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Pase

El relieve de la voz*

Textos: Araceli Fuentes


Imágenes: Mandy Toro
*Texto original de la autora, Madrid, febrero de 2012.

➳) Para poder encontrar la respuesta satis-


(VIENE de pg. 1 calurosamente y al salir de su consulta, oigo su voz que
factoria he necesitado tiempo y un recorrido epistémico en castellano me dice: “Vaya”.
por los textos de Lacan que hablan del relieve y de la voz. Más tarde podré darme cuenta de que lo que me per-
mitió concluir no sólo fue saber que en un análisis no
Los 3 tiempos de la pregunta puede analizarse todo. El factor determinante en la con-
clusión fue la satisfacción por el recorrido realizado. Al
Tiempo 1 poco tiempo decidí presentarme al pase, como siempre
Voy a concluir mi análisis, estoy decidida, sé que la había deseado hacer. Poco después de haber hecho las
próxima será mi última sesión y así se lo he hecho entrevistas con los dos pasadores me di cuenta que había
saber a mi analista. La noche anterior tengo el siguiente olvidado contarles algo, un acontecimiento que tiene que
sueño: “Voy al análisis y encuentro a mi analista lim- ver, precisamente, con la voz.
piando el suelo de la puerta de entrada a su casa, el lugar He titulado ese acontecimiento: “El día que le bajaron
donde su marido había caído muerto. Al verme, ella me el volumen a París”. Ese día yo caminaba por las calles
dice: Voy a hacerle una fiesta-homenaje a mi marido. Yo de París, había huelga, los huelguistas iban gritando sus
le respondo: voy a presentarme al pase. Entonces ella reivindicaciones, era un día bastante ruidoso pero, pre-
me contesta: ¿qué hay del relieve de la voz?”. cisamente, ese día experimenté la sensación de que “le
Llega la última sesión, relato el sueño y mi inter- habían bajado el volumen a París”.
pretación sobre la pregunta: entiendo que se trata de Pienso esta experiencia como un acontecimiento del
una pregunta que proviene del superyó, que me pone a cuerpo relacionado con el ruido de la voz.
prueba, como si el superyó me dijera “no has terminado A pesar de haber concluido mis entrevistas, al darme
tu análisis, quedan restos”. cuenta de mi olvido llamé a uno de los pasadores para
No obstante –añado- sé que en un análisis siempre contarle el acontecimiento con el fin de que lo transmi-
quedan restos, que no puede analizarse todo, así que la tiera al cartel. Recuerdo que al contarle el olvido del “día
pregunta no me impide dar por concluido mi análisis. en que le bajaron el volumen a París” le dije que éste, en
Mi psicoanalista no se opone a ello. Nos despedimos realidad, hablaba de mi voz que había cambiado y que

