“Película: El último paciente”

Claudia Silva, Yolima Casso, Mabel Álvarez, Sonia Cárdenas & Leyla Quezada

Universidad Surcolombiana

Facultad de Ciencias Sociales y Humana

Programa de Psicología

La Plata Huila

2019
 El último paciente

Está película protagonizada por Tim Rothy y dirigida por el mexicano Michel Franco, da una
mirada profunda y certera a las enfermedades terminales, sus cuidados y la muerte. Un duelo
sostenido que se construye con ayudas silenciosas. (Arbeláez, 2016)

Es la historia de David, un enfermero que trabaja como acompañante de enfermos terminales.

A ellos dedica sus horas, sus charlas y su mente, sin pensar en otra cosa que en su bienestar. Más
que hacerlo por dinero, lo hace porque necesita tomar sus vidas como propias y a golpe de
rutinas y gustos transforma su identidad de acuerdo al paciente de turno. David no llora las
ausencias de sus pacientes no solo porque la muerte hace parte de su trabajo, sino porque carga a
cuestas un secreto oscuro de su pasado; un dolor que no lo abandona y que intenta procesar con
su trabajo. La muerte de uno de sus hijos por cuenta de un cáncer que él supo a bien terminar a
su manera. (Arbeláez, 2016)

Estado físico

John

Adulto mayor, quien presenta cuadriplejia (no tiene movilidad en sus extremidades tanto
superiores como inferiores) como consecuencia de haber sufrido un infarto. Su condición lo ha
llevado a ser un paciente dependiente para suplir algunas necesidades básicas como alimentarse,
bañarse, vestirse y realizar cambios de posición cuando se encuentra acostado en su cama, entre
otros. Cabe mencionar que John necesita oxigeno permanente para estar estable.

Martha

Paciente de aproximadamente 58 años de edad, robusta, alta, en buenas condiciones físicas e

independiente en todas sus actividades diarias. Al iniciar la quimioterapia para contrarrestar el
cáncer que padecía, sufrió un deterioro y agotamiento físico evidente, presentando así vómito
frecuente y debilidad en todo su cuerpo. Fue tanto el impacto que este generó en su organismo
que en una ocasión no pudo controlar los esfínteres y término haciendo deposición (popo), por
fortuna en ese momento David estaba con ella y la asistió.
 Estado emocional y psicológico

Martha

Al ser diagnostica con cáncer presenta alteraciones psicológicas, pues se evidencia ciertos
rasgos característicos de la depresión y ansiedad por no querer aceptar las afectaciones físicas
que conlleva tanto las quimioterapias como la enfermedad en sí. Lo mencionado anteriormente
se respalda con lo que afirma Llantá, Grau y Massip (2004) dado a que este tipo de alteraciones
psicológicas y sociales en los pacientes de cáncer son las más frecuentes. Por ende, el estado
emocional de Martha refleja emociones negativas tales como miedo, ira y tristeza, lo cual
concuerda con lo que menciona Piqueras, Ramos, Martínez y Oblitas (2009) cuando afirman que
este tipo de emociones “están estrechamente relacionados con el estado de la enfermedad”.

A lo anterior se le suma cierto grado de decepción, dado que en este tipo de evento es
fundamental contar con el apoyo de la familia, y es algo con lo que Martha no cuenta, puesto que
sus hijas se comportan algo indiferentes frente a su estado de salud; por tal razón Martha carece
de una red de apoyo que ha ocasionado repercusiones negativas sobre su vida e impide que
establezca adecuadas estrategias de afrontamiento y represión de sus emociones y/o
sentimientos. De igual manera, se le agrega la dependencia que instaura con su cuidador en
distintas actividades de la vida cotidiana, afectando su autoestima e incrementando su desánimo
y desesperanza para no querer seguir luchando.

John

Presenta frente a sus familiares un estado emocional de agresividad, hostilidad e ira debido a
las limitaciones y/o dificultades físicas que manifiesta. Se caracteriza además por utilizar los
sarcasmos y un poco el sentido del humor que solo lo refleja con su cuidador, ya que es la única
persona que lo escucha y tiene en cuenta sus deseos. El miedo de tener que depender algún día
de su familia le genera cierto grado de ansiedad, angustia y depresión, lo cual impide que lleve
una vida tranquila y en paz. Esta situación cambia cuando se encuentra con David, pues este es
un gran apoyo emocional para él y su presencia de cierta forma le genera alivio a su condición.
 Aspecto familiar

John

Hombre actualmente separado; quien vive con sus hijas, la relación que ha establecido con
estas es distante, hostil y poco asertiva, por lo tanto en reiteradas ocasiones manifiesta que no le
gustaría estar al cuidado ni depender de ellas. Por ende, prefiere compartir su tiempo en
compañía únicamente de su cuidador.

