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Llamamos Revolución Industrial al cambio fundamental que se produce en una

sociedad cuando su economía deja de basarse en la agricultura y la artesanía


para depender de la industria. Localización: La Revolución Industrial nace en Gran
Bretaña y se extiende luego al resto de Europa. Antecedentes: La economía
existente antes de la revolución industrial estaba basada en el mundo agrario y
artesanal; tres cuartas partes de la población subsistían con trabajos
agropecuarios. Principalmente estaba basada en el autoconsumo y no en la
comercialización de los productos obtenidos, puesto que además la productividad
era muy baja. Las ciudades eran pocas, pequeñas y poco desarrolladas. Hay que
recordar que el régimen de gobierno de estas sociedades eran las monarquías
absolutistas, en las que todo, incluyendo las personas, se consideraban una
propiedad del rey.

Origen y nacimiento de la Revolución Industrial: Nace en Gran Bretaña a


mediados del siglo XVIII. Fue posible por la existencia de una monarquía liberal y
no absolutista, que consiguió evitar el panorama de revoluciones que se estaban
extendiendo en otros países. Gran Bretaña quedó libre de guerras, ya que aunque
estuvo involucrada en algunas, no se desarrollaron en su territorio. A esto se unió
una moneda estable y un sistema bancario bien organizado. El Banco de
Inglaterra se fundó en 1694.

Principales características: Se produce un cambio rápido y en profundidad que


afecta a todas las estructuras de la sociedad. Los cambios serán tecnológicos,
socioeconómicos y culturales. Los tecnológicos irán desde el uso de nuevos
materiales como el acero a fuentes energéticas como el carbón y máquinas
motrices como la máquina de vapor, considerada como el motor inicial de la
Revolución Industrial. Aparecen las máquinas de hilar y tejer, que consiguen
aumentar rápidamente la producción con poco personal. Surgen técnicas para el
desarrollo del trabajo y la especialización de la mano de obra. El transporte se
desarrolla tanto por trenes como por barcos, lo que junto con otros inventos harán
crecer el papel de la industria y el comercio.
Los cambios culturales se plasmarán en un impresionante aumento de los
conocimientos en todas las ramas, tanto científicas como técnicas y sanitarias. Los
cambios sociales más notables derivan del crecimiento de las ciudades y el
consiguiente éxodo en zonas rurales. Al mismo tiempo se produce un fuerte
aumento demográfico, como consecuencia de la elevada natalidad y el descenso
de la mortalidad catastrófica (gracias a avances sanitarios, como las vacunas, y a
una mejor alimentación de la población). Esto provocará que la población europea
se multiplique en pocos años.

Al tiempo que se desarrolla una clase burguesa, el éxodo de población rural hacia
las ciudades (la revolución agrícola disminuyó las necesidades de mano de obra
en el campo) da lugar a la aparición de una nueva clase trabajadora que se
agrupa en suburbios cercanos a las fábricas, a partir de los barracones en los que
viven los obreros. Las condiciones de vida de estos empleados son penosas, tanto
en las fábricas donde trabajan como en los suburbios en los que habitan. En las
fábricas encontrarán humedad, poca ventilación, ninguna seguridad laboral y
jornadas que superan las doce horas diarias, siete días a la semana. En los
suburbios superpoblados y sucios son víctimas de epidemias de fácil propagación.
La cantidad de personas afectadas por estas condiciones les lleva a organizarse
para la defensa de sus intereses y aparecen los movimientos obreros de protesta.
Consecuencias de la Revolución Industrial: En principio la Revolución industrial
produjo un cambio radical en todos los ámbitos de la sociedad inglesa y, más
tarde, del resto de las sociedades europeas, creando un nuevo modelo de vida. El
desarrollo industrial y minero, el aumento de la productividad, el crecimiento de las
ciudades y la mejora del comercio nacional e internacional contribuiran a un gran
crecimiento demográfico debido al aumento de la natalidad y de la esperanza de
vida. La revolución industrial en España fue mucho más tardía que en el resto de
Europa. España seguía inmersa en un mundo rural en el que los cambios fueron
mínimos. Las malas comunicaciones, tanto interiores como con Europa,
acentuaron el retraso. Los talleres seguían siendo artesanales y la producción se
especializaba por zonas dependiendo de los recursos disponibles.

