Antes se utilizaba la técnica conocida como Dermotest, que consistía
en utilizar un guante de parafina en estado de fusión, o cinta pego, estas se adosaban a la mano que se sospechaba que había efectuado el disparo y luego mediante reactivos químicos se interpretaba la presencia de grupos nitro provenientes de la pólvora. También se utilizaron otras técnicas colorimétricas para observar la presencia de elementos metálicos provenientes del disparo. Estas técnicas no eran muy sensibles y específicas, comparado con las técnicas instrumentales modernas.
En la actualidad se utilizan principalmente tres técnicas:
Microscopía Electrónica de Barrido (MEB), Plasma acoplado Inductivamente (ICP) y Absorción Atómica (AA). "No es que una sea mejor que la otra, tienen diferentes características y algunas son más acertadas para determinadas cuestiones, es decir tienen ventajas y desventajas", explica Giorgeri.
La Microscopía Electrónica de Barrido es la que se utilizó en la
investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman. Para el levantamiento de la muestra se utilizan unos soportes de carbono adhesivos, que se colocan sobre la superficie a examinar. "Si hay residuos de algún material, quedarán pegados al soporte, que es el que se traslada en forma segura hasta el instrumento a utilizar, y donde se analiza la presencia de granos o partículas que sean compatibles con el residuo de un disparo de arma de fuego", detalla Giorgieri. El microscopio electrónico permite tener una imagen de muy buena definición para estudiar la forma y el tamaño de los granos, si existiesen", sostiene el especialista. "Este material, si es morfológicamente adecuado, se somete a un haz de Rayos X para determinar la composición química", añade.
Para las otras dos técnicas. el Plasma Acoplado Inductivamente y
Absorción Atómica, el levantamiento de la muestra se hace mediante un hisopado, humedeciendo el hisopo en ácido nítrico. Esto se pasa por la superficie a analizar y permite barrer toda la zona obteniendo una buena representación de la muestra. Luego se transforma en una solución para realizar la medida, y determinar la presencia de los metales mencionados. "En ese sentido estas técnicas son más específicas y sensibles que las utilizadas con reactivos químicos", explica Giorgieri. Por otro lado tanto ICP como AA permiten una mejor evaluación cuantitativa, lo que es importante para analizar otros detalles acerca del hecho, como la distancia a la que se efectuó el disparo, etc.", explica Giorgieri.