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LAS LEYES EMOCIONALES 

Ley de los vasos comunicantes emocionales

Las emociones tienes tres sistemas de respuesta, subjetiva, fisiológica y motora.


Si yo reprimo e intento evitar una de ellas, los otros dos sistemas se desbordan.
El control subjetivo genera desgaste físico, y también desgasta el autocontrol.
Ley de las emociones secundarias

Emoción percibida

La emoción secundaria complica la situación. La aceptación emocional evita que


aparezcan emociones secundarias que nos confunden y nos impiden funcionar con
normalidad, aceptas lo que sientes sin intentar cambiarlo.

Llegar a una u otra emoción secundaria depende de mis ​creencias y actitudes


emocionales previas​. Por ejemplo, puedo sentir culpa por tener una emoción positiva
que creo que no merezco, o sentirme relajado me desborda a no saber tener ese estado y
provocarme más angustia…

Ley de la infusión afectiva

Cuanto más intenso y duradero sea un tono emocional, más sesga mi pensamiento. Es
importante darse cuenta, ya que por esta ley, es muy fácil entrar en un círculo vicioso.

Truco: hacer los pasos de regulación emocional que aprenderé y parar de pensar en mis
propias emociones cuando vea que estoy generando un sesgo cognitivo.

Ley de la logística emocional

Las emociones nos dan un ​mensaje organísmico adaptativo​.


Las podemos comparar con un mensajero que tiene la orden de entregarnos un paquete a
casa y que depende nuestra vida de ello, su trabajo es que nos llegue y lo intentará de
todos los modos posibles. Si no hacemos caso al mensajero y no le abrimos para recibir
el paquete, nos cortará la luz y el agua para que salgamos de casa y así poder entregarlo;
si no hacemos caso a las emociones negativas, surgirán como una explosión emocional.
Sin embargo, si recogemos las emociones negativas, serán suaves, rápidas y se podrán ir
pronto.

Las emociones son un reflejo de las ​necesidades básicas​.


→ Necesidad de sentirnos ​aceptados​ (tanto por nosotros mismos como por otros)
→ Necesidad de sentirnos ​útiles​, eficaces, que podemos controlar las cosas
→ Necesidad de sentirnos ​autónomos​,​ que podemos dirigir nuestra vida.
→ Necesidad de sentirnos ​seguros​.
→ Necesidad de sentirnos ​vinculados​, pertenecientes a algo
→ Necesidad de sentirnos ​en desarrollo​.
Por lo tanto, si alguien por ejemplo siente tristeza, esta emoción le está avisando de que
es posible que alguna necesidad básica no se esté cubriendo. Puede que esa persona
haya roto una relación con alguien querido, y esa necesidad de sentirse aceptado o
vinculado no se está cubriendo. Por lo tanto, es normal que se encuentre así, no es
ningún “bicho raro”. Indagar en nuestras emociones nos avisa si estas áreas están
cubiertas.

Además, cada emoción tiene unas ​funciones específicas​.


● La culpa: te avisa de que no estás actuando de acuerdo a tus principios, o que
alguien está sufriendo por algo que has hecho.
● Vergüenza: te avisa de que nuestra identidad o valoración pública está en juego.
● Incompetencia: nos avisa de que la tarea es demasiado difícil o que nuestras
habilidades para hacerle frente no son suficientes.
● Soledad: nos avisa de la necesidad estar unidos, de vinculación.
● Impotencia: nos avisa de que no intentemos más porque no tenemos margen de
maniobra.
● Ira: nos avisa de que algo bloquea el alcance de nuestras metas.

Ley de la falibilidad emocional

Pero a menudo las emociones son ​falsas alarmas​. ​Del mismo modo que no todo el
pensamiento es necesariamente lógico, no todas las emociones son necesariamente
inteligentes. Por ejemplo, que yo tenga una emoción de culpa no significa que sea
culpable. La emoción simplemente me indica “mira a ver, porque a lo mejor…”, pero
no es una afirmación de que sea así. Son un mensaje conservador, que aparece siempre
“por si acaso”.
Si lo que me indica la emoción es verdadero, está cumpliendo su función, nos produce
un aprendizaje sobre esa situación y qué deberíamos cambiar en el futuro.
Si es una falsa alarma, es decir, que el mensaje que nos ha dado no es cierto, se canaliza
sabiendo que era así.

Ley de amnistía emocional

Las emociones ​no están sometidas a juicio ético​. Lo sometido a juicio es la conducta
que yo lleve a cabo, no mis emociones o pensamientos. Es importante ser conscientes
de tener derecho a sentirnos como nuestras emociones aparezcan. Por ejemplo, sentir ira
hacia alguien es legítimo, siempre y cuando lo gestione de manera adecuada y no agreda
verbal o físicamente a esa persona; del mismo modo, tengo derecho a sentirme triste o
contento, aunque en algunas situaciones sociales no sea lo correcto y el comportamiento
sea el adecuado.

Ley de universalidad emocional

Todos​ ​sentimos las mismas​ emociones, y ​todos sentimos todas​ las emociones.
Las personas que los demás ven como estables emocionalmente no significa que no
vivan emociones negativas, la diferencia radica en su capacidad para gestionarlas
correctamente y con rapidez, permitiendo que sean suaves y cortas.

Ley básica de la aceptación emocional

Dejar que pase una emoción sin poner resistencia es muy complicado. Sin embargo, hay
veces que simplemente ayuda decirnos a nosotros mismos “​es normal que te sientas
así​”.

¿Y ahora…?
A partir de estas leyes, ¿qué proceso hay que seguir para canalizar correctamente las
emociones?:

1. Percibir las señales afectivas cuanto antes


2. Poner nombre a TODOS los sentimientos presentes
3. Localizar cada emoción físicamente en el cuerpo
4. Aceptar esos sentimientos sean cuales sean
5. Comprender las causas (hasta llegar a concluir que es normal) y el mensaje
involucrado
6. Evaluar utilidad (aviso útil o falsa alarma)
7. Aprender de la situación
8. Realizar actividad placentera, gratificante o distractora

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