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1.

TITULO: MUROS PANTALLA

2. AUTORES:
 ZAPANA MAMANI, Juan Carlos
 VALERIANO, Alexander
 CARIAPAZA, Juan

3. INTRODUCCIÓN.
Los muros pantallas de concreto armado o muros pantalla constituyen un método
corresponde a una técnica moderna de construcción cuyo origen se remonta a los
años 50 en Italia y son un tipo de fundación profunda que actúa como muro de
contención y forma parte de la estructura definitiva. Este tipo de construcción
presenta importantes ventajas, como la posibilidad de alcanzar grandes
profundidades, incluso con la presencia del nivel freático, atravesar estratos en los
cuales no es posible hincar perfiles de muros berlinés ni tablestacas, producir una
menor descompresión del terreno, entre otras cualidades. Además presentan la
ventaja de resistir los empujes del terreno deformándose controladamente.

También se debe tener en cuenta que las excavaciones profundas en zonas urbanas y
el desempeño de la estructura de contención se han convertido en un aspecto muy
importante con el fin de evitar o reducir al mínimo los movimientos de suelo y daños
de edificios adyacentes a la excavación, sobre todo en terrenos blandos o sueltos
donde se pueden presentar grandes deformaciones de las pantallas y asentamientos
superficiales en las paredes de la excavación.

4. MARCO TEÓRICO (CON CITAS, FIGURAS Y TABLAS)

4.1. ORIGEN DEL MURO PANTALLA.


Las pantallas de hormigón armado, conocidas también como el “Método Milán” o
sistema “Cut and Cover” corresponden a una técnica moderna de construcción cuyo
origen se remonta en los años 50 en Italia (Gonzales, 2001). Las primeras estructuras
de contención flexibles fueron los tablestacados de madera, seguidas de las
tablestacas de hormigón armado, que presentaban mayores ventajas que la madera al
poder construir elementos prefabricados, y luego las siguieron las tablestacas de
acero o metal con la ventaja en cuanto al bajo peso que poseen, mayor resistencia a
la flexión y mayor velocidad de colocación entre otras. Posteriormente, surgieron las
primeras pantallas de pilotes secantes o tangentes (1934), y en Italia, entre los años
50 y 53, los ingenieros italianos Veder y Marconi descubrieron un nuevo
procedimiento que dio origen a las pantallas de hormigón armado. Esta idea surgió
debido a la necesidad de aprovechar los espacios urbanos por los problemas que
plantean las excavaciones profundas cercanas a edificios y por construcciones donde
el nivel freático se encuentra muy cerca de la superficie (Sanhueza y Oteo, 2007).

4.2. DEFINICIÓN.

Se define como muros pantalla o pantallas continuas de hormigón armado a los muros
construidos mediante la excavación en el suelo de zanjas profundas en las que
primero se introduce la armadura del muro y posteriormente el hormigón, para
constituir una estructura geométricamente continua, empleando lodos bentónicos
como protección de la excavación para evitar el desprendimiento de las paredes de
la misma en caso que sea necesario (AETESS, 2006). Un muro pantalla también es
una estructura de fundación profunda que tiene como principal objetivo contener los
empujes horizontales del terreno en las inmediaciones de una excavación vertical,
como también cumplen por si solas las funciones de estanqueidad, resistencia y
protección. La estanqueidad impide el paso del agua, la resistencia soporta los
empujes de suelo, de edificaciones circundantes y la protección de las excavaciones
que se destina. Sin embargo algunas pantallas, utilizadas en los sótanos para el
estacionamiento de vehículos, quedan con frecuencia sin acabados o en el mejor de
los casos con una mezcla de cemento y arena desfavoreciendo la impermeabilidad de
estas estructuras (Puller, 1994). Aunque al principio la función de los muros pantalla
era solamente contener el empuje de suelo e impermeabilizar una excavación,
también sirven para recibir las cargas verticales que les pueden transmitir otros
elementos estructurales, es decir, sirven como parte de la construcción definitiva y
constituyen una solución eficaz para limitar los movimientos del terreno y así reducir
al mínimo los daños que se pueden presentar en construcciones que están próximas
a la excavación. Estas estructuras trabajan fundamentalmente a flexión y resisten los
empujes del suelo, deformándose controladamente. Su estabilidad viene dada,
principalmente, por la profundidad de empotramiento en el terreno que se encuentra
bajo el fondo de la excavación. Sin embargo, en algunas circunstancias puede ser
necesario el empleo de elementos de apoyo para garantizar la estabilidad, o bien, para
reducir los movimientos horizontales y/o verticales del terreno del trasdós, tales
como: anclajes, puntales y losas, entre otros (Sanhueza, 2009).

Las pantallas de hormigón armado tienen diferentes clasificaciones de acuerdo a la


envergadura del proyecto y a la calidad de suelo, estas puede ser pantallas apoyadas
o ancladas y pantallas sin apoyo, en las primeras la estabilidad se debe principalmente
a una o varias líneas de anclaje que permiten limitar las deformaciones de la pantalla,
alcanzando grandes alturas de excavación y con la ventaja de poder reducir el
empotramiento de la pantalla. Mientras que las pantallas sin apoyo es importante la
flexibilidad que puede tener la pantalla y la profundidad de empotramiento para la
determinación del empuje pasivo.

