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CARRERA DE DERECHO
ABOGADO
Junio, 2014
Quito
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DEDICATORIA
Gracias…
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AGRADECIMIENTO
Mi eterna gratitud a la Sra. Dra. Patlova Guerra Msc, distinguida maestra, Directora de
mi tesis, quien con capacidad y entrega dirigió este modesto trabajo de investigación,
compartiendo conmigo a raudales sus vastos conocimientos jurídicos, acompañándome con su
sabiduría y guía en la ardua tarea investigativa.
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DECLARACIÓN DE ORIGINALIDAD
Yo, Borja Urbano Nelson Iván , en calidad de autor del trabajo de investigación, con
cédula de ciudadanía No. 1717203747 , libre y voluntariamente DECLARO, que el trabajo de
Grado titulado: “LA ACTIVIDAD PROBATORIA DENTRO DEL NUEVO ESTADO
CONSTITUCIONAL DE DERECHOS Y JUSTICIA SOCIAL.- SU INCIDENCIA
DENTRO DEL PROCESO PENAL”, es de mi plena autoría, original y no constituye plagio o
copia alguna, constituyéndose en documento único, como mandan los principios de la
investigación científica, de ser comprobado lo contrario me someto a las disposiciones legales
pertinentes.
Atentamente,
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AUTORIZACIÓN DE LA AUTORÍA INTELECTUAL
Yo, Borja Urbano Nelson Iván, en calidad de autor de la tesis realizada sobre: “LA
ACTIVIDAD PROBATORIA DENTRO DEL NUEVO ESTADO CONSTITUCIONAL
DE DERECHOS Y JUSTICIA SOCIAL.- SU INCIDENCIA DENTRO DEL PROCESO
PENAL”, por la presente autorizo a la UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR, a hacer
uso de todos los contenidos que me pertenecen o de parte de los que contienen esta obra, con
fines estrictamente académicos o de investigación.
………………………………..
FIRMA
C.C. 1717203747
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APROBACIÓN DEL TUTOR
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ÍNDICE DE CONTENIDOS
DEDICATORIA ........................................................................................................................... ii
AGRADECIMIENTO.................................................................................................................. iii
CAPÍTULO I................................................................................................................................. 3
1. EL PROBLEMA ................................................................................................................... 3
1.5. JUSTIFICACIÓN.......................................................................................................... 6
CAPÍTULO II ............................................................................................................................... 8
vii
2.2.1.3. DEFINICIÓN ..................................................................................................... 14
2.2.1.4. EVOLUCIÓN..................................................................................................... 19
viii
CAPÍTULO IV .......................................................................................................................... 106
BIBLIOGRAFÍA....................................................................................................................... 132
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ÍNDICE DE TABLAS
Tabla 1: Población....................................................................................................................... 99
Tabla 2: Operacionalización de variables ................................................................................. 100
Tabla 3....................................................................................................................................... 112
Tabla 4....................................................................................................................................... 113
Tabla 5....................................................................................................................................... 114
Tabla 6....................................................................................................................................... 115
Tabla 7....................................................................................................................................... 116
Tabla 8....................................................................................................................................... 117
Tabla 9....................................................................................................................................... 118
Tabla 10..................................................................................................................................... 119
Tabla 11..................................................................................................................................... 120
Tabla 12..................................................................................................................................... 121
Tabla 13: Cronograma:.............................................................................................................. 125
Tabla 14: Presupuesto: .............................................................................................................. 125
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ÍNDICE DE GRÁFICOS
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RESUMEN EJECUTIVO
PALABRAS CLAVES:
1. ACTIVIDAD PROBATORIA
2. DENTRO
3. ESTADO CONSTITUCIONAL
4. INCIDENCIA
5. PROCESO PENAL
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ABSTRACT
Evidential issues within the new constitutional rule of Rights and Justice Social.-
Its incidence in the Criminal Process
The curred research work is intended to expose the real situation of probatory process in the
legal- social setting of the new Constitutional State oF Law and Social Justice considering
evidence in the penal process area; it has a great relevance and value on legal themes, due to
real value when a judgment is pronounced. It ought to be considered that then probatory system
adopted in the penal process, currently is an indicator on the level of democratic development of
a given community. Evidence is still the deciding source of true facts; hence, its influence and
relevance are in deed unquestionable. Additionally, in the current constitutional state of law and
Social Justice, that frankly welcomes neo-constitución warranties, as a protecting shell against
arbitrariness, from justice operators or The State. The relation between the penal process and
the constitutional system is exceptionally evident when basic principles inspiring the penal
justice have got a clear reference in the Constitution of the Republic, as a warranty, for which, it
is relevant to develop a probatory activity and determine innovating actions to be developed in
that direction. For the foregoing, through the current research. I am proposing to build a Judicial
Policy guiding judicial administrators to develop probatory activity under the Due Process.
KEYWORSDS
1. PROBATORY ACTIVITY
2. INSIDE
3. COSTITUTIONAL STATE
4. INCIDENCE
5. PENAL PROCESS
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INTRODUCCIÓN
El Derecho Penal es muy amplio, cada vez incorpora nuevas materias especializadas,
con el ánimo de alcanzar el progreso de la dinámica social, así periódicamente aparece una
nueva tipificación que sanciona novedosas formas de comportamiento humano, también va
despenalizando otras conductas que han pasado a ser socialmente toleradas. Sin embargo, la
circunstancia de que se encuentre bien redactada la tipicidad de las conductas humanas, no
garantiza que en la realidad las conductas punibles se acomoden o se adecuen fácilmente a la
norma, por el contrario el hecho de subsumir una conducta al supuesto normativo, es un proceso
que cada vez exige mayor energía científica, técnica y hasta tecnológica, encarrilada por un
rigor legal reconocido en todas las sociedades como procedimiento penal.
Dilucidar qué sucedió en la realidad y qué debe ser demostrado en el proceso penal, es
posible mediante la prueba, para que el Tribunal de Garantías Penales califique jurídicamente el
hecho supuestamente punible y la responsabilidad de los que intervinieron en el mismo, la
prueba entonces intenta representar en la forma más ajustada a la realidad, todos y cada una de
las circunstancias de los actos que dieron vida a la infracción.
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de Garantías Penales correspondientes, dejando como única excepción al testimonio urgente; es
decir que la prueba se judicializa dentro de la etapa de mayor trascendencia procesal, ante los
jueces que van a dictar sentencia.
Por lo que cabe resaltar que en base a la valoración de los medios procesales se dictará
sentencia. Precisamente es la Sana Crítica como Sistema de Valoración de la Prueba en Materia
Penal, la que no puede empatar con el nuevo paradigma constitucional, toda vez que deja al
libre albedrio de los Operadores de Justicia, para que en base de su “opinión personal” decidan,
sin establecerse parámetros mínimos de tolerancia, la culpabilidad o inocencia del sospechoso.
Por lo que a través de la presente investigación, dejaré en descubierto tales desatinos, con la
finalidad de impulsar reformas normativas oportunas conducentes a lograr un punto de
equilibrio entre la Sana Crítica y el Libertinaje Valorativo de los medios probatorios, práctica
muy enquistada en la Administración de Justicia, actual.
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CAPÍTULO I
1. EL PROBLEMA
La materia penal está concebida para determinar si las conductas humanas son punibles,
en cuyo caso el Estado tiene privativamente la obligación de sancionar.
Desde esta perspectiva el Derecho Penal es muy amplio, cada vez se ha modernizado
con la incorporación de nuevas materias especializadas, pero por sobre todo basado en una
constante evaluación del progreso de la sociedad, va actualizando la normativa que garantiza esa
armonía, así periódicamente aparece una nueva tipificación sancionando novedosas formas de
comportamiento, pero también se van despenalizando otras conductas que han pasado a ser
socialmente toleradas.
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del Derecho Penal tiene varias acciones, una de las cuales se preocupa del proceso demostrativo
de la verdad.
Dilucidar qué sucedió en la realidad y qué debe ser demostrado en el proceso penal, es
posible mediante la prueba, para que el Juez y/o Tribunal de Garantías Penales califique
jurídicamente el hecho y la responsabilidad de los que intervinieron en el mismo, la prueba
intenta representar en la forma más ajustada a la realidad, todos y cada una de las circunstancias
de los actos que dieron vida a la infracción.
La prueba es el factor básico sobre el que gravita todo el procedimiento, de ella depende
cumplir con el último fin que es encontrar la verdad.
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En esta última afirmación, se concentra el sistema especial de prueba, al establecer que
por regla general la prueba debe ser producida en el juicio, es decir en la etapa de mayor
trascendencia, ante los jueces que van a dictar sentencia.
Razón por la cual resulta apremiante establecer si dentro del proceso de evolución o
maduración de la prueba, en la práctica se pusieron en marcha los vastos principios, reglas,
valores, derechos y garantías constitucionales que tutelan a las partes procesales o si el
garantismo constitucional es una simple utopía en este nuevo Estado Constitucional de
Derechos y Justicia Social. Con el agravante que, la Administración de Justicia, hoy, se
encuentra sometido a reglas y normas de cumplimiento que aseguran a la ciudadanía un óptimo
servicio. Es más, el Código Orgánico de la Función Judicial, establece fuertes sanciones en
contra de los operadores de justicia que brindan un deficiente servicio.
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1.4. OBJETIVOS
Determinar con claridad el ámbito y aplicación de las normas del debido proceso y
señalar las garantías constitucionales que tutelan la adecuada configuración de los
indicios y elementos de juicio en prueba penal.
1.5. JUSTIFICACIÓN
Nuestro Código de Procedimiento Penal, se limita a decir que la prueba debe establecer
la existencia de la infracción y la responsabilidad penal del sospechoso. De tal suerte que la
mayor parte de los tratadistas, han llegado a la decepcionante conclusión de que la prueba no
pretende la verdad, sino la exclusiva certeza del juez. Sin embargo, se debe entender que la
prueba debe tener un propósito y, en efecto, lo tiene. Es necesaria la certeza del juzgador para
condenar, pues no basta la duda, esto es, la falta o insuficiencia de prueba, para absolver. Desde
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este punto de vista es necesario enfocar el problema de la finalidad de la prueba. Cuya esencia
es determinar la verdad a la luz de los perdurables principios del Debido Proceso.
Las pruebas son hechos presentes sobre los cuales se construye la probabilidad de la
existencia o inexistencia de un hecho pasado; la certeza se resuelve, en rigor, en una máxima
probabilidad. Un juicio sin pruebas no se puede pronunciar; un proceso no se puede hacer sin
pruebas. El valor de la prueba consiste, por tanto, en su idoneidad para establecer, según las
leyes de la naturaleza, la existencia del hecho a probar.
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CAPÍTULO II
2. MARCO TEÓRICO
Cuenta además con amplia bibliografía, tal es así que de la investigación realizada en la
Biblioteca de la Universidad Central del Ecuador, Facultad de Jurisprudencia, hemos
encontrado algunos trabajos anteriores, como son: “TRASCENDENCIA E IMPORTANCIA
JURÍDICA DE LA PRUEBA EN EL JUICIO PENAL SEGÚN LA LEGISLACIÓN
ECUATORIANA”, tesis realizada por el Lic. Lauro Vinicio Rodríguez Boada, donde se
establece el valor transcendental de la prueba dentro del proceso penal y su gran valía al
momento de dictar sentencia; también encontramos la tesis titulada: “JUDICIALIZACIÓN DE
LA PRUEBA MATERIAL EN EL JUICIO PENAL SEGÚN LA LEGISLACIÓN
ECUATORIANA”, elaborada por el Lic. José Joffre Utreras Lovato, en la cual encontramos el
proceso de evolución sufrido por la prueba en el proceso penal; y, la tesis titulada: “ANÁLISIS
A LOS PROBLEMAS DE CONFIGURACIÓN Y VALORACIÓN DE LA PRUEBA
TESTIMONIAL EN LA ETAPA DE JUICIO.- CUSTODIA DE LA PRUEBA EN MATERIA
PROCESAL PENAL ECUATORIANA”, estructurada por el Lic. Augusto César Intriago
Franco, en la cual se aborda la problemática surgida en torno a los sistemas de valoración de la
prueba.
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Por todo lo manifestado, la presente investigación, es innovadora, invita al debate y es
de actualidad, todo lo cual garantiza un trabajo bien estructurado que va a servir de palestra para
futuras investigaciones. Además de motivar una pronta reforma a la ley adjetiva penal.
En la medida en que ello ocurre, los jueces no sólo se van involucrando en las tareas
propias de las partes: investigación, producción de prueba y sostenimiento de la acción, sino que
lo hacen con frecuencia desde el antiguo paradigma cultural del sistema inquisitivo, que
conocen a la perfección y en el cual han desarrollado toda su carrera.
Sólo esta dinámica es capaz de movilizar a los actores de manera que eleven la calidad
del proceso en su conjunto; las partes sabrán que deben llegar a las audiencias con casos
profesionalmente preparados y los jueces sabrán que deben estar completamente atentos a la
información que, se está produciendo en ellas, preparados para tomar decisiones al respecto.
“La producción de la información en el juicio debe recaer fuertemente sobre las partes
procesales, los jueces no pueden producir prueba, ocasionalmente pueden aclarar la prueba
producida o permitir que las partes produzcan nueva prueba, pero ellos no pueden tener
iniciativa probatoria” (GÓMEZ ORBANEJA, Emilio, 1998, p. 23).
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vastos derechos dentro de un renovado Estado Constitucional de Derechos y Justicia Social.
Hoy, garantista y tutelador de los derechos ciudadanos.
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A diferencia de éste, en el Estado Constitucional de Derechos. Reinante en el Ecuador a
partir de la promulgación y vigencia de la Constitución de la República 2008, además de las
reglas sobre “cómo decir derecho”, se establecen reglas sobre “qué cosa” el derecho no puede
decir y sobre “qué cosa” debe decir.
Este sistema de normas por encima de la ley (meta‐legales) dirigida al poder público y,
antes que nada, al legislador, constituyen en conjunto la Constitución de la República 2008. En
otras palabras, estas condiciones sustanciales de validez están contenidas en el Catálogo de
Derechos vigente en el Estado Constitucional de Derechos y Justicia Social. Estas normas
sustanciales, condicionan la validez de las leyes: ya sea que dichas normas impongan límites,
como en el caso de los derechos de libertad o que impongan obligaciones, como en el caso de
los derechos sociales.
Como bien lo señala Luigi Ferrajoli (2002), los derechos fundamentales se convierten
en condiciones sustanciales de validez:
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2.2.1.2. ORIGEN
El Estado de Derecho, que puso fin al absolutismo y dio inicio al poder de la Burguesía
entre los siglos XVIII y XIX, produjo un profundo cambio en la humanidad, por cuanto, aparte
de garantizarse los derechos civiles y políticos de todas las personas, se sometió también al
poder a un derecho vigente, de tal manera que todo acto o acción estatal estuvo legitimado por
una norma, teniendo de esta manera como fundamento el principio de legalidad.
