado sus sen-
timientos en público, siendo repudiados por su propio género y etiquetados como
“débiles”, “poco hombres”, “nenas” u “homosexuales”.
Otro aspecto que ha dificultado el hecho de que los hombres puedan expre-
sar mejor sus emociones, y que debemos tener muy en cuenta en entornos educa-
Universalidad

tivos, es sin duda la falta de referentes masculinos tanto dentro de la familia, co-
mo en el entorno próximo, los medios de comunicación y la cultura.
En estudio realizado con hombres en favor de la igualdad31, el distancia-
miento emocional respecto a la figura paterna fue uno de los argumentos que repi-
tieron viarios de sus entrevistados. Dentro de la familia la figura de la madre como
gestora de la emociones ha tenido mucho mayor peso que la del padre, cuyo papel
Unidad

principal en cambio ha sido en de mantener el cumplimiento de las normas familia-


res y la gestión económica. Por otro lado, en lo que se refiere a la cultura y los me-
dio de comunicación, aunque poco a poco van surgiendo modelos alternativos, aún
hoy en día la mayoría de nombres propios masculinos que aparecen sigue transmi-
Voluntariado

tiendo y ensalzando la imagen del hombre rudo, valiente, fuerte y decidido.


Pero a pesar de las presiones del machismo y la falta de referentes el cuer-
po necesita llorar, y las personas no podemos reprimir todas las emociones que
sentimos. Muchas veces lloramos por impotencia (como cuando perdemos una ser
querido), y otras en cambio simplemente lo hacemos de placer o alegría. Pero ya
Independencia

sea por un motivo u otro, lo que podemos decir es que el llanto actúa como un
alivio emocional.
Pensemos en esos hombres y mujeres deportistas profesionales, que llevan
su cuerpo y su mente al límite para conseguir sus metas. Ya sean en la victoria
como en la derrota, y como nos recordaba Eduardo Rodrigálvarez en un artículo del
periódico El País, “los deportistas gritan y después lloran”. Cuando el cuerpo llega a
su limite es mucho más fácil liberar las emociones que llevamos dentro, y en estos
Neutralidad

momentos límite, los hombres demuestran que también necesitan llorar. Lo necesi-
tan para aliviarse y para sentirse mejor, y porque en esos momento no importa “lo
masculino” o “lo femenino”, lo único que importa es aquello que sentimos.
Por lo tanto los hombres deben sentirse libres para llorar y expresar sus
emociones. No debe verse como algo negativo sino todo lo contrario. Tampoco
Imparcialidad

debemos ver la expresión de los sentimientos como una obligación, ni ver de forma
negativa a aquellas personas más retraídas emocionalmente (eso cambiará según
la personalidad de cada persona). Simplemente debemos quitar las barreras cons-
truidas por el estereotipo masculino y eliminar las reacciones machistas que actúan
como represoras, para que cada persona se pueda desarrollar desde su diversidad
y el respeto a las demás.
Humanidad

31 S. Covas. Hombres con valores Igualitarios - historias de vida, logros conseguidos y cambios pendientes-. Ministerios de Igualdad,
Gobierno de España.

124
6.2.3. Los hombres y la sexualidad

Pese a las determinantes afirmaciones que sostienen que nuestra sociedad


ha avanzado mucho al respecto, o que las nuevas generaciones tienen otras ideas
Universalidad

y formas de comportamiento, la sexualidad sigue siendo un tema tabú, cosa que


afecta totalmente a nuestro desarrollo como personas y determina las relaciones
que se establecen entre sexos.
Desde el estudio de la perspectiva de género la sexualidad tiene un papel
capital, también para comprender las barreras que el hombre sigue manteniendo.
Muchos hombres heterosexuales se relacionan con mujeres principalmente
Unidad

desde el punto de vista afectivo-sexual. En estos casos, el círculo de amistades es-


tá formado por hombres, y en todo caso, por sus parejas. La mayoría de ellos no
son capaces de ver a la mujer como amiga o compañera, y en el momento en que
Voluntariado

una mujer progresa en el ámbito laboral se cuestiona su capacidad.


La visión de la mujer como objeto sexual para la satisfacción del hombre,
puede parecer algo obsoleta, aunque la realidad es que día a día se producen
hechos que siguen reproduciendo esta idea. El concepto de algunos hombres so-
bre la explotación sexual, chistes machistas sobre temas sexuales, mostrar interés
sólo en la apariencia física de la mujer y no en su personalidad... Hay hombres que
Independencia

no están habituados a contemplar a la mujer de otra forma que no sea desde el


punto de vista sexual.
Claro que tanto hombres como mujeres deben poder expresar cómo sienten
su deseo sexual hacia otra persona, y debemos poder hablar de ello abiertamente,
pero no podemos caer en el error de que todas estas conductas continúen siendo
una de las señas de identidad del machismo.
Neutralidad

La sexualidad, analizándola desde la perspectiva de género, se basa en la


dicotomía activo/pasiva entre sexos32. A partir de esta forma de ver la sexualidad
cambia totalmente si nos referimos a un sexo u otro:
− En loas varones les atribuye un deseo sexual explícito (e incontrolable).
Imparcialidad

− En las mujeres no “queda bien” esa demanda explícita, e incluso se afirma que
“a ellas les importa menos el sexo”, y son las ‘receptoras’ de la demanda
sexual.

Además, en lo que se refiere a la propia mujer, se habla de la siguiente dualidad:


Humanidad

− Mujer “buena” = esposa, recatada, sexo decente.


− Mujer “mala” = prostituta, explícita, sexo sucio.

32 ASECEDI. Educación de las Masculinidades en el siglo XXI. 2009

125
Si nos referimos a aquellos hombres y mujeres trabajadoras y trabajadoras
del sexo. Nos encontramos con que los términos “prostituta” y “gigoló”, también se
puede apreciar esta misma dualidad en su uso coloquial:
− Prostituta: se utiliza como insulto a las mujeres que tienen sexo con muchos
Universalidad

hombres diferentes. .
− Gigoló: se utiliza como elogio a aquellos hombres que tienen sexo con mu-
chas mujeres.

De nuevo, a través de la sexualidad el hombre intenta mantener su jerarquía.


Unidad

No comprenden y critican que una mujer sea sexualmente muy activa, ya que eso
se escapa de sus mecanismos de control. A través de comentarios negativos e in-
sultos, se descalifica a las mujeres que sexualmente no están en el círculo de con-
trol del hombre y se coloca la etiqueta de “negativo” a este tipo de conductas cuan-
Voluntariado

do son realizadas por una mujer. En cambio, en el hombre, la alta actividad sexual
es reforzada y valorada por sus iguales y también por parte de algunas mujeres. Se
les pone la etiqueta de “sex symbol” continuando con el estereotipo del hombre
como el “macho viril”.
Otro punto al respecto, totalmente relacionado con el anterior, es la crítica
del hombre a lo que no se corresponde con su orientación sexual. La visión hete-
Independencia

rocentrista de la sexualidad se basa en que toda aquello que se aleja de la hete-


rosexualidad es infravalorado y criticado por ser considerado negativo. De esta
forma el hombre homosexual es rechazado por el resto, incomprendido, ataca-
do con burlas e insultos. No se comprende que un hombre no quiera ser hetero-
sexual, ya que según la visión masculina tradicional, deja de ser hombre, y es como
si en lugar de eso desease ser mujer.
Neutralidad

Por ello, si pensamos en todas las reacciones que suelen producirse ante los
hombres homosexuales vemos que se los cataloga como si fueran “la peor opción”,
como se tratase de una especie de traición a su género, como si eligiesen ser más
débiles voluntariamente. Cuando se quiere insultar a un hombre se le llama “nena”,
pero si se quiere ofenderlo aún más se le llama “marica”, como si se tratase de la
peor expresión posible que se pueda lanzar a un hombre.
Imparcialidad

Teniendo en cuenta todo esto, a través de la educación afectivo-sexual los


hombres deben aprender a ver su sexualidad como una oportunidad para compar-
tir placer, intercambiar sensaciones, experimentar con el cuerpo, disfrutar realmen-
te de estar con otra persona. Dejar de ver la sexualidad desde una perspectiva ma-
chista, así como comprender y apreciar mejor la diversidad existente, todo ello
siempre asentado sobre al respeto a la integridad y los derechos de las personas,
Humanidad

pueden ser los pilares de una sexualidad mucho más positiva que se desvincule
del heterocentrismo actual.

126
6.3. Los hombres y la violencia machista

La violencia de género es un tipo de violencia que se ejerce sobre las muje-


res por el mismo hecho de serlo, no queriendo esto decir, que éste problema haya
Universalidad

de preocuparles exclusivamente a las mujeres.

