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CRECIMIENTO Y CAMBIO SOCIAL

EN MEDELLIN: 1900 - 1930

Constantine Nexandre PaYne

(Traducción: Patricia Londoño)

Agradecimíentos especiales a: Centro de EstucJios Latinoame'

r,ié"nó. iÚnluersidad de Stanford), profesor..Richard M' Morse'
Jóroe ndstrepo Uribe, RoOerto Lüis' ¡aramillo V', Cristina Lon-
áónÜur.,-iujpoiá¿a'¿e Greitf, uriel Vayq S, Fundación An-
lioqueña para los Estudios Sociales, FAES.
Constantine Alexandre Payne: Norteamericano. El presente ar-
tículo es la traducción del ensayo presentado para obtener el
título de B, A. en Historia, de la Universidad de stanford en
1984.
Dirección: Fundación Antioqueña para los Estudios Sociales,
FAES, Apartado Aéreo 8650, Medellín.

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Constantihe Alexandre Payne

CRECIMIENTO Y CAMBIO SOCTAL EN MEDELLTN: 1900 - 1930

FlrQtry Sociales. Vol. t, Ns i. Medeilfn, sepriembre 1986, pp.

111-t94.

RESUMEN
Este artfculo describe la vida social de Medellín entre las dé-
cadas de 1900 y 1930, cuanoo empreza a configurarse como
un centro urbano e industrial de importancia. pone de relieve
ianto ei papel de los empresarios en los inicios de la indus-
trialización, como las actitudes de la naciente clase o¡iéia
frenle a su propio trabajo.-bescribe las coslumbres socialei
de la epoca, en especial las de la clase aita, señaiando final-
mente.la impofiancia del barrio de Guayaquil como primer in_
tento de una sociedad desinhibida, permisiva y abierta en con_
traposición con el Medellín tradicional.
GROWTH AND SOCIAL CHANGE tN MEDELLTN: 1900-i930
ABSTRACT
This-article describes social life in Medellfn between .1900 and
1930, when it was starting to develop as an industrial ánO
urban center. lt owtlines th-e role of th'e entrepreneuriat qróuó
during the first years of industriatization, as wet't as tn" átf¡iúáá!
of the new working class towards their own work. ft snows iné
social mores of the time, specially those of the upper class,
finally emphasizing the impórtance of the i;ity Oistriit ot -Cuaj
yaqutl as the first example of a permissive, uninhibited and
open soc¡ety as opposed to ihe traditional Medellín.
INTRODUCCION
Dedúcese de las estadísticre, que Medeüín tuvo una ni-
frez larga y dormida, y que sólo ahora comienza a des-
pertarse.a ta vida agitada y hnbulenta del prbgreso. .., (t)
Este trabajo busca identificar y describir a,lgunos de los pria-
cipales eiementos de Medellin en su primer período de crecimiento
rápido. A medida que la ciudad creció en tamaño y complejid¿d du-
rante las tres primeras décadas de este siglo, empezó a dejar atrás
su simplicidad de pueblo erande y se transfofmó en una pequeña
ciudad ávida de desarrollo y progteso. Este estudio. eornienzi cuan-
do Medellín tenía 60.000 habitantes y'sus calles eran empédradas y
estrechas, cuando eia accesible sólo a lomo de bestia, euando su in-
dustria textil eran unós cuantos telares en un edificio pequeño y
se coci¡aba con 'leña, cuando la diversión pop,ular era una eventual
compañía de ópera dé tercera categoría. Termina el estudio treinta
años más tarde cuando la población se ha duplicado, cuando las ca-
1. La ciudad: Medellín en el 5g cincuentenario de su fundación. Pasado-Presente-
futuro: (Medellín, 1925), p. 5.

Estudios Sociales Ng 1 Septiembre 1986

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 r 118 Corsrantine Alexandre Pavne Crecimiento y cambio socjal en Medeliín: 1900-1930 119
lles se congestionaban con automóvi.les y tran-víaÉ y los ferrocarriles particulares o en la calle como prostitutas, lustrabotas, o a vivir
bajaban presurosos a las gentes ricas al río Magdarena a coger un
del rebusque.
vapor y traían a la ciudad oleadas de campesir.os en busca de tra.
bajo, cuando se estaba haciendo er ae'opuerto .,' ras grandes fábri. Se debe tener en cuenta que el Medellín de entonces era toda-
cas empleaban miles de trabajadores, las ferreterías s€ ati,borraban vía muy pequeño y que entre ta élite que dominó el "progreso" de
cie modernos aparatos eléctricos y cuancio en cua.lquier noche se po- la ciudad se encuentran los mismos nombres de aquéllos dedicados
, di;¿ escog€rentre varios cines. Después de 1gg.c el crecimiento urba.
,

a las actividades del comercio, la industria, la urbanizeución y que

nc se disparó y hoy Medelín es una caótica y efervemente ciudad participaban también en el gobierno local y las organizaciones cívi-
de cerca de dos millones de habitantes. cas. Por ejemplo, un personaje que sobresalió entre 1900 y 1930 fue
Ricardo Olano, hijo de un miner.o y comerciante de Santo Domin-
El perÍodo 1900-1980 marcó er tránsito úel Medeilín que habÍa go, Olano vino a Medellín a prineipios del siglo y se convirtió el un
avanzado lentamente, casi sin cambiar desde la é¡roca colonial, al destacado comerciante, industrial, urbanizador y líder cíüco. Ola-
Medellín que liegaría a ser la seguirda ci*dad de colombia, el cen. no es importante para este estudio no solamente porqu€ participo
I t¡o industrial, la lluchos "períodos,, histori-
moderna' metró¡roli. tal vez rnás que ningún otro en moldear la ciudad durante eI perío-
cos son apen¿s demarcaciones artifieiaJes y convenientes, pero hay do, sino también porque desde un punto de vista práctico para el
" pruebas cle que en esos años los habitant':s de Medellin tuvieron historiador aparece repetidamente en los documentos escritos. Otro
una clara conciencia de los cambios qile ,or ui.rían aceleradamente ¿ caso simi'lar es el de Manuel José Alvarez Carrasquilla. De igual
: su alrededor; y d,e hecho a csmienzcs de l,r dec¿rda rle 1g80, se en- manera, al reflexionar sobre la toma de conciencia de la clase obre.
i cuentran los primeros escritos nostáigicos sobrc el "viejo MedellÍn,,, ra y su radicalización en los años veintes hay que tener en cuenta a
.s decir dei Medellín de treinta años anter,. María Cano; en la vida intelectual a Antonio J. Cano y la tertulia
que se reunía en su librería. En resumidas cuentas, Medellín era aún
* Fuera de la industria pujante, el comercio, y el crecimiento tan pequeño que, al menos entre la élite, todos se conocían y los
i urbano, tal vsz, io más interesante de ese nuevo Medellín son sus documentos históricos de Ia época tienden a señalar algunos pro-
habitantes,.el catáctér de los individuos que llegaron a. ot.".-p"r= motores o iíderes individuales.
tes de Antioquia, las razones por ras que vinieron y la forma como
r.F se acomodaron. Antioquia se distingue der resto de colombia y del Las causas para la explosión de actividad en Medel{ín están
resto de Latinoamérica porque ofrecía una estructura social más relacionadas con una combinación peculiar y fortuita de fuerzas
" económicas y sociales que ocurrieron si.multáneamente en Antioquia
i ..j, saliera.adelante por cuenta propia en la mineria, la agricultura, al cambiar el siglo. La más inmediata de estas fuerzas fue el au.
- comercio
el
y la ganadería. Po'demos identificar desde el final del pe- ge del café que revolucionó tanto la región como el país.. Aunque el
1 .¡-*.,]
café llegó a ser el factor mas importante, representaba sin emba¡
cuales mantuvi,eron su estatus hasta este'sig,ic. Gran parte de Ios go, séio el mas reciente logro eeonímico de los antioqueños,. ün gru-
miembros de la érite,industriar y comercial emergente entre 1900 y po particularmente emprendedor.
_ i9B0 habían sido ellos mismos __o sus padres o abuelos_ mineros, Se debe recor.dar que Colombia es un país sumamente fragtnen-
s"r-1,v1e+:ri pequeños comerciantes rurales, cultivadores de café y hasta arrie. tado geográfica, racial y culturarnente. Una pequeña parte de
gq.¿^o'* V* 10:, Estos vinieron a Medellín a fines ,del siglo XIX y principios la población habita los inrnensos Llanos Orientales, una zona de
'*.*or ' u-' del siglo xx, en números cada vez mayores, disputando y hásta frontera en el sentido norteameric¿no. La mayoría de la población
"" clesplazando el dominio de la élite comercial tradicionai c1e la ciu- y de la economí¿ se asienta en la parte occidental del país que está
dad, que a su vez añcs arrás había sustituído ra élite colonial.
AIgu- bruscamente dividida por tres cadenas de mortañas rnuy quebradas.
nos vini'eron por otras razones: ioa hijos de personas acomodadas
del campo ¿ estudiar en los coregios
Es aquí donde se.encuentran cuatro de las principales regiones, ca.
y universidades o tal vez para da una con su centro urbano mayor: Bogotá en Ia Cordillera Orien-
r escapera la persecución porítica; las gentes de crases bajas a buv tal, Medellín"en Antioquia, Cali en el Valle dei Cauca y Barranqui.
car trabajo en las fábricas, almacenes, talleres artesanales, casas
'. lla en la Costa AUántica. Regiones más pequeñas y subregiones es
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120 Consiantine Alexandre payne
tán representadas por centros urbanos menores: Cartagena, Ma-
nizales, Cúcuta y Bucaramanga. AsÍ, a diferencia de los demás paí.
ses latinoamericanog, colombia no está dominada por una capital
que actúe como el único centro demográfico, cultural, económico y
político. Cada región está caracterizada por su pr,opia estructura,
tipo racial, gusto, vestuario, acento.
Somos un motivo de razas dent¡o de un mosaico geográ{ico que co¡s-
piraconstantemente contra nuestra unidad nacional ----cscribíÁ Edtnrdo
CabalXero Calder6n--. Muchas veces yo he dicho que no somos un país
sino varim países; no una raza, sino varias razas en descomposición;
y eso que Ilamamos Colombia, como una unidad nacional, no existe (z).
Colombia no es uno sino cinco países, no una economía, sino
cinco economías. La hisioria eolombiana es por tanto más revela.
dora cuando s€ analizan las regiones separadas del todo.
.Antioquia, limitada por montañas impenetrables, es indud¿ble_
mente la región más aislada. Hasta comienzos dei siglo Medeltín
era accesible sólo a lomo de mula por caminos tortuosos, hecho que
contribuyó a su desarrolle psculi¿¡. Sólo en 1g14 se termina el pri
mer felrocarril que une a Medel,lín con el río Magdalena y hasta
1929 esta ruta exigía que el viajero descendiera del tren y eruzata
ia montaña de La Quiebra en bestia para tomar otro tren al otro
lado. Una prueba del aislamiento histórieo de Antioquia es el uso
actual del uos en vez del tú, como pronombre personal en segnnda
per.sona. Vos eta la forma familiar áe tratarse entre igua,les a fines
del medioevo en Castiila y fue traído al nuevo mundo por los pri-
meros conquistadores y colonizadores. Vre y la conjugación ver.
bai correspondiente desaparecieron hace tiempo de España y sólo
se sigue usando en Argentina, Urugua¡ partes de Centroamérica
y Antioquia. Muchos campesinos en Antioquia usan todavÍa otras
palabras anacronicas del español viejo: hnltga en yez de haya o onaí
erL vez de así. E[ interlocutor altioqueño es inconfundible con su
fuerte "s'" apicoalveolar, su brusca entonación y el sinnú.mero de pa-
labras y construcciones nativas muchas yeces comprensibles sólo
en su regién. Estos rasgos dan una idea del poco eontacto que An.
tioquia tenía con el resto del mundo en los siglos {ue siguieron a
la conquista española, aun cuando Ilegaron los avances en transpor.
te y eomunicación del presente siglo. otro indicador dei aislamien-
to antioqueño es el número reducido de apellidos que sugiere:
2. Eduardo Caballero Calderón. Obras. Vol. 2 (Medellín, 19631, p.
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Crecimiento y cambio social en Medellín: 1900-1930 t2l
la seleeción impuesta por la geografía sobre los pocos cientos de i!a.i-
grantes españoles de los que han salido las familias actuales. Apellidos
tales como Restrepoo Uribe, Mejía, Londoío' Jaramillo y Arango' son
(r)'
reconocidos en todo Colorn'bia como típicos de Antioquia
El ais'lamiento de A¡tioquia y sus destacados logros económi'
cos han propagado el concepto de \a raza antioqueña, uno de los
principales componentes de la autopercepción de la región. Hay di'
oetru* teorías que han elucubrado sobre si los antioqueños deseien-
den de los vascos o de los judíos sefarditas, pero ya James Parsons
seña,ló cómo la idea de una ra?.a espeeial demuestra "más una cohe-
(r)'
sión cultural que cualquier semejanza física que los distinga"
Sin embargo, lós antioq;eños son áonsiderados como 'uno de los grü'
pos étnicos region;les más blancos de Colombia y ha habido poca
inmig:ración a Antioquia desde los tiempos colonia'les. Aunque sea
dificil afirmar que la clase alta teng:a sangre "pura'l y aunque la
mayoría de la poblaeión rural y trabajadora esté formada por mes'
tizos y mulatos, en Antioquia no es muy común encontrar pobla-
ción negra o india pura, como sucede en las zonas costeñas o en el
sur del país, como por ejemplo en eI Huila y Nariño' Incluso, algu'
nas partes de Antioquia se distinguen porque sus habitantes tienen
,la movilidad social
cabellos claros y ojos azules. Pero a pesar de
existente allí, las consideraciones sobre la raza y ]a familia han sido
siempre mr"ry importantes a y menudo han frenado las aspiraciones
de muchos blancos, mestizos o negros' Sin embargo, es importante
anotar que los antepasados del siglo xIX de algun¿s de las "mejores"
familias de Medellín empezaron eomo humildes campesinos'
Más llamativa que la peculiaridad cultural de los anüioqueños
en los siglos XIX y XX ha sido su imagen de hombres trabajadores,
emprendedores y austeros, "los yanquis de Suraméris¿"
(s). Empe'
zaron a ganarse esta reputación durante el siglo XIX con su éxito
en la minería y el cnmercio, y en este contexto su liderazgo en la
expansión económi'ca colombiana del sigto XX no es de sorprenderi
pero hasta el final del período colonial "los observadores se mani'
fiestan sorprendidos del atraso, 1a incultura y ia pobreza de la
(6).
Provincia"
3. James Parsons. La colonización ant¡queña en eJ occidente de Colombia. (Bogotá,
1961\, p.19.
4 tbid. p. 21.
5. Ibid. p. 17'.
ZBZ. 6. tbid, p. 22.
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Constantine Alexandre Pavne Crecimiento y cambio social en Medellín: 1900-1910 123

