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Sagrada Familia

Hoy celebramos la fiesta de la Sagrada Familia. Dios comenzó la creación del hombre como
parte de una familia: Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza, los creó varon y
mujer. Y ahí nomas les dijo: dejará el hombre a su padre y a su madre y se unirá a su mujer.
Sean fecundos y multiplíquense.
Es decir, las primeras palabras que escuchamos de Dios son en el contexto de una familia.
Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza… Dios es familia. Y la semejanza de Dios
en el hombre se muestra en la familia: Dios es Padre, Hijo y Espíritu Santo. Dios no es como
una familia, es la FAMILIA. Nosotros tenemos como familias.
Es el atributo esencial de Dios. Por eso, los nombres que designan no son nombres
relativos a la creación sino existen aún sin la creación. Dios es creador porque hay creación,
es redentor porque hay alguien que redimir, es pastor porque hay alguien que guiar. Pero
si no esta el otro termino de la relacion no existirían esos nombres. Pero el de padre, hijo y
espíritu santo, siguen intactos aun cuando no estemos nosotros.
Por ello, cuando se ataca la familia se ataca la imagen de Dios en el hombre. Y en
ese contexto a los hombres les cuesta más la relación con Dios, pues no reflejan a Dios.
Sin embargo, esa familia, se rompió por el pecado: la enemistad entre el hombre y
la mujer y, lo mas triste, el primer fratricidio.
Cristo cuando viene a recrear al hombre lo hace entrando en una familia. No negó
la trinidad de padre, madre e hijo, sino que la leyó de atrás adelante, convirtiéndola en la
trinidad del hijo, la madre y el padre. Y no la llamó familia, sino Sagrada Familia, pues
muchas cosas se hacen sagradas cuando se vuelven del revés. (Chesterton, Herejes)
La Sagrada Familia es una familia normal. Pues sigue la norma. Pero corregiría. Es la
NORMA. Es el ejemplar en sus trazos esenciales. Quiso darle a la familia una segunda
oportunidad después de la ruptura de la alianza bajo el signo del matrimonio.
En esa familia, no había problemas producidos por el pecado de ellos, pero si les
llovían problemas de afuera, de las consecuencias del pecado: desprecio, persecución,
exilio, angustias, pobreza, mortificación, etc. La cruz esta presente en la familia más santa.
También estará presente en nuestras vidas.
Desde el primer momento la aceptaron. Una espada de dolor atravesará tu corazón. Lo
primero que escucho de su hijo la Virgen, por el profeta Simeón. Nos recuerda que traer
hijos al mundo, implica que viene con una cruz, compartida. Muchos por evitar esas cruces
eluden la gran y hermosa tarea de ser madres y padres. Chesterton: “La defensa que suele
hacerse de la familia es que, entre el bullicio y las veleidades de la vida, ésta es tranquila,
agradable y sólida. Pero otra defensa de la familia es posible y, para mí, evidente. Se trata
de una defensa que pasa por afirmar que la familia no es tranquila, agradable ni sólida.”
Es una aventura. “El elemento de aventura empieza a existir, pues una aventura es,
por naturaleza, algo que viene a nosotros. Es algo que nos escoge a nosotros, y no algo que
escojamos nosotros. Y la familia es eso. “Nuestros padres están ahí, al acecho, y se lanzan
sobre nosotros, como bandoleros ocultos tras unos arbustos. Nuestro tío es una sorpresa.
Nuestra tía surge de la nada. Cuando, mediante el acto de nacer, entramos en la familia,
entramos en un mundo incalculable, en un mundo que cuenta con sus propias leyes, en un
mundo que podría seguir existiendo sin nosotros, en un mundo que no hemos construido
nosotros. En otras palabras, cuando entramos en la familia, lo hacemos en un cuento de
hadas.”
Así también, comienza la aventura en el Señor: su nacimiento, su huida, la
presentación en el templo, la perdida en el templo.
Pero hay tres cosas que se dan en la familia de Nazareth: primero, se cumple la
voluntad de Dios. Eso hace a una familia grande. He aquí la esclava del Señor, Hizo como
Dios le mando (Jose); mi placer es cumplir la voluntad de mi Padre (Jesus).
Segundo, se da primacía a lo espiritual sobre lo carnal. Hubo una caridad, pero no
hubo eros. Para que nos demos cuenta que el matrimonio no es tal por lo carnal. Es solo un
medio. Lo mas importante es el amor espiritual de los esposos. La carne de nada sirve dijo
el Señor. Los que son mi madre y mi padre los que cumplen la voluntad de mi Padre.
Por último, Dios es el objeto y meta del amor. Es el elemento de unión y eternidad.
Lo que une a dos palitos es alguien distinto a ellos. Lo que une a los esposos no son los hijos,
lo pueden ser en algún sentido pues son la expresión de su carne: El amor se hizo carne y
habito entre nosotros, pueden decir los esposos con su hijo. Pero es principalmente es Dios.
El amor humano es muy frágil sino lo sostiene el amor de Dios y el amor a Dios.
Pidamos al Señor, por todas nuestras familias que sigan el ejemplo de Dios que es
familia y que cuando se hizo hombre mantuvo la trinidad humana en la familia de Nazaret.

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