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Tema: LA ADICCION COMO ENFERMEDAD

1) ¿Qué es una adicción? Definir y explicar.


2) ¿Qué modificaciones se producen a nivel cerebral en la persona adicta?
¿A qué se denomina Cerebro Dual?
3) ¿Cómo se clasifican las adicciones?
4) Elija 3 (que no sean alcoholismo, tabaquismo o droga dependencia) y
realice un análisis profundo de las mismas: características, síntomas,
causas más comunes, sector poblacional más afectado, tratamiento y
recuperación, etc.
5) Nombre las entidades u organizaciones que se dedican a su tratamiento.
6) Conclusión personal.
7) Citar bibliografía utilizada.

1) La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la adicción como una


enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad
hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de
signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos,
psicológicos y sociales. Se trata de una enfermedad progresiva, que se
caracteriza por episodios de descontrol, distorsiones del pensamiento y
negación de la enfermedad. Se presentan tres o más de los siguientes criterios,
observables a lo largo de un año:
a. Un fuerte deseo o necesidad de consumir la sustancia psicoactiva.
b. Dificultades para controlar dicho consumo.
c. Síndrome de abstinencia al interrumpir o reducir el consumo.
d. Avance progresivo de la tolerancia ante lo cual se incrementa la dosis
consumida.
e. Pérdida de intereses ajenos al consumo de la sustancia, actividad o relación.
Se incrementa el tiempo dedicado a las actividades relacionadas con la
obtención de la sustancia).
f. A pesar de percibir de forma clara sus efectos perjudiciales se persiste en el
uso de la sustancia.
En las adicciones sin sustancia psicoactiva o también identificadas como “del
comportamiento” se pueden mencionar el juego patológico, la adicción a las
compras, al sexo o a las nuevas tecnologías. En estos casos, un hábito de
conducta aparentemente inofensivo puede convertirse en adictivo e interferir
perjudicialmente en la vida de las personas afectadas. Los enfoques
neurocientíficos vigentes conciben al adicto como una persona con alteraciones
cognitivas, emocionales y comportamentales, en un abordaje que relaciona el
funcionamiento del cerebro y la conducta.
2) Los cambios bioquímicos que suceden en el cerebro del adicto son los
responsables de la compulsión observada en los episodios de su uso
descontrolado, como también las perturbaciones del pensamiento propias de la
adicción. En relación a esta concepción, existe una tendencia a concebir un
cerebro dividido en dos partes en virtud de sus funciones y vías neurológicas.
El Cerebro Racional: esta zona del cerebro corresponde a la corteza cerebral y
en ella se asientan las funciones superiores intelectuales. Su función es la del
análisis racional de los hechos y de la información que llega a través de los
sentidos. En el proceso de adicción esta área también se afecta produciéndose
el sistema circular de la adicción: pensar en el estímulo deseado y planificar
volver a experimentarlo a todo coste.
El Cerebro Primitivo: Se le denomina así al sistema límbico en el cual se
identifican las zonas mediadoras de las emociones y estados de ánimo, como
también la regulación corporal. Esta parte del cerebro está involucrada
directamente en el desarrollo de la adicción. Allí se producen los desbalances
bioquímicos responsables de la compulsión, la memoria eufórica y los deseos
automáticos. También las vías dopaminérgicas involucradas en el sistema de
recompensa cerebral. La estimulación excesiva de este sistema conlleva, en
las personas predispuestas, a cambios bioquímicos permanentes, que median
la reacción adictiva, de modo que cambia su funcionamiento y su respuesta a
los estímulos ambientales.
3) Las adicciones pueden clasificarse de acuerdo con el nivel de uso de las
sustancias, actividades o relaciones que sean el objeto del comportamiento
disruptivo con el proceso vital deseable.
a) Experimentación: es el caso donde la persona, guiada por la curiosidad, se
ánima a probar una sustancia, pudiendo posteriormente continuar el consumo o
interrumpirlo.
b) Uso: el compromiso con la sustancia psicoactiva es bajo. Se consume en
oportunidades casuales. No existe deterioro en rendimiento académico o
laboral, social o familiar. No presenta episodios de intoxicación. Cabe destacar
