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we € ciencias sociales, Resulta necesaria para pensar tanto la unidad de ta condicién humana como la diversidad y la diferencia entre pueblos y comunidades. La nocién de cultura por otra parte, se eneuentra hoy en el centro de Este libro presenta fa genealogia dela en las ciencias sociales y favorece un ba sus usos y abusos de un modo que permite situar e iluminar las’ discusiones actuales. En ese sentido, constituye una herramienta de trabajo adecuada para el socidlogo y el fildsofo, el psicélogo y el historiador. Denys Cuche es profesor de Etnologia en la Sorbona (Facultad de Ciencias Humanas y Sociales, Paris-V). Es también investigador del Laboratorio de Etnologia de 1a Sorbona yen el CERIEM. .N. 950-602-385.9, (iii) Nueva Visién La nocién de cultura en las ciencias sociales Denys Cuche wt hci koantionmimonannnaaannananaaaan Conecci6n Caves Dirigida por Hugo Vezzetti 7 K = UN Denys Cuche™ “ERE? LA NOCION DE CULTURA EN LAS CIENCIAS SOCIALES Edicion actualizada Manus! Manciquer Diaz ens Omenrguet om "Fone: 09 «700685, Nueva Visién Buenos Aires 1 LA INVENCION DEL CONCEPTO CIENTIFICO DE CULTURA La adopcién, en el siglo xx, de una reflexiGn positiva sobre el hombre y la sociedad condujo a la creacién de la sociologia y de la etnologia como disciplinas cientfficas. Laetnologia intentard daruna respuesta objetivaa la vieja cuestién de la diversidad humana, :Cémo pensar la especifi- cidad humanaen|adiversidad delos pueblosydelas“costum- bres”? Los f ss de la etnologia cientifica comparten el. misma postulado: el de la uni hombre, herenéia de Ta uses. Para ellos, la dificultad consistié en pensar ta diversidad dentro de la unidad. —-Paro no se satisfaen con una respuesta proveniente de la biologia para contestar esta pregunta. Justamente, si crean una nueva ciencia, es para aportar otra explicacién de la diversidad humana, una respuesta quero sea lade la existen- cia de “razas” diferentes. Los etnélogos exploraron dos cami- nos simulténea y competitivamente: el que privilegia la uni- dad y minimiza ja diversidad, reduciéndola a una diversidad “temporal’, segin un esquema evolucionista y el que, por el contrario, le otorga toda la importancia a la diversidad y se dedica a demostrar que ésta no se contradice con la unidad fundamental de la humanidad. Un concepto emergié como herramienta privilegiada para pensar este problema y explorar las diferentes respuestas posibles: el de “cultura®. La palabra flotaba en el aire pero se utilizaba, en general, tanto en Francia como en Alemania, en un sentido normative. Los fundadores de la etnologia le dieron un sentido puramente deseriptivo. Para ellos no se trataba, como para los fildsofos, de decir lo que debia ser la cultura, sino de describir qué era, tal como aparece en las sociedades humanas. Sin embargo, en sus comienzos la etnologia no pudo esca- par completamente de la ambigiiedad y no se deshizo con facilidad de todo juicio de valor ni de toda implicacién ideol6- 19 ica. Pero como se trataba de una disciplina en formacién que, por esta misma raz6n, no podia ejereer una influencia determinante en e! campo intelectual de la época, permitio que la reflexion sobre la cuestién de la cultura escapara en gran parte del debate pasional que oponfa “cultura” a “civili- zacibn” y conservara una relativa autonomia epistemolégica. La introduccién del concepto de cultura se levé acaba con un éxito desigual en los diferentes paises en los que nacié la etnologia, Y, por otra parte, no hubo acuerdo entre las diferentes “escuelas” sobre la cuestién de saber si hay que utilizar el concepto en singular (la Cultura) o en plural (las culturas), en una acepeién universalista o particularista, ‘Trior Y¥ LA CONCEPCION UNIVERSALISTA DE LA CULTURA Laprimera definicién del concepto etnoldgico de cultura esde Edward Burnett Tylor (1832-1917), antropélogo britani Cultura o eivitizacién, tomadas en su sentido etnolégico més extenso, es todo complejo que comprende el conacimiento, las creencias, el arte, la moral, el derecho, las costumbres ‘ylas otras capacidades ohabitos adquiridos por el hombre en tanto miembro de la sociedad. (1871, pl] Esta definicién, clara y simple, necesita, sin embargo, de ‘algunos comentarios. Como vemos, pretende ser puramente descriptiva y objetiva, y no normativa, Por otra parte, rompe con las definiciones restrictivas e individualistas de la cultu- +a: para Tylor, la cultura es la expresion de Ja totalidad de la yi laste hombre. Se caracteriza por su dimension” ‘colectiva. Finalmente, la cultura es adquirida y no se origina en la herencia biolégica. No obstante, si bien la cultura es adquirida, su origen y earacteristicas son, en gran parte, inconscientes. Aun cuando Tylor es el primero que propone una definicién conceptual, noes el primero que emplea el término en etnolo- gia. En el uso que hace de la palabra, é! mismo fue influido directamente por los etnélogos alemanes alos que habialeido, y especialmente por Gustave Klemm quien, en contradiccién con la tradicién romantica germénica, utilizaba Kultur en un sentido objetivo, sobre todo para referirse a la cultura ma- terial. 