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diálogo [183]

de la cotidianidad y una obra de arte. En Para terminar, quiero agregar que un


ese sentido, los límites del arte y el no- aspecto negativo del artículo de Páez
arte desaparecen. es que la bibliografía se queda corta,
A continuación el autor empieza la pues era indispensable presentar algu-
parte crítica. El principal problema que nos apartes de “Artworld” y también
encuentra Páez es que Danto maneja el era necesaria una lectura de The Abuse
concepto de mimesis como si éste fuera of Beauty. No obstante, en el texto se en-
un concepto neutral. El argumento que cuentra una crítica bastante original a la
esgrime el autor es corto, pero categó- filosofía de Danto. El escrito, además, se
rico. Siguiendo a Erwin Panofsky, Páez destaca en el contexto filosófico colom-
afirma que el arte no es una esfera inde- biano, en donde son casi inexistentes las
dependiente de la realidad, sino que, por publicaciones de filosofía analítica del
el contrario, el arte es como un espejo de arte. En mi opinión, el artículo es reco-
la sociedad en donde se reflejan “las for- mendado para los interesados en la filo-
mas simbólicas, el espíritu de la cultura”. sofía del arte contemporánea.
El artista mimético, por tanto, no produ-
ce copias ideales de las cosas. La mimesis Bibliografía
es una representación de la realidad, pero Danto, A. “Artworld”, The Journal of
las representaciones de la realidad siem- Philosophy 61/19 (1964): 571-584.
pre van a estar supeditadas a la época y Danto, A. The Transfiguration of the
al lugar en el que el artista vive. En otras Commonplace. Cambridge: Harvard
palabras, lo que Páez quiere decir es que University Press, 1981.
el medio por el cual se representa la rea- Danto, A. The Abuse of Beauty: Aesthetics
lidad no es en sí mismo neutral, sino que and the Concept of Art. Chicago:
estaría matizado por el momento histó- Open Court, 2003.
rico y por el pensamiento propio del ar-
tista. Danto no se percató de este hecho, Julián E. Guzmán
que es evidente para cualquier historia- Universidad del Rosario
dor y psicólogo del arte, y terminó come- julian83g83@gmail.com
tiendo el error de caracterizar al proceso
de imitación como un proceso neutral.
Páez concluye al argumento afirmando
que, dado que el proceso de imitación es #BRVFEBOP  4 “¿Voluntad de vi-
un proceso impuro, no ideal, entonces vir o voluntad de morir? El suicidio en
no es posible reducir la obra de arte a su Schopenhauer y Mainländer”, Revista de
contenido. El medio mismo estaría man- Filosofía (Universidad de Chile: Santiago,
chado con contenido. Chile) 63 (2007): 117-126.
Este argumento dejaría a Danto en un
problema, pues si el medio no desapa- El artículo presenta, de forma general,
rece al tener contenido, entonces la ma- un adecuado tratamiento de la temáti-
terialidad de la obra tampoco. Lo que ca del suicidio tomado de la problemá-
quiere decir que el arte no ha llegado a tica que despliega Schopenhauer en El
su fin y no se ha convertido en filosofía. Mundo como Voluntad y Representación.
Para defender la tesis de la muerte del Sin embargo se encuentran algunos argu-
arte, Danto tendría que responder al ar- mentos y aseveraciones que podrían ser
gumento de Páez. revisadas. Tal es el caso de la utilización

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[18 4] diá logo

del concepto “Nada”, y algunas relacio- de cese de la existencia individual y de su


