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HOMEOPATÍA
PROBLEMAS, CONTRADICCIONES E INCONSISTENCIAS
1.- La teoría de la homeopatía, en tanto que ciencia empírica como pretende ser, y por
tanto empleada en curar o prevenir enfermedades tanto humanas como animales, no
tiene sentido hoy día, conclusión a la que se llega después de analizar y evaluar su
contenido: causas de las enfermedades, ley de los similares (similia similibus
curantur), ley de los infinitesimales, ley del medicamento único.
De acuerdo con la segunda ley, cuanto más diluido está un remedio más efectivo es, lo
que va en contra de las leyes de la química, la física y la farmacología. Los
homeópatas han buscado toda clase de explicaciones para salir al paso de objeciones
a este principio: “transferencia física de energía” por medio de sucusiones
(potenciación), “cristalizaciones” o “estructuración del agua” o disolvente una vez que
ya no queda en él ni una sola molécula del remedio original. Estas explicaciones
pretenden ser más convincentes que lo es el meramente referirse a la “memoria del
agua”, con el inconveniente de que ninguna de ellas ha podido ser verificada por
investigadores neutrales (“Si los remedios homeopáticos son efectivos, hay un
mecanismo por medio del cual lo son. Es un hecho que el macanismo de acción por el
que tendrían estos resultados no ha sido establecido” 6 (Ramey et al, p. 3).
Una explicación peculiar (y literalmente original) del efecto acrecentado de las altas
diluciones la dio el mismo Hahnemann: “hay pacientes cuya susceptibilidad,
comparada con la de los no susceptibles, está en una proporción de 1 a 1000”. ¿Hay
alguien que haya podido verificar esto? ¿Y cómo puede medirse esa susceptibilidad y
llegar a esa proporción? En todo caso estamos hablando de “remedios” que en altas
diluciones no contienen más que agua, alcohol (o una mezcla de los dos), o lactosa, es
decir, placebos, por lo que la opinión que acabamos de citar no resuelve nada. Más
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abajo se dirá algo más sobre estos y sobre la tercera ley, pasando por alto la cuarta, la
ley de Hering.
El efecto placebo, que no es otra cosa que autosugestión (como ocurre en gran
medida con las pruebas) motivada por la fe en el medicamento y en el médico, es
considerable y se emplea profusamente para diferenciarle del efecto específico de un
medicamento en fase de estudios clínicos (pacientes responden positivamente a un
mero placebo, hasta el punto de perder peso, cuando ese es el objeto, no sabiendo si
lo que están tomando es el remedio activo o un “anisete”). Sin embargo - y esto es muy
importante para evitar confusiones con respecto a la efectividad de la homeopatía y el
porqué de ésta – el factor placebo no es lo más importante en la controversia entre
homeópatas y “alópatas”. Sobre esto véase el final del artículo.
3.- Los homeópatas, en su mayoría, niegan o tienden a negar, o al menos ignorar (hay
que hacer todas estas matizaciones) la validez y efectividad probadas de los
medicamentos llamados por ellos “alopáticos”, y no sólo en lo que se refiere a las
vacunas, que para ellos son un verdadero horror. Por otro lado – y por necesidad –
encuentran un uso complementario en ellos para lo que no pueden curar (las
infecciones, los traumatismos, y una larga lista de afecciones).
Los estudios realizados (durante los más de doscientos años de homeopatía) son o
bien negativos, o inconclusos, o defectuosos 10. Entre estos últimos se encuentran en su
mayoría aquellos que tienden a dar resultados positivos, a favor de la homeopatía,
según se comprueba en la bibliografía que existe y que está al alcance de cualquiera
que disponga de un ordenador11. En unos casos se comparan remedios homeopáticos
con alopáticos y en otros con un placebo. Se ha encontrado evidencia de prejuicio o
“tendencia” a favor de la homeopatía en un gran número de los estudios publicados por
homeópatas y posteriormente evaluados por otros investigadores, lo cual los ha
restado todo valor. En otros el reducido número de pacientes, o el no ser los estudios
“double blind”, o debido a otros defectos, ha impedido obtener resultados concluyentes.
Hay que admitir, sin embargo, que mucho de esto se encuentra también en artículos de
revistas científicas médicas, aunque en mucho menor grado en las que son más
fiables, de reconocido prestigio..
Es curioso, por otro lado, que homeópatas se hayan embarcado en estos estudios,
cuando sus propias doctrinas parecerían oponerse a ello, por cuanto, según ellos, cada
paciente es único, debiéndosele prescribir una medicina específica y única (“por lo
menos en nueve de cada diez casos”) según el cuadro de síntomas que presente (ley
del medicamento único) y con la que un número de homeópatas estarían de acuerdo
(“unánimemente”) 12(Coulter, p.20). ¿Otro problema, o contradicción?
5.- Problemas éticos. Como el emplear la homeopatía para tratar tumores malignos,
es decir, el cáncer. Se ha publicado algún caso con resultados nefastos. Como se ha
dicho, la mayoría (¿?) de homeópatas acepta la cirugía, si bien como último recurso,
con la consiguiente demora e indudables riesgos. Estas cosas normalmente no se
publican (ni por unos ni por otros).
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6.- En el mismo apartado deben incluirse las prácticas ilegales de marketing, como
por ejemplo el promover el extracto de tarántula contra la esclerosis múltiple, o el
extracto de veneno de cobra contra el cáncer (Federal Drug Administration, 1982), o los
parches que, aplicados sobre puntos de acupuntura, controlan el apetito
“bioeléctricamente” (FDA, USA., 1988); otro ejemplo es el BHI con su catálogo de
productos homeopáticos contra todo tipo de enfermedades – hasta 450 –, incluido el
cáncer, y perseguido por el FDA. 14
CONTRADICCIONES E INCONSISTENCIAS.