De la misma manera que es incuestionable que para defender los derechos


de las personas homosexuales no es imprescindible ser de una orientación
sexual diferente a la heterosexual, o que para luchar contra las actitudes
Unidad

xenófobas es necesario contar sobre todo con quienes no se encuentran


en el objetivo de la exclusión, los hombres han de estar presentes de
forma activa en la lucha contra la violencia de género.
Voluntariado

No es suficiente trabajar para que los hombres se posicionen desde la no


identificación con aquel que ejerce la violencia de género sobre su pareja, porque
entonces sólo estaremos viendo, como muestran el rechazo a la materialización de
un instrumento que la sociedad patriarcal pone a disposición de todo hombre que
quiera usarlo, dándole argumentos para su uso y justificación.
Independencia

De esta manera, sólo estarán mostrando el rechazo a las formas más visi-
bles de la violencia de género, relacionada únicamente con los malos tratos, con
las mujeres asesinadas, haciendo que se ubiquen en lo “urgente” del problema y no
en la base del mismo.
Como educadoras y educadores no podemos aspirar a un cambio real desde
esta posición, que pese a ser deseable, no deja de ser superficial, en cuanto que
Neutralidad

no incluye a cada persona como parte activa y protagonista de este fenómeno, que
ha protagonizado toda la historia de la humanidad, y que solamente desde finales
del siglo XX es considerado un problema social.
Deberemos, con la intención transformadora que nos ofrece la práctica
educativa, desenmascarar y nombrar las formas de violencia de género menos “ex-
Imparcialidad

cesivas” menos “graves”, en el sentido de menor amenaza de la seguridad física de


las mujeres cuando las sufren, pero de talante determinante para que las manifes-
taciones más dramáticas se produzcan y ante todo, violentas y por lo tanto intolera-
bles en si mismas.
Cuando hablamos en estos parámetros, la posición de cada una, de cada
uno, ya no puede ser tan alejada, porque es inevitable reconocerse en el sistema, y
Humanidad

es desde ahí donde hemos de exigirles el cambio y la implicación personal a los


hombres.
Para ello es imprescindible, en primer lugar, que comprendan que la violen-
cia de género nace de la construcción de las identidades hombre-mujer y que
las referencias culturales desiguales en este binomio, ubican a los hombres en una
situación privilegiada, ya que socialmente se consideran de un estatus superior.

127
Para lograr acabar con la violencia de género, debemos conseguir acabar
con esta realidad, que es la raíz de todas las manifestaciones desiguales, es el ar-
gumento visible e invisible de cualquier actitud machista; acabar con cualquier
manifestación discriminatoria directa o indirecta por razón de sexo, desmon-
tando los estereotipos sociales que hacen imposible la igualdad entre mujeres y
Universalidad

hombres.
Y para conseguir una implicación masculina real, no basta, (como no bas-
taba con su posicionamiento de rechazo a los malos tratos), con educarles en el
mensaje de que las mujeres son capaces de asumir los roles masculinos, que han
de compartirlos con ellas. Si ofrecemos exclusivamente este argumento, estamos
reconociendo deseables, sin ningún debate, esas características que les otorgan
Unidad

superioridad a ellos, actitudes como la autoridad, el poder, la protección... y segui-


mos relegando a un segundo plano (menos deseables, por lo tanto) las atribuidas a
las mujeres.
Voluntariado

Reconocemos el sistema en sí mismo, entendiendo como avance igualitario


la masculinizando de las chicas, y no facilitando ninguna reflexión sobre la masculi-
nidad tradicional a los chicos.
No, para lograr el objetivo, hemos de facilitar el camino a la transformación
de las referencias culturales que nos han marcado, vamos a potenciar la de-
construcción de los roles e identidades asignados a mujeres y hombres, pero
Independencia

empezando por cuestionar el estatus de superioridad otorgado a los valores mas-


culinos y el de inferioridad asignado a las mujeres.
Así, empezaremos motivando a la reflexión personal y grupal de los hombres
sobre las características culturales que les posicionan en un plano superior a la de
las mujeres y sobre aquellas que asignadas a las mujeres no son socialmente re-
conocidas.
Neutralidad

El modelo establecido para ellos, en el que se les entiende superiores


haciendo gala de la masculinidad más tradicional, antepone el poder económico o
la fuerza a cuestiones como el cuidado o la inteligencia emocional, por poner un
ejemplo. Esta realidad es susceptible a la crítica, necesaria si queremos cambiar el
sistema social.
Imparcialidad

La implicación real de los hombres contra la violencia de género supone una


revisión crítica del modelo tradicional, un posicionamiento a favor de la elección personal
de valores y un rechazo absoluto a cualquier manifestación de discriminación por razón
Humanidad

de sexo, incluso en beneficio propio.

Desde el papel de educadoras y educadoras tenemos multitud de posibilida-


des de fomentar estas actitudes en los chicos, durante nuestra práctica diaria, sien-
do imprescindible para ello que asumamos la filosofía coeducativa en el global de

128
nuestro proyecto y en el currículo oculto, ya sea en el ámbito formal como no for-
mal.

Es imprescindible, pensando especialmente en los chicos, esfor-


Universalidad

zarnos de forma específica en:


 El desarrollo de la afectividad y la oposición a la violencia
 La práctica del diálogo como medio de resolución de conflictos
 La presencia de modelos masculinos alternativos al tradicional
Unidad

 La defensa de la justicia grupal.


 El fomento de la relación entre sexos en clave de igualdad.
Voluntariado

Sobre la violencia machista es imprescindible que sepan:


Independencia

Los tipos y formas de la violencia de género en las relaciones de pareja son:


Violencia Física: Un empujón intencionado, una bofetada, una paliza... hasta el
asesinato.
Violencia Psicológica: La humillación, el aislamiento, el control, las amenazas,
el chantaje emocional..
Violencia Sexual: Cualquier contacto sexual no deseado. Violaciones, acoso,
Neutralidad

abusos sexuales..
Violencia o abuso ambiental: Romper o lanzar objetos con ánimo de intimidar,
no dejar dormir, conducir de manera temeraria,…
Violencia o abuso económico: No dejar que la mujer participe del aspecto
económico, controlar sus gastos, exigirle el dinero que gana...
Imparcialidad

Es importante, que ellos, además de conocer los diferentes tipos de violencia


de género, sean capaces de identificar las formas en las que se manifiestan es-
tas, y que ejercen los varones en las relaciones sentimentales.
Han de conocerlas y reconocerse si es el caso, en el uso de algunas y en
Humanidad

los argumentos sociales que legitimizan estas actitudes.


Para ello, como comentábamos anteriormente, es preciso ampliar el concep-
to, centrado habitualmente en los malos tratos y reconocer los comportamientos
“invisibles” de violencia y dominación, que muchos varones realizan cotidianamente
en sus relaciones de pareja, y que son, tal y como los denomina Luís Bonino; mi-
cromachismos.

129
Por eso, animamos a los chicos a reflexionar, desde ellos mismos, sobre es-
tas conductas en las que se basan las diferentes formas de violencia que descri-
bíamos:
Universalidad

DESVALORIZACIÓN: Alguna vez he tratado de forma despectiva a mi pa-


reja, criticando sus acciones o no teniendo en cuenta sus opiniones, por
considerarla menos capacitada para tomar decisiones que yo.
Unidad

ABUSO: Le he impedido que se relacione con determinadas personas, ya


que creo que no es bueno para ella, por ejemplo, algunas amigas que no
me gusta como actúan. Se lo he pedido directamente o pidiéndole que pase
ese tiempo que les dedicaba, a mi mismo.
Voluntariado

CONTROL: Le he exigido que me informe de dónde está, con quién y por


qué. Me he presentado de forma imprevisible donde ella estudia o trabaja,
para ver si estaba y qué hacía.

AMENAZA: En alguna ocasión le he avisado de que soy capaz de suici-


Independencia

darme si me deja, o le he dicho que perderá todo si ya no quiere seguir


conmigo.

CHANTAJE EMOCIONAL: He recurrido a contarle lo desgraciado que he

En ocasiones estos comportamientos están tan naturalizados, que nos pa-


recen normales, pero son formas de violencia de género que tienen como objetivos,
Neutralidad

entre otros, la destrucción de la autoestima de las mujeres, la dependencia a ellos,


y su aislamiento del resto del mundo, perpetuando la relación y manteniendo la vio-
lencia dentro de ella.
Creencias basadas en el sistema que nos otorga diferentes características
por ser hombres y mujeres y además con un valor desigual.
Imparcialidad

Así que los hombres han de reconocer y sensibilizarse, posicionarse ante es-
te “papel” que como hombres han asumido en muchas ocasiones, ya sea de forma
grosera o sutil y desmontar este sistema desigual que les otorga la posición de do-
minio y maltrato. El cambio conlleva una transformación social ideológica que han
protagonizar también los hombres.
Humanidad

130
Para conseguir esto, como educadoras y educadores NO debemos:

NO
Universalidad

- Limitar el tema de la violencia de género al maltrato.