se sate det marco,de esre trabajo u,,o.ru"l""t;ffiJrJ-
ca de Antioquia, pero unas cuantas observaciones son necesarias
para enfender por qué en Medellín, a principios dei siglo, Ias cosas
de golpe salieron bien. Las dificultades der terreno habían ejercido
' una influencia tremen,da en ia experiencia antioqueña. El gran es.
fuerzo necesario para conseguir su sustento en esta provincia ais-
lada y rocosa produjo una éti.ca laboral, un espíritu de trabajo y
una disposición al riesgo que fomentó en la gente un agudo sentido
capitalista. !b e-l9gg*g_cqgple_mg¡1ta.¡l-o aq.h eqlf-ilc_lgr¿econémica""-
f__Eg*qo" el latifundio eon todas.,p.gs jt4.plicaóionóé leudales nunca
tuvol;mna-frtpoiiañCñ' en.. Antioquia, y ." ."*¡io- f,
*gff9,P$9.ligt**g 'jgr:9r3::qt el tiaF¿iiodüro in mineríay co:
";"Aq"i*i¿i¿"-_
.merelo poco a poco se volvié él gmerador de
estatus. El medio na-
tural inicialmente impidió la agricultura y la formación de una
meni¿lidad agrleola y fue precisamente este atraso el que condujo
a la propiedad más "democráti,c¿" dg la tierra que sería clave du-
rante la expansión cafetera. l,a esca.la rneducida del mercad.6 para
Ios produetores agrícolas, Ia falta de tierras fértiles en climas sanos,
las enormes distancias, las dificultades en el transp,orte; Ia caren-
_:, cia de mano de obra indígena, todo esto impidió que la encomienda
fuera tan importante en Antioquia como lo fue en el resto de co-
,t '¡" iombia y de Latinoamérica. Ei títLrlo de encomendero daba €scasa
[ñ ]" remuneración económica y era poco más que honorario. claro está
que existían grandes concesiones de tierras, la mayoría de ellas en
minería, pero generalmente no fnero,n explotadas en gran escala y
permanecieron despobladas e improductivas. I"a mayoría fuerou de-
sapareciendo ante la presión de los colonos. De ahí la ausencia se.
neral en Antioquia de una aristocracia terraieiíéEte1ll "-"-
La minería sentó bases para la economía pre-cafetera al pro-
piciar ,la relación entre los mazamorcer.os y ios comerciantes, q,uie-
nes compraban el oro de los mineros y les vendían .las prwisiones.
Sostenida a la sombra de la minería, la agricultura jugó un papel
muy secundario hasta la mitad del siglo XIX no siendo más que
un sector para aiimentar la industria minera.
En el reconocimiento de los antecedentes del auge del café y la
industria fue más importante el aporte del comercio que el del mi.
nero, porque fue aquel quien acumuló los volúmenes de capital que
7. Gabriel Poveda Ramos. Dos siglos de historia económica de Antioqura. (Mede-
llín, 19791, capítulos 1y 2.
serían usados en especulación cafetera e inversiones industriales.
y
{omo Antioquia produeía poco a excepción del oro unos cuantos
.iíveres para el mer.cado local, los comerciantes importaban la ma'
yoría de los bienes cle consumo de otras partes de Colombia y los
distribuían en mula o en bueyes. Estos primeros comerciantes no
'de
sólo prepararon el camino para 'la existencia de casas nayores
importaeión-exportación que con el tiempo produjeron hombfes de
negocios más as€ntados que ]¡a no necesitaban viajar con su propia
mercancía, sino que desde los centros urbanos supervisabar €lror:
mes operaciones. De esta clase, identificabie a finales del sig:lo XVIII'
salen las primeras fortunas familiares de Medellín: lEuJ[ontoya'"1os--
y"illa. lqp .$-a4-!amaría,
--iarárüi]ló. los Sáe-n4.-.1i'unas,ramas de ios Restrepo, los
-iiñüüdít¿Ñ*lfor
¡-./
Uri¡e y tos Lal ?e'Át ii c ciones' córñ6ióiaJéf
tos"édpanotes se habíán levantado en ia época de la Independencia
permitiendo que muchos comerciantes se convirtieran en grandes
importadores de mercancías europeas y exportadores de oro, plata y
sombreros. Muchos de estos ,comerciantes abriero,n casas de repre-
sent¿ción en Jamaica y algunos, como J,uis Santamaría y Manuel
vélez Barrientos, se establecieron en París y Londres. Es entonces
cuando aparecs una verdadera élite empresarial salida:
rle la oscurida,l t.. ]. Pocas jerarquías socialeq inhibidoras se heredaron
de los tiempos coloniales y con la aPertura de los puertos en la Costa al
comercio extranjero, un grupo de comerciantes de origen humilde hi-
cieron ia lácil transición del comercio en la región al comercio a nivel
internacional [. . . ]. Estos comerciantes estaban bien instalados a media'
dos del siglo [...] punto después del cual otros individuos se les unie-
esencia natu¡al (8).
ron sin alterar su
La élite de este período incluye a los Barrientos, los Gaviria,
los Tirado, los S.añudo, los Alvarez y los l¿linde.
Estos negociantes fueron muy útiies no sólo en la financiación
de la eolonización de las partes sur y oceidental de Antioquia a fina-
les del siglo XIX, tradicionalmente considerada como "democráti'
ss" (e), que condujo al auge del café, sino que también fomentaron
el criltivo del producto. En Antioquia se había sembrado poco café
hasta 1880, cuando los comerciantes rnedellinenses Maiiano Ospina
Roger Brew. The Economic Development ol Antioquia lrom 1850 to 1920. lOx'
ford, 1975), p. 1.
Existen evidencias aún sin publicar de que fue un proceso violento, dirigido
por comerciantes ricos-

