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INTRODUCCIÓN
Ha pasado además, de ser entendido desde un enfoque individual a incluso un enfoque sistémico y dialéctico
biocontextual. Entendiendo que son varios los factores implicados en los trastornos del aprendizaje además del
compromiso cognitivo, lesiones y base neurológica. Tales como las intervenciones de enseñanza intensivas, de las cuales
hay algunas evidencias que pueden provocar cambios en el funcionamiento cerebral (Simos, et al citado en Woolfolk,
2010).
DESARROLLO
Wiederholt (citado en Campagnaro, 1994) quien divide la historia del trastorno o dificultades de aprendizaje en
tres períodos: (1) fase de fundación, (2) fase de transición y (3) fase de integración. Lerner (1993) añade una cuarta fase,
(4) la fase contemporánea.
Segundo periodo, fase de transición 1930-1960. Los estudios cerebrales se aplican a niños. Se plantea que los
problemas en niños similares a los problemas en adultos también tenían su causa en disfunciones cerebrales del mismo
tipo, quizás demasiados sutiles para poder percibirse. Strauss y Werner en su trabajo con niños diagnosticados como
RM, problemas emocionales, autismo y problemas de conducta encontraron en la revisión de sus historias médicas que
habían sufrido daño cerebral en su desarrollo concluyendo que los patrones de aprendizaje y comportamiento de estos
niños eran una manifestación de un daño cerebral. Lo que era novedoso en una época donde las conductas anormales
eran explicadas como de origen emocional. Strauss planteo que el daño cerebral pudo producirse antes, durante o
posterior al nacimiento causado por rubeola, falta de oxígeno, traumatismos o fiebres altas respectivamente. Además
identificaron características tanto conductuales como biológicas, tales como, trastornos perceptuales (problemas de
discriminación visual, figura-fondo, distorsión de los estímulos, problemas de integración) que se reflejan en su lectura
(conoce las sílabas-las puede leer por separado pero no las puede integrar en una palabra), escritura (distorsión al copiar
una palabra), perseveración (al iniciar una actividad no puede interrumpirla o cambiar a otra),
Trastornos conceptuales que dificultan la comprensión verbal y lectora como dificultades de abstracción,
generalización de conceptos. Trastornos conductuales que pueden ser hiperactivo, explosivo, errático, o con una
conducta inhibitoria. Se distrae fácilmente de su tarea.
En lo biológico, la presencia de signos neurológicos blandos, término que se refiere a las evidencias sutiles de las
anormalidades neurológicas, como la incapacidad para ejecutar eficientemente tareas de coordinación motora fina.
Historia de problemas neurológicos en los primeros años de vida e Historia Familiar sin antecedentes de retardo mental:
Strauss eliminó de sus investigaciones a aquellos niños con antecedentes familiares de retardo mental, ya que su interés
estaba concentrado en niños con potencial intelectual normal, más que en niños con retardo mental o con posible daño
orgánico. Como señala Campagnaro, el trabajo realizado por Strauss y colaboradores estableció las bases en el campo de
las dificultades de aprendizaje al reconocer una nueva categoría de trastorno, instrumentalizar procedimientos
educativos para enseñar a estos niños y ayudar a sus padres y maestros a comprenderlos y no malinterpretarlos y
rechazarlos. Muchos términos han sido empleados para referirse al daño cerebral como disfunción cerebral mínima.
Otros desarrollos importantes son los relacionados al lenguaje, factor importante en el aprendizaje; un
traumatismo cerebral puede afectar el lenguaje e interferir con el aprendizaje presentando problemas de atención,
perseveración, y labilidad emocional. También la teoría de la dominancia cerebral como causa de los trastornos del
lenguaje.
Aparecen las teorías perceptivomotoras y se crean programas de entrenamiento y métodos de enseñanza. Entre
estos, un método con elementos kinestésicos para enseñar a leer y escribir. Resultando una fase de muchos estudios y
desarrollos en el campo como los realizados por Cruckshank, Frostig, Kephart, Kirky y Myklebust. Aporte importante es
también el desarrollo de los test de inteligencia como las Escalas Weschler, el Stanford-Binet y otros tests de inteligencia
permitieron evaluaciones más precisas de las dificultades de los niños.