- Frivolizar sobre el tema, minimizando las responsabilidades del agresor.
- Culpabilizar a las chicas de las relaciones desiguales.
- Infravalorar la importancia de los micromachismos, teniendo una actitud tole-
rante hacia ellos.
- Adoptar actitudes pasivas ante situaciones machistas en el aula e incluso
Unidad

protagonizar alguna de ellas


Voluntariado

SÍ debemos:

SI
Independencia

 Exigir el posicionamiento de los chicos ante la violencia de género, fomen-


tando la reflexión y el cambio activo desde su propio sistema de creencias,
siendo críticos con el modelo actual, desigual y violento. Sólo desde este
plano, se permitirán ellos, el desarrollo de masculinidades diferentes a la
tradicional.
 Ofrecer modelos de masculinidad alternativa a la tradicional.
Neutralidad

 Transversalizar estos aspectos en toda la práctica educativa.


Imparcialidad

6.4 Los hombres implicados en la igualdad

6.4.1 Presencia en nuestro proyecto educativo


Lo que si tengo claro, es que enemigo de las mujeres, nunca.
E.A. 17 años
Humanidad

En nuestra sociedad, actualmente, la igualdad entre mujeres y hombres es


un derecho, pero no una realidad. Desde la educación hemos de facilitar la cons-
trucción en libertad de las personas, de hombres y mujeres.

131
El tema de las masculinidades, el trabajo con los chicos sobre ello, no puede
ser obviado en un proyecto educativo en el que se contemple la igualdad como un
objetivo real. Estaríamos repitiendo con ello, el error de determinadas políticas o
planteamientos que sólo hace responsables a las mujeres del cambio social y no
implican a los hombres en el mismo.
Universalidad

Hemos de ser conscientes de que en este momento, no es precisamente


habitual este planteamiento de integrar de forma específica el trabajo con los
chicos, ni en las aulas, ni en muchos entornos de educación no formal, y no pode-
mos afirmar tampoco que sea una tarea sencilla. Pero con el convencimiento de la
importancia del mismo, y desde una vertiente de educación integral del alumnado,
proyectaremos para superar las dificultades metodológicas que esto supone, (nor-
Unidad

malmente se interviene en grupos mixtos, donde los propios mandatos de género


que determinan las relaciones entre sexos, van a dificultar entre otros aspectos, al-
go tan básico como la expresión de sentimientos por parte de ellos), y sobre todo
las reacciones contrarias que se pueden manifestar en el propio equipo educativo.
Voluntariado

Una educación contra la desigualdad y en igualdad ha de incluir el trabajo


con los alumnos, facilitándoles la reflexión sobre la masculinidad tradicional y
la influencia de los mandatos de género en su día a día.
Independencia

La erradicación de la desigualdad de género debería ser suficiente para la ac-


ción masculina y para promover la misma, pero hay que evidenciar que los hom-
bres igualitarios, además de beneficios para el conjunto de la sociedad y para las
mujeres, sobre todo las más cercanas a ellos mismos, también obtienen be-
neficios para sí, entre los que destacamos:
Neutralidad

 Desarrollo de una identidad personal, basada en un planteamiento crítico con


el sistema dominante.
 Renuncia a la masculinidad tradicional y con ello la obligación de cumplir los
mandatos de género que señala.
 Superación de la homofobia y el heterosexismo.
Imparcialidad

 Mayor sentido de la justicia.


 Mejor valoración del espacio íntimo.
 Relaciones más libres y positivas con otros hombres y con mujeres.
 Independencia en el ámbito doméstico.
Humanidad

 Garantía de no ejercer violencia de género.

Así, los objetivos individuales a desarrollar desde la práctica educativa te-


niendo en cuenta esta perspectiva son muchos y muy importantes.

132
Además de un tratamiento transversal que nos asegure su presencia en to-
das las materias y una actitud constante del profesorado, acorde con estos prin-
cipios, se pueden plantear actividades específicas, por ejemplo:
Universalidad

Posibilidades con el alumnado:

 Talleres para chicos en el que se posibilite la mirada crítica y el análisis de la


masculinidad tradicional y el intercambio de experiencias.
Unidad

 Campañas sobre prevención de violencia de género en la que el objetivo


sea la implicación masculina en la erradicación de la misma.
 Actividades relacionadas con el desarrollo de habilidades domésticas
Voluntariado

 Jornadas dedicadas a la eliminación de la homofobia y la transfobia.


 Etc...
Posibilidades con el equipo educativo

 Formación para el profesorado sobre igualdad de género, contemplando el


Independencia

aspecto masculino y la educación desde la perspectiva e las nuevas mas-


culinidades.
 Diseño de actividades para el alumnado.
 Creación de grupos de hombres profeministas
Neutralidad

 Etc...
Imparcialidad

6.4.2. Grupos de hombres profeministas.


E hizo falta la voz
para decir
todas las palabras.
Claudia Herodier
Humanidad

Hombres profeministas son aquellos que se comprometen y apoyan el fe-


minismo, participando de forma activa en la lucha por la justicia y la igualdad real
entre mujeres y hombres.

133
Para considerarse profeminista, es imprescindible, tras una reflexión crítica,
mostrar de forma personal en la vida cotidiana, una comprometida actitud en el tra-
to de respeto e igualdad con las mujeres y el resto de los hombres, ya sea en el
hogar, el trabajo...en todos los lugares y en todos los momentos.
Comparten las formas de entender el mundo de las feministas y se implican
Universalidad

en la transformación del actual modelo, opresivo para las mujeres y dañino para los
hombres, por otro en el que ni ellos ni ellas se vean obligadas a cumplir modelos rí-
gidos y destructivos.
Unidad

Al profeminismo se llega de diferentes formas: desde el rechazo de la vi-


rilidad tradicional al no estar dispuesto a de cumplir lo que se exige a los
hombres por el hecho de serlo; por ser estigmatizado en algunos casos
además, por no ser heterosexual; a través de la relación familiar, de amis-
Voluntariado

tad, sentimental con una mujer feminista...de múltiples maneras.

Muchos de estos hombres, reproduciendo el modelo de mujeres feministas


que desde el principio del movimiento se organizaban para debatir, diseñar accio-
Independencia

nes reivindicativas...etc, han sentido la necesidad de unirse y crear grupos de hom-


bres.
Vamos a desarrollar aquí las posibilidades de los grupos profeministas, ya
que consideramos que puede ser una iniciativa interesante el crear uno de ellos
con alumnos o en entre los hombres que forman parte del equipo educativo (por
supuesto considerar la posibilidad de ofrecer ser miembro a padres, personal no
docente del centro...)
Neutralidad
Imparcialidad
Humanidad

134
Universalidad

Hay grupos de hombres con diferentes perspectivas, no todas con bases


igualitarias, no todas ellas con bases igualitarias, entre otras*:
 CONSERVADORA: Reafirma roles de género tradicionales, hombre
proveedor económico, protector y asegura que esto es parte de la “na-
turaleza masculina”.
Unidad

 PROFEMINISTA: Plantea que la masculinidad es el resultado del privi-


legio de los varones y que tienes efectos negativos sobre nosotros, re-
coge los logros de la producción académica y del movimiento feminista
y comparte su visión sobre el cambio social.
Voluntariado

 DERECHOS DE LOS HOMBRES (MEN´S RIGHTS): Propone que los


hombres son “victimas” de una masculinidad tradicional, se opone al
feminismo porque no ha generado para los varones las mismas opcio-
nes que ha logrado para las mujeres.
 SOCIALISTA: Parte del planteamiento del capitalismo patriarcal, define
las masculinidades asociándolas a distintos tipos de trabajo y al control
Independencia

de éste por parte de unas clases para dominar a otras.


 MITOPOÉTICA: Explora los niveles profundos de la universalidad
transhistórica de la masculinidad en los arquetipos junguianos, como el
del guerrero, el rey, el mago y el del amante.
 DE LOS GRUPOS ESPECÍFICOS: Asegura que no existe la universali-
dad de la masculinidad y que ésta varía según la clase, grupo étnico,
preferencia sexual, edad, entre otros, donde convergen las homosexua-
Neutralidad

lidades, las etnias, las prácticas religiosas.

* Mara Viveros (1998), a partir del estado del arte realizado por Kenneth
Clatterbaugh sobre los estudios en masculinidad (Men’s Studies) en los
países anglosajones.
Imparcialidad

Y a nosotros... a los chicos del quipo educativo,


Humanidad

¿Qué nos puede motivar a crear un grupo de hombres?


El compartir, el intercambiar, tener la posibilidad de reflexionar juntos sobre
nuestras vivencias como hombres. Encontrar une espacio donde la relación entre
varones esté libre de etiquetas como la homofobia, donde no tengamos que cumplir
ningún rol, porque precisamente de ello vamos a hablar.

135
¿Qué temas hay que tratar?
No es obligatorio tratar una serie de temas, de hecho es el propio grupo
quién ha de determinar aquellos que considere más interesantes.
Normalmente se tratan temas cotidianos, siempre desde la propia persona
Universalidad

(somos los miembros los protagonistas), eligiendo uno para cada sesión: Las rela-
ciones con las mujeres, las relaciones con otros hombres, con la propia familia, la
sexualidad, la violencia, la forma de ocio...
Por supuesto, si creamos un grupo con los hombres del equipo educativo,
deberíamos hablar entre otros temas de cómo educamos a los chicos y chicas, de
los mensajes diferenciados, las expectativas... etc.
Unidad

A veces puede ayudar la lectura de algún texto para empezar a comentar,


pero de qué hablar, es decisión del grupo.
Voluntariado

¿Cómo nos organizamos?