El Estado Social de Derecho, del que por primera vez habló el político alemán Lorenz
von Stein, inicia una reforma a fin de mejorar la calidad de la vida de las clases “bajas”,
evitando así, en sus palabras, “el proceso de las clases que buscan ascender socialmente”. Este
modelo de Estado, materializado por la Constitución de Weimar de 1919, buscó garantizar los
denominados derechos sociales , tales como la asistencia sanitaria, salud, educación
pública, trabajo y vivienda dignos, indemnización, subsidio familiar, acceso práctico y real a los
recursos culturales, asistencia del inválido y del anciano, defensa del ambiente; mediante su
reconocimiento constitucional, procurando de esta manera disminuir la desigualdad de clases
sociales, todo ello fue posible con la ejecución de un conjunto de medidas económicas tales
como la redistribución de la renta a través de los impuestos y el gasto público, tendiéndose a
la intervención del Estado en el mercado y la planificación de la economía, todo ello en contra
de los principios del liberalismo clásico.
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Cabe resaltar que las Constitución de Weimar, sancionada 11 de noviembre de 1919,
junto a la Constitución de México de 1917, dieron origen al denominado Constitucionalismo
Social, que estableció el Estado de Bienestar y reconoció los derechos de los trabajadores.
El Estado Social de Derecho no viene a ser más que el Estado de Derecho, en cuyo
ordenamiento constitucional, se mantienen los derechos y libertades, individuales, pero ofrece al
mismo tiempo un conjunto de nuevas libertades de carácter social asegurando además que el uso
de esas libertades sea inequívoco y favorezca a todos los miembros de la nación, es decir pone
al Estado a favor de los grandes intereses generales de la sociedad haciendo prevalecer la
justicia sobre la ley.
Todos estos antecedentes hicieron surgir la idea de que la Constitución aparte de ser la
norma máxima, para su defensa tenía necesariamente que contar con una serie de garantías
constitucionales, que hicieran posible invocar su plena validez ante los tribunales, como
producto de ello se incorporó en los textos constitucionales una jurisdicción especializada
mediante los llamados Tribunales Constitucionales (particularmente dentro de nuestra realidad
nacional Corte Constitucional), primero en Austria, más tarde, en Checoslovaquia y España,
consolidándose de esta manera lo que podemos denominar Estado Constitucional de Derechos,
cuya principal característica es justamente la existencia de jurisdicción constitucional, propia de
naturaleza especial que busca garantizar los derechos consagrados en la Constitución.
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La primacía de la Constitución sobre la ley se sustenta, según la doctrina adoptada por
Kelsen y hoy incuestionablemente admitida por un gran sector de doctrinarios, en que el orden
jurídico es un sistema jerárquico que, iniciándose en la Constitución, se extiende por los
sucesivos momentos en el proceso de su creación a través de la ley, el reglamento, el acto
administrativo, la sentencia y la ejecución.
2.2.1.3. DEFINICIÓN
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Dentro de la Doctrina Jurídica Universal se acepta que uno de los propósitos del Estado
es satisfacer las necesidades de sus miembros, de tal suerte que los distintos paradigmas
estatales a su modo y manera han buscado alcanzar el ansiado “buen vivir”. Bajo ese propósito
en la historia de la humanidad se han ensayado varios modelos estatales.
De hecho, existieron modelos despóticos, crueles e incluso anárquicos, cuyo fin, fue el
de satisfacer los requerimientos sociales de determinados grupos de poder, dando cabida a una
lucha desigual de unos sobre otros; hasta llegar al actual grado de evolución en el cual se busca
satisfacer las necesidades de todo el conglomerado social a través de la edificación del buen
vivir.
Frente a nuestro análisis, salta a colación las frases célebres de Rousseau (1778):
Bajo los malos gobiernos, esta igualdad no es más que aparente e ilusoria: sólo
sirve para mantener al pobre en su miseria y al rico en su usurpación. En realidad
las leyes son siempre útiles a los que poseen y perjudiciales a lo que no tienen
nada. De esto se sigue que el estado social no es ventajoso a los hombres sino en
tanto que todos ellos poseen algo y ninguno demasiado. (p. 47).
Resulta pues, evidente que quien detenta el poder económico, se apropia del poder
político para poder satisfacer sus egoístas demandas, que crean una altísima incidencia en la
insatisfacción de la deuda social y marginación en la población, cada vez más lacerante en los
grupos sociales por décadas apartados del progreso.
Por lo tanto no llama la atención que durante la vida republicana de nuestro Ecuador se
hayan ensayado tantos paradigmas constitucionales como Cartas Políticas, sin alcanzar el bien
común. Bajo tal plausible esfuerzo, a partir de la vigencia de la Constitución de la República
2008, nos embarcamos dentro de un innovador paradigma estatal, denominado Estado
Constitucional de Derechos y Justicia Social; cabe anotar que se trata de una etapa superior del
Estado Social de Derecho y un concepto amplio, que alude al gobierno sometido a la
Constitución de la República, a las normas de los Tratados Internacionales que versan sobre
Derechos Humanos, las leyes orgánicas y ordinarias, con énfasis en el respeto a los derechos y
garantías de las personas.
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El Art. 1 de la vigente Constitución (2008) dice:
Tanto más, si se tiene presente que el Derecho y el Estado, cambian para responder a las
nuevas realidades y exigencias de las fuerzas sociales, reconociendo que la vida se inspira y se
nutre con valores y principios que brotan de la experiencia de los pueblos.
Sin lugar a dudas, en el año de 2008, el Ecuador se dota de una Constitución cuyo
carácter innovador es indiscutible. Es una Constitución que privilegia los derechos individuales
pero también los colectivos, es decir los derechos humanos integralmente y adicionalmente los
derechos de la naturaleza, que pretende superar el desequilibrio del poder público, esto es la
constante intromisión en las tres clásicas funciones del Estado: Ejecutivo, Legislativo y Judicial,
actualmente contamos con dos funciones más como son: Consejo Nacional Electoral; Consejo
de Transparencia, Participación Ciudadana y Control Social, a través de la estructuración y
mutuo reforzamiento y engranaje de las cinco funciones estatales. Este mutuo reforzamiento
está acompañado de una sistemática estructura de garantía de derechos.
La Constitución de la República del Ecuador, se circunscribe en nuestro ordenamiento,
no solo como una visión del orden social, sino también como portadora de una lógica de
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bienestar: el buen vivir; que a su vez remite a una concepción participativa de la democracia en
desarrollo y por ende a nuevas formas de planificación y descentralización regional integrada.
Esto implica que tanto la atribución de potestades a la autoridad, cuanto las actividades
reguladoras de la conducta de los asociados, deben consistir en reglas y actos jurídicos
impugnables. Eso, además, dota de estabilidad y previsibilidad a la conducta del poder.
Esta especie de huida de la legalidad colisiona con el principio del Derecho Público
según el cual el Estado y las autoridades solamente pueden hacer lo que está expresamente
facultado. Al contrario, la vigente Constitución de la República articula un Ordenamiento
Jurídico fuertemente discrecional para la acción del Estado.
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Otra fortaleza del definido Estado Constitucional de Derechos y Justicia Social es
fuertemente disuasiva, resulta tan poderoso que entre las facultades de la Presidenta o Presidente
de la República, puede disolver a la Asamblea Nacional:
Este esquema está relacionado con la laxitud de las normas jurídicas para el Estado,
bajo el argumento de que al no ser el Ecuador un Estado de Derecho en los términos ortodoxos
y liberales del concepto, la legalidad será no un mandato, sino una opción, y las políticas se
convertirán en el fértil campo para ejercer potestades discrecionales no impugnables.
Lo que significa que las partes procesales, frente a la prueba, deben actuar de manera
constitucional y legal; haciendo que la prueba evolucione adecuadamente en cada etapa
procesal: vestigio (Investigación Previa) evidencia y/o elemento de convicción (Instrucción
Fiscal) indicio (evaluación y preparatoria de juicio) prueba (Etapa de Juicio). Para resguardar la
referida evolución, el nuevo paradigma constitucional designó como guardia y custodio al Juez
de Garantías Penales, sobre cuyas espaldas recae la dura tarea de verificar la viabilidad práctica
y real del Debido Proceso.
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2.2.1.4. EVOLUCIÓN
El proceso que le permitió a la humanidad superar la Edad Media fue largo, se inició
1400 y se consolidó en 1650, cuando la mentalidad renacentista triunfó definitivamente sobre
las tradiciones clericales propias de este periodo.
El hombre renacentista adopta una actitud racional ante el mundo, pero sin abandonar la
fe religiosa. Esta actitud, en línea con la tradición clásica, le permite sustituir el principio de
autoridad que rigió en el Medioevo, por el de libre investigación.
Otro de los elementos que marca el tránsito hacia la modernidad fue el surgimiento de
cierta autonomía de la ciencia apoyada en las ideas de los ingleses Francis Bacón (1561-1642) e
Isaac Newton (1642-1727); así, “…la ciencia natural se convirtió en paradigma para la
filosofía de una sociedad abierta y plural”.
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existen en ésta. Los dos ejes de la teoría del derecho natural clásico son: de una parte, la
concepción de la naturaleza como un todo organizado jerárquicamente en cuyo punto más alto
se encuentra el ente creador o Dios. De otra parte, la primacía de la sociedad sobre el individuo
en la búsqueda de la justicia general.
Es de anotar que a partir de ese momento, las teorías filosóficas que tienen como centro
la conciencia subjetiva distinguen: entre una legalidad, construida por una autoridad, y una
moralidad, cuya ley conoce el individuo en un esfuerzo de la razón pura práctica, dejándose
guiar por ella.
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Está claro, que no pretendemos establecer una fecha exacta de la aparición histórica del
Estado, pues los procesos socio-políticos no son cualidades de fácil manejo. Lo que es posible
ubicar, sí se quiere las raíces de un hecho histórico que ha sido su referente obligado en la
estructuración del Estado.
Se trata del Tratado o Paz de Westfalia de 1648, que puso fin a la Guerra de los Treinta
Años, librada entre el Sacro Imperio Romano y Francia, principalmente. Esta guerra estuvo
motivada, en principio, por razones de orden religioso que derivó en un desgaste político y
económico cuyo resultado obligó a los monarcas a ponerle fin con un tratado que sentaba las
bases de un sistema interestatal más o menos duradero.
Fue la última “gran guerra” civil por motivos religiosos, por lo que se convirtió en un
suceso fundacional del mundo moderno, simbolizando con ello la ruptura del orden social
tradicional regido por principios divinos y, la entrada de lleno a uno secularizado y dirigido por
la razón humana. Esto se explica, a su vez, por la ineludible influencia que ejerció la Ilustración
en el marco del Estado absolutista; influencia que en lo subsecuente habría de provocar también
su crisis.
El Tratado de Westfalia fue relevante para la configuración del Estado porque coloca,
por primera vez, como piedra angular de las relaciones entre los Estados al principio de
soberanía territorial; ya que durante el feudalismo la configuración del poder estaba
fragmentado en reinados, principados, ducados, entre otros, de los cuales ninguno era soberano
en el sentido de detentar la supremacía dados sobre un territorio o población.
Fue precisamente, a este orden social y político fragmentado al que se intentó poner fin,
caminando en el sentido de concentrar todo el poder al Estado, como centro mono inequívoco,
otorgándole plena soberanía en su ejercicio hacia el interior, sin reconocer ningún otro poder
que le pudiera disputar la legitimidad, contenido que se refería a la soberanía exterior.
Se conformaban así, los Estados soberanos, que tendrían que respetar el derecho
recíproco de tomar decisiones económicas, políticas y sociales hacia el interior, sin la
interferencia de ningún otro poder externo.
Es esta idea de soberanía exterior la que le otorga legitimidad a cada Estado frente a los
mismos de su género: ningún reconocimiento a poder superior alguno, que no fuese el del
propio Estado en los límites de su territorio y una población determinada. Con la relación y
reconocimiento recíprocos entre los Estados, la metáfora de Hobbes del estado de naturaleza en
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el hombre, el bellumomnium contra omnes: la guerra de todos contra todos, para el caso de los
Estados sería medianamente superada con el pacto explícito de no agresión, el acuerdo de la paz
con ciertas reglas, por lo menos como aspiración. A partir de aquí se considerarían enemigos
legítimos.
Es Hobbes, por otro lado, el filósofo-político que más contribuye con sus
planteamientos en la superación del poder patrimonial, desarrollando la idea de la personalidad
del Estado, esto es, el Estado como “hombre artificial” o “persona”, creado por los hombres
para alcanzar la paz y, con ella la conservación de sí mismos.
El Estado, situado como ficción jurídica, como persona artificial, encarna ahora la
soberanía, dejando atrás la idea de que es el monarca o el príncipe el detentador de la soberanía.
En ésta nueva concepción, son en realidad los órganos representativos del Estado los
que ejercen la soberanía absoluta frente a cualquier posible surgimiento de poder interno o
externo que pretenda disputarla.
El Estado moderno encuentra su expresión más nítida con una serie de elementos
inaugurales y definitorios de su configuración, se establece una clara línea divisoria entre el
orden feudal anterior como forma de organización social del poder y, el correspondiente a la
época moderna, en cuyo centro se localiza el Estado soberano, secularizado e impersonal, como
nueva forma de organización y administración del poder legítimo.
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La legitimidad con la que debía ejercerse el poder, sustentada en la lealtad que debía
conquistar el gobernante de parte de los ciudadanos, considerados en el tiempo inmediato
anterior, sólo como súbditos obedientes; por supuesto la legitimidad reflejada en la lealtad de
los ciudadanos al Estado, estaría proporcionalmente inspirada en todas aquellas acciones y
resultados a favor de intereses generales y del bien común; por supuesto, lo anterior como parte
del discurso estatal.
Poder político centralizado, ejercido sobre una población y territorios definidos, dieron
paso a la conformación del Estado; pero un elemento más habría de completar la nomenclatura
del nuevo orden estatal, elemento de tipo sociológico, que obedece a la necesidad de inspirar en
la comunidad una identidad de tipo secular que trascienda, en alguna medida, la común
identificación anterior de los individuos en torno a la religión oficial que decretaba el monarca o
el gobernante en turno.
Se trata de la nación, la que caracterizaría Ernest Renán, como una gran solidaridad, un
principio espiritual, constituido por la posesión común de un pasado y por el consentimiento de
proseguir con esa vida en común; de ahí que en sus palabras, la nación se considerase un
“plebiscito cotidiano”.
El sentimiento de nacionalidad fue exaltado y las más de las veces, utilizado por los
gobernantes para mantener unido a un pueblo; para fortalecer la legitimidad de un Estado; para
que la población apoyara el nuevo centro de religación indiscutible en el que se convirtió el
Estado moderno y con ello, generarle la mayor y mejor de las lealtades.
Otro elemento que consolida la estructura del Estado es, sin duda, el Derecho. Al mismo
tiempo que instrumento de legitimación del poder y parte de la justificación racional del mismo,
el derecho fue reflejo de la construcción del pensamiento moderno en tanto componente del
proyecto social de la Ilustración. Así como el Estado se estructuró sobre la idea de una “persona
artificial”, el derecho se constituyó como una “razón artificial”.
