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SÍNTESIS, OMISIONES Y PERSPECTIVAS

DE LA SOCIOLOGÍA RURAL EN LATINOAMÉRICA

Dr. Pedro Muro Bowling


Departamento de Sociología Rural
Universidad Autónoma Chapingo, México.
Correo-E: pbowling31@gmail.com

RESUMEN

En este trabajo, como síntesis se discuten y cuestionan los antecedentes de la Sociología Rural en
Latinoamérica, históricamente basada en: 1) Los modelos de desarrollo agrícola y comunitario
adoptados de los Estados Unidos de Norteamérica; 2) La Escuela europea de Estudios del Campesinado
y, 3) Las orientaciones propuestas desde Latinoamérica y las interpretaciones que de ellas se hicieron.

El cuarto apartado trata de las omisiones en que ha incurrido la Sociología Rural, definidas: a) Como
teórico-temáticas, y b) epistemológico-metodológicas. Las primeras, por la selección de problemas y
objetos de estudio “tradicionales”, con poca investigación de otros, más actuales y acuciantes. Las
segundas, por la operación epistemológica de la mayoría de las investigaciones, desde la perspectiva
unidimensional que ignora la complejidad; esto es, la consideración de contextos físicos y sociales, la
transdisciplinariedad y la multidimensionalidad.

El quinto tema aborda las perspectivas derivadas de lo anterior. Destaca la disyuntiva entre seguir en el
convencionalismo de los contextos unívocos, unidisciplinarios, unidimensionales, como
predeterminaciones, o hacer teoría y praxis de la Sociología Rural con la deliberada tendencia a
superarse a sí misma volviéndose Ecosociología.

INTRODUCCIÓN

La Sociología Rural (SR) latinoamericana se debate actualmente entre el convencionalismo que


representa hacer “sociología en el campo”: la interpretación y explicación sociológica en el ámbito
rural ignorando la perspectiva física-ambiental, y la alternativa que se concreta con la ecosociología. El
desarrollo histórico de la SR en América Latina siguió los postulados de la Escuela Norteamericana
hasta los 1960s. Posteriormente se consideraron las aportaciones de la Escuela Europea de Estudios del
Campesinado y los generados en nuestros países. Con estos antecedentes y con visión de conjunto se
observan las omisiones y se prevén las perspectivas de la SR, que constituyen la aportación que se
pretende hacer con este trabajo.
1. SÍNTESIS: REPASO HISTÓRICO DE LA SOCIOLOGÍA RURAL
1.1. LA ESCUELA AMERICANA Y EL DESARROLLO COMUNITARIO
Esta Escuela se caracteriza históricamente por su apego a enfoques teórico-metodológicos inscritos en,
y derivados del positivismo, y por su perspectiva epistemológica estructural-funcionalista. Explicable
porque en los Estados Unidos de Norteamérica (EUA) la población era originalmente reducida con
relación al tamaño de la tierra y sus recursos, y el esfuerzo prioritario se orientó a cómo hacer más
productiva la agricultura. De aquí surgen los estudios en desarrollo y extensión agrícola, métodos que
luego se transformaron en “desarrollo rural”.
Como método, el desarrollo comunitario se originó cuando Inglaterra lo impuso a India, presentándolo
como una ventaja en tanto contribuiría a alcanzar mayores rendimientos de los campesinos, sumar los
esfuerzos de la población a los de su gobierno para mejorar las condiciones socioeconómicas de las
comunidades, e “integrarlas” a la vida del país.
Los programas de desarrollo comunitario suelen definir objetivos relacionados con la alfabetización,
capacitación laboral, etc., para preparar la fuerza de trabajo que se requiere en los países “en vías
desarrollo”. Pero en el fondo son acciones encaminadas a introyectar en los colonizados los valores del
sistema imperial y hacer a las poblaciones vivir y trabajar de acuerdo con ellos; las iniciativas parten de
organizaciones externas y asumen intencionalidad intervencionista, manipuladora y domesticadora.
