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COMO RECIBIR Y MINISTRAR LIBERACION II

En esta enseñanza, explicaré los aspectos que conforman el ministerio de la liberación.


Lo haré de manera concisa, ya que éste es un tema vasto que no puede ser abarcado en
un manual. Empezaré por decir que una de las cosas que más impactó a la gente, acerca
del ministerio de Jesús, fue la forma como Él pudo lidiar con los espíritus malos y los
demonios. Esto era algo digno de contarse, pues este tipo de milagros nunca había sido
hecho en el Antiguo Testamento. Cualquier otro milagro había sido realizado:
provisión, sanidades físicas y hasta enfrentar eventos de la naturaleza. Pero en el
Antiguo Testamento, nadie había echado fuera demonios; por lo tanto, la gente que
presenció los milagros de Jesús con los demonios, quedó impactada por ellos.

¿Cuál fue el patrón de Jesús para lidiar con demonios?


"23Pero había en la sinagoga de ellos un hombre con espíritu
inmundo, que dio voces” Marcos 1:23

Jesús echaba fuera demonios en la sinagoga. Aquí hay tres palabras que se pueden
intercambiar: demonios, espíritus malos y espíritus Inmundos (42)

También, la Palabra habla de ciertos espíritus, como el de enfermedad y el de miedo.


"24 diciendo: ¡Ah! ¡qué tienes con nosotros, Jesús nazareno? ¡Has venido para destruirnos? Sé
quién eres, el Santo de Dios” Marcos 1:24

Note que los demonios supieron, inmediatamente, quién era Jesús. Sin embargo, a los
discípulos les tomó más de un año tener esta revelación. También, observe la
combinación del cambio de persona, primero "nosotros (43) y luego “yo (44).

Esto es muy típico. Cuando Jesús le preguntó al endemoniado nazareno:

“¿cómo te llamas?" él dijo: "Mi nombre es Legión porque somos muchos". Son muchos,
pero actúan como uno. También note que ellos tenían miedo de ser destruidos por
Jesús. En otra cita bíblica, los demonios le reclaman que hubiera venido a molestarlos
antes de tiempo; ellos no esperaban que Jesús viniera en esa época. ¿Qué les respondió
Jesús?
"25 Pero Jesús le reprendió, diciendo: ¡Cállate, y sal de él! 26 y el espíritu inmundo, sacudiéndole
con violencia, y clamando a gran voz; salió de él” Marcos 1 :25, 26.
Note la conducta violenta en esta escena. Ésa no era una forma apropiada de conducirse
en la sinagoga (45), En la mayoría de las iglesias, hoy en día, hubieran hecho sacar al
hombre de la iglesia, en vez de sacar al demonio de él.

¿Cuál fue la reacción de la gente?

“27y todos se asombraron, de tal manera que discutían entre sí, diciendo: ¿Qué es esto?
¿Qué nueva doctrina es esta, que con autoridad manda, aun a los espíritus inmundos, y
le obedecen? 28Y muy pronto se difundió su fama por toda la provincia alrededor de
Galilea.” Marcos 1:27, 28

Su fama se difundió por toda la región. Hoy en día, eso es igual. Nada ha cambiado.
Cuando comenzamos a echar fuera demonios, la noticia corre (45) por todos lados; esto
es algo que todavía impresiona a la gente.

Otra cosa que podemos notar es que Jesús no lidió con el hombre, sino con el espíritu en
él. Tampoco hay indicación que el hombre solía comportarse así en la sinagoga; fue la
unción del Espíritu Santo en Jesús la que agitó a los demonios.

¿Cómo continuar el ministerio de Jesús?


"12Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades,
y a los endemoniados.” Marcos 1 :32

En el versículo anterior, se usa la palabra endemoniado, pero la traducción correcta es


otra. La palabra griega usada aquí es daimonízomai. Daimon es la raíz y significa
demonio; mientras que el término izomai lleva la palabra a la voz pasiva. Así que la
mejor traducción sería estar demonizado (47)

Esta traducción ha oscurecido o dificultado el asunto para millones de cristianos,


porque la gente dice: ¿Cómo es que un creyente puede estar poseído por un demonio?

