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El relieve de la voz*
ahora era más metonímica, menos brusca. Una antigua La Tercera fue su tercera intervención en Roma. La pri-
paciente muy sensible a la voz me lo había hecho notar. mera la realizó en 1953 con el Discurso de Roma, Fun-
ción y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis
Tiempo 2 y la segunda tuvo lugar en 1967, titulada El psicoanálisis.
Pasados algunos meses recibí con mucha alegría la Razón de un fracaso.
noticia de mi nombramiento como AE. No obstante, Lacan empieza esta tercera intervención haciendo
la pregunta por el relieve de la voz insiste, mi primera un juego con sonidos onomatopéyicos alrededor de la
respuesta no me dejó del todo satisfecha. No me pare- palabra “disque”. Evocando al poeta Gérard de Nerval
cía incorrecto pensar la pregunta como proveniente del dice: “La Tercera vuelve, es siempre la primera,… ¿Obje-
superyó, al fin y al cabo yo había elegido a mi analista taríamos nosotros que “ça fasse disque”? Por qué no, si eso
por un rasgo particular: me producía cierto temor. Sin “dit ce que”. Aún hay que oír, por ejemplo como le “Disque-
embargo sospechaba que había algo más. ours” de Rome… El francés permite hacer este juego foné-
Seguía dándole vueltas, cuando alguien me sugirió tico. …Dicho de otro modo, es porque se trata del francés
tomar la pregunta como una cuestión ética proveniente que el “Discours” du Rome puede oírse “disque-oudrome”3.
del inconsciente. “¿Qué hay del relieve de la voz?” sería la Continúa Lacan… “Este “oudrome” me da la ocasión
manera en que mi inconsciente me recordaba mi respon- de poner la voz bajo la rúbrica de los cuatro objetos a, es
sabilidad respecto a los restos sintomáticos de mi análisis, decir de vaciarla de la sustancia que podría tener en el
de los que habré de ocuparme. Me gustó esa interpreta- ruido que hace, de ponerla a cuenta de la operación sig-
ción, me parece adecuada. Esta vez la respuesta se sitúa nificante, la que especifiqué por los efectos llamados de
del lado de la ética del deseo y no de la moral del goce. metonimia. De suerte que a partir de ahora, la voz esté
libre, libre para ser otra cosa que sustancia”4.
Tiempo 3 Lacan se apoya en un significante inventado, “our-
Ha pasado un año desde mi nominación como AE, en ese drome”, a partir de un juego de onomatopeyas que va del
momento voy a presentar mi testimonio en las Jornadas “discours de Rome”, a “disque-ours de Rome”, pasando por
de la ELP y la pregunta retorna. He tenido la oportuni- “disque-ourdrome”, hasta llegar a “ourdrome” en el que
dad de leer los textos que van a presentar dos colegas en podría escucharse el “ron-ron” del gato y también el ruido
estas Jornadas, Anne-Lysy Stevens y Sonia Chiriaco y me que hace un disco al girar, para, a partir de ese nuevo sig-
pregunto ¿qué es para mí lo equivalente, al “Faut y aller” nificante, poner la voz en serie con los otros objetos “a” y
de Anne-Lysy y al “Ce qui vive” de Sonia? al hacerlo vaciarla de ruido, vaciarla de sustancia ponién-
La respuesta a esta pregunta surge rápidamente: para dola a cuenta de la operación significante, operación que
mí se trata del “empuje a decir irrefrenable” que ha atra- él ha especificado por sus efectos de metonimia. La Ter-
vesado mi cuerpo en tantas ocasiones, algo de lo que he cera empieza así: “La tercera, ella vuelve, es siempre la
hablado en mi análisis. Asocio este “empuje a decir” al primera, “ça fait disque”, lo que podríamos entender en
silencio impuesto por la frase traumática: “Si su madre el sentido de que su enseñanza en Roma, 1, 2, 3, como “le
la viera”, escuchada en mi infancia. Lo asocio a esta frase disque” vuelve a los mismos surcos de elaboración.
que invoca la mirada de mi madre muerta, y a la que Por otra parte, para poder inventar una palabra nueva
nunca pude responder. Por una parte, el silencio traumá- a partir de sonidos, como hace Lacan con “ourdrome”, es
tico y por otra, ese “empuje a decir irrefrenable”. necesario pasar por la ortografía, es decir por lo escrito5.