20 OK En Tylor, la duda entre “cultura” y “civilizacién” es carac- teristica del contexto de la época. Privilegia, finalmente, “cultura”, porque comprendeque“civilizacién’, inclusotoma- da en un sentido puramente descriptivo, pierde su cardcter de concepto operatorio a partir del momento en el que se la aplica a las sociedades “primitivas”, dado que su etimologia remite a la constitucidn de las ciudades y por el sentido que adquirié en las ciencias histéricas en las que designa princi- palmente las realizaciones materiales, débilmente desarro- Hadas enestas sociedades, “Cultura”, definicién que proporcion: ‘bre Reutrecae Berra que los convertia en_ ‘No hay que asombrarse de que la invencién del concepto se Edward Tylor, librepensador al que su calidad de uéquerdy, por lo tanto de minoritario, le habia cerrado as ‘Buertas de la universidad inglesa, Tenia fe en la capacidad del a progresar y compartia en este. Ta unidad psiquica de Ta humanidad, que explicaba las simi- litudes observadas en sociedades muy diferentes: segun él, en condiciones idénticas, el espiritu humano funcionaba en todas partes de manera semejante. Heredero de las Luces, adheria también a la concepcion universalista de la cultura de los fildsofos del siglo xvur. EI problema que intentaba resolver era conciliar en una misma explicacidn la evolucién de la cultura y su universali- dad. En Primitive Culture, que aparecié en 1871, y que se tradujo al francés bastante r4pidamente (en 1876), obradela que se dijo que fundaba la etnologia como ciencia auténoma, se interroga acerca de los “origenes de la cultura” (titulo del primer tomo)y acerca de los mecanismoS de suevolucién. Fue el primer etndlogo que abordé, efectivamente, los problemas eulturales con un alcance general y sistematico. Fue el primero que se dedicé a estudiar la cultura en todas los tipos de sociedades y en todos sus aspectos, materiales, simbélicos e, incluso, corporales. Tylor ajusta su método de estudio de la evolucién de la cultura por medio de las “supervivencias” culturales luegode una estadia en México. Alli, habia podido observar la coexis- tencia de costumbres ancestrales y de rasgos culturales recientes. Por medio del estudio de las “supervivencias” tenia | Mowuvelta s bsiviove POTEREGaSE 4 una SécI9 21 : PGI Funan En 1648 PO? GEo%GE FP que ser posible, pensaba, remontarse al conjunto cultural original y el Generalizando este ‘principio meto- lolégico habia llegado alaconclusion de que la cultura de los _puchlos prmiivpscontempardneosroprésentaba globaliente i humanidad: se trataba de una supervivencia de las primeras fases de la evolucion. cultural, fases por las que necesariamente debieron de pasar las culturas de los pueblos civilizados. El método del examen de las supervivencias requeria, Jogicamente, la adopeién del método comparativo. que Tylor introdujo en Ja etnologia. Para él, el estudio de las culturas singulares no podia hacerse si no se las comparaba entre si, pues estaban vinculadas unas con otras en un mismo movi- miento de progreso cultural. Por el método comparativo se fijaba como objetivo establecer al menos una escala grosera de los estadios de la evolucién de la cultura, ‘Tylor intentaba probar la continuidad entre la cultura primitiva y la cultura mds avanzada. En contra de los que establecian una ruptura entre el hombre salvaje y pagano y el ‘hombre civilizado y monoteista, se dedicé a demostrar el lazo esencial que unia al primero con el segundo. Entre primitivos y_civilizados no existe una diferencia de naturaleza sino simplemente de grado de avance en el camino de la cultura, ‘Tylor combatié fogosamente la teoria de la degeneracién de os primitives, inspirada en los tedlogos que no podian imagi- nar que Dios hubiese creado seres tan “salvajes", teoria que permitia no reconocer en los primitivos a seres tan humanosco- mo los otros. Para él, por el contrario, todos los humanos eran seres de cultura por entero y la contribucién de cada puebloal progreso de la cultura era digna de estima. Como se ve, su evolucionismo no excluia cierto sentido de Ja relatividad cultural, mas bien rara en su época. En lo restante, su concepciGn del evolucionismo no era para nada rigida: estaba conveneido de que existia un paralelismo absolutoen la evolucién cultural de las diferentes sociedades, Por eso proponia, en ciertos casos, la hipétesis difasionista, ‘Una simple similitud entre rasgos culturales de dos culturas diferentes no bastaba, segun él, para probar que estuvieran en el mismo lugar en Ja escala del desarrollo cultural: podia ‘haber difusién de una hacia la otra. De una manera general, fiel asu preocupacién por la objetividad: cientifica, se mostra- ba prudente en sus interpretaciones. Por su obra y por sus preocupaciones metodologicas, Ed- 22 ward Tylor es considerado, con justicia, el fundador de la antropologia britanica. Por otra parte, le debemos ol recono- cimiento de esta ciencia como disciplina universitaria: en 1883, en Oxford, fue el primer titular de una eétedra de antropologia en Gran Bretaia. 