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Ventajas contra las desventajas de la verdad absoluta

A lo largo de du vida el hombre busca la verdad mediante el ejercicio de las


facultades racionales, en un grado más o menos acertado. Para esto se debe
tender primero que es la verdad.

La Verdad suele definirse como la conformidad existente entre lo que se expresa


y la situación real de algo o el concepto real que se tiene acerca de un tema.
(Ecured, 2020)

Según la teoría de la adecuación, la verdad es la adecuación (no la identificación)


entre las cosas y el entendimiento. Tanto más verdadera será mi comprensión,
cuanto más semejante sea a las cosas. (Abbagnano, 1983)

Esta teoría es de origen aristotélico-tomista. Cuando alguien está de acuerdo


sinceramente con una afirmación, puede o no puede reivindicar que es la verdad.
Mientras el concepto de verdad es intuitivo una definición que consiga una amplia
aceptación es complicada.

De aquí podemos decir que la verdad es que no exista diferencia entre un suceso
y lo que expresa del mismo, así para demostrar que una proposición no es
verdad entonces tenemos que encontrar lo falso en ella, en lógica, una
proposición es toda aquella afirmación o negación a la que se le puede asignar
un grado de certeza, por ello mientras que no encontremos esa falsedad
quedaran dentro de la verdad lógica y sobretodo dentro de la razón, sin embargo
esto es debatido por filósofos a lo largo de la historia.

Es debido a esto que el uso compartido de una sola palabra en todos estos
campos provoca con facilidad confusión y conflicto. Es un tema que será
debatido por siempre por la humanidad ya que cada campo de estudio tiene su
propia definición y aceptación de lo que es la verdad.
La verdad absoluta es un concepto de la metafísica parte de la premisa de la
inmutabilidad de los conocimientos humanos de esta manera podemos decir que
aquellos conocimientos que son aceptadas de manera universal pueden
llamarse verdades absolutas, huelga decir que también es para caer dentro de
esta definición deben ser comprobables, de manera que los resultados dados
por estas verdades sean iguales independientemente de donde se realicen y en
qué circunstancias se encuentren. (Lenin, 2003)

Existen las realidades absolutas o criterios que definen lo que es verdad y lo que
no es. Por lo tanto, las acciones pueden ser determinadas como correctas o
equivocadas por la forma como miden esos criterios absolutos. ¿Puedes
imaginarte el caos que habría si no existieran los absolutos ni la realidad? Toma,
por ejemplo, la ley de la gravedad. Si ésta no fuera un absoluto, no podríamos
estar seguros de que podríamos estar de pie o sentados en un solo lugar hasta
que decidiéramos movernos. Las leyes de la ciencia y la física serían
irrelevantes, y el comercio sería imposible. Qué desorden habría.
Afortunadamente sí existe la verdad absoluta y ésta puede ser encontrada y
entendida.

Como ejemplos estarían los siguientes:

La matemática. Debido a su carácter de ciencia exacta los resultados de


operaciones matemáticas siempre serán los mismos, de manera que nunca
encontraras que 4 + 4= 27, es por eso que se le llama verdad absoluta.

La reproducción humana. Este proceso se ha estudiado a través de la historia


y es innegable de cómo se realiza, de manera que no encontraremos una
contradicción, como que un hombre resulte embarazado.

La física. Las leyes de la física son algo que se pueden comprobar a lo largo
de todo el mundo, no es posible que en una ciudad al otro lado del mundo el
valor de la constante de Planck (La constante de Planck es la relación entre la
cantidad de energía y de frecuencia asociadas a un cuanto o a una partícula
elemental.) sea otra.
Es innegable la ventaja inherente de estas verdades, nuestra sociedad y nuestro
estilo de vida están cimentadas en estos conocimientos, ya que a través de estas
se basan los conocimientos científicos que permean nuestras vidas

A través de las matemáticas y la física se alzan nuestros edificios, la química y


la medicina nos alargan la vida, como se podrían dar tantos nacimientos si no se
conociera de esta manera la concepción humana, esta ventaja es innegable.

Aunque cada parte del conocimiento tiene su lenguaje, su contenido y su


método. Las tres cosas imprimen carácter y cuando un conocimiento avanza es
porque lo hace alguna de estas tres cosas. El lenguaje es muy importante en
ciencia, pero no es necesariamente prioritario. Se puede hacer ciencia nueva
con un lenguaje antiguo. La teoría especial de la relatividad de Einstein fue
revolucionaria cuando se publicó en 1905, pero sus ecuaciones eran las mismas
que había usado Lorenz para sus famosas transformaciones y su lenguaje el
mismo que Maxwell usara para las leyes fundamentales del electromagnetismo.
Sin embargo la teoría de supercuerdas se debate por una nueva matemática
porque la actual aún no es suficiente. Pero esto no contradice la verdad de la
matemática actual, simplemente no se ha encontrado la totalidad de las verdades
absolutas, esta limitación no significa que no sea verdad.