En la película se logra evidenciar que la familia de John no tiene en cuenta lo que él siente y
piensa respecto a situaciones cotidianas de la vida, pues su opinión resulta no ser importante para
las decisiones que se toman, además no lo involucran directamente en las actividades que
realizan como familia, ya que prefieren llevar sus alimentos a la habitación que desplazarlo hasta
el comedor para compartir con ellos un momento agradable o en su efecto acompañarlo en su
habitación. Sin embargo, sus hijas aparentemente se mostraban preocupadas e interesadas por su
bienestar.

Martha

Según lo que se logra evidenciar en la película, Martha es una mujer casada, madre de dos
hijas. La relación que ha establecido con estas es muy distante y poco afectuosa, no se evidencia
interés ni acercamiento alguno por parte de ellas y tampoco hay un acompañamiento durante el
proceso de la enfermedad que padece. Martha cada día que pasa experimenta un gran vacío y
soledad por la falta del apoyo de su familia y aunque se comunica telefónicamente con sus hijas
para conocer su estado de salud actual, a estas basta con informarles que se encuentra bien para
desistir de visitarla o interesase por su bienestar.

Vínculo que establece el paciente con el cuidador

Durante la película, podemos observar que tanto los pacientes como el cuidador (David) se
necesitan mutuamente, debido a que David tiene una vida compleja entre la culpa que sentía por
la muerte de su hijo, el apego a los pacientes, la extrema soledad y la mentira como posible
forma de reconfortarse a una realidad rutinaria y transitoria que termina, casi siempre con el
último respiro de la persona a quien cuida.
 Generalmente las relaciones que establecen los pacientes con el cuidador son tranquilas y
armoniosas, sin embargo al principio de estas se nota cierto grado de resistencia por parte de los
pacientes en el que expresan miedo a ser dependientes.

John

A pesar de ser un paciente un poco agresivo y hostil en ocasiones con su familia (red de
apoyo poco sólida), se configura un vínculo bastante estrecho en el que se refleja una relación de
compañerismo incondicional, disfrutando de momentos y asumiendo turnos completos en los que
hablan de temas en común, leer revistas, ver televisión y películas. En dicha relación, John podía
expresarse libremente sin miedo a ser juzgado ni cuestionado (por ejemplo, ver pornografía) y se
nota un alto grado de preferencia de compartir tiempo con su cuidador en lugar que con su
parientes. Sin embargo, David se ve obligado a olvidar y dejar de cuidar a John debido a que su
familia encuentra en su dispositivo inteligente videos pornográficos con los que él se entretenía,
además de evidenciar un orgasmo en presencia de David (abrazándolo para intentar calmarlo),
por lo que desconfían plenamente del cuidador y deciden demandarlo.

Martha

Debido a su diagnóstico de enfermedad terminal, Martha decide optar por los servicios de
David, a pesar de tener conocimiento acerca de la demanda por acoso que tenía. El cuidador le
ayuda a sobrellevar la carga de su enfermedad acompañándola al tratamiento de quimioterapia,
buscando siempre su comodidad en todos los contextos, además de ser la única persona que está
constantemente junto a ella, pues se observa una clara ausencia de apoyo familiar; por lo que el
cuidador se vuelve incondicional para Martha, configurándose un fuerte vínculo de confianza en
el que ella podía expresar todas sus preocupaciones hasta el punto de pedirle que la ayudara a
terminar con el sufrimientos y malestar que le estaba ocasionando el cáncer terminal.

Vinculo que establece el cuidador con el paciente

La película muestra cómo David además de ejecutar ordenes como cuidar al paciente, bañarlo,
limpiarlo, alimentarlo y ejercitarlo, hace algo que es más fundamental para ellos, él los asiste y
acoge como parte de su vida dedicándoles largas horas y charlas armoniosas-tranquilas, solo
pensando en su bienestar. De esta manera, desarrolla fuertes relaciones que van más allá de la de
enfermo y cuidador; algo muy representativo es por ejemplo la manera de cómo simboliza al
cuerpo desnudo, pues no lo ve como un tabú, sino, como algo más significativo; un cuerpo
enfermo, que sufre y respeta, deja ver esa intimidad y confianza entre enfermero-paciente, con
todo lo que eso implica. Él realmente llega al punto de fusionar su existencia con la de ellos.

Por otro lado, no hay que dejar atrás que David tiene una historia propia y experiencias que lo
llevan a tomar esta actitud tan especial hacia sus pacientes, pues él realmente sufre con ellos, esto
quizás es porque quiere remediar todos esos sentimientos producidos por su pasado, por la
muerte de uno de sus hijos.