'BOAS ¥ LA CONCEPCION PARTICULARISTA DE LA CULTURA iranz Boas (1858-1942) habia nacido en una familia judia alemana de espiritu liberal. Estaba sensibilizado por la ‘cuestién del racismo pues habia sido victima del antisemitis- mo de algunos de sus condiseipulos en la universidad. Hizo sus estudios superiores en varias universidades alemanas, primero en fisica, luego en matematica, finalmente en geo- grafia (fisica y humana). Esta tltima disciplina ibaa levarlo hacia la antropologia. En efecto, en 1883-1884, participé de una expedicion a los Esquimales de la tierra de Baffin. Fue como geégrafo, con los intereses de un gedgrafo (se trataba de estudiar el efecto del entorno fisico sobre la sociedad esqui- mal), pero se dio cuenta de que la organizacién social estaba mas determinada por la eultura que por el entorno fisico. Volvié a Alemania decidido a dedicarse, a partir de ese momento, a la antropologia. En 1886, Boas volviéaira América del Norte, esta vez para hacer trabajo de campo etnografico sobre los indigenas de costa norveste, en la Columbia briténica. Entre 1886 y 18 permanecié durante largo tiempo entre Tos Kwakiutl, 1os Cl nook y los Tsimshian, En 1887 deeidié establecerse en los, Estados Unidos y nacionalizarse norteamericano. ‘Todala obra de. Boasesun ntentopor pensar la diferencia Al_Ja diferencia fundamental entre los jumanos es de orden cult ‘ormado en la antropologia fisica, manifesté cierto interés por esta disciplina, pero se dedicé a deconstruir lo que constitusa, en esa época, el concep- tocentral: la nocién de “raza”. En un estudio que tuvo mucha resonancia, hecho sobre una poblacién de inmigrantes llega- dos a los Estados Unidos entre 1908 y 1910 (17.821 sujetos), 23 demostré, recurriendo a métodos estadisticos, la extrema rapidez (el espacio de apenas una generacién) dela variacién delos rasgos morfolégicos (en especial dela forma del eraneo} por la presién de un entorno nuevo. Seguin él, el coneepto ‘seudocientificode “raza” humana, concebido comoun conju to permanente de rasgos fisicos especificos de un grupo humana, no resiste el examen. Las retendidas “razas” no son estables, no exi bl smedias. La carac- teristica de los grupos humanos en ei plano fisico es su plasticidad, su inestabilidad, au mestizaje. Con sus conclu- siones se anticipo a los descubrimientos posteriores de la genética de las poblaciones humanas. Por otra parte, Boas también se dedicé a demostvar lo absurdo de la idea, dominants en su época e implicita en la nocién de raza, de un vineulo entre los rasgos fisicos y los Tasgos mentales, Para él era evidente que los dos dominios se originan en andlisis completamente diferentes. Y, precisa. ‘mente para oponersea esa idea, adopta.l canceptodecultura, que le parecia el més apropiado para dar euenta de la diversi dad humana. Para él no existe diferencia de “naturaleza” (biolégica) entre primitivos y civilizados, sélo diferencias de cultura, adquiridos y por lo tanto no innatos. De manera que ‘en Boas, contrariamente a lo que algunos sostuvieron, el concepto de cultura no funciona como unteafemismovdel concepto de “raza”, ya que construyé, precisamente, aquél en contra de éste. Fue uno de los primeros cientificos sociales que abandoné el concepto de “raza” en la explicacion de los comportamientos humanos. A la inversa de Tylor, del que, no obstante, tomé ia definicién de cultura, Boas se dio como objetivo estudiar “las” culturas, mas que “la” Cultura. Muy reticente a las grandes tesis especulativas, en especial a la tooria evolucionista unilineal, entonces dominanteen el campo intelectual, expu- So en una comunicaeién de 1896 lo que consideraba “los mites del método comparativo en antropologia”. Seentrents al comparatismo imprudente de la mayoria de los autores evolucionistas. Para él, existia muy poca esperanza de descu- brir leyes universales del fancionamiento de las socicdades y de las culturas humanas, y aun menos, leyes generales de la evolucion de las culturas. Critico radicalmente el método de Ja "periodizacién” que consiste en reconstituir los diferentes UW & ELFEISND: POeaing Cor ged F Seadoo vg F Omg MAS Erasing OviNEr\a estadios de evolucién de la cultura a partir de pretendidos origenes. : ‘Boas desconfiaba también, y por las mismas razones, de las tesis difusionistas basadas en las reconstrucciones seudohis- toricas. En general, descartaba toda teoria que pretendiera explicar todo. Por rigor cientifico rechazaba cualquier genera- Jizacién que saliera del marco de lo que podia ser demostrado cempiricamente. Eseéptico, analista mas que te6rico, nunca tuvo la ambicién de fundar una escuela de pensamiento, En cambio, quedaré en la historia de la antropologia como el fandador del método induetivo e intensive de campo. Concebfa a la etnologia como una ciencia de observacion directa: segiin él, en el estudio de una cultura particular todo debe ser anotado, hasta el detalle del detalle. Preocupado por estaren contactocon la realidad, a Boas nole gustabarecurrir a informantes. El etndlogo, si quiere conocer y comprender una cultura, debe aprender!a lengua en uso en esacultura. Y ‘més que realizar entrevistas més o menos formales la situa- ciéndeentrevista puede influir en lasrespuestas—debe, sobre todo, estar atento a todo lo que se dice en las conversaciones “esponténeas”, incluso, agregaba, no dudar en “escuchar dete de a puerta”. Todo estosuponialargaseatadias en as blaciones elegidas para estudiar la cultura. ee ae oeiey ‘Boas es el inventor del método