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A simple vista podemos decir que es mejor alejar este tipo de tecnología
de nuestros niños, más aun si estos tienen entre 0 a 5 años de edad, considerado
por muchos una edad de esponja; es allí donde deseo que entendamos que esta
llamada “EDAD DE ESPONJA”, debe ser aprovechada correctamente por los
padres hacia los hijos, recordemos que muchos tienen horarios de trabajo muy
recargado y dejan a sus pequeños en lugares donde solo se les enseña a
identificar los colores y pasan jugando la mayor parte del tiempo, sin embargo el
uso adecuado de la tecnología nos permite introducir en los niños, aplicaciones
que puedan enseñar o reforzar más de lo que recibe a diario el niño o niña, y sin
la necesidad de sentarse a enseñar al niño cuando se está cansado después de
una larga jornada de trabajo.
Con este argumento, no pretendo dar a entender que nuestros hijos deben
convertirse en dependientes de la tecnología o que dejemos su enseñanza en
este tipo de aparatos, recordemos “El uso adecuado”, muchos expertos en niños
de esta edad como es el caso de Adrina Rodríguez, menciona que en un horario
adecuado, el niño debe recibir enseñanza, lo que ese horario seria ocupado por
una aplicación didáctica que ayude al niño positivamente.
Para, (FERNANDEZ, 2016) dice: “Lo primero que hay que hacer es
entender que la tecnología ha venido para quedarse. Si a tu hijo no le das un
móvil cuando el resto de compañeros lo tienen, entonces le estás perjudicando.
Lo que hay que hacer es enseñarle que esto es una herramienta, no un fin”. (pág.
06).
Si nos dedicamos a explicar a los niños las funciones que cumplen cada
uno de estos aparatos, entonces estamos cumpliendo y añadiendo información
adecuada, correcta, asertiva al cerebro de nuestro niño que esta como una
esponja, por otro lado es importante controlar el tiempo en que nuestros niños
pasan frente a una pantalla.
Referencia Bibliográfica