Del sonido se puede pasar al significante, a condición de
pasar por la ortografía, por lo escrito.
Al vaciarla de ruido Lacan hace equivaler la voz a la
“EL FACTOR DETERMINANTE cadena significante. La voz es un objeto inmanente a la
EN LA CONCLUSIÓN FUE LA cadena significante y a los efectos de metonimia que ésta
produce. Por eso, basta con una frase escrita en un muro
SATISFACCIÓN POR EL para que la voz se haga presente. Así pues, la voz al ser
RECORRIDO REALIZADO” áfona, se puede hacer presente tanto en el silencio como
en la escritura.
Ya en Subversión del sujeto y dialéctica del deseo
Lacan había situado la voz, único objeto que sitúa en su
Evidentemente, la lengua se había escrito en mi cuerpo grafo, en el piso inferior del mismo, junto a la cadena
de dos maneras diferentes. En el “empuje a decir irrefre- significante de los enunciados.
nable” se trata de la voz y del decir. “El relieve de la voz” Este vaciamiento de ruido no implica un vaciamiento
¿no es acaso este empuje? Lo que para mí se escribió de goce porque el ruido no es el goce de la voz. Lo que
como empuje a decir, ¿no es el relieve de la voz de la pre- opera este vaciamiento es un metabolismo del goce de la
gunta de mi sueño? Esta vez sí siento que la respuesta me voz, antes fijado. Una vez vaciada de sustancia, el goce de
satisface, que la he encontrado por fin. la voz se desplaza a través de los efectos metonímicos de
la cadena significante. Así, durante el análisis se produce
La voz, Jacques Lacan, La Tercera2 el vaciamiento de los objetos “a”.
La voz es áfona, no hace ruido, así lo afirma Lacan en En La Tercera Lacan realiza con la voz una operación
1974, en La Tercera. similar a la que hizo con la mirada en el Seminario XI. Si
relieve de esta escritura es diferente en cada caso, para Cuando se admite que el Otro es el cuerpo y que éste
cada sujeto. No es lo mismo que la voz sea una especie de no está ordenado por el deseo sino por su propio goce,
órgano interno de goce -como en el caso de un sujeto que se opera de otra forma. Una práctica de-sublimada es
desde su infancia no deja de oír una voz interior ruidosa una práctica sin la ficción de los universales, sin verdad.
e imparable que le previene y le critica, tal y como hacía Lacan inicia la de-sublimación de la práctica con su afir-
su madre- que cuando la voz se presenta como un real, a mación “La mujer no existe” -sólo existen las mujeres-
situar en el sinthome. que después extendió a todas las categorías. También
dijo “La verité, ça fait plaisir” lo que quiere decir que la
El relieve de mi voz verdad es un asunto de libido8. Según esta vía, se trata
Indudablemente eso sucedía en mi cuerpo, ese “empuje de alcanzar, no la luz, sino lo que del goce comporta una
a decir irrefrenable” lo atravesaba. Podríamos decir opacidad irreductible. A eso apunta la herejía lacaniana,
que era eso que Freud llama restos sintomáticos, por de la que Lacan nos habla en su Seminario Le Sinthome.
los que aconseja volver al análisis cada cierto tiempo. La práctica del saber hacer, en psicoanálisis tanto
Lacan, mucho más radical, considera que estos restos como en el arte, tiene su raíz en su real que es el orden
son ineliminables pues el goce que en ellos se aloja no se del Sinthome. Se trata, entonces, en mi “empuje a decir”,
deja negativizar, se trata por tanto de “saber hacer con de una elección forzada, algo tan irrefrenable como irre-
eso ineliminable”. nunciable. Desde esta perspectiva puedo entender que
Ese “empuje a decir irrefrenable” que atraviesa mi “la valentía” que algunos han creído ver en mi testimonio,
no sea para mí sino la elección forzada que implica mi
Sinthome.