La SR entendida entonces como “desarrollo agrícola”, apoyó la teorización de la sociedad dual, de
“tradicionales” y “modernos” y los programas orientados a la modernización de la agricultura, con base
en los modelos aportados por la experiencia israelí, y por la investigación de grupos campesinos
“colaboradores” en el sudeste asiático, en África y en Latinoamérica.
Estos estudios enfatizaron la productividad de la agricultura y la explotación de las unidades
productivas campesinas, y fue notable la ausencia de cuestionamientos acerca de los modelos políticos,
socioeconómicos y ambientales en que todo ello ocurría. Algunos de los esquemas y postulados más
importantes del desarrollo agrícola impuesto en Latinoamérica fueron los siguientes:
1.2. NATIVOS FLOJOS Y CAMPESINOS RACIONALISTAS
Las primeras aplicaciones del análisis sociológico a los sistemas campesinos de producción se hicieron
en Latinoamérica en los 1950s. Con el desarrollo agrícola (aún no desarrollo rural) orientado por los
agrónomos se aplicaron a los problemas de la agricultura campesina los mismos principios que fueron
efectivos para alcanzar altas producciones en países industrializados, con climas y tierras diferentes.
Concluyeron que los campesinos mostraban una “perversa conducta económica” y, posteriormente, que
el conservadurismo de los campesinos es una noción irreal, y que debía remplazarse por una “teoría de
los campesinos racionalistas”.
1.3. LA MODERNIZACIÓN DE LA AGRICULTURA
La “teoría del campesino optimizador” y la experiencia de la invasión/colonización israelí mostró la
necesidad de incrementar la producción agrícola y dio origen a La transformación de la agricultura
tradicional (T.W. Schultz, 1964); De campesino a Agricultor y, La modernización de la agricultura
(A.T. Mosher, 1966), obras que aseveran que los campesinos son pobres pero eficientes. Así, mejor
sería poner a su disposición nuevas oportunidades técnicas y económicas. Esto se lograría a través de
grandes inversiones públicas en investigación agrícola para generar conocimiento y tecnología; ampliar
la capacidad del sector industrial para desarrollar, producir y comercializar los insumos tecnológicos, y
mejorar la capacitación de los campesinos para el uso eficiente de los insumos modernos.
1.4. EN JUEGO CONTRA LA NATURALEZA
Los campesinos debían ser vistos como en un “juego contra la naturaleza”, siendo su objetivo la
sobrevivencia, no la maximización de ganancias. Los campesinos pueden prescindir de los fertilizantes
y de los cultivos comerciales, pues no pueden conjugar sus expectativas de obtener mayor producción
contra el riesgo de que ésta caiga por debajo de sus necesidades de subsistencia, y rechazan la
modernización porque aumenta su dependencia de la economía de mercado.
1.5. SIMULANDO EL AMBIENTE DE LA TOMA DE DECISIONES
Las “simulaciones del medio ambiente de la toma de decisiones” (Mellor, 1969), definirían “modelos”
de subsistencia campesina, y Collison, (1972) y Low, (1974) concluyeron que si un modelo representa
fielmente una explotación agrícola, puede ser usado para predecir las consecuencias que tendría la
introducción de innovaciones tecnológicas. Las dificultades en el diseño y operación de estos modelos
hicieron imposible predecir la reacción campesina a los cambios que alteran sus vidas.
1.6. ECONOMÍA ALTERNATIVA. EL CICLO DE DESARROLLO DOMÉSTICO
Alexander Chayanov (1923) enfatizó que el estímulo al esfuerzo, a la innovación y a la inversión entre
los campesinos es la satisfacción de las necesidades familiares de consumo. La granja familiar tiene
“historia natural” característica y autónoma. Nacen nuevos hijos, las necesidades de consumo se
incrementan, y esto se traduce en mayor auto-explotación de la fuerza de trabajo.
