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multiforse guerra

Espero que esta lección nos deje algún aprendizaje y tomemos las previsiones
correspondientes con las telecomunicaciones, el sistema de radares de la aviación civil y militar,
los sistemas de distribución de agua potable, de gas doméstico y espero que se hayan dado cuenta
que las telecomunicaciones se caen porque las antenas repetidoras de las empresas que prestan
este servicio no tiene baterías de emergencia y cuando se cae el servicio eléctrico se cae la señal
de telecomunicación.

Yo no dejare de defender la revolución y el proyecto de sociedad que implica la construcción del


socialismo, pero no voy a defender mediocridades y la falta de previsión en el contexto de una
amenaza de guerra es la peor mediocridad que puede existir. Llamemos las cosas por su nombre.
El ciberataque al sistema eléctrico fue una agresión militar contra Venezuela. Un crimen de
agresión dirigido a cuasar sufrimiento masivo y poner en riesgo la integridad física y mental de
la población civil. Otra «obra» del «gobierno» de Guaidó. Regresaron los días de odio desatados.
Es obstinante para un pueblo que quiere vivir en paz, quiere trabajar, quiere producir tener que
lidiar con un Guaidó pela nalgas de Voluntad Popular que sólo quiere traer guerra, guarimba y
desestabilización a nuestro país. Esa teoria de que hay que dejarlo para que sea la nada no me
convence después de estos largos días sin luz en el país donde los que gritan por las redes sociales
que la gente muere de hambre eran los primeros en ir a los super mercados y llenar los carritos
de comida. Nada me hará apoyar a un titere de Trump, Marco Rubio y Pence. En Venezuela
estamos sin luz, sin internet, sin comunicación telefónica ni fija ni celular. Solo cuando
restablecen la energía es que podemos comunicarnos!. Muchas versiones sobre el hecho, sobre
todo la versión de «ataque» que ha acompañado al gobierno durante toda su gestión como
justificador de su desastre. Por otro lado, la oposición, aglutinada alrededor de Guaidó, pide una
intervención militar a gritos. Ninguna de las dos opciones representan los intereses de los
trabajadores y el pueblo oprimido que sufre las consecuencias de sus negocios y disputas. Exhorto
hacia la profundización del proceso socialista desde la perspectiva de los trabajadores! No al
injerencismo gringo, ni Guaidó como un titere y concubina política de Marco Rubio.

Según un artículo publicado en la edición digital Forbes.com, la idea de un estado nación


extranjero que manipule la red eléctrica de un adversario para forzar una transición
gubernamental es muy real.

El autor Kalev Leetaru exploró en 2015 el concepto de «primer ataque cibernético», en el que los
gobiernos recurrirían cada vez más a la guerra cibernética por su cuenta o como parte de una
guerra híbrida para debilitar a un adversario antes de la invasión convencional o para efectuar
una transición forzosa y negativamente en un gobierno extranjero.

De acuerdo con Leetaru, interrumpir el suministro de energía y agua, los patrones de tráfico,
frenar o interferir con el acceso a Internet, hacer que los hogares inteligentes se desordenen e
incluso, desencadenar remotamente los derrumbes en las centrales nucleares fueron temas cada
vez más discutidos en la comunidad de seguridad nacional.
En el caso de Venezuela, la idea de que un gobierno como el de Estados Unidos interfiera de
forma remota en su red eléctrica es algo bastante realista. Las operaciones cibernéticas a distancia
rara vez requieren una significativa presencia en tierra, lo que las convierte en la operación
ideal.(1).

Guerra no convencional

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Para otros usos de este término, véase GNC.

La Guerra No-Convencional (GNC), son un conjunto de estrategias que pretende intervenir o


injerir en un país con intencionalidad política de dominación sin usar la tecnología bélica como:
armas, tanques, bombardeos, por mencionar algunos, que suelen ser usado comúnmente en la
"Guerra convencional (GC)". La finalidad es lograr una penetración física, política, económica
y cultural de un país poderoso en otro en desigualdad de condiciones, con el objetivo de
someterlo y expropiarlo de sus bienes o recursos. Esta estrategia resulta en muchas ocasiones
eficaz por el hecho desencadenar caos y miedo en la población del país enemigo al implementar
agentes u oficiales de manera encubierta.1

La guerra no-convencional no es un método nuevo. De acuerdo a revelaciones publicadas por el


gobierno de los Estados Unidos, ha sido empleado en varias ocasiones por sus tropas como
ocurrió en el Proyecto Eldest Son durante la Guerra de Vietnam y en varias operaciones en
la Segunda Guerra Mundial.

