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La carga del electrón es una constante física fundamental. El protón tiene la misma
cantidad de carga que un electrón pero con signo opuesto.
La carga eléctrica está cuantizada, por lo que, cuando un objeto (o partícula, a excepción
de los quarks) está cargado, su carga es un múltiplo entero de la carga del electrón.
El concepto de electrón (carga elemental indivisible) fue introducido en el siglo XIX para
explicar las propiedades químicas de los átomos. Desde entonces hasta principios del
siglo XX se propusieron distintos modelos atómicos. Tanto en el modelo de Rutherford
como en el de Bohr, los electrones son partículas que giran en torno al núcleo, por lo que
el átomo es un sistema solar en miniatura.
Con el descubrimiento de la mecánica cuántica se desarrolló una ecuación (la ecuación
de Schrödinger, equivalente a la segunda ley de Newton en Mecánica Clásica) que
permite calcular la función de onda asociada a un electrón. Éste ya no es una partícula
con una posición bien definida, sino que lo que podemos determinar es la probabilidad de
encontrar un electrón cerca de una cierta posición r del espacio. Esta probabilidad es el
cuadrado de la función de onda.
Las soluciones de la ecuación de Schrödinger están cuantizadas, dependiendo sus
soluciones de una serie de números cuánticos relacionados con su energía, con su
momento angular y con su spin.
A lo largo de estas páginas trataremos los fenómenos asociados a dos tipos de objetos
cargados: cargas puntuales y distribuciones continuas de carga.
Una carga puntual es una carga eléctrica localizada en un punto sin dimensiones. Este
concepto es una idealización, y resultará muy útil a la hora de estudiar los fenómenos
eléctricos.
Una distribución continua de carga es un objeto cargado cuyas dimensiones no son
despreciables. Los fenómenos eléctricos producidos por distribuciones de carga son más
complicados de analizar, aunque trataremos algunos sistemas sencillos.trica
Sean las dos cargas puntuales q1 y q separadas una distancia r, que se encuentran en
reposo con respecto al origen O del sistema de referencia inercial. La fuerza que la carga
q1 ejerce sobre q se denomina fuerza electrostática y viene dada por la ley de Coulomb:
donde K es una constante denominada constante electrostática que depende del medio y
ε0 es la permitividad eléctrica del vacío.
El vector ur es un vector unitario que va desde la carga q1 a la carga q de modo que
cuando ambas cargas tienen distinto signo (figura (a)) la fuerza electrostática es de
atracción, mientras que si tienen el mismo signo la fuerza electrostática es de repulsión
(figura (b)).
Al estudiar problemas de cargas en electrostática, se denomina carga fuente a la carga que
ejerce la fuerza (en este caso q1) y carga testigo o carga de prueba a la carga sobre la que
se calcula la fuerza (q).
La fuerza electrostática cumple la tercera ley de Newton, por lo que la carga q1
experimentará una fuerza de igual módulo y sentido contrario que la que experimenta q.
Si la carga q1 se encontrase en presencia de N cargas puntuales, la fuerza total sobre ella
sería la resultante de todas las fuerzas que ejercen sobre ella las N cargas. Energía
potencial electrostática
La ley de Coulomb es formalmente igual a la ley de Gravitación Universal de Newton,
que permite calcular la fuerza de atracción entre dos masas. Al igual que esta última, la
fuerza electrostática dada por la ley de Coulomb es una fuerza conservativa. Por tanto, el
trabajo es independiente de la trayectoria y se puede calcular a partir de una función
escalar denominada energía potencia electrostática U.
Integrando
De forma general se toma como origen para la energía potencial el infinito, de modo que
cuando la distancia entre las dos cargas es infinita, la energía potencial entre ambas es
nula. Por tanto, la energía potencial de un sistema de dos cargas puntuales q1 y q2 que