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Al delegar en el Estado toda la capacidad de decisión sobre los asuntos de interés
general, los individuos a cambio, reciben de aquél su protección. Obediencia de los súbditos
frente a la protección del Estado para contener las pasiones de los hombres.
El titular del Estado monarca o asamblea, ejerce la soberanía y ella se traduce, a su vez,
en la potestad de determinar cuáles reglas obedecerá el súbdito. Es así que el único derecho al
que se deberá someter el ciudadano es al estatal, al producido única y exclusivamente por el
Estado.
Esta función del Derecho de ocuparse sólo de los asuntos generales de la población,
dejando a la conciencia individual los asuntos de la conciencia moral y religiosa, fue la base del
principio del derecho moderno que tiene qué ver con la generalidad y abstracción de las leyes.
Ninguna ley podría ser elaborada para un destinatario en particular, sino para la población en
general; tampoco podría ser para un asunto en lo particular, sino sobre asuntos del interés de
toda la comunidad.
La forma de articular las normas del Estado correspondió a una jerarquía determinada
en función de sus límites territoriales. Su validez se circunscribía al espacio territorial del
Estado, no podría ir más allá. La jerarquía normativa ascendía en su más alto nivel en la
Constitución Política, es decir, un pacto o contrato social que expresara las aspiraciones y
formas de organización de la nación. Esta norma jurídica, se convierte en el referente obligado
de todo el resto del entramado jurídico nacional; referente que no puede subvertirse ni
contrariarse, en tanto el órgano legislativo no lo modifique en su sentido más original.
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Pero el Estado Liberal de Derecho, desarrollado como forma de Estado característica
del siglo XIX, dio pauta a que el Derecho moderno se cristalizara como un sistema con una
racionalidad propia; una coherencia interna que suponía no tener lagunas insalvables; una
sistematicidad que evocaría la capacidad de organizar todas las normas jurídicas de un Estado
instrumentada a través de la codificación.
Durante los inicios y primera mitad del siglo XX la humanidad estuvo marcada por una
profunda crisis, socio-política y económica: primera guerra mundial (1914), la interferencia de
las economías y la precipitada caída de la bolsa de valores (1929), llamada también la gran
recesión económica y la segunda guerra mundial (1939); aspectos devastadores en el orden
mundial. Ante ello y de manera asimétrica, los Estados emprendieron una suerte de
reconstrucción social, económica y política.
Como respuesta y alternativa al avance del socialismo en Europa y otras partes del
mundo, los Estados capitalistas articularon este nuevo pacto social moderando las políticas
económicas liberales y otorgando amplias subvenciones sociales, con el objetivo político, entre
otros, de neutralizar a las clases subalternas en posibles intenciones de virar hacia el socialismo,
pues la clase capitalista lo consideraba como el verdadero peligro para sus intereses.
Además, la crisis de posguerra había dejado tanta devastación que ya no sólo era
opcional, sino imprescindible y urgente la intervención del Estado para resolver los problemas
tanto económicos como de integración social.
25
empleo y el diseño de una serie de programas sociales articulados entre sí como seguros
sociales, asistencia social, pensiones a huérfanos, madres solteras, personas en situación
vulnerable.
El Estado del Bienestar, de esta forma, se convirtió en una estructura de poder político
que dedicó sus capacidades a modificar y regular, a través de medidas legislativas y
administrativas, las fuerzas del mercado. El Estado asume como el principal regulador de la
economía, sin modificar la esencial lógica del capitalismo.
Entre el Estado típico liberal y el Estado capitalista del Bienestar, hubo un importante
matiz, consistente en el fuerte impulso hacia a las políticas sociales que tiene éste último.
Es imposible imaginar el logro de estos derechos sociales sin las fuertes luchas
emprendidas por la clase trabajadora desde el siglo XIX y la resistencia del poder político a
aceptar sus demandas. De ahí que también se diga que el Estado del Bienestar fue un pacto
social entre la clase económica gobernante y la clase obrera, un pacto entre el capital y el
trabajo, para seguirle dando viabilidad y estabilidad al sistema capitalista.
Del Estado de Bienestar pasamos al Estado Social de Derecho, cuya finalidad, como ya
dejamos anotado consistía en pagar la deuda social, visibilizando a los grupos sociales por
décadas marginados a través de la formulación de leyes que consolidaran la equidad e igualdad
social demandada; sin embargo, por la ineficacia en la estructuración de este modelo
constitucional.
26
El Estado busca converger y evolucionar hacia una más avanzada estructura socio-
política, este es el Estado Constitucional de Derechos y Justicia Social, que basa su accionar en
la aplicación irrestricta y fecunda de los derechos y garantías que cubren al ser humano, sea que
provengan de la normativa internacional o nacional; pues basta que tutelen los derechos de la
persona para que sean imperativamente aplicados, sin necesidad de jerarquía jurídica alguna.
2.2.1.5. CARACTERÍSTICAS
En el Estado de Derecho, si bien es cierto se asemeja el Derecho con la ley o con las
normas dictadas en función de una ley, sucedía que frecuentemente se reconocía la significación
jurídica de la Constitución, pero sin que se conocieran remedios a sus posibles contravenciones
por parte de los poderes públicos. Sólo el Congreso Nacional -hoy inexistente- en cuanto
representaba la soberanía popular en el desarrollo de su función legislativa se le reconocía
competencia para interpretar de la Constitución y la Ley, lo cual no evitaba conflictos con otros
poderes que habían de resolverse por la vía política, como el derogado Tribunal Constitucional.
La división de poderes:
A diferencia del Estado de Derecho donde se hacia la distinción clásica entre los
poderes: legislativos, ejecutivo y judicial (cabe indicar, que para el autor del presente trabajo, el
27
poder es uno solo, denominado Poder Público, las que se enuncian en el presente trabajo, son
funciones del Estado; pero para guardar sindéresis con los diferentes tratadistas y filósofos en el
tema, me adhiero parcialmente a los mismos).
Es propio del Estado Constitucional de Derechos que todos los poderes públicos
particularmente los poderes legislativo, ejecutivo, judicial, electoral y de participación estén
sujetos a la Constitución, es decir, que actúen dentro de los límites fijados por la Constitución
sin invadir la esfera de autodeterminación de las personas y la de autorregulación de la sociedad,
también dentro de los límites de las competencias específicas le señala la Constitución a cada
uno de ellos frente a las competencias atribuidas a los demás órdenes constitucionales.
28
obligación de respetar los preceptos constitucionales y en su calidad de ciudadanos deben
obligatoriamente defender la Constitución.
Garantía judicial, competencia que corresponde a los jueces ordinarios para que resuelvan los
litigios.
29
Presencia de un denso contenido normativo, que tiene como destinatarios a los ciudadanos en
sus relaciones con el poder.
Rigidez constitucional, se supone que el constitucionalismo resulta tanto más fuerte cuanto más
cuesta la alteración del texto de la Constitución.
Las normas que no son reglas no pueden interpretarse con los métodos tradicionales. Se debe
acudir al principio de proporcionalidad, la teoría del contenido esencial, la razonabilidad, entre
otras.
Dentro del tema que nos ocupa, las características actuales del Estado Constitucional de
Derechos y Justicia Social a impregnado de garantismo a la actividad probatoria al punto de
establecerse a un exclusivo custodio del Debido Proceso, el Juez de Garantías Penales, a quien
se le encomienda la dura tarea de verificar si en la práctica las partes procesales han expuestos
los medios probatorios que los amparan a la luz de los puntuales parámetros establecidos en la
Constitución de la República 2008.
De tal suerte que, las partes procesales se sientan seguras de que su conflicto llevado a
la órbita judicial penal va hacer tramitado de manera constitucional y legal; al amparo de
procedimientos científicos y técnicos, nutridos obviamente por imperecederos principios del
30
Derecho Universal, que garantizan de manera vinculante la pureza de la prueba practicada en la
Etapa de Juicio.
2.2.1.6. IMPORTANCIA
Es ineludible y necesaria la división de todas y cada una de las funciones del Estado;
para que haya equilibrio dentro del marco de la legalidad, es decir, porque no puede recaer todo
el poder en una sola persona.
Recordemos que los británicos en el siglo XVI tenían como cabeza y dirigente social al
rey el cual a la vez tenía a sus consejeros. Al llegar el siglo XVII el sistema británico cambió y
ya no era la cabeza el rey sino que tomo su lugar el poder legislativo, es decir que lo consejeros
que antes tuvo el rey fueron los que tomaron la batuta y es así como nace el Sistema
Constitucional Democrático Inglés, en donde los consejeros como cuerpo legislativo toman la
batuta a través de la Cámara de los Lores que es la (Cámara Alta), y la Cámara de los Comunes
(Cámara Baja).
Así nace el principio del sistema democrático constitucional, que más tarde a través del
tiempo se diferenciaría separándose en un sistema en base a los parlamentos que es el
parlamentario y el sistema constitucional. Para el sistema parlamentario el pueblo deposita la
confianza en el parlamento para elegir de entre ellos a un gobernante en libertad.
31
legislativo, para que sea su representación en cuanto a sus necesidades prioridades e intereses y
para que sean su voz común, pero también depositan su confianza mediante elección popular en
el gobernante que ellos decidan en una elección abierta.
Locke fue quien motivó para fraccionar el poder público y entonces surgió como razón
superior de dividir el poder, la necesidad de limitarlo, a fin de impedir el abuso de poder.
Para la fragilidad humana la tentación de abusar del poder sería muy grande, si
las mismas personas que tienen el poder de hacer las leyes tuvieran el poder
también de ejecutarlas: porque podrían dispensarse entonces de obedecer las leyes
que formulan y acomodar la ley a su interés privado (p. 81).
Es así como se le atribuye la limitación del poder público, mediante su división a Locke,
y a Montesquieu la garantía de la libertad individual.
32
En tanto Montesquieu respeto la función legislativa, tal y como Locke la había
explicado, aunque sin advertir la intervención del rey en la actividad parlamentaria, que era
peculiaridad del sistema inglés. Después de distinguir las tres clases de funciones. Montesquieu
las confirió a otros tantos órganos, con la finalidad de impedir el abuso del poder. Y así surgió la
clásica división tripartita, del Poder legislativo, Poder ejecutivo y Poder judicial, atribuyéndole a
cada uno de ellos sus funciones específicas.
Carga que debe ser llevada de manera científica y técnica, con la ayuda de la Policía
Técnica Judicial, equiparada de Agentes Investigativos especializados, que mediante el
cumplimiento de las reglas de la cadena de custodia, garantizan la pureza de los medios
probatorios.
33
derecho determinados y su forma de interpretación y aplicación también es distinta al
“paleopositivismo”, teoría bajo la cual existían únicamente reglas de derecho expedidas por el
poder legislativo, de aplicación estricta, bajo el método de “subsunción”, muy distinto al nuevo
método de la ponderación o “balancing” (balanceo).
Al punto que cambia el papel de la jurisdicción, por cuanto se aplica la ley sólo si es
constitucionalmente válida, y cuya interpretación y aplicación son siempre un juicio de valor
sobre la conveniencia o inconveniencia para la persona que detenta derechos, el juez tiene el
deber de fundamentar y motivar su decisión armándose para ello de un vasto conocimiento,
partiendo desde las normas nacionales (Art. 425.- El orden jerárquico de aplicación de las
normas será el siguiente: La Constitución; los tratados y convenios internacionales; las leyes
orgánicas; las leyes ordinarias; las normas regionales y las ordenanzas distritales; los decretos y
reglamentos; las ordenanzas; los acuerdos y las resoluciones; y los demás actos y decisiones de
los poderes públicos).
Destacando que el Estado Constitucional de Derechos es el gran caudal, para qué tenga
su asidero legítimo el neo-constitucionalismo, representado por su carácter normativo o fuerza
vinculante, pues, esta filosofía, determina que la Constitución no es un catecismo político o una
guía moral, sino una norma superior que incorpora la pretensión de que la realidad se ajusta a lo
34
que ella prescribe, manda o prohíbe. La supremacía o superioridad jerárquica en el sistema de
fuentes de derecho.
Impera la garantía judicial, pues las posibilidades son amplias: control concreto y
abstracto, a priori y a posteriori, encomendado a órganos especiales o a jueces ordinarios. Un
rasgo típico del constitucionalismo contemporáneo es la competencia que corresponde a los
jueces ordinarios para que resuelvan a la vista de todo ordenamiento jurídico incluida por tanto
la Constitución. Presencia de un denso contenido normativo, formado por principios, derechos y
directrices.
35
Atención que lamentablemente se traduce en la asignación vaga y hasta inoperante de
un Defensor Público que rara vez refuta la acusación fiscal, imbuida de poder que a toda costa
se direcciona hacia la privación de la libertad del sospechoso, convenga o no convenga, bajo la
posición irracional de evitar la proliferación de la criminalidad encarcelando al presuntamente
inocente.
No requiere de ningún otro acto jurídico o ley para desplegar su fuerza vinculante.
Nuestra Carta Magna se presenta como el centro, base y fundamento de todo el sistema
jurídico, pero es una Constitución pensada en términos de principios y directrices que se
interpretan no bajo el vetusto esquema de los métodos tradicionales del derecho (subsunción),
sino mediante la ponderación.
Es omnipotente en cualquier análisis, asunto o caso, la ley pasa a segundo plano, es más
la ley y cualquier otro ordenamiento debe verse siempre bajo el prisma de la Constitución y,
algo muy importante, el derecho no representa un esquema homogéneo de sociedad sino
heterogéneo y plural, en muchas ocasiones expresión de valores tendencialmente opuestos.
La vigente Constitución, presenta un sinfín de novedades, para empezar posee una parte
dogmática, altamente garantistas, pues como ningún otro texto constitucional incorpora
36
fecundamente nuevos derechos y garantías ciudadanas, incluso, se establecen derechos a favor
de la naturaleza. Marcando la diferencia dentro del ámbito internacional. En lo que respecta a la
parte orgánica se establecen cinco funciones del Estado, que se apartan de la clásica concepción
tripartita, se establecen nuevos e innovadores sistemas de interpretación de la ley dejando atrás
la subsunción y dando paso a la ponderación. Se crean nuevas instituciones estatales como la
Corte Constitucional, vigorizadas de poder, que en la práctica apuntalan el cambio estructural
del Estado Social de Derecho al Estado Constitucional de Derechos y Justicia Social.
El Derecho Penal es aquél que estudia el sistema de normas jurídicas reguladoras del
poder del Estado, que determinan los tipos penales y las sanciones que les corresponden al
autor, sean penas o medidas de seguridad, buscando el restablecimiento del orden jurídico, la
defensa de la sociedad y la resocialización del delincuente.
37
Garantías Penales, en la declaración de una certeza positiva o negativa de la pretensión punitiva
del Estado.
De allí, que el fin del Derecho Procesal Penal esté orientado a comprobar o desvirtuar la
existencia de un delito, siempre que la acción penal no haya prescrito, así como, a esclarecer o
determinar la responsabilidad penal del procesado, condenándolo o absolviéndolo de la
acusación, archivando el proceso cuando no se pruebe su responsabilidad durante la
investigación.