Estudios Sociales Ns 1 Estudios Sociales Ng '1 Septiembre 1986

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124 Constantine Alexandre Payne
Rodríguez, Eduardo vásquez Jaramillo y José María Jaramillo za-
pata rcalizaron campañas para promoverlo (1o).
_:
A finales del siglo XIX su cultivs estaba ganando popularidad,
no sélo en las fincas medianas y pequeñas de Antioquia, sino tam-
bién en Ia mayor parte del occidente de Colombia, y la revolución
del café empezaba a producir hondas transformaciones en la econo,
mía y la sociedad colom,bianas. Lo que había comenzado en 1gg0
como una cosecha de exportación de 109.000 saeos, ascendió a
1.162.000 sacos €n 1916 y a 8.1?3.000 en 1g80. Debido a la natura-
leza de la ocupaeión de la tierra en las prineipales zonas producto.
ras de café, caractettzad,a por unidad.es familiares medianas y pe-
queñas, una población considerable se ianzó al mercado y empez| a
tratar directamente con co,mpradores urbanos del grano y vendedo.
res'de bienes de consumo, creando así en el tlanscurso áel periodo
una extensa red comercial nacional e internacional. un cáJculo indi.
ca que para 1930 de un¿ cuarta a una quinta parte de ,la pobiación
rural había dejado la agricultura de subsistencia y se había incor-
porado al mercadq mediante el cultivo del café. ya para 1980 eI
café representaba casi el 70% de las exportaciones colombianas (1r)..
El hecho de que colombia en 1980 fuese radica,lmente cliferente
de Ia colombia de'fines del sigio xIX se debe más que todo at café
y sus efectos. 'E;l auge exigió la 'creación de una infraestructura eco-
némica: baneos, casas comerciales, comunicaciones, transporte. El
comercio exterior de la na,ción ascendió de 68 míllones ds pgsss s¡
1913 a 260 millones en 1928. En el mismo período ,la extensión de
los cables telefónicos aumentó de 5.000 a 85.000 millas. El volumen
del correo se cuadrupiieó y la red ferroviaria se dup,licó.
se mejoraron las técnicas ganaderas y del cultivo del café, las redes
de fe*oca¡riles. y carreteras se extendieron a nuevas áreas y las obras
y servicios públicos tuvieron más auge. se dragaron puertos, se pavi-
mentaron calles y los edificios públicos parecían brotar del ,uelo *e-
dida que el país sucum,bía .al fue¡te ui.,o d"l 'oprogreso,' . . .
[ ]
Antioquia llevaba la derantera en ra producción cafetera. para
1932, iunto con caldas *departamento perteneciente ar mismo gru-
10' Luis ospina vásquez. Incrustria y protección en corombia. 1B1o-1930. rMede-
llín, 1974), p. 243.
1'l Pául McCreevey. Historia económica de Colombia, lA*'-tg3l.
1!l'.rr
1975), capítulo 8.
12. Vernon lee Fluharty. La Danza de los miilones: régimen mititar
socia/ en Colombia. (1gj1-1956). El Ancora Editores, féar, p. +S.
y revorución
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Crecimiento y cambio social en ñ{edellín: 1900-1930 L25
po cuitural y geográfico- producía casi la rnitad del café del país
E,n Antioquia el efecto más contundente del auge cafetero fue la
réspuesta de los negociantes de Medellín a la demanda de bienes
de consumo masivo creada por el nuevo mercado rural y el crecien-
te mercado urbano. Estos aprovecharon la oportunidad y empezaron
a invertir el capital acumulado en sus negocios de importación y
exportación en plantas manufactureras. En cuestión de pocos años
Medellín tenía una joven pero vigorosa base industrial. la. ciudad
presenta, pues, el caso notable de una rica élite comercial que se
había desarrollado gradualmente desde los tiempos coloniaies, debi'
do al medio geográfico, económico y social tan peculiar' Por haber
vis'lumbrado l¿ posibilidad de sustituir la importación de bienes de
consumo masivo, al ampliarse el mercado por el café, parüe de esta
élite centra su atención en la industnalizaciín y se transforma en
una nueva capa, ligeramente por encima de los otros ccnerciantes.
Everett Hagen, Frank Safford, Luis Ospina. Vásquez, Ann Twi-
y otros han indagado sobre las razones de ser del talento ern'
nam
presarial de'los antioqueños, pero para los propósitos de este traba'
jo es suficiente saber que éste existié. Como señala David psr¡f (ra).
algunos atribuyer¡ el éxito industrial de los antioqueños a la:
experiencia minera, a la asimilación gradual de importantes innova-
ciones tales como el uso de la energía hidroeléctrica, y a la creación de
institutos tecnológicos, como la Escuela de Minas [y yo agregaría, la
Escuela de Artes y Oficios]. Otros consideran que los antioqueños con
su buena capacitación, además de su espíritu empresarial y su afán
innovador, lueron los catalizadores dei éxito económico.
Todos estos elementos fueron importantes para permitir que
Medellín desarrollara su gnan industria usantlo sólo capital local'
En Antioquia siempre había existido un culto a lo práctico y yo ten-
" go mis reticencias para darle énfasis a cualquier factor único. Res-
(r2].
peeto a la educación por ejemplo, nadie puede negar que la Eseuela
de Minas y ,la Escuela de Arles y Oficios inculcaron destreza técni-
ca, en especial entre muchos ingenieros que se convertirían en los
directores técnicos y administradores de las fábricas. En ia segunda
mitad del sigl'o XIX rnuchos de los comerciantes que se destacaron
entre 1900 y 1930 habían estudiado ingeniería, y un número consi-
(Bogotá,
13. David V. Dent. "Urban Development and Governmental Response: The case of
Medellín". Latin American Urban Research, capítulo 4.
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L26 Constantine Alexandre PaYne
derable de ellos, como Francisco de Vilüa del
Corral
urbanizador- y Germán Jaramillo Villa -negociante
que ideó la primera
gran fábrica textil en Bello.- estudiaron-elen ,los Estados .Unidos
para adquirir su pericia empresarial. Pero hay of,ra cata.de la mis-
ma ¡noneda y es que muchos comerciantes-industriales importantes,
como la mayoría de los Eehavarría, nunsa estudiaron más allá del
bachillerato y eso si llegaron a esto; Ricardo Olano ns pasó de la
primaria. Alfonso Mejía Robledo escribÍó en su coleceión de biogra-
fías de la élite antioqueña, que "muchos de los antioqueños impor.
tantes que fueron orgullo y honor del departamento tenían estudios
que eran escasos y elementalgs" (la). Lo que sí puede afirmarse es
que el. sentido práctico, Ia habilidad para los negocios y el espíritu
creador de riqueaas fueron rasgos dominantes fu la eultura, -rasg'os
heredados csn el paso de los años, en un medio geográfico y sqcial
tan particular. Un observador francés,
en su paso por Antioquia
en 1860 escribió:
En Medellín, como €n toda la Nueva G¡anada, apenas hay más aristocra-
cia que la del dinero [ . . . ] r"í es que en aquel pueblo, ocupado tan so-
lo en buscar el progreso material, los sabios, los artistas y los poetas
quedan siempre pobres, sin poder constitui¡ una clase separada
El término único de comparación es el dinero: un hombre se enriquece
por la usura, los lraudes comerciales, la fabricación de moneda falsa u
otros medios ¡ror el estilo, y se dice de él; ¡Es muy ingenioso! Si debe su
fortuna a las estafas o a las trampas en el juego, sólo dicen: ¡Sabe mu-
cho ! Pero si piden in{o¡mes sobre una p€rsona que nada tenga que
echarse en eara sobre este punto, contéstase invariablemente: Es buen
sujeto: ¡Pero muy pobre! (trl.
El período 1900.1930 encontró a Medellín en una época de tran-
sición, cuando despegaban la industria y el progreso urbano y cuan.
do la misma industria, el comer.cio, las escuelas y l¿ creciente mística
urbana incitaban a otros antioqueños a encontrar su lugar en la
ciudad.
-14. Allonso
Mejía Robledo. Vidas y empresas de Antioquia. (Medellín, 1gS1),
15.. Carlos Saffray, en: Viajeros extan¡eros en Colombia.
llogotá,'l97Ol, p.
Estudios Soc¡ales Ne 1 Septiembre 1986
rl
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Crecimiento y cambio social en Medellín: 1900-1910
),9
y INDUSTRIA Y TRABAJADORES
. La principal ocupación de los medellin€nses es el comer'
cio, al cual se debe la mayor parte de las gtandes forfu'
nas de hoy. Pero desde hace aügunos años se ha ilesper-
tado un creciente entusiasmo por empresas industriales y
se han fundado y se continúan fundando fiábricas coñ
tal búo que no está leios el dís en que esté la ciuilad
convertida en un emporio de producción capaa de abas-
tecer gran Parúe del tr)sís (ro)'
Guillermo Echavarría Misas recuerda un día lejano en 1906
cuando él estaba en la oficina de su padre, el rico imporbador Ale'
jandro,Echavarría Isaza.
Estábamos hablando y ftío] Ramón Echavarria llegó con algunas medias
en la mano diciendo:
mira lo que Gustavo Merizalde está hacienclo, ¿poi qué no
-Alejandro,
ponemos una de estas fábricas? (17).
[...]
Alejandro Echavarría compró entonces en InÉlaterra digz tela'
res y otra maquinaria. El resultado fu,e Cslteisr, 'actualmente el em'
porio textit más grañde en América Latina.
Ricardo Olano escribió en su diario:
hacia rnediados de 1907, vine a Chipre lsu {inca] a Pasar el domingo.
Vine solo y traje un libro para leer porque era la estábión lluviosa y no
podia trabajar en el jardín. Traje t¿mbién aigunas revistas francesas,
entre ellas una copia de Reuue des Deux Mond,es. Las leí de Pa€ta a Past4
hasta que sólo me {altaba u¡ artículo, era sobre industrias de alto riesgo
y no me interesaba, Pero como llovía a cánteros y no tenía nada más
que hacer, lo empecé a Leer. Enseguida me üamó la atención Porque era
sobre la prod.ucción de fósforos. Nosotros importábamos {ósforos en
gran escala, pagando impuestos muy altos. Como el artículo hablaba de
lo {ácil y barato que era hacer fósforos, desde ese momento emPecé a
pensar en ponex una fábrica en Nledellín (18).
Olano viajó a Europa y reglesé csn maquinaria y un técnico es-
pecialista. A los pocos años la Com"pañía Naciana"l d'e Fósforos Ol,ano
p. 132.
16. Medellín .en '1910. (Medellín, 1910), lntroducción.
175.
17. Entrevista con Óuillermo Echavarría Misas, febrero 1983
"1986
Estudios Sociales Ne 1 Septiembre.
A
r
.{
.l'o
I
130 Constantíne Alexandre payne
empleaba 80 trabajadores y vendía fosforos hasta Popayán en
sur del país. t,
Después lde que el fuego destruyó en 1921 la manzana del cos-
tado occidental de la plaza de Berrío, los dueños de ,las fer¡eterías le
pidieron a Eleazar Ospina Gómez que reparara los restos de los ca-
tres y camas importados que quedaron. Durante la reparación, Ospi.
na, dueño de un modesto negocio de mecánica y fundición, tuvo la
idea de producir camas y mandó a $u hijo a los Estadoe Unidos a
informarse sobre las fábricas de camas de hierro. Al poco tiempo
Ospina era un industrial y su compañía Elospína estaba haciendo
camas,.sillas, armarios de cocina y muebles para oficina (1e).
Fue así como durante los primeros años del siglo los negocian.
tes de Medellín dieron el paso a ia producción de bienes de cÁsu,mo
masivo que antes importaban. f,a mayotia de las veces siguieron el
esquema ejemplificado por Echavarría, Olano y Ospina: un comer-
ciante o un grupo .de comerciantes identific¿ban un artículo que pu-
diera ser rnanufacturado loeahnente e importaban la maquinaria y
la tecnología de Europa y los Estados Unidos. La nueva clase indus-
trial disfrutó de prosperidad y rápido crecimiento ayudada por las
m€joras en el transporte, como el Ferrocarril de. Antioquia y Ama-
gá (con tarifas favorables para la industria.) y l,os primeros auto-
móviles y camiones, la estabilidad política de la República Conser-
vadora (1902-1930), y las tarifas proteccionistas que per.mitieron
la introducción barata de maquinaria y materias primas, al mismo
tiempo que gravaban duramente los bienes de consumo importados.
' La industria entonces se conviriió en el máximo iogro de una clase
comerciante, flexible e innovadora, que durante años había diver.
sificado sus intereses entre la importación, ia minería, la agricul-
tura, la banca y la ganadería
Claro que el factor más importante para su éxito fue la deman-
da creciente de los consumidores producida por el auge cafetero.
En An:ioquia y Caldas se sintie¡on más los efectos {avorables de ia in-
dustria cafetera sobre la demanda popular de bienes de consumo ya que
e:r €stos depaftamentos la estructura de la industria estaba basada pre-
dominantemente en la pequeña finca {amilia¡ y, por lo tanto, cuando los
precios del calé subían, se dist¡ibuía mejor el ingreso. El primer censo
ca{etero, elaborado en 1932, indica que en Colombia, en general, apro-
+
18. Memorias sin publicar de Ricardo Olano.
-19'
Mejia Robledo, Op. cit., p.240 y entrevista con Jorge Restrepo Uribe, marzo, 19g3.
Estudios Sociales Ne 1 Septiembre
L
.q
Crecimien¡:o y cambio social en Medellín: 1900-1930 131
el ximadamente el 49% de los cafete¡os registrados eitaban en plantacio-
nes de menos 'de cinco mil árboles. En Antioquia y Caldas el 88/o se
cultivaba en esta clase de plantaciones y estos dos departamentos Pro'
ducían alrededor del 46% de la producción total colombiana y en ellos
se encontraba aproximadamente el mismo porcentaje del número iotal
de fincas cafeteras. La demanda de bienes de consumo no surgió sólo
entre los propios cultivadores, sino en toda la infraestructura que se
creó en Medellín y en otros centros más pequeños en la última d&ada
del siglo XIX para la exportación y elaboración del grano. Por ejem-
plo, las casas comerciales {undadas por los exportadores que elaboraban
el grano para la exportación fueron de las primeras que contrataron ma-
no de obra para trabajo industrial en Medellín (s).
Sin embargo, esta dependencia del merc¿do del café constituyó
una base muy inestable para la industria. A pesar de que las indus'
trias de Meclellín habían empezado casi en su toialidad con capital
local, su dependencia de los ingresos del sector cafetero los ponía a
merced del mercado internacional :cle ese producto. Después de la
prim'era Guema Mundial, cuando lóÉ"precios del café cayeron, la in-
clustria y el comercio de Medellín perdieron dinero y muchos nego'
eios se declararon en bancarrota.
Antes de la ínstálación de estas fábricas había habido po€a pro'
dr.lcción artesanal de bienes de consumo y con unas cuantas excep-
ciones (cigarrillos, zapatos, chocolates), las industrias no desaloja-
ron trabajadores independientes. Si el auge textil hubiera ocurrido
en Santander, por ejemplo, una enorme industria doméstica se ha'
bríaafectado.Lamayoríadelostal1eresartesanalesen'Mede11Ín-¡i--
en toda Aniioquia permaneciero'n intactos *-caipinterías, curtim'
bres, sastrerías, cerrajerías, herr€rías, tejedores de soübreros de
Fanamá-. EE más, los artesanos de Medellín, al igual que los co'
merciantes e industriales, respondi€ron al mercado creads por el
café. I"a fabricación de muebles aumentó tanto que:
un empresario [. . . ] desde la Costa Atlántica, intentó extender su negocio
de fab¡icación de piano's a Medellín y hacer de este último el centro del
piano en Colombia. Puso la Fóbri¿a Nwional de Pianos de Colombin en
compañía con un cc,nocido artesano de Vledellín l. . . ] La empresa no tuvo
éxito, pero el .artesano continuó en su viejo o{icio atendiendo un merca-
do ¡elativamente grande, haciendo m,¡sas de biliar que el comprador po-
día armar usando tornillos (21).
24. Roger Brew. El Desarrollo económico de Anüoquia desde /a lndependencia
hasta 1 920.. (Bogotá, 1977), pp. 294-295.
¿1. lbid, pp. 311-352.
'1986
Estudios Sociafes Ne 1 Septiembre 1986
 \-r