La revolución industrial fuera de Europa: En Estados Unidos comenzó al terminar


la guerra civil, a finales del siglo XIX. Estados Unidos había alcanzado a Gran
Bretaña en potencial industrial y tenía un mercado interior muy dinámico en un
extenso territorio. La construcción de la red de ferrocarriles permitió la colonización
del Oeste, y la industrialización se basó en la aplicación temprana de las
innovaciones tecnológicas y una fuerte concentración empresarial. En Japón la
industrialización comenzó por la actividad textil. Las características principales
fueron el patrocinio del Estado en la construcción de ferrocarriles y bancos, la
existencia de una mano de obra barata y disciplinada, fácil adaptación a la
tecnología occidental y grandes grupos industriales muy competitivos orientados a
la exportación. Este periodo fue denominado como Era Meiji o Era de la Luz:
Japón se había convertido en una gran potencia

Una máquina de vapor es un motor de combustión externa que transforma la energía


térmica de una cantidad de agua en energía mecánica. Este ciclo de trabajo se realiza en
dos etapas:

Se genera vapor de agua por el calentamiento en una caldera cerrada herméticamente, lo


cual produce la expansión del volumen de un cilindro empujando un pistón. Mediante un
mecanismo de biela-manivela, el movimiento lineal alternativo del pistón del cilindro se
transforma en un movimiento de rotación que acciona, por ejemplo, las ruedas de una
locomotora o el rotor de un generador eléctrico. Una vez alcanzado el final de carrera el
émbolo retorna a su posición inicial y expulsa el vapor de agua utilizando la energía
cinética de un volante de inercia.
El vapor a presión se controla mediante una serie de válvulas de entrada y salida que
regulan la renovación de la carga; es decir, los flujos del vapor hacia y desde el cilindro.
El motor o máquina de vapor se utilizó extensamente durante la Revolución Industrial, en
cuyo desarrollo tuvo un papel relevante para mover máquinas y aparatos tan diversos
como bombas, locomotoras y motores marinos, entre otros. Las modernas máquinas de
vapor utilizadas en la generación de energía eléctrica no son ya de émbolo o
desplazamiento positivo como las descritas, sino que son turbomáquinas; es decir, son
atravesadas por un flujo continuo de vapor y reciben la denominación genérica de
turbinas de vapor. En la actualidad la máquina de vapor alternativa es un motor muy poco
usado salvo para servicios auxiliares, ya que se ha visto desplazado especialmente por el
motor eléctrico en la industria y por el motor de combustión interna
La primera máquina de vapor fue la Eolípila creada por Herón de Alejandría.

En la máquina de vapor se basa la Primera Revolución Industrial que, desde fines del siglo
XVIII en Inglaterra y hasta casi mediados del siglo XIX, aceleró portentosamente el
desarrollo económico de muchos de los principales países de la Europa Occidental y de los
Estados Unidos. Solo en la interfase que medió entre 1890 y 1930 la máquina a vapor
impulsada por hulla dejó lugar a otros motores de combustión interna: aquellos
impulsados por hidrocarburos derivados del petróleo.

Muchos han sido los autores que han intentado determinar la fecha de la invención de la
máquina de vapor. Desde la recopilación de Herón hasta la sofisticada máquina de James
Watt, son multitud las mejoras que en Inglaterra y especialmente en el contexto de una
incipiente Revolución Industrial en los siglos XVII y XVIII condujeron sin solución de
continuidad desde los rudimentarios primeros aparatos sin aplicación práctica a la
invención del motor universal que llegó a implantarse en todas las industrias y a utilizarse
en el transporte, desplazando los tradicionales motores, como el animal de tiro, el molino
o la propia fuerza del hombre. Jerónimo de Ayanz y Beaumont, militar, pintor, cosmógrafo
y músico, pero, sobre todo, inventor español, registró en 1606 la primera patente de una
máquina de vapor moderna, por lo que se le puede atribuir la invención de la máquina de
vapor. El hecho de que el conocimiento de esta patente sea bastante reciente hace que
este dato lo desconozca la gran mayoría de la gente.
El carbón fue la principal fuente de energía de la primera Revolución Industrial, alimentó
la máquina de vapor y fue crucial en la siderurgia.

Hasta la revolución industrial, la energía más utilizada provenía de la madera y del carbón
vegetal. Su consumo estaba produciendo una enorme deforestación. Esta lámina de la
Enciclopedia muestra el proceso para la obtención del carbón vegetal a partir de la
madera.

Estas fuentes de energía no podían satisfacer las nuevas necesidades energéticas, hubo
que recurrir al carbón mineral que se extraía de las minas en las que profundizaba cada
vez más.

SUSTITUCIÓN DEL CARBÓN VEGETAL POR EL MINERAL EN FRANCIA

Aunque mejoró mucho la explotación de las minas (vigas de hierro para sustentar las
galerías, métodos de ventilación, métodos para extraer el agua, uso de vagonetas sobre
railes...) con el fin de aumentar la productividad, el trabajo en ellas se convirtió en algo
muy peligroso y muy penoso.

"El descenso a la mina es una operación estremecedora: hay que pasar una pierna por un
nudo situado en el extremo de la cuerda que sirve para extraer el carbón y sostenerse
fuertemente a ella […], entonces quedas suspendido sobre un gran abismo
completamente oscuro. Llegamos a la tierra a 378 pies de profundidad […]. Cubiertos con
una capa de lana y con una vela en la mano avanzamos por una galería, caminando por
encima de la roca y con un negro muro brillante a ambos lados […]. Por las galerías más
estrechas y bajas, circulan […] vagonetas empujadas por niños […]. Las minas cuentan con
un gran ingenio para hacer circular el aire por todas las galerías, pero cualquier error
puede provocar grandes accidentes por la inflamación del hidrogeno […].

