Sunteți pe pagina 1din 7

Colegio Hispanoamericano

“Desdichado Quasimodo”
Víctor Hugo y la imagen
deformada
Unhappy Quasimodo
Victor Hugo and the deformed image
“Quasimodo Infeliz”
Victor Hugo ea imagem distorcida
Fecha de recibo: 04-10-12 - Fecha de aprobación: 05-11-12
Carlos Julio Ayram Chede
De la página 195 a la página 200

“Nunca, como
Resumen
ahora, había visto mi
El presente artículo tiene como propósito redimir e interpretar la ima-
fealdad. Cuando
gen monstruosa y deformada de uno de los personajes insignia planteados
me comparo
con vos ¡qué dentro del Romanticismo como movimiento literario: Quasimodo o el
compasión siento de jorobado de Notre Dame, personaje central de la obra “Nuestra Señora
mí, pobre, desdichado de París” de Víctor Hugo consagrado como figura del horror humano, del
monstruo! Decid: amor absurdo y de la nueva carne. Por tanto, se busca comprender cómo
¿verdad que os hago Quasimodo es revelado a través de la condición de la deformación humana,
el efecto de una bestia? estructurándose en un ícono romántico por excelencia, con una propuesta
¡Vos, en cambio, sois de nueva carne y de un ethos incuestionable.
un rayo de sol, una
gota de rocío, un canto Palabras clave
de pájaro!... ¡yo soy Ethos, imagen deformada, humano, romanticismo.
una cosa horrenda,
ni hombre, ni animal: Abstract
un no sé qué, más This article purposes to redeem and interpret the monstrous and dis-
duro, más pisoteado y torted image of one of the remarkable characters of the literary movement
más deforme que un of Romanticism: Quasimodo or the Hunchback of Notre Dame, central
guijarro!”1
character in the play “Our Lady of Paris” by Victor Hugo, consecrated as a
Víctor Hugo figure of human horror, the absurd love and the new flesh. Therefore, it is

1 Hugo, Víctor. “Nuestra Señora de París”. Editorial Aguilar. Madrid. España. 1963. p. 774. 195
Revista de Educación & Pensamiento

important to understand how Quasimodo is revealed through the condition


of the human strain, structured in a romantic icon par excellence, with a
proposed of new flesh and an unquestionable ethos.

Keywords
Ethos, deformed image, human, Romanticism.

Resumo
Este trabalho tem como objetivo resgatar e interpretar a imagem mons-
truosa e distorcida de uma das personagens emblemáticas no movimento
literário do Romantismo: Quasimodo ou o Corcundo de Notre Dame. Ele
é a personagem central da obra literária Nossa Senhora de Paris de Victor
Hugo, consagrado como uma figura do horror humano, do amor absurdo
e da carne nova. Por isso, é importante compreender como Quasimodo
é revelado através da condição da deformação humana, como um ícone
romântico por excelência, com uma proposta de carne nova e de um ethos
inquestionável.

Palavras-chave
Ethos, imagem distorcida, humano, Romantismo.

Inicialmente, la estirpe de los mantener y sancionar su figura, bestiarios de la mitología griega y


monstruos en la literatura devie- tanto para evitar la realidad como medieval, el producto de la ira de
ne de un linaje cuyos ancestros para nombrarla”.2 El monstruo, de los dioses, los hijos bastardos de
descansan en las profundidades esta manera, se configura como un las deidades, en las leyendas, las
de la mitología y el folclor de los ser proscrito cuyos rasgos humanos consejas, los mitos fundacionales.
pueblos. La imagen del monstruo son latentes en su horrenda figura, Algunas de estas manifestaciones
es indefectiblemente trasgreso- un ser sublime dentro de las direc- no pasan de ser variaciones arque-
ra; representa una nueva carne, trices estéticas de lo despreciable, típicas, otras son restituidas como
un propio ethos, y una amenaza un ser que redobla la rebeldía de la elementos propios de una cultura
social. En palabras de Berenice creación perfecta: es ante todo un determinada. Tal vez la condena
Granados: “Lo monstruoso, como símbolo del romanticismo. al ser execrable es la más firme
lo no natural y que por tanto Si bien es cierto, la raza de seres definición de la casta monstruosa:
constituye una amenaza al orden, desdichados que se consagran en vampiros, elfos, enanos, duendes,
encuentra su sentido de existencia la literatura tienen formulaciones brujas, etc... Que a la larga se
y de exhibición en la necesidad de y genealogías distintas: en los conservan desde el cainismo, “el

