Documente Academic
Documente Profesional
Documente Cultură
En los últimos años fue preciso establecer una estrategia que permitiera reorientar la
producción incrementando los volúmenes de fruta que antes se comercializaba como fruta
fresca para la producción industrial, y de esta manera lograr la inserción de la Agroindustria
Citricola Cubana en los mercados internacionales y a nivel de industrias importantes tales
como Brasil y Estados Unidos (Florida) cada vez más exigentes y competitivos.
Los procesos de crecimiento y maduración de los frutos cítricos, así como la calidad de la
materia prima en estrecha relación con los factores climáticos que inciden en el
comportamiento de la especie Citrus sinensis (L.) Osbeck variedad Valencia ‘Late’ en
diferentes regiones edafoclimáticas del país, constituyen de gran importancia dada la
influencia sobre la calidad del producto final al considerar la mayoría de la producción
nacional para la producción de Jugo Concentrado Congelado de Naranja (JCCN); a su vez
ejerce un efecto considerable sobre la eficiencia industrial en las Plantas Procesadoras al
emplear tecnologías de procesamiento modernas.
Conocer la calidad de la naranja Valencia ‘Late’ producida bajo las condiciones climáticas
de las diferentes regiones del país, con destino a industria y su efecto sobre el rendimiento
industrial, contribuiría a la toma de decisiones tecnológicas y/o de mercado oportunas que
favorezcan la competitividad y sostenibilidad de la Agroindustria Citrícola Cubana.
3
es máximo inmediatamente antes o en el momento de la maduración comercial. (Guardiola,
1992)
Agustí y col 1999 definen la maduración como el conjunto de cambios internos, de sabor
y de textura que un fruto experimenta cuando alcanza su máximo tamaño y completa
su desarrollo. La maduración incluye procesos característicos tales como la coloración,
la pérdida de la firmeza, el aumento en la concentración de azúcares solubles, descenso
de almidón, reducción de la acidez libre y otros cambios físicos y químicos.
De acuerdo con varios autores (Crochon, 1982; Lee y col, 1983) se define por madurez
fisiológica al momento en que los frutos han cesado prácticamente su crecimiento, se
detiene la acumulación de reservas y se incrementan los procesos metabólicos que
conducen a su madurez de consumo.
Bain (1958) caracteriza el patrón general de desarrollo de los frutos en el árbol, como una
curva sigmoidal en las condiciones de clima subtropical de Australia. Este comportamiento
4
ha sido descrito por Krezdorn (1986) en condiciones de clima subtropical árido de Arizona
y Texas y por Nauer y col (1972, 1974) en cuatro regiones subtropicales de California.
Varios autores reportaron este patrón de desarrollo en clima tropical (Reuther y Rios-
Castaño, 1969; Borroto y col., 1977; Núñez, 1982, 1984; Aranguren y col, 1986),
confirmando las tres fases características establecidas por Bain (1958). Del Valle (1974)
reportó una curva bisigmoidal en naranja ‘Valencia Late’, semejante a la encontrada por
Hilgeman y col (1959) en clima subtropical, pudiendo ser debida tanto a factores
genéticos como climáticos (RIAC, 1993). Entre otros autores Albrigo, 1992, 1994 define
cuatro fases de desarrollo de los frutos cítricos donde incluye la fase de maduración y se
espera que la duración de las mismas está relacionada con el genotipo del cultivar y con
factores internos y externos que actúan durante las diferentes fases del proceso (Agustí y
col 1999).
La fase I está determinada por los procesos de división celular, mediante el cual se
producen casi todas las células que contendrá el fruto maduro, con dos mecanismos de
diferenciación celular independientes que establecerán las características específicas de
cada tipo de célula y tejido, dando lugar a las partes del fruto. La división celular continúa
en la corteza hasta la madurac ión del fruto (Guardiola, 1988). De acuerdo con diferentes
autores, esta fase varía entre 4 y 9 semanas. En las condiciones del clima tropical de Cuba,
García y col. (1985), reportaron 8 semanas de duración para la naranja ‘Valencia Late’.