mono- grafico en antropologia. Pero coma llevaba la preocupacién por el detalle hasta el extremo fa_un cor mustive deTacultura concly- ‘sion general, 6] mismo nunca realizé ninguna monografia en ‘sentido pleno del término. Incl bia Hegado a pensar que todo retrato sistematico de uultura conlleva, necesa- “Toque le imp ‘mpedla hacerie-auiqueravhertr sr ides de que “calls cuTGOTE Torm@ Ui Todo coherente ‘¥ funcional, : ‘A Boas le debemos la concepeién antropoligica de “relati vismo cultural”, aun cuando no sea é! quien haya creado la expresién, que aparecera mas tardey aun cuando nohaya sido el primeroen pensarla relatividad cultural. En él, el relativis- ‘mo cultural es, en primer término, y quizé més que ninguna otra cosa, un principio metodolégico. Para escapar de toda forma de etnocentrismo en el estudio de una cultura en particular, recomendaba abordarla sin a priori, sin aplicar eategorias propias para interpretarla, sin compararla pre- maturamente eon otras culturas. Aconsejaba ser prudente, 25, Etnocentrismo La palabra fue creada por el sociélogo norteamericano William G. Summer y aparecié por primera vez en 1906 en suabra Folkiways. Segiin su definicidn “el etnocentrismo}.es el término-téenico in de Tag cosas segtn el -cual-nuestro-propio grupo es el centro de todo y tedas los -oteos grupos son-medidos ye incon él. Cada grupo nutre su propio orgulloy vanidad, se jactade ser superior, exalta sus! propias divinidades y considera con desprecio a los extranjoros. Cada grupo piensa que sus Propias costumbres (folkways) son lag Unicas buenas y si -observa-que-otros-grupos tienen atas costumibres, datas —brovocan-su-desdén” (citado por Simon (1995, p. 57)), La actitud que se describe parece universal, con diferentes formas segiin las sociedades. Como escribio Lévi-Strauss, a Jos hombres siempre les costé considerar la diversidadde las ceulturas como un “fenémeno natural, resultado de las rela ciones directas 0 indirectas entre las sociedades” [1952], La mayoria de los pueblos denominados “primitivos” conside- ran que la humanidad termina en sus fronterae Gtnicas 6 lingijisticas, y por eso se designan a si mismos con un nombre de etnia que significa, segtin los casos, “los hom- bres”, “los excelentes*, o incluso, “los verdaderos”, en oposi- cién a los extranjeros que no son reconocides como seres hhumanos por entero En cuanto a las sociedades denominadas “histéricas”, tam- bign les resulta dificil concebir la idea de unidad de la humanidad en la diversidad cultural, El mundo grecorro- ‘mano antiguo ealificaba de “bérbaros” a todos los que no participaban de la cultura grecorromana, En consecuencia, ‘en Europa occidental, el término “salvaje se utilizabacon el mismo sentido, para dejar fuera de la cultura, dicho de otra manera, de la’ naturaleza, a los que no pertenecfan a la ‘cultura ‘occidental. Con esta actitud, los “civilizados” se comportan exactamente igual que los “barbaros”o los “sal- vajes”,Alfinal decuentas, znotenemosel derecho de pensar, con Lévi-Strauss, que el “barbaro es, en primer término, el hombre que eroo on la barbaric” (1952)? Eletnocentrismo puedet a calural, religiosa isa es tnglust_poltia. puede “marformas sutiles y racionales. Enel campo sociales, se puede hacer comosi se reconocierael fendmenode ladiversidad de las culturas y,al mismo tiempo, se conecibie- ra la variedad de las eulturas como una simple expresidn de difefentes etapas de un Gnico proceso de civilizacion, Deesta ‘matera, el evolucionismo del siglo xix, al imaginar“estadios” de Yn desarrollo social unilineal, se permitia clasificar las culturas particulares sobre la base de una sola escala de Civilizacion, Ladiferencia cultural, desde esta perspectiva,es sélo apariencia; tarde o temprano est Namada a desapare- ‘er, En ruptura total con esta concepcién, la antropologia, ‘cultural introduce la idea de la relatividad de las culturas y de su imposible jerarquizacién a prior. Y recomienda, para ‘escapar de todo etnocentrismo en la investigacién, la aplica- cidn del método de la observacion participante. paciente, dar “pasitos® en la investigacién. Era consciente de la complejidad de cada sistema cultural y pensaba que séloel examen metédico de un sistema cultural por si mismo podia lograr su complejidad. ‘Ademas de un principiometodolégico, el relativismo cultu- raldeBoasimplicaba, también, unaconeepcién relativista de la cultura. De origen alemsn, formado en las universidades alemanas, no podia no haber estado influido per a nocién particularista alemana dela cultura. Paral, cada cultura es Unica, especifica. Su atencién estaba esponténeamente atraé- da por lo que hace a la originalidad de una cultura. Casi ‘nuneacon anterioridad, lasculturas particulareshabian sido objeto de un tratamiento auténomo de este tipo por parte de 26 los investigadores. Es que, para Boas, cada cultura represen- ta una totalidad singular y todo su esfuerzo consistfa en investigar lo que las convertia en una-unidad. De ahi su preocupacién no sélo por describir los hechos culturales sino porcomprenderlos vinculndolosconel conjuntocon el quese relacionan. Una costumbre particular sélo se puede explicar si se la relaciona con el coritexto cultural io. También se ‘epee cad elu x To ma ‘hace