En cuanto a lo anterior, David realmente se entrega tanto a sus pacientes que más que hacerlo
por dinero, lo hace porque le gusta, se involucra a un nivel muy personal con ellos, pues aunque
es un hombre distante y reservado, pasa de un paciente a otro generando un vínculo en el que
ellos lo necesitan tanto como él los necesita a ellos. También es importante resaltar que por tan
profunda conexión emocional que desarrolla con sus pacientes puede llegar a extremos bastante
obsesivos pues al realizar su oficio de manera tan pulcra, genera cierta problemática para los
familiares de sus pacientes, quizás esto es causado por querer buscar una salida ante el dolor que
siente por su pasado.

Por consiguiente, a lo largo de la película este enigmático personaje establece relaciones

significativas con sus pacientes, primero con una mujer enferma de Sida, luego con un arquitecto
que se recupera de un infarto, después casi sin buscarlo se topa con una mujer que sufre una
metástasis y al final con un joven que tiene una parálisis. A continuación se describe el vínculo
que David establece especialmente con dos de sus pacientes:

John

Un hombre que ha sufrido de un infarto, un arquitecto con gustos eróticos y un sentido del
humor negro. Desde el principio David llego a cuidar de este paciente sin ser correspondido,
pero al transcurrir del tiempo cada vez se iba generando un lazo más allá de paciente- cuidador,
pues, David se entregó tanto que creó una unión muy estrecha de amistad y de confianza, razón
por la cual, en muchas ocasiones sus familiares sentían celos. Se había centrado tanto en John
que en ocasiones se quedaba las 24 horas del día solo intentando hacerlo sentir lo mejor posible
antes de su partida. Al quererlo complacer en todo como ver videos de pornografía y al observar
los familiares una erección cuando lo estaba bañando, hace pensar a sus parientes que
posiblemente está ocurriendo un acoso sexual, lo cual se mal interpreta y confirma erróneamente
al encontrar videos pornográficos en su dispositivo móvil, por lo que deciden demandarlo.

Martha

Inicialmente no quiere depender de David por lo que solo desea que la acompañe a unos
exámenes, pero al pasar del tiempo nota que es indispensable sus cuidados. Ella conoce la
historia del hijo de David y al hablar con él se conectan tanto que se hacen buenos amigos y
crean una gran confianza, pues quizás los dos se sientan identificados por las experiencias de sus
vidas, al paso de unos días, ella va al médico y se le es informada de que el cáncer ya está muy
avanzado, en ese momento no sabe si realizarse las quimios, pero decide que sí; causando
grandes cambios para ella, por lo cual David era aún más necesario, se quedaba con ella y su
conexión era más fuerte; él observaba lo difícil y dolorosa que era para ella esta situación
entregándose a Martha con respeto, cariño, compañerismo y lealtad; sin embargo, ella no quería
continuar con tanto sufrimiento por lo que le pide a David apoyo para que la ayude a morir en
paz; originando en él un debate entre lo correcto e incorrecto y claro está, en un dilema ético y
profesional, pero al haber estado con ella en cada paso de su enfermedad y al verla sufrir decide
disminuir por completo su sufrimiento, así como lo hizo con su hijo.

Cómo se cuida el cuidador

Según lo observado en la película, David es un enfermero que vive por y para sus pacientes,
de modo que su vida gira en torno al cuidado, compañía y afecto que les brinda. El trabajo que
desempeña implica una carga emocional y física compleja, pues requiere que David esté en la
capacidad de trasportar y/o trasladar de un lugar a otro a sus pacientes, además de utilizar su
fuerza física para sostenerlos mientras los baña y realizan otras actividades. Razón por la cual se
evidencia que David se cuida realizando actividades físicas diarias como ir al gimnasio y trotar
en las mañanas.

Sin embargo no se puede decir lo mismo de su salud psicológica y emocional, dado a que
cada día que pasa, carga más con situaciones y/o eventos como la muerte de sus pacientes y el
sufrimiento que atraviesa cada uno de ellos tras la enfermedad que de cierta manera no le
corresponde pero que asume con todo el amor y entrega como parte imprescindible de su
trabajo y su vida, los cuales generan que David acumule sentimientos encontrados y reviva día a
día un doloroso y terrible pasado (la muerte de su hijo) que al no ser compartido, liberado o
expresado con otras personas hizo que descuidara su salud psicológica y sufriera una ruptura
emocional tan fuerte que finalmente terminó acabando con su vida, pues al no estar en el aquí y
el ahora ocasionó que ignorar por completo la conexión que tenía con el mundo exterior.
 Referencias

Arbeláez, C. R. (26 de Junio de 2016). El País. Obtenido de Gaceta:

https://www.elpais.com.co/entretenimiento/cultura/cuidando-las-vidas-ajenas-critica-a-
pelicula-el-ultimo-paciente.html

Llantá, M., Grau, A. & Massip, C. (2004). La psicología de la salud y la lucha contra el cáncer.
Psico-oncología, 1-34.

Piqueras, J., Ramos, V., Martínez, A. & Oblitas, L. (2009). Emociones negativas y su impacto en
la salud mental y física . Suma Psicológica, 85-112.