La fase III se corresponde con la disminución de la velocidad del crecimiento del fruto y
con numerosos cambios en la composición química relacionados con el aroma y sabor de
los frutos, a expensas de los constituyentes acumulados durante el proceso de desarrollo
5
(Albrigo, 1992; Davies y Albrigo, 1994). Se incrementan los compuestos nitrogenados y
disminuye el ácido cítrico, a partir de un máximo obtenido en las etapas tempranas del
desarrollo (Bain, 1958).
La fruta cítrica consiste en seis componentes principales, lo que da lugar a los diferentes
productos y derivados ó sub- productos.
El jugo con una proporción de 40-55% es un liquido contenido en el interior de las bolsas
pequeñas (células), que se encuentran a su vez en el interior de segmentos. El jugo incluye
compuestos aromáticos volátiles que brindan una gran parte del sabor y el gusto que lo
caracterizan. La pulpa con una proporción de 20-30 % se localiza en las paredes de bolsa
de células. La película interior blanca se localiza en las paredes de segmento más corazón
interior o placenta. El albedo con una proporción de 15-30 % es una capa interna, blanca,
de la cáscara que rodea inmediatamente los segmentos. El flavedo con un 8 a 10 % es una
capa externa, con células que contienen los carotenoides los cuales brindan el color
característico a los diferentes frutos cítricos, también contienen glándulas que son
estructuras en la piel de los cítricos que contienen aceites esenciales con aromas y sabores
6
característicos de cada cultivar. (Ting y Rousseff, 1986). Por ello los aceites son muchas
veces agregados a los jugos cítricos para fortalecerlos. Las semillas de un 0 a 4% son
segmentos situados al interior del fruto no siempre presentes y varían ampliamente de
acuerdo a la variedad, área y condiciones de cultivo.
La noción de calidad de los frutos cítricos está vinculada a las características físico-
químicas de sus frutos. Está determinada en primera instancia por las características
genéticas del cultivar. La ubicación geográfica, condiciones climáticas estacionales,
patrones, prácticas culturales y edad del árbol tienen efectos profundos sobre la calidad
7
interna y externa de los frutos cítricos. (Wutscher, 1988). Varios autores (Nuñez, 1984 y
Rodríguez, 1987 citado por Aranguren 1996) señalan que la influencia de la fertilización
sobre el tamaño y la calidad de los frutos se aprecia fundamentalmente en el incremento
del peso y tamaño de los frutos, además un incremento en la concentración de nitrógeno
foliar, da como resultado una disminución en el peso de los frutos y un incremento ligero
en el porcentaje de jugo, mientras que la adición de K incrementa la acidez, aunque el
contenido de SST no se afecta marcadamente; sin embargo otros autores, entre ellos,
(Padrón, 2001 y Vallín, 2002 comunicación personal) reportan que el K asimilable afecta
el contenido de SST dado por las características ácidas de los suelos de la región
Occidental.
Como regla general, los mercados exigen determinados índices de calidad para los frutos
cítricos con destino al consumo en fresco y a la transformación industrial, producidos en
diferentes regiones del mundo, regulados en diversos documentos legales. Estos índices
son necesarios para evitar la recolección de frutos no aptos y la llegada de éstos al mercado
con un nivel de calidad no aceptado por el consumidor (Guerra, 1996), así como evitar los
cambios en olor y sabor del jugo o su contaminación microbioló gica (Ting y Rousseff,
1986) cuando se destinan al procesamiento industrial. El jugo simple o concentrado se
8
comercializa en el mercado mundial de acuerdo con el ratio, el cual depende del índice de
madurez de la materia prima.
(Del Río y col, 2000) determinaron que las condiciones de humedad y temperatura a la que
permanecen los frutos en la línea de acondicionamiento provocan variaciones en la calidad
interna: azúcares, acidez, índice de madurez, contenido en volátiles (acetaldehído y etanol)
variaciones de sabor, entre otras. Las afecciones suelen ir acompañadas de incrementos en
la intensidad respiratoria de los frutos, que pueden conducir a un deterioro importante de
calidad y sabor. Las condiciones de temperatura juegan en este sentido un papel importante
como aceleradores o retardantes de este proceso.
El porcentaje de jugo extraíble es muy útil como una medida de maduración y como una
medida de senescencia. La toronja y la naranja temprana y de media estación incrementa
rápidamente el contenido de jugo al comienzo de cada estación reflejando así una evolución
positiva del índice de madurez. Cuando el contenido de jugo cae rápidamente al final de la
estación disminuyen los rendimientos del jugo pudiendo constituir de esta manera un índice
de senescencia.