Revolución Industrial y Industralización


La expresión o termino Revolución Industrial fue difundida a partir del año 1845, por el
comunista Federico Engels uno de los fundadores del socialismo científico, para designar
al conjunto de transformaciones técnicas y económicas que caracterizaban a la sustitución
de la energía física por la energía mecánica de la maquinas, el cambio a la producción
manufacturera por la fabril en el proceso de producción capitalista.

Causas de la Revolucion Industrial

Entre los diversos factores que fueron el origen del proceso de industrialización, tres
merecen mención especial: La Revolucion Comercial en Europa, la acumulación primitiva
de capital y la aparición de avances tecnológicos (maquinas). La causa mas importante
para el desarrollo de la Revolución Industrial fue la aparición de maquinas de vapor, el
telar mecánico, las maquinas de hilar que revolucionaron el siglo XVIII las técnicas de
producción industrial. A partir de ahí ocurrió el auge de la industria fabril. La Primera
Revolución Industrial se desarrollo en primer en Inglaterra y luego se difundiría en el
continente europeo. Factores que condicionarían el surgimiento de la Revolución
Industrial en Inglaterra:

- Inglaterra, la pionero en la revolución industrial: Los grandes capitales acumulados


durante la Revolución Comercial ayudaron a Inglaterra a impulsar la revolución industrial,
a emprender grandes manufactureras.

- La supremacía naval inglesa: La ascensión de Inglaterra (después del declino del poderío
holandés) a posición de la "Reina de los mares", le confirió el dominio del comercio
mundial permitiendo organizar un inmenso imperio colonial.
- La disponibilidad de mano de obra: En los siglos XVI y XVII los nobles ingleses, apoyados
por su poder absoluto expulsaron a los campesinos de sus tierras comunales y se
apoderaron de ellas , transformando en pastizales de crianza
de ovejas para aprovechar su lana. Ese proceso fue conocido como el "cercamientos de los
campos" que provoco un gran migración de mano de obra del campo para la ciudad.

- Instauración de la Monarquía Parlamentaria: La Revolución Gloriosa de 1688 y de 1689


establecieron en Inglaterra la supremacía del parlamento sobre la monarquía.

- El triunfo de la ideología liberal: Las revoluciones intelectuales de los siglos XVI y XVII
marcaron la victoria del liberalismo en Inglaterra.

Primera Revolución Industrial

Primeras invenciones.- La maquina de telar, la maquina de vapor, el barco a vapor, el


telégrafo , la locomotora.

La Primera Revolución Industrial acelero el proceso de migraciones del campo a la ciudad,


lo que intensifico el crecimiento de la población urbana y contribuyo a la formación de
una nueva clase social , la obrera oproletariado. La jornada de trabajo en las primeras
décadas de la industrialización tenia una duración de 14 a 16 horas diarias. Los bajos
salarios, debido a la abundante mano de obra disponible y de la utilización de maquinas
reducían el precio de la fuerza de trabajo a niveles de mera subsistencia. El desempleo
llevo a la formación del llamado "ejercito industrial de reserva" (población obrera
sobrante)
En Inglaterra la miseria y el desempleo producidos por la industrialización acabaron por
desencadenar un movimiento espontáneo de destrucción de maquinas por los obreros,
que fue conocido como Ludismo

Segunda Revolución Industrial


A partir del año 1860 un conjunto de nuevas transformaciones técnicas y económicas
producían grandes cambios en el proceso de industrialización y se extendió hasta el inicio
de la Primera Guerra Mundial.

Entre las invenciones que marcaron el inicio de la Segunda Revolución industrial fueron: El
proceso de Bessemer de transformar el hierro en acero(inventado por el ingles Henry
Bessemer); el dinamo, cuya invención creo las condiciones para la sustitución del vapor
por la electricidad . El "oro negro"Petróleo paso a ser utilizado como fuerza motriz en
navíos y locomotoras.

La Expansión de la Industrialización

Francia: La Revolución Francesa (1789) destruyo los remanentes del viejo orden feudal y
creo las condiciones para el desarrollo del capitalismo moderno. El proceso de
industrialización fue, entretanto, detenido por la ausencia de reservas de carbón en ese
país, y luego por la derrota de la guerra franco-prusiana, en donde Francia fue obligada a
ceder la región de Alsacia y Lorena, ricas en hierro, a Alemania.
Alemania: Como resultado de la Guerra Franco-Prusiana en el año 1870, se desarrollo la
unificación alemana, liderada por el primer ministro alemán Otto Von Bismarck,
impulsando la Revolución industrial en Alemania.

Italia: La unificación italiana realizada en el año 1870, al igual que la alemana, impulso, sin
embargo tardíamente, la industrialización del país. Aunque la industrialización se quedo
limitado al norte de Italia, mientras que el sur continuo esencialmente agrícola.