Índice

 1Antecedentes
o 1.1Surgimiento de la GNC
 2Características y Objetivos de la GNC
o 2.1Características
o 2.2Objetivos
 3Referencias
 4Enlaces externos

Antecedentes[editar]

La guerra se define como la lucha armada entre dos o más naciones o entre bandos de una
misma nación.2

La guerra puede clasificarse en dos grupos: La Guerra Convencional (GC) y La Guerra No-
Convencional (GNC).

En la Guerra convencional existe un enfrentamiento armado físico entre los beligerantes, y sus
objetivos principales son la destrucción del ejército enemigo y de su infraestructura, o en su
defecto el debilitamiento.
En la Guerra no-convencional usualmente no existe un enfrentamiento físico entre las fuerzas
militares de las naciones en conflicto, este tipo de guerra se basa en la idea de que es posible
desestabilizar al enemigo a través del miedo, hasta el punto de lograr que haga grandes
concesiones para obtener la paz, sin importar si este aun es capaz de continuar la guerra. Las
fuerzas u objetivos son secretos, o no están bien definidos; las tácticas y las armas intensifican
el entorno de subversión, miedo y generalmente, lo que se trata de obtener es la coerción o la
subversión de un cuerpo político.

Los país que suelen aplicar la guerra no-convencional no usan la fuerza desmedida de un arma
convencional, si no que a través de medios creativos, innovadores, tecnológicos y tácticas
sigilosas, logra llevar cabo los propósitos que se plantean. En la guerra no-convencional los
objetivos de guerra son usualmente psicológicos y coactivos, y los elementos de las fuerzas
armadas usualmente trabajan independientemente y es común que se encuentre infiltrados.

Estudios sobre la evolución de las guerras aseguran que el empleo de métodos de Guerra no
Convencional data de la antigüedad. Durante el período de la Guerra Fría, el mando militar
de Estados Unidos desarrolló campañas de guerra no-convencional para tratar de lograr sus
objetivos sin arriesgarse a una contienda generalizada con la Unión de Repúblicas Socialistas
Soviéticas (URSS).

Tras el fiasco estadounidense en Vietnam, y para enfrentar el auge de los movimientos de


liberación nacional en diferentes partes del mundo desarrolló la doctrina de los “conflictos de
baja intensidad”, referente doctrinal cercano a la Guerra no-convecional.

Surgimiento de la GNC[editar]

Como concepto, ha formado parte del cuerpo doctrinal de las Fuerza Armada estadounidenses
desde la Segunda Guerra Mundial, pero es a partir de la década de los 50 que se conoce con la
denominación actual.

La incapacidad demostrada por las Fuerzas Armadas de Estados Unidos para tener éxito en
escenarios de guerra irregular, junto a otros factores derivados de esas propias guerras tanto en
lo político, moral y psicológico, como en los aspectos técnico-militares, y de la endeble
situación económica por la que atraviesa, ha obligado al mando político-militar estadounidense
a retomar enfoques que, aunque igualmente agresivos, tienden a hacer prevalecer la guerra “a
distancia”, con poca o ninguna presencia directa de sus fuerzas terrestres en el terreno.

Esto se imbrica convenientemente con las estrategias de la administración del


presidente Barack Obama, que abogan por “liderar desde atrás”, comprometer el mínimo de
fuerzas y apoyarse, hasta donde sea posible, en elementos locales y de países aliados, a la vez
explotar las vulnerabilidades del adversario, para desgastarlo paulatinamente y provocar su
colapso. Esto es lo que se suele llamar como “Poder Suave, Poder Inteligente, o Huella Ligera”
y otras numerosas denominaciones que confluyen en su objetivo: Derrocar gobiernos que no se
someten a sus intenciones.

Según la Circular de Entrenamiento 18-01 (TC- 1801), uno de los principales documentos
doctrinales norteamericanos sobre la Guerra No-Convencional de las Fuerzas de Operaciones
Especiales del Ejército de Estados Unidos, fechada en el año 2010, se trata de aprovechar las
posibles vulnerabilidades del Gobierno a derrocar; distanciarlo de la población; desplazar a la
porción de la ciudadanía que actúa de manera neutral hacia posiciones en su contra; explotar
estos elementos a través de la subversión, y cuando esta no conduzca a los resultados
estratégicos deseados, recurrir al conflicto armado a través del fomento de la insurgencia, que
actúe de manera irregular y conduzca a la inestabilidad incontrolable e impida gobernar. En tal
sentido deben jugar un papel protagónico, según el propio documento, los medios de
comunicación masiva y las modernas tecnologías de la informática y las comunicaciones, en
función de las acciones subversivas.3

De acuerdo a la TC-1801, la Guerra No-Convencional es:

"El conjunto de actividades dirigidas a posibilitar el desarrollo de un movimiento de resistencia


o insurgente; para coaccionar, alterar o derrocar a un gobierno; o tomar el poder mediante el
empleo de una fuerza de guerrilla auxiliar y clandestina”, aprovechando, promoviendo y
contribuyendo casi siempre de modo directo aunque encubierto a alentar las vulnerabilidades
económicas, políticas y militares del adversario seleccionado." 4

La guerra no-convencional conjuga una red de tanques pensantes (think tanks), fundaciones,
fondos, y demás organizaciones que están detrás de la desestabilización abierta de naciones
soberanas. Sus narrativas en las políticas públicas o para el consumo público son engañosas y
persuasivas. Su función es cooptar a los pensadores progresistas, medios de comunicación y
activistas.