Mi respuesta es que un cristiano no puede (48) estar poseído por un demonio. Un


verdadero cristiano es poseído por Jesús. Sin embargo, en muchos buenos y verdaderos
creyentes, hay algunas aéreas demonizadas, que son afligidas, afectadas y oprimidas
por demonios. Esas aéreas que no están totalmente sometidas a Dios, están
demonizadas, pero no poseídas, por Satanás.
¿Qué es la posesión?

Poseer, es tener el control total sobre un individuo; en espíritu, alma y cuerpo. Aclarado
este asunto de traducción, se levanta la barrera para que muchos creyentes se abran a
creer en la liberación y la reciban.
¿Está la liberación asociada con la sanidad?
"32Cuando llegó la noche, luego que el sol se puso, le trajeron todos los que tenían enfermedades,
y a los endemoniados; 33y toda la ciudad se agolpó a la puerta. 34Y sanó a muchos que estaban
enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los
demonios, porque le conocían.” Marcos 1:32-34

Jesús siempre lidió con la enfermedad y los demonios al mismo(49) tiempo.

La expresión echar fuera demonios se debe traducir correctamente, como expulsar.

Ilustración: Si usted inhala humo, ¿qué hace para sacarlo? lo expulsa. Éste es un acto de
la voluntad, pero también es un aspecto físico. Jesús expulsó muchos demonios.

¿Continuó Jesús el Ministerio de la liberación después de estas cosas?


"39Y predicaba en las sinagogas de ellos en toda Galilea, y echaba fuera los demonios.” Marcos
1:39

Hay otra traducción bíblica que dice: "El continuó por toda Galilea predicando en las
sinagogas y expulsando demonios". Me gusta el uso de la palabra continuó, porque
muestra que lo sucedido en la sinagoga no fue un caso aislado(50), sino que Él lo hizo en
cientos de sinagogas de Galilea.
¿Cuál era el ministerio completo de Jesús?

Jesús predicaba, enseñaba, sanaba y echaba (51) demonios. Hoy en día, predicamos,
enseñamos y, a veces, oramos por los enfermos, pero no expulsamos demonios de las
personas. Por eso la gente no se acopla a la iglesia; tenemos que hacerlo de continuo.

Ilustración: Hay gente que cree que los demonios solamente están en Haití, África y la
India; o creen que la gente endemoniada es aquella que está en la cárcel y en
instituciones para dementes. Pero no es así. Jesús expulsó demonios de gente común y
corriente.

Jesús lidió con judíos ortodoxos que venían a la sinagoga todos los sábados y, el resto
de la semana, cuidaban a sus familias. Eran pescadores que trabajaban normalmente;
era gente respetable (52), que tenía ciertas áreas que no podían controlar.

No considere que quienes necesitan liberación son sólo los


criminales o maniáticos; también es la gente normal, religiosa,
que asiste a las iglesias.
Quizás esa gente no tiene control en el área física, emocional o mental (53)

Si usted acepta esto, romperá un montón de paradigmas negativos que le han


transmitido, los cuales le impiden ver este tema de manera objetiva.
“40Al ponerse el sol todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; y él
poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba. 41También salían demonios de muchos,
dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les dejaba hablar,
porque sabían que él era el Cristo.” Lucas 4:40, 41

Una vez más, vemos que el ministerio de la liberación y la sanidad van juntos. La gente
venía a Jesús porque estaba enferma(54) pero, en muchos casos, su cura demandaba la
expulsión de demonios(55), Nótese también que Jesús ponía las manos sobre cada uno
de ellos.