El lugar ha de ser un sitio en el que todos se encuentren cómodos, consen-
suar el espacio es importante, así como decidir cada cuánto tiempo se establecen
las reuniones y la mecánica de las mismas, (entendiendo por ello si se va a esta-
blecer una dinámica en la que se dirija por turnos, si se van a leer textos...).
Independencia

Hay que tener en cuenta desde el principio, que el grupo irá haciéndose a sí
mismo poco a poco, ganará en confianza y en profundidad y será cada vez más la
riqueza del mismo.
No nos olvidemos que los objetivos de deconstrucción personal y análisis no
están limitados en el tiempo, disfrutemos del proceso.
Neutralidad

¿Hacemos actividades juntas aparte de reuniones?


También es una decisión del grupo, pero se puede ampliar la acción, por
ejemplo, diseñando actividades para difundir los aspectos que el grupo considere,
acudiendo a jornadas sobre temas relacionados o incluso organizarlas, las posibili-
dades son muy amplias.
Imparcialidad
Humanidad

136
7. MUJERES EN EL MUNDO

Hilvanar hilos violeta que marquen nuevas estrategias para que otro mundo sea posible.
Celia Amorós
Universalidad

7.1. Panorámica de la situación de las mujeres en el mundo


Éste es el último capítulo de esta guía, donde queremos dar una visión gene-
ral de otras realidades de las mujeres en el mundo. Es necesario conocer como
avanza la igualdad en otros países del mundo, sobre todo en otros continentes, que
Unidad

no tienen las mismas condiciones de bienestar social que la europea.


Aunque, como ya hemos visto en los capítulos anteriores, las mujeres toda-
vía en nuestra sociedad sufren discriminaciones evidentes, la situación en otras
Voluntariado

realidades en el mundo es más dramática. En muchas ocasiones no se les recono-


cen los mismos derechos legales que a los varones, incluso el maltrato la explota-
ción etc. están a la orden del día.
Sin embargo, otras culturas y formas de ver el mundo desde el punto de vis-
ta de las mujeres también enriquecen nuestros conocimientos, y es indispensable
para que el empoderamiento se convierta en una realidad en el futuro. Conocer y
Independencia

respetar otras formas de vida es necesario, siempre que los derechos humanos, de
las mujeres, se vean respetados.
No vamos a entrar a valorar en profundidad este aspecto, ya que no tene-
mos espacio ni tiempo para ello, pero nos parece imprescindible que las personas
educadoras puedan mostrar un panorama mundial de las diferentes situaciones,
características, vivencias etc. que tienen las jóvenes en el mundo.
Neutralidad
Imparcialidad
Humanidad

137
7.1.1. Algunos datos

LAS MUJERES SOMOS:


Universalidad

POBLACIÓN

1/2
Unidad

Y SIN EMBARGO
Voluntariado

HACEMOS

POBLACIÓN
HORAS DE TRABAJO
Y TENEMOS PROPIEDAD DE LOS BIENES
INGRESOS
Independencia

1/10

Estos datos bastarían para mostrar la discriminación que sufren las mujeres
a nivel mundial, y aunque no se pretende ser pesimista, lo que nos demuestra es
Neutralidad

que la pobreza es una de las características más importantes de las mujeres en el


mundo. Y si son jóvenes o niñas, las dificultades en el crecimiento, la falta de liber-
tad, la imposibilidad de elección en sus vidas, en conclusión, el inadecuado creci-
miento a cada momento de sus vidas, adaptado a cada edad se incrementan pro-
porcionalmente al nivel de pobreza.
Imparcialidad
Humanidad

138
ECONOMÍA:
Universalidad

El 70% de los dos millones de pobres en el mundo son mujeres,


muchas de ellas viven en la miseria más absoluta.
(Informe emitido por la ONU "Las mujeres en el mundo" 2009)

EDUCACIÓN:

De los 130 millones de menores no escolarizados, el 70% son chi-


Unidad

cas
(Human Rights Watch, “Promises Broken: An Assessment of
Children’s Rights on the 10th Anniversary of the Convention on the
Rights of the Child”).
Voluntariado

Una de cada cuatro niñas no asiste a la escuela mientras que en


el caso de los varones es uno de cada seis.
(Informe emitido por la ONU "Las mujeres en el mundo" 2000)
Independencia

SALUD

Riesgo de muerte por causas relacionadas con el embarazo.


(Informe emitido por la ONU "Las mujeres en el mundo" 2000)
África: 1 de cada 16 Asia: 1 de cada 65 (Europa: 1 de

cada 1.400)
Neutralidad

El 75% de las personas enfermas entre 15 y 24 años son mujeres


Global Coalition on Women and AIDS, Keeping the Promise: An Agenda for
Action on Women and AIDS,
http://data.unaids.org/pub/Booklet/2006/20060530_FS_Keeping_Promise_en.
pdf[2006a].)
Imparcialidad

En la pasada década el número de mujeres que viven en la pobreza ha au-


mentado desproporcionalmente, con respecto al de los varones. La feminización
Humanidad

de la pobreza se ha convertido actualmente en una de las realidades más


dramáticas a nivel mundial y sobre todo en los países en transición económica,
debilitando o desacelerando así su desarrollo político y social.
Frente a una idea tradicional de pobreza como estado, se tiende cada vez
más a concebirla como proceso, con diferentes momentos y dimensiones en la vida
de la ciudadanía.

139
Es necesario que el profesorado trasmita que no se hace referencia sólo a la
renta o al gasto, y a sus fuentes (el trabajo, la propiedad o las prestaciones) sino a
la carencia de otros bienes sociales, como las relaciones, la participación cívica o la
cultura. La Unión Europea define la exclusión como “imposibilidad de gozar
de los derechos sociales sin ayuda”, haciendo alusión a las dinámicas de tutela
Universalidad

que caracterizan hoy en día a una parte de la intervención pública.


El concepto de pobreza como situación de una clase social, de un grupo, o al
menos de un hogar, el término se individualiza: individuos de un grupo estable pue-
den llegar a estados de pobreza por diferentes rupturas en su entorno o en sus vi-
das, o incluso conocer la necesidad en el seno de hogares que no son pobres. Al
mismo tiempo su explicación no es exclusivamente económica; la etnia, la edad, el
Unidad

sexo u otros rasgos personales o socioeconómicos pueden determinar la integra-


ción o exclusión de individuos o grupos.
De ahí, que paralelamente haya que tener presente la idea de discrimina-
Voluntariado

ción. Cuando unos grupos corren más riesgo de encontrarse en situaciones de po-
breza o exclusión en razón de un rasgo, su sexo por ejemplo, estamos ante una si-
tuación de discriminación, con independencia de los procesos individuales y las ex-
periencias de cada persona.
Hay que evitar en el alumnado crea que
Hay que tener en cuenta que la pobreza es algo que no les importa fuera de
Independencia

su ámbito, y que la responsabilidad es de las


discriminación y pobreza no son personas que sufren ese estado. Al mismo
fenómenos independientes. En tiempo hay que hacer comprender que la
discriminación puede sumarse: una mujer
palabras de la Red Europea de joven africana tendrá muchas más po-
Mujeres: “La pobreza en general sibilidades, estadísticamente hablando, de
encontrarse en un grupo de riesgo, puesto que
Neutralidad

resulta de la incidencia de un los bienes sociales no se ofrecen a todos en


factor sobrevenido (enfermedad, igualdad de condiciones.
divorcio, maternidad, vejez) so- En este apartado se pretende dar una panorá-
mica de datos que den al alumnado la informa-
bre una discriminación estructu- ción necesaria para que se den cuenta las dife-
Imparcialidad

ral por razones de raza, edad, rentes situaciones que existen en el mundo, y
sobre todo las injusticias y desigualdades, por
sexo, clase”. eso se plantean los datos más espectaculares.
Humanidad

140
7.1.2. La diversidad cultural
Universalidad

Multiculturalidad Integración Valores


Respeto Diversidad Interculturalidad

Cultura Creencias Educación para el desarrollo


Unidad

Una definición simple de diversidad cultural podría ser la variedad de


creencias, conocimientos, costumbres, antecedentes etc. que tienen
Voluntariado

las personas según su nacimiento y/o ámbito dónde haya crecido:

“La diversidad cultural surge como la expresión positiva de un objetivo


general que busca lograr: la puesta en valor y la protección de las cul-
turas del mundo, frente al peligro de la uniformización.” José Marín
Independencia

La interculturalidad pretende poner en valor y hacer consciente el hecho


de que la sociedad es dinámica y cambiante debido a las interacciones continuas
entre diferentes grupos humanos así como que la mayoría de las sociedades mo-
dernas son fruto del mestizaje cultural que durante siglos ha vivido y experimenta-
Neutralidad

do. La interculturalidad es cuando diferentes culturas entran en interacción de una


forma horizontal y sinérgica. Las relaciones interculturales suponen el respeto a
la diversidad.
En este capítulo no queremos ahondar en estos conceptos sino establecer
simplemente el principio básico de respeto hacia el otro, la otra, hacia la persona
sin importar su procedencia y considerarla siempre.
Imparcialidad

Lo principal a trasmitir a los y las más jóvenes es el respeto a la diferencia.


