Sunteți pe pagina 1din 1

Ángel Iglesias Amaro.

Comentario del apartado IV del libro “Poética” de Aristóteles.

La “Poética” de Aristóteles es uno de los primeros textos que se atreve a indagar en las
estructuras de las composiciones literarias, aún cuando el término literatura no estaba ni
mucho menos definido. Este primer “ensayo” sobre teoría literaria nos viene a descubrir
las distintas formulas y herramientas que eran y son comunes al “poeta”. (Recordemos
que en la antigüedad clásica se llamaba poeta a todo “escritor”, sin distinción de géneros
ni estilos). En este breve pero conciso ejercicio podemos descubrir infinidad de
aportaciones teóricas que el autor desarrolla apoyado en una gran gama de ejemplos,
(Homero, Esquilo, Sófocles, etc.) de cuyos 26 capítulos o apartados nos centraremos en
el 4º.
Este cuarto pasaje de la “Poética” de Aristóteles comienza con una breve reflexión de lo
que “podrían” ser los orígenes de la poesía, los cuales, según el propio autor, serían el
instinto de imitación y el placer que sentimos al contemplar imágenes. Para Aristóteles
el arte en general es imitación y por tanto, sostiene que aunque ciertas imágenes reales
puedan producirnos un sentimiento amargo al contemplarlas en su estado natural, nos
producen un sentimiento agradable al observarlas en el arte, es decir, “imitadas por el
arte”. Sobre esta misma cuestión también afirma que la adquisición de conocimientos y
la compresión de la poesía son otro de los placeres experimentados por el destinatario; y
en el caso de que no se haya visto antes lo imitado, añade: no le producirá placer como
imitación, sino por la ejecución o por el color o por alguna otra cosa por el estilo.
Después de esto, en la medida en que la poesía fue estructurándose como arte, también
se dividió respecto a la personalidad de cada poeta. Los más “nobles” imitaban acciones
nobles y los más “bajos” imitaban acciones más bajas, aunque añade que esta regla no
es exacta, ya que ninguno de los predecesores de Homero llegó a cuajar una obra similar
a la suya. A continuación explica como unos eran poetas de versos “heroicos” y otros de
“yámbicos” (nombre del metro que se utilizaba para la poesía “cómica”). Y de cómo
Homero estableció las pautas de la comedia: dando forma dramática no sólo a la
invectiva, sino a lo ridículo. Cuando se establecieron la tragedia y la comedia, los que
componían yambos se pasaron a la comedia y los que componían poemas épicos se
pasaron a la tragedia.
Por último

S-ar putea să vă placă și