Ilustración: Hay una tradición pentecostal que afirma que no es bíblico poner las manos
sobre alguien endemoniado. Si eso fuera así, entonces el modo en que Jesús lo hacía no
era bíblico. Yo prefiero seguir a Jesús y no la tradición.
"10 Enseñaba Jesús en una sinagoga en el día de reposo; 11 y había allí una mujer que desde hacía
dieciocho años tenía espíritu de enfermedad, y andaba encorvada, y en ninguna manera se podía
enderezar.” Lucas 13:10, 11

Éste fue otro incidente ocurrido en la sinagoga; y la enfermedad también era causada
por un demonio que doblaba el cuerpo de la mujer.

Ilustración: Me ha tocado ministrar a personas que caminaban encorvadas y después de


expulsar al demonio se enderezaron.
“12Cuando Jesús la vio, la llamó y le dijo: Mujer, eres libre de tu enfermedad 13Y puso las manos
sobre ella; y ella se enderezó luego, y glorificaba a Dios.” Lucas 13:12, 13

Jesús habló y puso sus manos sobre ella. La palabra libre, utilizada en el verso anterior,
es la misma que se usa para desatar (56), El mismo término es usado en el verso 16,
cuando Jesús hace referencia a atar y desatar.
“16Y a esta hija de Abraham, que Satanás había atado dieciocho años, ¿no se le debía desatar de
esta ligadura en el día de reposo?" Lucas 13:16

Conforme a lo narrado por Lucas, éste no era un simple problema físico, era un espíritu
de enfermedad (la enfermedad era la consecuencia de la actividad demoníaca). Esto
requiere discernimiento (57). Algunos problemas que consideramos de origen físico, son
causados en realidad por espíritus inmundos. Jesús lidió también con la ceguera,
sordera, mudez; y a todos los llamó espíritus, y los expulsó.
Ilustración: He visto las mismas cosas en muchas de estas áreas. En Costa Rica, una

muchacha de 25 años, que había nacido sordomuda, luego que reprendí el espíritu
sordomudo, fue liberada y comenzó a oír y hablar.
¿Cuánto tiempo dedicó Jesús a la liberación?
“31Aquel mismo día llegaron unos fariseos, diciéndole: Sal, y vete de aquí porque Herodes te
quiere matar. 32 y les dijo: Id, y decid a aquella zorra: He aquí echo fuera demonios y hago
curaciones hoy y mañana y al tercer día termino mi obra.” Lucas 13:31 32

“hoy y mañana y al tercer día..." es un hebraísmo (58) que significa, "de hoy en adelante
y hasta que se termine el trabajo".

Lo que Jesús está diciendo es que, de ese día en adelante, continuamente hará dos cosas:
expulsar demonios y sanar a los enfermos. Su ministerio completo incluía cuatro cosas:

• Predicaba (59)
• Enseñar
• Sanaba (60)
• Expulsar demonios

Entonces podemos concluir que la mitad del ministerio de Jesús fue invertida en sanar a
los enfermos y expulsar demonios, porque ambas cosas estaban interconectadas.

¿Qué fue lo primero que Jesús les dio a los discípulos cuando los envió?

• Jesús les dio poder y autoridad para lidiar con los demonios.

En el Nuevo Testamento, nadie fue enviado o comisionado a evangelizar, sin primero


ser comisionado para lidiar con espíritus malos (61). No es bíblico enviar gente sin antes
comisionarla para lidiar con demonios. En la Biblia no aparece un solo caso en que se
haya hecho así.

Tres ejemplos de discípulos que fueron enviados por Jesús:

• Jesús envió a los doce (62).

Jesús los envió no solamente a predicar el evangelio, sino, además, a sanar enfermos y
expulsar demonios. Eso está incluido en la misión encomendada a los doce.
"1Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus
inmundos, para que los echasen fuera, y para sanar toda enfermedad y toda dolencia.
7Yyendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha acercado. 8Sanad enfermos,

limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de
gracia' Mateo 10:1, 7, 8.

• Jesús envía a los setenta. (63)

Lo que más les impresionó a ellos fue que los demonios les obedecieran. Los setenta
iban por las casas sanando enfermos y echando fuera demonios.

