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1.

Génesis 28:15
He aquí que yo estoy contigo; yo te guardaré por dondequiera que vayas y
te haré volver a esta tierra. No te abandonaré hasta que haya hecho lo que
te he dicho (Ge 28:15).
2. Éxodo 19:5
Ahora pues, si de veras escuchan mi voz y guardan mi pacto, serán para mí
un pueblo[a] especial entre todos los pueblos. Porque mía es toda la tierra
(Ex 19:5).
3. Éxodo 20:12
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se prolonguen sobre la
tierra que el SEÑOR tu Dios te da (Ex 20:12).
4. Levítico 26:11-12
Yo pondré mi morada entre ustedes, y mi alma no los abominará. Andaré
entre ustedes y seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo (Lev 26:11-12).
5. Josué 1:5
Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida. Como estuve con
Moisés, estaré contigo; no te dejaré ni te desampararé (Jos 1:5).
6. Josué 1:8
Nunca se aparte de tu boca este libro de la Ley; más bien, medita en él de
día y de noche, para que guardes y cumplas todo lo que está escrito en él.
Así tendrás éxito y todo te saldrá bien (Jos 1:8).
7. Salmos 1:1-3
Bienaventurado el hombre que no anda según el consejo de los impíos ni se
detiene en el camino de los pecadores ni se sienta en la silla de los
burladores. Más bien, en la ley del SEÑOR está su delicia, y en ella medita de
día y de noche. Será como un árbol plantado junto a corrientes de aguas
que da su fruto a su tiempo y su hoja no cae. Todo lo que hace prosperará
(Sal 1:1-3).
8. Salmos 32:8
Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar. Sobre ti fijaré
mis ojos (Sal 32:8).
9. Salmos 34:7
El ángel del SEÑOR acampa en derredor de los que le temen, y los libra (Sal
34:7).
10. Salmos 41:1
¡Bienaventurado el que se preocupa del pobre! En el día malo lo librará el
SEÑOR (Sal 41:1).
11. Salmos 67:6
La tierra dará su fruto; nos bendecirá Dios, el Dios nuestro (Sal 67:6).
12. Salmos 84:11-12
Porque sol y escudo es el SEÑOR Dios; gracia y gloria dará el SEÑOR. No
privará del bien a los que andan en integridad. Oh SEÑOR de los Ejércitos,
¡bienaventurado el hombre que confía en ti! (Sal 84:11-12).
13. Salmos 103:3
Él es quien perdona todas tus iniquidades, el que sana todas tus dolencias
(Sal 103:3).
14. Salmos 107:9
Porque él sacia al alma sedienta y llena de bien al alma hambrienta (Sal
107:9).

15. Salmos 126:5


Los que siembran con lágrimas, con regocijo segarán (Sal 126:5).
16. Proverbios 1:7
El temor del SEÑOR es el principio del conocimiento; los insensatos
desprecian la sabiduría y la disciplina (Pr 1:7).
17. Proverbios 3:9-10
Honra al SEÑOR con tus riquezas y con las primicias de todos tus frutos. Así
tus graneros estarán llenos con abundancia, y tus lagares rebosarán de vino
nuevo (Pr 3:9-10).
18. Proverbios 19:17
El que da al pobre presta al SEÑOR, y él le dará su recompensa (Pr 19:17 ).
19. Proverbios 22:9
El de ojos bondadosos será bendito, porque de su pan da al necesitado (Pr
22:9).
20. Isaías 40:31
Pero los que esperan en el SEÑOR renovarán sus fuerzas; levantarán las alas
como águilas. Correrán y no se cansarán; caminarán y no se fatigarán (Is
40:31).
21. Isaías 41:10
No temas, porque yo estoy contigo. No tengas miedo, porque yo soy tu
Dios. Te fortaleceré, y también te ayudaré. También te sustentaré con la
diestra de mi justicia (Is 41:10).
22. Isaías 57:15
Porque así ha dicho el Alto y Sublime, el que habita la eternidad y cuyo
nombre es el Santo: Yo habito en las alturas y en santidad; pero estoy con el
de espíritu contrito y humillado, para vivificar el espíritu de los humildes y
para vivificar el corazón de los oprimidos (Is 57:15).
23. Jeremías 17:7-8
Bendito el hombre que confía en el SEÑOR, y cuya confianza es el SEÑOR.
