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Impacto estratégico de la nanotecnología en la

sociedad, los negocios y la economía


La rápida evolución tecnológica constituye la base del crecimiento exponencial de la
innovación. Los avances de las nuevas tecnologías (Nano-Bio-Info y Cognotecnología/
NBIC) han ido más allá de nuestra capacidad para pronosticar con precisión su impacto en
la sociedad, los negocios y la economía. Es necesario contar con el conocimiento adecuado
para visualizar en tiempo real el nuevo contexto.
Estamos en medio de un cambio de paradigma en el cual las ciencias destinadas al
conocimiento de la naturaleza se reemplazan por ciencias-tecnologías integradas
destinadas a trasformar la naturaleza para restituir pautas perdidas, dar respuestas a las
necesidades socioeconómicas y hacer posible la vida en la Tierra.
Nuestra civilización es testigo del cambio tecnológico más rápido y exhaustivo de la historia.
La nanotecnología tiene las características necesarias para redefinir, remodelar y
transformar las economías y las sociedades a escala mundial. La manipulación, por primera
vez, de la materia a nivel atómico forzará la reevaluación de los mercados globales, las
economías y las industrias en una escala nunca antes experimentada por la humanidad. La
naturaleza omnipresente de la nanotecnología como ciencia-tecnología fundamental tiene
aplicaciones en numerosos servicios e industrias vinculados, entre otros, con la salud, los
materiales, la electrónica, los robots, la fotónica y la preservación del ambiente.

La nanotecnología puede brindar las herramientas para diseñar tanto la materia inorgánica
como la orgánica a nivel atómico con el potencial de realinear la sociedad y cambiar la
estructura de los negocios. También puede hacer surgir nuevos modelos comerciales,
herramientas de diseño y estrategias de fabricación a precios muy reducidos y altamente
eficientes.
Si los desarrollos en nanotecnología son capaces de alcanzar una masa crítica en el
suministro de avances radicalmente innovadores como, por ejemplo, en el autoensamblaje
automatizado, la mayoría de las industrias verticales se verán influenciadas. Las cadenas
de suministro industrial y postindustrial cambiarán.
¿Qué pasaría si en las líneas de fabricación para hacer computadoras redujeran los
costos en un 50 %?
¿Qué sucedería si el desarrollo de medicamentos y los costos de fabricación se
bajaran en un 70 %?
¿Qué ocurriría si la generación de energía no dependiera más de los combustibles
fósiles?
¿Cuál sería el impacto si se aplica la nanotecnología en las reducción de los costos
de los bienes y servicios esenciales que afectan la calidad de vida, la salud, el hábitat
y el transporte?

Seguramente habría un impacto dramático en el estilo de vida. La mayoría de las cadenas


de valor, vínculos de apoyo, las alianzas y los canales de distribución serán alterados. Se
reformarán las instituciones de aprendizaje, los servicios financieros y la industria
manufacturera.
Imaginemos la aparición de un nanochip con la capacidad de procesamiento de diez
supercomputadoras por el precio de un reloj de cuarzo y más pequeño que un llavero o un
material superfuerte y barato para la construcción y la fabricación capaz de eliminar el
mercado del acero y de los plásticos. A medida que la economía mundial siga siendo
transformada por las nuevas tecnologías, se desarrollará una intensa competencia por el
talento, la propiedad intelectual, el capital y la experiencia tecnológica.
Mientras la nanotecnología se desplaza de lo teórico a lo práctico, el posible impacto en la
sociedad, los negocios y la economía se hará cada vez más evidente impulsando las
respuestas necesarias a las problemáticas actuales. Debemos tener la capacidad de
configurar el estratégico futuro nanotecnológico de nuestras naciones.

El futuro será nano, pero ¿serán los productos más baratos?


