Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
La realidad es que las circunstancias en este momento son las que son. Yo tengo una serie
de características personales, las cuales realmente son neutras, pero las categorizamos
normalmente en cualidades y defectos. Con nuestras cualidades estamos conformes y con
los defectos no. Pero la realidad es que yo tengo cualidades y defectos. Si niego aquello que
no me gusta de mí mismo, me estanco. Si lo acepto, podré transformarlo.
Observo lo que hay. Me observo a mí mismo, observo a los demás, y observo las
circunstancias de la realidad actual. Me permito estar en el aquí y ahora.
Elimino los juicios de valor. No juzgo, no critico, no me quejo, no etiqueto. Porque
estas acciones solo me llevan al sufrimiento. Y no tiene sentido quejarme y criticar lo
que es, lo que está siendo.
Deja de preguntarte "el por qué" de aquello que no te gusta. Tratar de responder a
esta pregunta lo único que hace es robarnos toda nuestra energía, para finalmente
no encontrar respuesta.
Pregúntate "¿PARA QUÉ yo estoy viviendo esto?" Esta pregunta te enfoca hacia la
aceptación, hacia la comprensión, y me permite hacer algo al respecto, tanto si la
situación se puede cambiar como si no. Esto implica realizar un aprendizaje, entender
que puedo aprovecharme de la situación presente para aprender algo. Porque de
toda experiencia se puede extraer un aprendizaje.
Enfócate en la acción. "Teniendo en cuenta que las circunstancias actuales son estas
¿qué puedo hacer para sentirme mejor?". Trata de ver qué puedes hacer aun
aceptando lo que está ocurriendo.
Comprende que el dolor es inherente al ser humano. Somos seres emocionales.
Rechazar el dolor no es humano. Si no acepto el dolor, éste se transforma en
sufrimiento. Reconozco mis emociones y que hay algo que me duele. Reconociendo
esto, comienzo a dar pasos que me permitan sentirme mejor a pesar del dolor.
Siente. Conéctate con tu cuerpo y con tus emociones. Reconoce el estado de tu
cuerpo, reconoce tus emociones y lo que sientes. Permítete sentir. No reprimas. No
pasa nada por sentir.
Sal del rol de víctima. Porque este rol te lleva a la apatía y además es una espiral sin
salida y adictiva.
Trabaja tus miedos. Tener miedo es algo natural. La función del miedo es evolutiva.
Pero aun teniendo miedo, actúo. El miedo no me paraliza.
Elimina de tu vocabulario (tanto al pensar, como al expresar) los términos "tendría"
y "debería". Tanto los relacionados conmigo mismo, los que tienen que ver con los
demás, y los que hacen referencia al mundo, a la vida, y a las circunstancias que me
rodean.
El sufrimiento tiene que ver no con los pensamientos que tengo, porque es
inevitable tener pensamientos, sino con el CREERSE LOS PENSAMIENTOS QUE
TIENES. Puedes emplear la técnica de Defusión para tomar distancia de tus
pensamientos.
Cuando no aceptamos, nos estamos dejando guiar por el miedo. Digo sí al presente, porque
no puedo decir no a lo que es, a lo que existe. El presente es, así, por tanto, lo acepto, lo
integro. Luego ya veré si puedo hacer algo para cambiar la situación. Pero primero tengo
que aceptar lo que es, tal y como es.
La aceptación es incondicional.
Ejercicio de aceptación
Comienza por practicar la aceptación cada día en los pequeños hechos cotidianos: