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ENSAYO SOBRE EL SER Y EL QUERER

“Supongo que al final el querer fue más grande que mi ser”, fueron estas las ultimas palabras que
el titan Prometeo dijo con algún sentido después de que Zeus lo condenara a un tormento eterno,
contexto que revela lo que, en la mente de cada individuo, incluyendo a los críticos y pensantes,
que se puede renunciar a la serenidad natural por la empática razón de un bien común más allá
del propio. Analizando más a fondo, las iniciativas que internamente tienen todas las criaturas
vivas en el mundo, el querer toma parte después de una delgada línea entre lo que se tiene y lo
que se puede dejar de tener, pero la conciencia como cuestionamiento principal tiene sus
particularidades, por ejemplo, ¿Quién explica el sacrificio de una madre por sus hijos?, muchos
dirán que es un acto natural, pero ¿acaso dejar el ser a un lado por otorgar bienestar fuera del
propio es un acto natural?, ¿Es el sentimiento de protección y resguardo materno un matiz legado
de la naturaleza?, son temas que desenmarañan discusiones más profundas pero partiendo del
hecho, una madre deja su ser a un estimado paralelo por hacer que sus hijos tengan todo lo
necesario para desarrollarse, se aclara, este es solo un ejemplo.

El trabajo sin descanso que la humanidad ha tenido en las últimas décadas por mantener los
estándares económicos, políticos y sociales le han quitado al ser, un querer inimaginable, aunque
este es un tema de discusión polémica, para nadie le puede ser translucido de que se trabaja
arduamente sin nunca cuestionar el sentido de la vida fuera de lo materialista que puede ser el
mundo, esta, es una contrapartida de la raíz inicial del argumento, aquí, se cambia el ser por el
tener y se deja el querer fuera del estima, aquí surgen numerables conclusiones negativas que
desprenden a pedazos el tiempo que se es propio para el autoconocimiento, termina el individuo
teniendo en vez de ser, dejando fuera el amanecer de cualquier sacrificio que signifique un sentir
o un amar, es dejar afuera lo que hace al humano un ser humano, dejando a dentro un objeto sin
un querer, teniendo pero no siendo, serios problemas, ¿para esto bajó Prometeo el fuego de los
dioses?,¿para iluminar el sendero de las multitudes huecas?, el sentido puede ser adverso, se
sabe, pero no concluyente.

¿Se puede enfocar el faro de la conciencia con estos términos?, si, para muchos les será más difícil,
naturalmente, pero para los seres con luz flameante propia les será más sencillo. Pasar de dejar de
querer tener a querer ser, es un trabajo individual sin puntos de referencia, pero cuando se
obtenga, serán dueños de sí mismos, como parte de un todo para todo, como un faro que no da
luz fuera de sus costas si no dentro de ellas.

Cuando se recupera el ser, se puede querer sin medida. Sacrificando el ser por el querer nos hace
seres cuestionables, de admiración y de asombro, individuos comunes para sí mismos, donde se
puede hacer lo que se quiere, con la gran ventaja de que cuando se necesite sacrificar el ser para
querer, el ser nunca se desprenderá de aquel que toma como importante su propia luz y la luz de
los demás.

Leo el cometa 😊

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