1e9
Constantine Alexanclre payne
Crecimienlo y cambio social en Medellin: 1900-1930 133
tre 1900 '- !e jit?{"
.¡r¡¡'u¡rau¿' r¡&s,lloustrl¿s
b.". Las
,|üri"y !i;g;t :J#; "r::: T sustituir
l9B0 emner i n d u stri as creadas (
La Escuela de Artes y Oficios, un centro vocacional, también inclu'
en.
los' artÍculos ¡*po"t"¿oJl',
populares. esnenio r,jo-Z::y j:l'le:$4;-il#tr#ff
ill*il?.ff Ti?i:T:^i:"
rante el siglo XIX,
p< ij:miff
!' ¡Lu5cr', r:'rew-
calculó que ¿u. :
yó la operación de telares en su curriculum (27).
, ," ""ilio^::":^t-:1,80% todas las irpá"ü.ion.*
que entraban El futuro de los textiles de Medeliín se decidió en 1899 eri un
;:";X'fJril.:;1"ir::,:,,:.-g!;r";;!;ñ:;T;uffiTifi :: -ae
salón del Club del Comercio, cuando el Dr' Germán Jaramillo Villa,
n #J.i:TA l;:,* :-; iT :'r' i,- : T:J,:f ,:l?ffff i *TiT :
después de trabajar cinco años en plantas textiles europeas, hizo
;;';j1.'l;'i::::T:::-'1¡.dr9;1si1ü"Í::'T''¿:'#;*ft
j:J::;xT**:i-iri,liJÉlt:"'H;:[T:l;:Ti,*,i ,iJ'l, una presentación a algunos de los miembros más destacados de la
33í;, élite esmercial y financiera de la ciudad, entre ellos Pedro Nel Os'
1',f 'n"#:'f ".,'1T^".t:Tt1".n'."í,X"T"?.";?iXHf ;:iT pina (futuro presi'dente de Colombia), su suegto Eduar'do Vásquez
il.11;,iIr"""T,J"
dustriai j1ÍÍ"::",¿"'rv¡"¿"ur",;Tiff;i"':ffi**rf T"i
Oe aniioquia en 1928: Jaramillo, Mariano Ospina, Camilo C., Ricardo y Emilio Restrepo
Con la excepción_ de algunas Callejas, Carlos E. Restrepo (también futuro presidente), Manuel
joyas.y unos,cuantos trajes José Alvarez Carrasquilla y Pascual Gutiemez.
[en los que
;:1,.?*'"il:l,1:lT
n osotros. p¡edominaban
-,".- li {*i",g,ones
::l,ki:1, en r"'".*.,,,u.
re
*
corno
Estos hombres llevaron a cabo su idea t¡es años más tarde,
después de la guerra de los Mil Días. El 10 de febrero de 1902 for'
:"i"",",t ::T#::" Tll.,Tlu ¿Xf
sin embargo' ra manufactura maron la Cotvtpuítín Antioqueñ,a d"e Teiidos, con un capital inicial
paradójicamente no rocal de bienes'de consumo de 6,000 pesos papel moneda, y como sed'e eligieron a Bello, un pue'
.-,.,*r"" ," ;;;"u;"rn precios al masivo
jos, en parte debido detal más ba- blo eercano al norte de MedellÍn que ofrecía fácil acceso a un& que'
a lus tariia. ;;1,";nu*untales que
in'dustria nacionar' ur protesÍan la brada para la generación de energía hidroeléctrica' Desde el co-
r."".i*l"to" ?.T'oroartamento de mienzo los industriales novatos se vieron abrumados por problemas
de Estados Unidos que colereio
visitó
"
M;.]lí; en 1920, expticaba que: logísticos. Primero, se les acabó el dinero antes de hacer el nuevo
uo,.'*3, la producción-de las manufacturas edificio. Cuando lo terminaron, la maquinaria no había sido enviada
:1":rj:T,:'Tn:, -de locales
de Inglaterra. Cuanclo al fin l'legó, estaba hecha pedazos pues el Fe'
proteccionistai:
u:;,ffi
l":"T:"hj" olTf j"
*:::,3*¡:m,*:i rrocarril de Antioquia, en el tramo de Puerto Berrío a Medellín no
precio de los arrículo€
d" munuf"ctu* rr"t.".l. c"*" había sido terminado, y había sido. necesario traer la maquinaria
cios de productos,aec.rrrio. ,"rrri"a"'io, oru- gran parte del trayecto a mula. El trabajo de reparación hecho por
,n ," ,tl"^,
sean
,o¡rr"n"n extranjeros o naciona-
les, permanecen ¿ltos y
to, p.oau"iü buenas ganancias (x),
Pedro Veliila, dueño del incipiente n'egocio Tal,lf:res y trutt'dtcün de
Los primeros indicios de Robleilo, fue equivalente a haber empezado de cero. Además las fi-
airededores habían ocurrido
la industria textjl en MedellÍn o nanzas se disminuían constantemente por las fluctuaciones en la
res pequeños con telares
, fdil;;irgo, *o unos cuantos tare-
sus,
tasa de cambio. Habiendo perdido la increíble suma de doce millo
manuales. fu,mniq como hecho
la cárcel de Medel{ín. ro cu¡ioso en nes de pesos oro en dos años, los todavía esperanzados comerciantes
de San Vicente de paúI, oir*i,í_Jl o" caridad de Ia Sociedad y sus acreedores reformaron la compañía e iniciaron operaciones co-
Aon¿" sl ni'io* Ipren_dieron
"_"n-"1
dirección det Dr. Manuel a tejer bajo Ia s¡s la QoflLpañía de Teiíd"os d'e Me'dellín, Iuego ia Fd,brica' de Hílados
Alejandro Echavarría, comerciante
vi._"['i_"ir. *o.hu. Curjosamente fue y Tejúd'os d'e Betlo. Para entonces la mayoría de las acciones perte'
quien facilitó ei equipo y ,¿Jt"¿u fund¿dor de necían a Pedro Nel O'spina y a Emilio Restrepo Callejas
(x)' Rest¡e'
Coltp¡ar,
"ua;m*ni*"iá t tr"¿io ra tera g¡ g¡ ¿is¡¿a 1:e). po Callejas, quien dirigió ia Compañía hasta su muerte en 1932'
22. tbid, p. 2BB. es un buen ejemplo de un importador convertido en industrial, activo
23. Exposición tndust¡ial de
Ant¡oquia. (Medellín, 1924),
24. P.L.-Bell, Colombia: A p. 5a.
1921), p. 232. -' " lvr¡rc¡L'dt
Comercial dns
and tndustr¡al
tndustrial Hancl Book. (Washington,
D.C., 27. Poveda Ramos, Op. cit., p. 146.
25. Brew, Op. cit., p. 27.t.
26. Enrique Echavarría. Historia 28,. Este esquema de la Compañía se basa en los trabajos de Brew y Echavarría y en:
de ios texti/es. (Medellín, t94:), Santiago Móntenegro, "Breve Historia de las principales empresas textileras: 1900-
pp. 12_13.
1945. En: Revista de la lJniversiclad Nacional, Medellín, 1981.
Estudios Soci"l"iNi
Septiembre 1986
Estudios Sociales Ng 1 Septiembre 1986

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134 Constantin€ Alexandre payne
además en urbanización, obras cívicas y caritativas y constituye un
modelo muy común en el Medellín de la época.
De 1905 en adelante la industria textil despegó en Medellín. E¡
1910 esta féhrica tenía más de 400 trabajadores y producía 8.000
yardas de tel¿ por día ¡:r). En 1g16 tenía ó10 trabajadores y pro-
ducía cerca de 9.000 yardas de tela a'i día en 220 tela¡es mecánicos.
,.." Mientras tanto, otros csmerciantes también volcaban su aten-
ción, capital y capacidad empresarial en la industria te><til. B¿món
y Alejandro Echavarría tenían una planta procesadsra de café jun-
to con. su respectivo negocio de importación. En 1g0T pidieron áiez
telares a Inglaterra para ponerlos en un rincón de su planta. pron_
to se 'dieron cuenta de que necesitaban unas inst¿laciones más am-
plias y se mudaron a una fábrica en euebr,ada Arriba, esto es, en
I la parte alta de la quebrada de Santa Elena que at¡¿viesa a Mede-
llín. A los dos años, empieaban 1b0 trabajadores y en 1916 la Con-
pañía Colombíana d,e Tejid"os (Aoltejw) tenial. L telares y emplea-
ba 400 trabajadores €¡ una gran fábrica cuyos planes fueron co-
piados de aquellos de la planta de Bello. Uno de los cofund¿dores
menores fue Vicente B. Villa de Medellín, hombre de negocios e in.
geniero eléctrico preparado en las Universi.dades de M. I. T. y Colum-
bia;.dueño y administrador de la primera planta eléctrica de la ciu-
dad y copropietario de la primera compañía de teléfonos.
En 1910, Roberto y Heliodoro Medina, comerciantes del pueblo
de Angostura quienes habían ilegado a Medellín con el cambio det
sigio, montaron la Com,psñ,ía de Tejid,os tle Roseltón en Envigado,
otro pueblo cercano que también permitía usar energía hidroeléc-
trica- En 1925, al pasar ia dirección a Juan Francisco Jaramilio, la
fábrica tenía 400 trabajadores. antonio Ma. Hernández, un ooá""-
ciante de Medellín, oriundo de Santa Rosa de Osos, fundé la Fá,bríca
dp Teii,fus Hernández en 1910 y en 1g16 üenía funcionando 50 te-
lares. Hernández vendió su fábrica a Roeellón en 191g. Las otras
grandes firmas dignas de mencionarse son la Com,ps,ñí,ü d,e Tejid,o,s
del Hato, fundada en Bello en 1g20 por tres de las principales casas
exportadoras pertenecientes a C,arlos Mejía R., Francisco Luis Na-
varro y Alberto Echavarría, cie los l,lamaclos ,,Echavarrías gordos,',
los robustos primos del Alejandro de cottBjer {esta compañía lue.
g:o se funde con la otra de Bello para formar Fablicato) y
; la Com-
pañía d.e Tejíd,os Uníón, fundada en 1919 por Germán y Tulio Me.
29. Medellln en 1910. tntroducción.
Estudios Sociales Ne 'l Septiembre 1986
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Crecimiento y cambio social en Medellín: -1900-1930 13ñ
dina, comerciantes de Yarumal y primos de los Medina de la Fd'brica
de Rosellón @t
Estas fueron las más importantes entre las numerosas plantas
textiles fundadas €ntre 1900 y 1930. Prácticamente todos los fun-
dadores habÍan sido (y seguían siendo) dueños de casas de importa-
ei6n al por mayor. Este hecho facilitó la transición a la producción
i por la disponibi'lidad de capital y la capacitación empresarial y bde'
más facilitó los medios de distribución a través de la cliendela bien
cultivada de los almacenes y la red de distribuidor€s al detal en Me-
dellín y ell toda Antioquia. Para 1920, casi todas las grandes indus-
trias textiles se habían reorganizado y convertido en sociedades anó
nimas, lo que les permitió ampliar las plantas y aumentar conside.
rablemenüe la producción en los años treintas.
La eeweza, las gaseosas, el chocolate y los cigarrillos también
pasaron a ser renglones de la industria en este período, creando
un cambio en el gusto al ajustarse a las demandas del nuevo merca'
do cafetero.
Las mujeres y ios niños aumentaron la demanda de gaseosas y de dulces
manufacfurados al empezar a percibir ingresos cuando trabajaban en las
plantaciones dur.ante la cosecha del café y en las casas de elaboración y
emp¿que del grano en Medellín. La ceweza y los cigarrillos desplazaron
en parte el consum,o de cigarrillos y de las bebidas alcohólicas tradiciona-
les [. . . ]. El chocolate, que era uno de los principales articulos de con-
.sumo, no podía elaborarse {ácilmente en el hogar al tener las mujeres
otras ocupaciones, y este hecho, re{oriado por la eficiencia de'la maqui-
naria para t¡atar el cacao, fomentó la producción industrial del choeo-
l¿¡s (ar).
Así vemos cómo ei auge del caf.é y la industria resuitante trans-
formaron los usos sociales en. Medellín y Antioquia
Sólo en las dos últimas decadas del siglo XIX, la ceweza habia
empezado a desplazar el aguardiente como la bebida alcohólica de
consumo más popular, debido a que se vendía más barata de 1o que
permitían los precios monopólicos del aguardienfg (92). I"as pequeñas
cerveeerías dispersas por Antioquia ordenaban barriles de concen-
trado cie Medellín y los mezciaban en el lugar del consumo (33). En
,
30. lndustriales y orígenes extraídos de Echavarría y Mejía Robledo.
31. Brew, Op. cit., p. 342.
32. tbid. p. 339.
33. Lisandro Ochoa. Cosa.s vieias de la Vilta de la Candelaría. (Medellín. 1948).
Estudios Sociales Ns l Septiembre 1986
 q
186
Constantine Alex¿r a ire Crecrmiento y cambio social en \ledellín:1900-1930 137
Medellín hubo varias tentativas de poner
ninguna con mucho éxito- EI p"i*ár"-ül*rto fábricas de oerveza pero gando aitos intereses para cubrir los costos desaforados. La Com-
Medetlín de cerveza propia iu"
a j* i" ?"miliuimportante de s.urtir a
o" C"rr#ñrgL"l¡¡-,
pañía fue liquidada al poco tiempo (35). Cinco aiios más tarde, reor-
en La ceja' pero rin ganizada y refinanciada empieza de nuevo a produeir bajo la ad-
deltín era un s:ran ob.t;-.-;i;^;;ñ i"oor"*u der transporte a Me-
"ri"-ig."r;i;-;rr?;r ministración, primero de Pedro Nel Ospina y luego del alemán
cente y Pastor Restrepo, 1885 ros farmaceuras vi- Carlos Bimberg. Además 1a empresa se cliversificí y empezí a pr,o-
r,i:"* d"-ü
nejaron una pequeña ;.;";;;ir;ü;."; c"on¡erciante prominente, ma- ducir sus propias botellas. La Cerueaw'ía Antioqueñ.a, creció y en
ctavía existeri.i-;; er parque 1930 se unió con Ceraecerín La Libert'qd,, fundada en 1924 por la
d; ;;ü*:..,h.ffiff"0?:#',::: :T:
ficienüemente bien como para
garantizar la reparticién casa importadora y exportadora de c¿fé Eseoba,r & Cía,.
domicitio, pero no lo-uastanlé de cerveza a
nente. Unos años más,tarde, ñ;;';;;;" como una empresa perma- En 1925 las tres cervecerías, Ta,m,ayo, Antioryteñ,a y La Líbor-
zulo YéIcz Restrepo,. prro
;; il.iii;;rador de esa fábrica, tad, empleaban 250 trabajadores y los ciudadanos de Medellín be-
u' Ciriinü' iounen ta caile Sucre Gon- bían en bares, cantinas y restaurantes o podían pedir a domicilio
cerveza fue estimada de y su
cervecerías y su consümo
mejor ."liOJA-qu" la de otras pequeñas la ceweza produci'da localmente. Había cerc¿ de diez ma¡cas cle
tonio Tamayo entra at sector
empezó a crecer rs¿t. En
1gg5, José An- cerveza suave y osclrla en el mercado. Todos tomaban cerveza, pe-
dellín. Esta oervecería. ;;;;,ll"bno"wrn
",r;;; Tomayo.en Me.
ro esta era popular sobre todo entre ia clase media y los trabaja-
fue ,la
i,in¿*ou en et sigto XIX que dores. La marca que más se vendía era la más barata, 7a Q4npg,
::l::"1: :t Xx,..siempre .;;;';.socio producida por Ceraecvrín Anti,oqueñn, pero inciuso 7a Gu,aW era
hacla una"n
exitosa fábrica de turnuno-'r.¿iuno. familiar, creciendo cara para los obreros fabriles, pues media docena'de botellas me.
Sin ernbargo, el escenario estaba dianas costaban 45 centavos, y el salario diario promedio era de
gran escara de cerveza. listo para la producción 30 centavos (sdl.
EI pri'mer inter¡to de los comerciantes en
dellinenses de abrir una me-
cervecería industrial siguien,do En 1904, con la fundación por parte de otros comerciantes ile
patrón de las plantas.textiies er mismo
*u ¿io.n üor, con Ia ceraecería Medellín de'la enorme fábrica de gaseosas, Com,pañín d,e Gaseosas
tioqueñ,a. Los comer An.
tabanentrei".;;;:l'X;:n":AiH','.'X,X':l;ffiff Posada Tobón, se institucionaliza el eonsumo de bebi.das .gaseosas
y administrador ciet.ganco
putar, y Eduardo
*lX*;
d's;;;l; áe MedellÍ n, et Bu.rcao po-
du]ces. Estas no competían en el mercado con \a ceweza pues "su
incremento está asociado más con el poder adqLrisitivo de las mu-
vásquy
t;;air'íto*; irunu.l José Atvarez Ca_ jeres y ios jóvenes" t3?). Para 1923,, Postobdn _camo se llamó la com.
rrasquilra a quienes nos habíamo"
d'ores de la primera empresa
.iráoit"udo ya como co-funda- pañia- estaba produciendo a'lrededor del 75/o de las gaseosas con-
textir
trador del negocio t1:."i ¡rnq*""á-ni.i¿ien Beto. Er prirner adminis- sumidas en Colombia (38).
ría Meiía Alvarez. Eligieron lii-ír* .o Abejorral, Luis Ma- Una iista parcial de ias fábricas existentes en Medellín en 1916
cano que ofrecía energía hidroeléctrica.-"r"lt"güi, otro caserÍo eer, nos da una ide¿ de la naturaleza de ios productos. que estaban trans-
formando los hábitos de consumo del público: seis fábricas de cho-
Así como en la planta inicial
enfrentó el desastre á".¿" -p"l*."i"'Ai".,
en Bello, esta empresa tarnbién colate, dos de fósforos, tres de g,aseosas, seis de cigarrillos, una
mportada de Alemani y
.* Sólo ja maquinaria, de hielo, ocho de velas y jabones, una de galletas y confites y dos
por día, costó 108.000 ^pesos"^pi, J"- *_¡"t"llar 18.000 hectolitros laboratorios farmacéuticos junto oon numerosos talleres grandes de
nuaba imprimiendo papel
o"" ¡-;;;;;" que et sobierno conti. meeánica y fundición..Casi todos fueron fundados después de 1900.
monedá, er ;;;; de ésta y der
los materiales de construcción trabajo y
nes de 1901 aumentaron- el
*b;;";"a ,os suscriptores. A fi- 35. Brew, Op. cit., pp. 341-342.
capital . .*;s miliones t{e pesos papel
moneda, pero de todas forma. 36. Comparación del Anuario estadístico de Medellín, 1915, con un aviso del Co/om-
i""l*""'"que hacer préstamos pa. biano, 1915, y entrevista con Antonio Henao Caviria y Jaime Restrepo Cutiérrez,
abril, 1983.
34. tbid, p. 90. 37. 8rew, Op. cit., p. 342.
38. Anuario estadístico de Medellin,1923. Sección lndustrial.
Estudios Sociales Ne 1
Septiembre 1986 Estudios Sociales Ne 'l Septiembre 1986