2 Granados, Berenice. El monstruo en la literatura sensacionalista: del pliego suelto a la nota roja, disponible en: http://www.filos.unam.
196
mx/POSGRADO/programa/letras/crimhp.html consultado el 12/06/2010
Colegio Hispanoamericano

cainismo al que aludimos, y que tan y estética (un modo de ser y un


incrustado parece haber quedado modo de representarse a través
en nuestro inconsciente colectivo, de la palabra y la consciencia).
se desparrama en una alusión de Es por eso que personajes como
viejas creencias y leyendas tra- Frankestein, de Mary Shelley, o
dicionales sobre seres errantes y Quasimodo, de Víctor Hugo, pa-
malditos condenados a pagar su san a ser institucionalizados por el
delito”.3 El delito de ser sólo unos romanticismo como las figuras del
disidentes. horror humano, del amor absurdo
Es por eso que el romanticis- y de la nueva carne.
mo, como movimiento artístico Ahora bien, centrándonos en
que trasgrede la normatividad del la obra Nuestra Señora de París, de
arte clasicista, resucita a los sím- Víctor Hugo, el desdichado Qua-
bolos del exilio y la deformidad; simodo es revelado a través de la
se reelaboran las interpretaciones construcción literaria como con-
de Satán, Caín, Prometeo, Judas dición de la deformación humana,
Es por eso que el
y Drácula convirtiéndose en pa- siendo éste no un formulismo con romanticismo, como
trones de la rebeldía, el amor y la el cual se construye la historia sino movimiento artístico que
salvación, Hauser sostiene que el que pasa a estructurarse en un íco- trasgrede la normatividad
héroe en el romanticismo, “ es un no romántico por excelencia, con
hombre perseguido por el destino una propuesta de nueva carne y de
del arte clasicista, resucita
y que se convierte en destino para un ethos incuestionable. a los símbolos del exilio y la
otros hombres, prototipo no sólo deformidad
de los héroes amorosos irresistibles Quasimodo como ícono
y fatales de la literatura moderna, romántico: el ethos del
sino también en cierto modo, de jorobado y la nueva carne
todos los demonios femeninos, El monstruo reclama el amor y
desde Carmen, de Merimée, a las el amor se configura en otras lógi-
vampiresas de Hollywood”.4 cas del pensamiento para el mons-
A partir de las anteriores con- truo. El jorobado de Notre- Dame
sideraciones, el monstruo pasa a es un desdichado enamorado; allí
ser una figura que se adapta a las descansa la primera característica
concepciones del romanticismo. del ícono de Víctor Hugo. Su amor
Pero su consagración se desprende no es un amor exterior, es el supli-
de la vertiente arquetípica para cio que sufre en secreto, es el con-
encarnar un movimiento axioló- flicto existencial que se genera en
gico, develando una postura ética sus pensamientos. El jorobado no

3 Calleja. Seve. “Desdichados monstruos. La imagen deformante y grotesca del otro”. Ediciones de la Torre. Madrid. España. 2005.p. 32
4 Hauser, Arnold. “Historia social de la literatura y el arte”. Editorial Debate. Barcelona. España. 2003. p. 230. 197
Revista de Educación & Pensamiento