El proceso penal se nutre de la realidad del acto antijurídico, pero para descubrirlo
conforme a la realidad, necesita de un proceso cognoscitivo que se llama prueba, para
determinar dos áreas que son de trascendental importancia, según la evolución del proceso; por
un lado la existencia del material de información y las presunciones de responsabilidad hasta
llegar a la certeza de la culpabilidad para lo que necesita la convicción de que los hechos que
constan en las tablas procesales son infracciones penales.
38
embargo, para llegar a tal instante procesal, la prueba ha sufrido ya una “evolución jurídica”, en
grado sumo, siguiendo un iter lógico en el que, uno de los pasos es establecer los indicios y los
elementos de convicción, que servirán para sustentar presunciones sobre las cuales se aplicarán
las pertinentes normas jurídicas hasta configurar la prueba de corporeidad del hecho delictivo.
Por otro lado, la carga de la prueba, pesa sobre las partes, especialmente sobre el Fiscal,
según se estipula en la mayoría de los códigos procesales penales, el nuestro no es la excepción.
Pero las partes son al menos dos, ubicadas en las exclusivas y excluyentes posiciones de
acusador y acusado y por ello, el tema de la prueba se centra en determinar qué concreta parte
debería (en tiempo pasado, no en tiempo futuro o a priori) haber probado el hecho dudoso, y así
determinar en quién ha de recaer las consecuencias negativas de la inactividad o ineficacia
probatoria.
39
Así, es frecuente en países latinoamericanos, por ejemplo en algunos lugares de
Argentina, observar que los operadores judiciales, entienden que la oralidad se satisface por la
mera lectura “oral” de las actas que registran actividades de la investigación, típicamente
declaraciones de testigos que son leídas en el juicio incluso cuando dichas personas no
concurren a declarar a la audiencia.
Si los jueces no tienen más que un acta que registra la declaración prestada por el testigo
unilateralmente ante el fiscal semanas o meses antes, entonces los jueces no tienen cómo saber
si la persona estaba en ese momento diciendo o no la verdad, si lo forzaron o no a declarar, si el
fiscal no le fue dictando la declaración, si no fue el policía escogiendo las palabras y alertando
las que el propio declarante había elegido.
Más aún si recordamos que, la norma jurídica pertinente del Código Orgánico Integral
Penal, dispone que toda “acción” pre-procesal o procesal que vulnere garantías constitucionales
carece de eficacia probatoria alguna.
En la medida en que ello ocurre, los jueces no sólo se van involucrando en las tareas
propias de las partes: investigación, producción de prueba y sostenimiento de la acción, sino que
lo hacen con frecuencia desde el antiguo paradigma cultural del sistema inquisitivo, que
conocen a la perfección y en el cual han desarrollado toda su carrera.
40
además, daña lo que, decíamos, es la herramienta primordial para vencer el antiguo paradigma
tradicional: que el sistema se construya sobre la base de una competencia aguda entre las partes,
en frente de un tribunal que no tenga compromisos institucionales con ninguna de ellas ni con la
información generada en el juicio, de manera que esté en condiciones de pasar dicha
información por un test de calidad serio y contundente.
Sólo esta dinámica es capaz de movilizar a los actores de manera que eleven la calidad
del proceso en su conjunto; las partes sabrán que deben llegar a las audiencias con casos
profesionalmente preparados y los jueces sabrán que deben estar completamente atentos a la
información que, se está produciendo en ellas y preparados para tomar decisiones al respecto.
Los viejos tratados de procedimiento penal nada tienen que decir ni enseñar en esta
etapa cuyo umbral hemos pisado, pasarán a formar parte de la arqueología jurídica nacional y se
convertirán en testimonio de la época en que rigió el proceso inquisitivo preponderantemente
escrito.
Con la expedición de este Código hemos renovado un sector de nuestro mundo jurídico
porque la ley no es un conjunto de normas muertas y carentes de sentido y de vida: la ley es un
modo de ser, es un modo de existencia de un Estado.
Un Estado pudiera decidir vivir sin leyes y otro dárselas, éstos serán sus modos de
existencia. Pero, un tercero, de mayor cultura, puede elegir un sistema de leyes superiores que
configuren un magnífico orden jurídico y procuren una mejor calidad de vida para sus
ciudadanos, este será su modo de existir, cualitativamente superior, y no podrá ser ni vivir de
41
otra manera más que de la diseñada y plasmada en su legislación porque su desarrollo cultural
así lo exige.
Para adquirir este nuevo conocimiento y participar del discurso verdadero se debe
acudir a las fuentes prístinas de esta forma de saber cultivada en otras culturas, con mentalidad y
prácticas axiológicas diferentes a nuestra tradicional forma de pensar y de actuar.
Además el juicio tiene por objeto único y final condenar o absolver al acusado según se
pruebe o no la existencia de la infracción y la responsabilidad del acusado. Mirado así, se
presenta más técnico y preciso y a esta precisión debe corresponder una mejor calidad de la
administración de justicia penal, pero para conseguirla, se requiere elevar el nivel del
conocimiento procesal penal.
42
El Fiscal, como investigador, tiene la obligación de recoger huellas, vestigios, fluidos
corporales, etc., que en la etapa de juicio se convierten en prueba.
No toda prueba producida dentro del juicio debe ser admitida por el juzgador; éste tiene
plenas facultades para no tomarla en cuenta y excluirla, es decir, para prescindir de ella en los
casos, formas y condiciones establecidas en el Código de Procedimiento Penal porque se pueden
producir pruebas para tergiversar los hechos principales o centrales del proceso, tal sucede
cuando se trata, por todo medio, de ocultar la verdad.
Los sofismas son muy útiles para este propósito. Estas pruebas pueden disfrazar tanto
un delito como un acto bueno. Este tipo de prueba es utilizado para practicar la pretensión de
ocultar la verdad y cuando esta pretensión triunfa se cometen graves injusticias. Esta materia
debe ser conocida y dominada tanto por los jueces como por quienes trabajan en la actividad
jurídica porque el manejo eficiente, seguro y espontáneo de las cuestiones probatorias en un
juicio, es uno de los signos distintivos de un abogado litigante de primer orden. Para no inducir
al juez a error, porque la prueba funciona como una salvaguardia contra el error.
Derecho Antiguo
Cuando Enrique Ferri (1929) escribe una de sus importantes obras recuerda que:
43
jurídica (en el sentido del derecho abstracto y apriorístico de la escuela clásica).
(p. 45).
Está indicando que al cruzar la pena las antes mencionadas etapas, correlativamente la
prueba atravesaba las mismas fases, lo cual fue aceptado por Garruad, según lo afirma Florián,
el mismo que se refiere a la clasificación que hace Tarde de las cuatro fases por las que los
medios de prueba se desarrollaron, esto es, las ordalías, las torturas, el jurado y la peritación
científica.
Indudablemente que en las primeras épocas de la humanidad no podía esperarse que los
hombres se sometieran a reglas racionalmente concebidas para interpretar los fenómenos
surgidos de la naturaleza o provocados por la conducta de los hombres que no alcanzaban a
comprender y por ello es que se sometían a lo sobrenatural para tratar de comprobar ciertos
hechos o ciertas conductas.
Cuando las sociedades van tomando consistencia y los hombres requieren de mayor
seguridad, se permite la venganza personal, familiar, en la que los poderes primitivos de
carácter social no interfieren, a no ser para imponer ciertas cargas cuando se provocaba la
composición como resultado del acuerdo entre las partes.
44
través de castigos que, por lo general, eran de mayor gravedad y consecuencia que los daños
causados al ofendido.
Derecho Romano
Se debe indicar que casi siempre sobre las ruinas del Imperio Romano, nace una nueva
estructura estatal, sin embargo, sobre el derecho punitivo del Estado, que surge con mayor
fuerza en los reinos merovingios (Derecho Germano) en la época del Imperio Carolingio, el
Derecho Romano se impuso radicalmente.
En los rituales penales del primitivo Derecho Germano no había “infracción” sino
“daño” y, por ende, en la acción penal sólo intervenían dos personajes y nunca tres, siendo el
procedimiento penal sólo una ritualización de la lucha entre los individuos. Siempre se ofrecía
la posibilidad de llegar a un acuerdo o transacción a través de una serie de venganzas recíprocas,
el pacto que se celebraba entre el ofensor y el ofendido no era realmente en beneficio de la
víctima pues lo que hacía el victimario era “rescatar” su paz para seguir viviendo en la
comunidad.
45
No había indagación de verdad y, por ende, no era necesaria la prueba, pues no existía
persona alguna que se encargara de la indagación. Lo único que se necesitaba era un vencedor
en la lucha, o el triunfador en la ordalía o la gracia divina en el juicio de Dios.
Los juicios de Dios constituían medios de prueba formal, precisando al Juez, aun
cuando su convicción fuese directamente contraria a su resultado, a tomar éste por base y
motivo decisivo de su sentencia.
En esta época era la divinidad la que decidía e imponía su decisión a lo que podría
llamarse el juez terrenal, quien no podía alejarse de esa decisión, aunque tuviera la convicción
contraria.
Eran comunes los juicios de Dios, así, el duelo o la prueba del agua (el acusado era
arrojado al agua atado; si se hundía, era inocente y se lo sacaba del agua; si flotaba en la
superficie, era considerado culpable porque el agua pura no lo aceptaba).
En cambio, en las primeras épocas de Grecia y Roma eran las asambleas populares las
que fallaban y, por lo tanto, no cabía que hubiera normas jurídicas que apreciar o que aplicar.
46
En la era republicana de Roma muchas veces se perdonaba al culpable, porque en
aquella época tampoco estaban de modo terminante separados los puntos de hecho y de derecho,
comprendiéndose unos y otros en las acostumbradas fórmulas absolvo, condemno.
Los jurisconsultos de Roma se cuidaron muy poco de fundar una teoría especial de la
prueba, contentándose con algunas indicaciones o advertencias, respecto, por ejemplo, del
examen que debía hacerse del fundamento de una confesión.
Derecho Medieval
El testimonio de terceros y la confesión del acusado eran los mejores y más selectos
medios de prueba que, cuando constaban en el proceso, servían de firme fundamento para una
sentencia condenatoria.
47
cual se regulaba de manera minuciosa el camino hacia la tortura, la misma que permitía al juez
llegar a los indicios de culpabilidad.
Fue en la Edad Media en donde se desterró el derecho primitivo para retomar del
derecho y la prueba como puntos centrales del sistema penal. La evolución de los medios
probatorios con posterioridad, fueron paulatinamente alejándose de la crueldad humana para
obtenerlos hasta llegar a la época actual, en donde se vive la etapa de la prueba científica.
Derecho Moderno
48
Formado el Estado, cuando se observa que el daño tiene un antecedente, cual es la
infracción, es necesario la presencia del procurador del Rey, pues se entendía que la infracción
lesionaba fundamentalmente al monarca, quien no sólo exige la pena para el infractor sino
también la imposición de dos figuras penales importantes: la multa y la incautación.
Las técnicas medievales, apenas si servían, entre miseria para satisfacer las necesidades,
al ampliarse el mercado se aceleraba el ritmo de producción y ello conllevaba al aumento del
poder de la burguesía, centrada en los Burgos, en el comercio.
Las ciudades del norte de Italia, comenzaron a gravitar de tal manera que no solo
arrancaron al feudalismo grandes conquistas, sino que la burguesía llega incluso a dictar
Ordenanzas de Justicia que excluía a los nobles de los negocios del Estado, modificando todos
los parámetros de la justicia.
Aparece en esta época una confianza más firme en los poderes el hombre, y es ahí
donde la burguesía empieza a crecer y a consolidarse, aumenta desmesuradamente el comercio
exterior con los grandes descubrimientos geográficos.
49
Aníbal Ponce (2000), nos dice en un párrafo magistral:
La estructura jurídica del poder atraviesa por un cambio fundamental, el tipo, el proceso
y la pena tenían un solo objeto en el sistema feudal, castigar al cuerpo bajo un ritual vergonzante
para que los hombres vieran el poder Dios en la persona del soberano; la burguesía modifica
esta concepción de Dios, el nuevo criterio se manejaba por medio de un pueblo amorfo, de una
supuesta sociedad abstracta que impone, maneja la prueba y sanciona, el supuesto “hombre
libre” en su indefensión, era el que castigaba a sus congéneres, las reglas estaban dadas en
producir más, bajo la premisa de que el hombre es libre incluso para morir de hambre, todo ello
bajo la libertad suprema que concebía el capitalismo, aquellos que no respetaran los bienes
jurídicos protegidos por el Estado serían aislados en dos establecimientos que fueron sus más
fieles representantes en el arte de vigilar y castigar, el uno el manicomio y el otro el panóptico.
50
Para concebir lo dicho, revisemos lo que Foucauh, dice en su libro Vigilar y Castigar:
para ser más preciso en el interior mismo de la modalidad judicial del juicio, han venido a
deslizarse otros tipos de estimación que modifican en lo esencial sus reglamentos de
elaboración.
Derecho Contemporáneo
Desde que funciona el nuevo sistema penal, el definido por los grandes códigos de los
siglos XVIII y XIX, un proceso global ha conducido a los jueces a juzgar otra cosa que los
delitos; han sido conducidos en sus sentencias a hacer otra cosa que juzgar; y el poder de juzgar
ha sido transferido por una parte a otras instancias que los jueces de la infracción.
Pero hay algo singular en la justicia penal moderna: que si se carga tanto de elementos
extrajurídicos no es para poderlos calificar jurídicamente e integrarlos poco a poco, al estricto
poder de castigar; es, por lo contrario, para poder hacerlos funcionar en el interior de la
operación penal como elementos no jurídicos; es para evitar que esta operación sea pura y
simplemente un castigo legal; es para disculpar al juez de ser pura y simplemente el que castiga.
Las cárceles son hacinamientos del lumpen; ya que, la burguesía financiera cuando
delinque en atracos de peculados multimillonarios huye a los países del norte, los banqueros
después del asalto se refugian rodeados de lujos con el botín; la extradición se vuelve cauta, la
Fiscalía General del Estado pide prisión, órdenes que se libran después de la fuga.
Realidad adversa que día a día se lucha para dejar atrás, pues en el vigente Estado
Constitucional de Derechos y Justicia Social, no debe haber cabida para actos de corrupción que
a más de desdibujar la revolución normativa imperante desde la promulgación y vigencia de la
Constitución de la República 2008 impiden la viabilización de los operantes cambios
51
producidos por el Consejo de la Judicatura, en su empeño de brindar un servicio judicial probo,
eficiente y eficaz empapado del actual garantismo neoconstitucional.
Por eso hoy, se exige que la actividad probatoria sea el resultado de un procedimiento
científico y técnico, afianzado en la cadena de custodia y en la operante carga de la prueba y su
futura judicialización, libre de ataduras servilistas de tipo clasista, que deslegitiman a los
corruptos medios probatorios.
2.2.2.3. CARACTERÍSTICAS
Ámbito conceptual
La prueba, es la actividad que se lleva a cabo en los procesos judiciales con la finalidad
de proporcionar al Juez o al Tribunal de Garantías Penales el convencimiento necesario para
tomar una decisión acerca del litigio.
