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Alex Balada Carrasco

Ficha: 1
Autor: Sigmund Freud.
Título: El Yo y el Ello. En Obras completas, Tomo XIX.
Editorial: Amorrortu Editores.
Traducción: José L. Etcheverry, directa del Alemán. 1979
Año: 1923
Ciudad de publicación: Original:Viena; Versión traducida: Buenos Aires
Tesis:
Tesis Secundarias:

El problema analítico, como se estaba viendo en el pasado, comienza a tener


dificultades con la concepción clásica de un enfrentamiento entre la Conciencia y lo
Inconciente. Los mecanismos defensivos clásicos del yo, como la represión y la
resistencia, nos dan señales de que el Yo no solo pertenece a la conciencia. Los
mecanismos defensivos son propios de él, y aun así, al momento de ejercer la
represión la conciencia no se da por enterada.
Por otro lado, Freud (1923) nos dice: “Todo lo reprimido es Inconsciente, pero no
todo lo Inconsciente es reprimido”. Y claro, hay algo de lo que no tenemos
conciencia que puede emerger consciente si se dan las condiciones adecuadas,
como cuando se le pregunta a alguien por su dirección o número de teléfono. Hay
algo de lo inconsciente que es latente. No así cuando, por ejemplo, en la clínica, se
enfrenta al paciente a ciertas tareas, se espera que las acciones fallen en tanto
estás se acerquen a lo reprimido (Freud, 1923). De esta manera llegamos a la
concepción descriptiva que existe lo Consciente, Cc y dentro de lo Inconsciente
tenemos lo Prcc, lo latente, y lo Icc, lo reprimido.
De lo anterior podemos desprender algunas características del Yo: 1) Gobierna la
motilidad, las relaciones con el mundo interno y externo; 2) Tiene a su disposición
mecanismos defensivos y 3) atraviesa la conciencia y lo inconsciente.
En esta línea nos dice Freud que no existe un enfrentamiento entre Cc vs Icc, sino
que es el Yo coherente que se enfrenta a lo reprimido escindido de él (Freud, 1923)
Alex Balada Carrasco

Las percepciones, que son las que pertenecen a la conciencia pueden ser externas,
sensoriales, e internas, sensaciones y sentimientos. Estás percepciones dejan
huellas en el aparato psíquico, las huellas mnémicas, y son estas huellas las que
permiten devenir conciente a las representaciones. Sería más correcto decir,
devenir Preconcientes, ya que sabemos que lo latente se aloja en el Prcc.
Para que una representación pueda devenir consciente requiere estar fijado a una
palabra. Las palabras alguna vez fueron percepciones auditivas.
Aun así no se desconoce la existencia de percepciones visuales, pero “el pensar en
imágenes es solo un muy imperfecto devenir consciente” (Freud 1923, p.23). Y está
más ligada a lo primitivo, a lo Icc.
Para devenir Prcc algo reprimido, por tanto, se debe restablecer el vínculo con
aquella huella mnémica recorriendo, mediante el trabajo analítico, los eslabones
intermedios.

No existe diferencia entre Cc y Prcc en tanto a las sensaciones, ya que estás son o
conscientes o inconsciente. El Prcc descriptivo sobra.

El Yo se rige por el ideal del yo, el Super Yo. Mientras lidia con lo repremido que el
ello quiere devenir conciente.
Alex Balada Carrasco

Discusión con otros autores: Diferencias con psicólogos de la época y filósofos


debido a que no concebían que hubiese algo que escapara a la conciencia, como
lo son el Icc y el Prcc propuestos por Freud y la Teoría Psicoanalítica.
Freud se apoya en otros autores para sostener sus ideas, como en Varendock,
quien estudió las fantasías inconscientes.
Contexto histórico: Europa, para el año 1923, experimentaba una suerte de
periodo de latencia entre la primera guerra mundial, finalizada en 1918, y la segunda
guerra mundial, que comenzaría en 1939.
Freud, en septiembre de 1922, asistió a su último congreso, el cual fue celebrado
en Berlin, en donde presentó lo que podría considerarse un adelanto de El Yo y el
Ello.
Ya en el año 1923 Freud fue diagnosticado con cáncer al paladar.

Referencias
Freud, S. (1923). Obras completas Vol XIX. El Yo y el Ello. Viena: Amorrortu editores.

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