a su coherencia. ta cultura esta dotada de un “estilo” particular que se expresa a través de la lengua, las creencias, las costumbres y también el arte, pero no sélo. Este estilo, este “espiritu” propio de cada cultura, influye en el comportamiento de los a7 individuos. Boas pensaba que la tarea del etndlogo era tam- bign elucidar el vinculo entre el individuo y su cultura. Sin duda existe una relacién estrecha entre el relativismo cultural como principio metodolégico y como principio episte- molégico que culmina en una concepcién relativista de la cultura. La elevcién del método de abservacion prolongada y sistemiatica, i. de una entidad-eultural determi- eae eee eee eet ~como autépoma. La transformacién de una etnografia de viajeros “que no hacen mas que estar de paso” en una etnografia de largas estadias modificé completamente la percepcién de las culturas particulares, Hacia finales de su vida, Boas jnsistid en otro aspecto del tlativiao cultural Exe mde sx tambien pane tice que afirma la di idad de cada cultura v proclama el rancia por las culturas diferentes, Dado que ina manera nica deser hombre, tiené derecho, si est amenazz ima y a la protecei Si so considera la obra de Boas en su rica diversidad yen Jas incontables hipétesis sobre los hechos culturales que posee, se descubre que toda la antropologia cultural norte- ‘americana futura se encuentra anunciada en ella. La IDeA DE CULTURA [EN LOS FUNDADORES DE LA BTNOLOGIA FRANCESA Si se la compara con los paises vecinos, Francia manifiesta originalidad en el desarrollo de las ciencias sociales. Allinace la sociologia como disciplina cientifica pero, paradéjicamente, esta anterioridad va a generar un retraso en la ereacién de la etnologia francesa. En un primer momento la sociologia ocupa, podria decirse, todo el espacio de a investigacién sobre las sociedades humanas. La etnologia ~seria mas justo decir la etnografia~se reduce al estatus de rama anexa de la sociologia. La “cuestién social” domina y oblitera la “cuestion cultural” Una comprobacién: [a ausencia de concepto cientifico de cultura en los comienzos de la investigacién francesa En el siglo xx y comienzos del xx, en las ciencias sociales francesas, los investigadores se conformaban con e! 30 lin- 28 giistico dominante en ese momento y empleaban de manera corriente el término “civilizacién” ya consagrado por los histo- riadores y practicamente nunca el de “cultura” en un sentido colectivo y descriptive. Sin embargo, como estaban muy al tanto de los trabajos cientificos alemanes, se negaban, a traducir Kultur por su homdlogo francés y preferian usar “civilizacién”, Asimismo, la obra de Tylor, Primitive Culture, tuvo cierto eco en la comunidad cientifiea francesa, pero el titulo en francés fue La Civilisation primitive. Eltérminocultura, usado porlosinvestigadoresfranceses, se relacionaba, en general, con su acepcién tradicional eneleampo intelectual nacional; se referia al dominio del espiritu y sélo cra comprendidoen un sentidoelitista y restringido y en un sentido individualista (la cultura de una persona “cultivada”). Es claro que el contexto ideologico de la Francia del siglo xaxbloqueé la emergencia del conceptodeseriptive de cultura, Los sociélogos y los etndlogos estaban demasiado impregna- dos del universalismo abstracto de las Luces como para pensar la pluralidad cultural en las sociedadeshumanassino era con referencia a “la” civilizacién. El eontexto histérico, es verdad, no levaba a interrogarse sobre esta cuestién. La epopeya colonial se hacia en nombre de la misién “civilizado- ra” francesa. La rivalidad y los conflictos con Alemania oponian dos nacionalismos que utilizaban la nocién de Kultur yde“civilizacién” como armas de propaganda. Finalmente, el Estado-nacién francés, confrontado en el ultimo tercio del ‘sigloxixconel rapido desarrollodelainmigraciénextranjera, adoptaba una politica cultural que tendia, resueltamente, a la asimilacion de estas poblaciones, de acuerdo con el modelo centralista que ya habia surtido sus efectos en las culturas regionales del pais. En la etnologia francesa de los comienzos, el concepto de cultura brilla por su ausencia. Habré que esperar el desarrollo de una etnologia de campo, en los afios treinta, para que comience a aparecer, especialmente en los investigadores afri- anistas, como Marcel Griaule o Miche! Leiris. La etnologia adquiere en esos afios cierta autonomia en rélacion con la sociologia y se forja sus propias herramientas conceptuales. La confrontacién directa y prolongada con la alteridad y la phura- lidad cultural beneficia la emergencia del concepto de cultura mediante la introduccién de cierto relativismo cultural. Pero esta emergencia del conceptoes muy lentaen Francia ¢, incluso en la literatura etnolégica, “civilizacién” hard algo 29 mas que resistir, de manera que ambos términos se emplea- ron indistintamente hasta los afios sesenta. La obra clasica de Ruth Benedict, Patternes of Culture, se traduce en 1950 con el titulo (desafortunado desde todo punto de vista) de Echantillons de civilisations.