Se trata de intentar moderar un inevitable etnocentrismo que lleva a “leer” las prác-
ticas culturales ajenas a partir de los criterios de la cultura de quien interpreta.
Los y las educadoras, deben mostrar que no hay culturas mejores, ni
peores.
Humanidad

Si aceptamos que no hay una jerarquía entre las culturas, estaremos postu-
lando el principio ético que considera que todas las culturas son igualmente dignas
y merecedoras de respeto. Esto significa, también, que la única forma de compren-
der correctamente a las culturas es interpretar sus manifestaciones de acuerdo con
sus propios criterios.

141
Pero esto no quiere decir que eliminemos nuestro juicio crítico, lo que su-
pone, es dejarlo inicialmente en suspenso hasta que entendamos la complejidad
simbólica de muchas de las prácticas culturales.
Por tanto, hemos de mantener nuestra capacidad crítica e introducir la pers-
pectiva de género cuando se plantea la enseñanza desde la interculturalidad.
Es necesario que las personas educadoras hagan un análisis desde la pers-
Universalidad

pectiva de género fomentando la visión dinámica de la cultura e incorporando al


análisis etnocéntrico de la misma el estudio del androcentrismo, cuestionando la
función normativa como medida y centro de todas las cosas.
Esta visión conduce a revisar el carácter inmutable y estructurante de las
tradiciones culturales y analizar los impactos desagregados por sexo (roles, funcio-
Unidad

nes, tareas, beneficios, etc.).


Esta perspectiva implica asumir el carácter heterogéneo, contradictorio y
versátil de las identidades culturales (género, raza, clase, etc.), el carácter relacio-
nal de la cultura y de los géneros y la variabilidad de géneros en función de culturas
Voluntariado

y contextos.

Incorporar esta perspectiva supone no sólo apreciar unos princi-


pios y valores sociales de equidad y justicia social sino que conlleva
Independencia

un proceso de toma de conciencia y compromiso social para actuar e


intervenir en la realidad para transformarla favoreciendo el empode-
ramiento e inclusión de grupos sociales y personas.
Neutralidad

En este sentido, la Educación para el Desarrollo33 pretende ser transfor-


madora y emancipadora, ya que muestra caminos y estrategias para hacernos
dueños y dueñas, de nuestra propia historia y poder intervenir activa y responsa-
blemente en ella. La Educación para el Desarrollo como proceso educativo enca-
minado a generar conciencia crítica sobre la realidad mundial pretende facilitar
herramientas para la participación y la transformación social en claves de justicia y
Imparcialidad

solidaridad.
La perspectiva de género incorpora una visión analítica y política sobre cómo
la diferenciación entre los sexos ha derivado históricamente en desigualda-
des sociales, políticas, económicas y culturales, favoreciendo procesos de re-
conocimiento, participación y transformación social encaminados a la justicia y
equidad. No es posible considerar estos principios sociales sin integrar e incluir la
Humanidad

perspectiva de género en las actuaciones.


Esta perspectiva pretende la visualización de las desigualdades en función
del sexo con el fin de corregir desequilibrios y desajustes en el acceso y control de
los recursos, bienes y servicios de una comunidad. Sería volver al término de em-
poderamiento que ya hemos explicado en un capítulo anterior.

33
Género en la educación para el desarrollo, ACSUR- las Segovias

142
Universalidad

Hemos de recordar sucintamente los conceptos básicos de los derechos


de las mujeres y las condiciones que necesitan para poder avanzar hacia la
igualdad sin importar la cultura en la que se plantee, pero si la dinámica para
llegar a ello):
Unidad

• Derecho al acceso a la Información y la formación (alfabetización)


• Derecho a la autonomía intelectual para pensar y reflexionar sobre
la propia vida y para tomar el control de ella
Voluntariado

• Derecho a la autonomía económica


• Derecho de acceso a todos los recursos ya todos los espacios en
igualdad.
Independencia

7.2. Roles de las mujeres en el mundo globalizado


7.2.1. Universalidad del patriarcado
Neutralidad

Para incidir en la omnipresencia de la desigualdad de género, hay que incidir


en la universalidad del patriarcado como un sistema de organización social que es-
tá presente a lo largo de todas las épocas de la historia de la humanidad y en todos
los continentes, sin importar la cultura, ni la etnia, ni el sistema político etc. Se ba-
sa, como ya hemos visto en capítulos anteriores, en que los puestos claves de po-
der están en manos exclusivamente o mayoritariamente de los varones.
Imparcialidad

Ahora bien, es evidente que no todas las sociedades se ajustan a la defini-


ción de patriarcado de la misma manera ni con la misma intensidad. Como bien di-
ce Alicia Puleo se pueden distinguir dos tipos de patriarcados: el de coerción y el
de consentimiento.
Los “patriarcados de coerción” mantienen unas normas muy rígidas en
cuanto a los papeles de mujeres y hombres. Desobedecerlas puede acarrear
Humanidad

incluso la muerte.
Este tipo de patriarcado puede ilustrarse de manera paradigmática con el or-
den de los muhaidines en Afganistán, que recluyó a las mujeres en el ámbito do-
méstico y castigó duramente a quien no se limitara estrictamente a los roles de su
sexo.

143
El segundo tipo, los “patriarcados de consentimiento”, en cambio, res-
ponde a las formas que el patriarcado adquiere en las sociedades desarrolla-
das.
Un ejemplo es la dictadura de la imagen que se les exige a las mujeres, re-
cordemos las famosas medidas 90-60-90
Universalidad

Un ejemplo claro de la universalidad del Patriarcado es la historia del reco-


nocimiento de los Derechos Humanos. No voy a retrotraerme a sus orígenes en la
revolución francesa pero si se debe volver a las Conferencias Mundiales de la
ONU, como punto de partida.
En el campo del reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres, y
Unidad

que hasta la Conferencia Mundial de los Derechos Humanos, realizada por las Na-
ciones Unidas en Viena en 1993, no se produjo el reconocimiento explícito de los
derechos de las mujeres como Derechos Humanos; en 1948, se aprobó la Declara-
ción Universal de los Derechos Humanos, y fue firmada, entre otros, por 4 mujeres,
Voluntariado

una brasileña, Berta Lutz, una dominicana, Minerva Bernardino, una estadouniden-
se, Virginia Gildersleeves y Wu Yi-Tang de China, y que lucharon con todas sus
fuerzas para conseguir la inclusión sexo en el artículo 2 y poner en entredicho el
nombre que recibiría la Carta, Declaración Universal de los Derechos del Hombre, y
consiguieron cambiarlo por el que ya conocemos.
Independencia

Esta Conferencia fue el comienzo de un diálogo del mundo para saber qué
estaba pasando con las mujeres. La Primera Conferencia Mundial sobre la condi-
ción jurídica y social de las mujeres se convocó en Méjico, para que coincidiera con
el Año Internacional de la Mujer, es decir, en 1975, observado para recordar a la
comunidad internacional que la discriminación contra las mujeres seguía sien-
do un problema en buena parte del mundo. La Conferencia, conjuntamente con
el Decenio de las Naciones Unidas para la Mujer (1976-1985) proclamado por la
Neutralidad

Asamblea General cinco meses después a instancias de la Conferencia, inició un


nuevo momento de esfuerzos a escala mundial para promover la igualdad de las
mujeres y abrir un diálogo de alcance mundial sobre la igualdad entre los géneros.

7.2.2. Situación ante los grandes problemas mundiales


Imparcialidad

Como ya se ha dicho a lo largo de esta guía, las desigualdades de oportuni-


dades entre mujeres y hombres perjudican en todos los ámbitos a las mujeres.

Es imprescindible desarrollar prácticas de coeducación tanto formal como


informal que posibiliten al alumnado ampliar sus conocimientos y comprender
Humanidad

otras formas de vivir, pero siempre bajo el prisma de la igualdad de género y


de la multiculturalidad.
Para ello hemos de motivar a la transformación social, ya que posibilita a ni-
ños y niñas nuevas experiencias de socialización y la oportunidad para cons-
truir su identidad desde otros códigos y referencias culturales.

144
En ocasiones esta situación, ubica a las mujeres en el desamparo más abso-
luto, sobre todo en las situaciones más dramáticas. El capítulo que nos concierne
ahora, va a describir alguna de estas situaciones, no son todas, ni tienen porque
ser las más dramáticas, pero si son necesarias narrarlas para conocer que la dis-
criminación de género implica unas realidades de las mujeres en las que las sitúa
Universalidad

en el desamparo más absoluto.