"1Después de estas cosas, designó el Señor también a otros setenta, a quienes envió de
dos en dos delante de él a toda ciudad y lugar adonde él había de ir. 17Volvieron los
setenta con gozo, diciendo: Señor, aun los demonios se nos sujetan en tu nombre' Lucas
10:1, 17

• Jesús nos comisiona (64).

Cuando Jesús nos com1s1ona, la primera señal es que en su nombre vamos a expulsar
demonios. Jesús no envió a sus discípulos sin primero estar seguro que sabían cómo
lidiar con los demonios.

"15 Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura. 16El que
creyere y fuere bautizado será salvo; más el que no creyere será condenado. 17Y estas
señales seguirán a los que creen: En mi nombre echarán fuera demonios, hablarán
nuevas lenguas' Marcos 16:15-17

Jesús les dijo que enseñaban (65) todo lo que Él les había enseñado. Y una de las cosas
que les enseñó fue a lidiar con los demonios. Les dijo: "cuando ustedes hagan
discípulos, enséñenles lo que yo les enseñé y cuando ellos hagan discípulos, que les
enseñen lo que ustedes les enseñaron". Jesús lo hizo durante su ministerio, lo continuó
con los doce, luego con los setenta y ahora con nosotros; pero, la iglesia se ha apartado
de esta verdad. Es tiempo de volver a sus enseñanzas.
• Jesús envía a Felipe el evangelista (66).

“5Entonces Felipe, descendiendo a la ciudad de Samaria, les predicaba a Cristo. 6Y la


gente, unánime, escuchaba atentamente las cosas que decía Felipe, oyendo y viendo las
señales que hacía. 7Porque de muchos que tenían espíritus inmundos, salían éstos
dando grandes voces; y muchos paralíticos y cojos eran sanados' Hechos 8:5-7

En la Biblia, sólo aparece una vez la palabra evangelista; sin embargo, aparece 22 veces
la palabra apóstol como función; y el Nuevo Testamento hace referencia a 22 apóstoles.
La gente no tiene problemas en llamarle a alguien evangelista o pastor; de todas formas,
no hay más opciones. Sin embargo, sí tiene problemas en llamar apóstol a alguna
persona.

La mayor referencia que aparece sobre Felipe era que sanaba a los enfermos y echaba
fuera demonios.

El patrón para que Jesús comisionara a alguien, no admite dudas. Para que alguien sea
líder tiene que haber recibido autoridad para lidiar con los demonios.

Hay tres clases de tormentos:

• Tormento físico (67). Ejemplo: la artritis deforma los huesos, causa dolor, tortura,
dobla las manos y los pies.

• Tormento mental (68). Ejemplo: el temor a la locura; éste es un espíritu de mentira que
quiere robar la paz de la persona.

• Tormento espiritual (69). Ejemplo: el temor a cometer un pecado imperdonable.

Los demonios empujan o competen (70)

Casi todo lo que es compulsivo es demoníaco; como el deseo compulsivo de beber,


fumar, comer. Lo que pasa es que éstos son deseos compulsivos "aceptables". Por
ejemplo, en algunas iglesias, no toleran a un alcohólico, pero sí a un glotón. Existen
también otras formas de "compulsión", como, por ejemplo, el hablar sin parar.

Resumen
Entonces, Jesús predicaba las buenas nuevas, echaba fuera demonios en la sinagoga y
fuera de ella, sanaba a los enfermos y la gente se asombraba y lo seguía. Nosotros
debemos seguir el ministerio de Jesús, predicar a los perdidos, echar fuera demonios
dentro y fuera de la iglesia y manifestar las señales del Reino. Hoy entendimos la
diferencia entre posesión y demonización. Un cristiano no puede estar poseído por un
demonio, pero sí puede tener áreas de su vida demonizadas, que necesitan liberación.

Cuando Jesús envió a sus discípulos, a los doce, a los setenta y a nosotros, nos dio poder
y autoridad para lidiar con los demonios y las enfermedades. Hoy podemos comenzar a
ejercer el ministerio completo de Jesús: predicar, enseñar, sanar a los enfermos y echar
fuera demonios. ¡Amén!

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