* Durkheim yel enfoque unitario de los hechos de cultura Emile Durkheim (1858-1917), por una curiosa coincidencia, nacié el mismo aio que Franz Boas y, como éste en la antropologia norteamericana, ocupé una posicién “de funda- dor” en la antropologia francesa. Socidlogo mas que etnélogo, Durkheim no dejé de desarrollar una sociologia con orienta- cién antropolégica. En efecto, su ambiei6n era comprender lo social en todas sus dimensiones y en todos sus aspectos, incluyendo la dimensién cultural, a través de todas las formas de sociedades. En 1897, con la creacién dela revistaL‘Année sociologique, Durkheim ‘contribuyé a fundar la etnologia francesa y a asegurarle un reconocimiento nacional e internacional, con Ja publicaci6n en los sucesivos mimeros de muchas monogr fias etnogréficas y resefias de obras etnoldgicas, en general, extranjeras. En cuanto al propio Durkheim, no usaba casi nunca el concepto de cultura. En su propia revista, “cultura” en una Jengua extranjera se traducta, en general, por “civilizaci Pero si bien solo recurria excepeionalmente al concepto de cultura, esto no queria decir que no se interesara por los fendmenos culturales. Para él, los fenémenos sociales tienen, necesariamente, una dimensién cultural ya que son, tam- bién, fenémenos simbélicos. Durkheim contribuyé mucho a extraer del concepto de civilizacién sus presupuestos ideolégicos mas o menos impli- cites. En una ‘Note sur la notion de civilisation”, redactada Junto con Mareel Maussy que apareci6en 1913, se esforz6 por Proponer una concepeién objetiva y no normativa de la civilizacion, que inclusa la idea de la pluralidad de las civili- zaciones sin por eso quitar el valor a la idea de la unidad del hombre, Para él no existia ninguna duda de que la humani- * Bn tanto que ta traduccion al espanol del criginal en inglés seria Petrones de cultura, la traduccion del titulo en francés es Muesiras de ‘ivilizaciones. (N. de la.) 30 ‘quc compartia el pens: umiento de Durkheim, con quien cala- _Soraba estrechamento, Ta fue todavia mas explicito en 1901: dad es una, de que todas las civilizaciones particulares contribuyen a la civilizacion humana. No concebfa una dife- rencia de naturaleza entre primitives y civilizados. Mauss, Lacivilizacién deun pueblonoesotracosa queelconjuntodesus | fenimenos stiles; y hablar de pueblos ineuta,sin clon cicn’, de pueblos “naturales” (Naturvolker) es hablar do cosas aque no existen (L‘Année Socilogique, tomo WV, p.141) | El famoso articulo, escrito por Durkheim y Maussen 1902, “De quelques formes primitives de classification”, intentaba demostrar que los primitivos son perfectamente capaces de pensamiento logico. Durkheim no cambiard sus ideas sobre este punto, Mas tarde, en Formes élémentaires de la vie religieuse, confirmaré su posiciGn inicial, al recurrir por una vez a la noci6n de cultura: L..Jel pensamiento conceptual es contemporéneo dela huma- nidad. Por lotanto nos negamos a ver en élel producto de una ‘cultura més o menos tardia [1912]. Si bien Durkheim compart{a algunos aspectos de la teoria evolucionista, sin embargo se apartaba de las tesis més, reductoras y especialmente de la del esquema unilineal de evolucién comin a todas las sociedades. En una resefiadeuna obra alemanasobre la “psicologia de los pueblos”, ciencia muy en boga en ese entonces en Alemania, en desacuerdo con la hipotesis central de la obra, que proponia la idea de un devenir idéntico para toda la humanidad, eseribié: Nada autoriza a creer que los diferentes tipos de pueblos van todos en el mismo sentido; hay algunos que siguen los earmi- nos més diversos. El desarrollo humano debe imaginarse no ‘como una linea en la que las sociedades se dispondrian unas detras de las otras, como si las mas avanzadas no fuesen més que la continuacion de las mas rudimentarias, sino como un 4arbol con ramas miiltiples y divergentes. Nada nos dice que la civilizacién de mafana seri solo la prolongacion més levada de la de hoy; quizas suceda lo contrario: quizas tenga como agentes a pueblos que consideramas inferiores, como en, China, por ejemplo, y que le daran una direccién’ nueva e inesperada (L'Annéee sociologique, tomo XII, 1913, pp. 60-61). 31 Por lotanta, el pensamiento de Durkheim noestaba exento de una gran sensibilidad respecto de la relatividad cultural, ‘que provenia de su concepeién general de la sociedad y de la normalidad social. Abordaba esta cuestién adoptando un camino relativista: la normalidad relativa de cada sociedad y de su nivel de desarrollo. Su concepeién de la normalidad era, por consiguiente, puramente descriptiva y se basaba en una especie de “media” propia de cada tipo de sociedad. “Aios mas tarde, en 1929, en un estilo més polémico y més explicito, Mauss continuard el pensamiento de Durkheim, durante una conferencia sobre las “civilizaciones”: Los hombres de Estado, os filésofos, el piblico, los publicis- tas més adn, hablan de la civilizacin. En ua perfodo nacio- nalista, la civilizacién, es siempre su cultura, lade la nacién, pues en general ignoran la civilizaei6n de los demas. En un periodo racionalista y generalmente universalista y cosmo- polita[..a Civilizacidn constituye una especie de estado de fosasideal y real ala vez, racional y natural al mismo tiempo, ‘causal y final en el mismo momento, que se ira separando, poco a poco, por un progreso del que no se duda [.. Bota osencia perfecta no tuvo nunca otra