Conflictos armados
Comunidades enteras sufren las consecuencias de los conflictos armados,
las mujeres y las niñas se ven particularmente afectadas debido a su condición ju-
Unidad

rídica y social y también a su sexo. A menudo las partes en un conflicto violan a las
mujeres, y en ocasiones utilizan las violaciones sistemáticas de las mujeres como
una táctica de guerra.
Voluntariado

Otras formas de violencia contra las mujeres cometidas en los conflictos ar-
mados comprenden los asesinatos, la esclavitud sexual, el embarazo forzado y la
esterilización forzada.
A pesar de esto, las mujeres no deben ser consideradas únicamente vícti-
mas de guerra. Son ellas quienes asumen la función fundamental de garantizar la
subsistencia de la familia en medio del caos y la destrucción, y participan activa-
Independencia

mente en el movimiento en favor de la paz a escala comunitaria, fomentando la paz


en el seno de sus comunidades. Sin embargo, la ausencia de las mujeres de la
mesa de negociaciones sobre la paz es innegable.
En la Plataforma de Acción, aprobada por la Cuarta Conferencia Mundial so-
bre la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, se determinó que los efectos de los
conflictos armados sobre la mujer constituían una esfera de especial preocupación
que requería la atención de los gobiernos y la comunidad internacional, y se subra-
Neutralidad

yó la necesidad de promover la participación equitativa de las mujeres en la solu-


ción de los conflictos a los niveles de adopción de decisiones.
El número cada vez mayor de conflictos armados y las violaciones vincula-
das con ellos han dado lugar a un aumento en el número de corrientes forzadas de
desplazamientos internos y de personas refugiadas. Como regla general, más del
Imparcialidad

75% de las personas desplazadas son mujeres y niños, y en algunas poblaciones


de refugiados esas cifras alcanzan el 90%.
Los abusos de que son víctimas las mujeres y las niñas en los conflictos ar-
mados pueden adoptar diversas formas, como la violación, la esclavitud sexual y la
prostitución forzada. Las refugiadas siguen siendo vulnerables a la violencia y la
explotación cuando huyen, así como en los países de asilo y durante la repatria-
Humanidad

ción.

Feminización de la pobreza
La mayoría de los 1.500 millones de personas que viven con 1 dólar o me-
nos al día son mujeres. Además, la brecha que separa a los hombres de las muje-
res atrapados en el ciclo de la pobreza ha seguido ampliándose en el último dece-

145
nio, fenómeno que ha llegado a conocerse como "la feminización de la pobreza".
En todo el mundo, las mujeres ganan como promedio un poco más del 50% de lo
que ganan los hombres.
Las mujeres que viven en la pobreza a menudo se ven privadas del acceso a
recursos de importancia crítica, como los préstamos, la tierra y la herencia. No se
recompensa ni se reconoce su trabajo. Sus necesidades en materia de atención de
Universalidad

la salud y nutrición no son prioritarias, carecen de acceso adecuado a la educación


y a los servicios de apoyo, y su participación en la adopción de decisiones en el
hogar y en la comunidad es mínima. Atrapada en el ciclo de la pobreza, la mujer
carece de acceso a los recursos y los servicios para cambiar su situación.
La Plataforma de Acción aprobada por la Cuarta Conferencia Mundial sobre
la Mujer, celebrada en Beijing en 1995, identificó la erradicación de la carga persis-
Unidad

tente y cada vez mayor de la pobreza que pesa sobre la mujer como una de las 12
esferas de especial preocupación que requieren la atención especial y la adopción
de medidas por parte de la comunidad internacional, los gobiernos y la sociedad ci-
vil.
Voluntariado

La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones


Unidas debatió la cuestión relativa a la mujer y la pobreza en su 40º período de se-
siones, celebrado en 1996, y propuso la adopción de nuevas medidas por parte de
los Estados Miembros de las Naciones Unidas y la comunidad internacional, inclui-
da la incorporación de una perspectiva de género en todas las políticas y los pro-
Independencia

gramas orientados a la erradicación de la pobreza.


Entre las conclusiones convenidas del período de sesiones había medidas
encaminadas a la adopción de políticas que garantizaran que todas las mujeres tu-
vieran una protección económica y social adecuada durante los períodos de des-
empleo, enfermedad, maternidad, gestación, viudez, discapacidad y vejez; y que
las mujeres, los hombres y la sociedad compartieran las responsabilidades por el
cuidado de los niños, niñas y de otras personas dependientes.
Neutralidad

Un logro importante de la Conferencia de Beijing ha sido el reconocimiento


por los gobiernos de que algunos aspectos de la pobreza están vinculados al géne-
ro. Ello ha dado lugar a los esfuerzos que se realizan por reorientar las políticas de
erradicación de la pobreza de manera que aborden específicamente las necesida-
des de la mujer, especialmente en las zonas rurales. También ha conducido a la in-
Imparcialidad

troducción de una definición más amplia de la pobreza, en la que no sólo se toman


en cuenta las necesidades básicas mínimas, sino que incluye también la denega-
ción de oportunidades y opciones.

La mujer y la mundialización/globalización
Los efectos negativos de la mundialización de la economía mundial repercu-
Humanidad

ten desproporcionadamente sobre la mujer. La vinculación cada vez mayor de la


economía a los mercados mundiales a menudo da lugar a una reducción de los
gastos públicos y de los programas sociales, trasladando el costo a las familias,
donde suelen ser las mujeres las que llevan sobre sus hombros la carga adicional.

146
7.3. Trata de mujeres y niñas con fines de explotación Sexual

Trata de personas
El Protocolo para Prevenir, Suprimir y Castigar la Trata de Personas, Es-
Universalidad

pecialmente Mujeres y Menores, más conocido como el Protocolo de Palermo,


elaborado con motivo de la Convención de las Naciones Unidas contra la Delin-
cuencia Organizada Transnacional en diciembre del año 2000, define la trata de
personas como:
Unidad

“…la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas,


recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza u otras formas de coacción, al rapto,
al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la
concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de
Voluntariado

una persona que tenga autoridad sobre otra, con fines de explotación sexual. La
explotación incluye como mínimo, la derivada de la prostitución y de otras formas
de explotación sexual, trabajos o servicios forzados, esclavitud o prácticas simila-
res, servidumbre y extracción de órganos.”
Independencia

Según las Naciones Unidas, en su mayoría mujeres y niñas. Supone una


gravísima violación de los derechos humanos y es considerada una actual forma de
esclavitud y un delito que se ha convertido en el tercer negocio fraudulento más lu-
crativo después del tráfico de drogas y el de armas.
Este fenómeno vulnera derechos tales como34:
Neutralidad

- Derechos a no sufrir esclavitud, servidumbre forzada


- Derecho a no sufrir prácticas de tortura u otras formas de trato inhumano o
degradante
- Derecho a la salud
Imparcialidad

- Derecho a una vivienda digna en condiciones de seguridad


- Derecho a no ser discriminada por razón de género
- Derecho a un trabajo justo y con condiciones favorables
- Derecho a la vida
- Derecho a la libertad y seguridad
Humanidad

- Derecho a la libertad de movimiento


- Derecho a la integridad física y mental
- Derecho a la vida familiar, a la intimidad

34
Guía Básica para la identificación, derivación y protección de las personas víctimas de trata con fines de explotación. Red Española Contra la
Trata de Personas. Julio de 2008.

147
La trata de personas puede tener diferentes propósitos:
- la explotación sexual
- la explotación laboral, debido a la mano de obra barata
- los matrimonios forzosos
- las adopciones ilegales
Universalidad

- la extracción de órganos

Trata vs. Tráfico


En ocasiones se confunde el concepto de trata de personas, con el de trá-
Unidad

fico, que hace referencia al tráfico ilícito de migrantes. Éste último es una violación
de las leyes migratorias, es cuando se facilita la entrada de una o varias personas
en un país de forma ilegal a cambio de dinero. Es diferente del delito de trata, el
cual no necesariamente implica un traspaso de fronteras y se ejerce a través de
Voluntariado

coacción, engaño, fraude o violencia con el fin de la explotación sexual o laboral.


