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En las sociedades contemporáneas la Historia tiene un papel muy “La Historia es una
importante. Según Prats y Santacana (1998), la Historia es una materia de construcción del presente”,
gran potencialidad formadora, que tiene los siguientes fines educativos: y su enseñanza: “(…) un
medio para ubicar al
1.1. Facilitar la comprensión del presente, ya que no hay nada en el alumnado en su presente y
presente que no pueda ser comprendido mejor conociendo los permitirle intervenir en la
antecedentes. La historia explica no sólo el relato del pasado, sino que construcción de su futuro
lo analiza y busca en él los aspectos que ayudan a la comprensión del personal y social” (Pagés,
Joan y Santisteban, Antoni
presente. Esto se evidencia porque:
2010).
Permite analizar, en exclusiva, las tensiones temporales.
Estudia la causalidad y las consecuencias de los hechos históricos.
Permite construir esquemas de diferencias y semejanzas.
Estudia el cambio y la continuidad en las sociedades.
Explica la complejidad de los problemas sociales.
Potencia la racionalidad en el análisis de lo social, lo político, etcétera.
1.2. Preparar a los alumnos para la vida adulta. La Historia ofrece un marco de referencia para entender
los problemas sociales, para situar la importancia de los acontecimientos diarios, para usar
críticamente la información. En definitiva, para vivir con la plena conciencia ciudadana.
1.3. Despertar el interés por el pasado, lo cual indica que la Historia no es sinónimo de pasado. La Historia
es la investigación que explica y da coherencia al pasado. Por ello, la Historia plantea cuestiones
fundamentales sobre el pasado desde el presente, permitiendo la reflexión con compromiso.
1.4. Potenciar en los niños y adolescentes un sentido de identidad, a partir de la comprensión de sus
propias raíces culturales y de la herencia común. Tener conciencia de los orígenes personales
promoverá que cuando sean adultos puedan compartir valores, costumbres, ideas, etc.
1.5. Contribuir al conocimiento y comprensión de otros países y culturas del mundo de hoy. La Historia
debe promover la valoración y el respeto de valores, costumbres, ideas, etc. de los demás, en una
sociedad tan diversa culturalmente como la actual.
1.6. Contribuir a desarrollar las facultades de la mente mediante un estudio disciplinado, ya que la
Historia depende en gran medida de la investigación rigurosa y sistemática. “La historia permite la
formulación de opiniones y análisis sobre las cosas mucho más estrictas y racionales, al ser una
disciplina para la formación organizada de ideas sobre los hechos humanos. El proceso que lleva a ello
es un excelente ejercicio intelectual.” (Prats y Santacana, 19
2. Los objetivos didácticos de la Historia
2.2. Comprender que en el análisis del pasado hay muchos puntos de vista diferentes
En efecto, los estudiantes, gradualmente, deberán ser capaces de, a partir de la información histórica,
reaccionar y hacer comentarios sobre la misma. Junto con ello, llegar a reconocer que puede haber
más de una versión sobre un acontecimiento histórico e identificar las distintas versiones existentes
de un acontecimiento. Reconocer que las descripciones del pasado a menudo son diferentes por
razones igualmente validas en una versión o en las otras.
2.3. Comprender que hay formas muy diversas de adquirir, obtener y evaluar informaciones sobre el
pasado
Este importante objetivo de la enseñanza de la Historia hace referencia a cómo se obtienen los datos
que sirven para construir la explicación histórica. Para alcanzarlo, los estudiantes deberán ser capaces
de extraer información a partir de una fuente histórica seleccionada por el docente. Posteriormente,
y a medida que sus destrezas aumentan, deberán saber adquirir información histórica a través de
fuentes diversas que contienen más información de la necesaria y que deben ser valoradas y criticadas,
según los procedimientos habituales que los historiadores emplean en la crítica de fuentes. Pero no es
suficiente con saber extraer la información, es preciso saber valorarla; para ello, debe comparar el
valor de algunas fuentes relacionadas con una cuestión histórica concreta. Es decir, en qué medida esa
fuente las ayuda (o no) a comprender algún hecho o proceso histórico.