Será como un árbol plantado junto a las aguas y que extiende sus raíces a la
corriente. No temerá cuando venga el calor, sino que sus hojas estarán
verdes. En el año de sequía no se inquietará ni dejará de dar fruto (Jr 17:7-8).
24. Jeremías 33:3
Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú
no conoces (Jr 33:3).
25. Malaquías 3:10
Traigan todo el diezmo al tesoro y haya alimento en mi casa. Pruébenme en
esto, ha dicho el SEÑOR de los Ejércitos, si no les abriré las ventanas de los
cielos y vaciaré sobre ustedes bendición hasta que sobreabunde (Mal 3:10).
26. Mateo 6:33
Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas les serán añadidas (Mt 6:33).
27. Mateo 11:28
Vengan a mí, todos los que están fatigados y cargados, y yo los haré
descansar (Mt 11:28).
28. Mateo 21:22
Todo lo que pidan en oración, creyendo, lo recibirán (Mt 21:22).

29. Mateo 28:19-20


Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en
el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que
guarden todas las cosas que les he mandado. Y he aquí, yo estoy con
ustedes todos los días, hasta el fin del mundo (Mt 28:19-20).
30. Lucas 6:38
Den, y se les dará; medida buena, apretada, sacudida y rebosante se les dará
en su regazo. Porque con la medida con que miden se les volverá a medir
(Lc 6:38).
31. Juan 3:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito
para que todo aquel que en él cree no se pierda mas tenga vida eterna (Jn
3:16 ).
32. Juan 10:27-29
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen. Yo les doy vida
eterna, y no perecerán jamás, y nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre,
que me las ha dado, es mayor que todos y nadie las puede arrebatar de las
manos del Padre (Jn 10:27-29).
33. Juan 11:25
Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí, aunque muera, vivirá (Jn
11:25).
34. Juan 12:26
Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estoy allí también estará mi servidor.
Si alguno me sirve, el Padre le honrará (Jn 12:26).
35. Juan 14:21
El que tiene mis mandamientos y los guarda, él es quien me ama. Y el que
me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él (Jn
14:21).
36. Juan 14:27
La paz les dejo, mi paz les doy. No como el mundo la da yo se la doy a
ustedes. No se turbe su corazón ni tenga miedo (Jn 14:27).
37. Juan 15:4-5
Permanezcan en mí, y yo en ustedes. Como la rama no puede llevar fruto
por sí sola si no permanece en la vid, así tampoco ustedes si no permanecen
en mí. Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece en mí y yo en él,
este lleva mucho fruto. Pero separados de mí nada pueden hacer (Jn 15:4-5).
38. Romanos 5:1
Justificados, pues, por la fe tenemos paz para con Dios por medio de
nuestro Señor Jesucristo (Ro 5:1).
39. 1 Corintios 10:13
No les ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es
Dios, quien no los dejará ser tentados más de lo que ustedes pueden
soportar, sino que juntamente con la tentación dará la salida, para que la
puedan resistir (1 Co 10:13).
40. 2 Corintios 9:6-8
Y digo esto: El que siembra escasamente cosechará escasamente, y el que
siembra con generosidad también con generosidad cosechará. Cada uno dé
como propuso en su corazón, no con tristeza ni por obligación porque Dios
ama al dador alegre. Y poderoso es Dios para hacer que abunde en ustedes
toda gracia, a fin de que, teniendo siempre en todas las cosas todo lo
necesario, abunden para toda buena obra (2 Co 9:6-8).
41. Efesios 6:2
Honra a tu padre y a tu madre (que es el primer mandamiento con promesa)
(Ef 6:2).
42. Filipenses 4:6-7
Por nada estén afanosos; más bien, presenten sus peticiones delante de Dios
en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, guardará sus corazones y sus mentes en
Cristo Jesús (Filip 4:6-7).
43. Filipenses 4:19
Mi Dios, pues, suplirá toda necesidad de ustedes conforme a sus riquezas en
gloria en Cristo Jesús (Filip 4:19).
44. Hebreos 11:6
Y sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se
acerca a Dios crea que él existe y que es galardonador de los que le buscan
(He 11:6).
45. 2 Pedro 3:13
Según las promesas de Dios esperamos cielos nuevos y tierra nueva en los
cuales mora la justicia (2 Pe 3:13).
46. 1 Juan 1:9
Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros
pecados y limpiarnos de toda maldad (1 Jn 1:9).