Rusia: En ese país la Revolución Industrial se inicio realmente en la ultima década del siglo
XIX. Las razones para la industrialización rusa fueron la gran disponibilidad de mano de
obra, intervención gubernamental en la economía y las inversiones extranjeras.

Estados Unidos: La Revolución Industrial se iniciaría final de la Guerra de Secesión (1865).


El termino del conflicto, abolió la esclavitud y concentro esa mano de obra en las fabricas,
que fueron impulsadas por las estados industrializados de norte que ganaron la guerra.
Estados Unidos era un país inmenso con numerosos recursos naturales que explotaron
para esta industrialización.

Japón: La modernización de Japón data desde el inicio de la "era Meiji", en 1879, cuando
la superación del feudalismo unifico el país, centralizo la autoridad política, libero la mano
de obra, posibilito la intervención gubernamental en la economía, la asimilación de la
tecnología occidental.

Consecuencias de la Revolución Industrial


1. El surgimiento del capitalismo financiero.- La Primera Revolución Industrial tuvo como
una de sus principales consecuencias el desarrollo del capitalismo industrial.

2. La formación de grandes conglomerados económicos.- En la Revolución Industrial


ocurrió el desarrollo del liberalismo económico, que se basaba en la libre competencia.
Ese sistema a la vez, creo condiciones para que las grandes empresas eliminasen o
absolviesen a las pequeñas empresas a través de un proceso cuyo resultado fue una
sustitución de libre competencia por el monopolio.
3. Proceso de producción en serie.- -Las mercaderías pasaron a ser producidas de manera
uniforme y estandarizada.

4. La expansión del imperialismo.- Las potencias capitalistas necesitaron de colonias, de


donde extraer las materias primas para sus manufacturas; y también que fingiesen de
mercados exte
El movimiento obrero surge de la Revolución industrial como consecuencia de la falta de
derechos que los trabajadores tenían en las fábricas. La lucha de los obreros contra
situaciones de injusticia fue el germen del futuro movimiento obrero que se concretará en
la asociación de campesinos y obreros con el fin de conseguir una mejora de su situación
mediante la actividad política y social. El proletariado industrial será el impulsor del
movimiento obrero organizado.

Durante la primera etapa de la industrialización, los empresarios tenían plena libertad


para fijar las condiciones laborales de sus trabajadores. Los salarios eran tan bajos que no
alcanzaban para una vivienda digna o para poder subsistir todos los miembros de una
familia. Si por enfermedad, accidente o despido perdían su empleo, no existía ningún tipo
de subsidio público para estos casos.

Se inició en Inglaterra. Cuando surgió la revolución industrial una de las primeras


consecuencias fue la creación de fábricas en las que se buscaba rentabilizar al máximo la
producción, por lo que había un exceso de mano de obra disponible para trabajar. Al no
existir todavía ningún tipo de legislación que regulase la actividad industrial, los
trabajadores se veían obligados a realizar unas jornadas de trabajo de más de doce horas,
los niños también trabajaban y, además, eran unos de los objetivos más atractivos para los
empresarios porque sus salarios eran sustancialmente inferiores a los de los adultos.

Una de las primeras reacciones contra este mercantilismo fue la destrucción de máquinas,
a las que se responsabilizaba de la pérdida de la capacidad adquisitiva del pequeño
artesano y las hacían culpables del paro. La máquina simbolizaba todo aquello que el
trabajador rechazaba y su destrucción era un buen modo de presionar a los empresarios.
La reacción del gobierno británico fue la de imponer severos castigos. Buena parte de la
historia del movimiento obrero ha estado marcada por la persecución y la clandestinidad.
Sólo a partir del año 1825 se permitió la creación de sindicatos en Gran Bretaña.
Quizá el concepto más significativo en el que se basó el crecimiento del movimiento
obrero organizado fue la lucha de clases. Esta supuso la toma de conciencia de los
trabajadores de que pertenecen a una clase social diferente que sus patronos y que para
mejorar su situación el camino más adecuado era el de la lucha. Sin duda, la principal
arma obrera en esta lucha de clases ha sido la huelga, en la que los trabajadores tratan de
convencer a los patronos de sus exigencias mediante una demostración de fuerza de los
trabajadores, paralizando la producción.

El ludismo fue un movimiento encabezado por artesanos ingleses en el siglo XIX; que
protestaron entre los años 1811 y 1816 contra las nuevas máquinas que destruían el
empleo. Los telares industriales y la máquina de hilar industrial introducidos durante la
Revolución Industrial amenazaban con reemplazar a los artesanos con trabajadoras menos
cualificadas y que cobraban salarios más bajos, dejándolos sin trabajo.