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138 Constantíne Alex
La fabricación de chocolate en Medellín fue un caso de ctespla.
zamiento de la producción tradicional de las arnas de casa .por un
proceso de producción en serie. En los hogares antioqueños las es-
posas y las criadas acostumbraban tostar, moler y endulzar el ca-
cao, usado para preparar una bebida caliente que se batía a.mano
con un molinillo de madera. Como cosa curiosa era el chocolate y
no el café ia bebid¿ no alcohólica preferida. Cuando las fábricas
pequeñas d,e chocolate empiezan a aparecer en Medellin a fines del
siglo XIX, muchas amas de casa empiezan a usar las pastas de cho
colate para servir a sus hijos, sin duda porque era más rápidq pero
siguieron preparando su propio chocolate para las visitas (3e). Los
primeros producüores de chocolate no p'udieron competir coll el pre-
parado en casa, pero el aumento del poder adquisitivo creado por
el café estimuló su producción. Recuérdese que el empleo femenino
'en las plantas proeesadoras
de café y otras fábricas en general es-
timuló la compra de alirnentos preparados. "Y no solamente cre-
cieron las fábricas de chocolate sino que también se beneficiaron
las fLrndiciones locales y los fabricantes de maquinaria al atender
pedidos de equipo para elaborar ehocolate" (ro). En 1928, Medellín
tenía ocho fábricas de chocolate de diverso,s tamaños, siendo la más
grande de el'las la Compuíúa Ns,ci,Únal de Ah,oaolates (de propiedacl
del gran procesador y exportador de café B,ernardo Mora), que
producía chocolate en fábricas instaladas en distintas regiones del
país.
Así como la existencia de chocolate ayudó a crear su propio
mercado igual ocurrió con el calzado. Hasta los años veinte los ni-
ños de todas las clases salían d,escalzos en Medellín. No era raro
ver montañeros caminando por la ciudad bien vestidos pero sin
zapatos. Ell aumento del poder adquisitivo debido al café y la indus
trialización sumado ai estableeimiento de fábricas de calzado, en
especial Ia Com'pañía d,et Calsalo Reysol y la Coffiryq,ñíp, dg Ca"tmdo
Tri'unfo emp€zaron a cubrir 'los pies ean zapatos a precios popula-
res. Al mismo tiempo se desplazó a los zapateros altesanales y se
sustituyeron a algunas importaciones (nr). !,s manera similar, el es.
tablecimiento de las compañías de tabae.o aumenté el consunro de
39. Ochoa, Op. cit., p. 39.
40. Brew, Op. cit., p. 309.
41. Entrevista con Jorge Múnera, abril, 1983 y comparación de los zapateros listados
en las estadísticas de 1916 y aquellos listados en lsidoro Silva L. Primer direc-
tor¡o genercl de Ia ciudad de Medetlín. (Medellín, 1906).
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le Crecim¡ento y cambio social en Medellín: 1900-1930 139
cigarrillos en las ciases bajas y también sustituyó los eigarrillos
imporüadqs de La Habana y los tabacos de producción lsg¿l (+z).
El origen'del consumo del café tiene una historia muy particu-
lar. El auge cafetero empezí en la década de 1880 y para 1900 las
grandes fortunas de Medellín habían sido acumuladas' exportando
café y manejando lo que fuero¡ las primeras industrias grandes:
las trilladoras o plantas procesadoras de café. Pero ei tomar tinto
no era común en Medellín. La gente prefería el chocolate. A co-
mienzos del siglo Escobarr & Cífr,., comerciantes de café, importado-
res e industriales empezaron a vender café molido en cajas de 100
paqueticos por 80 centavos (43). En esta forma se aurnentó un poco
su eonsumo y otras compañías €mpezaron a hacer lo mismo, pero
tomar tinto seguía siend'o una costumbre'de la clase alta. Se tomaba,
por ejemplo, después de comidas grandes o en alguna ocasión des-
pués del almuerzo, acompañado de un cigarrillo, pero nunca entre
comidas. Se eonsideraba algo dañino y a los niños se les prohibía (+r).
A finales tle la década de 1910 o a principios de la del 1920, a
unas hermanas. de ap,etlido Melguizo se les ocurrió la brillante i'dea
de vender pociilos de tinto en las calles. Contrataron muchachos
para cargar termos, pocillos y piatos, azúcar y cucharitas en una
caja de madera colgada alrededor d,el cuello. Vendiendo café de ofi-
cina en oficina, de tienda en tienda, a la sa'lida del teatro, en el
Parque de Berrío y el Farque de Bolívar, estos chieos tuvieron un
éxito tremendo. Cada muchacho vendía un promedio de 40 pocillos
de eafé al día, a 2 6 3 centavos el pocillo, pudiendo llevar a casa 50
centavos de pago. Muy pronto Medellín se 'llenó de vend.edores de
café compitiendo unos con otros, en tal cantidad que "parecían una
plaga" (a5) y así quedó establecida en todas las clases sociales la
costumbre de tsrnar café. Al poco tiempo los tinteros desaparecie-
ron porque la mayoría de los bares y cafés empezaron a servir tin-
to regularmente y en forma más higiénis¿ (+6).
'Para 1930, la industria de artículos de consumo en Medellín
42. Entrevista con Cuillermo Echavarría Misas. Febrero, 1983.
43. Ochoa, Op. c¡1., p. 125.
44. Entrevista con Jorge Restrepo Uribe. Noviembre, 1982.
45. lbid, p. 127. También fotografías de la época mostrando .muchos de estos
jóvenes con sus cajas. Una foto muestra un muchacho en el Parque Berrío con
una caj¿ que cltce cafe ¡enrx.
46. Ochoa habla de las práctícas de estos vendedores, descubriendo cómo vio uno
"lavando" sus pocillos con un trapo sucio.
Estudios Sociales N? 1 Septiembre 1986
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l 140 Constantine Alexandre Payne
había cambiado significativamente el gusto público. Más importan-
te aún: había cambiado la apariencia y ei carácter de la ciudad. E,l
recuento de las industrias presentadas aquí distan mucho de ser
compl,eto y pretende sólo dar una i.dea del rápido crecimiento y la
naturalsz'a general de la industria. un eiemento que se ha tratarlo
de recalear es el surgimiento de una nueva élite industrial relativa.
mente pequeña, compuesta al comienzo en la mayoúa de los casos,
por comerciantes y financistas de Medellín. Estos mantenían simul-
táneamente intereses financieros en distintos renglones: procesa.
miento del café, exportación, banca, importación, minería, agricul-
tura y participacíón en una o rnás plantas ind,ustriales. Era como
un club cuyos miembros se conocían entre sí y con frecuencia esta-
ban unidos por vínculos f¿miliares. Desde el siglo XIX,
la élite estaba acostumbrada a unir sus recursos, físicos y humaros, en
una firma famiiiar o algo parecido, bien fuera para el comercio, Ia ban-
ca, la minería, la agricultura comercial y lmrís tarde] la industria. La
familia contaba con una gran variedad de talentos, intereses económi-
cos y empresarios individuales y dado el grado de confi¿nza logrado
entre el grupo, los recursos podían pasar tranquilamente de una acti-
vidsd a otra (47).
Uno de los muchos ejemplos es Bernardo Mora, d.ueño de una
de las trilladoras más grandes, de negocios de exportación, accio-
nista principal en compañías de tabaco y chocolate, importador y
propietario de uno 'de los cafés más conoeidos en Medellín (el Café
de l,os Mora) - Tarnbién es necesario mirar a la élite tradicion¿l de
Medellín en el siglo XIX: los ,Eichavarría, los Ospina, y los Restre_
po, sobre todo los Restrepo Callejas, uno iie los cuales fue ei direc.
tor e ingeniero jefe del tr'erroc¿rri'l de Antioquia. Fueron los hijos de
estos hombres quienes se convirtieron en ia primera clase de verda.
deros ind.ustriales, en el sentido de que eso era lo que habían cono-
eido, ya que no habían hecho ellos mismos la transición desde el
comercio.
A] mismo tiempo se ha tratado de mostrar, al mencionar sus
otígenes, que muchos industriales nuevos fueron conerciantes, no
de las easas más antiguas de Medellín, sino que yinieron en esa
época de los pueblos a Medellín. La élite tradicional de la ciudad
pudo haber sido pequeña e incestuosa, pero no era cerrada. Cual.
quier comerciante con ambicién, capital disponible y con las cone-
xiones necesarias podÍa abrirse camino a la elase manufacturera.
47. Brew, Op. cif., p. 396.
Estudios Sociales Ns 1 Septiembre 1986
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y c¿
Crecimiento social en Medellín: 1900-1910 141
i
Los Medina ,.r,..rngostura son un ejemplo; Ricardo Olanq el c+
merciante y propietario de minas de Santo Domingo, es otro. Vino
de su pueblo a principios d,el siglo y rápidamente se estableció co-
rno uno de los importadores principales con su almacén en la plaza
tnayor, el Parque de Berrío. Como todos los importadores, viajaba
con frecuencia a Europa y a Nueva York y en sus viajes tuvo opor-
tunidad de conocer muchos miembros de la élite política y nego-
ciante de Bogotá, pues los colombi¿nos tendían a alojarse en los
mismos hoteles de Nueva York, París y Londres.
Después de decidir hacer fósforos aquella tarde lluviosa, Olano
emprendió el largo viaje a Bogotá para visitar al entonces dict¿dor
GBneral Rafael Reyes, en procura de un contrato gubernarnental
(los fosforos habían sido declarados monopolio estatal en 1886). Re-
yes era un ferviente defen$or de la industria: prestó millones de
pesos a industrias incip,ientes y en 1905 creó una tarifa altamen-
te proteccionista que subió 1os impuestos a los bienes importados al
tiempo que permitió la entrada de maquinaria y materias primas
con tarifas mínimas. En efecto, fue Reyes quien desde Bogotá'ce-
remoniosamente movió el suiche que puso en acción los telares
mecánicos de Coltejqr. Reyes aceptó la propuesta de Olano, garan-
tizándole el deiecho a importar libremente equipo y materias pri-
mas por ,dos años y el derecho exclusivo de fabricar fósforos en
Antioquia, Caldas y Valte. Reyes también acordó no dar la mis-
ma concesión a ninguna otra persona y mantener por. veinte años
la proporción existente entre los impuestos a los fósforos irnporta-
dos y los nacionales (a8).
Olano visitó fábricas europeas de fósforos durante un largo
viaje y trajo maquinaria y un técnico suizo a Medellín. E,l sitio de
su fábrica fue el edificio donde los Echavarría habían instalado su
trilladora y sus primeros telares. Viajó personaimente en mula a
Cali y Popayán a ver¡der fésforos de negocio en negocio. Acabó
abriendo otra fábrica en Cali y para 1914 había elirninado casi del
todo el consumo de fósforos importados y en la necesidad de flotan-
tizar la Courpañía, fue ia primera industria medeliinense en hacerlo.
El período de 1900-1930 presenció el crecimiento y la formación
temprana de una clase trabajado,ra en Medellín, una clase que tra.
bajaba en fábricas y en diversas ocupacion€s serviles. No se han
hecho estudios de los primeros trabajadores f¿briles ni de movi-
mientos laborales de Medellín y tenemos solo algunas estadísticas
.{8. Memorias de Olano y Ospina Vásquez, Op. cit., p. 288.
Estudios Sociales Ng 1 Septiembre 1986
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142
Constantine Alexandre Payne
parciales de 1916 en adelante pero aún así, se pueden hacer algunas
obs,ervacíones generales.
¿Quidnes eran los nuevos trabajadores que manejaban las tri-
ll-adoras, las plantas tertiles, las fábricas de cigarrillos, las impren-
.
tas, las cewecerías, las compañías de gaseosas, las fábricas de eho.
4-
colate y galletas, de fósforos y otras pequeñas industrias de cami-
rt sas, sombreros, botones y otros artículos? E¡an ante todo mujeres.
i.'i.
Una proporción tan alta de mujeres que los que recogieron las es-
tadísticas sobre los trabajadores (Jorge Rodríguez y Alejandro Ló
pez) 'limitaron sti estudio casi exclusivamente a ell.as,.pero no inclu.
yeron información sobre mujeres de la clase baja qne trabajaban
por fuera de las fábricas, por ejemplo aquellas ocupadas .l uer.
vicio doméstico, ó que laboraban como ayudantes, mecanógrafas, "n em.
pleadas en tiendas o de operadoras ile teléfono.
Las estadísticas de 1916 revelaron un total de 2.056 mujeres
trabajando en 72 fábrieas de distintos tamaños en el pfopio Mede-
llín, sin incluir aquellas mujeres ocupadas en las grandes plantas
textiles, cervecerías y otras industrias localizadas en los p,uetlos de
Bello, Envigado, Itagüí. Sin embargo, con otras fuentes podemos
hacer un cálculo aproximado de 3.000 a 8.b00 trabajadoras labriles.
Además, ias encuestas estadísticas fueron realizadas un lunes ,,un
día que muchas mujeres no se aparecían al trabajo', (+e).
De aquellas que trabajaban en Medellín (y podemos asumir con
tranquilidad que los mismos porcentajes se daLan en otras fábri.
cas) el 87% eran solteras, y el 71,7o menores de 24 años (g7/o me-
nores de 34). De todas l¿s mujeres el 40/o venían de los pueblos,de
Antioquia. Parece que la industria de Medellín ya estaba atrayendo
un gran número de campesinas jóvenes que buscaban mejores sala-
rios, aunque no tenemos indicios de si vinieron solas o con sus fami-
lias. Doce añqs más tarde, ,en 1g28, el núm€ro d.e mujeres en las
fábricas había aumentado hasta un total de 8.800, según las esti-
maciones estadísticas (podemos asumir que había muchas más),
pero las earacterísticas de estas mujeres permanecían iguales : gg.g/.
solteras, 58/o menores de 24 años (82/o menores de 34) y 4I/, na-
cidas fuera de
Med,ellín.
Sin emloargo, la mitad de ias mujeres ocupadas en las plantas
iit textiles en 1916, y el BZ% en 1928, venían de pueblos, mientras que
*r la mayoría de aquéilas que trabajaban et otras fábricas en ambos
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49. Anuario fsradísrico de Medeilin,1916.