Es muy importante comparar críticamente las fuentes utilizadas y reconocer que el valor que tienen
las fuentes está determinado en gran parte por las preguntas que hacemos sobre los datos que ofrecen
sobre su origen o su relación con el tema sobre el que se está investigando.
El tiempo histórico, es un tiempo más complejo que el que a menudo brinda las historias nacionales
escolares, organizadas a voluntad de una cronología y de una periodización de naturaleza política, que
se enseña por repetición y memorización. El tiempo histórico incluye el tiempo de la cronología, de la
medida, del orden, pero cualitativamente es más que todo eso, se manifiesta de una manera diferente
a la lógica de la medida, porque en él se tiene en cuenta que los cambios y las continuidades históricas
tienen su propia lógica, según la realidad estudiada.
El aprendizaje del tiempo histórico puede ayudar a estructurar el conocimiento sobre la Historia si se
realiza teniendo en cuenta consideraciones como las siguientes:
a) El aprendizaje del tiempo histórico debe basarse en las relaciones entre pasado, presente y
futuro, a nivel personal y social.
b) La enseñanza de la historia ha de partir del tiempo presente y de los problemas del estudiante,
para poder formar en valores democráticos (Evans, 1996; Audigier, 2003).
c) No sólo debemos enseñar una determinada periodización, sino que también debemos enseñar a
periodizar (Ferro, 1991).
d) La cronología debe enseñarse relacionada con una serie de conceptos temporales básicos, como
el cambio, la duración, la sucesión, los ritmos temporales o las cualidades del tiempo histórico
(Stow y Haydn, 2000).
e) Los conceptos temporales actúan como organizadores cognitivos, tanto en los acontecimientos
de la vida cotidiana como en el proceso de comprensión de la historia (Matozzi, 1988).
f) El pensamiento temporal está formado por una red de relaciones conceptuales, donde se sitúan
los hechos personales o históricos de manera más o menos estructurada (Matozzi, 2002).
Cooper (2002) propone trabajar para la educación infantil y primaria los siguientes aspectos del tiempo
histórico: la medida del paso del tiempo; las secuencias cronológicas; la duración; las causas y las
consecuencias de los cambios; las diferencias y las semejanzas entre el pasado y el presente; y el
lenguaje del tiempo.
En la educación primaria los temas que se trabajan desde una perspectiva diacrónica ayudan al
estudiante a comprender mejor los cambios. Temas como los propuestos por Cousinet – la historia del
vestido, la evolución de la vivienda o de la escritura – facilitan la comparación de una misma situación
en distintas épocas históricas, así como las diferencias entre el pasado y el presente. Los estudiantes
de primaria han de plantearse cómo son y cómo eran, y cómo se imaginan que serán en el futuro, los
vestidos, las casas o cómo se comunicarán las personas, por qué hay cambios y continuidades.
Normalmente, los objetos tienen un poder de fascinación que no tienen los textos, y por ello son útiles
para iniciar a los escolares en el estudio de la historia. Sin embargo, es muy importante que a través
de los objetos se llegue a interiorizar un método de análisis histórico. No se debe transformar la
didáctica del objeto en un mercadillo escolar en el cual se juega a adivinar el uso de determinados
artefactos. Hay que plantear el estudio de los objetos de una forma sistemática y muy coherente, con
el mismo rigor que se suele emplear en el estudio de las fuentes escritas.
Para el estudio de los objetos es importante realizar preguntas con propósitos claros que lleven a
aprovechar al máximo el análisis y la obtención de información que el objeto puede brindar como
fuente histórica primaria. Bazán (2005) propone una serie de preguntas organizadas por propósitos,
que adaptamos a continuación para el análisis de objetos con propósitos históricos:
En ocasiones, una vez estudiados los objetos, es útil proponer una exposición escolar de los mismos
en la que participen los estudiantes, así como los padres y abuelos que hayan aportado objetos para
la exposición. Si los estudiantes tienen a su cargo explicar y mostrar la exposición a los adultos y a los
demás compañeros de la escuela, los objetivos que se alcancen pueden sobrepasar ampliamente las
expectativas iniciales.