Como es natural, el juez no puede sentenciar si no dispone de una serie de datos lógicos,
convincentes en cuanto a su exactitud y certeza, que inspiren el sentido de su resolución. No le
pueden bastar las alegaciones de las partes. Tales alegaciones, unidas a esta actividad probatoria
que las complementa, integran lo que en Derecho Procesal se denomina instrucción procesal.
“La prueba procesal se dirige, pues, a lograr la convicción psicológica del juez en una
determinada dirección”.
La prueba es concebida como una actividad humana, que se enmarca dentro del proceso
penal, con la finalidad de cimentar una certeza en la mente del juzgador, sobre lo afirmado o
negado por las partes procesales.
El tratadista Carneluti (1912) asevera que la prueba está lejos de ser una actividad
material, es una actividad espiritual, encaminada a la verificación.
52
Couture, sostiene que:
En general dice de todo aquello que sirve para la averiguación de un hecho, yendo
de lo conocido a lo desconocido. Es una forma de verificación de la exactitud o
error de una proporción. Es un conjunto de actividades realizadas en juicio, con el
objeto de demostrar la verdad o falsedad de las manifestaciones formuladas en el
mismo. Son medios de evidencia, tales como: documentos, testimonios etc. que
crean al juez la convicción necesaria para admitir como ciertas o rechazar como
falsas las proposiciones formuladas en juicio. (p. 16).
El pensamiento de Couture es completo, puesto que abarca las distintas acepciones que
se suelen dar acerca de la prueba: acto probatorio, forma, conjunto de pruebas o sea de
diligencias probatorias.
Para Inhering, la prueba es: “…la razón de ser de los derechos, porque ellos nacen de
la vida procesal, solamente cuando son demostrados”.
Finalmente para Domat, la prueba es la luz que guía espiritualmente al juzgador hacia la
verdad.
En tal virtud la prueba es todo lo que sirve al juzgador, para dar certeza acerca de la
verdad de una proposición; o dicho de otra manera, es la suma de motivos productores de
certeza; constituye todo medio factible de ser utilizado para el conocimiento de la verdad real y
el conocimiento del responsable, a la luz del Debido Proceso, en los andariveles procesales
constitucionales y legales.
Aspectos probatorios
Para comprender el significado de la prueba hay que distinguir los siguientes aspectos
del problema:
La actividad probatoria;
El significado común de la prueba;
53
El propósito de la prueba; y,
Los medios de la prueba.
Pues es necesario que antes de ejercer la acción penal, las partes procesales se
concentren en una febril actividad probatoria, ya sea para conseguir una prueba pre-constituida
o para alistar una prueba para exhibirla más tarde, dentro del término correspondiente.
Una buena defensa comienza con el examen de la situación real del problema, que
permita sostener con firmeza la tesis de la inocencia del sospechoso. A veces ocurre que sobre
el defendido caen las primeras sospechas cuando menos se espera, en forma imprevista,
repentina; inclusive, en ciertas oportunidades, la aprehensión policial la detención o la prisión
preventiva caen como un rayo. Ahí surge la actividad dirigida a encontrar los primeros
elementos probatorios de la defensa.
Generalmente la prueba de cargo o de descargo no cae del cielo, deben ser buscadas y
encontradas, con la condición de que trabaje con la verdad y para la verdad.
La actividad probatoria es uno de los aspectos más importantes del concepto general de
la prueba. Cuando el representante de la Fiscalía General del Estado, el acusador particular, el
Defensor Público y el sospechoso solicitan un testimonio o presentan en el proceso un
instrumento público, por ejemplo, realizan una actividad probatoria. Esta actividad puede
provenir del propio Juez de Garantías penales de la causa.
54
La prueba es el conjunto de actividades destinadas a obtener el cercioramiento
judicial acerca de los elementos indispensables de la decisión de un litigio. (p. 56).
55
Propósito de la prueba
La verdad lleva en su seno su propio contrario que es el error. Pero la posibilidad de que
la verdad se desvanezca al día siguiente, no puede constituir un obstáculo insalvable para que el
Tribunal de Garantías Penales dicte sentencia. Si en el proceso consta probada la existencia del
delito y la responsabilidad del infractor, el Tribunal tiene que dictar sentencia condenatoria, así
haya la posibilidad de que mañana se demuestre el error en que se ha incurrido.
Medios de prueba
Es necesario precisar que los medios de prueba son los instrumentos que pueden utilizar
las partes procesales para demostrar un hecho delictivo. En el campo penal, los medios de
prueba permitidos son:
El documento,
El testimonio; y,
La pericia.
56
Sin embargo, la práctica ha hecho que se identifiquen los conceptos “prueba” y “medio
de prueba”, haciéndolos sinónimos ya que representan los hechos (objeto de la prueba) que, a
través de un modo determinado (un medio concreto) son llevados al proceso.
Ahora bien, como se sabe, el hecho universalmente considerado está formado por
elementos, por secciones, por partes, los mismos que también son introducidos procesalmente
por los medios de prueba reconocidos por la ley. Tanto el elemento de prueba (sector del hecho
universalmente considerado) como la prueba misma (el hecho en su universalidad) pueden ser
introducidos en el proceso por los medios de prueba previstos por la ley.
Cuando la ley deja en libertad al juez para que utilice cualquier medio de prueba se dice
que ha adoptado el sistema de libre introducción de la prueba. Pero cuando el sistema señala
concretamente los medios de los cuales debe valerse para llevar los hechos al proceso, entonces,
el sistema es llamado “legal”. Sobre este punto cabe la advertencia necesaria en el sentido que
no se debe confundir el sistema legal o formal de valoración de la prueba con el sistema legal de
introducción de la prueba.
Por el primero la ley expresamente le indica al Tribunal cuál es el valor jurídico que
debe otorgar a una prueba introducida dentro del proceso; por el segundo, la ley señala al
Tribunal de Garantías Penales los medios de prueba del cual puede valerse para introducir la
prueba en el proceso penal.
2.2.2.4. IMPORTANCIA
La prueba, tiene en el área penal, una magna importancia, posee a su favor eterna
actualidad en los temas jurídicos, por su real valía al momento de dictar sentencia.
Desde los juristas romanos hasta los actuales jurisconsultos el tema de la eficacia
probatorio sigue siendo el argumento más fundamental en la tramitación de una causa. Pues es
57
el pincelazo que aclara u opaca la existencia o inexistencia de un hecho antijurídico, condena o
ratifica el estado de inocencia del sospechoso.
De acuerdo con nuestra norma adjetiva penal, la dura tarea de recabar información sobre
la existencia o inexistencia del acto criminoso y la culpabilidad o inculpabilidad del sospechoso,
reposa sobre el Fiscal, a él, le corresponde garantizar de primera mano los derechos y garantías
constitucionales de las partes procesales.
58
se podrán probar todos los hechos y circunstancias de interés para la correcta solución del caso y
por cualquier medio de prueba permitido en los preceptos del Debido Proceso.
Por lo que es de suma importancia que la prueba, sea configurada y practicada a la luz
del Debido Proceso, bajo los preceptos constitucionales y legales; solo así podrá ser calificada
de prueba eficaz, es decir, que posee a su haber las garantías constitucionales y procedimentales,
para su cabal existencia, dentro del proceso penal, por tal razón será digna de ser considerada al
momento de dictar sentencia. A tal punto que de nada serviría una correcta tramitación procesal,
si la prueba es tramitada de manera errónea. No solo la prueba será desecha, el proceso en su
conjunta será nulo.
De ahí que enaltece el emblema de que el individuo que comete un hecho delictivo debe
ser analizado en su integridad y tratado como un ser único de la especie humana, con factores
positivos y negativos.
59
Al momento que un ser humano infringe una norma penal, la sociedad toda, lo hace,
pues todos de alguna manera contribuimos en esta conducta. Por ello, todos debemos velar por
su justo juzgamiento.
Sin embargo, para llegar a tal instante procesal, la prueba ha sufrido ya una “evolución
jurídica”, siguiendo un iter lógico en el que, uno de los pasos es establecer los indicios y los
elementos de convicción, que servirán para sustentar presunciones sobre las cuales se aplicarán
las pertinentes normas jurídicas hasta configurar la prueba de corporeidad del hecho delictivo,
de responsabilidad penal y del nexo causal entre la materialidad del delito y la actuación del
sospechoso.
Razón por la cual compartimos lo manifestado por el pensador Manuel Agustín (2003)
en una de sus brillantes intervenciones:
60
2.2.2.5. TRASCENDENCIA JURÍDICA
61
Se denominan elementos de convicción, a todos aquellos indicadores que han sido
recabados en la escena del crimen y que bajo la cadena de custodia han sido conducidos ante
Peritos Criminológicos, cuyo tratamiento, análisis y verificación dan la certeza de que existe un
delito.
Los elementos de convicción deben ser obtenidos observándose todos los principios del
Debido Proceso ya que de ser atentatorias, tampoco prestarán mérito alguno, y, posiblemente
perderán valor probatorio pues el Juez al ser garantista de los principios del Debido Proceso, le
corresponde garantizar o proteger que no se violen las garantías constitucionales procesales.
Sin lugar a dudas que de todas las decisiones que el Juez o Tribunal de Garantías
Penales debe adoptar, la más importante es la sentencia, por las condiciones sociales que lleva
aparejada. La sentencia, es una manifestación de voluntad, pero no solo manifiesta la voluntad
del Tribunal de Garantías Penales, sino la voluntad del Estado, encerrada en la Ley y
materializada en ella.
Razón por la cual es necesario tener presente que la prueba, marca el grado de evolución
en la investigación procesal, pues entre más tecnificada esté la investigación fiscal, mayor será
el grado de confiabilidad en la prueba.
62
en implementar de manera adecuada la carga de la prueba, traducida en el inter lógico de
recabar los vestigios en la escena del delito, custodiarlos hasta ingresarlos en el Laboratorio de
Criminalística, para que en adelante vayan madurando de acuerdo a cada etapa procesal.
La materia penal está concebida para determinar si las conductas humanas son punibles,
en cuyo caso el Estado tiene privativamente la obligación de sancionar.
Desde esta perspectiva el Derecho Penal es muy amplio, cada vez se ha modernizado
con la incorporación de nuevas materias especializadas, pero por sobre todo basado en una
constante evaluación del progreso de la sociedad, va actualizando la normativa que garantiza esa
armonía, así periódicamente aparece una nueva tipificación sancionando novedosas formas de
comportamiento, pero también se van despenalizando otras conductas que han pasado a ser
socialmente toleradas.
63
La circunstancia de que se encuentre bien redactada la tipicidad de las conductas
humanas, no garantiza que en la realidad las conductas punibles se acomoden o se adecuen
fácilmente a la norma, por el contrario el hecho de subsumir una conducta al supuesto
normativo, es un proceso que cada vez es exigente de energía científica, encarrilada por un rigor
legal reconocido en todas las sociedades como procedimiento penal; también forma parte del
derecho penal , la preocupación sobre la condena y las maneras de controlar el cumplimiento de
la pena, regulado en el Ecuador con el Código de Ejecución de Penas, en fin el amplio campo
del derecho penal tiene varias acciones, una de las cuales se preocupa del proceso demostrativo
de la verdad.
Dilucidar qué sucedió en la realidad y qué debe ser demostrado en el proceso penal, es
posible mediante la prueba, para que el Tribunal de Garantías Penales califique jurídicamente el
hecho y la responsabilidad de los que intervinieron en el mismo, la prueba intenta representar en
la forma más ajustada a la realidad, todos y cada una de las circunstancias de los actos que
dieron vida a la infracción.
La prueba es el factor básico sobre el que gravita todo el procedimiento, de ella depende
cumplir con el último fin que es encontrar la verdad.
64
los Jueces de Garantías Penales y las investigaciones y pericias practicadas durante la
instrucción, que pueden alcanzar el valor de pruebas una vez que sean practicadas y valoradas
en la etapa del juicio.
2.2.3.1. DEFINICIÓN
En tal virtud, nace la necesidad y hasta la obligación ética de investigar los indicios que
permitan demostrar la existencia del delito y la culpabilidad del infractor.
65
preventiva o la prisión preventiva caen como un rayo. Allí surge la actividad dirigida al
encuentro de los primeros elementos probatorios de la defensa.
Generalmente la prueba de cargo o de descargo no cae del cielo, deben ser buscadas y
encontradas, con la condición de que trabaje con la verdad y para la verdad.
La actividad probatoria es uno de los aspectos más importantes del concepto general de
la prueba. Cuando el representante de la Fiscalía General del Estado, el acusador particular, el
defensor de oficio y el procesado solicitan un testimonio o presentan en el proceso un
instrumento público, realizan una actividad probatoria.
La prueba tiene medios para hacerse presente ante el Tribunal de Garantías Penales en
el proceso: el testimonio, el reconocimiento pericial, el documento. La prueba debe tener un
propósito y, en efecto, lo tiene. Es necesaria la certeza del Tribunal de Garantías Penales para
condenar, pues no basta la duda, esto es, la falta o insuficiencia de prueba, para absolver.
Pero tratándose del propósito de la prueba lo que se exige es la certeza que el juzgador
debe tener sobre la verdad de un hecho y sobre la culpabilidad del justiciable. De allí el cuidado
66
que debe tener el Tribunal de Garantías Penales no sólo al practicar el medio de prueba sino,
fundamentalmente, al hacer la valoración del mismo.
Según este autor el propósito de la prueba dentro del proceso penal es obtener la verdad
para que el Tribunal de Garantías Penales tenga la certeza que le permita sentenciar conforme a
esa verdad, esto es, a la verdad obtenida en el proceso que, como se comprende, no siempre es
la verdad histórica, real.
Son necesariamente relativas en sentido general, sin excluir los axiomas y las
demás cosas evidentes, ya que sólo se pueden percibir mediante nuestros sentidos,
que tienen un poder limitado y falible. Pero esto no quita que, a los fines
procesales, deba valer la verdad que resulta comprobada utilizando los medios de
que disponemos, toda vez que con el proceso se persigue un fin esencialmente
práctico y social, y no metafísico. (p. 63).
Las pruebas son hechos presentes sobre los cuales se construye la probabilidad de la
existencia o inexistencia de un hecho pasado; la certeza se resuelve, en rigor, en una máxima
probabilidad. Un juicio sin pruebas no se puede pronunciar; un proceso no se puede hacer sin
pruebas. El valor de la prueba consiste, por tanto, en su idoneidad para establecer, según las
leyes de la naturaleza, la existencia del hecho a probar.
Es la prueba, el camino o la vía por la que llega la certeza hasta el juzgador, lo que le
permite tomar la decisión que esté de acuerdo con lo que los medios de prueba le hicieron
conocer.
67
El proceso penal en general y la actividad probatoria en particular tiene como finalidad
la verdad, aunque ésta sea considerada como un “ideal”.
Los problemas que se relacionan con el conocimiento del mundo, quedan vinculados
con aquellos que tratan con la transformación revolucionaria del saber. Los fenómenos
psíquicos como cualesquiera otros que se producen en la naturaleza, están entrelazados con la
existencia misma de la realidad.
