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ALGUNOS ALCANCES A TOMAR EN CUENTA PARA TRABAJAR CON LOS PADRES EL TALLER:

1. Necesidades básicas en el desarrollo del niño

La infancia no tiene que ser perfecta para que uno sea un adulto bien adaptado, algunos autores
mencionan que basta con que sea “suficientemente buena” y para ello, es importante señalar a los padres
ciertas pautas para la crianza del menor que cubran ciertas necesidades emocionales para un buen
desarrollo psicológico.

Dichas necesidades emocionales son cinco:

La primera de ellas es el contacto y afecto, seguro y estable: esta necesidad hace referencia a que el niño
desde pequeño requiere la presencia de los padres para sentirse acompañado, acogido, seguro. La
presencia física y emocional de los mismos le brinda al niño la certeza de contar con vínculos estables y
afecto seguro; generando así, que se sienta querido, protegido y valorado. (Por ello los padres deben
aprovechar cada momento, instante con sus hijos, disfrutarlo, acompañarlo, valorar sus esfuerzos, etc).

La amenaza de abandono proviene de personas que son más íntimas, de aquellas que se supone que nos
quieren, cuidan y protegen. Esta necesidad básica se ve insatisfecha, por ejemplo: cuando los papás viajan
por muchas horas, el niño deja de ver durante mucho tiempo a sus padres, es criado por muchas personas
diferentes, o cuando el pequeño se queda solo en casa durante largos períodos de tiempo. Generando
que la persona cuando crezca sea inestable, temerosa y desconfiada, dificultando así su desarrollo
personal, creen que en cualquier momento una desgracia puede ocurrir, por ejemplo, que la persona que
quieren les dañe o abandone; se sienten vulnerables y su estado de ánimo se torna muy cambiante, siendo
impulsivos o en algunos casos autodestructivos.

La segunda necesidad emocional es autonomía, competencia y sentido de libertad: conforme el niño va


creciendo, comienza a aparecer la necesidad de explorar y conocer el mundo que le rodea a través de sus
sentidos y experiencias. Vemos que de pronto comienza a tocar todo lo que tiene alrededor, de llevarse
objetos a la boca, de hacer preguntas, etc.; todo ello nos indica que el pequeño se encuentra en etapa de
exploración y necesita la libertad para hacerlo.

El hecho de que los padres le den esa libertad al niño al momento de explorar el mundo que les rodea, les
brinda seguridad, autonomía e independencia, que de grandes les va a servir en diversos ámbitos de su
vida; por ejemplo: al elegir un trabajo, al estar con la pareja, al tomar decisiones, etc.
Esta necesidad se puede ver insatisfecha en caso los padres sobreprotejan al niño, o -en el extremo
opuesto- no le hayan cuidado o protegido; generando entonces personas que no sean capaces de forjar
sus propias identidades y crear sus propias vidas, sin capacidad de establecer objetivos personales ni
dominar sus destrezas. Asimismo, no se muestra capaz de enfrentarse a la vida de modo competente sin
la guía o consejo de alguien que ellos consideran más fuertes.

La tercera necesidad emocional es la libertad para expresar necesidades y emociones válidas: cuando
los niños comienzan a decir sus primeras palabras empiezan a manifestar sus deseos y necesidades a
través de ellas. Cuando son debidamente escuchados y atendidos por sus padres, crecerán con la
capacidad de comunicar lo que sienten a los demás, confiando en que serán atendidos y escuchados.
Cuando, en cambio, se cercena la capacidad de expresión del menor, este crecerá sin la capacidad de
conversar de lo que siente, quizá creyendo que no es importante hablar de ello, y sin prestar atención a
las emociones de los demás.

Continuando con las necesidades emocionales, en cuarto lugar se encuentra espontaneidad y juego:
todos los niños poseen la necesidad de tener un espacio en donde distraerse y jugar, siendo el juego un
espacio de potencial aprendizaje para el menor. Esta necesidad implica también la creencia de que somos
libres de actuar espontáneamente sin inhibición; si está estimulada de manera adecuada la persona
crecerá sintiéndose libre y autónomo, lo cual fomenta el desarrollo de una buena autoestima.

Así, existen 3 signos de que la expresión está siendo restringida. La primera de ellas es cuando se observa
que la persona se acomoda demasiado a otras personas, estando a merced de las necesidades ajenas. La
segunda se evidencia cuando la persona está demasiado inhibida y controlada, esforzándose para tener
apariencia perfecta, hacer cosas correctamente o mantenerlo todo limpio y ordenado. Por último, cuando
se observa a una persona con mucha ira; pues el hecho de no comunicar lo que siente hace que su ánimo
se encuentre constreñido.