Algunos científicos estiman que entre 2025 y 2050 se consolidará la era de la
nanotecnología. Las máquinas moleculares, entre ellas los nanorrobots, permitirán construir
cualquier sustancia o dispositivo que seamos capaces de concebir. Por primera vez, –
según los expertos – la manipulación de la materia a nivel atómico forzará la reevaluación
de los mercados globales, las economías y las industrias en una escala nunca antes
experimentada por la humanidad.
La nanotecnología ya está afectando todos los aspectos de la vida a través de innovaciones
que permiten, entre cosas, fabricar materiales más resistentes y livianos para desarrollar
aplicaciones que abarcan desde potabilizar y desalinizar el agua para hacerla accesible a
todo el mundo, fabricar computadores super rápidos con una enorme capacidad de
almacenamiento.
También diseñar envasados más seguros para los alimentos, hacer posible la regeneración
de la piel, los huesos y las células nerviosas, o armar cemento transparente, o que seca
más rápido y tiene sensores para detectar los fallos estructurales que con la corrosión del
tiempo pueden aparecer en carreteras, puentes o edificios.

Si los desarrollos en nanotecnología son capaces de alcanzar una masa crítica en el


suministro de avances radicalmente innovadores como, por ejemplo, en el autoensamblaje
automatizado, la mayoría de las industrias del capitalismo vertical se verán influenciadas.
Las cadenas de suministro industrial y posindustrial cambiarán.
Entonces cabría preguntarse; ¿Qué sucedería si en la fabricación de computadoras
redujeran los costos a la mitad? ¿O si el desarrollo de medicamentos y los costos de
fabricación se bajaran en un 60 % u 80 %? ¿Qué pasaría si la generación de energía no
dependiera más de los combustibles fósiles? ¿Cuál sería el impacto de la nanotecnología
en la reducción de los costos de bienes y servicios esenciales que afectan la calidad de
vida, salud, hábitat y el transporte?
Seguramente habría un impacto dramático en el estilo de vida actual. La mayoría de las
cadenas de valor, vínculos de apoyo, las alianzas y los canales de distribución serán
estructuralmente modificados. Se reformarán las instituciones de aprendizaje, los servicios
financieros y la industria manufacturera.
A medida que la economía mundial siga siendo transformada por las nuevas tecnologías,
se incrementara una intensa competencia por el talento, la propiedad intelectual, el capital
y la experiencia tecnológica.
¿Desaparecerá el capitalismo?
Mientras la nanotecnología se desplaza de lo teórico a lo práctico, el posible impacto en la
sociedad, los negocios y la economía se hará cada vez más evidente impulsando las
respuestas necesarias a las problemáticas actuales.
Por lo tanto, no es casualidad, ni un hecho aislado que haya surgido un informe científico
encargado por un equipo de biofísicos finlandeses designados por Antonio Guterres,
Secretario General de Naciones Unidas, el cual expone que el capitalismo tal como lo
conocemos se ha acabado como consecuencia de la explotación insostenible de los
recursos medioambientales del planeta.
“Estamos ante una crisis global y común debido a una cada vez mayor desigualdad ante la
ineptitud de los gobiernos. Empieza una nueva era, según el informe, y la mentalidad
capitalista no es capaz de abordarla. Sin embargo, el sistema no quiere reconocer estos
elevados costes porque no es capaz de asumir otro modelo económico distinto del
capitalismo. (Marx y Engels ya lo evidenciaban en 1848).
Es cierto que este informe hace énfasis en los desequilibrios actuales y el uso
desproporcionado de la materia prima. Pero este hecho nos deja con algunas incógnitas
acerca de las características (y los riesgos) de una economía posnanotecnología.
Dada la flexibilidad de producción de la fabricación de nanofábricas y las mejoras en la
calidad de los productos, es probable que muchos tipos de productos no fabricados con
nanotecnología ya no sean competitivos. Si la propiedad o el control de nanofábricas
resultase exclusivos, en manos de los capitalistas de turno ¿se crearía el monopolio más
grande del mundo, y el riesgo de sufrir prácticas abusivas y anticompetitivas?
Uno de los riesgos de la fabricación molecular es el desequilibrio de la estructura económica
actual, con una posible reducción masiva en el valor de muchos recursos materiales y
humanos, incluyendo una gran parte de nuestra infraestructura actual.
Investigación y negocio de la nanotecnología
La nanotecnología es el estudio, diseño, creación, síntesis, manipulación y aplicación de
materiales, aparatos y sistemas funcionales a través del control de la materia a nano escala,
y la explotación de fenómenos y propiedades de la materia a nano escala.
Lo que ocurre es que, cuando se manipula la materia a la escala tan minúscula de átomos
y moléculas, demuestra fenómenos y propiedades nuevas.Es por eso, que científicos
utilizan la nanotecnología para crear materiales, aparatos y sistemas novedosos y poco
costosos con propiedades únicas.La importancia que tendrá en el futuro inmediato el
negocio relacionado con la nanotecnología.
Nadie se quiere quedar atrás, los empresarios y responsables públicos ya son conscientes
de la importancia que tendrá en el futuro inmediato el negocio relacionado con la
nanotecnología. Por eso, en los últimos años los centros dedicados a su estudio y aplicación
se han multiplicado.Las nano ciencias y las nanotecnologías son nuevas áreas de
investigación y desarrollo (I+D) cuyo objetivo es el control del comportamiento y la
estructura fundamental de la materia a nivel atómico y molecular.
Está claro que estas disciplinas abren las puertas a la compresión de nuevos fenómenos y
al descubrimiento de nuevas propiedades para poder ser utilizables a escala macroscópica
y microscópica.Las aplicaciones de las nanotecnologías son cada vez más visibles y su
impacto se dejará sentir pronto en la vida cotidiana.
Además, queda claramente demostrado que en cuanto a la investigación, en los últimos
dos años se están logrando avances muy significativos en el campo de la nanotecnología
y la nano ciencia, hasta el punto de que nadie duda que este campo está llamado a
convertirse en el sector estratégico por excelencia en la mayor parte de las economías
avanzadas de todo el mundo.Por lo tanto el impacto de la nanotecnología en nuestra
sociedad es muy grande, y existe consenso de que nanotecnología dará origen a la
revolución industrial del siglo XXI, tal como lo dijo Charles M. Vest’s (ex-Presidente del MIT
(Massachusetts Institute of Technology) en un discurso el año 2001.