existencia que de un mito, la de una representacién colectiva. Bsta creen- tia universalista y nacionalista al mismo tiempo es, incluso, tun rasgo de nuestras civilizaciones internacionales y nacio~ pales del occidente europeo y de la América no indigena [1990, pp. 103-104). Consecuente consigo mismo, Durkheim habia Hegado a privilegiar un empleo ne rigido de la nocién de civilizacion ‘que hacia funcionar como un concepto “de geometria varia~ ble”. En la “Note sur la notion de civilisation”, escrita con Mauss, se preocupa porque la nocién salga de la generalidad difusa que la caracterizaba para poder darle un contenido conceptual operatorio: “la” civilizacién no se confunde con la hhumanidady su devenir, tampococon una nacion en especial; Jo que existe, lo que se puede observar y estudiar, son diferentes civilizaciones. ¥ hay que entender por “eiviliza- cin” un conjunto de fendmenos sociales que no estén vinculados con un organismo ‘social particular; éstos se extienden por areas que superan el territorio nacional o bien se desarrollan en pertodos tempora~ les que superan la historia de una sola sociedad [1913, p. 471 32. ‘No hay que buscar en Durkheim una teoria sistematica de lacultura. Su reftexién sobre la cultura no forma un conjunto unificado. La preocupacién central de su obra era, mds bien, determinar la naturaleza del vinculo social, Sin embargo, su ‘concepcién de la sociedad come totalidad orgdnica determina- ba su concepeién de la cultura ode la civilizacion: para él, las, civilizaciones constituyen “sistemas complejos y solidarios”. En contra de las tesis individualistas, que refutaba por sia psicologismo, Durkheim afirmaba la prioridad de la sociedad sobre el individuo. Es evidente que su concepeién de los fondmenos culturales participaba del mismo holismo meto- dolégico. En las Formes élémentaires de la vie religicuse, especialmente, pero luego en Le suicide (1891), desarroll6 una teorfa de ja “conciencia colectiva” que es una forma de teoria cultural, Para él, en toda sociedad existe una “concien- cia colectiva”, formada por representaciones colectivas, idea- les, valores y sentimientos comunes a todos los individuos de esa sociedad. Esta conciencia colectiva precede al individuo, se le impone, es exterior a él y lo trasciende: existe disconti- nuidad entre la conciencia colectiva y la conciencia indivi dual, la primera es “superior” a la Segunda, pues es mas, ‘compleja y mas indeterminada. La conciencia colectiva lleva a cabo la unidad y la cohesién de una sociedad. Las hipétesis de Durkheim sobre la conciencia colectiva ejercieron una influencia cierta sobre la teoria de la cultura como “superorganismo” de Alfred Kroeber (1917). Tam! es posible realizar una conexién entre la nocin de conciencia colectiva-Durkheim le atribufa caracteristicas espirituales— y las nociones de pattern cultural y de “personalidad basica” delos antropélogosculturalistas norteamericanos. Durkheim mismo usaba, en ocasiones, la expresién “personalidad co- lectiva” en ui sentido muy cercano al de “coneiencia colecti- va’. Sibien el concepto de cultura est préeticamente ausen- te de la antropologia de Durkheim, esto no le impidié propo- ner interpretaciones de fenémenos con frecuencia considera- dos “culturales” por las ciencias sociales. Lévy-Bruhl y el enfoque diferencial Aunque la obra de Lucien Lévy-Brubl (1857-1939) no haya tenido la misma resonancia ni ejercido la misma influencia que la de Durkheim, se observa que en sus comienzos, a 33 través de sus fundadores, la etnologia francesa dudaba entre dos concepeiones de la cultura, una unitaria, la otra diferen- cial. La confrontacién entre estas dos concepciones en un debate cientifico en oeasiones dspero contribuyé en gran medida al desarrollo de la etnologia francesa. Apartir de 1910, con su obra Les Fonetions mentales dans es socictés inférieures, Lévy-Bruhl coloca la diferencia cultu- ralenelcentro desu reflexién. Se pregunta por las diferencias de “mentalidad” que pueden existir entre los pueblos. Esta nocién de “mentalidad” no estaba muy alejada de la acepeién etnolégica de “cultura”, término que précticamente no utiliz6. ‘Toda_el-es de Lévy-Bruhl consistié en refutar la rogreso mental teoria evolucionista unilineaty ta tsis “Bhgancral, se opuso ala iden mismade:prinitees eamnue ara asindividuosdefassociedades de cultarasoralasno que los “civilizados”, jos dinicos adultos Verdaderos, pero qué ntestaran ingenuamente, con respuestas “infantiles®. Enla ‘imitive, afirmabar {Silla actividad mental delos primitivos (ya nol seinterpreta de antemano como una forma rudimentaria de la nuestra, ‘como infantily casi patologica,[...] ever, por el contrario, como ‘normal en las condiciones en las que se ejerce, como compleja y, a su manera, desarrollada [1922, pp. 15-16) De esta manera, Lévy-Bruhl se oponia a una cierta concepeién dela unidad dela psiquis humana que implica- ba un modo tinico de funcionamiento. No compartia las tesis de Tylor sobre el animismo de los primitivos (para éste, el animismo constituia la forma més antigua de creencia religiosa, es decir, la creencia en laexistenciay en a inmortalidad del alma y, por lo tanto, en seres espiritua- les, basada principalmente en la interpretacién de