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ahora era más metonímica, menos brusca. Una antigua La Tercera fue su tercera intervención en Roma. La pri-
paciente muy sensible a la voz me lo había hecho notar. mera la realizó en 1953 con el Discurso de Roma, Fun-
ción y campo de la palabra y el lenguaje en psicoanálisis
Tiempo 2 y la segunda tuvo lugar en 1967, titulada El psicoanálisis.
Pasados algunos meses recibí con mucha alegría la Razón de un fracaso.
noticia de mi nombramiento como AE. No obstante, Lacan empieza esta tercera intervención haciendo
la pregunta por el relieve de la voz insiste, mi primera un juego con sonidos onomatopéyicos alrededor de la
respuesta no me dejó del todo satisfecha. No me pare- palabra “disque”. Evocando al poeta Gérard de Nerval
cía incorrecto pensar la pregunta como proveniente del dice: “La Tercera vuelve, es siempre la primera,… ¿Obje-
superyó, al fin y al cabo yo había elegido a mi analista taríamos nosotros que “ça fasse disque”? Por qué no, si eso
por un rasgo particular: me producía cierto temor. Sin “dit ce que”. Aún hay que oír, por ejemplo como le “Disque-
embargo sospechaba que había algo más. ours” de Rome… El francés permite hacer este juego foné-
Seguía dándole vueltas, cuando alguien me sugirió tico. …Dicho de otro modo, es porque se trata del francés
tomar la pregunta como una cuestión ética proveniente que el “Discours” du Rome puede oírse “disque-oudrome”3.
del inconsciente. “¿Qué hay del relieve de la voz?” sería la Continúa Lacan… “Este “oudrome” me da la ocasión
manera en que mi inconsciente me recordaba mi respon- de poner la voz bajo la rúbrica de los cuatro objetos a, es
sabilidad respecto a los restos sintomáticos de mi análisis, decir de vaciarla de la sustancia que podría tener en el
de los que habré de ocuparme. Me gustó esa interpreta- ruido que hace, de ponerla a cuenta de la operación sig-
ción, me parece adecuada. Esta vez la respuesta se sitúa nificante, la que especifiqué por los efectos llamados de
del lado de la ética del deseo y no de la moral del goce. metonimia. De suerte que a partir de ahora, la voz esté
libre, libre para ser otra cosa que sustancia”4.
Tiempo 3 Lacan se apoya en un significante inventado, “our-
Ha pasado un año desde mi nominación como AE, en ese drome”, a partir de un juego de onomatopeyas que va del
momento voy a presentar mi testimonio en las Jornadas “discours de Rome”, a “disque-ours de Rome”, pasando por
de la ELP y la pregunta retorna. He tenido la oportuni- “disque-ourdrome”, hasta llegar a “ourdrome” en el que
dad de leer los textos que van a presentar dos colegas en podría escucharse el “ron-ron” del gato y también el ruido
estas Jornadas, Anne-Lysy Stevens y Sonia Chiriaco y me que hace un disco al girar, para, a partir de ese nuevo sig-
pregunto ¿qué es para mí lo equivalente, al “Faut y aller” nificante, poner la voz en serie con los otros objetos “a” y