Al momento de seleccionar los objetos es necesario tener en cuenta algunos criterios básicos. En este
"Decenio
sentido, Cooper (2002)de las Personas
plantea con Discapacidad en el Perú 2007 - 2016"
los siguientes:
"Año de la consolidación
¿Hay algún equivalente moderno, que sea diferente del Mar
porde Grau" conceptos, de manera que los
diversos
niños puedan comparar los dos y explicar los cambios?
¿El objeto tiene una finalidad a la que están acostumbrados los niños?
Partiendo del objeto, ¿qué pueden descubrir los niños acerca de cómo se hizo?, ¿cómo se utilizaba?
y ¿cómo afectaba a la vida de las personas que lo hacían y que lo usaban?
4.2 Enseñar mediante las imágenes o las fuentes iconográficas del pasado
Las imágenes, cuando son fuentes primarias, se convierten también en un poderoso instrumento para
enseñar historia. Todas las familias tienen fotografías antiguas que pueden servir como ejemplos para
iniciar a los niños y niñas en la interpretación histórica. Estas imágenes, que el estudiante puede
aportar a la clase, abarcan una gran diversidad de aspectos de la vida pasada de las personas: trabajo,
fiesta, transportes, costumbres, guerra, estudios, vestidos, paisaje, etcétera.
Con las diferentes fotografías podemos descubrir los cambios, las continuidades y las permanencias
en aspectos concretos de la evolución humana e iniciar al estudiante en la causalidad histórica (¿por
qué han cambiado los transportes terrestres?, ¿por qué perduran determinados edificios como las
iglesias? etcétera). Las fotografías no solo ayudan a la comprensión del cambio y la continuidad, sino
que permiten la comparación en el tiempo -con otros periodos, con el presente- y en el espacio -con
otros países, con otras culturas-.
También en este caso, al igual que ocurría con los objetos, es preciso promover el desarrollo de
habilidades de forma ordenada, con apoyo de preguntas que guíen la observación. A continuación,
presentamos también una serie de preguntas adaptadas tomando como base la propuesta de Bazán
(2005):
No cualquier pregunta, ni cualquier respuesta es válida. Por el contrario, se trata de aprender a hacer buenas
preguntas que conduzcan a hacer buenas respuestas con profundidad y con buenos argumentos.
Debemos dejar de lado la idea de que “todo vale porque es mi opinión” y más bien mostrar la
complejidad inherente al proceso investigativo en ciencias, pues, aunque las respuestas en la historia
-como en muchas otras ciencias- ya no son una respuesta única, sí hay interpretaciones más válidas que
otras según la sustentación y argumentación de las mismas.” (Ministerio de Educación Nacional – República
de Colombia, 2007)
Finalmente, también es fundamental la claridad en el enunciado: es importante que la docente asesore a los
estudiantes en la formulación de preguntas y respuestas, cuando estas no sean claras, sin sacrificar la
autenticidad de la voz de los niños y niñas pues parte importante del ejercicio es que ellos se sientan en la
libertad de usar su propio lenguaje y expresiones.
La enseñanza de la historia en la escuela primaria ha de mostrar a los niños y niñas que el tiempo
está presente en todas nuestras acciones o experiencias, en nuestro pensamiento, en nuestro lenguaje y
en nuestras narraciones. La construcción de la temporalidad, sin embargo, se realiza durante toda la vida.
La escuela puede ayudar a que los niños y niñas formen estructuras temporales cada vez más ricas y
funcionales. En la educación primaria se establecen las bases del conocimiento histórico como
conocimiento de la temporalidad, de la comprensión de los antecedentes, del pasado, que nos ayudan a
comprender el presente y que, inevitablemente, nos ayudan a proyectar el futuro (Santisteban y Pages,
2006).