Tercer periodo, fase de integración1960-1980. Se acepta el nombre de Trastornos de Aprendizaje propuesto por
Kirk y Bateman, 1962/1963 refiriéndose a los niños que manifestaban una serie de deficiencias que suponían
relacionadas con disfunciones neurológicas, específicamente con dificultades para aprender (Woolfolk, 2010). Sin
embargo, no todos los estudiosos estaban de acuerdo en una etiología con base en la neurología. En lo que sí coincidían,
era en las características conductuales del trastorno que reconocían en los niños identificados. Estos avances dieron
paso a la creación de la Asociación para niños con Dificultades de Aprendizaje y con esto al movimiento que, en 1970,
logró que el gobierno de EEUU legislara a favor de que se les brindaran servicios educativos. En 1975, aprueban la ley PL
94-192, que establece que todos los niños deben ser atendidos educativamente en el ambiente menos restrictivo
posible, obligando a los estados a ofrecer servicios especiales educativos para los niños con Dificultades de Aprendizaje.
Cuarto periodo, fase contemporánea 1980-actualidad. Está fase marcada por el interés de extender los
programas educativos a niños de pre-escolar, de forma de minimizar o eliminar las posibles dificultades de los niños de
alto riesgo y evitar fracasos posteriores en la escuela primaria. También se piensa en la atención a los adolescentes y
adultos jóvenes con trastornos de aprendizaje para favorecer su continuación en el sistema educativo. Apoyado en
programas de intervención precisos y en desarrollos de la tecnología educativa aplicada a los trastornos de aprendizaje.
Todo lo cual redunda en las políticas de inclusión, lineamiento de acción emergente para la soluciones en
educación y psicología educativa. Sin embargo, como señala Campagnaro (1994) presenta limitaciones severas para su
aplicación pues le asigna un gran peso al docente regular, quien no está preparado para atenderlo y más en aulas con
numerosos estudiantes. Una vía es la incorporación en la formación del docente de cursos de intervención
psicoeducativa. Por otro lado, partir de un trabajo en equipo entre docente, especialista y familia para atender al
estudiante en el mismo ambiente educativo, con asesorías al docente, a la familia y con apoyo de un aula de recursos
con pertinencia evolutiva y psicoeducativa. Además, si es necesario un aula integrada en las que se apliquen programas
intensivos y permitan darle las destrezas necesarias para luego integrarlo al aula regular. Este planteamiento implica una
perspectiva bioecológica / biocontextual que ofrece un enfoque integrado para la comprensión y abordaje del trastorno
específico de aprendizaje. Bronfenbrenner (1994) señala que una atención pertinente y eficaz al estudiante con
trastorno de aprendizaje requiere además de focalizar su comportamiento y desarrollo, se debe atender al sistema, la
familia y escuela (docente) de forma de trabajar en alianza para la superación de la dificultad en su entorno significativo.
Considerando al estudiante como un forjador de su propio aprendizaje, desarrollo, con una base biológica.
Por supuesto para este abordaje es necesario delimitar a que se refieren los trastornos específicos de
aprendizaje y avanzar a hacia una definición clara.
Definición
En lo expuesto hasta ahora, siguiendo se puede sintetizar que el trastorno de aprendizaje es un término general
que se refiere a un grupo heterogéneo de trastornos, manifestado por dificultades significativas en la adquisición y uso
de las habilidades necesarias para comprender y expresar el lenguaje oral, leer, escribir, calcular o razonar. Estos
trastornos pueden ser intrínsecos y extrínsecos al individuo. Intrínsecos, ya que pueden deberse a una disfunción del
sistema nervioso central y ocurrir en cualquier momento. Extrínsecos debido a que pueden presentarse por una pobre
estimulación ambiental, social, psicológica y educativa. Este punto exige una aclaratoria, pues un trastorno específico de
aprendizaje puede deberse a una pobre estimulación que acontece en los períodos críticos del desarrollo;
especialmente en la fase de poda neural, donde, por ejemplo, la estimulación ambiental, educativa orienta las redes
neurales y formación de sinapsis. La pobre estimulación por sí sola no explica un trastorno específico de aprendizaje.
