ORACION A CRISTO CAMINO

NOVENA CRISTO CAMINO

Oh Cristo Camino,
Hazme prudente en mis decisiones.
Fuerte, con tu Gracia, en los peligros.
Paciente y manso en las pruebas y sufrimientos.
Humilde y agradecido, en las alegrías y
prosperidades.

Cristo Camino,
Dame la pureza y limpieza de mi cuerpo.
La santificación de mi alma.
La modestia de mis sentidos.
Y una conducta edificante y llena de caridad con mis
hermanos.

Cristo Camino, concédeme la Gracia especial

que te suplico humildemente en esta novena...

Padre Nuestro. Avemaría y Gloria.

PARROQUIA CRISTO CAMINO

DIÓCESIS DE CÚCUTA

Día Primero
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
ORACIÓN PARA TODOS LOS DÍAS
Oh, Cristo Camino, vengo ante ti y siento necesidad de
decirte muchas cosas en éste día, no sólo mis tristezas y
necesidades; quiero decirte sobre todo que te amo, que eres
muy importante en mi vida, que te necesito. Quiero alabarte
por ser mi Dios, amigo y hermano, por ser mi Padre en todo
momento, pues siempre estás, no eres distante ni lejano,
tampoco indiferente; sé que a todo instante me estás sanando,
no me abandonas; sé que todo lo ves, todo lo sabes.
Confiado estoy en ti, mi Señor, y con esta oración abro las
puertas de mi ser para que se haga en mí tu voluntad, para que
tu santa bendición me guíe por el buen camino, para que me
enseñes a orar con esta novena y pueda fortalecer mi fe en ti.
Sé que algo muy grande me vas a regalar: a ti, Cristo Camino,
me acojo, nada será imposible, tus milagros en mi vida
tendrán lugar. Amén.
Acto de Contrición
Jesús, mi Señor y Redentor, yo me arrepiento de todos los
pecados que he cometido hasta hoy, y me pesa de todo
corazón, porque con ellos ofendí a un Dios tan bueno.
Propongo firmemente no volver a pecar y confío que por tu
infinita misericordia me has de conceder el perdón de mis
culpas y me has de llevar a la vida eterna. Amén
Consideración para el día Primero
Hoy deseo decirte que te amo, que quiero vivir contigo; hoy,
como nunca, me abandonaré en ti. Quiero decirte que anhelo
hablar contigo, pues te llamo como a un amigo y te busco como
a mi Salvador.
No dejes que me pierda en el desespero del sufrimiento; haz
que en todo instante el consuelo de tus llagas suavice mi
existencia, pues sólo tú eres mi camino. Ten siempre extendida
tu santa mano sobre mí y enséñame ese amor que purifica, que
transforma el dolor de la cruz en gloriosa resurrección
Tú eres mi faro y hacia ti tengo que remar, hacia ti quiero ir
con las manos extendidas y suplicantes; recíbeme en tus brazos
y haz que mi corazón se una espiritualmente a tu
misericordioso corazón, y que en un solo abrazo de amor se
transforme el sufrimiento de mis días. Que nada sea mío, Señor,
te suplico, pues todo te lo doy para empezar a ser en ti y sólo en
ti. Aleja de mí tantos miedos, inseguridades y complejos.
Bendíceme con tu amor y cúrame de la herida fatal del pecado;
bendíceme, y cura mi cuerpo del sufrimiento y de la
enfermedad. Y que nada me separe de ti, pues eres mi único
Bien, desde mi nacimiento hasta la eternidad. Amén.