nes entre los conceptos de “negación” conciencia (supresión de la conciencia del
en Schopenhauer y “destrucción” en individuo), además de asociarlo e identi-
Mainländer. Finalmente haré algunas ficarlo con la muerte, lo cual a mi crite-
apreciaciones en cuanto al fondo y la for- rio, debería aclararse.
ma del escrito. La delimitación del concepto de la
Un problema central en el asunto del Nada en Schopenhauer empieza cuan-
suicidio en Schopenhauer, que la autora do el filósofo establece dos sentidos en
retoma con éxito, es el hecho de que su los que tal concepto puede entenderse.
aparición, o por lo menos aspiración, no El autor toma en primera instancia la
se da por un desprecio inherente a la vida Nada en un sentido negativo, definién-
misma, sino ante la amargura que pro- dola como lo contrario de lo que existe
duce al individuo sentir que su afirma- en la representación, como lo que no es,
ción de la voluntad de vivir se ve trun- contrapuesto a lo que se da o lo que es en
cada por otras afirmaciones más fuertes, el mundo representativo, definición que
o por una cantidad indeterminada de retoma la autora en cierto sentido. Ahora
amenazas y limitantes tanto externos bien, establece el filósofo una segunda ca-
como internos. Esto es lo que realmen- tegorización: la Nada en sentido positivo,
te le produce dolor y hastío –pareja que la cual no puede pensarse; no se puede
compone el péndulo en el que oscila la tener conciencia de ella porque nada es,
vida humana según Schopenhauer–, y no puede tampoco imaginarse, ni mu-
pues el hombre que contempla la posi- cho menos ser deseada. La autora cons-
bilidad del suicidio quiere la vida; su de- tantemente repite que el individuo, al no
seo por afirmar la voluntad es tan fuer- soportar la vida, desea, quiere, necesita
te que, al no verlo satisfecho, se anida y se halla ávido de la nada, lo cual, se-
en su ser tan profundo desconsuelo que gún la delimitación anterior, vendría a
le obliga a renunciar a su materialidad, ser incorrecto.
quitándose la vida. Por tanto, no sería posible que el hom-
No obstante, el suicidio para bre desee ir a la nada. Lo que nos dice
Schopenhauer es sólo otra afirmación Schopenhauer es que, al ser la volun-
de la voluntad, a la cual, como impulso tad el fundamento de todo cuanto existe
y afán ciego de afirmarse como vida, no en la representación, cuando es negada
le importa en lo absoluto el individuo, ya por hombres de conciencia excepcional
que su cuidado se halla en la perpetua- –santos, ascetas, genios que han pasado
ción de la especie, y, si bien es cierto que por el duro proceso de la negación de las
para hacer efectivo este fin debe valerse voluntad de vivir–, reduce a su vez todo
del acto genésico objetivado por los indi- nuestro universo a una aparición iluso-
viduos concretos, la desaparición de un ria, es decir, destruye el mundo, lo vuel-
individuo en nada afecta el curso om- ve “nada”. Así, reconocer que la voluntad
nipotente de la voluntad en su impulso es el noúmeno y negarla, es a la vez negar
nunca saciado de afirmación en la vida. todo cuanto existe, pues es lógico que, si
Por otra parte, es fundamental hacer se niega el principio que funda el mun-
una precisión a la manera como se em- do, se niega el mundo por pleonasmo,
plea el concepto Nada en el artículo, ya ya que son lo mismo, y sólo se diferen-
que la autora lo utiliza como una especie cian en grado y modo. No se tiene avidez

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diálogo [18 5]

de la nada, sino de la no existencia, de de la voluntad de vivir es un acto racio-


la eliminación de la existencia corporal, nal, pero totalmente aislado y particu-
y especialmente del sufrimiento que ella lar. La negación de la voluntad no está
conlleva o ha generado, al no poder sa- de este modo implícita en todo ser hu-
tisfacer su afirmación como vida. mano; de hecho, aquellos que han logra-
No discutiré el pensamiento de do alcanzarla son una minoría. Además,
Mainländer, pues me resulta novedo- el telos del mundo, según Schopenhauer,
so, sino que abordaré mejor la posibili- no es la auto-aniquilación, sino la afir-
dad de establecer relaciones de semejan- mación de todo elemento de la voluntad,
za y desavenencia entre las posturas de de modo que su negación –por más li-
Schopenhauer y Mainländer ante el tema bertad que ofrezca al hombre–, no es un
del suicidio, basado en ciertas diferen- germen natural del proceso de la volun-
cias que la autora postula entre las teo- tad en el mundo.
rías de la negación y la destrucción. En cuanto a los aspectos de forma, se
Cuando Mainländer habla acerca del puede decir que entre algunos párrafos
descubrimiento del mundo como un lu- se observa la falta de una mayor ilación
gar terrible, concepción que terminará conceptual, pues, por ejemplo, se pasa de
por determinar que la no existencia es una manera abrupta de las considera-
mejor que la existencia, se puede señalar ciones un tanto emotivas ante las cau-
a Schopenhauer en este postulado, recor- sas del suicidio, a la consideración del
dando las caracterizaciones dadas por este egoísmo y la inutilidad del mismo, y lo
último respecto al mundo, al calificarlo absurdo que resulta en casos de pacien-
con la ironía de ser “el mejor de los mun- tes con trastornos psiquiátricos. Además
dos posibles”. Además, ante el problema el desarrollo narrativo del texto hubiera
de la posibilidad de negar la perpetuación podido ser más directo y sencillo. Ambas
humana con el auto-aniquilamiento, se dificultades obedecen, a mi juicio, a un
puede establecer un comparativo con el problema de fondo: que en apenas nueve
hombre que descubre la voluntad y sus páginas se haya pretendido dar respues-
designios, y se entrega a la negación de ta a una pregunta muy ambiciosa, que
la voluntad de vivir, en una especie de hubiera requerido más espacio y elabo-
autoaniquilación basada en la renuncia, ración. Aún así, la propuesta resulta in-
abstinencia y castidad, entre otras, lle- teresante, sobre todo por tratarse de un
gando así a la redención. tema que no suele ser considerado por la
El concepto de autodestrucción es di- reflexión filosófica.
ferente en Schopenhauer y Mainländer.
En el pensamiento del este último se per- Alexander Aldana
cibe una especie de progresismo en la ex- Universidad Católica de Colombia
plicación del sentido del mundo y su de- aaldana@ucatolica.edu.co
sarrollo, el cual tiende a su definitivo
aniquilamiento. Aquí el concepto de au-
todestrucción es positivo, pues existe de
por sí en la naturaleza misma de las co-
sas, y su advenimiento es la conclusión
de la dinámica del propio mundo. En
Schopenhauer, al contrario, la negación

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