Sim embargo no es el único tipo de verdad absoluta, podríamos decir que las
creencias religiosas también manejan verdades absolutas, tan es así que a los
textos santos se le llama canon, o sea que se refiere al “conjunto de normas o
reglas establecidas por la costumbre como propias de cualquier actividad. Torear
según los cánones. Visitó a todos los directivos de la empresa, como mandan
los cánones” (RAE, 2020). Esto genera que una conducta moral que se basa en
escritos con más de 2000 años de antigüedad pero actualmente paren seguir
siendo vigentes, como los diez mandamientos de la iglesia católica, que a pesar
del paso del tiempo son aun relevantes y un gran número de la población del
planeta se basan en ellos, ayudando a tener una gran ralea moral que se
perpetua de generación en generación.
Por lo pronto es obvio las ventajas que estas verdades dan a la humanidad, ya
que la base moral y científica se basan en estas verdades, la sola idea de alguien
que haga la declaración de que no hay una verdad absoluta es totalmente ilógica.
Aun así, en la actualidad, mucha gente está siguiendo este relativismo cultural
que en su esencia niega cualquier tipo de verdad absoluta. Una buena pregunta
que se puede hacer a tales personas que dicen que “no hay una verdad absoluta”
es; “¿Estás absolutamente seguro de eso?”. Si dicen "sí", han hecho una
declaración absoluta, que en sí misma implica la existencia de absolutos. Están
diciendo que el hecho mismo de que no existe una verdad absoluta es la única
verdad absoluta.

Un punto de vista dice que no existen absolutos que definan la realidad. Aquellos
que sostienen esta opinión, creen que todo es relativo, y por lo tanto no existe la
realidad verdadera. Por esa razón, finalmente no hay absolutos morales ni una
autoridad que decida si una acción es positiva o negativa, buena o mala. Este
punto de vista nos conduce a la “ética situacional”, la creencia de que lo que es
bueno o malo, es relativo a la situación. No hay bien o mal; por lo tanto, lo que
se siente o parece correcto en ese momento y en esa situación es correcto. Por
supuesto, la ética situacional conduce a una mentalidad y estilo de vida subjetivo
de hacer “lo que se sienta bien”, que tiene un efecto devastador en sociedades
e individuos. Esto es postmodernismo, creando una sociedad que considera
todos los valores, creencias, estilos de vida y afirmaciones de la verdad como
igualmente válidos.

Otro problema con la negación de la verdad absoluta, es el hecho de que no se


vive conforme a lo que sabemos que es la verdad en nuestras propias
conciencias, en nuestras propias experiencias, y lo que vemos en el “mundo
real”. Si no hay tal cosa como la verdad absoluta, entonces finalmente no hay
nada correcto o incorrecto acerca de nada. Lo que puede ser “bueno para ti” no
significa que sea “bueno para mí”. Mientras que superficialmente este tipo de
relativismo parece ser muy atractivo, lo que significa es que cada uno establece
sus propias reglas para vivir y hacer lo que piense que es correcto. Esto causaría
problemas en cuanto a que el sentido de lo correcto para una persona, chocaría
con el de otra. Por ejemplo, ¿qué sucedería si para mi “está bien” el ignorar la
luz de los semáforos, aun cuando esté en rojo? De esta manera, pongo en riesgo
la vida de otros. O, yo podría pensar que está bien robarte y tú puedes pensar
que no está bien. Claramente, nuestros estándares de lo correcto y lo incorrecto
están en conflicto. Si no hay una verdad absoluta, un estándar de lo que está
bien y lo que está mal de lo que todos somos responsables, entonces nunca
podremos estar seguros de nada. La gente sería libre de hacer lo que quisiera:
asesinar, violar, robar, mentir, engañar, etc., y nadie podría decir que esas cosas
estarían mal. No podría haber gobierno, ni leyes, ni justicia, porque ni siquiera
se podría decir que la mayoría de la gente tiene el derecho de hacer y hacer
cumplir las normas sobre la minoría. Un mundo sin absolutos sería el mundo más
horrible que se pueda imaginar.

Sin embargo también existen cosas que contrapuntean a estas verdades


absolutas, ya que gracias a ellas se pueden tener bastantes contradicciones de
manera que no pueda lograrse un avance en algún sentido de la realización
humana.