¿Es la nanotecnología, una forma de impulsar la prosperidad y la competitividad


global?
Los economistas y los especialistas en prospectiva han tenido poca capacidad para
identificar los impactos derivados de la evolución reciente de las nuevas tecnologías en la
economía y en las empresas.
Lo mismo ha ocurrido con la nanotecnología cuya presencia mediática ha alimentado más
la imaginación que los pronósticos serios y las estrategias válidas para las empresas y para
los países.
La nanotecnología es fundamental dado que puede proporcionar herramientas muy
potentes para los ingenieros inorgánicos y orgánicos para que puedan ser capaces de
propiciar una reorganización de la sociedad, las empresas y la estructura de nuestras
economías.
Nanotecnología: impactos sociales
La revolución de nanotecnologica tendrá un impacto enorme en nuestras economías,
hogares, países y en la sociedad en general. Aconsejamos para seguir este apartado las
páginas que hemos desarrollado con el Centro de Nanotecnología Responsable:
¿Cómo digerirá la sociedad estos avances la humanidad? ¿Están los Estados
preparados? ¿Hay conciencia política sobre la relevancia del tema? ¿Hay divulgación
de estos temas entre los ciudadanos? ¿La tv, la prensa introducen estos debates y
su divulgación en las masas?
Euroresidentes tiene el compromiso, impulsado a través de un grupo amigos preocupados
por temas de futuro, de hacer una modesta contribución a la difusión de estos temas entre
la población e interesados en hacer un seguimiento de las principales contribuciones,
avances, noticias, etc.

¿Es segura la nanotecnología?