47. 1 Juan 2:25
Y esta es la promesa que él nos ha hecho: la vida eterna (1 Jn 2:25).
48. 1 Juan 3:2
Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que
seremos. Pero sabemos que, cuando él sea manifestado, seremos
semejantes a él porque lo veremos tal como él es (1 Jn 3:2).
49. 1 Juan 5:14-15
Y esta es la confianza que tenemos delante de él: que, si pedimos algo
conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que él nos oye en
cualquier cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le
hayamos hecho (1 Jn 5:14-15).
50. Apocalipsis 2:10
No tengas ningún temor de las cosas que has de padecer. He aquí, el diablo
va a echar a algunos de ustedes en la cárcel para que sean probados, y
tendrán tribulación por diez días. Sé fiel hasta la muerte, y yo te daré la
corona de la vida (Ap 2:10).
51. Éxodo 33:14
Yo mismo iré contigo y te daré descanso —respondió el Señor.
52. Levítico 26:12
Caminaré entre ustedes. Yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo.
53. Génesis 22:18
Puesto que me has obedecido, [Abraham] todas las naciones del mundo
serán bendecidas por medio de tu descendencia.
54. Números 14:18a
El Señor es lento para la ira y abundante en misericordia, y perdona la
iniquidad y la transgresión. (LBLA)
55. Deut 4:29
Pero si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu
alma, lo encontrarás.
56. Jueces 2:1
El ángel del Señor. . .dijo:” Yo los saqué a ustedes de Egipto y los hice entrar
en la tierra que juré darles a sus antepasados. Dije: “Nunca quebrantaré mi
pacto con ustedes.”
57. Rut 4:14
¡Alabado sea el Señor, que no te ha dejado hoy sin un redentor!
58. 1 Samuel 16:7
Dios no se fija en las cualidades que la gente ve. La gente sólo presta
atención al aspecto de las personas, pero el SEÑOR ve su corazón. (PDT)
59. 2 Samuel 22:31
El camino de Dios es perfecto; la palabra del Señor es intachable. Escudo es
Dios a los que en él se refugian.
60. 1 Reyes 8:23
Señor, Dios de Israel, no hay Dios como tú arriba en el cielo ni abajo en la
tierra, pues tú cumples tu pacto de amor con quienes te sirven y te siguen
de todo corazón.
61. 2 Reyes 17:39
Me temerán a mí, el Señor su Dios, y yo los libraré del poder de todos sus
enemigos. (RVC)
62. 1 Cr 16:34
¡Alaben al Señor porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre!
63. 2 Cr 7:14
Si mi pueblo, que lleva mi nombre, se humilla y ora, y me busca y abandona
su mala conducta, yo lo escucharé desde el cielo, perdonaré su pecado y
restauraré su tierra.
64. 2 Cr 16:9a
El Señor recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a
quienes le son fieles.
65. Esdras 8:22b
La mano de Dios protege a todos los que confían en él, pero que Dios
descarga su poder y su ira contra quienes lo abandonan.
66. Nehemías 9:8b
[Dios], tú fuiste fiel a tu promesa porque eres justo.
67. Job 19:25-27
Yo sé que mi redentor vive, y que al final triunfará sobre la muerte. Y cuando
mi piel haya sido destruida, todavía veré a Dios con mis propios ojos. Yo
mismo espero verlo; espero ser yo quien lo vea, y no otro. ¡Este anhelo me
consume las entrañas!
68. Salmos 9:9-10
El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de
angustia. En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás
abandonas a los que te buscan.
69. Salmos 37:4
Deléitate en el Señor, y él te concederá los deseos de tu corazón.
70. Prov 3:5-6
Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia.
Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.
71. Prov 16:3
Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.
72. Prov 18:10
(LBLA) El nombre del Señor es torre fuerte, a ella corre el justo y está a salvo.
73. Prov 19:21
Muchos son los planes en el corazón del hombre, más el consejo del Señor
permanecerá.
74. Prov 19:23
El temor del Señor conduce a la vida; da un sueño tranquilo y evita los
problemas.
75. Ecl 2:26a
En realidad, Dios da sabiduría, conocimientos y alegría a quien es de su
agrado;
76. Ecl 3:11
En su momento, Dios todo lo hizo hermoso, y puso en el corazón de los
mortales la noción de la eternidad, aunque éstos no llegan a comprender en
su totalidad lo hecho por Dios.