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Septiembre 1986
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Crecimiento y cambio social en Medellín: 1900-1930 143
años mencionabail a Medellín como su lugar de o'rigen. Las fábricas
textiles empleaban ei mayor número de mujeres y generalmente pa-
gaban los saiarios más bajos, así que podemos concluir que las muje-
res inmigrantes a menudo haliaban sus primeros empleos en Ios
textiles antes de pasar a puestcs mejores ¡' que había menos movi.
lidad en las industrias del café o del tabaco, un poco mejor remu-
neradas. Es interesante anotar la existencia del trabajo infantil: en
1916 el g'/o, en 1928 el -¿.9,c/6 de los trabajadores eran menores de
quince años. El trabajo infantil era común en las fábricas; se €m.
plearon muchos niños a pesar de que la ley de Antioquia prohibía
contratar menores de diez años. C'laro que la multa según el Códi- 1
go de Policía de 1914 era sólo de cinco a diez pesos y es dudoso que \
se haya l.legado a aplicar alguna vez.
J
El trabajo infantil no pa.recía chocarle ni al General Rafael
Reyes. Durante un¿ visita oficial que hizo a Medellín en 1908, visi-
tó algunas industrias entre ellas la planta textil original en Bello,
Hatoviejo, bajo ia dirección de Emilio Restrepo Callejas. En las
memorias de uno de sus asistentes (t0) se describe en forma revela-
dora y fascinante la relación patrón-trabajador:
En esta fábrica trabajan 150 señoritas ent¡e los ocho y los veinte años.
Todas ellas viven en Hatoviejo, Bello. La cu¡iosidad del presidente se
despertó cuando notó que ellas estaban desc¿üas y cuando preguntó por
qué, el señor Restrepo explicó que e¡a mejor así porque todas las mu-
jeres vivían en Hatoviejo a dos kilómetros de distancia, y si usaban za-
patos no se aparecían a trabajar los días iluviosos para no empanta-
nárselos; o si llovía mientras estaban en la fábrica los mojarian al re-
greso, entonces no vendrían al día siguiente. Por eso los zapatos estaban
prohibidos, para evitar enfermedades e inconveniencias.
I¡a información sobre la elase trabajadora masculina es escasa
ya que antes de 1916 no se hicieron estudios estadísticos. Los datos
de 1916 presentan un total de 2.287 hombres trabajando en 19 ocu-
paciones calificadas, entre las qu€ se destacan por su número 469
albañiles, 375 carpinteros y 135 sastres. Diez años antes el directo-
rio fu la ciudad de 1906 había listado un total de 1.4?0 hombres en
las mísmas 19 categorías, con 425 albañiles, 369 carpinteros y 175
sastres (:rl. Curiosamente parece que hubo menos migraeión mas-
culína c1e los pueblos: en 1916 sólo el 21/o de todos los trabajadores
50. P. A. Pedraza, República de Colombia: excursiones presidenciales. (Norwood,
Mass, 1909),, p. 165.
51. Comparación de las estadíst¡cas de '1916 con el directorio de 1906 de Silva.
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144 Constantine Alexandre payne
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no eran oriundos de }ledellin. Eh números absoiutos habían inmi
grad,o 475 de los 2.28? hombres; 82b de jas 2.056
mujeres. Un po
co más de la mitad de los trabajadores maseul,inos en 1g16 er¿
:Trd-ol y sólo el 44Vo eil:ln menores d,e 24 años (65/o menores de
34). sin embargo, las est¿dísticas sobre hombres fueron mucho rn€-
nos compleias que ias de las mujeres pues éstas ,eran mas fáciles
de
encuestar en las fábricas, mienüras que los hombres se hallaban
üs-
persos pOr ioda la ciudad. Tampoco ten,ernos información
sobre los
hombres empleados por ra ciudad en la construcción .de obras púbri-
cas. Aunque los hombres que trabajaban en ias fábricas en 1gi6
no
fu9-ron contabilizados, un cont€o parcial de casi 4.000 obreros fa-
briles en 1923 indica que las mujeres sobrepasaban a los hombres
en una proporción de B a 1 (o incluso 4 a L, ya que algunas gran.
des textileras fueron exeluídas del estudio). Las única" lo¿oJt*i*
en las cuales lo.9 trabajadores masculinos predo-minaron fueron las
fundiciones y los talleres mecánicos, y €n menor grado las c€rveee.
rías y las fábricas ds gaseosas.
Los salarios eran bajos y los hombres generalmente exigían
un jornal más elevado que las mujeres ctebido ¿ la naturalezate.
nos calificada del trabajo femenino, pero no parece que los salarios
hubieran sido tan bajos como para que los trabajadores pasaran
hambre. En 1g1g por ejemplo, el salario prom,edio
fara las mujeres
era de 54 cenü¿vos a,l día, oscilando entre p,romedios de 44 cenüvos
en las trilladoras a ?1 centavos en las fábricas de tabaco. Los sala-
rios que ganaban las mujeres en el trabajo doméstico eran compa-
rables o pr.obablemente mejores, debido a que tenían derecho a alo
jamiento y alimentación libre. A mediados de la década
de 1920, las
criadas recibían entre 15 y B0 p,esos al mes c;¿1. El salario diario
promedio para los hombres era el doble o un poco más que el
de las
mujeres. En 1g1g se calcul¿ba que una familia cle 10
fersonas po-
día vivir con 12 ó 1á pesos al mes (is). pero durante todo el pe¡odo
los salarios de los trabajadores aumentaron lentamentg permitien-
do sólo un consumo muy modesto. De 1g26 a 7g2g, por ejemplo, el
salario diario de las m.ujeres pasó de bZ.5 centavos a T9.5.centavos,
pero en 1928 oeho huevos costaban 40 centavos, un .litro de leche
pasteurizada 25 centavos, 10 onzas de pollo un peso entero,
una d.o-
cena de las cervezas más baratas .eo,staba alrededor de Zb centa-
52. Letras y frcaies Ne 19-20, enero, 192g, p. 301.
53. Anuaüo fstadísüto de Medellin, 1ü9.
Estudios Sociales Ns 1 Septiembre 1986
Crecimiento y cambio social en Medellin: 1900-1930 145
vos (fl). I"os salarios eran'muy bajos, sobre todo si tenemos €n cuen-
ta que la jornada laboral era de ocho a diez horas. Es más, ,sn
esta época había poca seguridad laboral ]' las oscilaciones de la in-
dustria generaban desempleo. Por ejemplo, durante 1¿ crisis econó
mica de la post-guerra en 1920, las fábríeas de Medellín despidieron
cientos de trabajadores.
En respuesta al crneciente número de trabajador€s en Medeilín,
las instituciones religiosas y conservadoras actuaron antes de que
ios trabajadores se organizaran por su propia cuenta y se radicali-
z;aran. En mayo de 1912 dos mujeres, Leonor Escobar Gaviria y Ana
Raquel Isaza, fundaron el Patronato d"o) Obrsras, una organización
caritativa aon el fin de tener un centro
A donile acudieran todas un día determinado para que recibieran útilel
enseñanzas por medio de las cuales consiguieran salir de la ignorancia
en que generalmente viven, debido a las numerosas dificultades que en'
cuentran para. recibir una educación sólida y esmerada, porque su mis- ,
ma conciición las impulsa a dedicarse al trabajo desde muy niñas; algu'
nas, algo más alortunadas, aprenil*"1,t} a e roribir, pero ninguna
ciertamente posee eñ su corazón el cimiento de la moral cristiana en
toda su grandeza.
[La Señorita Escobar] comprendió la .necesidad de que lu "1"s" ob.e-
ra se instruyera suficientemente para que en vez de extraviarse por la
senda de la perdición a que tan expuesta está por su pobreza, viera el
abismo que las atrae sin una guía que las lleve de la mano (¡r).
Las dos damas, "encendidas del fuego del amor cristiano", vi-
sitaron las fábricas de Meclellín e invitaron a las trabajadoras a una
serie de charlas dadas por u¡ sacerdote jesuita, en la Iglesia de San
Francisco (hoy San Ignacio). La org¿nización creció rápidamente.
Entre sus actividades estaba una agencia de empleos para mujeres
desempleadas, una cocina que en 1925 despachab¿ de 80 a 100
comidas al día por 80 centavos cada una, una biblioteca, una caja
de ahorros, un fondo de préstamos, servicio médícs y un taller don-
de las mujeres hacían cigarrillos, vestidos, marcos para cuadros,
spaghetti, pan y pastelería (;s). Naturalmente la instrucción religio-
54. Comparación entre las estadísticas de 1918 y la iista de precios del mercado
en la Revista Progreso, junio 31, 1928.
55. Artículo por Elvira Escobar M- que aparece en José Caviria Toro, Monografías
de Antioquia. Medellln en 1923. (Medellín, 1925), pp. 164-165.
56.. De los avisos,clasilicados de la Revista Femenina Leffas y Encajes.1926.
Estudios Sociales Ne 1 Septiembre 1986
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146 Constan tine Alexandre Payne Crecimiento y cambio social en Medellín: 1900-19J0 L47
sa era una parte integral del patrar¿ato de Obraras, y una vez al
la intención dañada de mantener a las clases pobres en la ignorancia de
mes s_e_decía misa para las mujeres y luego se repartían desayunos.-
En 1925, asistían mensualmente entre 150 y Z0ó mujeres. din to- sus derechos y poder así vivir a costa de esas clases.
gar a dudas, al Patrdns"úo le brindó un sentido de pertenencia La llamada Acción Social CatóIi¡a es una trampa tendida a lm obreros
así
como alimentación barata a muchas trabajadoras solteras, proba- por el capitalismo conservador y por los payasos de ese capitalismo que
blemente recién llegadas y soias en Medelrín. La organirá.ion .- I visten la túnica de Cristo para negociar-con eila (60).
sostenia con cuotas pagadas por las mujeres y con contribuciones
."
de g¡upos religiosos, bancos e industrias (57). En lg23, la direeción A comienzos de la década de 1g20 hubo una especie de guerra
periodística entre l¿ prensa conservadora que controlaba ios princi-
del Patronaüo pasó a las Hermanas de ia presentación,
un Srr;o aa pales periódicos y las grandes imprentas contra los peqr.leños perió-
monjas que manejaban un colegio para niñas de elase altal y ns
a dicos de trabajadores socialistas y radicales (EI Inchodsr, El, Ló,ti-
saeerdotes Germán Montoya Arbeláez y Rafael Duque, nirector
V go, EI Rebeld,e, La Estt'ellu Roja), para hacer volantes y folletos
Snbdirector de Aoci&n Socíat CatóIica.
que eran distribuídos en droguerías, barberías y eafés. La mayoría
El Patronato de Obrers,s mantuvo estrecha relación con la Ac_ de estos periédicos aparecieron a comienzos de los años veintes y la
ciÁn Sociat Catótí,ca, una organización religiosa de mayoría fueron publicados en Guayaquil. Por ejemplo, l¿ oficina de
trabajadores mas-
culinos fu¡dada por el jesuita Gabriel Lizardi. Unidas estas agru- EI Luchqd,or (fundada en 1918), quedaba en el I{otel Santander
paciones, lideraron en 191g una campaña contra Carabobo- y la oficina de El Ló,tigo, era en la Botica Oriental,
la celebración del -en
primero de Mayo organizada por una ,'asociación con una pequeña droguería en el barrio Buenos Aires.
tendenci". ,*
cjalistas" (x) probablemente la socíedad d,e. Luch,ado,res o la
datd"de los Aliados?e). Trabajando frenéticamente, estos grupos
socie- I"a prensa conservadora arrancó primero. Ya en lgl2, EI Co-
religiosos distribuyeron 18.000 volantes a todos ros trabajadoies de
lvnbiavw estaba publicando sus editoriales,'obreristas',:
Medellín, hombres y mujeres, explicando el ,,peligro" de ja celebra- A los ,rbreros les basta la libe¡tad de cultivar sus conservadoras creen-
ción' También escribieron cartas a todas las industrias haciéndoles cias: la cristiana educación de sus hijos. En un pueblo de uridad reli-
un llamado urgente para que ro cerraran sus fábricas el jueves pri. giosa, como el nuestro, donde especialmente la clase pobre abriga un
mero de mayo e invitándolas a una reunión organizada por el pa- mismo sentimiento de catolicismo profundo, ei problema religioso nin-
dre Lizardi. Aparentemente la campaña fue un éxito, porque tres guna dificuitad ofrece en relación a las sociedades obreras. Todos tie-
días después del primero de mayo, e1 domilgo, el patronato nen su fe arraigada.
hizo su
propia celebración, ra Fiesta del Trabajo, que consistió en
una mi. Queda el lindero divisorio de los campos políticos. Nos parece que si
sa y una reunión socjal a la que asistieron 1.000 mujeres.
las agrupaciones obreras desean vida larga y profunda, deben abandonar
De todos modos, el periódico radical Et Luch.ad"ar tuvo p3,la- los aires quemantes del partido y respirar el aire purísimo de Colombia,
bras poco halagadoras para la AceiÁn Socin| Católica. En Nada sacan las masas populares oyendo discursos y discursos, encami-
respriesta
a lo que aparentemente fue otra campaña de volantes co.mo la de nados a propagandas más o menos veladas en lavo¡ de ciertas ideas po-
1979, El Lwhqfl,qr escribió: líticas de funestos [sic] resultaflss (6t).
con el nombre de acción social c,atóIica. vienen publicando los Este editorial iba dirigido no tanto a los trabajadores radica.
explo-
tadores del pueblo trabajador y los especulador.* .in les, como ai Partido Liberal y a su equivalente de Acsión Social Cu-
conciencia ayuila-
dos por unos cuantos extranjeros, hojiias sueltas en las
qo" ." #uiru tótíca: b anidn de Obrerc's Libersles (62). Sin embargq en lglg los
enemigos no eran meramente esos ljberales ateos sino una amenaza
57. Caviria y Juan Climaco Toro. Medellin
mayor y más inmediata: ias ideas socialistas entre la clase trabaja-
en 1925. (lvledeilín, 1925).
58. Caviria, Op. cit., p. 17O.
59 Estos son dos grupos de Medellín reportados
como paü¡cipantes en las cele_ 6O. EI Luchador, rVledellin, enero 15,'1922.
braciones del Día del Trabajo en rslgl r"gJn
.Los lirt"¿o rgnacio Torres c¡r"üi. 61. Et Colombiano, Medellín, marzo 14, 1912.
¡nconfotmes: Historia de ta ¡eberdía de las masas "n
en Corombia. (Bogotá), p. 660. 62. El Correo llóeraf, Medellín, enero 12, 1915.