1.7. CRECIMIENTO DE POBLACIÓN Y CAMBIOS TECNOLÓGICOS
La principal motivación para el cambio tecnológico agrícola no reside en la apertura de oportunidades
económicas externas a la comunidad sino en el crecimiento de la población, que obliga a intensificar
tecnológicamente el uso de la tierra. Pasar de una etapa de intensificación a otra requiere de la adopción
de nueva y más compleja tecnología; de incrementos cuantitativos de capital por unidad de superficie y
de mayor dispendio energético en la agricultura (Boserup, E., 1965).
1.8. ANTE LA REVOLUCIÓN VERDE
Esta “revolución” consistió en la introducción de Variedades de Altos Rendimientos (VARs) de arroz,
maíz y trigo, genéticamente mejorados. Las “milagrosas” VARs proporcionaban altos rendimientos y
respondían bien a riego y fertilización, pero se mostraron vulnerables ante la falta de agua, los ataques
de plagas y enfermedades y las malezas naturales asociadas. Las VARs fueron adoptadas mucho más
por agricultores que por campesinos, y las tasas de ganancia generadas trajeron como efecto el control
y despojo de sus tierras, lo que empeoró su “bienestar relativo”.
1.9. LA TECNOLOGÍA CORRECTA Y LA CONCEPCIÓN DE SISTEMAS
La experiencia con los modelos precedentes afectó la concepción de la Agronomía y de la SR con la
conciencia de la importancia de una visión holística de la estructura de las sociedades y economías
campesinas. Así surgió en los 1970s el concepto de Sistemas de Investigación Agropecuaria (SIAP),
que mejora la relevancia de la tecnología emergente del trabajo experimental (Collison, N., 1979). Los
criterios de Chambers (1976) se validaron para evaluar las tecnologías existentes: productividad,
equidad, intensidad de subsistencia y estabilidad ambiental. Los postulados de los SIAP son que los
factores sociales son tan importantes como los técnicos al definir la actividad productiva; que los
sociólogos rurales tienen que trabajar con biólogos y físicos para comprender el ambiente total y las
formas en que los productores responden a este, y que los contextos físicos y sociales son específicos,
por locación.
2. LA ESCUELA EUROPEA DE ESTUDIOS DEL CAMPESINADO
En Europa, cuando las relaciones socioeconómicas y políticas agrarias se orientaron inicialmente hacia
la industrialización, la mayoría de la población practicaba la agricultura, ejercía presión sobre los
recursos naturales y competía por el acceso a ellos. Así, los estudios del campesinado enfatizaron la
distinción entre grupos y clases sociales; sus explicaciones teórico-metodológicas se basaron en las
teorías del conflicto y su intencionalidad ideológica fue declarada en términos de transformación social.
Su perspectiva epistemológica fue mucho más estructural y crítica que en la escuela norteamericana.
2.1. LA FISIOCRACIA
Los fisiócratas (mediados de los 1700s) reflexionaron muy significativamente sobre la agricultura y los
campesinos. Sus propuestas surgieron como reacción intelectual mercantilista ante el intervencionismo
monárquico en la economía, e hicieron reflexiones como las siguientes:
“La única actividad generadora de riqueza para las naciones es la agricultura. La tierra es la fuente y
materia donde toda riqueza se produce. El sector productivo agrícola es el único capaz de crear
riqueza; el comercio y la industria sólo distribuyen esta riqueza”. (En: www.economia48.com/spa/d/
fisiocracia/fisiocracia.htm).
“El agricultor es la única persona cuya labor produce más que el salario de su trabajo. Es, por lo tanto,
la única fuente de toda riqueza. Su trabajo produce más de lo requerido por sus necesidades. Con el
excedente que la naturaleza le otorga sobre la retribución de su esfuerzo, paga el trabajo de otros, y así
el agricultor distribuye la riqueza disponible…” (En: www.ecolink.com.ar/fisiocracia).
Los Fisiócratas aportan a la Ecosociología y la Agroecología la perspectiva energética de la agricultura
(Martínez-Alier, J., 1995), fueron fundadores de las Ciencias Sociales, los primeros en emplear
deliberadamente el “método científico”, y en dirigir investigaciones sociales.