Solo a través de la palabra oral o escrita se permiten fijar los resultados del
conocimiento, de tal suerte que los actos rompen su individualidad y se lleva efecto el proceso
histórico del saber y por ende el proceso histórico del derecho, del entendimiento de la prueba
penal y su valoración dentro del juicio.
La prueba dentro del ámbito procesal es un reflejo del mundo, durante la historia, dos
son las corrientes básicas que han surgido para la aprehensión de la realidad:
68
Aquella que mantiene el idealismo que tiene por base fundamental, que no podemos ir
más allá de las sensaciones, de las percepciones y de los pensamientos, no podemos llegar a la
esfera de las cosas, y estas percepciones, etc., son la fuente de la comprensión.
Para inferir los mecanismos de la prueba penal, tenemos que tomarlos como prácticas
sociales, sin esta interpretación es imposible comprenderla.
Debemos tener bien claro, para el fin que perseguimos, el entender, que las prácticas
sociales pueden y de hecho llegan a engendrar dominios de saber que no solo hacen aparecer
nuevos objetos, nuevos conceptos, nuevas técnicas. Basta decir que el sujeto del conocimiento
posee una historia, y que la verdad misma tiene su propia historia, lo que nos interesa para el
estudio que se realiza es aproximarnos a ella con la mayor objetividad posible.
69
El hombre del siglo XIX, nace de una forma especial de la individualidad, ya sea que se
encuentre fuera o dentro de la norma jurídica, estas prácticas sociales controlan y vigilan al
hombre, esto no solo imprimió su marca en el sujeto social, sino que hizo nacer el nuevo sujeto
del conocimiento.
Partamos del principio, que la literatura, el discurso oral o escrito engendra como
parámetros de conocimiento no solo el saber lingüístico, sino ciertos juegos sociales, juegos de
acción y reacción.
La cual reformula al sujeto social que busca la verdad y lo convierte en un sujeto que se
constituye en el interior mismo de la historia y que se funda y se vuelve a refundir por y para la
historia.
Muchos han hablado de dos tipos de verdad, la que produce la historia interna que es
aquella que se consigna bajo sus propios principios, otra es aquella que se efectúa a través de
juegos sociales, donde interviene la subjetividad, el tipo de saber y en ella se verifica un tipo
exterior de la verdad.
Las prácticas jurídicas, que son aquellas en que los hombres median los daños y las
responsabilidades; se dio en Occidente a través de la manera en que podían ser juzgados los
hombres, tomando en consideración para ello los errores cometidos, las formas mediante las
cuales se les imponía las reparaciones de sus acciones y el castigo que debían recibir por otras,
todas esas reglas se modifican en la historia constantemente.
Las formas jurídicas, su evolución en el campo del derecho penal, dan origen a un
sinnúmero de acciones de verdad y la práctica de la verdad se explica por medio de la práctica
del derecho penal.
70
Es un hecho notorio que los hombres en un principio se relacionan con la sociedad por
medio o a través de un poder arbitrario y violento, y para comprender la verdad penal
necesariamente tenemos que acércanos al pensamiento de uno de los grandes filósofos de fines
del siglo pasado Federico Nietsche (2001), quien nos dice:
Para saber qué es, para conocerlo realmente, para aprenderlo realmente; en su
raíz, en su fabricación debemos aproximarnos al conocimiento, no como filósofos,
sino como políticos, debemos comprender cuáles son las relaciones de lucha y de
poder, cómo las cosas entre sí se oponen en la mente, cómo se odian entre sí los
hombres, luchan, procuran dominarse unos a otros, quienes ejercen relaciones de
poder sobre todo unos sobre otros. (p. 32).
En el antiguo derecho germánico, que era el que reglamentaba los litigios planteados
entre individuos, cuando entra en contacto con el Imperio Romano, sufre una transformación y
se asemeja al derecho griego arcaico. En el Derecho Germánico no existía el sistema de prueba
del interrogatorio, ya que los litigios se los liberaba por medios diferentes de prueba.
No hay acción pública, no hay nadie que represente a la sociedad, a un sector, al poder,
a quién lo detenta, las acciones contra los individuos la toma la colectividad;
Para que exista proceso penal, es necesario el daño, que alguna o algunas personas
afirmen el haberlo sufrido, se presenten como víctimas e identifiquen al adversario;
La víctima podía ser la persona directamente ofendida o alguien de la familia que asuma
la defensa del pariente;
La acción penal era un duelo entre familias e individuos sin ninguna intervención del
Estado, la relación iba de un individuo a otro, el que se defiende y el que acusa.
71
Se dan dos excepciones a esta regla donde existía acción penal pública, la traición y la
homosexualidad.
El derecho penal germánico, no hace una distinción cabal entre la situación de guerra
bélica y la situación de guerra jurídica, en ambos casos prima el sentimiento de la venganza
como hito primordial, de tal manera que este tipo de derecho es una manera reglamentada de
hacer la guerra;
Vale concluir que en el Derecho Germánico los conflictos y los litigios se resolvían por
la lucha y por la transacción económica. Como hemos señalado en este aspecto no intervenía un
tercero, es decir, un elemento neutro que busque la verdad para por medio de la prueba, ya sea
por la indagación o la investigación, llegar a la verdad procesal. Todo lo anotado sucedió en el
Derecho antes de la invasión del Imperio Romano.
Se debe indicar que casi siempre sobre las ruinas del Imperio Romano nace una nueva
estructura estatal, el Derecho del Estado surge con mayor fuerza; en los reinos merovingios en
la época del Imperio Carolingio el Derecho Romano se impuso al Derecho Germánico. En
cuanto a la valoración de la prueba se debe destacar que en los albores de la humanidad, el
hombre no podía interpretar científicamente los fenómenos físicos que ocurrían en su mundo
exterior.
72
En las ordalías se sometía al supuesto infractor a determinados padecimientos físicos,
por ejemplo: se lo obligaba a introducir la mano en un recipiente de agua caliente, si resistía la
prueba era porque Dios, desde lo alto de los cielos, había atestiguado a su favor y procedía la
absolución, si el infeliz se quemaba, era porque Dios había declarado en su contra y era arrojado
definitivamente a la hoguera.
2.2.3.3. CARACTERÍSTICAS
Art. 86.- Apreciación de la prueba.- Toda prueba será apreciada por el juez o
tribunal conforme a las reglas de la sana crítica.
73
Art. 309.- Numeral 2.-…La enunciación de las pruebas practicadas y la relación
precisa y circunstanciada del hecho punible y de los actos del acusado que el
tribunal estime probados.
2.2.3.4. IMPORTANCIA
Si los jueces no tienen más que un acta que registra la declaración prestada por el testigo
unilateralmente ante el fiscal semanas o meses antes; entonces los jueces no tienen cómo saber
si la persona estaba en ese momento diciendo o no la verdad, si lo forzaron o no a declarar, si el
fiscal no le fue dictando la declaración, si no fue el policía escogiendo las palabras y alertando
las que el propio declarante había elegido.
Más aún si recordamos que, el Código de Procedimiento Penal, dispone que toda
“acción” preprocesal o procesal que vulnere garantías constitucionales carece de eficacia
probatoria alguna.
74
Se asegura a las personas el acceso a los órganos judiciales, y la obtención de parte de
ellos, la tutela efectiva de sus derechos en condiciones de imparcialidad.
En la medida en que ello ocurre, los jueces no sólo se van involucrando en las tareas
propias de las partes: investigación, producción de prueba y sostenimiento de la acción, sino que
lo hacen con frecuencia desde el antiguo paradigma cultural del sistema inquisitivo, que
conocen a la perfección y en el cual han desarrollado toda su carrera.
Sólo esta dinámica es capaz de movilizar a los actores de manera que eleven la calidad
del proceso en su conjunto; las partes sabrán que deben llegar a las audiencias con casos
profesionalmente preparados y los jueces sabrán que deben estar completamente atentos a la
información que, se está produciendo en ellas, preparados para tomar decisiones al respecto.
75
Los presupuestos de los hechos controvertidos en el proceso que determinan una
convicción formal, vale decir la ritualidad jurídica que debe cumplir el medio de prueba, de tal
suerte que es prudente llamar a este sistema como el de la tarifa legal de las pruebas.
La tarifa legal puede ser total o parcial; la ley le puede entregar al juzgador cierta
libertad para apreciar la prueba, tal el caso de la prueba testimonial o pericial; cuando esta
libertad no se entrega al juzgador hablamos de tarifa legal total.
Florián lo toma no como coerción a la conciencia del Juez, sino, como defensa del
acusado al “libre albedrío” del juez que como hemos señalado llegaba realmente a un sistema de
barbarie.
Los tratadistas que defendían este sistema decían que el legislador funda su valoración
en un criterio de uniformidad y de normalidad.
76
Entre las ventajas de este sistema legal, podemos anotar:
Permite las sentencias uniformes, toda vez que se da la manera en que debe ser operada la
prueba.
Las partes saben cómo debe actuar la prueba penal sea válida o en su beneficio.
Es de anotar que la tarifa legal trajo un adelanto en la valoración de la prueba y por ende
en la administración de justicia sobre todo ante el proceso penal notable que trajo la Revolución
Francesa.
77
No creemos acertada la afirmación de Carnelutti, de que se satisface la necesidad de
certeza, aun cuando para ello se sacrifique la necesidad de justicia, si el proceso no conduce a la
justicia tampoco puede haber garantía de certeza.
Con frecuencia declara como si fuera verdad un hecho que es una simple apariencia,
alejándose de la verdad objetiva y situando el fallo en contra de la justicia.
Divorcio entre la justicia y la sentencia, por lo que se ataca al proceso ya que en aquella
verdad formal no es necesariamente la verdad material lo que atenta contra la justicia
distributiva.
En el caso se daba mucho valor a los testigos y se obraba a través de jurados para los
delitos con prueba tasada, pero de una manera que semejaba aún más retraso legal cuando las
pruebas pasaban a deliberarse en el jurado, el juez estaba en la obligación de señalarles.
78
exceso de señalar por anticipado la clase y el número de pruebas que se requerían para condenar
y absolver.
La declaración del hombre generaba mayor valor probatorio que el de la mujer, la del
noble que la del plebeyo, la del militar que la del civil, la del religioso que la del civil. La ley
determinaba el número de testigos que se requerían para que se considere jurídicamente probado
un hecho cualquiera, por lo cual Napoleón afirmó que el testimonio de dos bribones podía
condenar a un hombre honrado.
Es decir, el juez podía estar convencido de que el individuo era culpable, pero como
sólo había declarado un testigo en su contra tenía que dictar sentencia absolutoria a su favor. A
la inversa, a pesar de que el juez se hallaba seguro de la inocencia del sindicado, como se habían
reunido las pruebas de cargo que legalmente se requerían para sancionar, tenía que dictar
sentencia condenatoria en su contra. Nuestra legislación civil está todavía llena de ejemplos del
sistema legal de la valoración de la prueba.
En la legislación penal tenemos todavía uno que otro ejemplo. En efecto, el Código de
Procedimiento Penal de 1983 exigía la declaración de dos testigos para comprobar la identidad
del cadáver del occiso. Si solo se contaba con un testigo intachable que en vida hubiera
conocido al fallecido, no se podía probar la identidad del cadáver mediante declaración
testimonial, sino que debíamos recurrir a otros sistemas de identificación, en base de los
documentos que se habían encontrado en los vestidos de la víctima.
Pertinencia.-
79
Oportunidad.-
La prueba debe de ser oportuna, es decir, que debe ser presentada en el momento
adecuado, en el tiempo que ha sido establecido para presentar las pruebas.
Principio de pertinencia.-
En virtud del cual debe existir relación entre el hecho o circunstancia que se quiere
acreditar con el elemento de prueba que se pretende utilizar.
Se refiere este principio a la relevancia que tienen los hechos probados, si estos van a
ser útiles para resolver el caso en particular. Una razón de inutilidad de la prueba es la
superabundancia, es decir, cantidad excesiva de elementos de prueba referidos al mismo hecho.
Principio de legitimidad.-
Tiene que ver con alguna prohibición o impedimento que expresamente declare el
ordenamiento jurídico, procesal, respecto a un medio de prueba. Están prohibidos aquellos
medios de prueba que van contra la dignidad o integridad de las personas, o que se hubieren
obtenido por medios ilícitos o que violente de alguna manera los derechos de alguna de las
partes.
De la misma manera, resulta prioritario señalar las etapas por las cuales transcurre la
prueba dentro del proceso penal:
80
Ofrecimiento.-
Corresponde a las partes ofrecer los medios probatorios a fin de asumir la carga de la
prueba que les corresponde, la carga de probar corresponde a quien afirma hechos que
configuran su pretensión, o a quien los contradice alegando nuevos hechos. Esta facultad se
enmarca dentro del Principio de Defensa Privada, el cual a su vez pertenece al sistema procesal
privatístico, tal como indica Monroy Gálvez.
Admisión y Procedencia.-
Los medios de prueba deben referirse a los hechos y a la costumbre cuando la misma
sustenta la pretensión, esto es, establece el requisito de pertinencia. Sobre la utilidad se entiende
que la prueba debe servir para formar certeza en el juez en tanto acredita un hecho relacionado
con el proceso.
Sobre la idoneidad la doctrina considera que el sistema legal ha previsto que medios
probatorios son adecuados para determinada materia, en consecuencia, se puede afirmar que
todos los medios típicos y atípicos son idóneos, pero en determinadas materias se restringe a
alguno o algunos de ellos.
Actuación.-
La ley establece las formalidades para actuar los medios probatorios, entre los que
tenemos el lugar y tiempo hábiles, el modo, la presencia obligatoria del Juez o del Tribunal de
Garantías Penales. En esta etapa intervienen los denominados agentes del medio de prueba,
quienes manifiestan el hecho a probar, pueden ser las partes, los testigos, peritos.
Valoración.-
Corresponde al Juez de Garantías Penales efectuar esta labor sobre los medios
probatorios en forma conjunta. Encontrándonos ante el tema del presente trabajo, a continuación
se aborda el mismo en forma detallada.
81
Las características de las pruebas son:
Conducencia
Pertinencia y
Utilidad.
Conducencia.-
Es la idoneidad legal que tiene una prueba para demostrar determinado hecho es asunto
de derecho, referente al medio probatorio.
Pertinencia.-
La pertinencia es el hecho que se pretende demostrar con la prueba que tenga una
relación directa con el hecho investigado.
Utilidad.-
Una prueba puede ser conducente y pertinente pero inútil. Una prueba inútil es cuando
sobra por no ser idónea no en sí misma, sino con relación a la utilidad que le deba prestar al
proceso.
82
Porque además, la apreciación probatoria se da desde el momento en que el Tribunal de
Garantías Penales tiene contacto con el medio de prueba, porque desde ese instante se irá
formando su juicio acerca de la credibilidad y la eficacia de cada medio de prueba, para al final
confrontar todas las pruebas receptadas, depurarlas y tomar una decisión, esto es valorarlas en
conjunto para sentenciar en base a la convicción lograda luego de dicha valoración.