77. Cantares 2:4
El me ha traído a la sala del banquete, y su estandarte sobre mí es el amor.
(LBLA)
78. Isaías 12:2
¡Dios es mi salvación! Confiaré en él y no temeré. El Señor es mi fuerza, el
Señor es mi canción; ¡él es mi salvación!
79. Isaías 26:3
Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía.
80. Isaías 40:31
pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; volarán como las
águilas: correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
81. Isaías 41:10
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy
tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.
82. Jeremías 1:5a
Antes de formarte en el vientre, ya te había elegido; antes de que nacieras,
ya te había apartado.
83. Jeremías 7:23
Obedézcanme. Así yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. Condúzcanse
conforme a todo lo que yo les ordene, a fin de que les vaya bien.
84. Jeremías 29:11
Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el
Señor—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y
una esperanza.
85. Jeremías 33:3
Clama a mí, y yo te responderé; te daré a conocer cosas grandes y
maravillosas que tú no conoces. (RVC)
86. Lam 3:21-23
Pero algo más me viene a la memoria, lo cual me llena de esperanza: El gran
amor del Señor nunca se acaba, y su compasión jamás se agota. Cada
mañana se renuevan sus bondades; ¡muy grande es su fidelidad!
87. Ezequiel 11:19
Pondré en ellos un corazón y un espíritu nuevo. Les quitaré el corazón de
piedra que ahora tienen, y les daré un corazón sensible. (RVC)
88. Daniel 2:21
[Dios] cambia los tiempos y las épocas, pone y depone reyes. A los sabios da
sabiduría, y a los inteligentes, discernimiento.
89. Daniel 4:17
Los santos mensajeros han anunciado la decisión, es decir, el veredicto, para
que todos los vivientes reconozcan que el Dios Altísimo es el soberano de
todos los reinos humanos, y que se los entrega a quien él quiere, y hasta
pone sobre ellos al más humilde de los hombres.
90. Oseas 6:6
Porque más me deleito en la lealtad que en el sacrificio, y más en el
conocimiento de Dios que en los holocaustos.
91. Oseas 14:9b
Ciertamente son rectos los caminos del Señor: en ellos caminan los justos,
mientras que allí tropiezan los rebeldes.
92. Joel 2:32a
Y todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. (RVC)
93. Amos 3:7
En verdad, nada hace el Señor omnipotente sin antes revelar sus designios a
sus siervos los profetas.
94. Abdias 1:15
Porque se acerca el día del Señor sobre todas las naciones. Como tú has
hecho, te será hecho; tus acciones recaerán sobre tu cabeza. (LBLA)
95. Jonas 2:9b
¡La salvación viene del Señor!
96. Jonas 4:2b
Tú eres un Dios bondadoso y compasivo, lento para la ira y lleno de amor,
que cambias de parecer y no destruyes.
97. Miqueas 7:7
Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor; yo espero en el Dios de mi
salvación. ¡Mi Dios me escuchará!
98. Miqueas 7:18
¿Qué Dios hay como tú, que perdone la maldad y pase por alto el delito del
remanente de su pueblo? No siempre estarás airado, porque tu mayor
placer es amar.
99. Nahum 1:3
El Señor es lento para enojarse, pero su poder es grande y nunca deja sin
castigo al culpable. (NTV)
100. Nahum 1:7
Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que
en él confían.
101. Hab 2:4
El justo vivirá por su fe.
102. Hab 3:19
¡El Señor Soberano es mi fuerza! Él me da pie firme como al venado, capaz
de pisar sobre las alturas. (NTV)
103. Sof 3:17
El Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará
en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos.
104. Hageo 2:5
Y mi Espíritu permanece en medio de ustedes, conforme al pacto que hice
con ustedes cuando salieron de Egipto. No teman.
105. Zac 1:3
Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes —afirma el Señor
Todopoderoso—.
106. Zac 14:9
El Señor reinará sobre toda la tierra. En aquel día el Señor será el único Dios,
y su nombre será el único nombre.
107. Mal 3:6a
Yo, el Señor, no cambio.
108. Mateo 6:33
Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas
cosas les serán añadidas.
109. Mateo 11:28
Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré
descanso.
110. Mateo 28:19-20
Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en
el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a
obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré
con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
111. Marcos 8:35
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida
por mi causa y por el evangelio, la salvará.