2.2. EL POPULISMO AGRARIO RUSO
Propuesta intelectual que planteó, a mediados los 1800s, evitar en Rusia la imposición hegemónica del
capitalismo. De acuerdo con Venturi, F. (1972), G. de Molina, M. y Sevilla E., (1992: 121-144), los
populistas se basaron en el análisis de las instituciones campesinas; sus exponentes fueron socialistas
críticos de la industrialización, pues sus costos de significado y sufrimiento superaban los beneficios
económicos. Propusieron para el campesinado un camino autónomo hacia el socialismo para evitar esas
consecuencias, con desarrollo y respeto de sus valores, aspiraciones e instituciones tradicionales. El
populismo agrario ruso pasó por tres notables períodos históricos con las siguientes declaraciones:
1. El Fundacional: Las formas de acción solidaria de la organización colectivista campesina pueden
evitar el sufrimiento y explotación que generan los procesos de industrialización capitalista.
2. El Clásico: definió los principios éticos en la cuestión agraria. El capitalismo significa pauperización
del espíritu y del cuerpo: rompe los lazos de solidaridad y atomiza la sociedad con su apología de la
competencia. La organización social campesina puede obstruir el camino al capitalismo; la cooperación
simple y la solidaridad son más eficientes que la competencia.
3. El Anarquismo Agrario, con las aportaciones de Bakunin y Kropotkin: la revolución campesina en
alianza con otros sectores de población evitaría el desarrollo capitalista. La naturaleza socialista del
campesinado es producto de su cultura específica y de su organización colectiva.
Los populistas agrarios aportaron el método subjetivo sociológico y la perspectiva revolucionaria y
crítica que asumiría el campesinado. La SR latinoamericana en muchas ocasiones ha retomado –casi
siempre ignorando su origen– las propuestas del populismo agrario, pues encuentra en ellas parte de la
explicación y motivación de las poblaciones campesinas en lucha.
2.3. El ANARQUISMO AGRARIO Y LA ECOANARQUÍA
Históricamente destacan las aportaciones de M. Bakunin y de P. Kropotkin. El primero desconoce la
Segunda Ley de la Termodinámica, pero declara que la unidad del universo está constituida por una
eterna transformación que se auto-regula y carece de comienzo, límite y fin. “Este movimiento es
absolutamente contrario a cualquier doctrina de la Providencia: es la negación de Dios” (Bakunin, M.,
1990: 137).
Más centrado en la agricultura como actividad sustentable por excelencia, Kropotkin propone que en
las grandes ciudades se cultive la tierra, como en los pueblos rurales: “Tierra no falta. Alrededor de las
ciudades hay millones de hectáreas para el trabajo inteligente del campesino, y hacer de ellas llanuras
fértiles y productivas” (Kropotkin, P., 1977: 63).
“Aprender la horticultura; ensayar los diversos medios de cultivo; contrastarlos para lograr las mejores
cosechas; hallar en el ejercicio físico las fuerzas que faltan en las ciudades, y hombres, mujeres y niños
sabrán las labores del campo, que dejarán de ser trabajo de presidiario y se convertirán en un placer,
una fiesta, en la primavera del ser humano… ¡No hay tierras estériles! ¡La tierra vale lo que valga el
hombre! La última palabra de la agricultura moderna es: la tierra da lo que le piden; sólo se trata de
pedir con inteligencia” (Woodcock, G. y Avakumovic I., 1971: 107 y Nettlau, M., 1977: 129).
Estas propuestas se han actualizado con el ecoanarquismo: “la civilización, con su pretensión de ser la
cuna de la cultura, se ha apoyado teóricamente en la imagen de la ‘naturaleza tacaña’, que sólo toleraría
elites, cuya ‘libertad’ y ‘tiempo libre’ para administrarnos e ‘iluminarnos con la luz de la razón’ han
sido posibles históricamente sólo por la doble explotación del trabajo humano y del medio físico”
(Bookchin, M., 1999: 62).
