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su expresión cúltica ha sufrido una profunda transformación en las últimas cuatro décadas.1
informal influenciado por los cambios tecnológicos, por el movimiento carismático, donde
el cuerpo juega un rol central y lo visual es apreciado más que lo verbal.2 Se ha tratado de
explicar este fenómeno pero en realidad no hay una respuesta fácil y única. Por otro lado,
refiere al estilo de vida que agrada a Dios.3 Para Peterson en el contexto del Antiguo
A la luz de estas dos consideraciones revisaremos la vida del profeta que tuvo una
Isaías. En el libro se narra la historia de su llamado (Is 6:1-8). Para Brueggemann, Isaías
6:1-13 sigue el bosquejo clásico de la adoración: alabanza (vs. 1-4), confesión (v. 5),
perdón (vs. 6-7) y comisión al llamado profético (v. 8).5 Al meditar en este pasaje surgen
las preguntas: ¿Cuál fue el contexto socio-político y religioso de Isaías? ¿Cómo se vive y
la historia, empieza con entender quién es Dios y a partir de ahí desarrollar una correcta
comprensión de quién es el ser humano y su misión en el mundo. Para lograr esto trabajaré
el contexto histórico de Isaías y del pasaje; luego haré un trabajo interpretativo del texto
bíblico de Isaías 6:1-8, y al final presentaré algunos desafíos para el tema de la adoración.
El libro de Isaías es uno de los libros más importantes del Antiguo Testamento.
Pertenece a la categoría de los libros proféticos, los cuales se caracterizan por estar
entre los profetas por su extensión, por su influencia en el Nuevo Testamento y por su
los judíos que vivieron entre los siglos VIII y IV a.C.8 Hasta el siglo XVIII se consideraba
que el Isaías del siglo VIII a.C. era el autor de toda la obra.9 Esto se empezó a cuestionar al
observar las repeticiones, los estilos en la redacción y los diferentes contextos históricos.
En el siglo XX se llegó al consenso de que la obra está compuesta por tres secciones: El
6
Pablo R Andiñach, Introducción hermenéutica al Antiguo Testamento, (España:
Verbo Divino, 2012 ), 247.
7
Ibíd., 251.
8
Samuel Pagán, Tres meses en la escuela de Isaías, (Nashville:Abingdon Press,
2000), 5.
9
Andiñach, Introducción, 252.
primer Isaías del tiempo preexílico (1−39), un segundo Isaías exílico (40−55) y un tercer
Uzías, Jotam, Acaz y Ezequías (1:1). Estaba casado y tenía dos hijos (7:3;8:3). Por su
en Jerusalén.11 Recibió su llamado profético alrededor de los veinte años, hacia el año 740.
a.C. (6:1).12 Esta experiencia en el templo o en la presencia de Dios “le abre un nuevo
Asirio. El Rey Acaz pidió ayuda a Asiria para combatir la amenaza siro-efraimita (Is 7:1-25
Años después Ezequías hizo una reforma religiosa y quitó los lugares altos (2 Cr 29-31). Al
sección, de los capítulos 1-12. En los primeros cinco capítulos hay tres temas que se
repiten: Judá ignora los mandamientos de Jehová ( Is 1:2-20; 5:1-24); Jehová tomará acción
en contra de Judá, ( Is 1:21-24, 28-31; 2:6-4:1; 5:25-30); pero Jehová restaurará a Israel (
Is 1:25-27; 2:1-5; 4:2-36)14. Hay una denuncia contra la idolatría de Judá y contra su estilo
de adoración que no se reflejaba en su vida cotidiana. Por otro lado, el género literario sigue
10
Ibíd., 253.
11
L. Alonso Schökel y J.L. Sicre Díaz, Profetas, Vol. I de Nueva Biblia Española
(Madrid: Ediciones Cristiandad, 1980), 101.
12
Pagán, Tres meses, 15
13
Ibíd.
14
John Goldingay, The Theology of the Book of Isaiah, (Downers Grove, Illinois:
InterVarsity Press, 2014), 20.
el modelo de los relatos del llamado como el de Moisés y Jeremías. Normalmente estos
relatos son muy estilizados e intencionalmente estructurados en una unidad literaria.15 Hay
del profeta (v. 8). Brueggemann nos anima por un acercamiento canónico que mira más allá
de las secciones. En ese sentido este texto nos presenta la autoridad del profeta y su
El Dios de la Historia: “El año de la muerte del rey Uzías” (6:1). El relato de la
del rey Uzías”. Un rey que al final de su reinado hizo lo malo ante Jehová y fue lleno de
lepra (2 R 15:5 y 2 Cr 26). Los profetas “buscan ser intérpretes de la historia.”17 Leen los
acontecimientos desde una perspectiva divina. De ahí se desprende que el Dios al que sirve
de un Rey Santo y Poderoso (6:1-4). “Vi al Señor sentado en un trono”(v. 1a). Esta es una
expresión de autoridad, un rey que está en funciones y listo para juzgar con justicia (Sal
15
Walter Brueggemann, Isaíah 1-39, (Kentucky: Westminster John Konox Press,
1998), 58.