se reconoce como un ser humano, puños convulsivos chocaron sobre


sino como un monstruo, como una su cabeza y, cuando los retiró,
bestia despreciable, un desterrado tenía en cada mano un puño de
de la belleza. Su consciencia es la cabellos rojos.
conciencia de un ser exógeno a ¡Condenación! ¡He aquí cómo
la humanidad, es un foráneo en hay que ser! ¡Es necesario ser her-
tierras conocidas, es un sordo que moso por fuera!”.5
padece el rechazo y las burlas de El sentimiento de amor in-
una sociedad cruel que lo cataloga conmensurable es tal vez lo que
como un hijo del infierno. justifica el romanticismo en el
La desnudez de su sentimiento jorobado. Ese amor de lejos, ese
es un hecho naturalmente inter- amor observado desde las alturas
no, lo sufre y lo goza, al parecer de las torres de Nuestra Señora es
esta dualidad hace parte de su el pábulo de este desgraciado. Su La desnudez de su
comportamiento. Sufre al no amor es un sentimiento que difiere sentimiento es un hecho
tener una belleza equivalente a del amor humano, es la libertad
naturalmente interno, lo sufre
la humana, una armonía que lo de amar al otro sin esclavizarlo, es
haga aceptable a esa sociedad que la capacidad de soportar el amor
y lo goza, al parecer esta
desprecia su imagen. Goza porque hacia otro sin ser correspondido. dualidad hace parte de su
es feliz siervo del amor hacia Es- El jorobado descarta la repulsión comportamiento. Sufre al no
meralda, es su lacayo, en su amor y articula los rasgos humanos en
tener una belleza equivalente
servil encuentra su fin último. La su comportamiento, así su cons-
verdadera felicidad del jorobado se trucción física le niegue pertenecer
a la humana, una armonía
ancla en la defensa de la gitana, en al linaje de los gentiles hombres que lo haga aceptable a esa
la contemplación de su belleza. Así medievales. sociedad que desprecia su
lo podemos apreciar en el siguiente Quasimodo es desdichado por
imagen.
fragmento de la obra: ser un monstruo, pero no es un
“Quasimodo se inclinó sobre fracasado porque conoce el amor;
la plaza, y vio que el objeto de ese amor que es su redención, es
aquella plegaria era un joven, un la pugna con la sociedad, es la
capitán, un hermoso caballero, rebelión contra su amo, su ethos.
deslumbrante de armas y de Allí entonces Victor Hugo modela
uniforme (…) un tipo de hombre a partir de la
Pero el pobre sordo sí que oía, un construcción icónica del monstruo;
suspiro profundo levantó su pe- su planteamiento determina que
cho. Se volvió. Su corazón estaba lo grotesco reside en esa sociedad
que ya no cabía más de todas las inmunda que retrotrae a su obra y
lágrimas que devoraba, sus dos no precisamente en el jorobado;

198 5 Op.cit. Hugo, Víctor. p. 785


Colegio Hispanoamericano

debe ser por eso que Quasimodo so con el nombre de monseñor


es sordo y sólo se deleita con las Guillaume Chartier; que era
melodías de Jacqueline, Marie y entonces obispo de París. Tenía
Thibauld, sus campanas. Por eso, cabeza que salía fuera del saco.
las imprecaciones de la sociedad Aquella cabeza era una cosa
bastante disforme. No se veía en
no las escucha, porque sabe que
ella otra cosa que un bosque de
su sordera es el broquel que lo de-
cabellos rojos, un ojo, una boca
fiende de tan absurdas palabras, de
y dientes, el ojo lloraba, la boca
tan insignificantes apreciaciones.
vociferaba y los dientes parecen
El jorobado posee entonces que quisieren morder”.6
hasta aquí una doble consonante;
Allí se encuentra el motivo por
por un lado, su comportamiento
el cual Víctor Hugo juega con la
humano entregado a las redes del
imagen deformada, el desterrado
amor gitano (expuesto anterior-
de la belleza; ahí están los vestigios
mente), y por otro lado, la de un ser
del rescate del romanticismo a las
deforme cuya imagen inspira terror El jorobado posee entonces
figuras del subsuelo, los exiliados de
a una sociedad horrorosa.
las reglas estéticas clásicas y perfec- hasta aquí una doble
Detengámonos en la segunda
tas, la simbología de los desórdenes consonante; por un lado, su
variante, la imagen monstruosa de
congénitos: El jorobado.
Quasimodo. En ésta, el personaje comportamiento humano
“Mejor dicho, toda su persona era
asume su fealdad, su repulsión y entregado a las redes del
una mueca. Una gruesa cabeza
es consciente de la diferencia que
erizada de cabellos rojos; una amor gitano (expuesto
tiene con sus congéneres, plantea
joroba enorme entre los dos hom- anteriormente), y por otro
en su imagen física una propuesta
bros, cuyo contrapeso se hacía
estética que se traduce en las pers- sentir por delante; un sistema de
lado, la de un ser deforme
pectivas de la nueva carne, en las muslos y de piernas extrañamente cuya imagen inspira terror a
representaciones corporales que retorcidos que solo podían tocarse una sociedad horrorosa.
se instalan en la literatura y que por las rodillas y que mirados de
son perfeccionadas a través de la frente, se asemejaban a dos hoces
palabra, en ese sentido desde la que se juntasen por el puño; gran-
descripción, el diálogo y el mo- des pies y manos monstruosas, y,
nólogo, como por ejemplo en el con toda esta deformidad, yo no
siguiente pasaje: sé qué actitud temible de vigor, de
agilidad, de valentía (…)”.7
“En efecto “aquel pequeño mons-
truo” no era un recién nacido La propuesta corporal de Vic-
(…) era una pequeña masa muy tor Hugo es realmente revolucio-
angulosa y muy inquieta, presa naria. Precisamente la técnica na-
dentro de un saco de tela impre- rrativa, la descripción y el diálogo