Estudios Sociales N: 1
Septiembre 1986 Estudios Sociales Ns 1 Septiembre 1986
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ry 149 Constantine Alexandre payn
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ir, Crecimiento y cambio social en Medellín: 1900-1930 i
dora. No tenemos copia del volante salido en 1919 para disuadir a
los posibles asistent¿s del primero de mafo, pero un folleto de 16 De todos modos, el año de 1919 fue un período decisivo pa ,',s
páginas hech,o ei mismo año. El sociulisrtao ?J sus dactrina's,' expre- obreros no sólo en Medellín, sino en todo Colombia. Hasta el P;imer
sa sin duda muchas de las mismas ideas: Congreso del Partido Socialista en Bogotá, no hubo "asambl€as, cofr.
ferencias, con'renciones o congresos de trabajadores que puedan
Los socialistas engaian al pueblo trabajador con el cabrilleo de frases llamarse nacionales (66), En comparación con Baruanquilla y Bogo.
altisonoras y p¡omesas imposibies para utilizarlo como cascabel que los tá, Medellín tuvo pocas organizacio/nes obreras en este período, y
lleve a la codiciada altura y les satisfaga sus am-biciones inconfesables. la mayoría de ellas se forrnaron después de 1912. Aunque la infor.
Y una vez arrüa, abjuran de sus doctrinas y traicionan a ese m,ismo mación es incompleta, un listado parcial de lo,s sindicatos y su año
' pueblo que los levantara ["'] la desigualdad de las riquezas no es por de fundación incluye: Unión de Artesanos y Obreros (1914), S+
sí sqla un mal ne{ando ¿e¡¡6 afirman los socialistas [.. ']. ciedad de Luchadores, Sociedad de Aliados, Unión General de Carre-
¿Será justo, será equitativo,
será racional que estas dos categorías de ros (1920), Sindicato Católico de Ermpleados (1922), Unión Obre-
hombres tengan una misma suerte, que la fortuna los guíe y ios ampare ra (1923), Sindicato Obrero Municipal (1924) y Sociedad' Unida de
de una misma manera, que tengan unos mismos placeres y gocen de una Barberos (1ggO) rea.
misma co¡sideración social? El año de 1919 también fue testigo de las primeras hueigas en
elemental justicia, pecaría contra la nalura.leza Medeliín. Los detalles no son claros, pero el 9 de febrero los zapa-
. F.so iría contra la más
y llevaría a la humanidad al absurdo y la ruina. No obstante, ese es leros artesanales pararon y se les sumaron luego otros g:remi06
uno de los postulados del socialismo internacional que celebra su fiesta exigiendo mejores condiciones a sus patronos. Pocos días después,
clásica el 19 de mayo
(6r). el 14 de febrero por la tarde, ocurrió la primera huelga en una fá-
El folleto pasa a informar lu€go a sus lectores que el socialismo briea de Medellín cuando las mujeres en Ia Fúbrica do Hifu@s A
busca destruir la familia, la naión y a Dios. Al mismo tiempo la Tejid,os d¡e' Belln pararon de trabajar y se uníeron para exigii un
prens¿ radical estaba vitoreands la revolución rusa e incitándolos pago más alto. Vale la pena reproducir ia versión del corresponsal
a "probar que- no somos esclavo5" (n{)' dei periódico bogotanq El Socialisto, en Medellín:
Hay que ir a la tierra a fomentar la agricultura y a buscar el sustento [...] 1" huelga estalló súbitamente, sin preoaración. De un momento
qu. no, niegan los amos de la ciudad. Habemos en Nledellín más de mil a otro las obreras decretaron el paro del trabajo y se situaron en 1as
obreros y otros tantos s¡ Barrancabermeja que carecemos de trabajo puertas de la {ábrica l. . .] E" un principio los hombres se negaron a se-
Lu¿hadot'' en 1922-. ¡Volvamos a la tierra de donde he- cundarlas y ellas los dejaron en libertad de hacer lo que quisieran, limi-
-clamab,a"El
(e:r'
mos salido! tándose a gritarles [...] ¡qu" debían cambiarse y llevar faldas, dejándoles
\F\ Desgraciadamente no tenemos información sobre la circulacién a eilas los pantalones ! Al {in se generalizó la huelga y los obreros resol-
y el número vieron acompañar a las obreras [...].
de lectores de estos periódieos.
-/ Los huelguistas piden la destitución de los actuales vigilantes. Es direc-
Aunque fueron organizaciones burguesas, parece que el Patro-
tora del movim,iento la seño¡ita Betsabé F,spinosa. Cuando se decidió el
rmto.d,e Obrnus y la Acción Socda,l Caül;ic¿ tuvieron un relativo
paro, la señorita Betsabé, subida sobre un taburete, dirigió a sus com-
éxito en ofrecer un sentido de pertenencia a muchos de los prime- pañeras un gran discurso [. . .]. S" vino para Medellín con algunas
ros trabajadores industri¿les, y en sus esfuerzos de guiar sus miem-
compañeras a entenderse con el gerente y con el gobernador.
bros por el ,'buen camino". Ai menos estas organizaciones sin¡ieron
de válvulas de escape, s impidieron que los trabajadores se hubieran [...] ¡Actualmente los obrelos trabajan en la {áb¡ica 11 hor.as diarias,
organizado' antes por cuenta propia' como jornal ganan un promedio de un peso con cincuenta centavos por
semana; el máximo de jornales es de tres pesos, cincuenta centavos se-
63. E! socialismo y sus doctrínas (Medellín, 1919) manales y en cambio hay quienes ganan ¡sólo cuarenta centavos a l¿
64. El Látigo, Medellín, Nr 1, 1921.
65. El Luchador, enero 15,1922. 66. Torres-Ciraldo, Op. cit., p. 661.
67. lbid, pp. 1020-1024.
Estudios Sociales Ne 1 Septiembre 1986
Estudios Sociales Ns 1 Septiembre 1986

