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EL CARTEL: UN PARTICULAR MODO DE LAZO SOCIAL ENTRE ANALISTAS

María Eugenia Vila

"Cuatro se eligen, para proseguir un trabajo que debe tener un producto propio. Producto propio de
cada uno y no colectivo. La conjunción de los cuatro, se hace alrededor del Mas Uno quien, si es
cualquiera, debe ser alguien. A su cargo está velar por los efectos internos de la empresa y de provocar
su elaboración" J. Lacan.

Lacan pensó al Cartel –órgano de base- como un dispositivo propicio en el trabajo con otros, en una
escuela de Psicoanálisis. O sea, unos de los pilares en los que se sostiene la misma, especialmente en
relación a la formación del analista. Este es el carácter esencial que debe destacarse: el Cartel como
un modo de lazo social que sirve de bisagra entre la formación y el trabajo de escuela.

El lazo social es un modo de encuentro del sujeto con el otro, que implica la castración en tanto
conlleva una pérdida de goce. Su establecimiento solo es posible a partir de la no relación sexual y se
produce por la mediación del fantasma.

Podría decir: no hay relación sexual pero hay relación social, la que posibilita el discurso.

Los cuatro discursos, tal como los trabajó Lacan, son modos o formas de decir que no hay relación
sexual. "El discurso es un lazo social que es posible porque hay falta" (1) Cada uno de los discursos
resguarda esta cuestión, que remite en última instancia a la imposibilidad estructural.

La creencia de gobernar sin resto, del discurso amo, o el pretendido acto de educar, del discurso
universitario, constituyen algunos ejemplos de las formas con que los lazos sociales intentan tornar
posible esta cuestión de estructura, siendo cada discurso

"guardián de un imposible" (2)

Los imposibles freudianos, gobernar-analizar-educar, a los que Lacan les agrega, hacer desear,
precipitan modos de lazo social, formas discursivas que despliegan el empecinamiento de hacerlo sin
resto. "Lacan nombra real a ese resto que escapa a toda captura discursiva". (3)

A estos discursos Lacan los llamó: del amo (o del inconsciente), universitario, el de la histérica (o del
analizante) y el del analista.

Situando el discurso en estos términos, es interesante reflexionar acerca del Cartel, como un modo de
lazo social, y de algunas situaciones que pueden presentarse, en las que se despliegan predominancias
discursivas diversas donde el sujeto ocupa, respecto del saber, diferentes posiciones.

La estructura del Cartel propone un particular lazo social regulado por la lógica de incompletud que
lo determina con el propósito, tal como lo propuso Lacan, de que en una escuela de Psicoanálisis
predominen les efectos de discurso sobre los efectos de grupo.

"x + 1" es la formalización que propone Lacan para el Cartel asimilándolo al nudo borromeo y destaca
la función nominante del cuarto anillo.

Dice en R.S.I.:

"El punto de partida de todo nudo social se constituye por la no-relación sexual como agujero,
no dos, al menos 3. Y lo que quiero decir, es que si Uds. no son más que 3, eso hará 4. De ahí mi
expresión "mas uno". El cuatro es lo que por esta doble lazada, soporta lo simbólico de aquello
para lo cual está hecho, a saber El nombre del padre. La nominación es la única cosa de la cual
estemos seguros que eso hace agujero".
El Más uno, tal como Lacan lo propuso, forma parte de la estructura del Cartel. "A su cargo está
velar por los efectos internos de la empresa y de provocar su elaboración". Especialmente,
sostener la relación que cada integrante tenga, en su trabajo, con lo que tiene para decir.

La aparición de algún obstáculo es inevitable, podría decir: condición de estructura. Por lo tanto,
corresponde hacer una lectura del mismo. O sea pensar cómo cada integrante del grupo trabaja o es
trabajado por dicho obstáculo. Cabe destacar que esto requiere del análisis del analista para su
realización.

El desconocimiento de estas cuestiones puede conducir al "empecinamiento de que la cosa


funcione" (4) propio del discurso amo.