Estableciendo que debe considerarse como pruebas y los tipos de objetivos que con
ellas se pretenden. De ahí entonces que al valorar los medios de convicción debe analizarse el
sistema que se sigue, el cual puede ser libre, tasado o mixto. Podemos decir que en el sistema de
libre apreciación de la prueba el Juez no obedece a un criterio legal preestablecido, sino a lo que
dicta su propia estimación; no es la ley quien fija el valor de la prueba, es el juzgador.
Para que la prueba genere los efectos jurídicos pertinentes, debe reunir determinados
principios rectores generales que nos permitimos brevemente enunciar:
Principio de la formalidad.-
Tenemos que respetar los requisitos de forma establecidos en las leyes para la etapa de
producción e introducción de las pruebas con el objeto de evitar la arbitrariedad probatoria y
garantizar una correcta administración de justicia. Por ejemplo, al tratarse de la declaración de
una persona que no sepa el idioma español, el juez debe nombrar y juramentar en la misma
diligencia un intérprete que traduzca las preguntas del juez y las respuestas del declarante, las
mismas que deben escribirse en idioma español.
83
Si no se ha observado dicha formalidad la declaración carece de valor, cuanto más de
conformidad con lo estipulado en la Constitución de la República, el Código de Procedimiento
Penal y en el Código de Procedimiento Civil, solo la prueba debidamente actuada, esto es
aquella que ha sido presentada y practicada de acuerdo con la ley, hace fe en juicio.
Art. 80.- Ineficacia probatoria.- Toda acción pre-procesal o procesal que vulnere
garantías constitucionales carecerá de eficacia probatoria alguna. La ineficacia se
extenderá a todas aquellas pruebas que, de acuerdo con las circunstancias del
caso, no hubiesen podido ser obtenidas sin la violación de tales garantías.
Art. 83.- Legalidad de la prueba.- La prueba sólo tiene valor si ha sido pedida,
ordenada, practicada e incorporada al juicio conforme a las disposiciones de este
Código. No se puede utilizar información obtenida mediante torturas, maltratos,
coacciones, amenazas, engaños o cualquier otro medio que menoscabe la voluntad.
Tampoco se puede utilizar la prueba obtenida mediante procedimientos que
constituyan inducción a la comisión del delito.
Art. 121.- Sólo la prueba debidamente actuada, esto es aquella que se ha pedido,
presentado y practicado de acuerdo con la Ley, hace fe en juicio .
Principio de la pertinencia.-
Por la disposición que trae el Código de Procedimiento Civil, Ley Supletoria del Código
de Procedimiento Penal, las pruebas deben concretarse al asunto que se litiga y a los hechos
84
sometidos a juicio, porque el objeto de la prueba debe relacionarse directa o indirectamente con
el ilícito que se investiga.
Principio de la contradicción
De allí que en la Etapa de Juicio, se practican los actos procesales necesarios para
comprobar conforme a derecho la existencia de la infracción y la responsabilidad del acusado
para, según corresponda, condenarlo o absolverlo.
En los procesos penales toda providencia judicial, inclusive aquellas en las cuales se
ordena la práctica de diligencias probatorias, debe ser notificada a las partes procesales, con lo
cual se garantiza la presencia de los diferentes sujetos procesales en el momento de la
generación de las pruebas.
85
Por lo mismo, aplicando aquel principio constitucional, podríamos decir que todas las
personas tienen el mismo derecho a la actividad probatoria de cargo o de descargo, y más
concretamente, que los diferentes sujetos procesales penales se encuentran en igualdad de
condiciones para probar la culpabilidad del infractor o la inocencia del procesado.
En tal virtud, los jueces no pueden hacer ninguna diferencia en la atención de las
actuaciones probatorias solicitadas por las partes, pues el agente fiscal, el acusador particular, el
procesado y los defensores tienen iguales derechos procesales.
A las partes les concierne el probar los supuestos hechos que solicitan dentro de juicio,
cosa igual sucede dentro de la legislación penal; las partes procesales, esto es el procesado a
través de su defensor, o el de oficio, el Fiscal, y el acusador particular, se hallan en la obligación
de sustentar la prueba que desean que conste en el proceso; tanto más que el dolo en el campo
penal no se presume, por el contrario tiene que ser fehacientemente demostrado.
86
Principio de veracidad
La parte afectada tiene que recurrir en casación para hacer valer sus derechos
probatorios y si bien en esta etapa de impugnación no es dable la revaloración de la prueba,
cuando del fallo se desprende que se han omitido constancias, que son prueba suficiente para
determinar la no responsabilidad o responsabilidad del acusado si es dable que se case la
sentencia y se enmiende el error de derecho cometido, en la medida en que se han violado en la
resolución la ley penal.
87
Principio de unidad de la prueba
Este método se le conoce como analítico, la doctrina y jurisprudencia que como fuentes
auxiliares de la ley penal refuerzan el criterio de que no puede darse valoraciones ontológicas o
extensivas de la prueba.
...Todo ello deviene en una actitud intelectual, consignar los diferentes elementos
probatorios y en mérito a ello llegar a la certeza o a la duda de no ser suficientes
para determinar la comprobación de la infracción y a su o sus responsables.
...Tal obligación legal que impide la desarticulación del acierto probatorio ha sido
la causa de que los talladores de instancia frecuentemente acudan a ese expediente
de la apreciación en concepto para formar su criterio sin atender de modo especial
o preferente a ninguna de las diversas pruebas practicadas. Con tal procedimiento
resulta que su convicción se forma no por el examen aislado de cada probanza
sino por la estimación conjunta. (p. 119).
Principio de publicidad
88
Cabanas García (2002), manifiesta:
Para que la prueba pueda ser asumida al proceso y tenga el carácter de válida debe
necesariamente cumplir con ciertas condiciones que se dan en el tiempo, en el modo y en el
lugar y exenta de sombra, vale decir sin que en ella exista dolo, error, violencia, etc.
Además, la prueba debe provenir de personas o sujetos procesales que estén legitimados
para ello el fiscal, el juez, el acusador particular, etc.
89
Los indicios y presunciones recabadas por la Policía Judicial y el Fiscal, se incorporan a
la Etapa de la Instrucción Fiscal con la finalidad de que el Fiscal pueda presentar su acusación o
abstenerse de ella, si la Policía Judicial, continúa recabando información después de iniciada la
Instrucción, sin orden del fiscal; estos indicios no se pueden tener en cuenta en la Instrucción,
porque no son practicadas por un sujeto legitimado para ello, siendo nulos en virtud del derecho
procesal penal.
Muchos tratadistas sostienen que los medios de prueba en esta materia deben estar
taxativamente enumerados en la ley, así Conso (2002), sostiene:
Las normas sobre las pruebas penales son normas de garantía, por lo cual toda su
disciplina deberá ser considerada como un instrumento de defensa para el
imputado. (p. 225).
...El fiscal debe tener gran imaginación para descubrir cuál es la fuente de la
prueba y probarla. (pp. 222 - 223).
90
Principio de licitud de la prueba
Al respecto diremos:
En materia penal la carga probatoria, recae en las partes procesales; en materia civil, la
carga de la prueba se fundamenta principalmente por el actor.
De la íntima convicción
91
su íntima convicción. Además, el juez quedó exento de la obligación de explicar la forma como
llegó a ese convencimiento y libre de toda responsabilidad por su sentencia.
Una norma del Código de Procedimiento Penal anterior, que fue derogada cuando se
eliminaron los Tribunales del Crimen, daba un claro ejemplo de la valoración de la prueba
basada en la íntima convicción del juzgador, cuando disponía que:
De la sana crítica
Refiriéndose a la tarifa legal debemos clarificar que de manera alguna significa una
teoría mixta de valoración de la prueba.
92
El uruguayo, Eduardo Couture establece en su libro “Fundamentos del Derecho
Procesal”, dos tipos de prueba: prueba legal y prueba de libre convicción.
A las primeras las define como aquellas que la ley señala por anticipado y lo hace al
juez en la medida del grado de convicción que deberá dar a determinado grado de prueba, al
principio se le dio a ésta un carácter clasista; así el hidalgo debía ser creído más que el villano,
ya que el pobre puede mentir por codicia, el varón más que la mujer, etc.; luego se estableció
que dos testigos idóneos hacen prueba plena, prevalecen los de mayor fama.
Además, dice que las reglas de la sana crítica, son las del libre entendimiento humano,
formado por dos vertientes las reglas de la lógica y las de la experiencia del magistrado,
permitiendo analizar la prueba testimonial, pericial, etc., con la razón y la experiencia adquirida;
esto no quiere decir que el juez pueda razonar como quiera ya que esto sería libre convicción, la
sana crítica no permite sumo grado de abstracción intelectual, sino las que marcan la higiene
mental para dar con la convicción y la certeza. Para ello nos habla de las dos vertientes antes
indicadas.
Nadie dudaría del error lógico de una sentencia de la cual se razona de la siguiente
manera, los testigos declaran que presenciaron el préstamo en monedas de oro,
como las monedas de oro son iguales a las monedas de plata, condeno a devolver el
dinero en monedas de plata. (p. 80).
93
Este fallo atentaría contra el principio de identidad, mediante el cual una cosa es igual a
sí misma.
De estos dos sistemas, Eduardo Couture (1956) saca un tercero que lo llama “libre convicción”.
Según el tratadista uruguayo, la convicción la adquiere el juez, a través del mérito de los
autos, aún a falta de prueba inexistente en la causa, el juez puede declarar probados los hechos
con la mera convicción íntima, se pone de ejemplo el proxenetismo.
En este tipo de sistemas se funde la acción moral del juzgador con la convicción de que
el hecho sucedido se encuentra formado, ya sea para condenar o absolver. La libre convicción
94
en los países, especialmente los europeos, se constriñe a la libertad del juez para apreciar la
prueba, sin que por esto se entienda una actitud arbitraria del juzgador; el sistema se encuentra
gobernado por normas lógicas y no empíricas.
En el sistema real de la libre convicción, Eduardo Couture (1956) señala: “Una forma
de convencimiento libre (convencimiento intuitivo, prueba hallada fuera de autos)”.
El jurado al no tener que motivar el fallo, utiliza el sistema de la libre convicción para
valorar la prueba.
Para Eduardo Couture, el sistema más viable para analizar las constancias probatorias,
es el de la sana crítica, ya que éste no tiene los excesos en los que cae el método de la prueba
tasada y el de la libre convicción; es así como dice:
El sistema de la sana crítica, como lo dice Devis Echandía (1978), en comparación con
la apreciación razonada significa lo mismo, el tratadista citado nos dice:
Este es un sistema de libertad para apreciar las pruebas de acuerdo con la lógica y
las reglas de la experiencia, que según el criterio personal del juez son aplicables
al caso. (p. 31).
De criterio de conciencia
95
Así por ejemplo, la Ley de Creación de Tribunales Especiales, establecía que:
96
inversa, señalando los casos en que no puede darse por convencido (aunque íntimamente lo
esté).
Este sistema trata de limitar el sistema anterior utilizado por la nobleza y sus
mecanismos de arbitrariedad basados en el tormento y la tortura como principales actuaciones
probatorias; por esta razón, en este sistema, los jueces y tribunales establecen ciertos criterios de
evaluación de la actividad probatoria, determinando con precisión en la ley la clase y número de
pruebas necesarias para responsabilizar o absolver al acusado. La propia ley señala el carácter y
valor jurídico que pueden tener las pruebas, también señala la forma en que deben practicarse, el
número y tipo de hechos que se prueban con ellas y su respectivo valor.
97
CAPÍTULO III
3. MARCO METODOLÓGICO
98
3.2. POBLACIÓN Y MUESTRA
Tabla 1: Población
COMPOSICIÓN POBLACIÓN
JUECES DE GARANTÍAS PENALES 10
ABOGADOS EN LIBRE EJERCICIO 45
USUARIOS DE LA ADMINISTRACIÓN DE JUSTICIA 45
TOTAL: 100
Autor: Nelson Iván Borja Urbano
Muestra
N
n= ----------------------------
2 (E) (N - 1) + 1
n= Tamaño de la muestra
N= Tamaño de la población
E= Error máximo admisible
99
3.3. OPERACIONALIZACIÓN DE LAS VARIABLES
100
3.4. TÉCNICAS E INSTRUMENTOS DE RECOLECCIÓN DE DATOS
Por la naturaleza de la presente investigación las técnicas a utilizarse son las siguientes:
Técnica de gabinete:
Fichas bibliográficas:
Son tarjetas, que poseen medidas estándar, sirven para identificar, las fuentes de
información bibliográfica.
Fichas nemotécnicas:
Son tarjetas, que poseen medidas estándar, en ella se registra la información obtenida de
la lectura.
Fichas hemerográficas:
Son tarjetas, que poseen medidas estándar, en ella se registra la información obtenida de
la investigación de revistas, periódicos y demás publicaciones.
Técnica de campo:
Sirve para verificar los hechos o fenómenos que se producen, dentro del campo de
acción. Las Técnicas de Campo, más importantes son:
Observación:
Es una técnica dedicada a ver y oír los hechos o fenómenos que se desean estudiar. En
mi trabajo emplearé esta técnica, al observar de manera científica la sociedad para analizarla y
comprenderla.
101
Entrevista:
Encuesta:
Instrumentos de la investigación
Las actividades que se realizaran tienen un gran nivel de confiabilidad ya que las
mismas están destinadas a recolectar información en las personas conocedoras del tema.
102
Los tipos de procesamiento que existen, son los siguientes:
Proceso Manual: Este es el proceso más antiguo e involucra el uso de los recursos
humanos, tales como realizar cálculos mentales, registrar datos con lápiz y papel,
ordenar y clasificar manualmente. Esto da como resultado un proceso lento y expuesto a
generar errores a lo largo de todas las etapas o actividades del ciclo de procesamiento.
Finalmente los resultados se expresan de manera escrita, creando grandes volúmenes de
información escrita almacenada. Como ejemplo podemos tener la evaluación académica
en un colegio, en donde el profesor registra en forma manual, a lapicero, las notas de
evaluación de los alumnos en una tabla llamada registro, para luego obtener los
promedios mediante cálculos aritméticos manuales, quedando toda esta información
almacenada en su registro.
103
casa, ver recetas de cocina y otros. En el trabajo, donde gracias a la PC (Computadora
Personal) permite la redacción de documentos y en la recreación, con el uso de los
video juegos, bingos y otros.
Análisis de datos
Con los datos indexados podemos hacer análisis de correlación de diferentes tipos. La
correlación entre dos o más variables expresa la extensión en que una incide en la otra
intersección, la intersección de ambas, su grado de asociación. Pero no indica si a partir de los
valores de una de ellas podemos predecir los valores de la otra, esto se consigue mediante el
coeficiente de regresión que indica si la correlación entre variables es tal que a partir de una
podemos calcular los valores de otra. Todo esto lo podemos realizar con medidas de la
estadística no paramétrica no pueden ser calculadas.
A partir del Análisis de Correlación se puede trabajar con distintos modelos de análisis
multivariable:
104
Análisis de los datos de encuesta.-
El análisis de los datos de la encuesta, como cualquier otro tipo de datos de interés
científico, ha de guardar relación con el problema de conocimiento que se trata de esclarecer y
con la métrica de la información empírica que se tiene entre manos, es decir lo primero que se
debe realizar en una encuesta no es ver que dicen los datos sino que dicen en relación con el
problema que se plantea y las hipótesis que uno se había planteado previamente.
