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OMS (2004). Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr18/es/
OMS (2004). Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr18/es/
OMS (2004). Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr18/es/
2) ¿Qué modificaciones se producen a nivel cerebral en la persona adicta? ¿A qué se denomina Cerebro Dual? 3) ¿Cómo se clasifican las adicciones? 4) Elija 3 (que no sean alcoholismo, tabaquismo o droga dependencia) y realice un análisis profundo de las mismas: características, síntomas, causas más comunes, sector poblacional más afectado, tratamiento y recuperación, etc. 5) Nombre las entidades u organizaciones que se dedican a su tratamiento. 6) Conclusión personal. 7) Citar bibliografía utilizada.
1) La Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la adicción como una
enfermedad física y psicoemocional que crea una dependencia o necesidad hacia una sustancia, actividad o relación. Se caracteriza por un conjunto de signos y síntomas, en los que se involucran factores biológicos, genéticos, psicológicos y sociales. Se trata de una enfermedad progresiva, que se caracteriza por episodios de descontrol, distorsiones del pensamiento y negación de la enfermedad. Se presentan tres o más de los siguientes criterios, observables a lo largo de un año: a. Un fuerte deseo o necesidad de consumir la sustancia psicoactiva. b. Dificultades para controlar dicho consumo. c. Síndrome de abstinencia al interrumpir o reducir el consumo. d. Avance progresivo de la tolerancia ante lo cual se incrementa la dosis consumida. e. Pérdida de intereses ajenos al consumo de la sustancia, actividad o relación. Se incrementa el tiempo dedicado a las actividades relacionadas con la obtención de la sustancia). f. A pesar de percibir de forma clara sus efectos perjudiciales se persiste en el uso de la sustancia. En las adicciones sin sustancia psicoactiva o también identificadas como “del comportamiento” se pueden mencionar el juego patológico, la adicción a las compras, al sexo o a las nuevas tecnologías. En estos casos, un hábito de conducta aparentemente inofensivo puede convertirse en adictivo e interferir perjudicialmente en la vida de las personas afectadas. Los enfoques neurocientíficos vigentes conciben al adicto como una persona con alteraciones cognitivas, emocionales y comportamentales, en un abordaje que relaciona el funcionamiento del cerebro y la conducta. 2) Los cambios bioquímicos que suceden en el cerebro del adicto son los responsables de la compulsión observada en los episodios de su uso descontrolado, como también las perturbaciones del pensamiento propias de la adicción. En relación a esta concepción, existe una tendencia a concebir un cerebro dividido en dos partes en virtud de sus funciones y vías neurológicas. El Cerebro Racional: esta zona del cerebro corresponde a la corteza cerebral y en ella se asientan las funciones superiores intelectuales. Su función es la del análisis racional de los hechos y de la información que llega a través de los sentidos. En el proceso de adicción esta área también se afecta produciéndose el sistema circular de la adicción: pensar en el estímulo deseado y planificar volver a experimentarlo a todo coste. El Cerebro Primitivo: Se le denomina así al sistema límbico en el cual se identifican las zonas mediadoras de las emociones y estados de ánimo, como también la regulación corporal. Esta parte del cerebro está involucrada directamente en el desarrollo de la adicción. Allí se producen los desbalances bioquímicos responsables de la compulsión, la memoria eufórica y los deseos automáticos. También las vías dopaminérgicas involucradas en el sistema de recompensa cerebral. La estimulación excesiva de este sistema conlleva, en las personas predispuestas, a cambios bioquímicos permanentes, que median la reacción adictiva, de modo que cambia su funcionamiento y su respuesta a los estímulos ambientales. 