UNIVERSIDAD AUTÓNOMA DE BAJA CALIFORNIA

Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales

Etapa Terminal

Carrasco Pérez, Daniel Alejandro

372/ turno matutino

Análisis del discurso de expropiación petrolera, de Lázaro Cárdenas

Relaciones México-EUA en el siglo XX

Impartido por Prof. Osvaldo Arias

Tijuana, Baja California, octubre 25 de 2019

El discurso de la expropiación petrolera fue pronunciado por Lázaro Cárdenas en Palacio

Nacional, el 18 de marzo de 1938. En este, exponía las razones por las que determinaba

llevar a efecto la expropiación, y posterior indemnización, de las compañías petroleras

asentadas en México. Es un discurso que ha sido objeto de múltiples tratamientos. Por

un lado, están quienes consideran que fue el principal motivador de que la población

general se volcara a las calles en favor de este acto de Estado y cediera la mayoría de

sus posesiones para aportar al pago de las liquidaciones. Comúnmente, en las

efemérides del 18 de marzo nunca falta la mención al texto, resaltando sus cualidades

patrióticas y de efusiva persuasión.

Sin embargo, estudios recientes han explorado el efecto de este mensaje desde

una perspectiva más amplia e integrada. Ahora, se puede afirmar que solo fue una parte

(importante, sin duda) de todo un “aparato propagandístico” que montó el gobierno de

Cárdenas para inclinar la opinión pública en favor de la expropiación. El apoyo no fue

espontáneo ni surgió de ese instante en Palacio Nacional, sino que fue resultado de un

proceso de construcción de identidad en torno al petróleo y los recursos del subsuelo

mexicano, diseminado vía los medios de comunicación impresos.1

En cuanto al contenido del discurso, podemos constatar en primera instancia,

como el presidente Cárdenas responsabiliza a las compañías petroleras de haber llegado

hasta el punto crítico de 1938. Enlista brevemente los incumplimientos y protestas

1
Una investigación que aborda este punto y también recoge discursos identitarios de campesinos y obreros, es Omar
Fabián González Salinas, “El discurso patriótico y el aparato propagandístico que sustentaron a la expropiación
petrolera durante el cardenismo”. Estudios de Historia Moderna y Contemporánea de México, no. 52 (julio-diciembre
2016), pp. 88-107. http://dx.doi.org/10.1016/j.ehmcm.2016.06.003. También, Ricardo Pérez Montfort. Imágenes
populares de la expropiación petrolera. En XI Jornadas de historia de Occidente "Recursos naturales y soberanía
natural". México: Centro de Estudios de la Revolución Mexicana "Lázaro Cárdenas", 1994, pp. 215-35.
infundadas que estas llevaron a cabo en los meses previos, así como una campaña de

desprestigio del gobierno mexicano que fue difundida en medios internacionales.2

Posteriormente, se señalan los inconvenientes para aplicar la Ley de Expropiación

tal como se establecía. Esta conllevaba un embargo, que, de acuerdo a Cárdenas,

hubiera provocado el desabasto de combustible y el entorpecimiento de las actividades

productivas. A pesar de ello, es una demanda de la Nación que se restablezca la

propiedad petrolera en manos nacionales, y los abusos cometidos por extranjeros (sobre

todo en cuestión laboral contra mexicanos) hace que la resolución adquiera carácter de

irreversible.

Se trata a continuación una breve historia del conflicto inicial, que involucraba a la

compañía El Águila, S.A. El Sindicato de Trabajadores Petroleros y el Departamento del

Trabajo, operaron para sancionar a la compañía por las reiteradas quejas interpuestas

ante las autoridades laborales y federales. Se intentó conciliar con las empresas para

que resarcieran los daños y las prestaciones omitidas, mediante el pago de más de 26

millones de pesos. Estas se negaron, debido a que calcularon que los egresos finales

supondrían un gasto de 41 millones. Ante esto, Cárdenas apunta que buscó continuar

las negociaciones y fijar el monto máximo a pagar en esos 26 millones y fracción.

Se reitera la “intransigencia de las compañías demandadas”, así como la

disposición gubernamental de que el conflicto se resolviera en términos armoniosos,

cosa que no pudo suceder. Por otro lado, el presidente revisa el proceso mediante el

2
El discurso íntegro fue recuperado de Biblioteca Garay, “Discurso del Presidente Lázaro Cárdenas con motivo de la
Expropiación Petrolera”, sin fecha de publicación [1938]. Disponible en
http://www.biblioteca.tv/artman2/publish/1938_227/Discurso_del_Presidente_L_zaro_C_rdenas_con_motivo_14
42.shtml
cual estas empresas lograron concentrar la explotación petrolera en México. Resalta la

acusación de que las concesiones, en varias ocasiones, fueron otorgadas “contra su

voluntad [el de la Nación] y contra el derecho público”. En un sentido más profundo, se

cuestiona si este capital extranjero ha servido para traer el desarrollo al país: “¿En

cuántos de los pueblos cercanos a las explotaciones petroleras hay un hospital, una

escuela o un centro social (…)?” Se intenta decir que, pese a la defensa que las

empresas lleguen a hacer de sí mismas, o a los abogados que encuentren entre los

nacionales, el pueblo y su presidente son conscientes de que ahora mismo son un lastre

para su desarrollo económico y moral, que atentan contra su “necesidad evolucionista”.

Hacia el final del discurso, se presentan argumentos referentes a las condiciones

y al carácter patriótico de la defensa del crudo. Para atizar los señalamientos, en algún

pasaje se sugiere que facciones rebeldes contra el gobierno federal fueron financiadas

por estas empresas, en la región de la Huasteca Veracruzana y en el Istmo de

Tehuantepec (concretamente, en oposición a Venustiano Carranza y los

Constitucionalistas). Los acuerdos de solidaridad con países aliados no se verán

afectados por los esfuerzos expropiadores, dice Cárdenas. Más bien, significan, incluso,

una muestra de dignidad y búsqueda de legitimada interna, necesaria para afrontar los

compromisos diplomáticos externos.