de Anne-Lysy y al “Ce qui vive” de Sonia? al hacerlo vaciarla de ruido, vaciarla de sustancia ponién-
La respuesta a esta pregunta surge rápidamente: para dola a cuenta de la operación significante, operación que
mí se trata del “empuje a decir irrefrenable” que ha atra- él ha especificado por sus efectos de metonimia. La Ter-
vesado mi cuerpo en tantas ocasiones, algo de lo que he cera empieza así: “La tercera, ella vuelve, es siempre la
hablado en mi análisis. Asocio este “empuje a decir” al primera, “ça fait disque”, lo que podríamos entender en
silencio impuesto por la frase traumática: “Si su madre el sentido de que su enseñanza en Roma, 1, 2, 3, como “le
la viera”, escuchada en mi infancia. Lo asocio a esta frase disque” vuelve a los mismos surcos de elaboración.
que invoca la mirada de mi madre muerta, y a la que Por otra parte, para poder inventar una palabra nueva
nunca pude responder. Por una parte, el silencio traumá- a partir de sonidos, como hace Lacan con “ourdrome”, es
tico y por otra, ese “empuje a decir irrefrenable”. necesario pasar por la ortografía, es decir por lo escrito5.
Del sonido se puede pasar al significante, a condición de
pasar por la ortografía, por lo escrito.
Al vaciarla de ruido Lacan hace equivaler la voz a la
“EL FACTOR DETERMINANTE cadena significante. La voz es un objeto inmanente a la
EN LA CONCLUSIÓN FUE LA cadena significante y a los efectos de metonimia que ésta
produce. Por eso, basta con una frase escrita en un muro
SATISFACCIÓN POR EL para que la voz se haga presente. Así pues, la voz al ser
RECORRIDO REALIZADO” áfona, se puede hacer presente tanto en el silencio como
en la escritura.
Ya en Subversión del sujeto y dialéctica del deseo
Lacan había situado la voz, único objeto que sitúa en su
Evidentemente, la lengua se había escrito en mi cuerpo grafo, en el piso inferior del mismo, junto a la cadena
de dos maneras diferentes. En el “empuje a decir irrefre- significante de los enunciados.
nable” se trata de la voz y del decir. “El relieve de la voz” Este vaciamiento de ruido no implica un vaciamiento
¿no es acaso este empuje? Lo que para mí se escribió de goce porque el ruido no es el goce de la voz. Lo que
como empuje a decir, ¿no es el relieve de la voz de la pre- opera este vaciamiento es un metabolismo del goce de la
gunta de mi sueño? Esta vez sí siento que la respuesta me voz, antes fijado. Una vez vaciada de sustancia, el goce de
satisface, que la he encontrado por fin. la voz se desplaza a través de los efectos metonímicos de
la cadena significante. Así, durante el análisis se produce
La voz, Jacques Lacan, La Tercera2 el vaciamiento de los objetos “a”.
La voz es áfona, no hace ruido, así lo afirma Lacan en En La Tercera Lacan realiza con la voz una operación
1974, en La Tercera. similar a la que hizo con la mirada en el Seminario XI. Si