Para este autor, crear una sociedad en la que se considere a cada individuo capaz de participar en la
definición de la política social equivale a invalidar jerarquía social y dominación. Asumirlo implica
disolver el poder, la autoridad y la soberanía estatal a cambio de la recuperación del poder social. “La
sociedad ecológica es más que una serie de sensibilidades e instituciones sociales no jerárquicas, y
expresa la forma en que socializamos con la naturaleza” (Bookchin, M., 1999: 193).
Demerita a la Sociología Rural su omisión de los principios y propuestas de los fisiócratas, del
populismo y del anarquismo agrario. Esto, por ignorancia; por el malentendido “desprestigio” histórico
asociado con esas orientaciones, por “inercia” e influencia del pensamiento acrítico de la escuela
americana, y porque resulta más “cómodo” ejercer como sociólogo unilineal, que como ecosociólogo.
2.4. LOS MODOS HISTÓRICOS DE USO DE RECURSOS
Los autores, Guha, R. y Gadgil, M., (1993), critican el concepto de Modos de Producción (marxismo
ortodoxo), y proponen los Modos Históricos, incluida flora, fauna, agua, minerales, relaciones de
producción, formas de propiedad, gestión, control y distribución de recursos a través del tiempo. Con
ellos se consideran las tecnologías de explotación y transformación de recursos de las organizaciones
sociales, e incorporan el estudio de las ideologías y la evaluación de su impacto ecológico en los
diferentes Modos, que son: la caza-recolección con cultivos itinerantes, el pastoreo nómada, el cultivo
sedentario, y el industrial. A ellos se añade el agroecológico, por la sustentabilidad agroecosistémica y
como acto de resistencia campesina ante la subordinación y artificialización de la agricultura.
El conocimiento de esta aportación a la comprensión histórica de las sociedades agrarias debía estar
presente en todo plan de estudios de Agronomía, SR y Agroecología, pero hasta ahora lo está sólo en
las consideraciones de la Ecosociología.
2.5. MÁS APORTACIONES EUROPEAS A LA SOCIOLOGÍA RURAL
“El más claro antecedente de la tradición intelectual de Estudios Campesinos data de 1918: El
Campesino Polaco, de los sociólogos Thomas y Znaniecki”, quienes estudiaron entre los campesinos el
impacto de la emigración a los EUA (Sevilla Guzmán, E. y Pérez, M., 2009: 17).
La primera obra explícita sobre SR (1932), es: A Systematic Source Book in Rural Sociology, de P.
Sorokin, Zimmerman y Galpin. Critican el marxismo agrario ortodoxo, y detallan la probablemente
primera tipología moderna de agricultores que se llevó a cabo.
Es de A. Chayanov la noción de “agronomía social”: la práctica de la agricultura no se limita a los
aspectos estructurales y de manejo de agroecosistemas; debe conocer las condiciones sociales,
económicas y políticas en que se lleva a cabo la producción campesina.
Boguslaw Galeski. Su Sociología del campesinado en Polonia (1978) propone cómo ha de proceder la
agricultura en un régimen socialista. Se convirtió en obra de culto entre sociólogos rurales.
Teodor Shanin. Obligado para todo estudioso de la SR. Logros: la noción de neopopulismo ecológico,
retomada por Jean Martínez-Alier y reelaborada por González de Molina, M. y Sevilla, E. El primero,
reconocido eco-historiador, y el segundo por su orientación anarco-agroecológica y por su De la
sociología rural a la agroecología (2006).
3. APORTES DESDE LATINOAMÉRICA
Como reacción en contra del desarrollo agrícola y rural, de la SR latinoamericana en los 1960s surge la
Educación de Adultos, la Teoría de la Dependencia Estructural y posteriormente la Agroecología
vinculada con la propuesta de la Sustentabilidad.
3.1. LA EDUCACIÓN DE ADULTOS
P. Freire, J. Barreiro, O. Fals Borda, desde el seno de grupos populares y campesinos latinoamericanos
promovieron un enfoque innovador de la educación de adultos. No se trataba sólo de alfabetizar sino de
educar para las reivindicaciones y aspiraciones sociales, económicas y políticas.