Figura 1: Clasificación de muros pantalla; a) Muro pantalla sin apoyo (FHWA, 1999); b) Muro
pantalla anclado o apoyado (FHWA, 1999).

4.3.APLICACIONES Y VENTAJAS DEL MURO PANTALLA.


La técnica de muro pantalla puede ser utilizado en cualquier excavacion, pero son
usados generalmente en los siguientes escenarios (Richards, 2005):
 En áreas con una gran infraestructura urbana e histórica, donde no se puede
permitir ningún tipo de daño a estas estructuras aledañas a la excavación.
 Donde se requiere un sistema de contención de suelo muy rígido.
 Donde el ruido y las vibraciones deben limitarse.
 Donde la geología y las napas subterráneas impiden el uso de los sistemas
convencionales de retención de suelo.
 Donde no se practica el agotamiento de la napa freática.
Los muros pantalla suelen ser más atractivos en suelos granulares con un nivel
freático alto, especialmente cuando un estrato de baja permeabilidad subyace en los
suelos granulares. Los muros pantalla suelen terminar en estratos de baja
permeabilidad, ya que de esta manera se reduce la filtración de las aguas subterráneas
que entra a la excavación por debajo del muro (Pearlman et al., 2004) Pearlman et
al., (2004) explica que los muros pantalla son una solución para las estructuras que
requieren sótanos profundos, especialmente cuando la napa freática está presente.
Los muros pantallas ofrecen las siguientes ventajas para la construcción urbana:
 Punto de corte temporal y permanente de las aguas subterráneas.
 Proporciona rigidez estructural que reduce los movimientos de suelo y reduce
los asentamientos adyacentes durante la excavación.
 Se adapta fácilmente tanto a los anclajes como a sistemas internos de
arriostramiento estructural.
 La construcción es expedita, debido a que solo es necesario construir las
columnas interiores y las losas.
 Facilita la excavación por debajo del nivel freático mientras se deprime la
napa.
 Provee de manera equitativa paredes herméticas o impermeables. • Se adapta
a las conexiones de la estructura.
 Puede alcanzar grandes profundidades, prácticamente a través de todos los
tipos de suelo con un gran control sobre la geometría y la continuidad.

4.4. PROCESO CONSTRUCTIVO.


La construcción de una estructura de muro pantalla generalmente se realiza en etapas
por paneles verticales. Durante la excavación se emplea bentonita, que permite la
estabilidad de las paredes de la excavación. Las etapas constructivas más relevantes
se muestran en la figura 2.
Figura 2: Etapas más relevantes para la construcción de un muro pantalla continuo (AETTES, 2006).

Los muros guía (muretes guía en la figura 3) cumplen la función de garantizar la


correcta alineación de la pantalla hormigonada, es decir, controla la operación de
excavación obligando a que la almeja u otra máquina entre en la posición correcta y
así servirle de guía (Gonzales, 2001). La otra función es estabilizar la pared de la parte
superior de la zanja debido a que en esta zona también se generan empujes de suelo
importantes.

Figura 3: Construcción de un muro guía; Proyecto edificio Centro plaza, Concepción (Constructora
Lancuyen, 2010)
5. CONCLUSIONES.

 Los Muros Pantalla (Muro Milán) constituyen un tipo de Cimentación Profunda


muy usada en edificios de altura, que actúa como un muro de contención y brinda
muchas ventajas por ahorro de costes y mayor desarrollo en superficies.
 Es la tipología de Cimentaciones más difundida en áreas urbanas para edificios
con sótano en un predio entre medianeras, en parkings y a modo de barreras de
contención de agua subterránea en túneles y carreteras.
 El muro pantalla es un muro de contención que se construye antes de efectuar el
vaciado de tierras, y transmite los esfuerzos al terreno.
 Estos elementos estructurales subterráneos se emplean también en forma temporal
para la contención y retención de paredes.

6. REFERENCIAS.

 AETESS (2006). Muro pantalla. Guía técnica de seguridad. Asociación de


empresas de la tecnología del suelo y subsuelo, España.
 FHWA (1999). Ground anchors and anchored systems. Geotechnical Engineering
circular N0 4. U.S Department of transportation. Federal Highway Administration.,
8th edition. Ernst & Sohn.
 Gonzales, M. (2001). El terreno. 1 a edición. Ediciones UPC, 2001.
 Sanhueza, C. y Oteo, C. (2007). Estudio Comparativo Sobre Diferentes Modelos de
Cálculo Aplicados a la Construcción de Muros Pantalla. Revista de la construcción,
vol. 6, núm. 2, 2007, pp. 13-27. Pontificia Universidad Católica de Chile.
 Richards, T. (2005). Diaphragm walls. Nicholson Construction Company. Central
PA Geotechnical Conference- March 23-25.
 Puller, M. (1994). The waterproofness of structural diaphragm walls. Geotechnical
Engineering, 1994, 107, Jan., 47-57
 Sanhueza, C. (2009). Influencia de la cohesión sobre los movimientos de un muro
pantalla y su profundidad de empotramiento. Revista de la construcción, vol 8, num.
2, pp. 126-133. Pontificia Universidad Católica de Chile.

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