Aunque el origen del nombre ludita es confuso, una teoría popular es que el movimiento
recibió su nombre a partir de Ned Ludd, un joven que supuestamente rompió dos telares
en 1779, y cuyo nombre pasó a ser emblemático para los destructores de máquinas.123 El
nombre evolucionó en el imaginario general ludita Rey Ludd, una figura que, como Robin
Hood, era famoso por vivir en el bosque de Sherwood.4 El historiador Eric Hobsbawm ha
considerado a este movimiento de destrucción de máquinas como una forma de
"negociación colectiva por disturbio", lo que sería en esta formulación una táctica utilizada
en Gran Bretaña desde la Restauración, ya que la diseminación de fábricas a través del
país hizo que las manifestaciones a gran escala fueran poco prácticas.56
El movimiento puede ser visto como parte de un creciente movimiento de descontento de
la clase obrera británica a comienzos del siglo XIX. Una variante agrícola del Ludismo, que
se centró en romper las máquinas trilladoras, tuvo lugar durante los Disturbios Swing de
1830 en el sur y este de Inglaterra.7 La investigación de Kevin Binfield y otros afirma que,
dado que la acción organizada de los zurcidores había tenido lugar en diferentes
momentos desde 1675, los movimientos de principios del siglo XIX deben ser vistos en el
contexto de las penalidades sufridas por la clase obrera durante las Guerras Napoleónicas,
antes que como una forma de aversión absoluta frente a las máquinas.8910 Malcolm L.
Thomis argumentó en su historia publicada en 1970, "Los Ludites", que sin la estructura
de un sindicato, la destrucción de máquinas era solo uno de los mecanismos que los
trabajadores podían utilizar para aumentar la presión sobre los empleadores, para
debilitar a los trabajadores peor pagados que competían con ellos, y para crear solidaridad
entre trabajadores. "Estos ataques contra las máquinas no implicaba necesariamente
hostilidad frente a las máquinas como tales. La máquina era solo un objetivo conveniente
contra el que un ataque podía ser llevado a cabo".10 El objetivo de los luditas era ganar
una mejor posición negociadora con sus empleadores. No tenían miedo de la tecnología
per se, pero eran "estrategas laborales".11

Los aumentos espasmódicos del precio de los alimentos provocaron que los keelmen del
puerto de Tyne provocaran disturbios en 171012 y los mineros del estaño saquearan los
graneros de Falmouth en 1727. Hubo una rebelión en Northumberland y Durham en 1740,
y destrozos de comerciantes cuáqueros de maíz en 1756. De modo más pacífico, los
artesanos cualificados del textil, la construcción, la construcción de barcos, la imprenta y
las cuberterías organizaron asociaciones de amigos para asegurarse frente al desempleo y
la enfermedad, y en ocasiones, de modo parecido a los gremios, contra la intrusión de
trabajadores "extranjeros" en sus oficios.13

El movimiento ludita emergió durante el duro clima económico que se respiraba durante
las guerras napoleónicas, que vieron un aumento de las difíciles condiciones laborales en
las fábricas textiles. Las disensiones producidas sobre los salarios, renta de telares,
cantidad de empleados en aprendizaje, y que el trabajo se realizaba con un material de
menor calidad, provocó que 1811 comenzaran los altercados, lanzando a la fama la figura
de Ned Ludd.14 El movimiento comenzó en Nottingham el 11 de marzo de 1811 y se
expandió rápidamente a través de Inglaterra durante los siguientes años.15 Los tejedores
de Handloom quemaron molinos y piezas de las máquinas de las fábricas.

Historia
Acciones luditas entre 1811 y 1816
Los luditas se encontraban de noche en los páramos que rodeaban las localidades
industriales, donde podían practicar con taladros y otras operaciones. Sus principales
áreas de intervención fueron Nottinghamshire en noviembre de 1811, seguida de West
Riding of Yorkshire a comienzos de 1812 y Lancashire en marzo de 1813. Los luditas se
enfrentaron al ejército británico en Burton's Mill en Middleton y en Westhoughton Mill,
ambos en Lancashire. Los rumores se extendieron en la época sobre la posibilidad de que
los magistrados locales utilizaran agentes provocadores para instigar los ataques.[cita
requerida] Utilizando el pseudónimo de Rey Ludd, los luditas y sus seguidores enviaban
amenazas de muerte anónimas e incluso llegaron a atacar a los magistrados así como a
comerciantes de alimentos.

Incidentes aislados después de 1814


Los activistas destrozaron la máquina de cordones de Heathcote en Loughborough en
1816.16 Tanto él como otros industriales disponían de cámaras secretas construidas en
sus edificios que podían utilizarse como escondites.17

En 1817, un tejedor desempleado de Nottingham y probable exludita llamado Jeremiah


Brandreth dirigió el levantamiento de Pentrich, que fue una revuelta general no
relacionada con las máquinas, pero que podría ser vista como la última acción ludita
importante.

El ludismo en España
En España la primera manifestación de ludismo fueron los sucesos de Alcoy de 1821.