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en el Seminario XI plantea que la mirada en tanto que


objeto “a” es lo que falta a la visión, aquí la voz, también
como objeto “a”, es lo que falta al ruido. BORRAS
Lo que presentifica la voz, por tanto, no es el ruido,
ni la música, sino el silencio y la escritura de la cadena
significante.

El pasaje necesario por la escritura


El pasaje por la escritura es necesario para poder inventar
una palabra nueva a partir de fonemas, lo mismo que
cuando se trata de la interpretación por el equívoco. Res-
pecto a ésta Lacan afirma que de la interpretación por el
equívoco fonético da cuenta de la escritura.
El equívoco es posible cuando un mismo sonido da
lugar a dos significantes distintos. Lo que introduce la
diferencia significante es la ortografía, la escritura. Sin
ella el equívoco no sería posible. Tomemos un ejemplo en
lengua castellana, una lengua menos propensa al equí- …………………
voco homofónico que el francés: un sujeto llega a sesión y
dice “yo, como siempre, lo mismo”, el analista le responde
con tono interrogativo: “¿Usted come siempre lo mismo?”.
El equívoco se produce aquí cambiando la puntuación de Homofonías, Mandy Toro
la frase, pero para ello hay que pasar por la ortografía,
por lo escrito. Sin este pasaje no hay equívoco posible.
Hacer pasar la palabra del lado de la escritura con-
lleva un forzamiento. Tomando apoyo en la materialidad
sonora del significante, separada de la significación, la
interpretación se convierte en una operación de lectura
que pulveriza el dicho, a fin de hacerlo resonar en el decir dice lo siguiente: “Lo que yo llamo el pase, creía que había
fuera de sentido del goce… que constituye un aconteci- pasado, esa creencia me ha dado la ocasión de darme
miento del cuerpo en el síntoma6. cuenta de algo… de ver, de golpe, un cierto relieve, un
relieve de lo que yo he hecho hasta aquí. Y es ese relieve
El relieve en Lituraterre y Los no incautos yerran lo que expresa exactamente mi título de este año…Les
¿A qué nos referimos, en psicoanálisis, cuando hablamos non- dupes errent…et les noms du père”.
de “relieve”? ¿De qué está hablando aquí Lacan? Sin duda se está
Lacan habla de relieve en su escrito titulado Litura- apoyando en un equívoco homofónico posible en la len-
terre, en noviembre de 1971, escrito en el que nos da su gua francesa entre “el pase” y “el pasado”. ¿Es el pase el
célebre apólogo sobre la escritura. Lacan está volviendo pasado?, ¿el pase, ha logrado pasar en mi escuela? Recor-
de un viaje a Japón donde ha ido a presentar sus escritos demos que su Proposición fue rechazada en un primer
y donde ha tomado contacto con la escritura china, con momento. Jugando con esta homofonía entre pase y
la que escriben los japoneses. A la vuelta de ese viaje por pasado, toma el pasado no como un pasado lineal, ni
una ruta que se acaba de abrir y que atraviesa Siberia, como algo plano sino como lo que tiene un relieve. “De
observa desde la ventana del avión las huellas que ha golpe”, se dio cuenta de que su trayectoria tiene un relieve
dejado la lluvia sobre la llanura siberiana. Esta visión le que está presente en el título mismo del seminario. Si el
inspira su apólogo sobre la escritura, a la que compara relieve está presente en el título mismo del seminario,
con esa orografía producida por la lluvia en la desierta es porque el equívoco que éste pone en juego pasa por lo
planicie siberiana, una orografía que tiene relieve. escrito. No hay relieve sino de lo escrito.
Para el psicoanálisis lo que se escribe es el goce y Por otra parte, el relieve evoca también a su propia
el lugar donde se escribe es el cuerpo. Tal como Lacan trayectoria, la trayectoria de su enseñanza, las huellas
lo define en “RSI” el goce se fija en el síntoma al escri- escritas que ésta enseñanza nos ha dejado, incluso acon-
birse por medio de una letra, como goce de una letra del tecimientos de su vida que tienen que ver con ésta, como
inconsciente. El relieve tiene que ver con lo que se escribió el hecho de que no diera el seminario que había anun-
del goce, lo que no cesa de escribirse para un sujeto dado. ciado sobre los nombres del padre.
Dos años después, en 1973, Lacan vuelve a hacer Volviendo a De un discurso que no sea del semblante,
otra referencia al relieve en el Seminario Los no incau- recordemos que Lacan dice allí que lo que se escribe,
tos yerran o Los nombres del padre, título equívoco en reproduce la mitad de goce del sujeto, es decir, el objeto
francés por homofonía, pues ambos suenan igual en esta “a”. En tanto que objeto “a”, la voz se escribe en el cuerpo
lengua, Les non dupes errent… Les noms du père. como un goce localizado en el síntoma. Es decir que la
En la lección del 13 de noviembre del 73, Lacan voz puede ser tratada en un psicoanálisis en tanto se
retoma el término “relieve” y lo hace con relación al pase, escribió como letra de goce del síntoma de un sujeto. El