En religión la verdad absoluta nos lleva a la paradoja de porque no podría haber


una religión verdadera, ya que no todas pueden ser verdaderas si se
contrapuntean en su canon básico as mismo no habría ninguna manera de tener
una correcta relación con Dios. Todas las religiones por lo tanto serían falsas,
porque todas ellas declaran enseñar o creer en algún tipo de vida después de la
vida. Esto es por lo que es raro en la actualidad que la gente crea que dos
religiones diametralmente opuestas puedan ser igualmente “verdaderas” aun
cuando ambas declaren tener el único camino al cielo o enseñar dos “verdades”
totalmente opuestas. La gente que no cree en la verdad absoluta, ignora estas
declaraciones y adopta un universalismo más tolerante que enseña que todas
las religiones son iguales y que todas ellas conducirán al cielo.

De esta manera es que a través de la historia se han tenido tantos conflictos


religiosos y morales entre las culturas del mudo, ya que para cada una de estas
culturas la verdad es la que ellos portan y como es una verdad absoluta todos
los que estén fuera de ella están absolutamente equivocados.
En ciencia también esto ha sido contradictorio, en la edad media la ciencia se
limitaba a aritmética, geometría, astronomía y música, dejando de lado
cualquiera otra ciencia que intentara colarse en el medio, para ellos estas eran
las verdades absolutas del todo y con eso explicaban todo lo que suponía la
realidad, es sin embargo esta vehemente creencia la que nos llevó a la época
del obscurantismo en la que en más de mil años no se realizaron avances
consistentes en el campo de las ciencias incluso el arte estuvo bastante
estancado y por consiguiente la humanidad no avanzo prácticamente nada es
esta época, aunada a que la ciencia era presa de un secuestro por parte de la
iglesia ya que esta proclamaba tener la verdad absoluta en lo que concierne a la
vida y la realidad provoco una de las edades con menor desarrollo económico,
social y científico.

Además tenemos casos como en las recientes revoluciones sociales feministas


donde esos grupos quieren manejar una verdad absoluta sobre lo que es el bien
y lo que es el mal, dejando a la sociedad que en su mayoría no está de acuerdo
con ella con un carácter de villano, y es que el manejo de verdades absolutas
por grupos sociales y políticos siempre recae en un estado de fascismo radical
ya que al considerar sus verdades absolutas cierran sus ojos y oídos a otras
verdades, pero no todas las verdades pueden ser absolutas ya que en sí mismo
eso es una contradicción.

No todas las verdades pueden ser absolutas, hay verdades relativas a cada
persona e individuo, pero no pueden estas trastocar las verdades de las demás
personas, es aquí donde se diferencian totalmente estas dos verdades, en que
las absolutas permiten las relativas, pero no a la inversa.

La tolerancia se ha convertido en la única virtud esencial de la sociedad


postmoderna, la única absoluta, y, por lo tanto, la intolerancia es el único mal.
Cualquier creencia dogmática especialmente la creencia en la verdad absoluta,
es vista como intolerancia, el último pecado. Aquellos que niegan la verdad
absoluta a menudo dirán que está bien creer lo que quieres, siempre y cuando
no trates de imponer tus creencias a los demás. Pero este punto de vista en sí
mismo es una creencia sobre lo que está bien y lo que está mal, y aquellos que
tienen esta visión definitivamente tratan de imponerla a otros. Establecen un
estándar de comportamiento que insisten en que otros sigan, violando así lo que
afirman defender: otra posición de auto-contradicción. Aquellos que sostienen tal
creencia simplemente no quieren ser responsables de sus acciones. Si hay
verdad absoluta, entonces hay normas absolutas de lo que está bien y lo que
está mal, y debemos rendir cuentas de acuerdo con esas normas. Esta
responsabilidad es lo que la gente realmente está rechazando cuando rechazan
la verdad absoluta.

Admitir la existencia de una verdad absoluta es admitir la existencia del mundo


objetivo exterior, admitir que nuestro conocimiento refleja la verdad objetiva.
Reconocer la existencia de una verdad objetiva, es decir, independiente del
hombre y de la humanidad, es reconocer de una u otra manera, la verdad
absoluta. Pero el hecho es que esta verdad absoluta se descubre por etapas, a
medida que el conocimiento humano progresa. Y es que creer que la verdad
absoluta que se conoce es toda la verdad que existe es en sí una contradicción
ya que en la limitada existencia del ser humano no se puede ser posible, es
menester continuando hacia el futuro buscando la verdadera verdad absoluta,
pero esta podría nunca ser alcanzada, pero al buscarla es innegable que
avanzaremos hacia el futuro

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