Para concluir retomo un párrafo de Estela Solano en
“EL PASAJE POR LA ESCRITURA su artículo Lacan, las mujeres9: “Orientado hacia lo real,
ES NECESARIO PARA PODER el análisis de una mujer puede conducir hasta el término
que marca para ella una satisfacción, que es signo de la
INVENTAR UNA PALABRA salida del estrago. Esta solución resulta de la operación
NUEVA A PARTIR DE FONEMAS” analítica que producirá un corte que separa, lo que es
relativo a la función de la madre, de lo que proviene de
la langue...procediendo así, se aísla el Sinthome. De un
análisis, una mujer, cada mujer, pude cernir al término
cuerpo es lo opuesto a un silencio impuesto. No tiene su forma sinthomática absolutamente singular de hacer
nada que ver con el retorno de lo reprimido que se apa- con lo real de la relación sexual que no existe. El fin del
cigua con la verdad o con el sentido, se trata más bien análisis le dará entonces la oportunidad de saber hacer
de un real que resiste al sentido, de un goce que está en con la soledad del Uno y en esta vía consentir a su goce
el cuerpo y que se produce en el cuerpo. que la hace radicalmente Otra, incluso para ella misma.
Lacan, durante años, fue calificado de herético. Podrá así consentir a lo real del amor, prestándose a ocu-
Mantuvo su rechazo a ser considerado herético hasta el par el lugar del Sinthome para un hombre”.
momento en que cambió su definición de Otro cuando
afirmó: “el Otro es el cuerpo”7. El Otro, que Lacan había
formulado como vacío de goce, pasa a ser el cuerpo sede
del goce. En 1975, en el Seminario Le Sinthome, Lacan
acepta ser considerado herético, pero no por las razones
de los que lo acusaban de herejía anteriormente sino por
decisión propia, porque ser herético implica para Lacan
sustituir el ser por lo real. Esa es su herejía. LA AUTORA
Araceli Fuentes. A.E. Psicoanalista en Madrid. Miembro de la ELP
Ser “hereje” en un sentido lacaniano implica alcan- y la AMP. Docente del Instituto del Campo Freudiano-NUCEP.
zar lo real del síntoma, que no es nada más que pura Email: araceli.f@arrakis.es
percusión del significante en el cuerpo, lo mismo que la
pulsión es eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir. Notas
J.A. Miller en la última lección de su curso de 2011 1 A.Fuentes, “Un cuerpo, dos escrituras”, Letras, Revista de Psicoa-
nálisis de la ELP-Madrid, nº2, 2011.
sitúa este momento de la última enseñanza de Lacan en 2 J. Lacan, “La Tercera”, La Cause Freudienne, Revista de la ECF,
lo que él llama el espacio de “otro pase”. Este “otro pase” nº 79, 2012. pág.11.
trata de poner al día el sentido del síntoma psicoanalítico, 3 Ibíd.,pág.11.
a partir de la pregunta ¿de qué está hecho un psicoaná- 4 Ibíd.,pág.11.
5 C.Soler, La Troisième de Jacques Lacan, Séminaire de Lecture de
lisis? Eso es lo que en “el otro pase” pasa a primer plano, texte, 2005-2006. Seminario no publicado.
¿de qué está hecha mi relación al psicoanálisis?, ¿de qué 6 E.Solano, “Lacan, las mujeres”, La Cause Freudienne, Revista de
está hecha mi relación al goce del psicoanálisis? la ECF nº79.
En su última enseñanza, Lacan nos propone una vía 7 E. Laurent, “Lacan hérétique”, La Cause Freudienne, Revista de
la ECF nº 79.
de de-sublimación, una vía que limpie la práctica de su 8 J.A.Miller, Seminario de orientación lacaniana 2011, clase del 25
adoración por la verdad para llegar a lo real del síntoma. de mayo, inédito.
9 E. Solano, op.cit.