Su repercusión en el campo
Aproximadamente una década después de los movimientos luditas urbanos, todo esto se
trasladó al campo con la figura del Capitán Swing, teniendo su mayor auge en 1830. Las
causas eran muy parecidas, los trabajadores afectados por la introducción de nuevas
maquinarias como la trilladora se rebelaron contra ellas y provocaron su destrucción. De
todas las acciones rebeldes que acaecieron en esta época, la protagonizada por el llamado
Capitán Swing, se ocupó de enviar cartas amenazando a los empleadores y provocó varios
incendios en fincas, graneros, etc. Estos actos fueron más virulentos y tuvieron más
repercusión que la propia destrucción de las máquinas18.

En el pensamiento contemporáneo
El nombre ludita desarrolló un segundo significado: un "ludita" describe a aquellos
opuestos a, o que tardan en adoptar o incorporar en su estilo de vida, la industrialización,
automatización, computerización o las nuevas tecnologías en general.19

Más recientemente, el término neoludismo ha surgido para describir la oposición a


múltiples formas de tecnología.20 De acuerdo al manifiesto elaborado por el Segundo
Congreso Ludita en abril de 1996 en Ohio, EE. UU., el neoludismo es "un movimiento sin
líderes de resistencia pasiva al consumismo y a las tecnologías cada vez más extrañas y
amenazadoras de la Edad Computerizada".21
Algunos economistas aplican el término falacia ludita a la noción de que el desempleo
tecnológico lleva al paro estructural (y es por lo tanto dañino desde un punto de vista
macroeconómico). Si una innovación tecnológica resulta en una reducción de las entradas
(inputs en inglés) de trabajo necesarios para producir en un determinado sector, entonces
los costes industriales de producción caerán, lo que reduce competitivamente el precio y
aumenta el punto de equilibrio de oferta que, teóricamente, requerirá de un incremento
en los inputs de fuerza de trabajo agregados.22
Cartismo
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Para otros usos de este término, véase Cartismo (Portugal).

Disturbios cartistas.
El cartismo (Chartism en inglés) fue un movimiento popular radical que surgió en Reino
Unido desde 1836 hasta 1848 y que expresaba la agitación de la clase obrera, debido a los
cambios derivados de la Revolución Industrial, la coyuntura económica y las leyes
promulgadas por el Parlamento. Al igual que el ludismo, el cartismo fue un movimiento
propio de la primera etapa del movimiento obrero, pero, a diferencia de aquel, tuvo una
índole esencialmente política. Obtuvo su nombre de la Carta del Pueblo (People's
Charter), un documento escrito el 7 de junio de 1837 en el British Coffee House de
Londres, que fue enviado al Parlamento del Reino Unido en 1838, señalando las seis
peticiones:

Sufragio universal masculino (a los hombres mayores de 21 años y sin antecedentes


penales).
Voto secreto.
El cartismo (en inglés chartism) fue un movimiento británico en favor de una reforma
política, electoral y social que se desarrolló entre 1838 y 1858. Progresivamente el
movimiento se convirtió en una manifestación de la agitación de la clase obrera contra la
Ley de Pobres. El movimiento toma el nombre de la Carta del Pueblo (The People's
Charter), documento elaborado por los líderes del mismo y dirigido al parlamento en
mayo de 1838.

Aunque el movimiento no consiguió imponer todas sus demandas y progresivamente fue


perdiendo fuerza, bastantes de ellas (ley de las diez horas) fueron elevadas a la categoría
de leyes y constituye un primer ensayo de organización política obrera.
Sueldo anual para los diputados que posibilitase a los trabajadores el ejercicio de la
política.
Elecciones anuales al parlamento que, aunque pudiera generar inestabilidad, evitaría el
soborno.
Las primeras protestas tuvieron lugar con la promulgación de la Ley de Reforma electoral
de 1832 (Reform Bill). Las quejas de este grupo crecieron en intensidad con la aprobación
posterior de la Ley de Enmienda a las leyes sobre los pobres (Poor Law Amendment Act)
de 1834. Esta ley pretendía abolir la asistencia social y convertir los asilos para pobres en
una especie de penitenciarías. Los diputados radicales apoyados por trabajadores
comenzaron el movimiento. Sus peticiones iban dirigidas a conseguir una política más
democrática en el Parlamento Británico; pensaban que si el pueblo entraba en el
Parlamento se conseguiría reducir el número de horas de trabajo y un aumento de los
salarios.

Bandera propuesta para la «República Británica» usada por el Cartismo.


En el año 1836 se formó en Londres la London Working Men´s Association (Asociación de
Hombres Trabajadores de Londres), bajo la presidencia de Willian Lovett (1800-1877), un
artesano ebanista, lo que permitió impulsar al movimiento. Los estatutos de la Asociación
declaraban que su principal objetivo era la obtención del sufragio universal. Para ello se
programó una campaña de agitación y se fueron creando numerosas asociaciones por
todo el país que se agruparon en el National Union of the Working Classes (Sindicato
Nacional de Clases Obreras).

