Sunteți pe pagina 1din 2

CASTILLO DE NAIPES

En relación al artículo publicado el pasado 22 de septiembre por el ministro de Economía,


Luis Arce Catacora, en el cual ratifica el éxito del Modelo Económico Social Comunitario
Productivo (MESCP) y reitera que los economistas y opinadores “neoliberales” se rehúsan
aceptar los éxitos del gobierno de Morales en materia económica, planteo la siguiente
replica.
Si bien Arce destaca la nacionalización de los hidrocarburos como un pilar fundamental
del MESCP para encaminar la industrialización de la economía nacional a partir de la
inversión pública, los datos del Instituto Nacional de Estadística dan cuenta que entre
los periodos 1988-2005 (Periodo Neoliberal) y 2006-2018 (Periodo MAS) la matriz
económica del país no ha sufrido mayores cambios siendo que los 3 sectores económicos
desagregados que contribuyeron en mayor porcentaje al PIB Real anual promedio
(desestimando el efecto de la inflación) fueron los Servicios de Administración Pública
(10,30% Neoliberal, 10,65% MAS), Comercio (9,33% Neoliberal, 8,87% MAS) y Transporte-
Almacenamiento (9,11% Neoliberal, 9,80% MAS).
En ese contexto el sector industrial manufacturero agregado constituido por 7
subsectores (Alimentos, Bebidas y Tabaco, Textiles Prendas de Vestir y Productos de
Cuero, Madera y Productos de Madera, Productos de Refinación de Petróleo, Productos
de Minerales No Metálicos y Otras Industrias Manufactureras) paso de representar
18,21% del PIB Real anual promedio durante el periodo Neoliberal a 18,69% bajo el periodo
MAS, situación que llama a preguntarse ¿Fueron efectivas las políticas de inversión
pública del MAS? La respuesta es más que obvia.
Manifestar que sin la nacionalización de los hidrocarburos la bonanza (2006-2014) no
hubiera beneficiado de la misma manera las arcas del Estado es una falacia en sentido
que los recursos por Coparticipación Tributaria (220.681 millones de bolivianos)
superaron las rentas percibidas por la explotación de los hidrocarburos traducidos en
IDH (78.637millones de bolivianos) y Regalías Departamentales (44.233 millones de
bolivianos) que ascendieron a un total de 122.870 millones de bolivianos; valga aclarar
que la ley de Hidrocarburos (IDH) fue promulgada en 2005 por Hormando Vaca Diez en su
calidad de presidente del Senado, entre tanto la ley de Regalías Departamentales en su
esencia fue promulgada por el TCNL. Germán Busch allá por 1938.
Aun así, la política de distribución de los recursos fiscales entre el Nivel Central
(compuesta por Presidencia, Vicepresidencia, 20 ministerios, 44 firmas públicas) y las
Entidades Territoriales (compuestas por 9 Gobernaciones, 339 Municipalidades,
1
9
Universidades Públicas, 35 Gobiernos Indígenas Originarios Campesinos ) mantuvo un
esquema marcado por el Centralismo contradictorio al sistema autonómico en teoría
vigente, mismo que concentró 62% de los Recursos provenientes de la Coparticipación
Tributaria e Hidrocarburos para el Nivel Central frente al 38% en favor de las Entidades
Territoriales.
El Centralismo Neoliberal dejó para el año 2005 un esquema en el que las regiones del
Eje (Santa Cruz, La Paz y Cochabamba) representaban el 70,58% del PIB Real Nacional
1Gonzalo Vargas, Viceministro de Autonomías “Este año se prevé consolidar 19 autonomías indígenas en el
país”, Publicado en: 6 de enero de 2016, Página Siete.
(26.030 millones de bolivianos) mientras que las regiones de la Periferia (Tarija, Potosí,
Oruro, Chuquisaca, Beni y Pando) en conjunto contribuían tan solo con un 29,42%. Para el
año 2017 este esquema se ratificaría siguiendo la misma lógica con un Eje Central
consolidado en un 72,19% y una Periferia reducida al 27,81% respecto al PIB Real (46.235
millones de bolivianos).
Finalmente, Arce mantiene un convencimiento próximo a la fe ciega en relación al
mercado interno en Bolivia, sostiene la importancia del rol dinamizador de la demanda
es capaz de absorber los volúmenes de producción ofertados por las grandes, medianas,
pequeñas y microempresas de manera sostenible. La realidad da cuenta que desde finales
del 2013 el PIB Real empieza una caída en sus niveles de crecimiento a un ritmo de 4,60%
anual promedio paralelamente el saldo de la deuda externa mantuvo un ritmo de
crecimiento de 13,05% anual promedio hasta el año 2018 alcanzando un saldo de 10.177,90
millones de dólares; el sistema financiero por su parte presento tasas de interés pasivas
reales (entiéndase como las tasas nominales menos el efecto inflación) poco atractivas
tanto en cajas de ahorro, donde mantuvieron en cifras negativas desde el año 2005 (-
1,79%) hasta el año 2018 (-0,99%), como también en depósitos a plazo fijo, donde se repuso de
un -0,54% inicial el año 2005 a 1,35% para el año 2018.
En palabras sencillas, se insistió en una política de desahorro de la población con el fin
de incentivar el consumo y mantener ese ciclo positivo de consumo-producción en el
mercado interno, el endeudamiento externo se tradujo en mayor inversión, mayor gasto
público y mayores transferencias para sectores sociales a través de los bonos ¿a qué
costo? El sacrificio de la formación de capital privado a través del ahorro y el
crecimiento de la deuda externa que se pagará a través de futuros impuestos aspecto
que nuevamente restará las posibilidades de la formación de capital privado
consecuencia de menores ingresos disponibles para las familias.
En resumidas cuentas, los 3 robustos pilares de la economía boliviana de los que Arce
Catacora se jacta, en realidad no son más que 3 frágiles naipes en base a los que se
construyó el mito del milagro, el castillo del Proceso de Cambio; el verdadero secreto
del crecimiento económico y social boliviano es sencillo, no es real.

Por: Carlos Armando Cardozo Lozada


Economista, Máster en Desarrollo Sostenible y Cambio Climático, Especialidad en Gestión del
Riesgo de Desastres y Adaptación al Cambio Climático, Presidente de Fundación Lozanía

S-ar putea să vă placă și