La nanotecnología está llegando al mercado por frentes de lo más variado, desde en pastas
de dientes y cremas con filtro solar hasta en lavadoras, neveras, pinturas o limpiacristales.
Es una irrupción largamente vaticinada y, por tanto, no debería causar sorpresa. Pero
muchos se preguntan si no se debería, antes que nada, aclarar qué efectos tienen las
nanoestructuras sobre la salud humana y el medio ambiente. Informes de las Naciones
Unidas, de la Royal Society británica o de la UE coinciden con grupos ecologistas en admitir
que el conocimiento sobre estos efectos es aún escaso. Además, planea el fantasma de la
vieja polémica en torno a la biotecnología y los transgénicos. Nadie quiere tropezar con un
rechazo del público a la nanociencia.
Por ejemplo, las nanopartículas de dióxido de titanio bloquean la radiación ultravioleta pero
son invisibles, lo que las hace idóneas para cremas solares. También hay nanocristales de
hidroxiapatita, el componente principal de la dentina de los dientes, que ya se añaden a
dentífricos -presumiblemente refuerzan la dentina-. Hay una lavadora que utiliza
nanopartículas para esterilizar la ropa y una nevera en la que se combaten así las bacterias.
Y hay nanotubos de carbono, irrompibles pero ligerísimos, para reforzar raquetas de tenis;
y más dióxido de titanio para ventanas que se limpian solas...
La lista es larga, pero según las previsiones no es más que el tímido principio de la invasión
de lo nano en el día a día. Se espera que las futuras aplicaciones multipliquen la eficiencia
de las fuentes de energía renovable, impulsen la medicina regenerativa o aceleren el
desarrollo de ordenadores más potentes. Un informe de octubre de 2006 del consorcio
europeo Nanoforum señalaba: "El principal potencial [de la nanotecnología] provendrá de
las fuertes inversiones en investigación en un tipo de nanociencia que aún no ha alcanzado
al consumidor".
Sobre estas expectativas hay pocas dudas. La pregunta es otra: ¿se está investigando todo
lo que se tendría que investigar en nanotecnología? El informe anual de las Naciones
Unidas de 2006 sobre el medioambiente califica a la nanotecnología de "desafío
emergente": "Tiene un enorme potencial para generar beneficios sociales, económicos y
medioambientales (...). Sin embargo, su impacto ambiental es en gran medida desconocido
.Hace falta una investigación más sistemática, y políticas (de control público) específicas
para el sector". Estados Unidos y Europa dedican 7.700 millones de euros a investigar
beneficios potenciales de la nanotecnología, pero sólo 30 millones de euros a evaluar sus
riesgos.
También la Real Sociedad y la Real Academia de Ingeniería británicas han declarado que
es un motivo de "seria preocupación" la lentitud de su Gobierno a la hora de "reducir la
incertidumbre en torno a los impactos ambientales y sobre la salud de los nanomateriales".
La UE hace autocrítica. Las conclusiones de un congreso sobre nanoseguridad organizado
en Helsinki en octubre de 2006 por la Comisión decían: "Los nanomateriales son pequeños
comparados con las barreras naturales del organismo a los objetos extraños. Además,
pueden tener propiedades nuevas comparadas con las de la misma sustancia en su
forma macro. Los científicos son aún incapaces de predecir estas nuevas propiedades.
Debemos acelerar la caracterización [de los nanoma-teriales] y buscar diseños seguros
para evitar que los riesgos desconocidos obstaculicen el desarrollo de las nanotecnologías".
Se sabe que las nanopartículas, una vez en el organismo -tras haber sido inhaladas,
ingeridas, inyectadas o absorbidas por la piel- pueden atravesar la barrera
hematoencefálica, que evita que sustancias potencialmente tóxicas en el torrente
sanguíneo entren en el cerebro. Pero ¿hay realmente motivo de preocupación? ¿Se ha
detectado ya algún tipo de efectos de la nanotecnología sobre la salud? La nanotoxicología
y la nanoecotoxicología se ocupan de averiguarlo. Sin embargo, para Robert Madelin,
director general de Salud y Protección al Consumidor de la Comisión Europa en Helsinki,
son disciplinas aún en pañales.

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