Con Freire surgieron la Educación Liberadora y la noción de concientización, hasta reconocerse que
nadie tiene una conciencia “superior”, transferible a quien se asume de conciencia “inferior”. Derivó en
los planteamientos de la Educación Popular, retomados y seguidos en América Latina por sociólogos
rurales, ONGs, grupos comunitarios y proponentes de la Teología de la Liberación.
En México, con el control ejercido por el Estado en el campo, las iniciativas de Educación Liberadora y
Popular fueron muy restringidas; sólo algunas universidades y ONGs las trabajaron, con problemas de
financiamiento. En otros países latinoamericanos esas iniciativas proliferaron a pesar de su represión, y
diseñaron la metodología de Investigación-Acción Participativa para evaluar los logros de los grupos.
3.2. LA TEORÍA DE LA DEPENDENCIA ESTRUCTURAL Y LOS “ANTI-CAMPESINISTAS”
El pensamiento de los proponentes latinoamericanos de esta teoría fue asumido como propio por la SR,
y destacó las tres vertientes de la dependencia: relaciones centro-periferia, dependencia del mercado y
diferencial en las relaciones de producción. En los 1980s derivó hacia la internacionalización del
capital, de donde surgieron las investigaciones sobre la disparidad en la renta de la tierra y la
subsunción de las economías campesinas al capital.
Con la Educación de Adultos y la Teoría de la Dependencia, la SR se desprendió de la herencia neo-
positivista en la investigación social, se inscribió en el estructuralismo y en las perspectivas críticas que
ignoró la escuela norteamericana. Se trata ahora explícitamente de crear condiciones propicias para
favorecer mejores condiciones de vida y de producción, y de generar la conciencia que haga posibles
transformaciones sociales significativas desde el campesinado.
A la par, y paradójicamente como una reacción en contra, (re)surgieron los estudios anti-campesinistas.
Basados en las obras de Lenin y Kautsky (Ernest Feder, et al.: marxismo agrario ortodoxo), predijeron
la desaparición del campesinado por la modernización de la agricultura o su por proletarización. Fue
contradictorio que muchos sociólogos rurales –ya entrados los 1980s–, respaldaran estas corrientes,
porque ¿qué hace un sociólogo rural apoyando a una población en la que no cree porque la asume
destinada a desaparecer?
3.3. LA PROPUESTAS DE LA AGROECOLOGÍA Y LA SUSTENTABILIDAD
Las definiciones y práctica de la Agroecología vienen de la experiencia crítica con la revolución verde,
y es en los EUA (M.A. Altieri [1995], S. Gliessman, et al.) y en Europa (Sevilla G., Martínez-Alier, J.,
González de Molina, M. et al.) donde más se trabaja inicialmente sobre ella, y es en Latinoamérica
donde más se extiende la Agroecología, por sus significativos antecedentes en la agricultura tradicional
campesina, y su respaldo en las investigaciones etnobotánicas y de Sistemas Agropecuarios.
Es de esa conjunción transdisciplinaria que surge la distinción entre Agroecología y Ecosociología. La
primera se ocupa de las interrelaciones físico-ambientales en los agroecosistemas, su estructura y
manejo, y la Ecosociología se centra en el conjunto de relaciones sociales que ocurren en –y que
afectan la integridad de– los agroecosistemas y las sociedades en ellos. Las dos son dos caras de una
misma moneda, y ambas proceden de acuerdo con los principios de la complejidad.
La SR debiera ser más Ecosociología. Constituye un rezago el que siga siendo sólo “sociología rural”,
pero la formación profesional de los sociólogos rurales –aún con estudios formales de agronomía– al
parecer, no da para más. Se conforman con investigar las condiciones sociales, políticas, culturales, de
las poblaciones rurales, y se olvidan de las condiciones físico-ambientales en las cuales se encuentran
sus sujetos de investigación y los significados que para ellos tiene la naturaleza en su experiencia de
vida.