6 Ibid.,p. 331
7 Ibid.,p. 151 199
Revista de Educación & Pensamiento

son los encargados de mostrar la resurrección del vestuario y las Bibliografía


estas posibilidades de dimensionar fruslerías que sirven de ornato a Hugo, Víctor. “Nuestra Señora
el cuerpo; la palabra se instituye los personajes, sino en la forma de París”. Editorial Aguilar. Ma-
como el eje constructor tanto del cómo cada uno de ellos se delinea drid. España. 1963.
ambiente ficcional como de la en la obra, cómo sus rasgos físicos Calleja. Seve. “Desdichados
creación de los personajes que se se tornan en universo de la obra, monstruos”. La imagen deformante
encierran en el marco de la obra. cómo sus caras, ademanes y pos- y grotesca del otro. Ediciones de la
Es por eso que la realidad está turas determinan la nueva carne Torre. Madrid. España. 2005.
desfigurada, como lo asevera Var- de la literatura romántica. Vargas Llosa, Mario. “La orgía
gas Llosa “el punto de partida es Puede sintetizarse que Víctor perpetua”. Brugera. Madrid. Espa-
la realidad real, la vida en su más Hugo logra convocar los terrenos ña. 1977.
ancha acepción pero ese material desconocidos de la humanidad en Hauser, Arnold. “Historia
nunca es narrado “exacto” es su obra. Por eso inserta la figura del social de la literatura y el arte”.
siempre transfigurado, bordado”,8 jorobado como un pretexto para Editorial Debate. Barcelona. Es-
allí ya existe la verosimilitud, por alterar las creencias del hombre paña. 2003.
un lado por el contexto histórico y la mujer como seres armónicos, Granados, Berenice. El mons-
– social en el que se desenvuelve resultado de la creación suprema truo en la literatura sensacionalista:
la trama (Medioevo) y por el otro de Dios. El monstruo precisamente del pliego suelto a la nota roja. http://
por las alteraciones que sufren interrumpe estos axiomas y cola- www.filos.unam.mx/POSGRADO/
los personajes alrededor de los bora con el desenmascaramiento programa/letras/crimhp.html
caprichos de su creador. de la faz humana como único
Aquí se configuran nuevas registro del ser viviente, pensante
perspectivas de concebir el cuer- y capaz de amar sobre la tierra, por
po: una propuesta estética que se eso Quasimodo existe en la obra,
traduce estrictamente desde un por eso su organización corporal
enfoque corpóreo, parafrasean- es adrede, es capaz de desafiar la
do a Patricia Coba Gutiérrez, la naturaleza humana, es capaz de
estética es un asunto que invo- desafiar los postulados de la raza
lucra el cuerpo en su más ancha del Edén y cuestiona los paradig-
acepción. No es solo a través de mas de la otredad.

200 8 Vargas, Llosa Mario. “La orgía perpetua”. Brugera. Madrid. España. 1977. p. 115
Por si acaso
Juan D. Cañaz
10A

S-ar putea să vă placă și