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ZAFFAH

Raqs al Zaffah: danza de la procesión o cortejo

(Zaffa al Arous/Zeffah al-arusah: procesión o cortejo de los novios)

Es una danza tradicional, que surge en Egipto aproximadamente entre el 1700 y el


1800. La misma se llevaba a cabo en las bodas. La procesión recorría las calles
acompañando a la novia desde la casa de sus padres hasta la casa de su futuro
marido. En estos tiempos no existía la electricidad, se llevaba a cabo para iluminar,
literalmente, el camino. Aunque ésta era la tradición inicial, hoy por hoy ese
recorrido es simbólico, y se suele acompañar a la novia desde la habitación del
hotel hasta la sala de fiesta donde se realizará el banquete nupcial. Esta tradición
tiene además un significado simbólico, de iluminar el camino de la pareja de recién
casados.

Se suelen contratar diversos artistas (músicos, bailarines, cantantes, etc.) para


llevar a cabo esta ceremonia. Las bailarinas son las que cortejan a la novia y suelen
utilizar candelabros, bastones, sables y chinchines. Detrás de la bailarina que
dirige la procesión pueden ir hombres con bastones haciendo el Tahtib, mujeres
tocando chinchines, etc.

El ritmo principal utilizado para esta danza es el Zaffah. Al menos es el que se


ejecuta durante la procesión, luego pueden cambiar por ejemplo a un Saidi.

Normalmente las bailarinas ejecutan esta danza con vestidos largos o túnicas,
aunque también pueden verse trajes de dos piezas típicos de la danza oriental.
RAQS AL SHAMADAN

Raqs al Shamadan: danza del candelabro

Origen

Los orígenes de esta danza no están del todo claros. Muchos aseguran que viene
de los antiguos ritos que se realizaban en los templos en la época faraónica.

En Egipto existe la costumbre de encender velas alrededor de una muñeca de barro


cocido, y parece ser que esta costumbre tiene su origen en antiguas danzas de las
que no han quedado restos.

Una de ellas sería la Danza del Candelabro, y las bailarinas no colocarían las velas
sobre la cabeza para dar vueltas con ellas, sino que imitarían al candelabro mismo
sujetando las velas alrededor de sus ropas como los antiguos candelabros árabes
de bronce en forma de cono o de rectángulo con los lados cerrados. Los antiguos
candelabros árabes se caracterizan y se distinguen de los europeos, en forma de
corona, porque se alumbran en la parte inferior del armazón. Muy a menudo se
sitúan las velas en la parte interior, por lo que las paredes deben estar perforadas
con calados de figuras geométricas exactamente igual que las celosías. La idea de
que las bailarinas vistieran unos trajes con armazones metálicos para fijar en ellos
las velas alrededor del vestido, parece ser que se apoya, según lo que hemos visto
anteriormente, sobre bases reales. De esta manera alumbraban y bailaban al
mismo tiempo moviendo las nalgas y las velas, sin que éstas alcanzaran sus ropas
alejadas del cuerpo por medio de almohadones. Además de todo este aparato, las
bailarinas colocaban sobre sus cabezas un cántaro con agua, un pollo o una gallina
y se movían sin que se les cayera la carga.

De estas danzas no nos ha quedado más testimonio que las figuras de muñecas de
barro cocido. Por medio de las muñecas de barro cocido, que se fabricaban con
motivo de alguna fiesta, se han podido reconstruir algunas danzas como la de la
olla, la de las velas o del candelabro y la del gallo. Existen otras imágenes de barro
que representan a acróbatas o danzantes realizando diversos ágiles giros de difícil
equilibrio, mientras sostienen sobre los hombros o sobre la cabeza vasijas y
productos agrícolas.

Existe otro tipo de candelabro, fabricado también de barro, que está relacionado con
los recién nacidos. Al séptimo día de nacimiento, se compra un candelabro de estos,
se llena de agua y se coloca en una gran bandeja, rodeada de garbanzos tostados
pequeños y diversas clases de dulces. Lo suele llevar una mujer mientras otra recita
diversos consejos, que consisten en obedecer a los padres y ser sincero, dirigidos al
recién nacido, al que previamente han colocado en otra bandeja. Los invitados,
niños y niñas, bailan y cantan en torno al pequeño, al que han dejado en el suelo.
Otra mujer lleva el ritmo del baile haciendo sonar la mano de almirez y, entre tanto,
una joven arroja sobre las cabezas de los invitados una mezcla de azúcar y sal para
ahuyentar la envidia y el mal de ojo. También se reparten entre los asistentes otros
objetos que tienen la misma finalidad, espantar el mal de ojo, y son pequeños
amuletos de plástico, tela, oro o latón con forma de mano u ojo con alguna
incrustación de color azul.

La Danza del Candelabro tiene una sólida relación con las conmemoraciones más
felices, el nacimiento y el matrimonio, y precedía en ambos casos a la comitiva de
invitados, muchas veces acompañados de adufes y cantantes profesionales. La
forma de celebrar estos acontecimientos nos recuerda, inevitablemente, las
comitivas que aparecen representadas en las tumbas faraónicas.

Shokry Mohamed

La utilización del candelabro tiene relación con los acontecimientos más felices,
(nacimiento, casamiento, etc.). Es una manera de desear buenos augurios e
iluminar el nuevo camino.
El encendido de velas representa un simbolismo místico: brinda luz espiritual a los
acontecimientos. El fuego tiene un significado divino en Egipto, pues hace
referencia al Dios del Sol (Rah), y simboliza la luz del alma.
Para llevar a cabo la danza del candelabro se puede usar cualquier ritmo. Si se
utiliza el candelabro en el marco del Zeffah al-arusah, será necesario hacerlo con
el ritmo Zaffah

Este elemento fue incorporado al show por Shafika la Copta.

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