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Una de las dudas más comunes de nuestros clientes del servicio de Detectives Madrid es
cuáles son las diferencias entre extorsión, chantaje y amenaza. A continuación te
explicaremos en qué consiste cada uno de estos casos.
El miedo victimiza
Cuando se habla de chantaje, extorsión o amenaza se hace referencia al miedo como
factor principal para ser una víctima. En estos casos de intimidación el delincuente
juega con la mente y emociones del afectado para que este se comporte o haga lo que
desea.
Los tres delitos actúan de manera distinta y afectan a la persona de forma física,
psicológica y emocional. A continuación te diremos cuál es la diferencia entre cada una de
ellas. Ya que es común que a la hora de denunciar estos términos sean confundidos.
Chantaje
Los casos de chantaje se presentan cuando se pide algo a la víctima a cambio de no
perjudicarla mostrando a la luz pública contenido privado. Los chantajes, a su vez,
pueden ser emocionales.
El chantajista material busca lucrarse económicamente para no dar pruebas, por ejemplo,
de una infidelidad o de algún dato de corrupción a la parte afectada. En cambio, el
emocional afecta al chantajeado de forma psicológica. Es un caso común de violencia
doméstica.
Amenaza
Las amenazas son muy parecidas a las extorsiones, con la diferencia de que el trato no
afecta los bienes materiales de la víctima. En estos casos se intimida con la excusa
de desprestigiar a la persona a nivel físico, psicológico y emocional si no ejecuta una
acción.
Este es otro caso común de violencia doméstica. Por ejemplo, cuando en la pareja uno
amenaza al otro con dejarlo si no hace lo que él o ella quiere.
En la adolescencia estos casos también son populares, ya que muchos jóvenes temen que
sus padres o amigos se enteren de ciertas conductas. Por ello se vuelven víctimas fáciles
para ser amenazadas.
Estas son las diferencias entre extorsión, chantaje y amenaza. Si consideras que eres
víctima de alguno de ellos, contrata un servicio de detectives privados que lo compruebe y
así podrás accionar de forma legal contra los delincuentes.
Los métodos para llevar a cabo con éxito la práctica de la extorsión suelen ser
la intimidación que, para asegurarse la persuasión del afectado, suele pasar
directamente a la violencia física, habiendo primero amenazas verbales para
tratar de convencer a la víctima, pues la discreción es preferida por los
delincuentes.
Definiendo el concepto de coacción
La coacción tiene una complejidad definitoria digna de analizar. El acto
coactivo es, jurídica y técnicamente hablando, un acto voluntario por un sujeto
A que, a su vez, se ha visto intimidado por otro sujeto B para sustraer,
robar o apoderarse de un bien mueble o inmueble de un tercer sujeto C.
Por el contrario, la coacción suele ser una acción directa e inmediata, que
debe ser consumida ipso facto, y hace que el afectado actúe por él
(coaccionador). Aunque en muchos casos la coacción responde a una finalidad
lucrativa, ésta puede ser de otra naturaleza. Es decir, hacer que una persona
hiera a otra en contra de su voluntad por el simple placer de hacerle daño
físico.