Fundaciones, financiamientos, equipamientos, adiestramientos, mercenarios, manipulación; y


mucha persuasión a través de los medios de comunicación, son algunas de las técnicas
utilizadas por los Departamento de Estado, con la finalidad de socavar las bases de los
gobiernos.

Características y Objetivos de la GNC[editar]

Características[editar]

 Rebajar los estándares de la vida civil a través de prácticas inhumanas (escasez de


productos de consumo diario y tecnológico).
 Generar guerra mediática para desprestigiar y justificar las acciones injerencistas, por
medio de campaña internacional y nacional sobre la inseguridad.
 Utilización de un gran aparato financiero exógeno que subvenciona los actos callejeros,
de terrorismo urbano o contra bienes de las naciones.
 Cuenta con el apoyo secreto de grupos militares y civiles opositores a quienes se les
dota e instruye en cursos para la elaboración de armamentos y tácticas ataques.
 Provoca el miedo en la población civil a través de las campañas mediáticas.
 Crea a través de los medios clima de desconfianza y desesperanza sobre las actuaciones
del gobierno en la población del país.
 Crea un estado de conflictividad civil para el quiebre moral de los partidarios del
modelo de Estado.
 Viola los derechos humanos de la población y violentar los derechos y acuerdos
internacionales.
 Utiliza la técnica del rumor en las calles y demás espacios para generar confusión y
malestar en la población.
 Usar medios de internet como las redes sociales con fines desestabilizadores.
 Generar disturbios.
 Una vez que los enfrentamientos civiles se complican viene la intervención de las
negociaciones de paz, mientras tanto se intensifican la violencia con la presencia de
grupos armados, luego se produce la invasión y la guerra convencional, hasta destruir
los pueblos, la población civil, su cultura, historia, monumentos y arquitectura.5

Objetivos[editar]

 Reducir, disminuir o minimizar al enemigo elegido hasta vencerlo.


 Dominar otras naciones.
 Expoliar de las riquezas naturales a otros pueblos.
 Apoderarse de sus condiciones geopolíticas estratégicas para no sólo su expansión
territorial sino para imponer su modelo y subyugar a los pueblos.
 Destruir el país con armas de cualquier tipo, para luego comenzar el negocio de la
reconstrucción.
 Como objetivo final, crear un mundo unipolar al tratar de implementar un nuevo orden
mundial en donde las grandes potencias sean quienes rijan la economía, la conducción
social y la política del planeta.

Las guerras no convencionales buscan derrocar países o gobiernos


progresistas que representan una amenaza a sus intereses de
dominación imperial, por lo que en el caso venezolano, la MUD
intenta socavar la institucionalidad democrática del Gobierno del
presidente Nicolás Maduro.
El politólogo y experto petrolero venezolano, Miguel Jaimes, aseguró en exclusiva para el sitio
web de teleSUR que la Guerra No Convencional (GNC) en países de Latinoamérica se
presenta de manera cambiante y veloz, adaptándose a los nuevos panoramas políticos,
sociales y económicos.

Las GNC se insertan en países o gobiernos progresistas que representan una amenaza
a los intereses de dominación imperial, reflexionó el experto en geopolítica.
En el caso venezolano, la GNC se basa en fórmulas como “La Salida”, además buscan
fortalecer la propuesta de los partidos de oposición aglutinados en la autodenominada Mesa
de la Unidad Democrática (MUD) para subvertir “los intereses locales y regionales de los
candidatos (actualmente electos)” ante el Parlamento.

Para el profesor Jaimes, los recién electos diputados de derecha ante la Asamblea
Nacional (AN), son quienes están detrás de la GNC en ese país suramericano, bajo la
sotana del clero. “Se trata de la Conferencia Episcopal Venezolana (CEV)
y el cárdenal Jorge Liberato Urosa Sabino que han aparecido rápidamente para
bendecir todas las acciones que lleve adelante la MUD” en la sede de la AN.
Lee: Mitos y realidades de la derecha como mayoría en el Parlamento venezolano
Ejemplos vivos y recientes de esta guerra asimétrica se demuestran en Ucrania donde se
presentó “más agresiva” y antecedida por una “pre guerra, asesinatos, incendios, ataques al
Parlamento, persecuciones muy parecidas a aspectos neonazis”.