Los sólidos solubles totales en el jugo de los frutos cítricos están compuestos
aproximadamente por 80 % de azúcares, 10 % de ácido cítrico y sus sales, y el resto
corresponde a compuestos nitrogenados, vitaminas, elementos minerales y otras sustancias
solubles en agua (Bartholomew y Sinclair, 1943). Con propósitos de control de calidad se
9
determina el índice de refracción del jugo medido en grados Brix en sustitución de la
determinación de los azúcares y se expresa en porcentaje por peso de sacarosa en una
solución.
La acidez del jugo es el resultado del contenido de ácido cítrico anhidro y de las sales que
se forman en el proceso de determinación. El ácido cítrico constituye entre el 85-95 % del
total de los presentes en el jugo de los frutos cítricos. Es más comúnmente utilizada como
un componente para calcular el ratio ó el índice de madurez que como un parámetro
independiente. La percepción organoléptica de la acidez está condicionada por un valor de
pH que puede variar acorde a la cantidad de agentes naturales particularmente sales
potásicas. (Nogueira, 1984).
10
En Cuba, para la naranja con destino a la industria se requieren contenidos de jugo de 40
% a 45 %, e índices de madurez entre 10 y 16, teniendo en cuenta la tecnología de
procesamiento para la obtención de jugos concentrados congelados utilizada en el país y
las especificaciones de los clientes se aceptan índices de madurez superiores, utilizando la
mezcla de jugos para obtener el producto final con la calidad requerida por los mercados
importadores (Pérez, 2002 comunicación personal).
Uno de los principales problemas encontrados al estudiar el efecto del clima sobre la
calidad de los frutos cítricos, es que a menudo es difícil distinguir los efectos climáticos de
aquellos resultantes de las diferencias de suelo , calidad del agua del riego, prácticas
culturales, origen genético de las yemas y patrón utilizado. (Platt, 1973; Nauer y col,
1972).
Agustí y col, 1998 plantean que la Tasa de intercambio energético entre los tejidos y
órganos de una planta y el medio, es un factor muy importante, junto con otros, en la
regulación de los procesos biológicos que regulan el crecimiento y el desarrollo. La
temperatura del aire junto con la humedad relativa, la radiación, entre otras, determina la
temperatura específica de las células, tejidos y órganos en relación con el tiempo o con su
11
posición; el régimen térmico día- noche, en interacción con la duración del día, la
temperatura de las raíces y otros factores ambientales determina los procesos de
crecimiento. Reuther, 1988 coincide con este criterio señalando que el concepto de
“intercambio de energía dinámica” es más adecuado para exp licar las respuestas de la
planta a las condiciones climáticas en que se desarrollan y la acción del clima como
resultado de la interacción de los factores, por ello se observan diferencias en el
comportamiento de un mismo cultivar cuando se comparan las distintas zonas climáticas
productoras de cítricos.
Las necesidades hídricas de los cítricos estimadas según sus pérdidas por
evapotranspiración equivale a una pluviomatría anual entre 900 y 1200 mm, pero una
condición para que esta satisfaga las exigencias del cultivo es su adecuada distribución. La
lluvia y la humedad relativa se hallan estrechamente relacionadas y ambas afectan a la
radiación. Estos dos elementos climáticos varían ampliamente entre zonas productoras de
cítricos e influyen grandemente en la adaptabilidad de una variedad a una región
determinada (Agustí y col 1998; Cassin y col., 1979), de ahí que los estudios sobre este
tema suelen considerar la pluviometría, como mm de lluvia recibida por la planta.
La luz es esencial para las plantas. Algunos autores han sugerido que la floración de los
cítricos se halla inducida por la corta duración de los días del invierno. Experimentos
12
realizados por varios autores (Agustí y col, 1998; Platt, 1973 y Del Rivero 1992)
combinando diferentes regímenes térmicos día /noche y distintos fotoperíodos han
demostrado que las plantas que crecen con altas temperaturas solo producen brotes
vegetativos con independencia de la duración del día y las plantas cultivadas a baja
temperatura florecen tanto en condiciones de días corto como días largos.