16
Ibíd.
17
Andiñach, Introducción, 248.
9:4).18 “Alto y sublime, y sus faldas llenaban el templo”(v. 1b), un trono levantado muy en
alto sobre gradas y estrado.19 Hay una sugerencia de que trono y templo están
“
interconectados, la majestad de este rey abarca el cielo y la tierra. Por encima de él había
serafines; cada uno tenía seis alas; con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies, y
con dos volaban”(v. 2). Para Abernethy, los serafines en el contexto del mismo libro de
Isaías y del Antiguo Testamento cumplen una doble función: de juicio (14:29 y 30:6) y
El profeta continúa: “Y el uno al otro daba voces, diciendo: Santo, santo, santo,
Jehová de los ejércitos; toda la tierra está llena de su gloria” (v. 3). Los serafines adoran
al que está sentado en el trono, celebran su santidad, su poder y su gloria. Jehová no sólo es
santo, es muy santo, es absolutamente santo.21 De esta visión surgirá una de las marcas de
todo el libro, el “Santo de Israel” que se menciona treinta veces en el AT, de las cuales
veinticinco están en el libro de Isaías y presentes en las tres secciones del libro (1:4, 41:14
y 60:99).22 El título “Jehová de los ejércitos” comunica la idea de un Dios poderoso y está
asociado a la idea del arca del pacto (1 S 1:3,11; 4:4). Además la gloria de Dios permea
toda las criaturas, no hay nada en la realidad celestial y en el mundo creado ajeno a su
santidad, poder y gloria. “Y los quiciales de las puertas se estremecieron con la voz del que
clamaba, y la casa se llenó de humo” (v. 4). La tierra se estremece ante la presencia de una
18
Andrew T. Abernethy, The Book of Isaiah and God´s Kingdom, A thematic-
theological approach, (Downers Grove, Illinois: InterVarsity Press, 2016), 15-16.
19
Schökel y Sicre Díaz, Profetas, 141.
20
Abernethy, The Book of, 17
21
Goldingay, The Theology of, 97
22
Ibíd.
teofanía.23 El salmo 99 integra muy bien los elementos de esta visión, se exalta a un Dios
Santo de Israel nos obliga a pensar qué significa ser santo. En primer lugar no es una
categoría moral, sino metafísica, ya que pertenece el reino celestial.24 Para el profeta, los
Dios tres veces santo. ¿Cómo Judá estaba adorando a su Dios? Se menciona que toda su
tierra estaba llena de ídolos, influenciado por el politeísmo de otras naciones (2:8). Además
el profeta denunció una observancia religiosa legalista, que refleja un divorcio entre su
práctica religiosa y su vida (1:11-17). Al afirmar que Dios pertenece al mundo supernatural,
declaración a favor del monoteísmo israelita.25 Además con las insistentes intersecciones de
cielo y tierra en el pasaje no deja lugar para una adoración dicotómica, ya que no hay
aparece en el contexto de la muerte del rey Uzías (v. 1), insinuando así que los reyes y
emperadores son temporales y mortales. Por otro lado, una visión parecida del trono y la
el Dios que adoramos, nos permite relativizar los imperios de cada época y aún nuestros
propios sufrimientos.
visión: “entonces dije: ¡Ay de mí! que soy muerto; porque siendo hombre inmundo de
labios, y habitando en medio del pueblo que tiene labios inmundos, han visto mis ojos al
Rey, Jehová de los ejércitos”(v. 5). Esta visión crea una crisis en el profeta y hay una
revaloración de sí mismo y de su pueblo. No sólo eso, descubre que está en peligro. Para
Kaiser, los labios inmundos significa que no se puede unir a la adoración.26 Para
Goldingay, tiene que ver con su rol como profeta y además que la limpieza lo posibilitará
para hablar en la corte del Rey (v. 8).27 Con relación al pueblo, por un lado aunque el
profeta ya lo condenó ahora él se identifica con el pueblo (1:4). Pero no sólo eso, hay una
insinuación de que la adoración y vida social del pueblo está caracterizada por la falsedad28.
“Y voló hacia mí uno de los serafines, teniendo en su mano un carbón encendido, tomado
del altar con unas tenazas; y tocando con él sobre mi boca, dijo: He aquí que esto tocó tus
labios, y es quitada tu culpa, y limpio tu pecado” (vs 6-7). Los serafines como servidores
del Santo de Israel ejecutan su voluntad. Es un lenguaje cúltico que evoca la tarea del sumo
sacerdote para expiar los pecados del pueblo (Lv 16). Los carbones encendidos pueden ser
algo doloroso, pero el efecto es la purificación y restauración para estar en la presencia del
Santo de Israel.29
26
Otto Kaiser, Isaiah 1-12, The Old Testament Library, trad. por John Bowden, 2da
ed. ( Philadelphia: The Westminster Press, 1983 ), 128,
27
Goldingay, The Theology of, 23
28
Ibíd.