112. Lucas 15:7
Les digo que así es también en el cielo: habrá más alegría por un solo
pecador que se arrepienta, que por noventa y nueve justos que no necesitan
arrepentirse.
113. Lucas 15:10
Les digo que así mismo se alegra Dios con sus ángeles por un pecador que
se arrepiente.
114. Juan 3:16
Porque tanto amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que
todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
115. Juan 5:24
Ciertamente les aseguro que el que oye mi palabra y cree al que me envió,
tiene vida eterna y no será juzgado, sino que ha pasado de la muerte a la
vida.
116. Juan 10:9-10
Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo. Se
moverá con entera libertad, y hallará pastos. El ladrón no viene más que a
robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en
abundancia.
117. Juan 11:25-26
Entonces Jesús le dijo: —Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí
vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí no morirá jamás.
¿Crees esto?
118. Juan 15:5
Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en
él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada.
119. Hechos 1:8
Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán
mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los
confines de la tierra.
120. Hechos 1:11
Galileos, ¿qué hacen aquí mirando al cielo? Este mismo Jesús, que ha sido
llevado de entre ustedes al cielo, vendrá otra vez de la misma manera que lo
han visto irse.
121. Hechos 4:12
De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro
nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.
122. Romanos 8:18
De hecho, considero que en nada se comparan los sufrimientos actuales con
la gloria que habrá de revelarse en nosotros.
123. Romanos 8:28
Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de
quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.
124. Romanos 12:2
No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la
renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios,
buena, agradable y perfecta.
125. 1 Cor 1:18
El mensaje de la cruz es una locura para los que se pierden; en cambio, para
los que se salvan, es decir, para nosotros, este mensaje es el poder de Dios.
126. 1 Cor 6:19-20
¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en
ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios
dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a
Dios.
127. 1 Cor 15:58
Por lo tanto, mis queridos hermanos, manténganse firmes e inconmovibles,
progresando siempre en la obra del Señor, conscientes de que su trabajo en
el Señor no es en vano.
128. 2 Cor 1:3-4
Alabado sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre
misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas
nuestras tribulaciones para que con el mismo consuelo que de Dios hemos
recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.
129. 2 Cor 5:17
Por lo tanto, si alguno está en Cristo, es una nueva creación. ¡Lo viejo ha
pasado, ha llegado ya lo nuevo!
130. 2 Cor 5:21
Al que no cometió pecado alguno, por nosotros Dios lo trató como pecador,
para que en él recibiéramos la justicia de Dios.
131. 2 Cor 9:7b
Dios ama al que da con alegría. (lee 2 Corintios 9:6-8)
132. Gal 2:20
He sido crucificado con Cristo, y ya no vivo yo sino que Cristo vive en mí. Lo
que ahora vivo en el cuerpo, lo vivo por la fe en el Hijo de Dios, quien me
amó y dio su vida por mí.
133. Gal 5:16
Digo, pues: Vivan según el Espíritu, y no satisfagan los deseos de la carne.
(RVC)
134. Gal 5:22-25
En cambio, el fruto del Espíritu es amor, alegría, paz, paciencia, amabilidad,
bondad, fidelidad, humildad y dominio propio. No hay ley que condene
estas cosas. Los que son de Cristo Jesús han crucificado la naturaleza
pecaminosa, con sus pasiones y deseos. Si el Espíritu nos da vida, andemos
guiados por el Espíritu.
135. Efesios 1:3
Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido
en las regiones celestiales con toda bendición espiritual en Cristo.
136. Efesios 2:8
Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no
procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios.
137. Efesios 2:10
Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras,
las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.
138. Efesios 3:20
Al que puede hacer muchísimo más que todo lo que podamos imaginarnos
o pedir, por el poder que obra eficazmente en nosotros,
139. Fil 1:6
Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá
perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.
140. Fil 2:13
Pues Dios es quien produce en ustedes tanto el querer como el hacer para
que se cumpla su buena voluntad.
141. Fil 4:6-7
No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego,
presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que
sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos
en Cristo Jesús.
142. Fil 4:19
Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las
gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.
143. Col 1:13
Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado
Hijo.
144. Col 1:22
Pero ahora Dios, a fin de presentarlos santos, intachables e irreprochables
delante de él, los ha reconciliado en el cuerpo mortal de Cristo mediante su
muerte.