La participación de los obreros en el Parlamento mediante la abolición del requisito de


propiedad para asistir al mismo.
Establecimiento de circunscripciones iguales, que asegurasen la misma representación al
mismo número de votantes.
La Revolución Industrial inglesa es uno de los procesos más importantes de la historia
contemporánea y que tuvo como resultado una paulatina pero profunda serie de cambios
a todos los niveles. Las innovaciones tecnológicas posibilitaron la introducción de
maquinaria –que sustituyó al hombre− y dieron lugar a la aparición del mundo fabril
además de la consolidación del capitalismo industrial. Ante tales trasformaciones, desde
finales del XVIII la masa obrera comenzó a tomar conciencia de su paupérrima situación y
a rechazarla; primero mediante el tradeunionismo con demandas laborales, luego con el
ludismo a través de la destrucción de máquinas (con más carga moral y organizativa de la
que pudiera parecer) y ya en 1838 con el cartismo, reivindicando además de las laborales
mejoras políticas. A pesar de la corta duración de la aventura cartista –una década−, su
significación histórica como movimiento innovador que supo conciliar lo laboral y lo
político es innegable.

De forma simultánea al desarrollo de los sindicatos en Gran Bretaña, los obreros se


orientaron hacia la lucha política, con el objetivo de conquistar la igualdad de derechos
para todos los ciudadanos. De ese modo, surgió el cartismo, un movimiento de masas,
cuyo auge se produjo entre 1838 y 1848, y que proponía conseguir los derechos políticos
para los trabajadores.

En el año 1838, la Asociación de Trabajadores de Londres, dirigida por William Lovett,


elaboró la Carta del Pueblo, en la que se reclamaba el sufragio para todos los varones
mayores de veintiún años, el voto secreto, elecciones parlamentarias anuales, la abolición
de los requisitos de propiedad para ser miembro del Parlamento, la asignación de un
sueldo a los parlamentarios y distritos electorales equitativos.

El cartismo movilizó a la mayoría de los trabajadores y de las clases populares con un


objetivo político claro: la democratización del estado. La primera petición al Parlamento
que se hizo por el movimiento, se presentó en 1839, respaldada por más de un millón de
firmas. El Parlamento británico rechazó por tres veces las peticiones y el gobierno
reprimió con dureza las huelgas e intentos de insurrección de los sectores más radicales
del cartismo.

La mencionada petición fue presentada en la mencionada y en varias oportunidades más


al Parlamento siendo rechazada las mismas veces que se la presentó. Si bien no
consiguieron sus objetivos iniciales, los cartistas obtuvieron varios éxitos parciales que
fueron considerados logros tan importantes como las peticiones, entre ellos se destacan:
reducción de la jornada laboral a 12 horas diarias, luego ese valor descendió a 10 y muy
especialmente resultaron buenos a la hora de la concientización de los trabajadores en
términos políticos.

Los defensores del cartismo pensaban que cuando los trabajadores alcanzasen el poder
político, podrían adecuar las leyes a sus intereses de clase. La duración de este
movimiento abarcó una década, entre 1838 y 1848, aunque las reuniones del
movimientos continuaron hasta 1852. Se manifestó en tres oleadas: 1838, 1842 y 1848.

La denominación que tomaría, Cartismo o Chartismo, devino de la Carta del Pueblo o The
People’s Charter, que fuera un documento que en el año 1838 se envió al Parlamento
Británico y en el cual se incluían seis peticiones básicas e irrenunciables que el
mencionado movimiento reivindicaba: sufragio universal para los hombres mayores de 21
años que estuviesen en su sano juicio y no contasen con antecedentes penales, voto
secreto, sueldo anual para aquellos diputados que hicieren posible a los trabajadores el
ejercicio de la política, reunión anual del Parlamento para evitar el soborno, participación
obrera en el Parlamento, abolición del requisito de propiedad para asistir al Parlamento y
el establecimiento de iguales circunscripciones que garanticen la equitativa
representación al mismo número de votantes.

Aunque el cartismo como movimiento no logró sus peticiones, tampoco fue un fracaso. Se
trató de una experiencia importante para la clase obrera que a partir de este momento
empezaría a exigir mejores condiciones, consciente del destacado rol que ocupaban
dentro de la sociedad, y que empezaría a apoyarse en las clases medias, ya que después
de esta experiencia se dieron cuenta de que no podrían conseguir las reformas políticas
necesarias para democratizar el sistema inglés sin su apoyo. Con el tiempo, cinco de las
reivindicaciones cartistas fueron incorporadas a la vida política británica, excepto las
elecciones anuales al parlamento que continuó hasta 1848
Socialismo utópico
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Bajo los términos socialismo utópico, primer socialismo, protosocialismo o socialismo
premarxista (Frühsozialismus, en alemán) se engloban a los pensadores socialistas
anteriores al marxismo —cuyo inicio se sitúa en la fundación de la Liga de los Comunistas
en 1847 y la publicación al año siguiente de su programa, el Manifiesto Comunista—.1