Este trastorno puede coexistir con dificultades en la percepción social, autorregulación, interacción con pares y
adultos. Es importante que estas no constituyan una dificultad de aprendizaje. Por otro lado, son excluidos los individuos
con déficits sensoriales, deficiencia intelectual o con problemas emocionales severos
Los individuos con diversidad cultural, instrucción deficiente o carencia sociocultural no pueden ser identificados
en esta categoría de los trastornos de aprendizaje. Sin embargo, como se señaló antes, y de acuerdo a Campagnaro
(1994) cuando los estudiantes con carencia sociocultural, tengan dificultades escolares, pueden ser incluidos en la
categoría de trastorno específico de aprendizaje cuando la falta de estimulación ambiental, tanto familiar, social, como
educativa genera una interrelación de variables que afectan el desarrollo normal del aprendizaje, por tanto las
dificultades de aprendizaje se pueden presentar en los niños carenciados con características similares a las que se
producen por causas intrínsecas.
Esta definición incluye las características comunes que consideran los diferentes autores y para mayor claridad
se explicaran con base en Campagnaro, (2004) y los aportes de Gonda (2008) y Stanlon, (2013) entre otros:
1. Grupo heterogéneo: este trastorno se configura de una manera distintiva y particular en cada individuo; con
características muy particulares. Cada individuo puede tener dificultades específicas no presente en otro, por eso la
importancia de evaluar para entrenar y no sólo para identificar.
Por otro lado, es relevante ampliar la comprensión de la heterogeneidad del trastorno. Por definición el trastorno
incluye una única categoría de diferentes dominios académicos, sin embargo cada uno de estos dominios incluye
diversos procesos cognitivos y neuropsicológicos que pueden estar afectados de modos distintos. Asimismo, el bajo
rendimiento en un dominio puede en ocasiones deberse al bajo funcionamiento de otro y no de sí mismo. Esto trae
como consecuencia dificultades implícitas de la heterogeneidad, mostrando superposición de alteraciones en más
de un área de funcionamiento académico y que puede requerir la identificación de cuál es el área primaria que
afecta a otra. De forma que, la evaluación de las áreas de dificultad puede resultar difícil.
2. Discrepancia entre potencial y rendimiento: existe una diferencia significativa entre el potencial del individuo,
expresado en términos de Cl, y su actual rendimiento. En otras palabras, se refiere a lo que el estudiante puede
hacer y lo que realmente hace.
Esta discrepancia es el elemento más controversial. Campagnaro (2004) explica que se presenta cuando hay que
definir de cuánto debe ser la discrepancia. Según Lerner (citado en Campagnaro, 2004) lo importante de la
discrepancia está en su severidad, es decir, un año de discrepancia en un niño de segundo grado de primaria es más
severo que un año de discrepancia en un estudiante de primero de media. Hay algún consenso en establecer que en
la primera parte de primaria (primer, segundo y tercer grado) el estudiante que lea o escriba un año o más por
debajo de lo esperado para su grado es una diferencia significativa. Para los estudiantes de grados superiores a
cuarto una diferencia significativa podría establecerse en una discrepancia de dos años o más entre potencial y
rendimiento. No obstante, esto requeriría de apoyo empírico de investigaciones recientes.
5. Disfunción en los procesos de aprendizaje: este aspecto ha sido muy criticado y profusamente
investigado. (Hammill, Goodman y Wiederholt 1974, Newcomer, Larsen, Hammill 1975). Se ha evolucionado en
cuanto a la explicación simplista de los procesos perceptivos, auditivos y visuales, o procesos de psicofunciones y
psicolinguistas como causantes de las dificultades de aprendizaje. Hoy en día, cuando se habla de procesos de
aprendizaje se refiere a aspectos de cómo se aprende a hablar, leer, o escribir más que a formulaciones -hipotéticas
acerca de modalidades sensoriales, funciones perceptivas y espaciales. Visto en ese sentido, alguna dificultad en el
procesamiento psicológico de la información afecta el rendimiento del estudiante en alguna área específica.
Disfunción de los Procesos Psicológicos que subyacen en el Aprendizaje.
9. Especificación de otras condiciones: algunos autores mencionan otros problemas como las habilidades
sociales, integración motora, dificultades en la orientación espacial como característico de las dificultades de
aprendizaje, además de las dificultades en el lenguaje y en el aspecto académico.