La actual noción de “sustentabilidad” se desprende de Nuestro Futuro Común (ONU, 1987), que se
asumió a escala global. En su definición originaria los culpables de su ausencia son los pobres del
mundo y, más allá de las críticas al concepto, se asume desde la perspectiva libertaria (Sevilla Guzmán,
E., 1997), que se expresa en la práctica de la Agroecología como oposición y resistencia campesina.
La orientación libertaria en la sustentabilidad caracteriza su búsqueda cuando se une a la práctica
agroecológica. Es aquí donde se identifica la “ecología de los pobres”, para quienes el despojo de
recursos naturales no es cuestión de “estética” –como en algunos ámbitos urbanos–, sino de
sobrevivencia básica.
Todavía se observa cierta confusión respecto de los significados de “sustentabilidad” y “desarrollo
sustentable”. Hay quienes los interpretan (cierta y críticamente) como recurso del poder para presentar
la ficción de que la economía neoliberal mejora las condiciones de vida de la población. Pero para la
agricultura campesina la sustentabilidad es muy real: se interpreta desde las perspectivas agro-
ecosistémicas y desde las económicas y sociales, y cuando se alcanza en ambas dimensiones significa
la reivindicación de la agricultura… y la de quienes la hacen posible.
4. LAS OMISIONES DE LA SOCIOLOGÍA RURAL
Entre las omisiones en que ha incurrido la SR, se identifican dos ámbitos: el teórico-temático y el
epistemológico-metodológico.
4.1. EL ÁMBITO TEÓRICO-TEMÁTICO.
Aquí la dificultad parece residir en la formación profesional y la escasa cultura de algunos sociólogos
rurales que privilegian muchos de los sobados temas “de toda la vida”: organizaciones campesinas, sus
tradiciones y logros, cooperativismo agrario, el poder en las sociedades agrarias, la migración, el papel
de las instituciones, del Estado y de la globalización en las conformaciones sociales, económicas y
políticas del campesinado, la problemática del agua, etc.
Estos son temas sin duda importantes, pero se extraña la ausencia casi absoluta de investigaciones
sobre las políticas y consecuencias de organismos genéticamente modificados, semillas transgénicas,
las empresas que las imponen y las resistencias en el campo; biología sintética, cambio climático,
geoingeniería, nanotecnología en la agricultura y sus efectos; los movimientos y nuevos sujetos
sociales en el campo, obstáculos y riesgos que enfrentan, sus demandas, estrategias, aspiraciones y
repercusiones entre la sociedad civil…
Todos estos son problemas cotidianos, pero muy pocos sociólogos rurales parecen interesarse en ellos.
Quizá porque se percibe erróneamente que sus efectos no constituyen todavía un “escándalo”. Pero el
que no se perciba así, no significa que no lo sea. Como en tantas otras cosas en nuestras sociedades, la
SR latinoamericana parece estar esperando a que el problema sea mayúsculo; a que ponga en peligro la
vida en el planeta, para entonces plantearnos… a ver qué se hace.
4.2. EL ÁMBITO EPISTEMOLÓGICO-METODOLÓGICO.
En la SR convencional son notables el conformismo y la (¿aparente?) ignorancia respecto de cómo
genera y ordena coherentemente su conocimiento. En las más de las investigaciones en SR se observa
un enfoque puramente sociológico que ignora el contexto físico-ambiental en el que viven y producen
los sujetos de estudio, como si para ellos, los campesinos y agricultores, ese contexto fuera –como para
muchos investigadores–: irrelevante. En estas investigaciones se siguen enfoques metodológicos
convencionales, y desconocen los operadores de la complejidad.
Los “contextos” suelen ser sólo sociales, históricos, políticos, económicos, y omiten los ambientales,
dentro de los cuales ocurren la vida y todos los procesos sociales. Se ignora que la naturaleza no ocurre
dentro de, ni por la sociedad; que es ésta la que se impone al ambiente físico. Entre los sujetos de
estudio no existe esa ignorancia; ellos son bien conscientes del valor de la naturaleza, han convivido
con ella toda su vida, se comunican con ella y le asignan valores intrínsecos y extrínsecos, subjetivos,
objetivos y altamente significativos en sus vidas.