Los representantes más destacados del primer socialismo son Robert Owen en Inglaterra,
y Henri de Saint-Simon, Charles Fourier y Étienne Cabet en Francia. También se pueden
incluir las corrientes insurreccionalistas de Graco Babeuf, Filippo Buonarroti y los
neobabuvistas y de Auguste Blanqui.
Las diferentes corrientes del socialismo utópico se disolvieron o se fueron integrando al
vasto movimiento socialista hegemonizado desde la Asociación Internacional de
Trabajadores (1864-1876) por las ideas de Marx y de Bakunin. Pero dejaron una impronta
significativa, en particular en el cooperativismo, la socialdemocracia, el movimiento
hippie, el capitalismo de Estado, el ecologismo, el feminismo, las ecoaldeas y el socialismo
cristiano.
Definición
Friedrich Engels fue quien acuñó el término de «socialismo utópico» para referirse a los
primeros socialistas, por oposición al «socialismo científico» creado por él y por Marx. De
esta forma pretendía destacar que las propuestas de aquellos eran puras formulaciones
«idealistas» —irrealizables, utópicas— ya que no se basaban en el análisis «científico» de
la sociedad capitalista y de sus fundamentos económicos y no tenían en cuenta la realidad
de la lucha de clases.2 Sin embargo, hoy en día se cuestiona que todos los protosocialistas
se puedan calificar como verdaderos utopistas porque muchos de ellos partieron del
análisis de la sociedad industrial y capitalista, por lo que se propone que el término se
restrinja a aquellos que «se propusieron construir comunidades comunistas en el propio
ámbito de una sociedad capitalista cuyos fundamentos permanecían inmutables». Pero
incluso en este caso, como ocurre con Fourier, Owen o Cabet, se constata que muchas de
sus ideas fueron plenamente realistas y que a diferencia de los utopistas antiguos no se
quedaron en el plano de la mera especulación filosófica sino que intentaron llevar a la
práctica sus ideas convirtiéndolas así en un proyecto político —«la verdad de mañana»,
como definió Víctor Hugo a la utopía— capaz de movilizar a determinados sectores de la
sociedad.3

Aunque las propuestas de los primeros socialistas no forman un cuerpo homogéneo ya


que existen notables diferencias entre ellas, presentan algunas características comunes.
Todos ellos critican la nueva sociedad capitalista resultado de la revolución industrial en la
que los trabajadores quedan a merced del «frío» cálculo económico de los dueños de los
talleres y de las fábricas, y todos entienden la propiedad privada no como un derecho
natural sino como un fenómeno puramente histórico. Así el principal problema que
abordan es cómo alcanzar la igualdad que vaya más allá de la mera igualdad legal, lo que
les lleva a rechazar la exaltación de la libertad abstracta que propugnaba el liberalismo —
que, como dijo el socialista francés Philippe Buchez, sólo enseña «al hombre a ser egoísta,
a convertirse en su propio Dios, su propia fe, su propia gloria, su propia razón y su propia
fuerza»—. De ahí la importancia que conceden a la educación como medio para que
arraiguen los valores que hagan posible la sociedad igualitaria y «armónica» que
proyectan. Por otro lado, también comparten la idea de un cierto internacionalismo
social-proletario que al superar las rivalidades de los nacientes estados-nación dé paso a
una era de paz y de libre convivencia entre los pueblos. Un último rasgo, aunque no
compartido absolutamente por todos, fue el optimismo, su confianza en el progreso y en
la posibilidad del cambio social que pusiera fin a la explotación y a la opresión para
conseguir la regeneración moral de la humanidad.4

Antecedentes
Hasta el siglo XIX, el utopismo estuvo confinado a elucubraciones filosóficas o literarias. Se
puede comenzar en la concepción del paraíso perdido, en la Biblia cristiana, hasta la Edad
de Oro en la mitología griega y romana. Pero a menudo se señala a La República, de
Platón, como el primer planteamiento literario-filosófico de una comunidad ideal. En Asia,
algunos aseguran que el primer revolucionario socialista de la historia fue el iraní Mazdak
(m. 524), fundador de una corriente específica de mazdeísmo.

Ya hacia el Renacimiento, Tomás Moro escribe su famosa novela Utopía (1516), que
inventa el término que nombrará a esta corriente del socialismo (U=sin/topos=lugar).
Otras utopías literarias son La ciudad del sol (1602), de Tommaso Campanella; Código de
la naturaleza (1755), de Morelly; Foción (1763), de Gabriel Bonnot de Mably.

Cuando el momento de auge del socialismo utópico había sido superado, volvió a
frecuentarse el género de la utopía literaria. Se pueden citar Looking backward (1884), de
Edward Bellamy, conocida en castellano como El año 2000; News from nowhere o Noticias
de ninguna parte (1890), de William Morris; La ciudad anarquista americana (1914), de
Pierre Quiroule; Buenos Aires en 1950 bajo el régimen socialista (1908), de Julio Dittrich,
entre otros

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