Nuestro pensamiento necesita ordenar en el tiempo los hechos que tienen lugar a nuestro alrededor
para poder comprender la realidad social. Nuestro lenguaje está plagado de términos, expresiones o
conceptos temporales, que utilizamos para contestar a las preguntas ¿cuándo?, ¿en qué momento?, ¿en
qué orden tuvieron lugar los acontecimientos? Los niños y niñas necesitan de un cierto lenguaje temporal
para hablar o escribir de manera correcta, para explicar lo que han observado, lo que les ha sucedido en
el pasado o para indicar sus deseos o sus necesidades de cara al futuro. Las primeras frases en la infancia
están relacionadas con la comprensión de un cierto orden temporal en la narración oral.
En nuestras descripciones o en nuestras explicaciones aparecen verbos, adverbios, adjetivos,
nombres, locuciones o frases hechas relacionadas con la temporalidad, que matizan en cada caso la idea
de tiempo que queremos expresar o que ordenan los acontecimientos que estamos relatando. Este
vocabulario es necesario para realizar narraciones coherentes y bien estructuradas, para ubicarnos en
nuestra sociedad y poder comunicarnos con otras personas. La riqueza de estas narraciones aumentará
cuando los niños y niñas adquieran un lenguaje más sofisticado, con más términos, con más elementos
para la concreción de los hechos y con más posibilidades de combinación.
En el siguiente cuadro aparecen las diversas tipologías de términos relacionados con el lenguaje
temporal. En cada caso se exponen algunos ejemplos, tal vez los más representativos de cada tipo de
palabras, pero en ningún caso pretende ser una recopilación exhaustiva. Además, hay que tener en cuenta
que pueden existir otro tipo de clasificaciones. Los términos de una misma tipología se dividen, según la
dificultad que presentan para su aprendizaje, en dos columnas diferenciadas, una para los dos primeros
cursos de educación primaria (6-8 años) y los dos de la etapa intermedia (8-10 años) y otra que podría
corresponder a los aprendizajes más adecuados para realizar a finales de la etapa intermedia (10 años) y
en la etapa final (10-12 años). A mayor edad aumentan las capacidades para precisar más las medidas
temporales o para concretar mejor la situación o la frecuencia temporal.
Cuadro 1
TÉRMINOS RELACIONADOS CON LA TEMPORALIDAD
Vocabulario de términos
Vocabulario de términos temporales:
Tipo de palabras temporales: cursos iniciales
cursos intermedios (8/10) y finales (10/12)
(6/8) e intermedios (8/10)
FORMAS BÁSICAS TEMPORALES EN EL USO DEL LENGUAJE
Formas verbales Pasado (jugaba), presente
Condicional (jugaría), pretérito (jugara)
(juego), futuro (jugaré)
Verbos relacionados con la Acontecer, comenzar, acabar,
Anticipar, acelerar, apresurarse, ralentizar
duración durar
Verbos relacionados con el Cambiar, crecer, madurar,
Evolucionar, renovar, transformar, progresar
cambio envejecer
Verbos relacionados con la Quedar (a una hora), esperar,
Desesperar, esperanzar, anhelar, añorar
espera tardar
Adverbios de localización Cuando.
Antes, ahora, después. Anteriormente, posteriormente,
temporal Ayer, hoy, mañana Simultáneamente
Adverbios que indican la Pronto, seguidamente, despacio,
Siempre, nunca, jamás, sucesivamente
frecuencia temporal todavía, aún, mientras, entonces
Adjetivos ordinales Primero, segundo, último Inicial, final
Adjetivos relacionados con la
Rápido, lento, urgente Pausado, acelerado, veloz
velocidad (tiempo)
Adjetivos que indican Nuevo, joven, viejo Antiguo,
Perenne, caduco Nómada, sedentário
diferenciación temporal moderno, actual
TÉRMINOS TEMPORALES CONCRETOS DE USO COTIDIANO
El día y la partes del día Jornada, mañana, mediodía, Madrugada, alba, atardecer, crepúsculo,
tarde, noche vigilia, velada
Estaciones/actividades
Primavera, verano, otoño, invierno Hibernación, letargo, estiaje
estacionarias
Segundo, minuto, hora, semana,
Medidas temporales Siglo, milênio
mes, año
Día de la Constitución, aniversario, fin de
Nombres para la localización Lunes, martes, miércoles,...
semana, Semana Santa, Fin de Año, Año
temporal Enero, febrero, marzo,...
