El desafío de la Gestión del Talento Humano

y la fórmula de la productividad

El psiquiatra Carl Jun, fundador de la psicología analítica o psicología profunda,

aseguraba que “todos nacemos originales y morimos siendo copias”. Es decir, por mucho
que te resistas la sociedad y el sistema en general se encargarán de amoldarte a un
modelo determinado, y sin notarlo, dejaras de lado tu originalidad y esencia. Ángeles no
es la excepción de la regla. Ella se muestra siempre sonriente ante los clientes, aunque
ha perdido el gusto por su profesión. Los domingos por la tarde ya siente un nudo en la
garganta porque el lunes tiene que ir a su empleo.

El exceso de trabajo y el hostigamiento de su jefe son frecuentes, hasta el punto que

desde hace cuatro años padece una fuerte depresión. Ni hablar de esos estresantes 90
minutos que pasa en el bus para poder llegar hasta la oficina. Aunque solo puede
sobrellevar un día de trabajo si toma antidepresivos, Ángeles no da ningún argumento a
su superior para que pueda realizar algún informe interno desfavorable para ella. “El que
yo esté al límite de mis fuerzas después de algunos meses de pánico no le interesa a la
empresa. Por las noches me despierto bañada en sudor, porque me preocupa mucho
todo esto. Tengo ataques de migrañas, problemas estomacales y ansiedad. Vivo sola y
tengo una hipoteca que pagar. A mis cincuenta años no querrán saber nada de mí en otra
compañía. No me queda otra alternativa que resistir”. Sin percatarse esta mujer se ha
convertido en una copia del típico empleado que vive para trabajar, pagar deudas y
sobrevivir en la sociedad. Afortunadamente para Ángeles en su empresa existe un héroe
que se ha propuesto darle un giro de 180 grados a su realidad.

Algunos se preguntarán ¿quién es esta mujer? ¿Qué empresa tan hostil es esa? ¿Quién
es ese héroe? ¿Qué fórmula mágica usará para devolverle el amor por su profesión a
Ángeles? Les diré que se trata de una ejecutiva del departamento de Finanzas que labora
en A&B C.A, el héroe soy yo, y la fórmula se las develaré en esta presentación.

Hoy he venido a hablarles de un desafío llamado la Gestión del Talento Humano, y el

primer reto será cambiar ese viejo letrero en la puerta que dice Departamento de
Recursos Humanos. Ya es como un periódico de ayer. Es hora de sustituir la
configuración del área e implementar un concepto moderno.

Como todos saben en la era del conocimiento predomina el capital intelectual, y no el

capital financiero… nadie aquí podría refutar que son los empleados quienes aportan sus
conocimientos, capacidades, habilidades, y además, contribuyen con las decisiones y
acciones que imprimen dinamismo a A&B. Este nuevo modelo se fundamenta en una
relación Ganar-Ganar, donde los trabajadores son visualizados como socios o colabores y
no como proveedores de servicios a cambio de un salario. Ahora sí colegas, ¿están listos
para conocer los componentes de esta fórmula?
Al final de este discurso no nos debe quedar duda de que la obsoleta concepción de la
administración de RHH de A&B debe pasar a la historia y sufrir una serie de
transformaciones a mediano plazo. Según este nuevo concepto, los empleados dejarán
de estar aislados en sus puestos para ahora actuar como colaboradores agrupados en
equipos. Pasarán de ser una especie de robots ejecutores de tareas a ser proveedores de
actividad, de cumplir un horario rígido establecido a enfocarse más en el cumplimiento
de metas negociadas y compartidas. Las personas dejarán de estar preocupadas por las
normas y las reglas para preocuparse por los resultados. De permanecer subordinados a
un jefe a centrarse en la atención y satisfacción del cliente. De implementar una cultura de
fidelidad a la organización a tener un personal vinculado con la misión y la visión
empresarial, de la dependencia de la jefatura a la interdependencia con colegas y
equipos.

Atrás quedará la alineación con la organización para dar paso a la participación y el

intercambio de conocimientos y experiencias. Este modelo da más importancia a la ética y
a la responsabilidad que a la especialización, sin que ello implique descuidar el desarrollo
del talento humano. Los departamentos en lugar de darle tanta importancia a las
destrezas manuales valorarán más el conocimiento y las competencias de la Inteligencia
Emocional. En resumen, la Gestión del Talento Humano plantea suplir el enfoque de la
mano de obra por el desarrollo de la inteligencia y el talento.

Finalmente, no podemos olvidar que la generación del capital humano y emocional en los
trabajadores está ligada a las motivaciones que genera el trabajo. Necesitamos
garantizarle calidad de vida a nuestro principal activo. A mi juicio esta es la fórmula
infalible para una mayor productividad. Cambiemos A&B, cambiemos la manera de
administrar a las personas y cambiaremos el mundo.

Transformemos al personal en el diferencial que propicie y sostenga el éxito de la

organización. Convirtámoslos en nuestra principal ventaja competitiva dentro de un
mundo globalizado, inestable y cambiante. Sin perder más el tiempo, hagámosle ya jaque
mate a toda esa competencia feroz del mercado.