2. - Según los homeópatas, los médicos alópatas tratan solamente los síntomas de las
enfermedades, mientras ellos tratan las causas y de este modo las curan. ¿No es más
bien al contrario? En primer lugar, lo primero es falso, y en segundo lugar – partiendo
de su teoría y metodología – todo su enfoque se dirige a los síntomas, fieles al similia
similibus..., por más que aleguen que lo que hacen es reforzar la fuerza vital – o el
sistema inmunitario – del organismo, y que por tanto su medicina es holística (a
diferencia de la otra).
Lo que hace que la homeopatía sea científica, según opinión de los que la practican,
es el rigor de su método. Éste consiste, como ya hemos visto, en la experimentación
del remedio en personas sanas (los “provings”) y su administración posterior a
enfermos basada en la semejanza de los síntomas. Ahora bien, la anamnesis
homeopática (la lista de síntomas que presenta un determinado paciente) es
comparable a una selva inacabable. No hay límite al número de preguntas que puedan
hacerse al paciente, por el posible significado de las respuestas. Absolutamente todo
es relevante: ¿tos?; pueden hacerse, literalmente (vide infra), hasta cuarenta y siete
preguntas sobre este síntoma solamente, antes de pasar a sus posibles asociaciones –
ansiedad, risa, problemas del hígado, tocar el piano, etc., y a si la tos es productiva y
de qué va acompañada y qué otras sensaciones produce (‘Instrucciones a los
pacientes – cómo comunicar su caso al homeópata’ - S. Ransom, p.75). Hahnemann
hizo una lista de cien preguntas que consideraba necesarias para llegar a un
diagnóstico preciso, pero vemos que las posibilidades son ilimitadas, y que existe
necesariamente un alto grado de imprecisión en ello debido a la probable vaguedad de
muchas de las respuestas, en gran parte subjetivas. Y a esto lo llaman rigor científico.
.......................
Enumeremos, para terminar, los factores que hacen que la homeopatía tenga una
efectividad limitada y condicional, y, lo que es más, con exclusividad de cualquier otro
factor, puesto que la efectividad de sus remedios, como hemos tratado de demostrar,
es cero.
APÉNDICE
Peor aún (la medicina de entonces no era digna de encomio), al principio de su carrera
Hahnemann pretendió haber descubierto el remedio para la curación y prevención de la
escarlatina, con lo cual se evitaría la muerte de cientos de niños ("pero no puedo por el
presente publicar mi libro debido a problemas financieros. Sin embargo, el que
deposite un Freidrich D'or como suscripción para mi libro recibirá una porción de polvo
sin costarle nada, la cual es suficiente para inmunizar a miles de personas contra la
escarlatina”) (ibid). Cuando se descubrió que su remedio no era más que belladona en
solución muy diluida y que no tenía eficacia alguna, tuvo que huir de la ciudad.
Algún tiempo después, Hahnemann "descubrió" una sal alcalina de efectos curativos,
por la que cobraba el equivalente de quince libras esterlinas por libra y que atrajo la
atención de muchos farmacéuticos. Una vez que se vio que se trataba de sal ordinaria,
a cinco peniques la libra, tuvo que cambiar de residencia de nuevo (lo hizo hasta
dieciocho veces en los veinticuatro años siguientes). Hahnemann contestó: "Yo puedo,
como los demás, equivocarme inintencionadamente".
REFERÉNCIAS
1
Homeopathy – What are We Swallowing? – Steven Ransom, 1999, p.37.
2
Whital N. Perry – The Alchemy in Homeopathy, Studies in Comparative Religion, Winter- Spring 1984.
3
Szydlo, Z. y Brzezinski, R. – A New Light on Alchemy. History Today, 01/01/1997.
4
Titus Burckhardt – ‘Alquimia –Significado e Imagen del Mundo’, Paidós Orientalia, 1994 – pp. 20-21.
5
Título de un libro atribuído a Bolos de Mende, un alquimista egipcio helenizado del siglo II A.C.
6
Homeopathy and Science: A Closer Look – D. W. Ramey et al, The Technological Journal of the
Franklin Institute, 2000.
7
Wallach, H. – J. Psychosomatic Res 1993; 37 (8): 851 –860.
8
Linde, K, et al. Are the clinical effects of homeopathy placebo effects? A meta-analisis of placebo-controled trials. The Lancet
1997; 350: 834-843.
9
NCAHF Position Paper on Homeopathy. Loma Linda, CA.: National Council Against Health Fraud, 1994.
10
Hill, C and Doyon, F. Review of randomized trials of homeopathy. Rev. Epidem. Et Sante Publ 1990; 38: 139 –147
11
Ernst, E. and Pittler, M. Alternative Therapy Bias . Nature, 365, 480, 6 Feb 1997.
12
Harris L. Coulter, Ph.D. – ‘Ciencia Homeopática y Medicina Moderna’, 1995.
13
Smith, Trevor – ‘Talking About Homeopathy’, 1986, y Lawrence and King – ‘Luna –A Proving’, Helios Pharmacy 1993 (ambos en
‘Homeopathy – What Are We Swallowing?’, S. Ransom, pp. 64-65).
14
Stephen Barrett, M.D. – Homeopathy: The Ultimate Fake, Quackwatch, 2000.
Alberto G. Martin.