Nuevo, año bisiesto
Fracciones o conjuntos
Cuarto (hora), quincena, trimestre Cuarentena, trienio, década, lustro
temporales
Tiempos no definidos Instante, momento, rato Contratiempo, intervalo, temporada, período
Términos relacionados con las
Cumpleaños, infancia, juventud Adolescencia, ancianidad
edades
Términos relacionados con el Genealogía, linaje, ascendencia,
Nacimiento, muerte, crecimiento,
ciclo de la vida descendéncia
Instrumentos temporales Reloj, Calendario Cronómetro
Expresiones de carácter temporal
Ahora mismo, en punto, de Al instante, de repente, cuanto antes mejor, a
seguida, lo más pronto posible, ratos, de tanto en tanto, mientras tanto, al
Locuciones adverbiales poco a poco, a menudo, a veces, mismo tiempo, a destiempo, antes de hora, en
de vez en cuando, a todas horas, mala hora, a buena hora, a media tarde,
hasta ahora, de ahora en entrada la noche, a las tantas, de sol a sol,
adelante, a continuación, esta entre semana, tarde o temprano, a la hora de
mañana, toda la tarde, a última la verdad, hoy en día, hoy por hoy, tal día
hora, en una ocasión, a partir como hoy, en la vida, nunca más, por siempre
de..., a mediados de..., al cabo del más
tiempo
La semana que viene, el año
Cuando el gallo canta, romper el día, ir a toda
pasado, había una vez, cuando el
Frases hechas sobre la vela, robar horas al sueño, entrar en años,
Sol sale, acabado de hacer, ir a la
temporalidad quitarse años, hacerse eterno, ir al otro barrio,
hora, ya era hora, ser más largo
volver a nacer
que un día sin pan
Perder el tiempo, ganar tiempo, El tiempo es oro, estar fuera de tiempo, vivir
Frases hechas con el término no tener tiempo, dar tiempo, pasar en tiempos diferentes, coincidir en el tiempo,
tiempo el tiempo, controlar el tiempo, robar el tiempo, tener tiempo que perder,
estar a tiempo matar el tiempo, pedir tiempo
A quien madruga Dios le ayuda.
Hasta el cuarenta de mayo no te quites el
No por mucho madrugar amanece
Refranes sayo
El tiempo lo cura todo
El tiempo nos
más temprano.
En abril aguas
hace a todos iguales
mil
Los cuentos que explicamos en la escuela o las mismas narraciones que construye el alumnado pueden ser
recursos importantes para el aprendizaje de conceptos temporales. A la vez, el uso de la narración se convierte en
un instrumento importante en la construcción de la temporalidad en los niños y niñas. Las actividades relacionadas
con el tiempo de nuestra vida cotidiana, con la organización del horario y de las actividades diarias, ayudarán también
al alumnado a comprender la importancia de la gestión del tiempo en su experiencia social.
El lenguaje temporal es fundamental en la narración histórica. Para la construcción de la historia necesitamos ordenar
y clasificar temporalmente los acontecimientos del pasado. Además de un determina- do lenguaje narrativo en relación
con el tiempo, necesitamos que el conocimiento conceptual del tiempo histórico se convierta en uno de los aspectos
más importantes del aprendizaje de la historia en la escuela primaria (Santisteban, 2009).
En demasiadas ocasiones el aprendizaje del tiempo y del tiempo histórico se relaciona únicamente con el
conocimiento de las medidas temporales, es decir, con el estudio del reloj, del calendario o de la cronología histórica.
Pero el tiempo histórico necesita de la comprensión de los diversos conceptos que forman nuestra temporalidad, por
ejemplo las relaciones entre el pasado, el presente y el futuro, la comprensión del cambio y el significado del progreso
(Pagés y Santisteban, 1999; Santisteban, 1999; Pagés, 2004). Estos conceptos son de una gran amplitud y se
construyen desde su aplicación a realidades diversas, como la vida cotidiana, la historia familiar o la historia de una
nación.
Referencias bibliográficas
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Ciencia y Tecnología Dirección General de Ordenación, Renovación y Centros. Mérida.
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