Análisis de Contenido.-
105
CAPÍTULO IV
4.1. ENTREVISTA
Claro que sí, es en base a la prueba penal que se sustenta la existencia real e innegable
del delito y la responsabilidad penal del sospechoso. De hecho, es el medio a través del cual se
llega a determinar qué tipo de delito se está persiguiendo. Así por ejemplo, si en la escena del
crimen se encuentra un cadáver degollado, se infiere por los indicios encontrados que se puede
tratar de un homicidio o de un asesinato. Será pues tarea del acusador demostrar mediante ésta
el referido crimen y/o labor del defensor desechar la noticia criminis por intermedio de las
evidencias.
Bien se podría decir que no, porque nuestra legislación procesal penal, en este punto ha
sido bastante cuidadosa, desde mi punto de vista el Debido Proceso Penal, asegura a las partes
que las pruebas sean practicadas y pedidas adecuadamente dentro del juicio penal, cuidando
obviamente el principio de contradicción. Sin embargo, el blanco y negro de la ley procesal
106
penal, difícilmente logra aflorar en la práctica. No solo por la falta de tecnicidad con la cual se
receptan las evidencias en la escena del crimen, hay también graves falencias en cuanto a la
custodia de la evidencia, de este modo la evolución procesal de la prueba en el litigio penal, deja
mucho que desear. A pesar de que la intención del legislador era la depuración de la prueba a
través de una evolución procesal que impida todo tipo de adulteración y/o arbitrariedad,
haciendo que ésta se presente al proceso penal en un inicio como evidencia, elemento de juicio
o indicio, en la Indagación Previa, Instrucción Fiscal y en la Etapa Intermedia, para
posteriormente configurarse en prueba plena sea material, documental o testimonial. El día a
día, me lleva a asegurar que rara vez la referida evolución procesal es posible. La sobrecarga de
trabajo tanto para Agentes Fiscales como para los Jueces de lo Penal impide un estudio
profundo de cada causa. Tan saturada está la actividad procesal penal, que a la Policía Técnica
Judicial, le significa gran trabajo trasladarse a la escena del crimen. Lo dicho, se torna más
abrumador cuando constatamos que generalmente en la Indagación Previa y en la Instrucción
Fiscal el indagado, generalmente no cuenta con una óptima asesoría judicial, lo que limita su
defensa.
107
declaración de una persona idónea que, llamada a juicio; dice lo que sabe sobre los hechos que
se indagan y de cuya demostración depende la decisión de la causa.
108
4.2. ENCUESTAS
En cuanto a las preguntas debemos manifestar que pueden ser de tres clases: abiertas,
cerradas y de opción múltiple. Siendo las más propicias para una tabulación eficiente las
cerradas.
En cuanto al universo este debe reunir ciertas características que nos permitan viabilizar
y englobar la opinión ciudadana. Debido a que el tema – problema que estamos desarrollando se
trata de un asunto netamente jurídico requerimos que los encuestados tengan cierto nivel de
escolaridad o que por su profesión u ocupación estén relacionados con el mundo jurídico, de
manera directa o indirecta.
109
CUESTIONARIO
INSTRUCCIONES:
BANCO DE PREGUNTAS:
1. Considera Usted, que la prueba penal es válida dentro del juicio penal si observa las
reglas del Debido Proceso:
3. Considera Usted, que la prueba en materia penal, es esencial para dilucidar la existencia
del delito y la responsabilidad del sospechoso:
110
5. La prueba, de acuerdo a su apreciación, se mantiene libre de vicios en la tramitación del
proceso penal:
10. La actividad probatoria incide en la actual estructura estatal del Ecuador, hoy
Constitucional de Derechos y Justicia Social:
111
4.3. FORMULARIOS
FORMULARIO NRO. 1
Pregunta Nro. 1.- Considera Usted, que la prueba penal es válida dentro del juicio penal si
observa las reglas del Debido Proceso:
Tabla 3
NO 89 90%
TOTAL 99 100%
Gráfico 1
90%
El 10% de los encuestados SI consideran que la prueba penal es válida dentro del juicio penal si
observa las reglas del Debido Proceso, porque empata con los preceptos básicos del Estado
Constitucional de Derechos y Justicia Social. En cambio el 90% de los encuestados establece
que NO consideran que la prueba penal es válida dentro del juicio penal; puesto que
actualmente no se observa las reglas del Debido Proceso, lo cual llama poderosamente la
atención, si consideramos que el garantismo neoconstitucional se encuentra ampliamente
reconocido dentro de la Constitución de la República del Ecuador 2008.
112
FORMULARIO NRO. 2
Pregunta Nro. 2.- En la tramitación de las causas penales, según su parecer se respetan los
lineamientos del Debido Proceso al momento de practicarse la prueba penal:
Tabla 4
Gráfico 2
SI NO
18%
82%
113
FORMULARIO NRO. 3
Pregunta Nro. 3.- Considera Usted, que la prueba en materia penal, es esencial para dilucidar la
existencia del delito y la responsabilidad del sospechoso:
Tabla 5
NO 96 97%
TOTAL 99 100%
Gráfico 3
SI NO
3%
97%
114
FORMULARIO NRO. 4
Pregunta Nro. 4.- La Policía Judicial, a su criterio, recoge, recepta y conserva la evidencia del
acto injusto:
Tabla 6
SI 45 45%
NO 54 55%
TOTAL 99 100%
Gráfico 4
SI NO
45%
55%
El 45% de los encuestados establecen que la Policía Judicial, SI recoge, recepta y conserva la
evidencia del acto injusto, razón por la cual, se puede decir que en la actualidad existe un
cambio notorio. En cambio el 55% de los encuestados restantes establecen que la Policía
Judicial, NO recoge, recepta y conserva la evidencia del acto injusto, porque su falta de
preparación y limitaciones logísticas, como escasos recursos, limitan enormemente su gestión
como investigadores.
115
FORMULARIO NRO. 5
Tabla 7
NO 69 70%
TOTAL 99 100%
Gráfico 5
SI NO
30%
70%
116
FORMULARIO NRO. 6
Tabla 8
Gráfico 6
SI NO
23%
77%
El 23% de los encuestados establecen que SI se puede confiar en la Policía Judicial, la custodia
de la evidencia, debido a la creación de los actuales Laboratorio de Criminalística. En cambio,
el 77% de los encuestados manifiestan que NO se puede confiar en la Policía Judicial, la
custodia de la evidencia, porque no están capacitados de manera apropiada.
117
FORMULARIO NRO. 7
Pregunta Nro. 7.- Considera Usted, que el Fiscal trabaja coordinadamente con la Policía
Judicial, en la recolección de la evidencia:
Tabla 9
SI 25 25%
NO 74 75%
TOTAL 99 100%
Gráfico 7
SI NO
25%
75%
118
FORMULARIO NRO. 8
Tabla 10
NO 81 82%
TOTAL 99 100%
Gráfico 8
SI NO
18%
82%
119
FORMULARIO NRO. 9
Pregunta Nro. 9.- Se podría considerar al Tribunal de Garantías Penales como los encargados
de judicializar la prueba:
Tabla 11
Gráfico 9
SI NO
6%
94%
120
FORMULARIO NRO. 10
Pregunta Nro. 10.- La actividad probatoria incide en la actual estructura estatal del Ecuador,
hoy Constitucional de Derechos y Justicia Social:
Tabla 12
NO 88 89%
TOTAL 99 100%
Gráfico 10
SI NO
11%
89%
121
Conclusión.-
122
CAPÍTULO V
5. PROPUESTA
5.1. TÍTULO
5.2. JUSTIFICACIÓN
Desde el inicio del proceso penal, cuando la prueba comienza hacer edificada, el Fiscal
y los Policías Judiciales, equivocadamente, estructuran la investigación del crimen, puesto que
no recogen los vestigios de la escena del delito con la tecnicidad requerida. Es más abundan en
errores, hoy, inadmisibles, cuya incidencia afecta en la judicialización de la prueba ante el
Tribunal de Garantías Penales. Lo lamentable es que tales errores son sostenidos de manera
errada por los peritos que se presentan en la Audiencia de juicio.
A lo que se debe sumar el sistema de valoración de la prueba, la sana crítica, que como
lo referimos, deja la puerta abierta a toda clase de arbitrariedad, porque los operadores de
123
justicia abusando del mismo, acomodan a su gusto y antojo la verdad para sentenciar de manera
parcializada.
5.3. OBJETIVOS
5.4. BENEFICIARIOS
5.5. FACTIBILIDAD
124
5.6. CRONOGRAMA DE ACTIVIDADES
No.
A CTIVIDADES JUNIO
3 4 1
JULIO
2 3 4 1
AGOTO
2 3 4
5.7. PRESUPUESTO
MATERIALES COSTO
Materiales de oficina $ 300,00
Alquiler de equipos $ 150,00
Transporte $ 100,00
Gastos varios $ 400,00
TOTAL $ 950,00
Elaborado por: Nelson Iván Borja Urbano
125
5.8. PROPUESTA
CONSIDERANDO:
Que, la Constitución, en el inciso primero del artículo 424, señala que es la norma
suprema y prevalece sobre cualquier otra del ordenamiento jurídico, y por lo
tanto, las normas y los actos del poder público deben mantener conformidad con
las disposiciones constitucionales, caso contrario carecerán de eficacia jurídica.
Que, el literal b), del numeral 3, del artículo 66 de la Constitución de la República del
Ecuador reconoce y garantiza a las personas una vida libre de violencia en el
ámbito público y privado. El Estado adoptará las medidas necesarias para
prevenir, eliminar y sancionar toda forma de violencia.
126
se adopten mecanismos para una reparación integral que incluya el
conocimiento de la verdad, restitución, indemnizaciones, rehabilitación,
garantía de no repetición, y satisfacción del derecho violado.
Art. … .- La investigación de las acciones públicas serán llevadas a cabo por la Policía
Judicial de manera independiente y autónoma, sin ningún tipo de subordinación con la Fiscalía
General del Estado.
Art. … .- La Policía Judicial será el único ente investigativo, imparcial. Sus miembros
comparecerán a juicio a explicar de manera oral, cómo técnica y científicamente recogieron las
evidencias de la escena del delito y cómo mantuvieron la cadena de custodia.
127
Art. … .- La valoración de la prueba se realizará en la Audiencia de Juzgamiento, de
manera técnica y con sustento científico.
Art. … .- Queda prohibida la valoración de la sana crítica. Se debe justificar el por qué
de cada prueba en la sentencia.
128
CONCLUSIONES
Aun cuando nuestro Derecho Procesal Penal se ha revestido de las llamadas garantías
constitucionales del Debido Proceso y otros principios del Derecho Universal; en la práctica no
se palpan los cambios enarbolados en el nuevo Código de Procedimiento Penal;
lamentablemente y a pesar de las aspiraciones de todos los que de una u otra manera nos
encontramos inmersos dentro de la Administración de Justicia, observamos día a día, con sumo
desaliento cómo la Constitución Política y la Ley Adjetiva Penal se convierten en letra muerta.
Es triste admitir que el actual sistema Acusatorio presenta los mismos vicios procesales
del anterior sistema Inquisitivo, sobre todo dentro del forjamiento de la prueba en materia penal.
En el anterior sistema la prueba penal era indagada, constituida y practicada por el Juez
de lo Penal, como actor principal del proceso, sin que hubiera mayor injerencia de las otras
partes procesales.
Dentro del proceso penal, los roles procesales son confundidos de manera preocupante,
el Fiscal, en la gran mayoría de los casos no se ocupa de indagar y custodiar los indicios y
elementos de convicción que en la Etapa de Juicio alcanzaran el grado de prueba.
Rara vez emprende con seriedad su rol de investigador, sin embargo, cuando ello ocurre
“almacena” de manera negligente los elementos y vestigios recabados, es decir, no custodia la
prueba, más bien la abandona a su suerte.
En cuanto al Juez Penal, garantista por excelencia del Debido Proceso, casi siempre mal
entiende su rol y se limita a transcribir textualmente el Dictamen Acusatorio del Fiscal. Lo que
es más grave, dentro de la Etapa de Juzgamiento.
129
Como lo sostuvimos en líneas anteriores, las taras del ayer hoy rigen más que nunca, al
igual que en el sistema Inquisitivo en el sistema Acusatorio siguen siendo los auxiliares
judiciales quienes recogen versiones sin el acompañamiento del Fiscal, lo que da cabida a un sin
número de irregularidades.
130
RECOMENDACIONES
Considero que la Administración de Justicia está desgastada no como poder estatal, sino
más bien como un conjunto de personas que por ambiciones personales la corrompieron a grado
sumo, provocando que la ciudadanía en general pierda su credibilidad en ella.
Se debe hacer hincapié en el hecho cierto de que las partes procesales por
desconocimiento o por intereses personales, confunden sus roles legales. Para evitar estas taras
que tanto daño le hacen a la administración de justicia, considero necesario implantar dentro de
la Función Judicial exámenes a la excelencia, mediante los cuales se pueda calificar y controlar
el actuar particular de cada parte procesal, incluyendo a los Profesionales del Derecho en el libre
ejercicio sobre la base de esas calificaciones se consideraría prudente mantener en funciones al
judicial examinado; en cuanto al Abogado en libre ejercicio profesional, tales calificaciones le
servirían de aval para ejercer su profesión.
No creo, por otro lado que imponer un número de casos despachados como una medida
matemática de eficiencia sea lo correcto, pues habrán causas que requieran de más tiempo, y no
por cumplir con una meta numérica se va a desatender o despachar al apuro los procesos
penales.
Aun cuando no soy muy partidario de las reformas legales, ya que comulgo el principio
de que si bien nuestras leyes no son perfectas deben ser respetadas más no reformadas. Para ir a
la par con la tecnología se debería tipificar nuevos medios de prueba que den vitalidad, agilidad
y modernidad al proceso penal.
131
BIBLIOGRAFÍA
Libros:
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27. Mittermaier: (s/f) “Tratado de la Prueba en Materia Criminal”; Pág. 56.
28. Montesquieu: (s/f) “Tratado de la prueba en materia penal”; Edit. C.J.A., Pág. 31.
29. Pagano, Francesco: (1799) “Consideraciones al proceso criminal”; Edt. Nápoles, Págs.
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30. Remedios Morán, Martín: (s/f) “Historia del Derecho Privado, Penal y Procesal”;
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Andino”; Edit. Parlamento Andino, Bogotá – Colombia, Págs. 80 – 149.
35. Zavala Baquerizo, Jorge: (s/f) “Tratado de Derecho Procesal Penal”; Edit. Edino,
Tomo II, Quito – Ecuador, Págs. 5 – 12.
36. Zavala Baquerizo, Jorge: (2004) “Tratado de Derecho Procesal Penal”; Edit. Edino,
Tomo III, Quito – Ecuador, Pág. 32.
134
Cuerpos Legales:
135
Diccionarios:
4. Omeba: (1981) “Diccionario Jurídico”; Edit. Heliniasta S.A., Tomo II, Buenos Aires –
Argentina.
136