los suefios: criticaba su exeesiva insistencia en demostrar su cardcter “razonable’. Por las mismas razones estaba en desacuerdo con Durkheim, al que le reprochaba querer probar que los hombres, en todas las sociedades, tienen una mentalidad “logica” que obedeceria necesariamente a las mismas leyes de la razén. Estos diferendos entre Lévy-Bruhly sus paresnoeranmés que la expresién de un debate cientifico muy animado sobre lacuestion della alteridad y dela identidad culturales. Lévy- 34 Bruhl hizo una contribucién en nada desdefiable a este debate. Habria que preguntarse por qué esta contribucién fue mal comprendida, luego deformada y finalmente recha- zada y, en gran parte, olvidada. Dominique Merllié [1993] responde a esta pregunta y_ propone una nueva lectura, sin a priori, de este autor. Contrariamente a la presentacién que se hace habitualmen- te, su obra no es etnocentrista. Fue calificada como tal para desacreditarla mejor, en tanto que todo el esfuerzo de Lévy- Bruh! consistié justamente en un intento por pensar la diferencia a partir de las categorias adecuadas. Pero este intento entraba en contradiccidn con el universalismo (abs- tracto) de las Luces y sus principios étieos que servian de marco de referencia para la mayoria de los intelectuales franceses de comienzos del siglo. ‘Lo que se denomina la tesis de Lévy-Bruhl era presentado por él mismo como una “hipétesis de trabajo”, como recuerda Merllié. No por intentar dar cuenta de la diferencia de mentalidades, dejaba de afirmar la unidad de la psiquis humana. Para él, la unidad de la humanidad era mas. ‘impor- tante que la diversidad. El concepto de “mentalidad primiti- va” (“prelégica”) no era mas que un instrumonto para pensar Ja diferencia. Su manera de trabajar, que utilizaba explicita- mente el trabajo de campo, no era nada dogmatica. Por otra parte, segiin este autor, la diferencia no excluye la ‘comunicacién entre los grupos humanos, que es posible gra- cias a la pertenencia a una comin humanidad. No existe, por Jo tanto, corte absoluto entre las diferentes “mentalidades” que no participan de logicas contradictorias. Lo que difiere entre los grupos son los modos de ejercer el pensamiento y no Jas estructuras psiquicas profundas en tanto tales. Lévy-Brubl pensabaque“mentalidad prelégica” y “mento. lidad légica” no son incompatibles y coexisten en toda soci dad; pero la preeminencia de una o de otra puede variar ‘segtin los casos, lo que explica la diversidad de las culturas. Alrecurrir al concepto de “mentalidad” no pretendia que los sistemas de representaciones y los modos de razonamiento en cl seno de una misma cultura formaran un conjunto perfectamente estable y homogéneo sino que esperaba indi- car la orientacién general de una cultura determinada. El concepto de “mentalidad” no logré imponerse entre los etnélogos, sin duda a causa de las criticas y de los procesos (intencionalmente)injustos quesc le hicieron a Lévy-Bruhl, que 35 nodejan deestaren relacién con ciertas criticas quese dirigirén luego a los eulturalistas, como lo seniala Dominique Merll in dudas hay algo de comparable en la forma de deserédito tun poco sistemtico que golped alos trabajos de los “cultura listas". Lévy-Bruhl esboza, por otra parte, andlisis muy ereanos a los de los antropélogos culturalistas [.. (1993, nota 26, p. 7) La nocin de “mentalidad” tendra mas éxito por el lado de los historiadores, especialmente en los de la escuela de los Anales. Es verdad que la usaron en una acepeién menos generalizadora y menos psicologista, puesto que la atencién estaba puesta, en general, en la diferenciacién social dentro de una misma sociedad. 36 m EL TRIUNFO DEL CONCEPTO DE CULTURA Aunque el concepto o, al menos, la idea de cultura se impuso, la investigacién sistemética sobre el funcionamiento de la culturaen general ode lasculturas en especial no se desarro- M6 de la misma manera en todos los paises en los que empez6 a tomar impulso la etnologia. En los Estados Unidos.es donde elco ior rec eno-de la antropologia ‘norteamericana es doi i i rica mas importante. En este contexto cientifico particu- ter is invoctigecnsobrela cosstondelacie in ccultura(s) es verdaderamente acumulativa y nunea experimenté una verdadera caida. Esto es tan verdadero que hablar de antro- pologia norteamericana o de “antropologia cultural” viene a ser préeticamente lo mismo. La consagracién cientifica de “cultura” es tal en los Estados Unidos que el término es répidamente adoptado en su sentido antropolégico por disci- plinas veeinas, especialmente la psicologia y la sociologia. [Las RAZONES DEL BxITO La investi cientifica 1 independiente del contexts en el que se praduce. Ahora bien, el contexto nacio- nal norteamericano es muy especifico, comparado con los contextos nacionales europeos. Los Estados Unidos se repre- sentan a ellos mismos como un pais de inmigrantes de diferentes origenes culturales. En los Estados Unidos la inmigracién funda y precede a la nacién que sereconoce como una nacién pluriétnica. El mito nacional norteamericano, segin el cual la legitimi- dad de la ciudadania esté practicamente vinculada a la inmigracién -el norteamericano es un inmigrante o un des-

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