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relieve de esta escritura es diferente en cada caso, para Cuando se admite que el Otro es el cuerpo y que éste
cada sujeto. No es lo mismo que la voz sea una especie de no está ordenado por el deseo sino por su propio goce,
órgano interno de goce -como en el caso de un sujeto que se opera de otra forma. Una práctica de-sublimada es
desde su infancia no deja de oír una voz interior ruidosa una práctica sin la ficción de los universales, sin verdad.
e imparable que le previene y le critica, tal y como hacía Lacan inicia la de-sublimación de la práctica con su afir-
su madre- que cuando la voz se presenta como un real, a mación “La mujer no existe” -sólo existen las mujeres-
situar en el sinthome. que después extendió a todas las categorías. También
dijo “La verité, ça fait plaisir” lo que quiere decir que la
El relieve de mi voz verdad es un asunto de libido8. Según esta vía, se trata
Indudablemente eso sucedía en mi cuerpo, ese “empuje de alcanzar, no la luz, sino lo que del goce comporta una
a decir irrefrenable” lo atravesaba. Podríamos decir opacidad irreductible. A eso apunta la herejía lacaniana,
que era eso que Freud llama restos sintomáticos, por de la que Lacan nos habla en su Seminario Le Sinthome.
los que aconseja volver al análisis cada cierto tiempo. La práctica del saber hacer, en psicoanálisis tanto
Lacan, mucho más radical, considera que estos restos como en el arte, tiene su raíz en su real que es el orden
son ineliminables pues el goce que en ellos se aloja no se del Sinthome. Se trata, entonces, en mi “empuje a decir”,
deja negativizar, se trata por tanto de “saber hacer con de una elección forzada, algo tan irrefrenable como irre-
eso ineliminable”. nunciable. Desde esta perspectiva puedo entender que
Ese “empuje a decir irrefrenable” que atraviesa mi “la valentía” que algunos han creído ver en mi testimonio,
no sea para mí sino la elección forzada que implica mi
Sinthome.
Para concluir retomo un párrafo de Estela Solano en
“EL PASAJE POR LA ESCRITURA su artículo Lacan, las mujeres9: “Orientado hacia lo real,
ES NECESARIO PARA PODER el análisis de una mujer puede conducir hasta el término
que marca para ella una satisfacción, que es signo de la
INVENTAR UNA PALABRA salida del estrago. Esta solución resulta de la operación
NUEVA A PARTIR DE FONEMAS” analítica que producirá un corte que separa, lo que es
relativo a la función de la madre, de lo que proviene de
la langue...procediendo así, se aísla el Sinthome. De un
análisis, una mujer, cada mujer, pude cernir al término
cuerpo es lo opuesto a un silencio impuesto. No tiene su forma sinthomática absolutamente singular de hacer
nada que ver con el retorno de lo reprimido que se apa- con lo real de la relación sexual que no existe. El fin del
cigua con la verdad o con el sentido, se trata más bien análisis le dará entonces la oportunidad de saber hacer
de un real que resiste al sentido, de un goce que está en con la soledad del Uno y en esta vía consentir a su goce
el cuerpo y que se produce en el cuerpo. que la hace radicalmente Otra, incluso para ella misma.
Lacan, durante años, fue calificado de herético. Podrá así consentir a lo real del amor, prestándose a ocu-
Mantuvo su rechazo a ser considerado herético hasta el par el lugar del Sinthome para un hombre”.
momento en que cambió su definición de Otro cuando
afirmó: “el Otro es el cuerpo”7. El Otro, que Lacan había
formulado como vacío de goce, pasa a ser el cuerpo sede
del goce. En 1975, en el Seminario Le Sinthome, Lacan
acepta ser considerado herético, pero no por las razones
de los que lo acusaban de herejía anteriormente sino por
decisión propia, porque ser herético implica para Lacan
sustituir el ser por lo real. Esa es su herejía. LA AUTORA
Araceli Fuentes. A.E. Psicoanalista en Madrid. Miembro de la ELP
Ser “hereje” en un sentido lacaniano implica alcan- y la AMP. Docente del Instituto del Campo Freudiano-NUCEP.
zar lo real del síntoma, que no es nada más que pura Email: araceli.f@arrakis.es
percusión del significante en el cuerpo, lo mismo que la
pulsión es eco en el cuerpo del hecho de que hay un decir. Notas
J.A. Miller en la última lección de su curso de 2011 1 A.Fuentes, “Un cuerpo, dos escrituras”, Letras, Revista de Psicoa-
nálisis de la ELP-Madrid, nº2, 2011.
sitúa este momento de la última enseñanza de Lacan en 2 J. Lacan, “La Tercera”, La Cause Freudienne, Revista de la ECF,
lo que él llama el espacio de “otro pase”. Este “otro pase” nº 79, 2012. pág.11.
trata de poner al día el sentido del síntoma psicoanalítico, 3 Ibíd.,pág.11.
a partir de la pregunta ¿de qué está hecho un psicoaná- 4 Ibíd.,pág.11.
5 C.Soler, La Troisième de Jacques Lacan, Séminaire de Lecture de
lisis? Eso es lo que en “el otro pase” pasa a primer plano, texte, 2005-2006. Seminario no publicado.
¿de qué está hecha mi relación al psicoanálisis?, ¿de qué 6 E.Solano, “Lacan, las mujeres”, La Cause Freudienne, Revista de
está hecha mi relación al goce del psicoanálisis? la ECF nº79.
En su última enseñanza, Lacan nos propone una vía 7 E. Laurent, “Lacan hérétique”, La Cause Freudienne, Revista de
la ECF nº 79.
de de-sublimación, una vía que limpie la práctica de su 8 J.A.Miller, Seminario de orientación lacaniana 2011, clase del 25
adoración por la verdad para llegar a lo real del síntoma. de mayo, inédito.
9 E. Solano, op.cit.

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