29
Brueggemann, Isaíah, 59.
Ahora se nos presenta la tragedia de la realidad humana y la iniciativa de Dios para
restaurar a su pueblo. El pecado de Judá es un asunto serio, se nos narra en los primeros
embriaguez (5:11,22) y arrogancia (2:11,17; 5:15).30 Pero el Santo de Israel que juzga con
Judá y Jerusalén es un gran tema en el libro de Isaías (1:25-27; 2:1-5; 4:2-36). Dios es
quien acorta la distancia y provee los medios para restaurar al profeta, a Judá y a todas las
naciones (59:2). El conocer que el Santo de Israel restaura y restaurará, lleva a responder
Leemos en el pasaje: “Después oí la voz del Señor, que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá
por nosotros? Entonces respondí yo: Heme aquí, envíame a mí” (v. 8). Ahora la visión nos
ubica en el salón de juntas del Rey. Hay un mensaje para ser enviado a la creación y la
discusión del Rey con sus consejeros se centra en quién llevará este mensaje.31 El profeta
que previamente ha sido limpio de su pecado ahora puede participar y dice: “Heme aquí,
envíame a mí”. Isaías se ofrece voluntariamente, lo cual contrasta con otros relatos como el
mensaje de juicio se resume en estas dos experiencias, “Oíd bien, y no entendáis; ved por
30
Abernethy, The Book of, 25
31
Brueggemann, Isaíah, 60
Para terminar consideramos el camino del profeta para la misión, la naturaleza
la misión que le ha sido encomendada sólo después de ver a Dios, ser restaurado y
escuchar. Se nos muestra un camino para Judá, para todas las naciones y todos los tiempos.
Además la misión del profeta es misión de Dios, es Dios quien tiene un mensaje y desea
hacerlo llegar a su pueblo. Al mismo tiempo la misión del profeta refleja la naturaleza
tierra. Finalmente el profeta expresa su adoración, más allá del servicio cúltico, en términos
Podemos concluir diciendo que la visión enfatiza que el Dios Santo de Israel sigue
gobernando en la historia aún en medio de los imperios de su época. Así mismo esta visión
de Dios lleva a Isaías a tener una mejor compresión de sí mismo que inevitablemente
restauración de Judá. Esto también lo posibilita para la misión de Dios y la obediencia del
profeta como un acto de adoración. ¿Cómo esta reflexión nos puede ayudar para conectar
histórico e integre la santidad en la totalidad de la vida. En primer lugar, anhelamos ver una
comunidad y creyentes que como acto de adoración conocen la realidad social, política y
productos sino la construcción de una conciencia consumista global. Al final del día la
globalización no quiere sólo tu bolsillo, quiere tu alma.32 ¿Cómo se adora a Dios en un país
En segundo lugar Isaías nos invita a desarrollar una adoración que refleje la santidad
de Dios en todas las esferas de la vida. Una comunidad que continúa adorando después de
terminar su servicio cúltico. También significa combatir las cosmovisiones que reducen la
vida cristiana a la esfera privada. Una comunidad y creyentes que entienden que la
desprotegidos, trabajar a favor de la justicia, y restituir la dignidad del ser humano. Una
comunidad y creyentes que integra sus hábitos de consumo como un acto de adoración.
IV. Conclusión.
Al revisar el contexto religioso, histórico y político del profeta Isaías hemos visto un
y creyendo que su futuro está en aliarse con el imperio de su tiempo. Así mismo hemos
demostrado, en este ensayo, que la verdadera adoración empieza por conocer al Dios santo
32 Brian J Walsh and Sylvia C Keesmaat, Colossians Remixed, Subverting the
Brueggemann, Walter. Isaíah 1-39. Kentucky: Westminster John Konox Press, 1998.
Goldingay, John. The Theology of the Book of Isaiah. Downers Grove, Illinois:
InterVarsity Press, 2014.
Kaiser, Otto. Isaiah 1-12. The Old Testament Library, traducido por John Bowden, 2da
edición. Philadelphia: The Westminster Press, 1983.
Pagán, Samuel. Tres meses en la escuela de Isaías. Nashville: Abingdon Press, 2000.
Schökel, L. Alonso y J.L. Sicre Díaz. Profetas. Vol. I de Nueva Biblia Española. Madrid:
Ediciones Cristiandad, 1980.
Walsh, Brian J y Sylvia C Keesmaat. Colossians Remixed, Subverting the Empire. Downers
Grove, Illinois: InterVarsity Press, 2004.