que toda sustancia psicoactiva genera dependencia física y/o psíquica de
manera progresiva.
c) Abuso: el uso se hace regular durante casi todas las semanas y hay
episodios de intoxicación. La búsqueda y consumo de la sustancia psicoactiva
o actividad recurrente o relación tóxica va dirigiendo la vida de la persona
afectada progresivamente. Se presenta deterioro académico, laboral, social y
familiar. El estado de ánimo es cambiante (una vida normal y una vida adictiva
y desconocida la mayor parte de veces por la familia).
d) Adicción: se deteriora la relación con amigos y familiares, se suman las
dificultades académicas y laborales. La búsqueda de la repetición de la
conducta adictiva se realiza de forma compulsiva. Es difícil la abstinencia. Hay
compromiso orgánico. Hay conductas de riesgo como: accidentes de tránsito,
violencia, uso de sustancia psicoactivas intravenosas o combinación de varias
sustancias psicoactivas. En este período, el estado de ánimo depende de la
etapa de consumo/abstinencia.
4); 5) y 6) Pueden mencionarse en el grupo de las adicciones sin sustancia: el
juego patológico o ludopatía, adicción a internet o a las nuevas tecnologías y
también, las compras compulsivas.
La ludopatía es la relación patológica con los juegos de azar. Afecta a
varones y mujeres. La persona que lo padece está obsesionada con jugar y
conseguir dinero para seguir jugando. Necesita aumentar cada vez más sus
apuestas para conseguir la euforia deseada. Se comporta intranquilo o irritable
cuando no puede jugar. Pierde dinero constantemente jugando, pero regresa al
día siguiente a intentar recuperarlo. Existen líneas de teléfono directas como el
0800-444-4000, de 9:00 a 20:00hs. Y Jugadores Anónimos de Argentina que
funciona las 24 horas.
El uso nocivo que puede hacerse de internet y las nuevas tecnologías es el
foco en que los más jóvenes son los más vulnerables, ya que se encuentran en
pleno proceso de formación de la personalidad adulta y porque, para los
adolescentes de hoy en día, el terreno virtual tiene tanta realidad como las
relaciones presenciales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala
que una de cada cuatro personas sufre trastornos de conducta vinculados con
las nuevas tecnologías.
Las compras compulsivas tienen varias vertientes en su manifestación
disruptiva: una de ellas es el hábito de acumular muchos objetos en la casa sin
utilizarlos nunca. La otra tiene que ver con la imposibilidad de resistirse a
comprar una oferta o un artículo que esté en promoción. El consumo
naturalizado en una sociedad moderna ofrece patrones imperativos en los que
el shopping, la compra en sí misma y la imagen omnipresente son los valores
dominantes. Quienes sufren esta patología comienzan a sentir manifestaciones
físicas como cambio del ritmo respiratorio y palpitaciones ante la consumación
de la compra. Es primordial identificar que esta conducta que parece generar
alivio y placer es sumamente dañina. Los especialistas coinciden en que
inicialmente se trataba de un desorden inicialmente femenino, que ha ido
incrementándose en todos los géneros y requiere el tratamiento profesional
para su recuperación.
Este tipo de adicciones sin sustancia presentan características clínicas
similares a aquellas con sustancia psicoactiva. Entre ellas puede observarse de
forma fehaciente cómo los comportamientos de la pérdida de control, la
excitación excesiva antes de realizar dicha conducta y el alivio en el momento
de realizarla son similares en ambas patologías. El objetivo del tratamiento
debe centrarse en el reaprendizaje del control de la conducta y el cambio en el
estilo de vida. Las terapias más contrastadas son las de tipo conductual,
cognitivo y cognitivo-conductual, como también lo son los grupos de autoayuda.
Cabe destacar que el uso de psicofármacos se reserva para el tratamiento de
los trastornos comórbidos.
7) Bibliografía:
Míguez, M. (2015). Protocolo de tratamiento de adicciones sin sustancia.
Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.med.2015.09.006
OMS (2004). Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias
psicoactivas. Disponible en:
http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr18/es/
Sánchez de León, J. y Pedrero Pérez, E. (2014). Neuropsicología de la
adicción. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana

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