10. Definición por exclusión: esta dimensión se refiere a que la causa primaria de la dificultad de aprendizaje
no es una deficiencia intelectual, una pérdida de la visión y de la audición, un trastorno emocional severo o falla de
instrucción. Este aspecto de la definición ha sido muy controversial, debido a que muchos de los estudiantes,
especialmente los categorizados como leves, también tienen dificultades para aprender y a veces es difícil discernir
cual condición es primaria. Sin embargo, es necesaria una definición precisa que permita hacer una identificación
apropiada para que reciban la ayuda pertinente.
En síntesis, las características comunes de los individuos con trastorno específico de aprendizaje son: un desfase
en una o más áreas del desarrollo, proceso de aprendizaje interferido (problemas de lenguaje, lectura, escritura,
matemática, conceptuales o de procesamiento), disparidades en su rendimiento o ejecución, impresionan con
capacidad y potencial mayor a su rendimiento educativo y altos niveles de Frustración, rechazo al sistema escolar.
Estás características comunes también se hacen presente en la definición del trastorno específico de aprendizaje
en el manual del DSM V que considera los criterios presentes en el cuadro 1.
2. Dificultad para comprender el significado de lo que lee (p. ej., puede leer un texto con precisión
pero no comprende la oración, las relaciones, las inferencias o el sentido profundo de lo que lee).
3. Dificultades ortográficas (p. ej., puede añadir, omitir o sustituir vocales o consonantes).
4. Dificultades con la expresión escrita (p. ej., hace múltiples errores gramaticales o de puntuación en
un oración; organiza mal el párrafo; la expresión escrita de ideas no es clara).
5. Dificultades para dominar el sentido numérico, los datos numéricos o el cálculo (p. ej., comprende
mal los números, su magnitud y sus relaciones; cuenta con los dedos para sumar números de un solo dígito
en lugar de recordar la operación matemática como hacen sus iguales; se pierde en el cálculo aritmético y
puede intercambiar los procedimientos).
6. Dificultades con el razonamiento matemático (p. ej., tiene gran dificultad para aplicar los conceptos,
hechos u operaciones matemáticas para resolver problemas cuantitativos).
B. Las aptitudes académicas afectadas están sustancialmente y en grado cuantificable por debajo de lo
esperado para la edad cronológica del individuo, e interfieren significativamente con el rendimiento
académico o laboral, o con actividades de la vida cotidiana, que se confirman con medidas (pruebas)
estandarizadas administradas individualmente y una evaluación clínica integral. En individuos de 17 y más
años, la historia documentada de las dificultades del aprendizaje se puede sustituir por la evaluación
estandarizada.
En el marco del desarrollo, el trastorno específico del aprendizaje va evidenciándose diferencialmente en edad y
escolaridad. Algunas características por edad, tomadas de Campagnaro (1994) se presentan en los cuadros a
continuación:
En el estudio de los trastornos del aprendizaje son diversas las teorías desarrolladas para explicarlas aun cuando no
es objeto de este artículo, es relevante hacer mención de ellas en el cuadro a continuación donde se indica fecha
aproximada de postulación, nombre de la teoría y sus representantes. (Campagnaro, 1994, Orjales, 1998, Scanlon,
2011). Se sugiere su revisión.
Una vez analizada la definición del trastorno específico de aprendizaje para completar su conceptualización se
hace necesario abordar el tema de diagnóstico diferencial y la clasificación.
En cuanto a diagnóstico diferencial, se presentan los cuadros con los cuáles no poco frecuente se confunde. En
primer lugar, la dificultad generalizada de aprendizaje, la cual a diferencia del trastorno específico de aprendizaje
muestra dificultades en todas las áreas del aprendizaje académico, no hay discrepancias. En la evaluación de
inteligencia, evidencia un perfil bajo en todas las áreas. En tanto que el trastorno muestra perfil con picos y bajos
aunque sistemáticos, dificultades son en un área académica o pocas y discrepancia potencial – rendimiento.
En segundo lugar, el bajo rendimiento escolar, si bien el estudiante puede mostrar este en todas las áreas, al
realizar la evaluación se encuentran variaciones en el rendimiento día a día independientemente del nivel de dificultad
de la tarea. Encontrándose su rendimiento relacionado a desmotivación, interés y muy importante responde al incentivo
y al refuerzo, mejorando rápidamente su rendimiento; a diferencia del trastorno y de la dificultad generalizada.