Por último, se encuentra la necesidad emocional de Límites Realistas: tal como su nombre lo indica, esta
necesidad explica el hecho de poner límites a los menores con la finalidad de que crezcan con una
dirección, distinguiendo entre lo que pueden y no pueden hacer. Cuando esta necesidad es satisfecha, el
niño crecerá distinguiendo hasta dónde puede llegar con las personas, evitando sobrepasarse y dirigiendo
de manera más saludable su comportamiento.

En caso los padres sean muy permisivos y no hayan satisfecho esta necesidad, el niño crecerá presentando
dificultades para respetar los derechos ajenos, cumplir compromisos o satisfacer objetivos a largo plazo,
carecerán de autocontrol.

Finalmente, se han presentado las cinco necesidades emocionales que todo niño posee desde su
nacimiento; es importante tomar atención a nuestras actitudes como padres y darnos cuenta si estamos
haciendo lo posible por cubrir y satisfacer dichas necesidades, propiciando el buen desarrollo psicológico
de los niños.

ESTRATEGIAS DE ESTUDIO

Estudiar implica:
–– PODER: Capacidades y habilidades personales y condiciones.
–– QUERER: Motivación para aprender.
–– SABER: Hábito de estudio y técnicas de estudio.
En esta separata se estudiará el saber: hábitos y técnicas de estudio.
El espacio físico
1) Proporcionar a nuestros hijos e hijas un espacio de estudio fijo.
Es recomendable que:
• El espacio sea siempre el mismo, a ser posible en su cuarto, que invite al estudio,cómodo y agradable.
Ha de estar disponible cuando lo necesiten. Es convenienteque siempre sea el mismo para que asocien al
lugar la acción de estudiar, y de esta forma, puedan concentrarse más rápidamente y realizar la tarea de
la forma más efectiva.
• No tenga distracciones: ha de ser silencioso, en el que no encuentren demasiadas distracciones (sin
televisión y sin el ordenador encendido delante, con el móvil en silencio, etc.) para una mayor
concentración. Además, un espacio donde nadie pueda interrumpir su estudio. Un poco de música puede
ayudar a algunos, pero siempre ha de ser en tono bajo, no muy ruidosa y que no les distraiga.
• Tenga una mesa de estudio amplia y una silla cómoda y recta.
• Cuente con buena iluminación, a ser posible natural. Una luz insuficiente puede fatigar no solo la vista
sino la capacidad de concentración.
• La temperatura sea adecuada, en torno a 20º, y es favorable que tenga posibilidad de ventilación. Lo
importante es no tener ni frío ni calor.
• La mesa de trabajo esté ordenada, con todo el material necesario, y que cerca tenga alguna estantería
para colocar libros, diccionario, etc.
• Haya un tablón de corcho en la pared, donde se puedan colgar los planes diarios y semanales de
estudio, las fechas de exámenes, etc.

Sobre el horario
2) Establecer conjuntamente con ellos un horario y un plan de estudio. El plan de estudio les ayudará a
crear el hábito y a tener una mayor concentración, a compaginar el estudio con el tiempo libre y a quitarse
la preocupación de las tareas pendientes.
Asimismo, les permitirá ser conscientes de su propio rendimiento. Para ello, tener en cuenta:
• ¿Cómo ha de ser el horario?
–– Ha de ser personal, es decir, adecuado sus necesidades.
–– Ha de ser realista, adaptado sus capacidades y disponibilidad.
–– Ha de estar escrito y colgado en un sitio visible de su habitación (por ejemplo, el corcho, para que sirva
recordatorio de las actividades programadas).
• ¿Cómo realizarlo?
–– Es fundamental realizar el horario con ellos, según su edad, para desarrollar su capacidad de decisión,
compromiso, responsabilidad y autonomía. 6 años lo podemos realizar de forma conjunta. 10 años: ellos
mismos con supervisión.
–– Planificar el horario semanalmente. Que estudien todos los días, a ser posible, a la misma hora.
–– Descansar un poco después del almuerzo.
–– Que sea un tiempo limitado: con principio y fin.
–– Descansar el fin de semana.
Las horas de estudio recomendadas varían con la edad:
–– De 6 a 7 años (1º y 2º primaria): alrededor de 40 minutos.
–– De 8 a 9 años (3º y 4º primaria): alrededor de 1 hora.
–– De 10 a 12 años (5º y 6º primaria): alrededor de 1 hora y 30 minutos.
–– A partir de 12 años (secundaria): entre 1.30-2 horas (con 5 minutos descanso cada hora).
–– Si les apuntamos a actividades extraescolares, es recomendable combinar aquellas que requieren
estudio (pintura, música, inglés, etc.) con otras más lúdicas (deporte).
–– En el tiempo de descanso: que realicen actividades físicas, deportes, juegos, etc.
–– Limitar también el tiempo que puedan estar delante de la computadora, laptop, celular, Tablet. Por
ejemplo, una hora como tope, siempre y cuando haya terminado el tiempo de estudio.
–– Es recomendable que después del estudio tengan reservada alguna actividad agradable. Ésta es la que
nos va a permitir además negociar cuando no tengan disposición a estudiar.
• ¿Cómo podemos nosotros facilitar que sigan su plan de estudio?
–– Respetar el horario de nuestros hijos e hijas, para que así puedan comenzar siempre a la misma hora.
–– Empezar por una actividad agradable o por el curso que más le guste.
–– Reforzarles durante el estudio, con alguna visita para animarles, y después del trabajo realizado y
cumplimiento del horario pactado.
–– Respetar el tiempo de ocio. Nuestros hijos e hijas estudiarán mejor sabiendo que luego tendrán su
tiempo para el descanso. Y respetarán el horario de estudio si nosotros somos capaces de respetar el de
descanso.
–– Revisar conjuntamente cada cierto tiempo si el horario (es útil y cambiarlo si es conveniente).
–– Cuando no tengan deberes, hacer que por lo menos la mitad del tiempo la dediquen a leer, escribir o
adelantar en el estudio (resúmenes, profundizar en contenidos, etc.).
–– Promover la cultura que permita poner en práctica lo aprendido en el salón.
3) Supervisar que nuestros hijos e hijas duerman bien. En edades de la etapa de infantil, entre 10 y 14
horas, en la de primaria. Las causas de no dormir lo suficiente suelen estar relacionadas con acostarse
tarde, tener televisión en el dormitorio, tomar bebidas estimulantes, etc.
4) Supervisar que desayunen bien para que puedan rendir.