El Protocolo contra el Tráfico Ilícito de Migrantes por Tierra, Mar y Aire, acor-
dado también en la Convención de Palermo, lo define en su artículo 3 como:
“La facilitación de la entrada ilegal de una persona en un Estado parte del cual di-
cha persona no sea nacional o residente permanente con el fin de obtener, directa
Independencia

o indirectamente, un beneficio financiero u otro beneficio de orden material”


Normalmente el tráfico implica un consentimiento por parte de las per-
sonas migrantes, que pagan al traficante, aunque en multitud de ocasiones se
vulneren también sus derechos, por el contrario en la trata de personas la rela-
ción no es, por lo general, consentida y el traficante vulnera los derechos
humanos, en ocasiones, desde el traslado hasta la estancia en el país de des-
tino.
Neutralidad

El Protocolo de Palermo recoge que es irrelevante el hecho de que haya


habido consentimiento por parte de la víctima de trata si se ha recurrido a la ame-
naza, engaño, fuerza o abuso de una situación de vulnerabilidad.
Es importante la diferenciación entre ambos conceptos porque puede llevar a
las autoridades de los países a confundir las situaciones de las personas y por tan-
Imparcialidad

to la manera de enfrentarlas. Puede provocar que las víctimas de trata no sean


consideradas como tal sino como inmigrantes, no activándose los mecanismos de
protección de los derechos humanos para víctimas de este tipo de delito.
La víctima debe ser identificada por las autoridades o por una entidad o insti-
tución especializada a través de una valoración profesional e individual que se ajus-
te a lo recogido en el Tratado de Palermo.
Humanidad

Trata con fines de explotación sexual


Conocida antiguamente como “trata de blancas”, en referencia a las mujeres
europeas (blancas) trasladadas a países de Europa del Este, África y Asia, y obli-
gadas a ejercer la prostitución. Actualmente afecta a aproximadamente 2,5 millones
de personas al año según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y a unas

148
500.000 mujeres y niñas provenientes de países en desarrollo que son forzadas a
ofrecer servicios sexuales en Europa, según los datos de la Organización Interna-
cional de Migraciones (OIM).
El fenómeno de la trata puede darse entre continentes, países cercanos o
incluso dentro de las mismas fronteras; es un negocio ilícito que mueve entre 7.000
y 12.000 millones de dólares al año sólo por la venta inicial de las mujeres, que en
Universalidad

el país de destino puede llegar a alcanzar 32.000 millones de dólares al año35. En


éste, vastas redes de mafia, compuestas principalmente por hombres (desde los
países de origen hasta los países de destino) explotan los cuerpos de mujeres y ni-
ñas.
Este fenómeno no sólo es una violación a los derechos humanos, sino que
además en una forma de violencia hacia las mujeres. Relacionado muy estrecha-
Unidad

mente no sólo con las diferencias económicas entre países (Norte y Sur) sino ade-
más con las desigualdades de género existentes en todo el mundo.
Siendo así principalmente las mujeres y menores, que viven en pobreza, las
Voluntariado

personas más vulnerables a ésta. Variables como la convivencia con los conflictos
armados, guerras civiles o desastres naturales influyen negativamente en las situa-
ciones que propician caer bajo una red de trata.
Por tanto, la trata con fines de explotación sexual bebe directamente del fe-
nómeno de la feminización de la pobreza, la pobreza tiene cara de mujer y ello pro-
voca que sean ellas, en su mayoría, las que toman la decisión de desplazarse a
Independencia

otros países, dando lugar a la feminización, a su vez, de las migraciones, oportuni-


dad que es aprovechada por las redes de trata en su beneficio, aprovechando las
expectativas de las mujeres de mejorar sus vidas y las de su entorno.
Es importante, además, señalar que la existencia de la trata de personas con
fines de explotación sexual no existiría si no hubiera una demanda de servicios
sexuales, en su mayoría, de hombres. Si la demanda no existe, la oferta tampoco;
Neutralidad

si los hombres europeos no demandaran la venta de sexo (en España uno de cada
cuatro hombres ha pagado por sexo) no se traficaría con mujeres y menores.
España es uno de los principales países de tránsito y destino de mujeres víc-
timas de trata con fines de explotación sexual. La mayoría son jóvenes de entre 18
y 25 años provenientes de países del este de Europa, América Latina, África Sub-
sahariana y Asia con bajos niveles educativos y pocos recursos económicos. Son
Imparcialidad

captadas por las redes en sus países, a través del engaño o la coacción, y en algu-
nas ocasiones obligadas a prostituirse en el nuestro.

La trata como una forma de violencia de género y vulneración de los dere-


Humanidad

chos humanos
La Declaración sobre la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres de
Naciones Unidas firmada en 1993, define en su artículo 1 la violencia de género
como:

35
Trata de mujeres con fines de explotación sexual en España. Estudio Exploratorio. Federación de Mujeres Progresistas. 2008.

149
“todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o
pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para
la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria
de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como privada”
En su artículo 2 especifica:
a) la violencia física, sexual y psicológica que se produzca en la familia, inclui-
Universalidad

dos los malos tratos, el abuso sexual de las niñas en el hogar, la violencia
relacionada con la dote, la violación por el marido, la mutilación genital fe-
menina y otras prácticas tradicionales nocivas para la mujer, los actos de
violencia perpetrados por otros miembros de la familia y la violencia relacio-
nada con la explotación
Unidad

b) La violencia física, sexual y psicológica perpetrada dentro de la comunidad


en general, inclusive la violación, el abuso sexual, el acoso y la intimidación
sexuales en el trabajo, en instituciones educacionales y otros lugares, la tra-
ta de mujeres y la prostitución forzada.
Voluntariado

c) La violencia física, sexual y psicológica perpetrada o tolerada por el Estado,


dondequiera que ocurra.
Como se comentaba anteriormente la trata con fines de explotación sexual es
considerada una de las formas más crueles de violencia de género y está basada
en las desigualdades de género.
Independencia

La violencia de género se ejerce sobre las mujeres por el mero hecho de serlo,
en este caso los hombres se aprovechan de su posición de poder y abusan de la si-
tuación de vulnerabilidad que sufren las mujeres. No sólo se hace referencia a los
términos de pobreza, sino también a los estereotipos de género.
Haciendo referencia al modelo hegemónico de sexualidad masculina, los hom-
bres a diferencia de las mujeres, tienen una necesidad sexual “natural”. La sexuali-
dad masculina se enfoca en el placer, mientras que la de la mujer se centra más en
Neutralidad

la reproducción.
La trata con fines de explotación sexual se basa en la existencia de ese merca-
do local en que hombres del mismo país o de otro demandan esos servicios. Debi-
do al incomparable cantidad de mujeres que pagan por servicios sexuales, se po-
dría decir que el fenómeno de la explotación con tales fines es un negocio de hom-
Imparcialidad

bres para hombres.


La relación entre mujeres y hombres se establece a través del binomio dominio-
explotación, donde los primeros ejercen todo tipo de violencias hacia las segundas
y atentan contra sus derechos de libertad, salud, integridad y dignidad36:
- Retirada de importantes documentos: pasaportes, certificados de nacimiento
y documentos de identidad
Humanidad

- Mantenimiento de la deuda en la moneda del país de destino: reteniendo su


salario para cobrarse gastos de viaje y alojamiento
- Violencia física: agresiones físicas y sexuales, palizas, torturas y uso de ar-
mas

36
Guía de sensibilización para Jóvenes contra la Trata de Mujeres con Fines de Explotación Sexual. Federación de Mujeres Progresistas.
2008.

150
- Violencia emocional y psicológica: amenazas de daño a sus familiares, ame-
nazas de ser arrestadas o deportadas, destrucción de sus pertenencias, in-
ducción al consumo de drogas, aislamiento.
- Violencia sexual: forzada a ejercer la prostitución
Las consecuencias del ejercicio de estas violencias son37:
Universalidad

- Embarazos no deseados
- Infertilidad
- Daños permanentes en el esqueleto
- Lesiones de las zonas genital y anal
- Contagio de infecciones y enfermedades de transmisión sexual
Unidad

- Estrés postraumático
- Fuerte ansiedad, depresión, insomnio y estrés
Voluntariado

- Suicidios o intentos de suicidio frecuentes


Esta violencia es ejercida principalmente por los proxenetas y los clientes, las
redes de mafia de trata con fines de explotación sexual se basan en una amplia red
de vínculos masculinos: desde los captores en los países de origen hasta los que
pagan por su cuerpo de las mujeres en el país de destino.
Independencia

Formas de captación y organización de las redes de trata de mujeres y niñas.


Contextos de origen y de los de destino.
La trata de mujeres con fines de explotación sexual no sería posible sin la
existencia de vastas redes internacionales. Éstas llevan a cabo una actividad crimi-
nal muy bien organizada que se basa en relaciones de trabajo informales y una
gran flexibilidad. La red está formada por un amplio abanico de figuras clave desde
Neutralidad

los captores, pasando por aquellos que facilitan el desplazamiento y la acogida,


hasta los que disponen los lugares donde se produce la explotación sexual de las
mujeres. En su mayoría son hombres, aunque según los datos más recientes cedi-
dos por el Ministerio del Interior Español en los cuatro primeros meses del año
2010 de las personas detenidas por delitos de trata y explotación sexual un 38,1%
Imparcialidad

eran mujeres.

La red está formada por:


- Personal reclutador: un familiar o amistad, en ocasiones son mujeres.
- Proxenetas: son aquellos que viven de las ganancias de una mujer prostitui-
Humanidad

da y se apoderan de parte o de todo el dinero, según la definición legal.


- Personal gerente de locales: intervienen principalmente en la fase de acogi-
da, vigilan los movimientos de las víctimas y les retienen la documentación.
- Prestamistas: proporcionan el dinero para el desplazamiento, deuda que
luego se obliga a pagar a las mujeres en la moneda del país de destino.

37
La prostitución. Claves básicas para reflexionar sobre un problema. APRAMP y Fundación Mujeres. 2005.

151
- Personal intermediario: se encargan de coordinar los trámites del viaje, en-
tradas y salidas.
- Personal administrador: llevan el control de los beneficios y rentabilidad.
- Falsificantes de documentos: suelen formar parte del funcionariado del país
de origen, falsifican documentos para facilitar la salida
Universalidad

- Vigilantes: vigilan a las víctimas ejerciendo violencia física o psicológica.