En tercer lugar, Carencia sociocultural, los estudiantes expuestos a carencias económicas, sociales y educativas,
pueden ser confundidos con trastornos específicos e incluso generalizados, sin embargo, similar a los niños de bajo
rendimiento responden rápidamente al tratamiento y algunos suelen mostrar buenas habilidades para desenvolverse en
el recreo y en su medio social.
En cuanto a la clasificación de las dificultades de aprendizaje es importante precisar que además del trastorno específico
de aprendizaje y dificultad generalizada, también se debe considerar las dificultades evolutivas del aprendizaje
(preacadémicas) (Campagnaro 1994, Vera, 2010).
Las dificultades evolutivas del aprendizaje se presentan en los inicios de la escolaridad. El aprender a leer es un proceso
evolutivo, que responde a la maduración del individuo y a las exigencias académicas que la escuela impone. El aprender
a leer es un aprendizaje social, funcional, evolutivo y con significado. Los docentes de preescolar o inicios de primer
grado refieren niños que les muestran dificultades en conductas o procesos preacadémicos, específicos: visuales,
auditivos y motores. En el procesamiento auditivo, la consciencia fonológica, es reportada como la característica
cognitiva más frecuente en individuos con dificultades lectoras severas. Referida la conciencia fonológica a la habilidad
para atender a los diferentes aspectos de la estructura fonológica del lenguaje. Se trata del darse cuenta que el lenguaje
puede ser dividido o secuenciado en diferentes sonidos: palabras, sílabas y fonemas. Permite percibir y manipular los
sonidos del lenguaje. Importante para la decodificación y comprensión lectora, y para seguimiento de instrucciones y
patrones de conteo. Por supuesto, puede estar relacionado a dificultades tempranas del lenguaje: dificultades
articulatorias y fallas en la pronunciación. (Vera, 2010,
En el procesamiento motor, puede presentarse alteraciones en el desarrollo Motor fino que posteriormente redundan
en dificultades en la calidad de la escritura. Además, dificultades en la integración visomotora que afectara al
aprendizaje de la escritura pues supone que el niño recupere la imagen mental de la forma de la letra que ha
incorporado y reproduzca esa imagen en el papel. Son signos de alteraciones en la motricidad fina durante la etapa
preescolar: dificultades para recortar, dibujar, respetar los límites de las figuras, ajuste del tamaño de la letra al espacio,
etc.
En el procesamiento visual, el niño puede mostrar dificultades perceptivas, de discriminación visual y dificultad para
formar una imagen mental de las letras, una secuencia específica de letras y de las palabras. Otros procesos cognitivos,
como dificultades para recuperar rápidamente a información almacenada en la memoria a largo plazo que facilitara
luego, el nombramiento rápido y automatizado.
Los niños con TANV tienden a hablar mucho, pero no siempre lo hacen de una manera socialmente apropiada o
podrían omitir la información más importante. Pueden incluso, presentar buenas habilidades del lenguaje, pero tienen
problemas para clasificar la información y entender conceptos importantes. Podría ser que no tuvieran dificultades con
el lenguaje hablado o escrito, pero podrían pensar de manera literal y no registrar señales sociales sutiles (Butcher,
2009, Volden, 2014)
Otros indicadores son severo déficit en organización y planificación y déficit Motor (falta de coordinación, equilibrio,
dificultades con las habilidades de grafomotricidad fina) y déficit en la Organización Viso – Espacial (falta de imagen,
pobre reconocimiento visual, percepciones espaciales y relaciones espaciales defectuosas).
Los investigadores no saben la causa exacta de las discapacidades del aprendizaje no verbal, pero creen que está
relacionada con una disfunción del hemisferio cerebral derecho (Volden, J. 2014).
Específicamente, algunos indicadores son (Butcher, 2009, Torppa, 2009, Volden, 2014):
A menudo, los niños con TANV no son entendidos debido a estas conductas. Sus compañeros y los adultos podrían
verlos como raros o inmaduros. Un maestro que no sabe que un niño tiene TANV, podría pensar que es desatento o
desafiante.
CONCLUSIÓN
El trastorno específico de aprendizaje es un concepto que se ha clarificado a través del tiempo, aun cuando quedan
algunos aspectos por resolver. Sin embargo, los avances permiten realizar un diagnóstico diferencial pertinente para la
toma de decisiones de evaluación e intervención.