3) Las adicciones pueden clasificarse de acuerdo con el nivel de uso de las sustancias, actividades o relaciones que sean el objeto del comportamiento disruptivo con el proceso vital deseable. a) Experimentación: es el caso donde la persona, guiada por la curiosidad, se ánima a probar una sustancia, pudiendo posteriormente continuar el consumo o interrumpirlo. b) Uso: el compromiso con la sustancia psicoactiva es bajo. Se consume en oportunidades casuales. No existe deterioro en rendimiento académico o laboral, social o familiar. No presenta episodios de intoxicación. Cabe destacar que toda sustancia psicoactiva genera dependencia física y/o psíquica de manera progresiva. c) Abuso: el uso se hace regular durante casi todas las semanas y hay episodios de intoxicación. La búsqueda y consumo de la sustancia psicoactiva o actividad recurrente o relación tóxica va dirigiendo la vida de la persona afectada progresivamente. Se presenta deterioro académico, laboral, social y familiar. El estado de ánimo es cambiante (una vida normal y una vida adictiva y desconocida la mayor parte de veces por la familia). d) Adicción: se deteriora la relación con amigos y familiares, se suman las dificultades académicas y laborales. La búsqueda de la repetición de la conducta adictiva se realiza de forma compulsiva. Es difícil la abstinencia. Hay compromiso orgánico. Hay conductas de riesgo como: accidentes de tránsito, violencia, uso de sustancia psicoactivas intravenosas o combinación de varias sustancias psicoactivas. En este período, el estado de ánimo depende de la etapa de consumo/abstinencia. 4); 5) y 6) Pueden mencionarse en el grupo de las adicciones sin sustancia: el juego patológico o ludopatía, adicción a internet o a las nuevas tecnologías y también, las compras compulsivas. La ludopatía es la relación patológica con los juegos de azar. Afecta a varones y mujeres. La persona que lo padece está obsesionada con jugar y conseguir dinero para seguir jugando. Necesita aumentar cada vez más sus apuestas para conseguir la euforia deseada. Se comporta intranquilo o irritable cuando no puede jugar. Pierde dinero constantemente jugando, pero regresa al día siguiente a intentar recuperarlo. Existen líneas de teléfono directas como el 0800-444-4000, de 9:00 a 20:00hs. Y Jugadores Anónimos de Argentina que funciona las 24 horas. El uso nocivo que puede hacerse de internet y las nuevas tecnologías es el foco en que los más jóvenes son los más vulnerables, ya que se encuentran en pleno proceso de formación de la personalidad adulta y porque, para los adolescentes de hoy en día, el terreno virtual tiene tanta realidad como las relaciones presenciales. La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que una de cada cuatro personas sufre trastornos de conducta vinculados con las nuevas tecnologías. Las compras compulsivas tienen varias vertientes en su manifestación disruptiva: una de ellas es el hábito de acumular muchos objetos en la casa sin utilizarlos nunca. La otra tiene que ver con la imposibilidad de resistirse a comprar una oferta o un artículo que esté en promoción. El consumo naturalizado en una sociedad moderna ofrece patrones imperativos en los que el shopping, la compra en sí misma y la imagen omnipresente son los valores dominantes. Quienes sufren esta patología comienzan a sentir manifestaciones físicas como cambio del ritmo respiratorio y palpitaciones ante la consumación de la compra. Es primordial identificar que esta conducta que parece generar alivio y placer es sumamente dañina. Los especialistas coinciden en que inicialmente se trataba de un desorden inicialmente femenino, que ha ido incrementándose en todos los géneros y requiere el tratamiento profesional para su recuperación. Este tipo de adicciones sin sustancia presentan características clínicas similares a aquellas con sustancia psicoactiva. Entre ellas puede observarse de forma fehaciente cómo los comportamientos de la pérdida de control, la excitación excesiva antes de realizar dicha conducta y el alivio en el momento de realizarla son similares en ambas patologías. El objetivo del tratamiento debe centrarse en el reaprendizaje del control de la conducta y el cambio en el estilo de vida. Las terapias más contrastadas son las de tipo conductual, cognitivo y cognitivo-conductual, como también lo son los grupos de autoayuda. Cabe destacar que el uso de psicofármacos se reserva para el tratamiento de los trastornos comórbidos. 7) Bibliografía: Míguez, M. (2015). Protocolo de tratamiento de adicciones sin sustancia. Disponible en: https://doi.org/10.1016/j.med.2015.09.006 OMS (2004). Neurociencia del consumo y dependencia de sustancias psicoactivas. Disponible en: http://www.who.int/mediacentre/news/releases/2004/pr18/es/ Sánchez de León, J. y Pedrero Pérez, E. (2014). Neuropsicología de la adicción. Buenos Aires: Editorial Médica Panamericana