Cuba se encuentra ubicada entre los 20º - 23º de LN, en la periferia sur-occidental de la
zona intertropical, con un clima definido como tropical modificado por varios factores,
siendo clasificadas las localidades productoras de cítricos en tres zonas climáticas que se
corresponden con la región occidental, la región central y la región oriental. (Lima y col,
1988).
El clima de Cuba difiere notablemente de las principales regiones citrícolas del mundo y se
distingue por la marcha anual de las precipitaciones. La precipitación anual promedio de
las regiones productoras de cítricos es de 1278,9 mm suficiente para el cultivo de los
cítricos, pero irregularmente distribuida (RIAC, 1993) aumentando de oriente a occidente
con la altura y de la costa al interior, sin grandes variaciones en la distribución territorial
de la Humedad Relativa del aire.
13
La insolación, como horas de sol por día, se distribuye con cierta homogeneidad sobre todo
el país, presentándose los valores máximos en los meses de marzo y abril, que superan en
ocasiones las 300 horas mensuales en zonas costeras, mientras que los valores mínimos
medios en el mes de diciembre no sobrepasan las 240 horas. (Solano, 1990, 1992) Ver
anexo 1.
2.2.2) Efecto de las variables climáticas sobre las variables de calidad utilizados en el
proceso industrial.
La literatura brinda reportes sobre las variaciones en el contenido de jugo de una misma
variedad en distintas localidades, Nauer y col., (1972, 1974), reportaron menores
contenidos de jugos en naranjas ‘Valencia Late’ en zonas semiáridas, cuando comparaban
cuatro localidades de California. En Cuba, se han reportado variaciones estacionales en el
contenido de jugo de los frutos de este cultivar en distintas localidades (Fdez y Sánchez,
1980; Núñez, 1982, 1984; Alessandrini, 1988; Aranguren, 1996), atribuidas a las
variaciones anuales del clima.
Los carbohidratos contribuyen el 75-80 % de los SST, esto trae como consecuencia que la
regulación de los carbohidratos que se incorporan a la fruta tiene un gran impacto sobre la
calidad interna de la fruta. El crecimiento de la fruta está en función del estatus hídrico del
14
árbol y del reparto de carbohidratos y también de la temperatura. La fruta se encoge y se
dilata durante el día al cambiar las relaciones hídricas del árbol. El tamaño definitivo de la
fruta aumenta mediante el riego y/o las lluvias. La fruta sirve además como órgano de
almacenamiento de agua, las hojas sobre una ramita sin frutos separados del árbol se
marchitan en pocas horas, mientras que las que están sobre una ramita separada del árbol
que tiene fruta permanecen turgentes durante muchas horas.
Existe poca evidencia sobre el efecto de la intensidad luminosa sobre los sólidos solubles
totales (SST). La comparación de la composición del fruto en función de su ubicación en el
árbol muestra que los frutos del interior tienen entre 10%-15 % menos de SST que los
ubicados en las partes externas del árbol, donde se recibe 1% más de intensidad luminosa
(Sites y Reitz, 1949; García y col., 1985). Los resultados sugieren que una baja intensidad
luminosa contribuye a reducir los sólidos solubles totales lo que evidencia que en la
mayoría de las regiones citrícolas la intensidad de la luz no es un factor limitante para el
crecimiento de los árboles, pero la luz escasa puede reducir los rendimientos especialmente
en el interior de la copa.
15
disminución del ácido cítrico en el jugo, a medida que progresa la maduración de los frutos
debido a las pérdidas por respiración, aunque no todos los reportes coinciden en el efecto
adverso del exceso de agua sobre al velocidad de disminución y sobre los contenidos
finales. (Reuther y Ríos-Castaño, 1969; Nii y col., 1970; Reuther, 1973, 1988; Sánchez y
Fernández, 1981; Albrigo, 1990, 1992; Davies y Albrigo, 1994; Agustí y col, 1998).
Para la obtención de fruta cítrica con calidad de consumo tiene más importancia la tasa de
descenso de la AT que los SST. En las condiciones de tierras bajas tropicales la AT
disminuye rápidamente del 2% a menos de 0,5 %. Una disminución similar, aunque más
prolongada de la AT ocurre en áreas de altitud media de los trópicos y en las húmedas
subtropicales. El jugo puede volverse insípido también si la fruta se mantiene sobre el
árbol durante periodos extensos. La disminución de la AT está influida en primer orden por
la temperatura (acumulación de unidades de calor) y luego de la rápida respiración de
ácidos orgánicos a estas temperaturas, aunque la tasa de disminución también crezca y
disminuyan los niveles mínimos por el riego o las lluvias excesivas o por elección de
patrones. Albrigo, 1990, 1992; Davies y Albrigo, 1994 ).