Son variadas las situaciones en las que puede convocarse a un Más uno. Puede ocurrir en un momento
de la tarea que se lo haga dirigiendo a él sus preguntas o en espera de una guía o de alguna palabra
"reveladora", ubicándolo en el lugar del maestro y / o conductor. Más allá de que en alguna ocasión
puede ser necesario que brinde alguna información, por caso bibliográfica, creo que es fundamental
una intervención que permita disipar cierto empantanamiento imaginario, que habiéndose instalado,
provoca un detenimiento en la tarea. Una intervención que se oriente en reubicar la falta, y, por
consiguiente, despeje los efectos masificantes. O sea que opere allí, donde el pequeño grupo se asemeja
más a la masa que a un cartel.

Sabemos que la masa se organiza alrededor de un líder. Isidoro Vegh plantea que "No hay estructura
colectiva que no se organice alrededor de un trazo". (5)

En el trabajo en carteles, el nombre que los integrantes eligen cuando lo inscriben en una escuela, no
solo representa un primer tiempo de un producto -colectivo- sino también, el trazo que los reúne y los
causa en la tarea. Trazo que en un tiempo los alcanza, alienándolos, y en otro, pone a funcionar lo
singular de cada uno y permite el surgimiento de un producto propio y ya no colectivo.

Es con este producto propio que el cartel puede nombrarse como tal.

También considero que su funcionamiento no es sin la función del Más uno, ya que ésta marca la
diferencia con otra clase de grupo.

Habrá habido Cartel en tanto dicha función haya podido operar ubicando al "a" en el lugar del agente,
recreando ese vacío fundante que permita a cada miembro del cartel, sostener la relación, en su trabajo,
con lo que tiene para decir.

Se trata de establecer cierta homologación, en este caso, con el discurso del analista. El Más uno no
es un conductor, ni un líder ni un maestro. Tampoco el trabajo en Cartel es un análisis. Aunque se le
demande ocupar estos lugares, es preferible que se abstenga y realice las operaciones necesarias para
sostener la continuidad de la tarea.

"En lo imaginario, el Mas uno, plantea Silvia Wainsztein, puede representar al que sabe más, al
SSS de la transferencia en el discurso analítico. La demanda que se le dirige es la de soportar la
transferencia de trabajo que propicie la transmisión de una enseñanza". (6)

El Cartel, cuya estructura conlleva una lógica de incompletud, constituyó una propuesta en relación a
la forma que había tomado la transmisión del Psicoanálisis centrada en adquirir conocimientos, en la
exigencia de aprender.

Una enseñanza sin cuestionamiento, por acumulación, en términos de Lacan "engaña la ignorancia, en
lugar de utilizarla"
Frente a esto, Lacan pone el acento en la transferencia de trabajo, sostenida en la falta de saber.

La experiencia en Carteles constituye el difícil desafío de sostener este vacío de saber, trabajando con
otros, debiendo estar dispuestos, tanto a desenamorarnos de lo que decimos, algunas veces, y otras a
sostener nuestra palabra.

Así como algunos se sostienen en el amor al líder, el Cartel es sostenido por la transferencia de trabajo
y el movimiento del deseo.

El producto propio es efecto del funcionamiento de un grupo que ha devenido Cartel. Una posible vía
por la que un analista, en una escuela de Psicoanálisis, puede tomar su palabra recreando ese vacío de
saber que hace escuela.

Dice Moustapha Safouan: "La formación de los analistas no requiere una organización donde
desaparezcan (si es que eso es concebible) las diferencias entre las funciones o las
responsabilidades a cargo de unos u otros. Requiere una organización, no diré "donde ello
hable", sino donde pueda hablar el sujeto que se considera ha advenido allí donde ello estaba.
En suma, no hay formación psicoanalítica posible en una institución que no cede la palabra a
quien quiera tomarla para relatar su nacimiento a partir de lo que era sin saberlo" (7)

NOTAS

1-Karothy, Rolando. "Sobre la lógica fálica", en No hay relación sexual. Ediciones Homo Sapiens.

2-Amigo, Silvia. "Notas sobre el discurso del analista", en Los discursos y la cura. Editorial "ACME
agalma".

3-Amigo, Silvia. Obra citada.

4-Wainsztein, Silvia. "El discurso del amo", en Los discursos y la cura. Editorial "ACME agalma".

5-Vegh, Isidoro. "La lógica del fantasma y las estructuras colectivas".

6-Wainsztein, Silvia. "El lugar del Cartel en la formación del analista: Función del plus un".

7-Safouan, Moustapha. "Jacques Lacan y la cuestión de la formación de los analistas" Biblioteca


Freudiana-Editorial Paidós.

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