- Policías: facilitan el cruce de fronteras de forma ilegal.
La red organiza las siguientes actividades:
- La captación
- El transporte
Unidad

- El traslado
- La acogida
Voluntariado

- La recepción de las personas


Formas de captación:
“Se define como la estrategia y táctica para adquirir mujeres y convertirlas en pros-
titutas”38:
- Internet y nuevas tecnologías: cada vez se utilizan más para captar a muje-
Independencia

res a través de anuncios llamativos que prometen un dinero fácil en otro pa-
ís, agencias matrimoniales o de citas, agencias de viaje.
- Familiares o amistades que a cambio de dinero hacen de captores.
- Falsos novios que seducen a las mujeres jóvenes para ganarse su confian-
za.
- Anuncios de prensa que ofrecen trabajo como modelo, bailarinas, azafatas,
Neutralidad

servicio doméstico.
- Agencias reclutadoras de empleo.
- Compra y venta de mujeres sobre todo en zonas muy pobres, donde son en
ocasiones las propias familias las que venden a sus hijas.
Imparcialidad

- Secuestro o captura
No hay que olvidar que la pobreza y la necesidad es la principal fuente de
captación. En la mayoría de los casos el mundo que rodea a las mujeres no ofrece
más oportunidades.
Los medios utilizados39:
Humanidad

- Amenaza.
- Uso de la fuerza: violencia física, tortura, uso de armas, agresiones sexua-
les, vigilancia, confinamiento, “encarcelamiento”, denegación de agua o co-
mida y de asistencia médica, el embarazado o aborto forzoso, uso de dro-
gas, etc.
38
La prostitución. Claves básicas para reflexionar sobre un problema. APRAMP y Fundación Mujeres. 2005.
39
Guía Básica para la identificación, derivación y protección de las personas víctimas de trata con fines de explotación. Red Española Contra la
Trata de Personas. Julio de 2008.

152
- Coacción: servidumbre por deudas, control de movimientos, de llamadas o
contactos, fotos o vídeos para comprometer a la víctima, retirada de docu-
mentos de identidad, control de ingresos, violación o castigo a otras vícti-
mas, represalias contra familiares, etc.
- Engaño: promesas falsas de trabajo y uso de documentos falsos, contratos
de trabajo inexistentes, promesas de grandes ganancias, engaño sobre con-
Universalidad

diciones de trabajo y salario, etc.


- Abuso de poder.
- Abuso de una situación de vulnerabilidad.
- Concesión o recepción de pagos para obtener el consentimiento de una per-
sona que tenga autoridad sobre otra.
Unidad

Una vez que las víctimas llegan a su lugar de destino son trasladadas a clubs
de carretera, pisos o calles donde son forzadas a ejercer la prostitución. Las muje-
res se encuentran en situaciones de vulnerabilidad al estar en un país o una zona
Voluntariado

que desconocen, sin documentos de identificación, en ocasiones con un gran des-


conocimiento del idioma, en situación administrativa irregular y sin redes de apoyo
sociales de amistades o familia.
De vez en cuando las cambian de lugar para que no lleguen a establecer rela-
ciones con personas externas. Están permanentemente coaccionadas para que no
denuncien ni a las Fuerzas de Seguridad del Estado ni a entidades expertas en la
Independencia

materia.

Contexto de origen.
El contexto en el que se encuentra la mujer antes de convertirse en víctima de este
delito y las estructuras sociales que la rodean crean el caldo de cultivo del que se
aprovechan los tratantes. Existen una serie de variables que facilitan esta situación
Neutralidad

de vulnerabilidad:
- Pobreza.
- Conflictos armados internos o contextos de posconflicto: en contextos donde
no hay una autoridad fuerte las mujeres sufren continuas vejaciones como
agresiones sexuales.
Imparcialidad

- Desastres naturales
- Necesidad o deseo de buscar nuevos horizontes
- Déficit en el acceso a los recursos y a la educación
- Su rol como “cabeza de familia” en núcleos monoparentales
Humanidad

- Querer mejorar su situación económico-social.


Estos son una serie de indicadores que motivan a muchas mujeres a migrar
hacia otros países o continentes, como Europa que goza de una prosperidad eco-
nómica o sistemas políticos democráticos consolidados.
Es necesario resaltar que las mujeres que acaban siendo víctimas de las re-
des, no son personas totalmente vulnerables, sino lo son sus situaciones, es-
to es importante a tener en cuenta, porque no se debe infravalorarlas, ya que

153
son mujeres valientes y con capacidad de acción que deciden abandonar su
país y arriesgarse a viajar en busca de una vida mejor40.

Al igual que hay un contexto previo que define la situación de las mujeres vícti-
mas, existe un contexto en el país de destino que propicia la situación de explota-
ción de personas, y más especialmente de mujeres.
Universalidad

- Poca disposición de los países receptores para ratificar directivas internacio-


nales vinculantes que protejan los derechos de las personas migrantes. Difi-
cultando que adquieran permisos de residencia y trabajo.
- Transporte de bajo coste.
- Nuevas tecnologías y sistemas de comunicación que facilitan la comunica-
Unidad

ción entre miembros de la red.


- Demanda de servicios sexuales en países desarrollados.
- Corrupción de autoridades oficiales que al igual que con otros negocios ilíci-
Voluntariado

tos como el tráfico de drogas o armas colaboran con las mafias a cambio de
algún tipo de beneficio.

Identificación de las víctimas


Independencia

Las personas que son víctimas de trata con fines de explotación sexual pueden
tener historias y situaciones muy diferentes entre sí, aún así, existen una serie de
factores que les caracteriza y facilita su identificación como tal41:
- Lugares donde se encuentran: clubes, bares, salones de masaje, zonas o
calles donde se ejerce la prostitución.
- Carencia de documentos de identidad o pertenencia de documentos falsos.
Neutralidad

- Ausencia o escasez de dinero


- Aislamiento de familia u otras redes sociales
- Incapacidad de expresarse en el idioma del país, aún llevando mucho tiempo
en él.
- Medidas extremas de seguridad en su lugar de “trabajo”
Imparcialidad

- Incapacidad de desplazarse sola a los sitios, siempre acompañada de al-


guien, incluso cuando acuden a un centro sanitario.
- En ocasiones, muestran signos de golpes, magulladuras…
- Presentan ansiedad y miedo, especialmente susceptibles o impresionables.
Humanidad

40
Guía de sensibilización para Jóvenes contra la Trata de Mujeres con Fines de Explotación Sexual. Federación de Mujeres Progresistas.
2008.
41
Guía Básica para la identificación, derivación y protección de las personas víctimas de trata con fines de explotación. Red Española Contra la
Trata de Personas. Julio de 2008

154
Trata de mujeres vs. prostitución
Hay que comenzar esta reflexión remarcando por una parte, que al tratar el
tema de tráfico internacional de mujeres, no se incluye a aquellas mujeres que la
ejercen libremente, es decir, aquellas que pudiendo elegir entre diversas posibilida-
des que le reporten más o menos las mismas ganancias y para las que haya podi-
do tener acceso a la formación necesaria, eligen dedicarse a alquilar sus cuerpos
Universalidad

para fines de comercio sexual, gozando del libre ejercicio de sus derechos.

Siguiendo el estudio sobre prostitución femenina en Cataluña realizada


por el Institut catalá de la Dona, se analizan los dos enfoques principales dados
al tema:
Unidad

La visión voluntarista
Supone la libertad de la persona en la elección, incluyendo el propio cuerpo
Voluntariado

y la vivencia de la sexualidad. Si todas y todos vendemos en el Mercado al-


gún aspecto de nuestra persona, no es más condenable el hecho de mer-
cantilizar el cuerpo, se trata de una opción personal legítima.
La visión determinista
Explica la prostitución como una salida inexorable a unas condiciones con-
Independencia

cretas: condicionamientos económicos, socioculturales, sexuales, y psicoló-


gicos.

Así pues, hablar del tráfico de personas con fines de explotación sexual es
hablar del mal que acompaña a la prostitución, y es hablar también sobre las des-
igualdades de género y la dominación masculina que conlleva, la impunidad con
Neutralidad

que se violan los Derechos Humanos, y la íntima relación que guardan con la po-
breza.

“Debemos avanzar en el sentido que los seres humanos deberíamos


Imparcialidad

tener como meta: el pleno desarrollo de los individuos en equidad


con los demás que forman su especie, la globalización de los Dere-
chos Humanos como mínimo indispensable de calidad de vida, la li-
beralización de una sexualidad sana, la independencia de los pode-
Humanidad

res públicos de los criterios religiosos y dogmáticos y la búsqueda


de la paz social, paralelamente a un reparto económico justo, no só-
lo entre clases sino también entre géneros, y al respeto por la sobe-
ranía de los pueblos y por los Tratados Internaciones firmados a es-
te fin.” Juana María Santana (MdM)

155

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