Técnicas de estudio
Estudiar significa relacionar lo nuevo con el conocimiento ya integrado y poder recordarlo en el momento
oportuno, es decir, comprenderlo y memorizarlo de manera permanente.
Por tanto, el estudio es una estrategia de aprendizaje que requiere cuatro momentos:
1) Comprensión del texto. Sólo se aprende, asimila y recuerda aquello que hemos comprendido de
verdad para ello será necesaria una lectura que nos permita comprender cuáles son las ideas principales
y las ideas secundarias.
a. Prelectura o lectura rápida.
b. Lectura comprensiva o leer con detenimiento.
2) Subrayar y hacer esquemas o resúmenes: sintetizar las ideas y estructurarlas por orden de
importancia).
3) Memorizar los conceptos fundamentales.
4) Exponer o evocar: explicarle a alguien en la casa lo que se ha estudiado.

Cómo motivar a los niños


Se presentan a continuación 7 sencillos consejos útiles para promover la motivación en los niños:
1. Ten las expectativas adecuadas

Los niños son muy conscientes de cómo los padres los perciben y, muchas veces, ajustan sus
expectativas según lo que piensen los padres. Por ello, si esperas que tu hijo triunfe, es muy posible que
su motivación y probabilidades de éxito sean mucho mayores. Si tus expectativas son bajas, es muy
probable que no consiga los resultados esperados.

Es importante fijar las expectativas adecuadas y acordes a cada niño. Para ello, sigue estos dos pasos:

 Habla con tu hijo: charla abiertamente con tu hijo sobre los campos de estudio que más le
gustan y en los que más sobresale. Ofrece tu opinión sobre lo que también has observado. En
general, si los dos coincidís en un área, es posible que en esta se fijen las expectativas más
altas.
 Reevalúa cuando sea necesario: a medida que tu hijo crezca, los intereses y aptitudes
cambiarán, por ello, es importante volver a ajustar las expectativas cada cierto tiempo.
2. Ayuda a tu hijo a fijarse metas

Es importante enseñar a tu hijo a establecer metas propias, que le ayudarán a estar más motivado y
conseguir sus objetivos.

 Anotar las metas: alcanzar las metas será más fácil y motivador si se escriben en un papel.
Puede ser muy útil colocar estas notas en un lugar visible de la casa para que tu hijo las
recuerde cada día.
 Las metas deben ser específicas: por ejemplo, más que marcar como meta ‘el próximo
semestre te irá mejor en matemáticas’, será mucho más efectivo si se concreta más: ‘repasarás
los problemas de matemáticas 20 minutos todos los días’.
 Las metas deberán poder medirse: las metas tienen que ser cuantificables para valorar si se
está progresando en su cumplimiento.
3. Encuentra maneras de mostrarle a tu hijo que la escuela es importante
Si mostramos a los hijos nuestro propio interés y entusiasmo por la educación, ellos adoptarán la misma
actitud. Existen diversas maneras para fomentar este interés:
 Establece una relación con el profesor de tu hijo: comparte con el maestro las expectativas
que esperas para tu hijo y pídele opinión al respecto.
 Apoya los programas de la escuela de tu hijo: asistir a acontecimientos organizados por la
escuela, obras de teatro, etc., sirve para demostrar a tu hijo la importancia que le otorgas a la
escuela y sus actividades.
 Crea un ambiente adecuado para hacer las tareas: asegúrate de que tu hijo dispone de un
lugar tranquilo y bien iluminado en casa para hacer los deberes y estudiar. Préstale ayuda y
colaboración con las tareas, pero nunca las hagas en su lugar.
 Conoce las tareas de tu hijo: aquello que está estudiando en cada asignatura, los trabajos y
exámenes que debe hacer, etc.
4. Ten una actitud positiva hacia la escuela