x-_ .¿

150 Constantine Alexanáre payne
semanal Se les imponen multas constantes, y cuando no pueden trab.a-
se les reconoce sueldo alguno (08).
enfermedad, no
¡ar, $or
I-a huelga se levantó el 4 de
Según el mismo report€r-o' marzo,
con ei ieeonocimiento de los dueños de un aumento salarial d,el aOT"
y un deseanso más largo a la hora del almuerzo'
Medellín estaba alínita e'on 7a aparición de este nuevo fenóme.
,no y todos los periódicos lo comentaron asombrados:
industrializacién de Antioguia -particularmente la de Medellín y su
La
área circundan E_ había de traernos forzosamente el problema trasce.n-
dental del ob¡erismo y d9 lut manifestaciones inmediatas, la huelga en-
tre ellas. Con una velocidad asombrosa la semilla de la huelga J, o.o-
pagó [...]. El aparecimiento de-las huelgas habia sido muy temido
i,. I teniendo en cuenta lo incultaso que son nuestras gentes, pueden
llegar muy lejos en sus Pretensiones en los medios usados (s9).
Muchos,,psnsad0res" sociales escribieron artícu,los discutiendo
el nuevo probüma, casi todos estando de acuerdo en que una huel-
ea se ;us"titica cuándo la situación realmente es grave. Pero pedían
una actitud cautelosa, porque los trabajadores podían "fingir" ne-
(zo).
cesidades pata engañü a los patronos Algunos también cuestio-
naban el slstema de pago por jornales, dicíendo que no era justo que
Ios trabajador.s prrtzosos y los activos recibieran el mismo
diario.
. Uno de los primeros patronos que reconoció pago en caso de
enfermedad fueron las Emqresas Públ;icas, que decretaron en 1gB2
el pago de medio salario durante dos a tres meses a los trabajado-
*nfur*os y dos terceras partes a aqupllos lesionados en el tra-
"""
bajo turl. Aparentemente hubg una iey naciona,l decretada hacia
1925 relativa a un seguro colectivo, pero no tengo información so-
bre ella. Tampoco tengo información sobre otras huelgas en Mede-
llí-n, sino hasta aquellas de comienzos de Ia década del treinta, en
especial ta Je los irabajadores del Fsffoc"o,rrü 'd,e Antioquia (Lg34)
y ia de Co,ttejer (1935). Este es un tema_que merece ser más estu-
diado, pero en general palece que en los años veintes, cuando se die.
ron huelgas masivas y violentas en otras partes de Colombia, por
ejemplo, la de lg2ú contra la Tropical OiI C'omparnla en Barrancaber.
meja, y'la famosa hue[a de 1928 contra la Ani@d Fruít en ia Costa
68. Reproducido en Torres Glaldo' Op' c¡t
' pp' 683'684
69. Colombia, Medellin, nebrero 23' 1920'
70. Colombia, marzo 10, 1920.
71. La Detensa, enero 23,'1923'
Estudios Sociales Nr Septiembre
1 Estudios Sociales Ng
q
Crecimiento y cambio social en Medellírr: 1900-1930 151
Atlántica, la industria de Medellín siguió trabajando en forma más
o menos continua.
La más ciara expresión de alguna "coneientiaación" de la cla'
se obrera de Medellín fue la aparición en ia mitad de los años vein-
teq de María Cano, la Flor del Trabajo. María de los Angeles C'ano
Márquez nació en Medellín en 188?; prima lejana del periodista li'
beral Fidel cano, fundador de El Espectad,er. su rama de la familia
era po,bre y de tez oscura, pero muy culta. Su biógrafo, Ignacio To'
rres- Giraláo, compañero támbién radisal y su amante por mucho
tiempo, destribe a su padre Rodolfo Cano, como "pertenecieate a
o.u du'las pocas familiás antioqueñas que no se ocuparon en la mi-
nería, la agiicultura o ei comeréio.. ' fsino] en alcanzar las rique'
zas del csnocimiento,'(72). María creció no sélo leyendo literatdra
europea (Hugo, Lamartine, BaTzac, Zolá) como dictaba la moda,
sino también escritores latinoamericanos conternporáneos (cosa no
muy común en Medellín) : Rodó y Vasconcelos, así como muchas
-uJ""*. poetas: Gabriela lVlistral, Delmira Agustini, Juana lbar'
bouru, Alfonsina Storni. Su casa era el centro de muchas tertulias
a las que asistían personajes de 'la época como el gran eseritor de
Medellín Efe Gómez, los poetas Abel Farina y Miguel Agudeio, el
periodista Horacio Franco y el artista José Posada, todos pensa-
pago dores de avanzada. A comienzos de los años veintes la propia María
publicaba su poesía en El Csrreo Libera'\.
Alrededor de 1923 empieza a cultivar amistades entre la clase
trabajadora y a rea,Iizar obras de caridad entre familias de los ba-
rrios de Guanteros, El Cuchillón, La Alpujarra, El lJano y Que'
brada Arriba. se compenetró más y más eon el proletariado de todo
Medellín, proeeso que culminó con su elección el primero de mayo
de 1925 como la Flor del Trabajo, equivalente al reinado de belleza
€n1aclaSeattaylaelecciónanualdereinaentrelosestudiantes.
Después de esto, atravesó ua período de radicalización que con el ;
tiempo la colocó entre ios lídeies obreros más importantes de Co- r
,*
lsmbia. ...
Ftie famosa por su elocuencia. Los viejos aún recuerdan su fopi
gocidad y sus dramáticos discrirsos en la Plazuela de San RoAu!ÉSo'
(hoy Plazueia Uribe Uribe). Los trabajadores la idolatraban; lffil+l
burguesía liberal la admir¿ba, entre ellos el ex'presidente Carlos E'
Restrepo, cabeza del ala republicana del partido conservador. Ella
72. lgnacio Torres Ciraldo, María Cano: apostolado revolucionario (Bogotá,' 1980)'
p.15.
'19g6 Septiembre 1986
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152 Constantine Alexandre paynel: Crecimiento y cambio social en Medellín: 1900-1930 153

s€ reunía regularmente con otros socialistas izs) en su modest¿

casa
en la carrera Villa. Dirigió la fundación del periódico 1""
¡rniAo.-á
órgano regionat del partido Socialista Revoiucionario
gió movimientos no sólo a favor de los derechos de tos tpSRl.
OiJi
ita¡"jaaor"s.
sino también para opon€rse a la pena de muerte y a la intervención
norteamericana en Niearagua. Estudió a Marx y a
Lenin y sostuvo
correspondencia con izquierdistas soviéticos y personajes latinoame-
ricanos, José carlos Mariátegui y Lázaro cárdenas entre ellos.
via-
jó por toda Colombia para hablarle a los trabajadores y .orrt*tu"
otros líderes obreros. Estuvo presa tres veces.
En la segunda mitad de la década de 1980 María Cano se retiró Es importante tener en duenta que con ei adyeúimiento de la eraf
de la' actividad púbrica y vivió tranquilamenüe en Me{eilín industrial empezaban a desdibujarse las líneas que separaban: losi ,

hasta
su muerte en 196?. Se había destacado en el Medellín de ñ. miembrob de ias clases altas, media* r U,t¡*t. e-¡ *tt" f¿ edueaeiOnJ ',
veintes por encarnar el espíritu socialista y fomentar más que
;;u desempeñó un papel fundamental a medida que el alza en. losingré'i "
cual-
quier otra per$ona la concienci¿ de clase entrs lo,s t""¡r:"¿".*. sos rur*l,es permitía ia llegada de más estuüantes gue antes a 19sl ,,
¿*f
nuevo Medellín indus.trial. col€gios de Medeliín. Algunos egresados universitarios de clase m€.'
dia encontraron trabajo en la administración de fábricas, otros ejer-
cieron el derecho y la medicina. Todos aspiraban a ingresar a'J4
clase alta y se casaron co¡ familias blancas cuando se pudo, "oscu-
reciendo'l así ul poco la clase alta y "blanqueando" los seC-tores
SOCIEDAD Y CULTUM medios.
Esta sección versará principalm'ente sobre la clase alta, sirnple-
mente porque hay más información sobre ella. Los grupos medios
:"J"T:"* J:HilX,,i#':: J; serán en gran parte ignorados, bajo el supuesto de que anhelaroñ
;T,"?"'ffiilH: y trataron de imitar la cultura de los m¡ís ricos- Se tendrán en cuen-
ga. Uno de los catorce mil (1922). "1t"
ta en la medida de lo posible algunos usos de la clase baja. En ge-
neral veremos que la cultura de la elase alta era un poco "dedipara-
El hecho de duplicarse la población y la formación de una nue- da" y respondía más a los patrones. tradiciona^les y conservadores
va eapa social entre 1900 y 1930 alteró muy poco la división básica que a una búsqueda de nuevos medios de expresión, soltlo lo hicie'
entre clase alta y clase baja de Medellín. Cada clase mantenía ron los miembros más inquietos del populaeho qrbano.
sus
propias prácticas culturales y existía un gran abismo El hecho de que la élite de Medellín siempre había sido y eon-
entre las fos,
en_ parte por los mayores recursos de la clase
alta, en parte por los tinuaba siendo uno de los gtupos regionales políticarnente más con-i
valores "montañeros" de los campesinos venidos de los pu*¡ior. servadores de Colombia es un punto de partida para el estudio del:
clase alta incluía a los industriales, comereiantes, ¡"nquu.oa,- p*
t"
carácter de la clase alta. tra victoria del partido conservador en la'
fesionales (médicos, abogados e ingenieros); muchos .".*"aot"r, guelTa de los Mil Días permitió, de un lado, que los negocios de la
gunos educadores y sus familias. En Ia mayoría
,t.
de los casoe éran industria de Medellín prosperaran durante tres décadas de tranqui-
blancos y provenían de las familias tradicionalmente acaudaladas iidad política. Pero, por o,tra parte, había implicado una derrota
de Medellín o del número creciente de nueyos ricos venidos de "moral" de la ideoiogía liberal, heeho r.epetido una y otra vez en,los
los
pueblos a establecerse en er comercio y la industria periódicos conservadores de mayor circulacién: EI Cotrombimnn (fun-
de la ciudad.
dado en 1912) y'La, De¡ansa (fundado en 1919). Dsce años.des-
73' Entre ellos Torres menciona a p. Emirio Zapata, Fabricio pués de la g,1¡¡¡¿, todavía era común encontrar editori¿le,s"como
Hurtado, pabro Her-
nández, Elías Uribe Restrepo, Jesús Jiménez y Enrique Alvarez. este:

Estudios Sociales Ng 1
Septiembre 1986 Estudios Sociales . 1 Septiembre .i|986 i:

L tl.ir. i,;;|+