El enfoque fragmentario, reduccionista, de la generación de las especializaciones “científicas”, y la
común arrogancia epistemológica entre científicos sociales, lleva a los sociólogos a ver en el mundo
sólo los procesos que conciernen directamente a su especialización. Pero la comprensión del mundo es
parcial e incompleta desde una sola disciplina, la que sea. La transdisciplinariedad invita al rescate y
fusión de todos los conocimientos previos y actuales. No hay sociólogo que en su proceso de formación
escolarizada, no haya estudiado física, biología, geografía, etc., pero se cree que como sociólogos tales
conocimientos son desdeñables. Error. El sociólogo rural no puede ignorar la comprensión del valor
que para sí y para sus sujetos de investigación tiene el ambiente físico.
La multidimensionalidad exige atender a dualidades complementarias ineludibles: objetivo y subjetivo,
macro y micro, tradición-modernidad, y muchas más, por la atención de las relaciones objeto-sujeto, las
metodológicas y espacio- temporales. Es insuficiente la explicación, y hasta procurar la solución de los
problemas sociales si se ignora su relación con el ambiente físico en el que ocurren, y es paradójico y
dramático que la SR se desconozca la relación básica Sociedad-Naturaleza, que debía serle obvia. La
miopía con que se desarrollan muchas investigaciones en este sentido las inscribe ciertamente en el
ámbito de la sociología, pero no en el de la sociología rural, y menos en el de la Ecosociología.
5. ALGUNAS PERSPECTIVAS DE LA SOCIOLOGÍA RURAL
Ante este asunto de perspectivas, el autor se declara enfáticamente carente de facultades adivinatorias.
Que tampoco son imprescindibles para el caso. Es de esperar que los contenidos temáticos-teóricos en
las investigaciones en Sociología Rural evolucionen para considerar problemas a medida que vayan
haciéndose más acuciantes. Y es de esperarse que la Sociología Rural se haga Ecosociología, y asuma
los siguientes principios básicos:
Principios Metodológicos: 1) No procede estudiar separados los ámbitos humanos y sus sistemas
ambientales. No debiera existir una ciencia social distinta de una ciencia ecológica; 2) No existe una
práctica social diferente de una práctica ambiental. El trabajo ambiental es –a la vez–, social, y
viceversa, 3) Debe recuperarse la dinámica de los procesos: poner énfasis en las historias de seres
humanos, y ambientales, y 4) Cualquier persona o grupo alcanza interacciones particulares con su
ambiente, de modo que su estudio debe hacerse con las personas involucradas.
Principios éticos: 1) Reconocer valores intrínsecos en los seres vivos y en lo no vivo, 2) Comprender y
respetar las formas en las que las personas en el medio rural conocen y sienten el ambiente en que
interaccionan, y 3) Los resultados de investigación no son éticamente neutros en sus puntos de partida,
en el proceso o en el uso de los resultados.
Mientras la Sociología Rural continúe en el oscurantismo territorial y en el convencionalismo, seguirá
siendo una (uni)disciplina con (¿aparente?) miedo de sí misma, negada a la evolución, estancada en la
consideración de temáticas, enfoques teóricos y perspectivas epistemológicas y metodológicas propias
de los que son ya, otros tiempos.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
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REFERENCIAS DESDE INTERNET


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www.eumed.net/cursecon/economistas/escuelas/fisiocracia/fisiocracia.htm
www.economia48.com/spa/d/fisiocracia/fisiocracia.htm
www.eumed.net/cursecon/economistas/escuelas/fisiocracia/ fisiocracia.htm
Tema 2.5. Más aportaciones europeas a la Sociología Rural:
www. dialnet.unirioja.es.serviet.articulo2134608.pdf (Op. Cit.).

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