145. 1 Tes 4:16-17
El Señor mismo descenderá del cielo con voz de mando, con voz de
arcángel y con trompeta de Dios, y los muertos en Cristo resucitarán
primero. Luego los que estemos vivos, los que hayamos quedado, seremos
arrebatados junto con ellos en las nubes para encontrarnos con el Señor en
el aire. Y así estaremos con el Señor para siempre.
146. 1 Tes 5:9-10
Pues Dios no nos destinó a sufrir el castigo sino a recibir la salvación por
medio de nuestro Señor Jesucristo. Él murió por nosotros para que, en la
vida o en la muerte, vivamos junto con él.
147. 2 Tes 3:5
Que el Señor los lleve a amar como Dios ama, y a perseverar como Cristo
perseveró.
148. 1 Tim 1:15a
Cristo Jesús vino al mundo a salvar a los pecadores.
149. 1 Tim 2:5
Existe un solo Dios. Y existe uno solo que logró la paz entre Dios y los seres
humanos: el hombre Jesucristo.
150. 1 Tim 4:8
Es verdad que el ejercicio físico ayuda a que todo el cuerpo esté sano, pero
es mucho mejor esforzarse por confiar cada vez más en Dios, porque nos
hace bien aquí en la tierra y también nos servirá cuando vivamos en el cielo.
151. 1 Tim 6:6
Es verdad que dedicarse a Dios es una manera de ganar mucho, pero en el
sentido de vivir contento cada uno con lo que tiene. (PDT)
152. 2 Tim 1:7
Pues Dios no nos ha dado un espíritu de timidez, sino de poder, de amor y
de dominio propio.
153. 2 Tim 2:11-13
Este mensaje es digno de crédito: Si morimos con él, también viviremos con
él; si resistimos, también reinaremos con él. Si lo negamos, también él nos
negará; si somos infieles, él sigue siendo fiel, ya que no puede negarse a sí
mismo.
154. 2 Tim 3:16-17
Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender,
para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté
enteramente capacitado para toda buena obra.
155. 2 Tim 4:8
Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me
otorgará en aquel día; y no sólo a mí, sino también a todos los que con
amor hayan esperado su venida.
156. Tito 2:11
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para la salvación de todos los
hombres. (RVC)
157. Filemón 1:25
Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu.
158. Hebreos 2:18
Puesto que él mismo sufrió la tentación, es poderoso para ayudar a los que
son tentados. (RVC)
159. Hebreos 4:15
Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de
nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma
manera que nosotros, aunque sin pecado.
160. Hebreos 4:16
Así que acerquémonos confiadamente al trono de la gracia para recibir
misericordia y hallar la gracia que nos ayude en el momento que más la
necesitemos.
161. Hebreos 11:1
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no
se ve.
162. Hebreos 11:6
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se
acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo
buscan.
163. Hebreos 13:8
Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre.
164. Santiago 1:3-4
pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia
debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin
que les falte nada.
165. Santiago 1:17a
Todo lo bueno y perfecto que se nos da, viene de arriba, de Dios.
166. Santiago 4:7
Así que sométanse a Dios. Resistan al diablo, y él huirá de ustedes.
167. Santiago 5:16b
La oración del justo es poderosa y eficaz.
168. Santiago 5:20
Recuerden que quien hace volver a un pecador de su extravío, lo salvará de
la muerte y cubrirá muchísimos pecados.
169. 1 Pedro 1:3-4
¡Alabado sea Dios, Padre de nuestro Señor Jesucristo! Por su gran
misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo mediante la resurrección de
Jesucristo, para que tengamos una esperanza viva y recibamos una herencia
indestructible, incontaminada e inmarchitable. Tal herencia está reservada
en el cielo para ustedes,
170. 1 Pedro 1:18-19
Como bien saben, ustedes fueron rescatados de la vida absurda que
heredaron de sus antepasados. El precio de su rescate no se pagó con cosas
perecederas, como el oro o la plata, sino con la preciosa sangre de Cristo,
como de un cordero sin mancha y sin defecto.
171. 1 Pedro 2:9
Pero ustedes son un pueblo elegido por Dios, sacerdotes al servicio del Rey,
una nación santa, y un pueblo que pertenece a Dios. Él los eligió para que
anuncien las poderosas obras de aquel que los llamó a salir de la oscuridad
para entrar en su luz maravillosa. (PDT)
172. 1 Pedro 5:7
Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.
