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Economía de fichas
Esta técnica tiene el objetivo de eliminar conductas inapropiadas y fomentar las conductas
adecuadas. Es muy frecuente aplicarla en ambientes institucionalizados como escuelas, psiquiátricos
o prisiones. Tiene una fase de implantación, en la que se deciden los siguientes temas:
• Identificación de las conductas objetivo.
• Elección del tipo de fichas.
• Selección de los reforzadores de apoyo.
• Establecimiento de las condiciones de canje.
• Sistemas de penalización.
• Registro para contabilizar las fichas.
Y posteriormente tiene otra fase de desvanecimiento, que puede tomar diversas variantes:
• Aumentar el tiempo entre las entregas de las fichas.
• Incrementar el criterio para el canje.
• Reducir el número de fichas ganadas por una conducta.
• Aumentar el número de fichas necesarias para la obtención de un reforzador.
Esta técnica suele funcionar muy bien para regular los refuerzos que reciben los niños. Para obtener
un premio (juguete, salida a parque temático, excursión, etc...) deberá efectuar una serie de
conductas deseadas (o dejar de hacer otras) que deben concretarse (portarse bien, obedecer,
estudiar, ordenar sus cosas, etc...).
Tras efectuar esta conducta se le dará inmediatamente un reforzador (puntos, fichas...) que el niño
ira recogiendo hasta llegar a una determinada cantidad, momento en el que se le entregará el premio
final. También se pueden pactar pequeños premios inmediatos para ciertas conductas deseadas al
tiempo que se acumulan puntos para el premio mayor (refuerzo demorado). Lo importante es
conseguir que el niño se dé cuenta que obtiene mayores beneficios y privilegios actuando de forma
correcta.
Contratos de Contingencias
Lo mismo que en el caso de la economía de fichas, se trataría de controlar las consecuencias de las
conductas, a fin de que no se produzcan refuerzos inadecuados para conductas incorrectas, o falta
de refuerzo para las deseadas.
El contrato de contingencias es un documento escrito que explicita las acciones que una persona
(contrato unilateral) o varias personas (contrato multilateral) están de acuerdo en realizar, y
establece las consecuencias del cumplimiento o no cumplimiento de tal acuerdo.
El problema se presenta en los casos en los que no está claro qué consecuencias se derivarán para la
persona, por no cumplir un contrato. Es decir, cuando existe un cierto contrato "implícito", pero no
están explicitadas claramente, ni las conductas a realizar ni sus consecuencias.
Es posible que esta falta de precisión explícita, permita que una persona desarrolle conductas poco
adaptativas a su medio (llegar todos los días tarde a casa).
Los contratos son especialmente útiles para personas con escasa capacidad de autorreforzamiento.