En las GNC donde participa el Pentágono y el Departamento de Estado de Estados


Unidos (EE.UU.), “hay un staff de expertos sociales: psicólogos, psiquiatras,
politólogos, antropólogos, sociólogos, expertos en guerra y tortura” para
derrumbar el Gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro.

Sin escrúpulos “deconstruye, destruye, aniquila, trata de que la Revolución (Bolivariana)


retroceda, que se sienta amenazada, atomizada, fatigada”, y de esa forma obtuvo el
circunstancial triunfo de opositora MUD en el Poder Legislativo.

GNC contra países OPEP

El politólogo venezolano recordó que desde hace 20 años, las principales guerras del mundo
están dirigidas contra los países que forman parte de la Organización de Países Exportadores
de Petróleo (OPEP): caso Libia donde el republicano estadounidense John Mccain provocó la
llamada Primavera Árabe.
“John Mccain se ha convertido en un embajador plenipotenciario con poderes y ha
estado detrás del derrocamiento de no menos de 20 mandatarios (del territorio
mundial)”, destacó Jaimes.
Ofensiva del Gobierno venezolano frente a la GNC

El profesor venezolano saludó la nueva mesa ministerial instalada por el jefe de Estado
Nicolás Maduro para potenciar la producción en el país y ante el panorama de un golpe
continuado, considera necesaria una gran agenda internacional mucho más rápida que saque
una declaratoria regional de Suramérica y el Caribe en defensa del petróleo.

Llamó a repensar qué estuviera haciendo el comandante Hugo Chávez para combatir la
guerra económica, quien desde 1999 cuando llegó a la presidencia por elección popular
enfrentó en el país una GNC.

Venezuela vive una guerra no convencional desde 1999

La GNC viene gestándose en Venezuela desde que se instaló el gobierno del presidente Hugo
Chávez en 1999 pero fracasó con el golpe de Estado de 48 horas en 2002, un hito histórico
dado que el pueblo venezolano exigió en las calles el regreso del líder de la Revolución
Bolivariana.
Tras la partida física de Chávez en 2013, Estados Unidos intensificó sus actos
desestabilizadores con acciones de terrorismo como las llamadas guarimbas, que se
instalaron apenas se conocieron los resultados de las elecciones presidenciales del 5 de abril
de 2013 que dieron vencedor a Nicolás Maduro. El llamado del candidato derrotado Henrique
Capriles dejó 11 muertos, decenas de lesionados y una gran pérdida material en bienes
públicos.

No conforme con estos resultados que afectaron de nuevo los intereses de EE.UU., en 2014
se retomaron las acciones terroristas y apenas se inició el año, irrumpieron nuevos ataques a
instalaciones públicas como indicativo del reimpulso que se le daría a las guarimbas en
algunos puntos del país durante cinco meses, arrojando un resultado de 43 víctimas mortales
y cuantiosos daños a infraestructuras.

Solo la alianza cívico-militar pudo contenerla y derrotarla. Este hecho fue un éxito del
Presidente Nicolás Maduro contra el imperialismo norteamericano. Pero los intentos para
derrocarlo no acabaron.

Lee también: Maduro evalúa propuestas para nueva etapa de la Revolución


El año 2015 se inició con el intento de un golpe militar cuyas acciones comprendían
bombardear sitios estratégicos del poder nacional pero fue descubierto y desmontado, por ello
el cambio de estrategia y con mayor intensidad de la Guerra No Convencional y uno de sus
derivados: la Guerra Económica, que ha sido usada como táctica para socavar y degradar la
moral, la fuerza política, psicológica, militar y económica del pueblo venezolano. A esto se
suma la declaratoria de Barack Obama a Venezuela como una "amenaza a la seguridad de
EE.UU." en marzo de 2015.

Factores que alimentan esta guerra son el incremento de precios diariamente, la especulación,
el acaparamiento, la variación cambiaria debido a la confabulación para manejar el valor de la
divisa dólar a niveles que permitiría el incremento inflacionario de manera vertiginosa y el
terror psicológico de sentirse "ser una amenaza para EE.UU.", pues en cualquier momento -
apelando a esa categoría de amenaza- podría activarse el Plan de Intervención directa por
parte del Comando Sur.

Reiteradas veces, el comandante del Comando Sur, General John Kelly, opinó sobre la
situación de crisis que vivía Venezuela y descalificó al gobierno revolucionario. Hechos que
nos permiten deducir la plena disposición del Comando Sur de inmiscuirse en los asuntos
internos de Venezuela, contando para ello con la autorización del Presidente Obama y con las
fuerzas de tareas para llevar a cabo un plan militar de intervención.

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