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¿Como debería ser el rincón de unidad?
Rinconcito de la unidad – Rol del consejero de Unidad.
El Rincón de la Unidad es el momento más especial de la relación entre el consejero y los Conquistadores, y
es el punto clave para el funcionamiento del sistema de unidades. Es el momento de la reunión donde se logra
impresionar con más éxito a los menores en los caminos de Dios. Por ese motivo, el consejero debe usar la
creatividad para hacer de ese momento lo más atractivo posible, para que ese proceso ocurra de manera natural
y agradable. En todas las reuniones regulares del Club debe haber, por lo menos, 30 a 40 minutos dedicados
al Rincón de la Unidad. Este es un momento que nunca puede faltar o ser sustituido por otra actividad. Debe
usarse para el desarrollo de la Unidad, a través de actividades que trabajen los pilares del Club de
Conquistadores, que son las facultades físicas, mentales y espirituales. Para eso, es necesario observar las
orientaciones a seguir. En primer lugar, es necesario tener en mente que el rincón de la unidad no es el
momento para cumplir las Clases. En lo que a las Clases respecta, el trabajo del consejero es seguir el
desempeño de cada conquistador, ayudándolos a cumplir los requisitos que necesitan. Por supuesto, nada
impide que una especialidad o un requisito, como las discusiones, lectura de libros, etc., se hagan dentro del
Rincón, pero esa no puede ser la rutina de los clubes. Para hacer el programa más interesante para el
conquistador y atraerlo a las actividades del club, el consejero debe presentar películas, juegos, sopas de letras,
curiosidades, competencias, lectura de libros, premios para sortear, etc. Estos ya son puntos que, si se
administran bien, llenarán todos los rincones del año. Al consejero le corresponde usar el sentido común para
controlar las actividades. Cuando se elige una película es necesario que el consejero y el director la vean con
bastante cautela, para ver que no contenga cualquier cosa, inclusive un detalle, que sea contrario a los
principios adventistas. En caso de que haya, se la debe descartar inmediatamente. Las películas duran mucho
más que 40 minutos, y entonces no será posible verlo por completo en un solo día, pero el consejero puede
dividirlo en dos o tres reuniones, como suele suceder en las escuelas.
Otro punto a llevar a cabo es repasar el programa de la Unidad, y fijar con los Conquistadores los momentos
sociales de la Unidad como, por ejemplo, noche de pijamas, torneo deportivo, campamento de la unidad, o
hacer alguna comida al aire libre. La unidad es libre de organizar sus eventos, pero antes el consejero debe
fijar las fechas y obtener la autorización de la Comisión Ejecutiva del Club. Las actividades recreativas y
deportivas son las que más agradan y, por eso, deben integrar el Rincón de la Unidad; sin embargo, deben ser
planificadas por el consejero, para que no se repitan en todas las reuniones y se pierda así el centro del
programa. Los torneos deportivos, incluso junto con otras unidades, deben tener reglas delimitadas. Los
mismos son excelentes para este momento. Infelizmente, a la mayor parte de la población no le gusta leer. Sin
embargo, como la lectura es una gran puerta al éxito en la vida, en cualquier área del conocimiento, es
obligación del Club idear programas para su desarrollo. Un club de lectura, o club del libro, es una excelente
manera de cumplir esa meta. En el club de lectura, se dedica un tiempo del Rincón de la Unidad para que todos
los Conquistadores lean uno de los libros proporcionados por la Comisión Ejecutiva. Cada conquistador debe
tener su propio libro ya que compartir el mismo libro entre dos o más Conquistadores, o incluso si el consejero
les lee un mismo libro a todos, no es eficaz y, por lo tanto, no debe ocurrir. Al final de cada mes, el consejero
hace una reunión del club de lectura, dentro del Rincón de la Unidad o incluso en la casa de uno de los
Conquistadores. En esa reunión, los Conquistadores tendrán que entregar un informe escrito y contar cuál fue
la historia que leyeron. Cuando terminen, se intercambian los libros, y se inicia una nueva ronda. El libro Por
la gracia de Dios y el libro juvenil del año deben formar parte de la biblioteca. Para que ese momento sea más
productivo y eficaz, el consejero debe corregir los textos escritos por los menores y hacer observaciones con