Si tu hijo observa que percibes las tareas escolares de una manera positiva e interesante, él lo percibirá
de la misma manera. Apoya el estilo de aprendizaje de tu hijo. Cada niño tiene una manera predilecta de
estudiar y aprender, que es más natural y motivadora. Ayúdale a descubrirla y fomenta que la utilicen
de la mejor manera posible. En general, existen tres tipos de estudiantes:

 Estudiante auditivo: aquel que aprende más fácilmente mediante actividades en las que tiene
que escuchar. Aconséjale, por ejemplo, que grabe los temarios y luego los repase
escuchándolos o que, si tiene que leer una novela, busque la versión de audiolibro.
 Estudiante visual: retendrá más la información mediante actividades visuales como, por
ejemplo, leyendo un libro o analizando un gráfico. Recomiéndale que utilice diferentes colores
para los apuntes y que elabore fichas didácticas con el temario y las cuelgue en la habitación.
 Estudiante quinesiológico: estará más motivado a aprender a través de ejercicios prácticos que
teóricos. Suele tratarse de niños muy movidos y participativos. Para fomentar esta cualidad,
anímale a realizar proyectos prácticos como participar en ferias científicas.
5. Utiliza un lenguaje que le anime
Alentar a los niños motiva mucho más que elogiarlos. La diferencia entre estas dos formas de
motivación es que alentar implica que el niño se evalúe a sí mismo de manera positiva; con palabras de
aliento reconocemos su esfuerzo.
El elogio se refiere más concretamente a los triunfos y se suele utilizar cuando los niños han actuado de
la manera esperada, mientras que el aliento se puede ofrecer independiente del desempeño y
resultados del niño, se trata más de animar a que la próxima vez se haga mejor.
6. El aprendizaje en casa y en la comunidad
Tus hijos deben percibir el aprendizaje como un acto divertido y no sólo como la tarea obligatoria y
pesada de estar sentado detrás de un escritorio. Los estudiantes motivados ven el aprendizaje en
cualquier parte y entienden que hay algunas actividades divertidas que a la vez también aportan
conocimiento.
Existen diversas ideas para fomentar esta visión en tu hijo: cuando lea un clásico de la literatura infantil,
podéis pasar a ver la versión en película, se pueden estudiar las diferentes culturas a las que no acude
de forma regular (si le gusta el futbol, llevarlo al ballet, por ejemplo), o visitar museos sobre temas que
esté estudiando.
7. Fomenta la fortaleza en tu hijo
Los niños fuertes son más susceptibles a estar motivados, por ello, es importante promover la fortaleza
en tu hijo. Si un niño no es fuerte internamente, su motivación disminuye mucho y ve pocas vías para
salir adelante en medio de la adversidad. La fortaleza hace que estén preparados ante las adversidades
y que se enfrenten a ellas y tengan capacidad de resolver muchos problemas, aprovecharan sus puntos
fuertes y se darán cuenta de que todos cometemos errores y de que son oportunidades para aprender.

Para fomentar la fortaleza tu hijo sigue estos pasos:

 Identifícate con tu hijo viendo la situación desde su punto de vista antes de reaccionar.
 Ofrécele opciones razonables para elegir entre dos cosas.
 Cambia la forma de abordar una cierta situación cuando no da resultados. Por ejemplo, si tu
hijo no presta atención, en lugar de seguir gritando, prueba con algo muy diferente como
susurrarle.
 Fomenta los talentos e intereses de tu hijo. Por ejemplo, si tu hijo no tiene resultados positivos
en la escuela, pero le gustan mucho las clases de teatro y es lo que más le anima, no le prives
de estas actividades por el hecho que no saque buenas notas. Celebra sus talentos y no los
prohíbas.
De este modo, como padres, tenéis un papel clave en la motivación de vuestros hijos a tener major
rendimiento académico y, por tanto, vuestro apoyo y actitud serán de gran relevancia también en su
futuro.

Bibliografía
Isabel Bellver Vázquez (2013). Cómo ayudar a los hijos e hijas a obtener el éxito escolar. Cómo enseñarles
a ser autónomos y responsables y usar técnicas de estudio. El papel de la familia. DoderoCepea –
Confederación española de padres y madres de alumnos

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