173. 2 Pedro 1:3
Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su
propia gloria y potencia, nos ha concedido todas las cosas que necesitamos
para vivir como Dios manda.
174. 2 Pedro 3:8-9
Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil
años, y mil años como un día. El Señor no tarda en cumplir su promesa,
según entienden algunos la tardanza. Más bien, él tiene paciencia con
ustedes, porque no quiere que nadie perezca, sino que todos se arrepientan.
175. 2 Pedro 3:13
Pero, según su promesa, esperamos un cielo nuevo y una tierra nueva, en
los que habite la justicia.
176. 1 Juan 1:5b
Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad.
177. 1 Juan 1:7
Pero si vivimos en la luz, así como él está en la luz, tenemos comunión unos
con otros, y la sangre de su Hijo Jesucristo nos limpia de todo pecado.
178. 1 Juan 1:9
Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará
y nos limpiará de toda maldad.
179. 1 Juan 2:17
El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de
Dios permanece para siempre.
180. 1 Juan 3:2
Queridos hermanos, ahora somos hijos de Dios, pero todavía no se ha
manifestado lo que habremos de ser. Sabemos, sin embargo, que cuando
Cristo venga seremos semejantes a él, porque lo veremos tal como él es.
181. 1 Juan 4:18
Sino que el amor perfecto echa fuera el temor. El que teme espera el
castigo, así que no ha sido perfeccionado en el amor.
182. 1 Juan 5:11-12
Y el testimonio es éste: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en
su Hijo. El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no
tiene la vida.
183. 1 Juan 5:14-15
Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos
conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas
nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le
hemos pedido.
184. 2 Juan 1:9

Todo el que se descarría y no permanece en la enseñanza de Cristo, no tiene


a Dios; el que permanece en la enseñanza sí tiene al Padre y al Hijo.
185. 3 Juan 1:11
Querido hermano, no imites lo malo sino lo bueno. El que hace lo bueno es
de Dios; el que hace lo malo no ha visto a Dios.
186. Judas 1:24
Dios es capaz de cuidarnos para que no caigamos, y puede también
hacernos entrar a su presencia gloriosa con gran alegría y sin falta alguna.
187. Apoc 1:3
Dichoso el que lee y dichosos los que escuchan las palabras de este mensaje
profético y hacen caso de lo que aquí está escrito, porque el tiempo de su
cumplimiento está cerca.
188. Apoc 1:18
Yo soy el que vive. Estuve muerto, ¡pero mira! ¡Ahora estoy vivo por siempre
y para siempre! Y tengo en mi poder las llaves de la muerte y de la tumba.
189. Apoc 3:20
Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta,
entraré, y cenaré con él, y él conmigo.
190. Apoc 5:9
Y entonaban este nuevo cántico: «Digno eres, [Jesucristo] de recibir el rollo
escrito y de romper sus sellos, porque fuiste sacrificado, y con tu sangre
compraste para Dios gente de toda raza, lengua, pueblo y nación.
191. Apoc 11:15
Entonces el séptimo ángel tocó su trompeta, y hubo fuertes voces que
gritaban en el cielo: «Ahora el mundo ya es el reino de nuestro Señor y de
su Cristo, y él reinará por siempre y para siempre». (NTV)
192. Apoc 21:4
Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni
llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más. (NTV)
193. Salmos 9:10
En ti pondrán su confianza los que conocen tu nombre, porque tú, oh
SEÑOR, no abandonas a los que te buscan.
194. Salmos 10:17
Oh SEÑOR, tú has oído el deseo de los humildes; tú fortalecerás su corazón
{e} inclinarás tu oído
195. Salmos 18:3
Invoco al SEÑOR, que es digno de ser alabado, y soy salvo de mis enemigos.
196. Salmos 32:6
Por eso, que todo santo ore a ti en el tiempo en que puedas ser hallado;
ciertamente, en la inundación de muchas aguas, no llegarán {éstas} a él.
197. Salmos 34:15
Los ojos del SEÑOR están sobre los justos, y sus oídos {atentos} a su clamor.
198. Salmos 37:4
Pon tu delicia en el SEÑOR, y Él te dará las peticiones de tu corazón.
199. Salmos 38:15
Porque en ti espero, oh SEÑOR; tú responderás, Señor, Dios mío.
200. Salmos 55:16
En cuanto a mí, a Dios invocaré, y el SEÑOR me salvará.

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