El período de desarrollo del fruto hasta arribar a la madurez de consumo, dada por la
relación entre los sólidos solubles totales y la acidez, varía ampliamente en una misma
variedad en diferentes zonas climáticas. En la naranja ‘Valencia’ el tiempo que media entre
la antesis y la madurez, usando un índice arbitrario de 9:1, es de 6-7 meses en un clima
tropical de media altitud (Palmira, Colombia) con temperatura media de 27ºC, hasta 13-14
meses en un clima subtropical semi-árido o árido (California), con temperaturas medias de
12ºC - 20ºC (Reuther y Ríos-Castaño, 1969; Agustí y col, 1998).
16
antesis a la madurez comercial en la naranja ‘Valencia Late’ de 9-9,5 meses (Sánchez y
Fernández, 1981; Núñez, 1984; Alessandrini, 1988; Alessandrini y Nuñez, 1991 y
Sánchez, 1997).
Las características físico - químicas de la naranja ‘Valencia Late’ varían ampliamente entre
diferentes regiones productoras, como respuesta a las condiciones climáticas imperantes.
El conocimiento de estas relaciones en una localidad dada, es de utilidad en la toma de
decisiones dirigidas a minimizar el impacto de los factores negativos del clima sobre la
calidad de la fruta, así como en la organización de su recolección con el fin de preservar la
calidad obtenida. (Sánchez, 1997)
El jugo es el producto principal de la industria pero puede ser elaborado de varias maneras
diferentes, principalmente como jugo concentrado o jugo de concentración simple (jugo
natural). El resto de las materias que componen el fruto se consideran para la elaboración
de subproductos (cáscaras, hollejos, celdas, aceites, alcohol, tintes, pectinas, hesperidina,
entre otras) ver Anexo 2.
De los frutos cítricos que son transformados el 82% corresponde a naranjas, el 10% a
pomelos, el 5% a limones y el 3% a mandarinas.
17
El sector de la transformación está en plena expansión, tanto por el aumento de la
demanda de estos productos como por el nivel tecnológico alcanzado por las industrias.
Este sector es una buena alternativa para aquellas cosechas que no pueden comercializarse
por determinadas circunstancias, esto no quiere decir que las naranjas de peor calidad sean
destinadas a la industria, sino aquellas que por ejemplo no tengan los calibres comerciales
exigidos. (Del Río, J.A y col, 1999)
18
fresca, sin embargo en EE.UU los consumidores prefieren el jugo concentrado
reconstituido a partir del concentrado.
Cada día los norteamericanos consumen más de 79 millones de vasos de jugo de naranja
de 6 onzas, lo que los convierte en el mayor consumidor mundial. Los consumidores
sustituyeron el jugo de fruta fresca por el producto procesado, siendo ahora un ingrediente
básico en la dieta nacional americana. Hoy más del 70 % de las naranjas que se cosechan
en EE.UU se procesan para la obtención de jugo de naranja y provienen, mayormente de
la Florida. (Castillo y col, 1992; López, 1995)
1200
1000
Producción (t)
800
600
400
200
0
1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001
Años
19
En la actualidad la industria cubana dispone de cinco grandes Plantas Industriales con
tecnología moderna, ubicadas en: Pinar del Río, Ceballos, Contramaestre, Jagüey Grande e
Isla de la Juventud, así como una Planta más pequeña para la fabricación de aceites
esenciales ubicada en Banes. ver anexo 3
En Cuba se destina para la transformación industrial las especies: naranja, toronja y lima
Persa; en la naranja fundamentalmente se utiliza el cultivar Valencia ‘Late’ ocupando el
sexto lugar de la producción mundial mientras que la toronja ocupa el segundo lugar.
Como producto surtido se obtiene los jugos simples, los aceites esenciales destilado de la
lima mexicana o limón criollo en Banes y el jugo concentrado congelado que a su vez
constituye el principal producto de la industria cubana. Los desechos sólidos se destinan a
la alimentación animal.
20